Siete cosas que desearía que todo cristiano supiera sobre la Biblia - Mike F. Bird - E-Book

Siete cosas que desearía que todo cristiano supiera sobre la Biblia E-Book

Mike F. Bird

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Beschreibung

Michel Bird ofrece en Siete cosas que desearía que todo cristiano supiera sobre la Biblia una breve y amena introducción a la Biblia: sus orígenes, su interpretación, su veracidad y su autoridad y responde a las preguntas y conceptos erróneos más comunes sobre ella. Responde a las más comunes preguntas y conceptos erróneos sobre la Biblia. El erudito bíblico, prolífico autor y ministro anglicano Michael Bird ayuda a los cristianos a entender siete "cosas" importantes sobre este libro único: Cómo se elaboró la Biblia. Qué significa "inspiración". Cómo la Biblia es verdadera. Por qué la Biblia tiene que estar arraigada en la historia. Por qué la interpretación literal no es siempre la mejor interpretación. Cómo la Biblia nos da conocimiento, fe, amor y esperanza. Cómo Jesucristo es el centro de la Biblia. La obra presenta un relato evangélico claro y comprensible sobre la inspiración, la canonización, el significado y la relevancia de la Biblia de manera convincente. Es una lectura obligada para cualquier lector serio de la Biblia que desee una visión informada y madura que enriquezca su fe.

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Una cosa que he notado al crecer en la iglesia es que, generalmente, nos enseñan ciertas propiedades de la Biblia, pero no nos enseñan cómo leerla. Mike Bird es un regalo para la iglesia en cuanto es un erudito bíblico experimentado que puede condensar asuntos complejos en algo comprensible, e incluso agradable. Si quieres crecer en tu aptitud para leer la Escritura y pasar un excelente momento mientras lo haces, ¡lee este libro!

AIMEE BYRD, autora de Recuperándonos de la hombría y la feminidad bíblica y ¿Por qué no podemos ser amigos?

Antes de que puedas hablar de lo que dice la Biblia acerca de “esto” y “aquello”, es importante procesar lo que es la Biblia. Bird ofrece claridad y conocimiento sobre grandes temas —como la inspiración, el canon y cómo leer la Biblia sabiamente—, todo esto en siete capítulos cortos. Hubiera deseado tener este libro cuando estaba comenzando a aprender cómo estudiar la Biblia.

NIJAY K. GUPTA, profesor del Nuevo Testamento, Northern Seminary.

En una época en la que el cristiano común ya no sabe quién es Josefo, por qué leer “literalmente” puede terminar en errores, o incluso cómo se recopiló, la lucha por ayudar a los cristianos a comprender lo básico sobre la Biblia es algo real. Al fin existe un libro que puedo entregar a mis amigos cristianos y decirles: “¡Lee esto!”. Bird aborda con humor las diferencias y malentendidos más comunes entre los cristianos, en una forma que la persona promedio puede entender: la naturaleza de los textos, la buena interpretación, el papel de la historia y cómo funciona la Escritura dentro de la comunidad cristiana. Este sería un gran libro para un pequeño grupo o para las familias en sus casas. Escucha a Bird ahora, y agradécele más tarde.

DRU JOHNSON, profesor asociado de estudios bíblicos en The King’s College, director del Centro de Pensamiento Hebraico.

¡Santo Cielo! Esto suena a cliché, pero es absolutamente cierto —este es un libro que todo cristiano o toda persona que explora el cristianismo debería (preferiría decir debe) leer. La razón es que el conocer al Jesús verdadero proviene de lo que leemos en la Biblia. Sin embargo, hay tantos malentendidos respecto a lo que la Biblia es o no es, que pueden conducir a una mala comprensión de Jesús y de lo que significa seguirlo. No digo esto a la ligera, pero leyendo lo que Mike ha escrito en este libro, nos ayuda a tener un renacimiento sobre cómo vemos y entendemos la Biblia. Insto a todos —tanto a no cristianos como a cristianos maduros— a que lean este libro, y ya nunca volverán a ver o pensar en la Biblia de la misma manera.

DAN KIMBALL, autor de Cómo (No) leer la Biblia, personal de la Iglesia Vintage Faith.

