Por fin vas a dejar de fumar. El método definitivo para abandonar tu adicción al tabaco - Ángel Castillo - E-Book

Por fin vas a dejar de fumar. El método definitivo para abandonar tu adicción al tabaco E-Book

Ángel Castillo

0,0
7,99 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Si en más de una ocasión te has planteado dejar de fumar, aquí tienes el método definitivo que te ayudará a conseguirlo. Estas páginas te acompañarán en el camino hacia tu libertad sin necesidad de apoyarte en parches, pastillas, cigarros electrónicos o fuerza de voluntad. Si te lo propones, y aunque parezca imposible, dejarás de fumar de un modo simple, cómodo y sencillo. Con este libro, en el que encontrarás un ejercicio práctico de visualización, te verás y sentirás como un exfumador. Por fin comprenderás lo que hasta ahora no entendías, tu adicción al tabaco, y descubrirás cómo desprenderte de este hábito para siempre sin sufrimiento y sin esfuerzo. Todos los secretos para comenzar a vivir sin un cigarro. ¿Para qué seguir fumando?

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern

Seitenzahl: 299

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



POR FIN
VA
S
A
DEJ
AR
DE
FUMAR
POR FIN
VA
S
A
DEJ
AR
DE
EL MÉTODODEFINITIVOPARAABANDONARTU ADICCIÓNAL TABACO
FUMAR
Á
n
g
e
lC
a
sti
o
Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO si necesita reproducir algún fragmento de esta obra. www.conlicencia.com - Tels.: 91 702 19 70 / 93 272 04 47Editado por HarperCollins Ibérica, S. A.Núñez de Balboa, 5628001 MadridEl lema «Tabacco is HISTORY. The Packet is ART» se incluye con autorización de su autor; Rafael Rivera Blancas.Por fin vas a dejar de fumar. El método definitivo para abandonar tu adicción al tabaco© 2021, Manuel Ángel Castillo Rodríguez© 2021, para esta edición HarperCollins Ibérica, S. A.Todos los derechos están reservados, incluidos los de reproducción total oparcial en cualquier formato o soporte.Diseño de interiores: María PitironteImagen de página 149: ShutterstockDiseño de cubierta: María Pitironte a partir de imágenes de ShutterstockMaquetación: Raquel Cañas Fotografía del autor: José Ramón FotógrafoISBN: 978-84-9139-641-3Composicióndigital:NewcomlabS.L.L.
A todos los que no pude ayudar a liberarse del tabaco, con la esperanza de que este libro les sirva ahora para soltar las cadenas de la esclavitud.A mis hijos, Carolina y Ángel.En especial a Juan, a quien también se lo agradezco.
Índic
e
Introducción, 131.Entender para comenzar, 21Un fumador empedernido, 23•Un método distinto, 27•El cerebro de un fumador, 30•Cómo funciona tu cerebro, 32•Tu programa de fumar, 37•¿Por qué continúas fumando?, 41 •Cambia tu forma de pensar, 43 •La orden imperativa de dejar de fumar, 462.Resolviendo dudas, 51¿Cómo será tu nueva vida de exfumador?, 53•El tiempo de un cigarro, 53•La hora del descanso, 55•Momentos de aburrimiento, 56•Principal causa para estar de mal humor, 57•¿Qué va a ocurrir después de tu último cigarro?, 58•Las dudas de cualquier fumador, 60•El temor a la hora del café o la cerveza, 63 •Adicción a la nicotina, 68 •Las causas, 69•Cómo manejar las ganas de fumar, 71•Qué vas a hacer sin tu cigarro, 74•El famoso método de la fuerza de voluntad, 81
