Roles en Juego - Washington Otero - E-Book

Roles en Juego E-Book

Washington Otero

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Beschreibung

A través de su experiencia como consultor, conductor de grupos, capacitador y terapeuta organizacional, el autor ha ido acopiando experiencia y conocimiento, a través de los procesos de trabajo que ha ido implementando. Aquí se recoge buena parte de ello, con ejemplos y sustento teórico accesible, para ayudarnos a entender, reconocer y demostrar que los problemas no se pueden dejar fuera y que es necesario darles un lugar. Este material constituye un enfoque profesional sobre el balance de nuestra vida laboral y personal. El autor aspira a que contribuya a sentarnos en nuestro taburete de modo más seguro, porque en definitiva ese asiento somos cada uno de nosotros. Mediante el análisis de las "patologías laborales" más frecuentes, junto a herramientas, ejercicios y disparadores para el análisis, será este un espacio de aprendizaje que nos permita construir a conciencia nuestras organizaciones y nuestra propia vida. Este libro está dirigido a empresarios y líderes a los que en alguno momento los temas de familia, pareja o sociales siente que le afectaron o que se mezclan con su vida laboral. También a todas aquellas personas que sienten que los temas laborales, le terminan contaminando sus otros roles, ya sea familia, pareja o social.

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Seitenzahl: 175

Veröffentlichungsjahr: 2024

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AGRADECIMIENTOS

Hacer un primer libro es todo un paso que insume esfuerzo, tiempo y emociones, por lo que quiero expresar mi gratitud a mi familia toda; en especial a mis hijos Gabriel y Juan Andrés, y a mi esposa Rosanna.

A mis amigos queridos, por su apoyo incondicional, quienes han estado pendientes del proceso.

A mi grupo de Chairs en Vistage Uruguay, por el apoyo permanente. A nuestro CEO Alejandro Laborde, por confiar en mí. A mis compañeros de Grupos G14 y G22, que son excelentes como profesionales, empresarios y, lo más lindo, como personas.

A mis clientes argentinos y uruguayos, que siguen confiando y apostando al granito de arena que les puedo aportar mes a mes.

A las organizaciones aliadas que han colaborado con esta edición: Estudio Migliaro, Inventarios Uruguay y Dinamikos.

Mis gracias a todos.

Las emociones fuera de control pueden transformar

en estúpidas a personas inteligentes.

Daniel Goleman

PRÓLOGO

En el competitivo y dinámico mundo empresarial, donde la maximización de la productividad y el logro de objetivos son prioridades constantes, es fácil perder de vista un aspecto esencial: la salud emocional de los empleados. Detrás de cada tarea, proyecto o reunión de negocios se encuentran personas con emociones, preocupaciones y necesidades propias que influyen directamente en su desempeño laboral.

Este libro surge como una respuesta a la creciente conciencia de su autor sobre la importancia de abordar este aspecto en el entorno empresarial. No se trata simplemente de un gesto humanitario, sino de una necesidad imperativa para el éxito sostenible de cualquier organización. Cuando los empleados se sienten valorados, escuchados y emocionalmente respaldados, su compromiso con la empresa se fortalece y su rendimiento se eleva.

A lo largo de estas páginas, nos sumergiremos en el complejo mundo de las relaciones y del bienestar de las personas en el trabajo. Desde la identificación y gestión del estrés laboral hasta la promoción de la resiliencia y la empatía, pasando por el desarrollo de una cultura organizacional que fomente el bienestar mental, este libro ofrece un enfoque integral para líderes, gerentes y profesionales de recursos humanos que deseen construir entornos laborales emocionalmente saludables.

Se aborda también la importancia de la muchas veces olvidada vida social de las personas dentro de la empresa. Las relaciones sociales en el trabajo no solo contribuyen al bienestar emocional de los empleados, sino que también fortalecen el sentido de pertenencia y la cohesión del equipo. Fomentar un ambiente donde se promueva la interacción, el compañerismo y la colaboración puede tener un impacto positivo en la satisfacción laboral y en el rendimiento general de la organización.

Además, el autor hace especial hincapié en la importancia de la familia y la pareja en la vida de los empleados y, por ende, en el éxito de la empresa. Las relaciones fuera del entorno laboral desempeñan un papel fundamental en el bienestar y la satisfacción personal de los empleados. Un apoyo sólido proveniente de la familia y la pareja puede influir positivamente en la salud mental de los trabajadores, lo que se traduce en un mayor compromiso y productividad en el trabajo.