SIETE COSAS

QUE DESEARÍA QUE

TODO

CRISTIANO

SUPIERA

SOBRE LA

BIBLIA

MICHAEL F. BIRD

Editorial CLIE

C/ Ferrocarril, 8

08232 Viladecavalls

(Barcelona) ESPAÑA

E-mail: [email protected]

http://www.clie.es

Publicado originalmente en inglés bajo el título Seven Things I Wish Christians Knew about the Bible. Copyright © 2021 por Michael F. Bird.Publicado con permiso de Zondervan Reflective. Una división de Zondervan, Grand Rapids, Michigan,USA.

Las citas bíblicas, a menos que se indique lo contrario, están tomadas de La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional®, NIV®. Copyright © 1973, 1978, 1984, 2011 de Biblica, Inc.® Usado con permiso de Zondervan.

«Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 917 021 970 / 932 720 447)».

Traducido por: Jaime A. Toledo Vergara y Víctor Toledo Vergara

© 2023 por Editorial CLIE.

SIETE COSAS QUE DESEARÍA QUE TODO CRISTIANO SUPIERASOBRE LA BIBLIA

ISBN: 978-84-19055-48-4

eISBN: 978-84-19055-49-1

Teología cristiana - Apologética

ÍNDICE

Prefacio

Reconocimientos

Introducción a la edición en inglés

1.La Biblia no cayó del cielo

2.La Biblia es dada por Dios y compuesta por humanos

3.La Escritura es normativa, eso no es negociable

4.La Biblia es para nuestro tiempo, pero no acerca de nuestro tiempo

5.Deberíamos tomar la Biblia en serio, pero no siempre literalmente

6.El propósito de la Escritura es conocimiento, fe, amor y esperanza

7.Jesucristo es el centro de la Biblia cristiana

Apéndice: los cinco textos más citados del Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento

Índice de textos bíblicos

Índice temático

PREFACIO

Siete cosas que desearía que todo cristiano supiera sobre la Biblia es sobre la Biblia para los que creen en ella. Es el resultado de luchar veinte años con la Escritura, explicando de dónde vino, cómo interpretarla, cómo abordar sus partes difíciles, cómo amarla y cómo obedecerla. En este libro, quiero compartir contigo lo que he aprendido sobre la Biblia (¡cosas increíbles!) y lo que he aprendido sobre las personas que leen la Biblia (¡a veces cosas raras y aterradoras!). La Biblia dice muchas cosas y la gente dice muchas cosas sobre ella. Pero las “cosas” que muchas veces dice la gente respecto a la Biblia no siempre son verdaderas, y a veces son incluso inútiles. Como tal, lo que quiero hacer en este delgado tomo es explicar cómo pensar acerca de la Biblia y cómo aprovecharla al máximo. Hago esto porque la Biblia es un libro importante; de hecho, a mi parecer, es el libro más importante del mundo. La Santa Biblia es nada menos que el mensaje de Dios para nosotros, así que necesitamos tener un sólido dominio de lo que realmente es, de dónde vino y de lo que debemos hacer con ella. Al final de este libro, espero haber cambiado tu manera de pensar sobre la Biblia, haber transformado tu manera de manejarla, y haberte inspirado a leerla como nunca antes.

Escribí Siete cosas que desearía que todo cristiano supiera sobre la Biblia porque si eres cristiano, entonces estas son las cosas que realmente, realmente, ¡realmente necesitas saber! Me atrevería a decir que si todos supieran estas siete cosas, si los pastores predicaran sobre ellas, si las enseñaran en las clases de escuela dominical para adultos y para grupos pequeños, entonces no tendríamos en nuestras iglesias tantos problemas con la Biblia como tenemos en la actualidad. Ahora bien, podrías ir a un seminario para aprender más en profundidad sobre la Biblia, pero la realidad es que no todo el mundo tiene ese llamado, o el tiempo para dedicar años de sus vidas al estudio bíblico. Pero, como quien ha estado en la torre de marfil de la erudición bíblica, he aprendido una o dos cosas que valen la pena compartir con los cristianos que atesoran la Biblia y quieren conocerla mejor. Si la erudición bíblica es un terreno desconocido para ti, entonces quiero ser tu guía turístico e intérprete. Quiero mostrarte cómo las percepciones de la erudición bíblica pueden responder algunas de tus preguntas sobre la Biblia, mejorar tu experiencia en ella y agudizar tu comprensión de ella. Este viaje hacia el interior de la Biblia, espero que equipe y anime a todo cristiano a hablar con confianza y credibilidad sobre la Biblia, a manejarla responsablemente, a lidiar con ella seriamente, así como a obedecerla fielmente.