3.Las reglas de oro, 85Por fin vas a dejar de fumar, 87•El secreto, 89 •Márcate pequeños objetivos, 91•Las principales causas del fracaso, 92 •Esperando el milagro, 95•¿Será igual de fácil para ti como para otros?, 96•Las herramientas para liberarte del tabaco para siempre, 99•Excusas para fumar un día más, 100 •La falsa creencia de que te gusta fumar, 105•El peligro de reducir el consumo, 106•¿Te relaja en situaciones de estrés?, 109•Momentos de concentración, 111•El deporte, la juventud y el tabaco, 112•¿Aumentarás de peso?, 114•Las pautas para evitarlo, 115•Beneficios de un fumador, 118 4.Termina de entenderlo, 121La verdad sobre el tabaco, 123•Asociación, 125•¿Por qué tienes ganas de fumar?, 127•Disociando, 1295.Encontrar la ocasión, 133El caso de Magdalena, 135 •Dejarlo sí o sí, 136•Antonio y su médico, 137 •Abandonarlo por amor, 140 •Cómo saber si es el momento idóneo, 142 •Un solo motivo para dejarlo, 145•La salud, 146•¿Te has cansado ya de fumar?, 148
6.Errores típicos, 151Los sustitutos, 153•Ojo con el vapeo, 153•Los parches y las pastillas, 156•Los variantes, 157 •El alcohol y otras adicciones, 159•Evitar una recaída, 160•Una sola calada, 161•Sé muy riguroso, 162 •La principal causa para volver a fumar, 162•Fumar de nuevo no te va a servir para nada, 164 •La única razón para posponerlo, 1647.Camino hacia tu libertad, 167Las recompensas de un exfumador, 169•Ser libre del tabaco es un gustazo, 170•Estás quemando cinco euros, 173•El comienzo de tu libertad, 173•El futuro, 174 •Un sueño hecho realidad, 175•El punto final, 178 •Despídete sin decir adiós, 181Epílogo, 183Agradecimientos, 187
Introducción
Introducción 15
Intr
oduc
ción
Qué mejor modo de comenzar este libro que haciéndo-lo de la misma manera que empiezo un curso.Hola a todos. Como ya sabéis soy Ángel Castillo. No quie-ro que os relajéis, ni tan siquiera que os concentréis, pero acomodaos en la butaca y dejad que todo fluya de forma natural. Despreocúpate de la inquietud que te ronda por la cabeza, que seguramente alguna tendrás, ya que llegará tu respuesta. Relájate. Imagina que tienes ante ti una caja envuelta en pa-pel de regalo que contiene un secreto. Un paquete conun método totalmente distinto. Una clave para que en elinstante que finalice el curso abandones el tabaco sin es-fuerzo alguno.Imagina que por fin vas a dejar de fumar, que vas a empezar una vida sin tabaco. Y además,sin fuerza de voluntad,sin ansiedad,sin coger algún kilillo, sin utilizar ningún sustituto.
16Incluso disfrutando del paseo felizmente por haber abandonado el hábito desde el mismísimo minuto uno que acabemos el curso.Cuando lleguen los descansos, saldremos a fumar. Hazlo, habla con tu cigarro y pregúntale: «¿Para qué vas a continuar acompañándome?». Pregúntale y deja la res-puesta en el aire. Te apetezca o no un cigarro, oblígate a fumar. Si este curso fuera un libro, lo seguirías, pero de otra forma, y podrías fumar mientras lees.Si crees que el regalo que te ofrezco es bueno para ti, acéptalo y permítete que el cigarro pase a ser historia. Permítete iniciar otro capítulo de tu vida pensando de forma distinta. Haciendo lo mismo, pero no como lo has hecho en otras ocasiones, y despréndete del tabaco de un modo cómodo, sencillo y fácil.Si crees que puede haber otro momento más idóneopara dejar de fumar, llegarás a saberlo conforme avance-mos. Comienza una nueva etapa para llegar al final de tusdías como viniste a este mundo: sin fumar. Si llegaste a lavida sin un cigarro bajo el brazo, seguramente te irás igualque viniste, sin el pitillo. Procura que tu mundo dé másvueltas contigo dentro y con una mejor calidad de vida.Cada vuelta será una hoja más en tu historia sin escribir.Tienes garantizado que vas a dejar este mundo. Y cuando lo abandones, ten por seguro que será para siem-pre. Descuida que lo conseguirás. Al final del todo deja-rás de tener miedo y, seguramente, ni te acordarás de un cigarro.No hablaré mal del tabaco ni de sus efectos, ¿paraqué? Si no lo supieras, ¿ibas a estar aquí? Y algo muy im-portante que no quiero olvidar antes de continuar conla estructura del curso, lo que me dijo un gran amigo