Habiendo participado en decenas de casos reales, leído investigaciones científicas y estrategias prácticas, el autor propone cómo abordar los desafíos emocionales en el lugar de trabajo y convertirlos en oportunidades para el crecimiento individual y colectivo. A lo largo de las páginas, el lector advertirá cómo la atención plena, la comunicación efectiva y el apoyo mutuo pueden transformar la dinámica laboral y generar un impacto positivo, tanto en el bienestar de los empleados como en el rendimiento de la empresa.

Cada una de las patas –laboral, familiar, de pareja y social– de este particular taburete contribuye de manera significativa al bienestar integral de un individuo. Una salud emocional sólida implica la capacidad de reconocer, comprender y gestionar adecuadamente las emociones. Esto incluye cultivar la resiliencia frente a los desafíos, manejar el estrés de manera efectiva y mantener un estado mental equilibrado y positivo. Así se experimenta una mayor satisfacción personal y se puede enfrentar la vida con mayor confianza y optimismo.

Las relaciones familiares y de pareja proporcionan un apoyo emocional fundamental en la vida de una persona. Ofrecen un espacio seguro para expresar sentimientos, compartir experiencias y recibir el amor incondicional de los seres queridos. El apoyo de la familia y la pareja fortalece la autoestima, promueve el sentido de pertenencia y brinda una red de seguridad en momentos difíciles.

Finalmente, la vida social es clave para el bienestar emocional y la plenitud personal. Este tipo de interacciones ofrecen oportunidades para la diversión, el entretenimiento y la conexión con otros individuos. Al participar en actividades sociales, se pueden crear lazos de amistad, compartir intereses comunes y sentirse parte de una comunidad. También se fomenta el desarrollo de habilidades sociales, la empatía y la capacidad de relacionarse con personas de diferentes contextos y culturas.

En conjunto, una buena salud emocional, relaciones familiares y de pareja sólidas, y una vida social activa contribuyen a la plenitud personal al proporcionar un equilibrio interno, un sentido de pertenencia y una red de apoyo social. Estos aspectos no solo mejoran la calidad de vida de un individuo, sino que también promueven la felicidad, la satisfacción y el crecimiento a lo largo del tiempo.

Al final, comprenderemos que ocuparse de la salud emocional de los empleados es una inversión no solo en el capital humano, sino también en el éxito a largo plazo de la organización. Este libro aspira a ser una guía inspiradora y práctica para aquellos que desean construir empresas donde el logro de metas y objetivos no entre en conflicto con el cuidado y la atención hacia las personas que conforman el corazón de la organización.

Que este viaje hacia la construcción de empresas emocionalmente saludables sea un proceso enriquecedor y transformador para todos aquellos que se embarquen en él.

Alejandro Laborde

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO 1 – LA SALUD EMOCIONAL EN LAS ORGANIZACIONES

Estabilidad emocional y bienestar de los colaboradores: la salud de la empresa

La importancia de la salud emocional

¿Conozco realmente a mis colaboradores?

¿El rendimiento es lo único que importa?

El espejismo del 24/7

Conciliación de la vida personal y laboral

CAPÍTULO 2 – EL MODELO DEL TABURETE

La dinámica de las patas

Pata laboral

Pata familiar

Pata de pareja

Pata social

CAPÍTULO 3 – DOLENCIAS EMPRESARIALES

Estrés y ansiedad

Personas tóxicas

Burnout

Trabajólicos

Mobbing

Sadismo y masoquismo laboral

Prostitución laboral

Síndromes de Anát2 y Bergerac

Procrastinación

Ley de Parkinson

Poligamia laboral

Sí, pero

Principio de Peter

Patas huecas

CAPÍTULO 4 – ESCENAS DE PASILLO

Tradiciones familiares estériles

Dime cómo trabajas y te diré cuál es el portarretrato de tu escritorio

La sensibilidad como inteligencia empresarial

Un precio muy alto

El fin del pedestal

CAPÍTULO 5 – INTELIGENCIA EMOCIONAL, CLAVE PARA LIDERAR CON ÉXITO UNA ORGANIZACIÓN

Clima laboral

La importancia del diagnóstico

Motivación o encontrar el sentido

Caricias

La cultura del miedo ya fue

El difícil peso de saber lo que vendrá

Ser su propio líder

Tiempo discrecional

Tabureteando el éxito

APUNTE FINAL

INTRODUCCIÓN

Todo clisé encierra alguna verdad. Plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro… A medida que vamos entrando en años nos sobrevuela la inquietud por dejar algo –pónganle la forma que quieran– para otros. Transmitir a los que vienen parte de lo aprendido fue tomando fuerza en mi cabeza y decidí pasar a la acción.

