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Beschreibung

La línea educativa de Singapur tiene seis puntos clave: seleccionar y atraer a los educadores de mayor calidad; proporcionarles paquetes de compensaciones y salarios competitivos; profesionalización de la docencia; el desarrollo del liderazgo escolar; coherencia sistémica, y un énfasis en aprender siempre de otros sistemas. En quince ensayos se explica la concepción y el funcionamiento del sistema educativo en Singapur; un sistema que ha llevado al país a obtener excelentes calificaciones mundiales en ese rubro.

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Fernando M. Reimers es profesor de Educación Internacional y director de Educación Global y de Política Educativa Internacional en la Universidad de Harvard. Imparte cursos sobre la relación entre educación y política, la ciudadanía democrática, la mejora en la enseñanza, la innovación educativa y el espíritu empresarial social. Con maestría y doctorado en educación en la Universidad de Harvard, el Emerson College le concedió un doctorado honoris causa por su trabajo en educación global. Es autor, entre otros libros, de Diálogo informado: el uso de la investigación para conformar la política educativa (junto con Noel McGinn, 2000); Distintas escuelas, diferentes oportunidades: los retos para la igualdad de oportunidades en Latinoamérica (2002); Aprender más y mejor: políticas, programas y oportunidades de aprendizaje en educación básica en México (FCE, 2006); Enseñanza y aprendizaje en el siglo XXI (FCE, 2016), y Empowering Global Citizens: A World Course (junto con Vidur Chopra et al., 2016).

Eleanor B. O’Donnell es experta en educación y cuidados en la primera infancia, alfabetización emergente y numérica, educación global y desarrollo curricular. Tiene la maestría en educación en política educativa internacional en la Escuela de Posgrado en Educación de Harvard, en Cambridge, Massachusetts. Entre sus publicaciones se encuentran The Case of the Harvard Graduate School of Education (2015); Education and Emigration: How the Mexican Education System Contributes to Mexican Emigration (2012), y Empowering Global Citizens: A World Course (junto con Fernando M. Reimers et al., 2016).

SECCIÓN DE OBRAS DE EDUCACIÓN Y PEDAGOGÍA

QUINCE CARTAS SOBRE LA EDUICACIÓN EN SINGAPUR

Traducción de SERGIO CÁRDENAS DENHAM ROBERTO ARRIAGA MARTÍNEZ IVÁN FLORES MARTÍNEZ

Quince cartas sobre la educación en Singapur

REFLEXIONES DESDE LA PERSPECTIVA ESTADUNIDENSE

Coordinadores FERNANDO M. REIMERS E. B. O’DONNELL

Primera edición en inglés, 2016Primera edición en español, 2016Primera edición electrónica, 2016

Título original: Fifteen Letters on Education in Singapore. Reflections from a Visit to Singapore in 2015 by a Delegation of Educators from Massachusetts

Diseño de portada: Paola Álvarez Baldit

© 2016, Fernando M. Reimers y E. B. O’Donnell (editores). This work is licensed under the Creative Commons Attribution 4.0 International License. To view a copy of this license, visit <http://creativecommons.org/licenses/by/4.0>. Esta obra está bajo la licencia de Creative Commons Atribución 4.0 Internacional. Para ver una copia de esta licencia, visite <http://creativecommons.org/licenses/by/4.0>. La obra original se publicó por primera vez en inglés por Fernando M. Reimers y E. B. O’Donnell en 2016 bajo licencia de Creative Commons Attribution 4.0 International License. Esta traducción se publica por acuerdo con Fernando M. Reimers.

D. R. © 2016, Fondo de Cultura Económica Carretera Picacho-Ajusco, 227; 14738 Ciudad de México

Comentarios:[email protected] Tel. (55) 5227-4672

Se prohíbe la reproducción total o parcial de esta obra, sea cual fuere el medio. Todos los contenidos que se incluyen tales como características tipográficas y de diagramación, textos, gráficos, logotipos, iconos, imágenes, etc. son propiedad exclusiva del Fondo de Cultura Económica y están protegidos por las leyes mexicana e internacionales del copyright o derecho de autor.