Para quienes quieran saber algo de mí, soy un académico en todas las áreas de la Biblia, así como un pastor anglicano y un devoto seguidor de Jesús. Tengo un pie en la academia y un pie en la iglesia. No te mentiré, a veces estar en ambos lados se siente como patinar sobre hielo. Sí, sé que no te subirás al hielo en patines; ese es precisamente el punto. A veces, combinar la fe con la erudición se siente incómodo, extraño y difícil de equilibrar. Pero como cristiano, me tomo la Biblia en serio y participo en debates serios sobre la Biblia, desde lo básico hasta lo esotérico.

Como académico, me especializo en el estudio de los orígenes, significado, interpretación y aplicación de las Santas Escrituras. Les digo a mis alumnos que soy básicamente un “Nerd profesional de la Biblia”. Mi vida diaria se consume intentando entender la Biblia y hacerla comprensible para otros. Me obsesiono con la Biblia de la misma forma que algunas personas se obsesionan con el fútbol, las antigüedades, las cuentas de Twitter de celebridades o las películas de Star Wars. Manejo la Biblia como un trabajo, como una disciplina espiritual y como una pasión de tiempo completo. Amo la Biblia como los canadienses aman el almíbar de arce y los neozelandeses aman un buen asado de cordero. Tengo pasión por la Biblia, y espero que esa pasión se haga contagiosa a través de este libro.

Como pastor, me interesa la alfabetización bíblica en las iglesias, ver a los cristianos crecer en su fe, aprender cómo la Biblia informa su vida diaria y ver cómo la Biblia los hace crecer en su fe. En mi rol de la iglesia también me intereso por los ataques a la verdad de la Biblia, me preocupo por las distorsiones de la Biblia y, frecuentemente, me aflijo por las divisiones tribales y la desunión que resultan de las diferentes formas de entender la Biblia. Mi oración es que toda la iglesia esté unificada en su devoción a la Escritura y —como decimos los anglicanos— que juntos “leamos, marquemos, aprendamos y procesemos interinamente” sus páginas. Si este libro ayuda a las personas —sin importar cuán diversas y distintas sean— a juntarse a estudiar la palabra de Dios, a aprender de ella tanto como de los demás, entonces consideraré que escribirlo valió la pena.

RECONOCIMIENTOS

Al escribir este libro, tengo una deuda con las cuatro universidades en las cuales he enseñado, entre las que se incluyen la Universidad Teológica de Highland (Dingwall, Escocia), la Escuela de Teología de Brisbane (Brisbane, Australia), la Universidad Bautista de Houston (Houston, EE. UU.) y, especialmente, con la Universidad Ridley (Melbourne, Australia). Mis colegas y estudiantes a lo largo de los años me han ayudado a perfeccionar mi pensamiento sobre cómo exactamente enseñar la Biblia de una manera refrescante, piadosa y eficaz. Les debo a ellos gratitud. También el equipo de Zondervan, para la versión original en inglés, merece mi agradecimiento por su paciencia y sabiduría al guiar este libro desde una loca idea hasta un proyecto publicable. Katya Covrett y Jesse Hillman son el viento bajo mis alas: usualmente cálidas corrientes térmicas que me elevan a lo más alto del cielo aunque, a veces, como un tornado, me hacen estrellar contra la tierra, en una caída en picado de fría realidad. Pero para ser justos, en su mayoría son corrientes térmicas cálidas. Un saludo también a Chris Beetham, por su buen ojo en la copia y la edición. Gracias también a Lynn y Jim Cohick, quienes me hospedaron en Denver, Colorado, durante una semana, en lo que resultó ser algo así como un retiro de escritura que me permitió terminar este libro. Mi colega Andy Judd le dio al manuscrito una buena lectura; recogió varios errores e hizo muchas sugerencias útiles que he incorporado.