Me motivó también que durante mis años de consultor y conductor de grupos, capacitador y analista organizacional se me acercaran personas de distintos ámbitos para alentarme a escribir sobre estos procesos y algunos de los conocimientos y trabajos que venía implementando. Esto ocurría fundamentalmente tras el entusiasmo que generan ciertas intervenciones, cuando se ven las mejoras rápidamente.

Mis amigos que conocen lo que hago me empujaban a su modo, y sobre todo mi gran compañera de ruta y esposa Ro, que es la que más me ha pinchado desde hace ya muchos años. Cómo no escucharla si es quien me ha sostenido en los momentos difíciles y con quien sabemos disfrutar los buenos ratos, que por suerte son muchos, junto a la hermosa familia que supimos construir juntos; con ella contemplamos hoy el transcurso de nuestros días, plenos de emoción y felicidad, sintiendo que hemos cumplido con el propósito de nuestras vidas.

Y, aunque me dé un poco de pavor, no voy a ocultar que hay algo de ego en todo esto. Sí, este libro se trata entre otras cosas de ir al hueso primero con uno mismo, con lo cual debo entender y admitir que, en diferente medida, todos precisamos el reconocimiento de los demás. Forma parte de las emociones y hablaremos mucho de eso también en estas páginas.

Comencé mi actividad de consultoría en las áreas de ventas y marketing, campo original de mi expertise. Pero rápidamente me di cuenta de que mis conocimientos, herramientas creativas y habilidades se topaban con dificultades que hacían más difícil el camino, porque el entorno humano no siempre favorece el accionar, por motivos diferentes y generalmente muy válidos. El resultado era que me sentía incompetente en determinadas situaciones para poder aplicar las tradicionales herramientas de management, por lo que decidí comenzar mi formación en psicología, con la idea de tener herramientas que me ayudaran a comprender y transitar parte de mi cotidianidad laboral.

Yo sabía que el principal capital de una empresa es la gente, y es con ella que salimos adelante o nos hundimos en la gestión. Esto no es una bandera ni un clisé, sino una filosofía, una manera de comunicarme y relacionarme en el día a día, y reconozco que con este enfoque nunca dejo de aprender, lo que vuelve muy motivante mi vida laboral.

Conozco empresarios, gerentes, mandos medios que no niegan este enfoque, pero a la hora de los hechos le dan más importancia a la tarea (los resultados) que a la gente. No se dan cuenta de que es con la gente que logran realizar esa tarea, que es la gente la que lo hace, y que esta debe ser la que tenga el mejor servicio y atención de nuestra parte y en la que debemos invertir todos los recursos disponibles para llegar al éxito empresarial, que está destinado para unos pocos.

Se habla mucho de los grupos de alto rendimiento, de trabajar en equipo, pero no siento que se hable tanto –o lo que es peor, que nos preocupemos tanto– de los individuos en su forma personal, en sus sentimientos, en que somos seres independientes y emocionales, asumiendo que nuestra emocionalidad está generalmente por encima de la racionalidad.

Cuántas veces no entendemos por qué pasa lo que pasa, o por qué alguien hizo lo que hizo. Tal vez es porque no aplicamos la suficiente inteligencia emocional. Es que, si bien muchas personas pueden ser muy racionales a la hora de actuar, este no es el camino que debemos transitar hoy para conseguir los mejores resultados.

En el pasado el autoritarismo y la cultura del miedo consiguieron resultados, pero eso ya fue; si bien existe todavía en algunos “líderes” y mandos medios, cada vez son menos y solo se sostienen porque la necesidad tiene cara de hereje, pero ¿por cuánto tiempo?

Algo que me motiva fehacientemente es demostrar que la famosa frase de que los problemas se dejan en la puerta, ya sea para entrar a trabajar o al llegar a casa, o para divertirme socialmente, no es algo fácil de lograr, ni factible ni deseable, más allá de que algunos tengan la capacidad de aparentarlo.

Todos hemos escuchado alguna vez, frente al problema de un empleado que tiene dificultades en su familia, o con su pareja o su entorno social, a un superior que le dice que le entiende pero que debe concentrase en su trabajo. ¡Así de fácil!, como que llegue a la oficina y en el perchero donde cuelgo mi saco pueda colgar a mi familia, mi pareja, mi salud, mi vida social, y logre olvidarme de todo esto por ocho horas, sin saber qué pasa, sin comunicación con el mundo salvo en lo laboral, siendo de esta manera un trabajador eficiente que cumple con lo que debe hacer, hasta que llegue la hora de retirarme y cuelgue sobre mis hombros nuevamente todos los problemas que dejé a la entrada.