ISBN 978-607-16-4220-2 (ePub)

Hecho en México - Made in Mexico

ÍNDICE

Presentación a la edición en español

Introducción, Fernando M. Reimers

Sugerencias para la preparación y el apoyo de maestros en Massachusetts

Carta 1. Lecciones para mejorar la calidad de los programas de formación docente y la enseñanza en la mancomunidad de Massachusetts, PAUL F. TONER

Carta 2. Compartiendo la historia de Singapur: Reflexiones sobre la visita de líderes de la educación de los Estados Unidos, ONG-SENG TAN

Carta 3. Planeando la visita de líderes de la educación de los Estados Unidos: De la conceptualización a la realización, EE-LING LOW

Carta 4. Reflexiones sobre una nación, por un “maestro del Año” de New Hampshire, JOEY LEE

Carta 5. Maestros y formación docente en Singapur, ELEONORA VILLEGAS-REIMERS

Carta 6. Reflexiones sobre Singapur: Una ecología de coherencia, DAVID LUSSIER

Carta 7. Observaciones de la decana de una escuela de educación, CHRISTINE B. MCCORMICK

Carta 8. Un acercamiento sistémico y sistemático de la enseñanza y el aprendizaje: Apostando al largo plazo en la educación, CONNIE K. CHUNG

Carta 9. Propósitos, profesionales y políticas en acción, MITALENE FLETCHER

Carta 10. La búsqueda por descubrir lo que es “normal” en Singapur, LISA BATTAGLINO

Carta 11. Lecciones sobre coherencia, compromiso y equidad lejos de casa, E. B. O’DONNELL

Carta 12. Claridad, compromiso y coherencia, VANESSA LIPSCHITZ

Carta 13. Cinco reflexiones sobre un sugerente viaje, MEGHAN O’KEEFE

Carta 14. Diez lecciones de Singapur, DAVID HARRIS

Carta 15. Aprendiendo de Singapur: Reflexiones de una visita, FERNANDO M. REIMERS

Acerca de los autores

Agradecimientos

PRESENTACIÓN A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL

Me complace presentar la edición en español de Fifteen Letters on Education in Singapore —traducido por Sergio Cárdenas, Roberto Arriaga e Iván Martínez y publicado por el Fondo de Cultura Económica—, por tres grandes razones. La primera, porque es urgente crear condiciones que ofrezcan apoyo efectivo a los docentes para que sus estudiantes desarrollen las competencias necesarias para la vida, la participación y el trabajo en el siglo XXI, condiciones que requieren la creación de un sistema integrado de estímulos que apuntalen un continuo desarrollo profesional, que comienza con la captación de candidatos competentes para la profesión docente, prosigue con su formación inicial y se extiende a un crecimiento continuo real, sobre todo en las escuelas; con ello se atienden las necesidades de los maestros en distintos momentos de su desempeño y de su trayectoria profesional. Singapur es un buen ejemplo de una nación que ha podido construir un sistema bien alineado de apoyos al desarrollo profesional de los maestros.

La segunda razón es porque el movimiento por educar a todas las personas en el mundo ha sido posible gracias al constante intercambio de ideas, al ir y venir de experiencias, opiniones y buenas prácticas de una sociedad a otra. La disposición de quienes en México han hecho posible esta edición en español habla bien de su comprensión del poder que resulta de estar abierto al mundo de las ideas y de las prácticas educativas, comprensión que a su vez hace posible para el resto del mundo de habla hispana el acceso a las observaciones sobre el sistema educativo de Singapur contenidas en este texto; con ello se contribuye al intercambio de ideas para seguir apoyando el movimiento por educar bien a todas las personas en todo el mundo.