Deseo dedicar este libro a mi esposa Naomi. Ahora estamos en nuestro vigésimo año de matrimonio, y espero tener muchos años más de diversión y felicidad con la única mujer en el mundo que me tolera y hace de mi vida todo lo mejor. ¡Esto es para ti, nena!

INTRODUCCIÓN A LAEDICIÓN EN INGLÉS

La Biblia es un libro grande, pero es una lectura fascinante. Es una mezcla de historia, literatura y teología. Contiene una variada colección de géneros, entre los que se incluyen historias de creación de Oriente Próximo, códigos legales de la Era de Bronce, narrativas históricas, poesía hebrea, literatura sapiencial, profecía, biografía greco-romana, historiografía griega antigua, cartas y un apocalipsis. La Biblia no es un simple libro; es una biblioteca de libros, muchos libros, que describen los orígenes del pueblo hebreo, la persona y la obra de Jesucristo y la expansión de la iglesia cristiana. Sin embargo, su personaje principal es Dios —el Dios que crea, que legisla, que rescata rebeldes, que se hace humano y que hace todas las cosas nuevas.1

Es más, no existe un libro que haya influenciado la política, la historia, el arte, la literatura, la música y la cultura de la civilización occidental tanto como la Biblia. Les aseguro que, a menos que tengan una compresión sólida de la Biblia, no podrán entender a Shakespeare, el arte de Miguel Ángel, la historia estadounidense, la música de Bach y Beethoven, el musical Hamilton, o incluso comedias de TV como Los Simpson. La Biblia es reflejada en distintas facetas de nuestra cultura, entre las que se incluyen la literatura, la música, el entretenimiento y la política. La Biblia se siente en todos lados, a pesar de que casi nunca respetada.

Con todo, la Biblia es un libro controversial. Recientemente en Australia, un grupo que se hace llamar Imparcialidad Religiosa para las Escuelas, realizó una petición al gobierno estatal para prohibir todos los cursos relacionados con la Escritura y con la educación religiosa en el ámbito escolar —a pesar de que dichos cursos son voluntarios— debido a que el grupo considera que la Biblia es un libro deplorable. La Biblia es considerada contrabando por los gobiernos comunistas e islámicos de todo el mundo. Evidentemente, hay muchas personas que no quieren que el mensaje de la Biblia sea conocido y compartido. En algunos lugares, la Biblia es considerada literatura subversiva y una poderosa amenaza al statu quo. Si me preguntan, ¡esta es una razón más por la que deberíamos leerla!

Por supuesto, una cosa es leer la Biblia, otra cosa distinta es entenderla, y ¡otra cosa muy diferente es usarla de manera responsable! Para ser honesto, la Biblia es muy difícil de entender en ciertos lugares. Esto no se debe a que sea un libro de misterio, magia o violencia; sino debido a que contiene una historia distante a la nuestra, que fue escrita originalmente para una audiencia antigua en determinados contextos y que fue escrita para nosotros, pero no dirigida a nosotros. Si hemos de comprender la Biblia, lo que significó para su audiencia original y lo que significa para nosotros en la actualidad, entonces debemos atravesar algunos abismos históricos y aprender a interpretar las culturas antiguas así como nuestras propias culturas. Entender la Biblia es gratificante, pero implica trabajo —trabajo duro.

En este libro intento hacer un poco de este duro trabajo por ti y prepararte para comprender la Biblia como la palabra de Dios para ti y para tu iglesia. En el camino, evitaremos los estereotipos, las respuestas trilladas a preguntas difíciles y las consideraciones superficiales de problemas interpretativos. En cambio, quiero ayudarte a que ensucies tus manos en el mundo bíblico, sumerjas tu mente en el mundo extraño y desconocido de la historia bíblica, y presentarte los grandes asuntos que la Biblia presenta a quienes nos esforzamos por entenderla.

La primera cosa que quiero explorar es el origen de la Biblia. Tal vez tu Biblia preferida sea una aplicación en tu teléfono, un sitio web, un software bíblico, o un libro antiguo encuadernado en cuero, que contiene toda clase de ayudas para el lector. Independientemente de cómo accedas a tu Biblia, la Biblia que lees es producto de un largo proceso de composición, copiado, canonización y traducción ¡a lo largo de tres milenios! La Biblia tiene su propia biografía —su propia historia, podríamos decir— sobre cómo creció y llegó a ser. Aquí te daré una breve introducción sobre cómo la Biblia pasó de ser un conjunto de antiguos rollos religiosos, a ser el libro impreso que tienes en tus manos. Alerta de spoiler: la Biblia no fue un invento del emperador Constantino en el siglo cuarto.