Se puede conseguir mucho más de la gente estando cerca de ella, compartiendo sus emociones. Cuando apoyo al personal en todas sus dimensiones–las patas del taburete que conforma su asiento emocional–, es probable que ellos me quieran apoyar igualmente, por esa reciprocidad que tenemos las personas positivas, de bien, con criterio. Aclaro que son la mayoría y no una minoría, como algún empresario quiere ver, encendiendo el fuego de su ceguera, diciendo que la gente no sirve, parados en una paranoia letal para sus propios intereses.

Probablemente si soy un buen líder lograré volcar ese ida y vuelta en el rendimiento laboral de la persona, que dará lo mejor y, por ende, beneficiaré al equipo, a mí mismo y a la empresa.

Ya no alcanza con estar a la vanguardia en la tecnología. Debemos trabajar con las personas, que son las que nos pueden dar la diferencia. Es fundamental nuestro aporte para lograr un muy buen clima organizacional, para obtener el resultado esperado y logrando la felicidad de las personas, que hoy ya en muchos casos es tan o más importante que la retribución que podemos o pueden recibir.

Este trabajo está cargado de experiencias vividas y aprendidas en torno a los roles que forman ese taburete que nos sostiene y cuyo equilibrio nos llena de sentido. En este libro usted seguramente se verá reflejado en pasajes que lo harán revivir alguna situación o reflexionar sobre un hecho, lo que le invitará a la posibilidad de corregir, acentuar, accionar o cambiar algo que considere.

Es claro que tengo en primera instancia la alegría de haber cumplido mi meta de tener mi libro, pero no es lo más importante, sino el propósito que la empuja.

Una meta tiene un límite –ya sea una fecha, una hora, un resultado concreto y medible– y la puedo alcanzar más allá de que me defina o no. Un propósito es algo que tiene una situación de esencialidad que lo hace diferente; independientemente de los hitos, lo que importa es la voluntad, el gusto, el disfrute de hacer algo que quiero, que me hace sentir bien. Así, lo importante para alguien que le gusta la medicina no es el título, sino salvar personas o ayudarlas a sentirse mejor.

Por lo tanto, para mí no es tan importante haber terminado este libro, sino que disfruté escribiéndolo, poniendo mis convicciones, conocimientos e interés en poder aportar mi experiencia y visión sobre determinadas situaciones cotidianas.

Si al acabar de leer estas páginas usted encuentra un aporte o una reflexión que desee abrazar para obtener mejores prácticas, entonces mi propósito cobrará sentido.

CAPÍTULO 1

La salud emocional en las organizaciones

Si bien no puedo saber en qué tipo de negocio o empresa está usted, sí me animo a decirle que, salvo que trabaje de modo independiente y en soledad, no escapa de interactuar con otras personas. ¿Alguna vez pensó qué pasaría si, por ejemplo, mañana usted va a abrir su negocio y, por una razón totalmente desconocida e inesperada, nadie de su equipo de colaboradores se presenta a trabajar? Imagínese que comienza a llamar a quienes para usted son los principales referentes o bien a los encargados de las distintas áreas y nadie, pero absolutamente nadie, atiende el teléfono. ¿Cómo sigue, qué hace, a quién recurre?

Si usted no tiene corriente eléctrica tal vez no pueda trabajar, pero menos podrá hacerlo si no están esas personas que a diario utilizan una maquinaria o están frente a una PC pasando datos administrativos o lo que sea. ¿Qué sucede? Simple: no puede trabajar. Por lo tanto, no quedan dudas: la gente es el recurso más valioso que tenemos a nuestro alcance.

¿Usted lo cuida, lo protege, lo motiva, lo comprende? ¿Maneja las necesidades de sus trabajadores, los hace sentir valorados? ¿Se comunica correctamente con ellos?

He visto cómo muchos directivos cuidan de una máquina costosa, de última tecnología, pero no he visto que esa misma atención se la dediquen a las personas que la operan. También he visto a otros muchos directivos exigir a sus colaboradores que atiendan bien o muy bien a los clientes; sin embargo, ese mismo directivo pasa de largo más de las veces entre su equipo y no saluda. ¿Apurado? ¿Estresado? Problemas tenemos todos, dice el dicho, pero la educación y el trato cordial no debe nunca dejarse de lado por más complejas que sean las situaciones a resolver en una jornada.