La tercera razón es que esta publicación podrá extender a otras latitudes el ejercicio de aprendizaje social del que es parte esta obra. El cambio educativo resulta no sólo de la circulación de ideas o de prácticas educativas, sino de que esas ideas produzcan aprendizajes que se traduzcan en prácticas diferentes. Esos aprendizajes no son sólo individuales, también institucionales y colectivos. La práctica educativa en una sociedad es producto de las influencias de diversas instituciones; en este sentido, poder cambiar dicha práctica no depende de una sola persona o institución, requiere una conjunción de esfuerzos interinstitucionales; el aprendizaje en ese nivel es necesario para lograr verdaderos cambios. La formación docente depende de múltiples instituciones, y obtener esos cambios conlleva un proceso complejo, porque sólo es posible mediante el diálogo entre las diversas instituciones.

El viaje a Singapur a partir del cual un grupo de educadores de Massachusetts escribió los ensayos contenidos en este libro fue un ejercicio de animación de un diálogo social de este tipo, realizado con el fin de promover mejoras colectivas en nuestros programas de formación docente. Quince cartas sobre la educación en Singapur. Reflexiones desde la perspectiva estadunidense es apenas una invitación a fomentar ese diálogo social, necesario para lograr cambios y colaboración institucionales. Esta publicación abre la oportunidad a estimular ese tipo de diálogo en México y en otros países de habla hispana, donde resulta singularmente importante crear condiciones efectivas de formación y apoyo a los profesores.

F. M. R.

INTRODUCCIÓN

FERNANDO M. REIMERS

LOS ORÍGENES DE ESTE PEQUEÑO LIBRO

Esta publicación es la compilación de una serie de reflexiones breves de un pequeño grupo de educadores de Massachusetts que viajaron juntos a Singapur para aprender sobre la notable jornada educativa de ese país. Nuestro objetivo fundamental al publicar este documento es tener un recurso práctico y tangible que podamos compartir con colegas nuestras reflexiones acerca de las lecciones que aprendimos en esa visita, así como nuestros pensamientos sobre posibles repercusiones de las prácticas de Singapur en la formación de educadores en Massachusetts.

Los antecedentes de este proyecto son sencillos. Como parte de un proyecto de investigación sobre educación en el siglo XXI1 que encabezo en la Universidad de Harvard, la Iniciativa Global sobre Innovación en Educación2 había estudiado el enfoque estratégico, pragmático y exitoso que los líderes educativos de Singapur siguieron para construir un sistema educativo de alta calidad en el curso de la breve historia de ese país. En el contexto de nuestra colaboración para desarrollar la investigación, invité a algunos de mis colegas del Instituto Nacional de Educación de Singapur (NIE, por sus siglas en inglés) a participar en una mesa redonda sobre políticas educativas que se llevaría a cabo en Harvard. También invité a varios líderes educativos de Massachusetts, incluyendo al Comisionado de Educación Primaria y Secundaria, además de algunos de sus colaboradores de alto nivel, a miembros del Consejo Estatal de Educación Superior y a líderes de varias instituciones dedicadas a la formación de docentes, entre otros. Esa reunión generó un verdadero interés, tanto por comprender la forma en que Singapur había profesionalizado su fuerza docente como por la manera en que prepararon a sus directores escolares, dos estrategias que fueron la base de su enfoque básico para mejorar la calidad de la educación.

Paul Toner, colega del Consejo Estatal de Educación Superior y quien había sido presidente de la Asociación de Maestros de Massachusetts, el principal sindicato educativo en el estado, sugirió que debíamos encontrar una forma de dar seguimiento a esa reunión con una visita a Singapur, de manera que pudiéramos examinar “de cerca” algunos de los programas y prácticas educativos que nuestros colegas habían descrito.

