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Los microrrelatos se identifican con la brevedad, el rigor del lenguaje, la necesidad de contar con un lector cómplice, con un final que no es del todo conclusivo, con la anécdota concentrada, la ambigüedad y hasta con pizcas de humor. En Semillas, Antonio Ortuño demuestra que con poco se puede decir mucho. No necesita explayarse en elocuencias casi sin fin para satisfacer nuestros deseos, pensamientos, mentiras y verdades. Todos los microrrelatos que componen esta antología son artífices de momentos de culto a la escritura breve, incluida la reflexión, semillas que al germinar narran la imaginación y la realidad, porque en ellas corre la vida, suceso que no es nada breve, aunque parezca lo contrario.
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Seitenzahl: 99
Veröffentlichungsjahr: 2025
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Los microrrelatos se identifican con la brevedad, el rigor del lenguaje, la necesidad de contar con un lector cómplice, con un final que no es del todo conclusivo, con la anécdota concentrada, la ambigüedad y hasta con pizcas de humor.
En Semillas, Antonio Ortuño demuestra que con poco se puede decir mucho. No necesita explayarse en elocuencias casi sin fin para satisfacer nuestros deseos, pensamientos, mentiras y verdades. Todos los microrrelatos que componen esta antología son artífices de momen-tos de culto a la escritura breve, incluida la reflexión, semillas que al germinar narran la imaginación y la realidad, porque en ellas corre la vida, suceso que no es nada breve, aunque parezca lo contrario.
Semillas. Antología de Microrrelatos Germinados
© 2025, Antonio Ortuño Casas
© 2025, Ediciones Oblicuas
EDITORES DEL DESASTRE, S.L.
c/ Lluís Companys nº 3, 3º 2ª
08870 Sitges (Barcelona)
ISBN edición ebook: 978-84-19805-85-0
ISBN edición papel: 978-84-19805-84-3
Edición: 2025
Diseño y maquetación: Dondesea, servicios editoriales
Ilustración de cubierta: Héctor Gomila
Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio, sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de EDITORES DEL DESASTRE, S.L.
www.edicionesoblicuas.com
Nota del Autor
Lapso
2010. Cuenta atrás
El rinconcito
Mi menú
Arco iris
Génesis
Haciendo piña
Cumpleaños
Entre frío y caliente
Mala corazonada
Máscaras de agua
Sesión de estreno
2011. Resurrección
Antes de dormir
Caliente
Sin escapatoria
Compañera infatigable
El perfume de mi patio
Generocional
Ejército de paz
Matemática avanzada
Conectados
Mientras dure y haya amor
2012. Soledad
Titulares
Larga espera
Vida
Represalia
Despido
Generaciones
Nuevo alumno
Únicos
Agradecimientos
Abuela
2013. En las últimas
Panorámica
Y-ndignados
Sueño enrejado
Diluvio
El galán de la sangre
Decimales
La primera vez
Sueño
Calabazas
Mamíferos
Invitación
El gran salto
2014. Escalar
Las noticias
Talismán
Mi espejo
Recuento
Ganas
Increíble, papá
Traducción simultánea
El estado siempre estable de las cosas
Inquisición
Cambios
El mercado del bosque
Competición
2015. Infinito
Buscado
Reserva
Las máquinas del tiempo
Multiusos
Mechas
No pasar
Por huevos
Santos inocentes
Testigos
Instintos
Una y única luz
El mejor triunfo
2016. Dios
Desaparecido
Cita a oscuras
Crisálida
Continuará
Regreso
Cambio climático
Pedalear
Reciclajes
Colmenas
Metamorfosis
2017. Preferencias
Tramposo
La casa de los insectos
Calzado
Manías
Pasillo
Basuras
De carne y hueso
Showman
Priorizar
Predicado
Cambio de rol
Holocausto
2018. Insensible
Con el pan bajo el brazo
La ciudad limpia
Salud
Primera vez
Tareas
Peces light
Juntos
La alfombra mágica
Entre estaciones
Antes o después
Un nuevo amanecer
Dioses
2019. Adaptado
Única vertiente
En rosa
El difícil arte del amor
La pregonera
Abuelo
Ladrón
Statu quo
Hastío
Censura
Vergüenza
2020. Tener o no tener
Vivo
Manos
Confinamiento
Invasores
Llavero
S.O.S.