Cuántas veces hemos visto personal desmotivado, haciendo el mínimo esfuerzo para zafar, para cumplir la carga horaria y salir de ese espacio que siente vacío, donde siente que no es valorado, respetado ni tenido en cuenta.

Se habla mucho en el mundo empresarial de darle el mejor servicio al cliente ¿y al personal que trabaja? Hay frases muy gastadas en este sentido, pero son las más ilustrativas para poder hacer espejo de lo que estamos tratando de ver: “el cliente es lo primero”, “sin clientes no hay negocio”, “el cliente está en el centro de nuestro organigrama”, etcétera.

¿Quién cuida a los que cuidan? ¿Quién trata bien a quienes deben tratar bien a nuestros clientes? ¿Quién se hace cargo de preguntar a sus colaboradores cómo se sienten genuinamente? Si nuestros equipos de trabajo no están bien atendidos, ¿cómo pretendemos que estos atiendan bien a nuestros clientes, nos den de comer e ingresen el dinero con el que sostenemos nuestra empresa y, por ende, las ganancias con las cuales nos mantenemos a nosotros y nuestra familia?

Contamos con los conocimientos y habilidades de nuestra gente, cada uno en la organización aporta los suyos, pero más aportaría –sin duda alguna– si siente que esos atributos son reconocidos y valorados. Sin ello la organización no funcionaría igual. Usted puede decir que buena parte de esos conocimientos y habilidades se las enseñaron allí, en la empresa. Si bien esto es verdad en algunos casos, el punto de análisis no es desde este lugar, sino desde el que, gracias a este traslado de conocimientos y habilidades, yo puedo dedicarme más a la planificación, la estrategia, la dirección o simplemente a pensar en nuevos negocios.

De un personal motivado obtengo aportes de innovación y recomendaciones para hacer crecer el negocio. Esto, sumado a su dedicación y esfuerzo, hace que yo como empresa logre nuevas metas, mejore la producción y que la calidad de mi producto, ya sea físico o de servicio, impacte directamente en el resultado final de la organización. Sí, los empleados, en la medida en que estén a gusto y motivados, aportan siempre ideas frescas, perspectivas diferentes y, a veces, hasta únicas, dándonos soluciones prácticas del día a día, a menudo creativas. Si nosotros sabemos explotar esto (en el buen sentido), el camino se hace mucho más fácil.

¿Qué prefiere? Esto…

… o esto.

Parece una pregunta tonta, todos queremos al equipo de trabajo contento, pero entonces, si la interrogante se contesta sola, ¿por qué no invertimos tiempo y dinero en tener el personal correctamente atendido, escuchado, valorado, pero no desde el discurso, sino desde los hechos?

Si deseamos la mejora continua en una organización, ya sea profesional o que está en proceso de serlo, pensemos que los empleados –o sea nuestra gente– son la cara de la empresa y desempeñan un papel crucial en la construcción de relaciones sólidas con los clientes, a quienes podemos brindar un excelente servicio a cambio de que nos den su lealtad y satisfacción, lo que mejorará nuestros procesos y la calidad de nuestros productos.

Los empleados muchas veces son quienes nos dan las mejores ideas y nos permiten contribuir al crecimiento y éxito de la organización. En conclusión, el capital humano, nuestra gente, es la pata esencial para el éxito de cualquier organización.

Estabilidad emocional y bienestar de los colaboradores: la salud de la empresa

Para mantener un estándar de rendimiento y productividad, es importante contar con un buen estado de salud, no solo físico, sino emocional. Hoy hablamos mucho de las comidas sanas y de hacer deporte, lo que me parece muy bien y necesario, pero no nos olvidemos de que las personas somos seres emocionales, por lo que debemos cuidar la salud mental tanto como la física. El secreto es tener un muy buen equilibrio entre ambos planos.

A modo de ejemplo, podemos decir que hoy el estrés y la ansiedad se han transformado en patologías que vemos en cada empresa que visitamos, intervenimos o simplemente entramos en contacto, por diferentes motivos. Muchas veces otras patologías empresariales como burnout, anát, mobbing, multitask, etcétera, terminan derivando en temas de ansiedad y estrés, afecciones modernas que vienen creciendo en las últimas décadas y haciendo estragos no solo en las empresas, sino en la sociedad. Veremos algunas con más detalle en un siguiente capítulo.

En una empresa, la situación de estabilidad emocional y bienestar del personal la podemos definir o pensar como la capacidad que existe en los trabajadores para manejar la ansiedad y el estrés, ya sea mediante recursos propios o porque la empresa trabaja con esto, para mantener una actitud positiva y productiva y disfrutar de un ambiente laboral saludable.