Introducción 17mío antes de abandonarnos después de catorce añossin fumar:—Si un cigarro me alargará la vida, aunque fuese cua-tro minutos, sería mi último deseo, sin duda. Pero como no lo hará, ahora sí que sí, amigo mío, sé que he dejado de fumar para siempre. Sin lugar a dudas, aunque creas que vas a dejar de fumar, no has venido a eso. Este curso es para que co-miences una nueva vida libre del tabaco y hacerlo de for-ma fácil.Aunque parezca un método milagroso o mágico, es muy sencillo.ENHORABUENA POR ESTAR AQUÍ.¡Bienvenido a este curso!Así, de este modo, es como inicio cada uno de los cursos que doy desde el año 2006. Este libro no iba a ser distinto a cualquiera de ellos porque es igual que tantos que imparto, aunque contado de una forma diferente. En sus páginas encontrarás la llave que abre el candado que te une a un cigarro. Hallarás la libertad y dejarás de arras-trarte. Similar a un asistente, disfrutarás del paseo sin un cigarro que te acompañe desde el mismísimo momento que acabes el último capítulo. Y lo conseguirás sin es-fuerzo, sufrimiento ni ansiedad, deleitándote del proceso y sin aumentar de peso. Sentirás plenitud desde el co-mienzo de tu nueva vida de exfumador.Déjate llevar por su lectura. Descansa si lo crees con-veniente. Abandona el libro por un tiempo si lo ves opor-tuno y retómalo desde el principio cuando sea el momen-
18to adecuado. Me atrevería a decir que, aun terminándolo, no dejarás de fumar; sin embargo, te ayudará a comenzar un nuevo ciclo libre del tabaco.Escoge un lugar tranquilo donde no te interrumpan. Si lo hicieran, relájate, fúmate un cigarro si te apetece y retoma la lectura desde el principio del capítulo. Si tiraste el paquete de cigarrillos a la basura al empezar el libro, compra otro, por favor. Si lo consideras oportuno, des-cansa; y si lo consideras adecuado, fuma en esos descan-sos o hazlo mientras lo lees.Antes de continuar quisiera pedirte disculpas por si te sientes ofendido por alguna expresión o palabra, o por si parezco muy dogmático. Aunque sea muy tajante, de-tente y piensa.No hace falta que busques un momento idóneo. Da igual si te dedicas al mundo de los negocios o si vives en-tre humo. Ni es necesario que te tomes unas vacaciones o cambies de trabajo, que esperes un ascenso, que salgas de la oficina de empleo, que tengas la crisis de los cua-renta, que hagas caso a tu médico o incluso que tengas este libro en tus manos.Posiblemente encuentres una coyuntura para vivir sin tabaco en lugar de para dejarlo. Parece idéntico, pero es distinto.Voy a transcribir un curso. Voy a regalarte una caja con un método, que es totalmente opuesto a lo que has hecho otras veces para dejar de fumar o a lo que estás acostumbrado. Si te hubiera funcionado con otros méto-dos, ¿tendrías este libro en tus manos?Te indicaré los pasos que debes seguir y te diré lo que te ocurrirá cuando comiences tu vida de exfumador desde el minuto uno. Sabrás el porqué de tus comienzos, que son los de todos; el final, que es parecido al de los
Introducción 19asistentes, y el principio de un ciclo nuevo sin cigarro que exclusivamente es tuyo. Te explicaré cómo funciona el cerebro de un fuma-dor que se enfrenta a vivir sin tabaco. Te identificarás en cada una de sus páginas con los motivos y las excusas para dejarlo. Cada párrafo parecerá que está escrito para ti. Romperás tus temores a sufrir y a fracasar. Tendrás pautas para no engordar. Este libro te empujará a dar el salto y a romper las cadenas que te atan, y así podrás comenzar una vida nueva sin tabaco fácilmente.Rasga el envoltorio del regalo que te ofrezco y em-pieza a cuidarte sin fumar de una manera fácil. ¡Vamos a ello!