La segunda cosa es que deberemos lidiar dos palabras con “I” mayúscula, concretamente, “inspiración” e “inerrancia”. Deben estar preparados para esto, porque ¡va a ser un paseo agitado! En la jerga teológica, la “inspiración” es donde explicamos cómo la Biblia es tanto un libro dado por Dios como un libro escrito por humanos. Cómo es que es la palabra de Dios en lenguaje humano. Cómo Dios imparte, infunde o inspira sus palabras en autores humanos. Al explorar la inspiración bíblica, estamos buscando una descripción de los orígenes divinos de la Biblia y del proceso humano de composición. Así que, la inspiración bíblica está en nuestra lista de quehaceres. Luego, está la “inerrancia” o la “infalibilidad”, que es un campo de discusión muy debatido. Si creemos que la Biblia es verdad, entonces ¿cómo es verdad? y ¿hasta qué punto es verdad? ¿Puede acaso la Biblia tener errores de historia, cosmología o geología? ¿Es acaso la Biblia solo irreprochable en cuestiones de religión y ética? Algunas personas dejan de lado la inerrancia como si se tratara de un disparate fundamentalista, y otros te dirán que la inerrancia es el centro de su universo teológico. Sin embargo, les digo que es necesario que declaremos la veracidad de la Biblia, y expliquemos la naturaleza y los límites de dicha veracidad.

En tercer lugar, sería descuidado de mi parte sino abordáramos el tópico de la autoridad bíblica. Asumiendo que la Biblia es la palabra inspirada de Dios y que ella es verdad —temas dignos de tener su propia explicación—, ¿de qué manera exactamente trabaja la palabra de Dios en nuestro diario vivir? ¿Acaso somos libres de escoger las partes que nos gustan como si se tratara de una suerte de bufé? ¿Debemos seguir servilmente cada precepto que ella contiene? o ¿la adhesión a la Biblia requiere una mezcla de afirmación (obedecer sus instrucciones) y apropiación (descifrar cómo implementar su sabiduría en un mundo distante del mundo de sus autores y audiencias originales)? No todos piensan que la Biblia es una autoridad, pero aquellos que sí lo pensamos, todavía debemos descifrar cómo funciona esa autoridad en la práctica. Y déjenme decirles que ¡esto no es tan sencillo! No es fácil mudarse desde Canaán a Chicago.

La cuarta cosa es que es importante que los cristianos comprendan el “aquel entonces” de la Biblia. Es correcto, la palabra de Dios es en muchas formas atemporal: habla a las personas a través de las edades; trasciende culturas, idiomas y nacionalidades. Es por esto que Dios se dirige a todas las personas con el mensaje de amor en Jesucristo. Pero, al mismo tiempo, debemos recordar que antes de que la Biblia fuera la palabra de Dios para nosotros, ella fue la palabra de Dios para otros: fue la palabra de Dios para los hebreos en Canaán, para los judíos exiliados en Babilonia, para los cristianos en los tugurios de Roma y para las iglesias perseguidas de Asia Menor. Somos tentados a pensar que la Biblia se trata de nosotros, de nuestro tiempo, y que halla su cumplimiento en nuestras circunstancias. Sin embargo, a pesar de que la Biblia siempre es relevante para nosotros, si queremos entenderla realmente, entonces debemos respetar el ambiente histórico original en el cual los libros de la Biblia fueron escritos. Conocer un poco del trasfondo histórico, ya sea de los libros de Jeremías o de las cartas de Pablo a los Filipenses, nos dará algunas de las mejores pistas para interpretarla en el presente. Por lo tanto, debemos aprender la importancia del trasfondo histórico.

La quinta cosa que deseo brindar a los lectores es una introducción básica a la interpretación de la Biblia. Si me preguntan, el gran problema no es que uno tome la Biblia “literalmente” o “simbólicamente”, sino si acaso uno elige tomarla en serio o no. Si realmente somos serios respecto a la Biblia, si aspiramos a ser alguien que “interpreta rectamente la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15), entonces necesitamos aprender cómo leerla y cómo enseñar de ella de manera responsable. Todo cristiano necesita una introducción básica a los conceptos básicos de la hermenéutica —siendo la hermenéutica la ciencia de la interpretación. Prepárense para aprender a leer la Biblia sin convertirse en un chiflado con su propio culto y su propio carrito de golf.