Pedía apoyo al profesor Oon-Seng Tan, director del Instituto Nacional de Educación de Singapur, quien respondió de manera entusiasta a nuestra petición, y accedió a ser nuestro anfitrión para una visita que nos ayudaría a reunirnos con colegas involucrados en los programas de formación docente y de directores, conocer el NIE, visitar escuelas y otras instituciones educativas así como hablar con maestros y directores escolares. Además, nos acercamos a Kate Berseth, vicepresidenta de Educación Primero, compañía que se especializa en organizar viajes educativos internacionales para estudiantes y educadores. Ella y sus colegas aceptaron apoyar logísticamente esa visita. Finalmente, nos acercamos a Nick Donohue, presidente de la Fundación Educativa Nellie Mae, quien proporcionó apoyo financiero para la visita. Tras lo anterior, trabajamos con el Departamento de Educación Primaria y Secundaria de Massachusetts para invitar a decanos de grandes programas de formación docente en el estado, líderes de distrito y otras personas que trabajaran en formación docente a participar en el viaje. Finalmente, en octubre de 2015 fuimos a Singapur, donde pasamos una semana hablando con varios colegas en el Instituto Nacional de Singapur, en el Sindicato de Maestros de Singapur y en varias escuelas.

Durante el trayecto, estuve pensando cuán valiosos eran los viajes internacionales para ampliar nuestra comprensión del trabajo educativo, y cómo mejorarlo. En nuestro último día en Singapur, recordé a los miembros de nuestro grupo que semejante intercambio internacional de ideas había sido crítico para el establecimiento del sistema educativo estadunidense. John Quincy Adams, el sexto presidente de los Estados Unidos, escribió con admiración sobre el sistema educativo de Prusia en sus Cartas sobre Silesia, mientras fungía como embajador en ese país, un libro que ayudó a muchos de sus contemporáneos en los Estados Unidos a aprender sobre uno de los primeros sistemas públicos de educación.3 De manera similar, Horace Mann, el primer secretario de Educación de Massachusetts, escribió un libro en el que analiza los sistemas educativos de Alemania y Francia, el cual ayudó a avanzar su campaña para promover la educación pública en los Estados Unidos. Inspirado por las Cartas sobre Silesia, invité a mis colegas viajeros a escribir “Cartas sobre Singapur”. Todos aceptaron la invitación —sospecho que fue tanto porque vieron el valor potencial de esta idea como por el hecho de que nos daría una oportunidad para continuar nuestra colaboración al volver del viaje—. Hemos disfrutado enormemente aprendiendo juntos y reflexionando sobre la experiencia educativa en Singapur.

EL PAPEL DE LA COMPARACIÓN E INTERCAMBIO DE IDEAS EN EL AVANCE DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA

El proceso de comparar es central para ayudar a entender el mundo. Las comparaciones de hechos que preceden y siguen a otros hechos, de resultados asociados con otros hechos y condiciones diversas son centrales para ayudarnos a interpretar el mundo, a identificar regularidades y a generar hipótesis y probar ideas sobre causas y efectos. En resumen, a describir y a entender el mundo. El método científico, un enfoque poderoso que disciplina la mente humana en la interpretación del mundo, es esencialmente un sistema de reglas para realizar esas comparaciones de manera que produzcan un acuerdo intersubjetivo acerca de las interpretaciones de los fenómenos que se estudian. Las comparaciones se hacen tanto en ciencias físicas, así como en las ciencias sociales. Muchas ciencias sociales —incluidas la psicología, la antropología, la sociología y la ciencia política— tienen un subcampo comparativo que se ocupa del estudio sistemático de similitudes y diferencias entre culturas de los objetos de estudio particulares de cada disciplina. Es el caso de la psicología, la sociología, la ciencia política o la antropología comparadas.

En tanto que la educación es una profesión y una ciencia, los esfuerzos para construir la base de conocimiento que informa la práctica educativa han incluido el estudio sistemático de comparaciones. Uno de los primeros en proponer el estudio científico de la educación, Marc-Antoine Jullien, proponía dos formas de estudios comparativos para fundamentar ese trabajo. La primera se relacionaba con los varios enfoques pedagógicos que existían en su tiempo, y con el intercambio sistemático de ideas que surgían de esos estudios entre investigadores, practicantes y tomadores de decisiones. La segunda era una encuesta sistemática sobre la organización de las escuelas en diferentes jurisdicciones.4 Lo que resulta más notable de las ideas de Jullien es que las propuso a finales del siglo XVIII —precisamente cuando muchas naciones de Europa estaban creando sus sistemas de educación pública—. Jullien pudo haber tenido en mente que el ambicioso proyecto de construir ese tipo de sistemas públicos podría beneficiarse de un sustento científico, y que las comparaciones sólo mejorarían la ciencia.