Entender para comenzar
1.
Entender para comenzar 23
Ent
ender
par
a
c
omenzar
Un fumador empedernidoEmpecé a fumar alrededor de 1985. Mi hábito comenzó a la edad de trece o catorce años aproximadamente, y lo dejé «aparcado» después de padecer un infarto cerebral con treinta años —según el neurólogo, producido en gran parte por el tabaco—. Después de miles de intentos con chicles, parches de nicotina, cigarrillos de plástico con su pastillita men-tolada, caramelos, medicamentos farmacológicos, mal genio y peor humor, un día me levanté cansado de bus-car un momento para abandonarlo y dejé de intentarlo. Al tiempo, mi esposa de aquel entonces me comentó la posibilidad de asistir a una sesión de hipnosis en una lo-calidad cercana. Fui a un terapeuta hipnólogo, con una sesión de hora y media, incluido descanso, y lo dejé du-rante una larga temporada. Nos dijeron —fue una sesión grupal— que el tabaco producía cánceres, que me iba a matar y que era nuestro último día de fumadores. Que
1.
24nos repitiéramos una y otra vez: «¡Hoy es mi último día de fumador!».La posibilidad de padecer varios tipos de cánceres y que el tabaco me matara no me inquietó, ya que lo había pensado más de una vez. Sin embargo, escuchar que era «mi último día» me puso nervioso. Me preguntaba cons-tantemente qué iba a hacer yo sin fumar, sin mi cigarro con mi café, con mi cerveza, en mis reuniones y cómo iba a relajarme. Tenía miedo a estar sin fumar. De llegar a casa y estar enfadado. Yo era empresario, estaba desbordado de trabajo con su estrés correspondiente y temía no poder concen-trarme. En definitiva, temía hacer mi vida con normalidad sin un cigarro.En el descanso, donde nos teníamos que fumar «el úl-timo», los integrantes intercambiamos nuestras inquietu-des. Todos coincidíamos de una forma u otra en el temor anuestro día a día y, cómo no, a sufrir un síndrome de abs-tinencia producido ante la falta de nicotina. Una ansiedadque todos creíamos a ciencia cierta que íbamos a sentir.—¡Mi marido dejó de fumar sin ninguna dificultad, sin mono! —dijo una de las mujeres que asistía a la se-sión—. ¡Si él lo hizo, yo también! Justo ahí me cambió el chip. El resto del descanso empecé a pensar de forma distinta. Hice caso omiso a todos los comentarios y me centré en eliminar de mi ca-beza el «hoy es mi último día de fumador». Tan solo pen-saba: «¡Si el esposo de esta mujer lo ha hecho sin sufrir, yo puedo hacerlo!». Cuando pasamos a la sesión después de la pausa y nos dispusimos a entrar en trance hipnótico, he de reco-
Entender para comenzar 25nocer que dejé de oír al terapeuta. Ni llegué a relajarme. Únicamente me escuchaba a mí mismo: «¡Será más fácil si no temo hacer una vida normal! ¿Por qué tengo que sufrir mono para dejarlo? ¿Por qué mi vida tiene que ser diferente? ¿Y si desaparece como por arte de magia?». Haber tenido el infarto cerebral me enseñó algo muy valioso: en un abrir y cerrar de ojos te puede cambiar la vida por completo. Ahora estás aquí y en un segundo puedes abandonar este mundo. Desde que salí del hospital me quedó una sensación extraña: cada vez que me preocupaba una cuestión que debía resolver para el día siguiente, pensaba: «¡Quién sabe dónde estaré mañana!». Durante los veintisiete días que estuve ingresado, si me alteraba por algún motivo, automáticamente me ve-nía a la cabeza: «¡Seré imbécil, sigo inquietándome por un después y por un mañana!». Desviaba la atención y me preguntaba: «¿Por qué siento este desasosiego por lo que va a pasar dentro de diez minutos?».Al salir de la sesión de hipnoterapia me vinieron al pensamiento todas las frases que me decía durante mi hospitalización y la sensación que me quedó después del infarto. Mientras conducía, de vuelta a casa, me acordaba de un cigarro, pero de una forma distinta, y me preguntaba: «Si estuve veintisiete días hospitalizado sin apetecerme, ¿por qué debo tener ganas a partir de ahora? Si no me apeteció en todos esos días, aunque me acordara, posi-blemente el mono sea inexistente y solo una ilusión. Pue-de que el síndrome de abstinencia a la nicotina sea solo psicológico. ¿Esta noche antes de acostarme…? ¡Yo qué sé lo que va a pasar! ¿Mañana? ¡Yo qué sé dónde estaré! ¡Yo qué sé lo que va a suceder a partir de este momento!,