La sexta cosa que debemos comprender son los propósitos clave de la Escritura —los cuales son, como explicaré, conocer a Dios, profundizar nuestra fe, crecer en el amor por Dios y en el amor por los demás, y descansar en la esperanza que Dios está de nuestro lado en Jesucristo. La Biblia nos equipa para conocer mejor a Dios, fomenta la fe en Dios y en su Hijo, edifica nuestra capacidad para amar, y nos consuela con la esperanza que es nuestra en el evangelio de Jesucristo. La Biblia ciertamente puede tener toda clase de funciones, usos, aplicaciones y bendiciones, pero sus principales funciones son el conocimiento, la fe, el amor y la esperanza. Si entiendes eso, entonces entiendes la Biblia.

La séptima y última cosa es la relación de Jesucristo con la Biblia. Cristo es el centro de nuestra fe y el centro mismo del cual testifica la Biblia. Entonces, como es de esperarse, pasaremos algún tiempo hablando sobre cómo leer la Biblia como si Jesús fuera su eje central y su meta. Lo que quedará claro es que la Sagrada Biblia es un libro que magnífica la persona de Jesús.

Esto es lo que tenemos por delante. Ojalá, al final de este recorrido, tengas una comprensión más profunda acerca del qué, cómo, y por qué de la Biblia.

1. D. A. Carson, The God Who Is There: Finding Your Place in God’s Story (Grand Rapids: Baker, 2010).

1

LA BIBLIA NO CAYÓ DEL CIELO

Si estás leyendo este libro, entonces probablemente tengas una Biblia. Además, estoy seguro que estás al tanto de que tu Biblia no cayó del cielo, junto con un coro de ángeles, y se posó sobre tu regazo presentándose en un prístino encuadernado de cuero con las palabras de Jesús en rojo, teniendo una introducción, gráficos, tablas, referencias cruzadas y notas de estudio. No, obviamente así no es la manera en que llegó tu Biblia.

La verdad es que tu Biblia provino de una editorial. La editorial imprimió una traducción particular al español. Dicha traducción se basó en los esfuerzos de un grupo de traductores que trabajaron con ediciones críticas del Nuevo Testamento en griego y del Antiguo Testamento en hebreo y arameo. Estas ediciones críticas son publicaciones del texto del Antiguo y Nuevo Testamento en sus idiomas originales utilizando diversas fuentes tipográficas y divisiones de párrafos para hacerlos más fáciles de leer. Debemos notar aquí que el término “crítico” hace referencia a “erudición”; se trata de un esfuerzo erudito para establecer los textos en hebreo y en griego a partir del estudio de los múltiples manuscritos y fuentes disponibles. Las distintas ediciones críticas de los textos en griego y hebreo, que han sido desarrolladas desde el Renacimiento, se basaron en el estudio de varios manuscritos. Dichos manuscritos han sido gradualmente descubiertos, coleccionados y compilados a lo largo de los últimos dos mil años, y se encuentran guardados en distintos museos, bibliotecas y colecciones privadas en todo el mundo. Tanto fotografías, como microfilms y copias digitales de estos manuscritos se encuentran guardados en sitios como el Instituto para la Investigación del Texto del Nuevo Testamento en Münster, Alemania y el Centro para el Estudio de los Manuscritos del Nuevo Testamento en Dallas, Texas. Esos manuscritos datan del período que va desde la Edad Media hasta el siglo II d. C. y fueron copiados por escribas que se basaron en manuscritos anteriores. De hecho, estos manuscritos anteriores, eran copias de manuscritos incluso más antiguos, los cuales a su vez se remontan a un texto distribuido por los receptores originales. Finalmente, este texto distribuido por los receptores originales se basaba en el autógrafo original que fue compuesto por el autor (“autógrafo” equivale a la copia original del autor). Suena a que fue un proceso largo y complicado, ¿no es verdad? Bueno, así fue, y esto es lo que trataré de explicar en este capítulo. Ojalá que al final del mismo puedas entender cómo llegó la Biblia a ser lo que es.