Mucho del conocimiento comparado que informó la creación de los primeros sistemas educativos viajó no sólo en la forma de libros o cartas, sino a través de las historias de viajeros que hicieron observaciones acerca de la práctica educativa individual o grupal, de un lugar a otro, o bien difundiendo sus métodos en cada viaje. Jullien mismo, un admirador del método educativo desarrollado por Johann Heinrich Pestalozzi, viajó para estudiar los diversos institutos que Pestalozzi y sus seguidores habían establecido. Pestalozzi —que había desarrollado un enfoque para la educación basado en la idea revolucionaria de que los niños no eran adultos pequeños, que el desarrollo tiene lugar en etapas y que la educación debía adaptarse a la etapa particular de cada aprendiz— también había viajado para difundir sus ideas.5 En 1804 viajó a París para visitar a Napoleón, con la esperanza de persuadir al general de los méritos de su enfoque, ya que el instituto que Pestalozzi había establecido en Burgdorf estaba en riesgo a raíz de las reformas adoptadas por el gobierno suizo, bajo la influencia de Napoleón. Puesto que una de las visiones de Pestalozzi era que la educación tuviera como fin fomentar el desarrollo de una gama amplia de dimensiones de la personalidad humana, es desafortunado que no tuviera éxito en persuadir a Napoleón del mérito de su enfoque, pues la educación pública alrededor del mundo podría ser hoy más integral.

En contraste, las ideas educativas de un contemporáneo de Pestalozzi, otro viajero del mundo, Joseph Lancaster, tuvieron mayor influencia global, probablemente como resultado de que en 1808 Lancaster y sus asociados crearon una organización, la Sociedad Lancasteriana para Promover el Sistema Lancasteriano para la Educación de los Niños de los Pobres, para difundir su método. Lancaster estableció una escuela primaria gratuita en Southwark, Inglaterra, en 1798, y en 1803 publicó un libro, Mejoras en educación, en el que describe su método. Viajó ampliamente para dar conferencias sobre sus ideas y para ayudar a establecer escuelas que adoptaran el método de monitores, con el cual las escuelas se convertirían en centros de formación para maestros. En 1818 ayudó a establecer una escuela en Filadelfia. También ayudó a establecer escuelas en Baltimore, Montreal (Canadá), Nyon (Suiza) y Caracas (Venezuela). Sus seguidores establecieron escuelas en Bogotá (Colombia), Quito (Ecuador), Lima (Perú) y en numerosas ciudades en México. En el momento de su muerte, alrededor de 1 300 escuelas usaban su método.

El método de Lancaster era simple. Como una manera de extender el alcance de la educación a un número mayor de niños —que en su tiempo dependían en gran parte de la instrucción provista por tutores altamente calificados— Lancaster propuso desarrollar claridad sobre los objetivos educativos de un curso de estudio, y estructurar esos cursos en una secuencia modular, de forma que diferentes módulos pudieran ser enseñados por los estudiantes más avanzados —a los que llamaba monitores— bajo la supervisión de un único tutor, quien de esta manera podía supervisar una escuela completa.6 Este método, que realmente estaba dirigido a enseñar una gama reducida de competencias a grandes grupos de niños a un bajo costo, fue realmente atractivo para los reformadores, especialmente por el bajo costo por estudiante. El método probó también ser muy congruente con la “escuela de un solo salón”, la forma de organización emergente en muchas partes del mundo en ese tiempo. El sistema de monitores fue desarrollado de manera concurrente e independiente por Lancaster y por el doctor Andrew Bell en Madrás, India, quien basó el Sistema de Educación Madrás en sus observaciones de los juegos tradicionales en India, que permitían a los niños aprender de sus pares.7

Los viajes de estudio y las observaciones comparativas de Horace Mann y, antes de él, de John Quincy Adams han sido ya mencionados. Es probable que la repercusión acumulada de las ideas educativas y otras comparaciones de ese tipo fueran las que formaran gran parte del discurso que apoyó el desarrollo de la educación pública en los Estados Unidos durante el primer siglo de la república.