26por lo tanto, ¿quién sabe si tendré ansiedad? ¿Me merece la pena sufrir por algo que no sé si va a ocurrir? ¡Yo qué sé si voy a tener mono! Si el marido de esta mujer lo dejó sin sufrir, ¿por qué tendría yo que padecer? Por otro lado, ¿para qué quiero el tabaco? Creo que ya estoy cansado de depender de un cigarro. Estoy harto de fumar».A la mañana siguiente, nada más despertar, me vino a la cabeza de nuevo el mismo pensamiento: «¡Yo qué sé lo que va a pasar hoy con el tabaco! ¿Por qué tengo que estar inquieto? Además, ¿para qué quiero fumar? Si me hubiera muerto por el infarto, entonces sí que hubiera de-jado de fumar para siempre. Hoy no sé si lo dejaré, pero ahora estoy sin hacerlo. Más tarde, ¡quién sabe! ¿Para qué quiero continuar fumando?».Durante aquellas primeras veinticuatro horas me cuestioné constantemente sin llegar a ninguna respues-ta. En ese aspecto me parezco a mi padre. Él deja las preguntas en el aire sin contestar. Y al día siguiente, más de lo mismo. El sábado de esa semana teníamos una reunión de amigos en el campo. Al llegar la noche del viernes aún me seguían surgiendo las mismas dudas: «¡Yo qué sé cómo voy a estar mañana!». En el pícnic rezaba para que mis amigos fumaran poco o alejados de mí. Al principio me apartaba de ellos, temeroso de verlos con el cigarro en la mano. Me sentía observado por aquellos que sabían que había ido a una sesión de hipnosis. Estos se separaban de mí hasta que me atreví a relacionarme como habitualmente hacía. Un amigo que desconocía que había estado en la sesión me ofreció un cigarro. Cuando le contesté que, muchas gracias, pero que no me apetecía, me sentí or-gulloso de mí. En ese instante rompí mis temores. De ese
Entender para comenzar 27día y de todos los posteriores a reunirme con fumadores. Me sentía cada minuto, cada hora que pasaba sin fumar más satisfecho. Pensaba: «¡He hecho tal cosa o tal otra sin fumar y no ha estado mal!». Desde la sesión apenas me acordaba de un cigarro, y si lo hacía, no me apetecía fumármelo. A los nueve o diez días dejó de estar en mi cabeza. Y así llevo quince años.No solo he aplicado en este libro mi experiencia, sinoque he recogido las enseñanzas de todas las personas quehan pasado por los cursos. Ciudadanos de a pie, como túy como yo. He adaptado al libro un método que simple-mente es el que mis clientes me han enseñado con susvivencias en este mundo de cautiverio.Un método distintoAntes de continuar con mis vivencias, de cómo me liberé y del sistema que utilizo en mis cursos para dejar de fu-mar, permíteme que te hable de Jonas Salk.Salk fue un médico investigador y virólogo estadou-nidense conocido por su aporte a la vacuna contra la po-liomielitis. En 1953 la probó con un grupo de voluntarios entre los que figuraba él, su mujer y sus tres hijos. Salk estaba tan seguro de su prototipo de vacuna que se la inyecto a sí mismo y a su familia para así probarla.En el verano de 2019 estaba con mi amiga Sandra en la playa presenciando una puesta de sol y me preguntó sobre este libro. —Ni siquiera he empezado —le contesté—. Me in-vade la duda de que vaya a cumplir las expectativas puestas en mí. Las mías propias y las de los demás. Lo único que hago es retrasar la idea.
