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Trasfiguradora es el adjetivo que mejor identifica a la obra de Carlota Valdivia. Transfigurada, de hecho, aparece la vida humana entre estas páginas: la de la propia autora y, sobre todo, la de la mujer como un ser que está en lucha constante con los acontecimientos y, aún más, consigo misma. Transfigurada porque su crudeza y dramaticidad nos llegan a través de la caricia reconfortante de la palabra poética, que sabe ser mediadora entre un extremo del sentimiento y la posibilidad del corazón de soportar emociones demasiado intensas que desgarrarían la propria esencia.
Nacida en Barcelona, soy licenciada en Periodismo y Edición por la Universidad Autónoma de Barcelona, y en Traducción Literaria por la Universidad de Essex, Reino Unido. Gran aficionada a la lectura, empecé a escribir tan pronto como pude encadenar palabras y crear historias con ellas. Ahora se ha convertido en una manera de encontrarme a mí misma y de sanar.
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Carlota Valdivia
Pandora
© 2024 Europa Ediciones | Madrid
www.grupoeditorialeuropa.es
ISBN 9791220143783
I edición: Enero del 2024
Depósito Legal: M-28978-2023
Distribuidor para las librerías: CAL Málaga S.L.
Impreso para Italia por Rotomail Italia S.p.A. - Vignate (MI)
Stampato in Italia presso Rotomail Italia S.p.A. - Vignate (MI)
Pandora
Pandora es un libro de poesía para sanar.
Igual que sané yo cuando lo escribí.
Sánate.
Y, entonces, Pandora no pudo contener su curiosidad y abrió la caja que desató todas las enfermedades y adversidades del mundo.
-el mito de la caja de Pandora-
No sabes lo difícil que es
mantenerse entera
cuando el mundo quiere hacerte pedazos.
Trasfiguradora es el adjetivo que mejor identifica a la obra de Carlota Valdivia. Transfigurada, de hecho, aparece la vida humana entre estas páginas: la de la propia autora y, sobre todo, la de la mujer como un ser que está en lucha constante con los acontecimientos y, aún más, consigo misma. Transfigurada porque su crudeza y dramaticidad nos llegan a través de la caricia reconfortante de la palabra poética, que sabe ser mediadora entre un extremo del sentimiento y la posibilidad del corazón de soportar emociones demasiado intensas que desgarrarían la propria esencia.
Y cuando al final saltó,
el mundo se apagó
en una reverencia que se le quedó pequeña.
Tan pequeña como el cuerpo que la contenía.
Impacta, de hecho, en el correr de las páginas, una esencia humana que parece viajar a través de los sentimientos –pero también entre las almas ajenas– y el inmenso poder de la creación artística, que está presente en modo sutil pero vigoroso en cada parte del texto. Precisamente por esto, lo que llegamos a amar principalmente de estas poesías, es la esencia de una mujer que se refleja en sus observaciones, en aquellos instantes en los que su alma se vislumbra en el destello de la vida que se manifiesta también a través del amor dedicado a otros y a ella misma. Y es, justamente, el amor, otra presencia absurdamente “reconfortante” en este poemario, ya que en su dramaticidad revela la capacidad humana de adaptarse para superar el dolor y encontrar en uno mismo aquella fuerza que no se creía tener, venciendo así el miedo de perderlo.
Dile cómo todo cambió,
como no sonreímos más.
Dile cómo me odiaste, cómo me miraste.
Cómo dijiste mi nombre, con desprecio.
Dile cómo te miré yo, como si no te quisiera.
Dile que fue mi culpa.
Que te fuiste porque te obligué.
La poesía –y la escritura misma– se vuelven un pasaje metafísico, el instrumento por el que el poeta atraviesa el yo que fue, el actual y el potencial, y es bellísimo el conducto en el que se convierte la escritura con esta figura femenina que, por ejemplo, vemos representada en manera muy dulce, en un sufrimiento que nos recuerda un martirio y que atraviesa el alma, trastocando la vida y permaneciendo, sin embargo, en una dimensión atemporal y sin espacio, reconfortante, como si la renovación y el cambio fuesen perpetuos.
Cerrar un capítulo
es físicamente doloroso.