Comparaciones educativas similares e intercambio de prácticas educativas sucedieron en otras partes. Francisco de Miranda, uno de los líderes del movimiento de independencia en Sudamérica y otro viajero global, visitó los Estados Unidos para aprender sobre una serie de instituciones educativas y su papel en la creación de la nueva república. Gracias a las cartas de presentación de Benjamin Franklin, Miranda visitó a los presidentes de las universidades de Yale y de Harvard, y escribió con admiración sobre las bibliotecas de ambas instituciones en su diario. Miranda vivió por años en Londres, donde había conocido a Joseph Lancaster, y rápidamente presentó a Lancaster con una delegación de coterráneos venezolanos: Simón Bolívar, Andrés Bello y José O’Leary, que lo visitaron en Londres poco después de que la nación había alcanzado su independencia. Miranda presentó así a Lancaster con Simón Bolívar, y Bolívar llevó a Lancaster a Venezuela unos años más tarde, para comenzar la primera institución de educación para maestros en ese país.8

Los viajes e intercambios de este tipo han sido comunes desde la creación de la educación pública, e incluso antes. Domingo Faustino Sarmiento, un educador argentino, viajaba por Europa para estudiar los sistemas educativos de esas naciones cuando se encontró con una copia del libro recientemente publicado La escuela común. Viajó de inmediato a Boston, con curiosidad por conocer al autor, Horace Mann. Sarmiento se encontró primero con Henry Longfellow, profesor de Harvard, en su casa de Brattle Street de Cambridge, Massachusetts. Longfellow puso en contacto a Sarmiento con Mann, y el primero fue a Concord, donde conocería a Mann y a su esposa, Elizabeth Peabody Mann. A su regreso a Sudamérica, Sarmiento escribió un libro, Educación popular, que sin duda fue influido por las conversaciones que tuvo con los Mann y por sus propias reflexiones sobre la experiencia inicial de los Estados Unidos con la educación pública. Sarmiento se convertiría con el tiempo en secretario de Educación y presidente de Argentina, y sus ideas proporcionarían las bases para el establecimiento de la educación pública en Sudamérica. La correspondencia que Sarmiento y Mary Peabody Mann sostuvieron por más de doce años es testimonio del poder que tuvieron tales intercambios para dar forma a instituciones educativas y culturales de las nuevas repúblicas en las Américas. Las cartas de Mary Peabody Mann contienen consejos explícitos y asistencia para desarrollar escuelas públicas (así como un observatorio astronómico) en Argentina; ella desempeñó un papel clave para embarcar un contingente de maestros de Massachusetts para enseñar en Argentina, así como para enviar al fundador del primer observatorio astronómico de ese país.9 Como testimonio de la fructífera amistad de la que Sarmiento gozó con muchos líderes importantes en el Commonwealth, su estatua se encuentra en la avenida Commonwealth, entre las calles Hereford y Gloucester, en Boston.

Cuando se estableció el Teachers College a principios de 1900, el presidente de la Universidad de Columbia reconoció la importancia de los estudios comparados para apoyar una práctica educativa más efectiva. En ese momento era de particular interés saber cómo apoyar a los maestros que tendrían que educar a estudiantes cuyos padres no habían recibido mucha instrucción. Los líderes del Teachers College pensaron que el estudio comparado de otros sistemas educativos expandiría el abanico de ideas y prácticas que se utilizaban para educar grupos diversos de estudiantes, muchos de ellos inmigrantes o hijos de inmigrantes. Por esta razón el Instituto Internacional se estableció en el Teachers College. Uno de los profesores más conocidos que se asociaron con el instituto fue John Dewey, un viajero del mundo y educador comparado que obtuvo muchas ideas de sus viajes y del estudio de los sistemas educativos en sociedades tan diferentes como China, México, Rusia y Turquía. Otro profesor asociado con el Instituto Internacional fue Isaac Kandel, un educador comparado que escribió libros sobre los sistemas educativos de varias naciones europeas, y quien además fue uno de los proponentes pioneros del estudio sistemático de los asuntos globales en educación media superior. En un discurso para la asociación de directores de escuelas secundarias en 1928, Kandel presentó un lúcido caso para promover la integración de estudios globales al currículo de bachillerato.