28—Hazte lector antes que escritor. ¿Por qué no empiezas a fumar y te quitas con tu propio libro? —me comentó Sandra entre risas.—La cuestión es si podré transcribir un curso en unlibro. Por muchos que haya impartido, no soy escritor.—¿De qué tienes miedo, de escribir sin que se te entienda? —En transmitirlo por escrito de una forma enten-dible. Además, en la charla provoco ganas de fumar y luego las quito para que vean que no existe el síndro-me de abstinencia y después, por último, hacemos un ejercicio de visualización, ¿cómo voy a conseguir eso en un libro?—Procura que sea entendido por todos. Fuma y obsérvate. Observa lo que siente un fumador y cuán-do decide dejarlo. Los procesos y sus estados emocio-nales. Sus miedos e inquietudes. En cuanto a la visua-lización, enseña en el libro cómo hacerla. —¡Qué fácil lo ves tú! —le dije. —¡Sé lector antes que escritor! —me volvió a in-sistir—. Fuma, comprueba y siente lo que tus clientes te dicen. Transcribe las experiencias de un fumador y quítate con tu propio método. Escribe el libro y hazlo como si tú fueras un lector. Sandra pidió un cigarro a una mujer que estaba junto a nosotros y me lo dio. Me sorprendí, pero lo guardé en la mochila. Mientras seguíamos presenciando la puesta de sol, solo tenía en la cabeza lo que me había dicho: «¡Fuma, comprueba, sé lector y abandona el tabaco con tu propio método!».De regreso a casa continuaba pensando en la idea de fumar, de comprobar lo que se sentía otra vez, ya que
Entender para comenzar 29prácticamente lo había olvidado, y de transcribir mi ex-periencia. Y de paso, la eficacia de lo que quería compar-tir. Sentir de nuevo y recordar lo que percibe un fumador, cuando fuma física y psicológicamente, y lo que experi-menta al dejar el hábito. «¿De qué tengo miedo? Lo voy a probar, voy a recor-dar cuando fumaba, a comprobar todo lo que me decían mis clientes y aplicar el método en mí», pensé cuando me fui a dormir.A la mañana siguiente, al abrir los ojos me dije: «¡Allávoy!», y empecé a fumar. ¡Como lo lees! Empecé a fumar.A las pocas semanas parecía que no había estado más dequince años sin hacerlo. Lo hacía de forma compulsiva yautomática. Al principio poco, pero en cuestión de días eraigual que antes de aparcarlo quince o dieciséis años atrás.Al mes y medio ya notaba los efectos nocivos en mi cuerpo. La tensión arterial aumentó, mi voz se volvió más ronca, tenía pitidos en la garganta al levantarme, me res-friaba más a menudo, tenía jaquecas, el colesterol subió, etc. Qué te voy a contar que tú no sepas.«¡Esto es absurdo!», me decía una y otra vez. Todo fumador tiene un porqué, un para qué, un para quién quiere dejarlo, y yo tenía uno para fumar. Absurdo por completo, menos por una causa: me consolaba pensar que era por mis hijos, por aquellos a los que no pude ayudar y por obligarme a escribir el libro. Viví en mí lo que es fumar sin sentido, me sentí de nuevo como un imbécil y me consolaba por el fin. Re-cordaba lo que me decían mis clientes cuando venían a los cursos y lo estaba comprobando en primera persona. Cuando te prohíbes o te lo prohíben, al reducir el con-sumo, cuando estás deseando llegar a casa para fumar, cuando los niños duermen o al beber alguna copa...
30Había fumado un día más excusándome, había sen-tido la autoflagelación y sabía lo que realmente era el mono. La verdad del tabaco. Lo viví todo. Me observé y tomé apuntes. Me vi desde tu mismo lado y no desde un atril. Pretendía sentirme como si estuviera tumbado en el diván del despacho de un terapeuta. Conseguí ser cliente, fumador y lector. Me sentí c