Aunque no tengas herida,
pero la sientes en todo tu cuerpo.
Cerrar un capítulo
es casi cómo sanar.
Es la percepción o, mejor dicho, el modo de percibir, que transmuta la asimilación de la experiencia y, de hecho, todo el poemario está impregnado de este sentido de comprensión/percepción, una iluminación para el lector, por lo que será difícil volver a cerrar la caja de Pandora una vez que ha sido abierta.
Ella es…
Ella es… primavera, verano, otoño e invierno.
Ella es…un día de sol después de una tormenta,
una tormenta de un día de sol.
Un rayo de sol entre las nubes,
una fortaleza de nubes,
una luz encerrada.
Ella es y no es
Ella sabe y desentiende.
Mágica, profunda, ecléctica, fugaz
Ella es la vida y la muerte.
La esperanza y el desengaño.
Ella es… diosa, amante, amiga, desconocida, extraña.
Ella es… una premonición de un futuro incierto.
Portadora de una verdad sin mentira.
Oct. 2017
Él es…
Él es… un huracán sin nombre
una tormenta tropical, un torrente incontrolable
un chirimiri ligero.
Una brisa salada
un barco perdido
una reliquia encontrada.
Un lloro desmedido
un sentimiento a flor de piel
una flor llena de sentimiento.
Él es un palacio de hielo,
un castillo de arena.
Las olas de una playa en tormenta.
El regalo dorado de una marea.
Oct. 2017
Juntos son…
Juntos son… blanco y negro
Rosa suave, rosa fosforito.
Azul cielo.
Purpurina.
El arcoíris.
Juntos son… un tira y afloja.
Derecha e izquierda.
El bien y el mal.
El yin y el yan.
Dos caras de una misma moneda.
Juntos son… la sinceridad de una mirada.
El placer de una caricia.
La osadía de un beso.
El calor de un abrazo.
La magia del amor.
Oct. 2017
La tormenta perfecta
Una bruma espesa
con cuerpo de mujer
y labios de seda.
Llama en la lejanía:
“Lluvia”.
Una brisa que la envuelve
en un abrazo gris, frío y sin vida
En su torrente más incontrolable,
que remueve
el atisbo de esperanza perdida.
El bramido de un trueno
que rompe sentimientos
casi al mismo tiempo que la luz
del rayo aviva la noche oscura.
La fusión de dos cuerpos voluptuosos.
De la lluvia y el viento.
De la lluvia y el trueno.
De la lluvia y el rayo.
De la lluvia y la brisa.
De la lluvia con ella misma.
Yacen en un remolino de formas,
besos, caricias, tormentas y pericias.
Tanto amantes como enemigos.
Llegando al clímax.
Creando la tormenta perfecta.
Oct. 2017
Un recuerdo
Rodéame con tus brazos,
susúrrame al oído que me amas,
que darías tu vida por estar conmigo,
bésame tan fuerte que me cueste separarme.
Cómeme con la mirada,
deséame con tus caricias,
quiéreme tanto que te duela,
pero no te vayas…
O vete.
¿Qué más da?
Si me dejarás igualmente.
Me romperás en tantas piezas
que me costará recomponerme
Y cuando vuelvas,
cuando quieras que te quiera,
cuando ya no te soporte pero no quieras dejarme.
Ya no estaré.
Me habré ido tan lejos que solo,
solamente mi recuerdo, el de mi sonrisa,
podrá reconfortarte.
Recordarás mi calor, mis abrazos
el ardor de mis manos sobre tu piel,
la electricidad de mi mirada
y mis labios diciendo tu nombre.
Seré un espejismo en una nube,
un sueño, un anhelo, un deseo,
un amor perdido, un recuerdo.
Oct. 2017
Nunca
No me escuchas,
no me has escuchado nunca.
No me ves,
no me has visto nunca.
¿Para qué seguir intentándolo?
Recuérdame por qué sigo a tu lado,
qué me hizo quedarme.
¿Fue, acaso, aquello que me prometiste
pero nunca me diste?
¿Fue la mirada enmascarada de verdad?
¿Fueron tus ojos o tus palabras?
¿Fue mi necedad o tu astucia?
¿Fue mi soledad o tu compañía?
Oct. 2017