Acuario
Mensajes de amor
Discusiones
Virtudes y no virtuales
Condena
Sana envidia
2021. Inocentes en serie
Orígenes
Minino
El mono de faena
El origen de los tiempos
Reencuentro
Tabernáculo
El rey de la basura
Dirigentes
Trofeo
Entre gazapos
Mitin
Empachos
2022. Subidas
Cambio
Escudero enamorado
Esperanza
Guerras
Legado
Mudanza
Política de nula humildad
Préstamo
Realidad
Reclusión
Remesas
Réplica
2023. Consejo
Cosas de menores
De salida
De cuentos
Gregario
Las llaves del tiempo
Madurez
Pecador
Prisioneros
Telediario
Fin
2024. Sino
Citas
Tiempos de escasez
De vuelta
Serpentario
Relevo
Mezquindad
Hartazgo
Un nuevo mundo
Fin
El autor
En la brevedad se consigue ampliar los márgenes hasta límites insospechados. A veces, unas pocas palabras transmiten mucho más de lo que pensamos, para ello siempre hay que pensar; de lo contrario no seríamos del todo humanos.
Los microrrelatos se identifican con la brevedad, el rigor del lenguaje, la necesidad de contar con un lector cómplice, con un final que no es del todo conclusivo, con la anécdota concentrada, la ambigüedad y hasta con pizcas de humor.
Con este libro quiero demostrar que con poco se puede decir mucho. No necesitamos explayarnos en elocuencias sin fin para satisfacer nuestros deseos, pensamientos, mentiras y verdades. Mentir —aparte de haberse convertido en un ya más que atrevido y hasta peligroso hábito en todos los ámbitos— a veces suele usarse como paliativo para esconder una verdad.
No, no hay mentiras en estos microrrelatos y textos, escritos a lo largo de estos últimos quince años. Algunos han resultado premiados o finalistas en diversos certámenes literarios tanto en España como en Latinoamérica, así como publicados en antologías con otros autores.
Son todos artífices de momentos de culto a la escritura breve, incluida la reflexión, como semillas que al germinar narran la imaginación y la realidad, porque en ellas corre la vida, hecho que no es nada breve, aunque parezca lo contrario.
Desde hoy hasta ayer no ha pasado el tiempo.
Una semilla en esta tierra desolada por el odio y la incomprensión no germinará. Aún nos creemos civilizados, capaces de haber inventado, a través de la ciencia o no, lo más inverosímil y desarrollado como nunca en los últimos tiempos. Menos mal que, a pesar de haberlo destruido casi todo, siempre nos quedará ese rinconcito en el que podremos abonar nuestras penas. Ahí, algún día, deberá brotar ese árbol donde no tendremos más remedio que volvernos a cobijar para empezar a reconstruir un mundo en el que todos, sin excepción, podamos emprender una nueva y mejor vida.
Me traen el menú, no me dan mucho tiempo para escoger, la variedad no es tal, pocos los platos, menos los ingredientes; los precios no están marcados porque el único precio, más impuestos, es el que el capricho del camarero, que es dueño del lugar, dicte.
Hoy no tengo mucha hambre y lo dejo también al capricho del cocinero, que es dueño del lugar. De primero me trae la verdad; de segundo, que no lo termino, la mentira; postre no tomo y la factura es la voluntad.
Me gustó, volveré a menudo.
Rutinariamente, intercambio sus pulseras identificativas sin que se dé cuenta cuando se duerme, pero esta vez me visto de enfermera con un uniforme de un azul cielo confundido con el verde, con zapatillas blancas tirando a amarillo, disfrazada de sonrisa mostrando mis labios carnosos rojos, con las manos en los bolsillos caminando por los pasillos de paredes grises que albergan puertas iguales, numeradas, marrones.
Olvidé quitarle su cabeza para ponérmela y poder pasar por la puerta de la libertad y ver el verdadero arco iris. Unos meses después cortarán la mía y todo se volverá más negro.
Cuando al caer el sol los ángeles se transformaban en demonios, nosotros los humanos aprovechábamos esa metamorfosis para saldar las cuentas con ellos. Al cabo del tiempo, no nos dimos cuenta de que también los ángeles empezaban a engrosar la lista de especies en vías de extinción y no tuvimos más remedio que alimentar el fuego del infierno con nuestras propias vidas, pero aun así no fue suficiente. Al final, Dios se quedó solo y la Tierra volvió a ser el paraíso que nunca debió sembrar con polvo y una costilla.