En la década de 1960 un grupo de educadores comparados, encabezado por Torsten Husén, abogó por el lanzamiento de un estudio comparado sistemático de los sistemas educativos, creando de esa manera la Asociación Internacional para la Evaluación del Logro Educativo (IEA por sus siglas en inglés). La idea de Husén era que el mundo es un laboratorio mucho más grande para examinar la variación en las prácticas y los resultados educativos que cualquier sistema educativo de jurisdicción local o nacional. Durante las últimas cinco décadas, la IEA ha ampliado las bases científicas de la educación a través de la investigación comparada sobre la enseñanza de lectura, matemáticas, ciencias y educación cívica. En 2000 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) comenzó a llevar a cabo una evaluación periódica del conocimiento y las habilidades de los estudiantes (los estudios PISA), que ha ayudado a avanzar en nuestro entendimiento de la variación global de resultados y prácticas educativas, y ha generado muchas ideas sobre formas de mejorar la educación con base en el estudio de esta variación.

Esta historia de comparaciones educativas e intercambio de ideas sugiere que la educación es una empresa global y que esta condición se amplía constantemente. No sólo porque hay mucho por ganar al aprender del resto del mundo, sino por saber que hay una fraternidad de educadores que está unida por aspiraciones educativas comunes, incluso más allá de las fronteras nacionales. He argumentado en otra parte que un Movimiento de Educación Global surgió al final de la segunda Guerra Mundial, y que este movimiento ha producido una de las transformaciones más notables de la historia, al proporcionar a la mayoría de los niños en el mundo la oportunidad de ir a la escuela.10

ENVÍO

Ésta es la sencilla historia de cómo decidimos escribir este pequeño libro, y de algunas de las ideas que inspiraron esta empresa. A nuestro regreso de Singapur, nos reunimos de nuevo, como lo habíamos hecho antes y durante nuestro viaje, para discutir nuestras reflexiones sobre lo que estábamos aprendiendo y para explorar de qué forma podríamos adoptar algunos cambios en nuestro estado para mejorar la calidad y relevancia de nuestras escuelas. Acordamos que habría un valor en publicar estas cartas como se habían escrito por cada viajero. Pensamos que la compilación de impresiones y reflexiones de los diversos individuos en nuestro grupo conservaría una riqueza de perspectivas que se perdería si tratáramos de consolidar nuestras observaciones en un documento de consenso, escrito en una sola voz. Ésta es la razón por la que proporcionamos una biografía del autor de cada carta, para que los lectores puedan entender qué perspectiva orienta cada conjunto de observaciones. También acordamos que deberíamos extraer algunos aspectos clave de nuestras reflexiones y presentarlos en un solo documento con recomendaciones, como reflejo de nuestro pensamiento y trabajo colectivos. En este documento, presentamos primero las recomendaciones que elaboramos en equipo y después las cartas de forma individual, aunque escribimos primero las cartas. También invité a dos de nuestros colegas del Instituto Nacional de Educación de Singapur, el director profesor Oon-Seng Tan, y la directora de Iniciativas Estratégicas, profesora Ee-Ling Low, con el fin de añadir sus reflexiones sobre el viaje en este documento, ya que pensamos que las voces de estos dos actores clave en el sistema educativo que conocimos, con un extenso conocimiento sobre la educación de Singapur, podrían mejorar el conjunto de ideas, aunque ellos no participaron en la identificación de los aspectos clave para Massachusetts.