Muy buenos días mis muy estimados y muy estimadas oyentes, hoy todos y todas ustedes conmigo y su radio haremos un pacto de radioescuchas, un acuerdo especial, un convenio de deseo, una alianza de progreso, un compromiso de pasión, un tratado de amistad, todo por la libertad de escucharnos porque nos necesitamos para estar más que nunca haciendo piña por la continuidad de la especie humana. Salvarla y hermanarla son nuestro objetivo.
Lo lograremos, lo conseguiremos, lo alcanzaremos y las ondas habrán servido como nunca para unirnos por una causa justa y común.
Volveremos mañana, cuando así sea.
Todavía me acuerdo de cuando cumplí los quince años, aunque hayan pasado otros quince, quien dice quince dice cincuenta, pero cómo estoy que pierdo la memoria… Hoy, en mi primer día de jubilado, me siento todavía como con aquellos quince años, y ojalá cumpliera al menos quince más. Es la primera vez que en tantos años me asomo a otra vida con más deseos que nunca de triunfar, de cumplir esos al menos quince más y, en esa ansia de seguir ganando, es también la primera vez que veo que la victoria está más cerca que nunca. Cuando cumplí los quince años quería tener sesenta y cinco, ahora que los estoy cumpliendo es la primera vez que soy tan feliz que no recuerdo ni entonces ni ahora lo que es ser mayor, porque nunca lo seré.
La cena se enfriaba en la mesa y yo estaba más caliente que unas castañuelas después de estar toda la noche en un tablao flamenco. Fuera hacía una noche gélida y ella no llegaba, ni me llamaba por teléfono, que está tan frío como, a este paso, va a quedar la cena. Después de un buen rato yo no aguantaba más tiempo despierto tras una jornada muy acalorada en el trabajo; ahora estoy calentando la cama solo, y los sueños empiezan a apoderarse de mí con su placidez. La cena se enfrió y me servirá de almuerzo cuando la recaliente mañana sábado viendo nevar.
El semáforo de la fuente está en rojo, ella espera impaciente a que se ponga en verde, pero antes debe apartarse para dejar paso al camión de los bomberos que hace sonar su sirena de manera frenética abriéndose paso por donde pasa.
La impaciencia, unida a la turbación producida por el paso de los bomberos, la convierten en presa fácil del policía, que harto de no perseguir a ladrones la ve saltarse el semáforo antes de ponerse en verde, para perderse bajo el túnel que la llevará a los suburbios populares de la ciudad.
Tras pasar un enorme puente dominado por grandes estatuas que portan rocambolescos faroles, el policía divisa el auto de la joven junto con el de los bomberos aparcados en una esquina y a ella, con las manos en la cabeza, mirando como su casa junto con el único árbol de la calle ardían a sus anchas.
Algunos lloran cuando ven llover; sus lágrimas y las gotas de la lluvia se juntan en sus caras corriendo por ellas formando una red de pequeños ríos, transformándolas en máscaras que los convierten en otros seres, menos vulnerables, algo sobrenaturales. Al parar de llover volverán a ser lo que eran, seres animados, rotos y mortales, hasta cuando al ver de nuevo caer la lluvia sus ojos se vuelvan a poblar de lágrimas.
Vamos camino de los Juzgados, cada uno por su lado; abogados de las partes portando maletines llenos de casos; público, testigos y presuntos culpables mezclados; secretarios y ordenanzas completando el cuadro. La asistencia a la vista es multitudinaria, la personación de todos los testigos al caso la hace interesante.
Es mi primer caso en estos nuevos Juzgados recién inaugurados, que tienen un diseño moderno tanto por dentro como por fuera; los viejos tienen su historia, éstos la empiezan ahora y parece que ambos estamos nerviosos. También estreno toga nueva.
Dan la señal de que el juez va a entrar, espero que la sesión no sea muy larga y que la vista quede lista para sentencia pronto. Mi maletín está repleto de casos y voy a tener que comprarme otro pues se le acaba de romper la cremallera de la presión.
¿Por qué lo miro así? No lo sé, y si lo supiera tampoco se lo diría.
¿Por qué me lo pregunta?, yo puedo mirar lo que me dé la gana, soy ya mayor y no hago nada malo mirándolo.
¿Está escrito en algún lado el que no pueda mirar lo que yo quiera?, hasta a usted, espejito mágico.