LA HISTORIA DE LAS ESCRITURASDEL ANTIGUO TESTAMENTO

Hay una historia graciosa acerca de una señora que entró en una tienda de caridad judía y pidió al vendedor una copia del Antiguo Testamento. El vendedor, un joven judío, sonriendo respondió, “Seguro, ¿qué tan antigua?”. Verás, los amigos judíos solo tienen un Testamento y, obviamente, no necesitan referirse a él como “antiguo” para distinguirlo de la parte que es “nueva”, como hacen los cristianos. El pueblo judío se refiere a su libro sagrado como Tanak, cuyo nombre se basa en las letras TNK que significan Torá (los cinco libros de Moisés, la Ley, conocido también como Pentateuco), Nevi’im (los profetas), y Ketuvim (los escritos, los cuales son una colección de libros históricos y poéticos). Los autores judíos que escribieron durante el período del Segundo Templo (incluyendo a los autores del Nuevo Testamento), que va desde el año 530 a. C. hasta el 70 d. C., podían referirse a los textos sagrados de Israel como “Escrituras” (ver, p. ej. Daniel 9:2; 1 Macabeos 12:21; 2 Macabeos 2:4; 4 Macabeos 18:14; Mateo 21:42; Romanos 1:2; 1 Pedro 2:6). Dentro de la literatura rabínica, escrita desde el primer siglo de la era cristiana hasta el cuarto siglo, los escritos sagrados judíos también son llamados “Las Sagradas Escrituras” o “El Libro del Pacto” (basándose en Éxodo 24:7; 2 Reyes 23:2, 21; 2 Crónicas 34:30-31). En el lenguaje académico, como una manera no cristianizada de designar la literatura sagrada de Israel, se suele llamar Biblia hebrea al Antiguo Testamento.

No están del todo claros los orígenes y la razón fundamental para esta estructura tripartita conformada por la Ley, los Profetas y los Escritos. Ciertamente, no se trata de una composición de orden cronológico dado que los libros que conforman los Profetas y los Escritos fueron compuestos a lo largo de varios siglos, mientras que otros fueron editados con el paso del tiempo y las comunidades judías los fueron aceptando de forma variada. Tal vez sea mejor considerar esta división en tres partes, como un agrupamiento basado en características literarias comunes: libros asociados a Moisés, obras proféticas y otros escritos. Esta división se remonta al primer siglo d. C., dado que, en el Evangelio de Lucas, el Jesús resucitado enseñó a los discípulos que “tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos” (Lucas 24:44), lo cual coincide con la división en tres partes: Torá, Profetas y Escritos. Incluso mucho antes, en el prólogo a Ben Sirá, compuesto cerca del año 117 a. C., podemos leer: “Muchas grandes enseñanzas han sido dadas a nosotros a través de la Ley y de los Profetas y los otros que los siguieron, y por esto deberíamos alabar a Israel por la instrucción y sabiduría” (Sirá 1:1).

¿SABÍAS QUE...?

El Códice de Leningrado es la copia completa más antigua del Antiguo Testamento en hebreo original, fechado en el siglo XI de la era cristiana.La copia más antigua de un libro del Antiguo Testamento es el Gran Rollo de Isaías (1QIsa) de Qumran, fechado entre 350-100 a. C.Los tres libros más extensos del Antiguo Testamento son Jeremías (33 022 palabras), Génesis (32 046 palabras) y Salmos (30 147 palabras).

DIVISIONES DENTRO DEL ANTIGUO TESTAMENTO/BIBLIA HEBREA

Ley

Profetas

Escritos

GénesisÉxodoLevíticoNúmerosDeuteronomio

JosuéJueces1-2 Samuel1-2 ReyesIsaíasJeremíasEzequielEl libro de los Doce Profetas

SalmosProverbiosJobRutEclesiastésCantar de los CantaresLamentacionesDanielEsterEsdras-Nehemías1-2 Crónicas

La Ley

La Ley/Torá/Pentateuco —llamémosla simplemente “Ley”— se refiere a los primeros cinco libros del Antiguo Testamento. Ellos incluyen una narrativa histórica acerca de la creación (Génesis 1-3), la primera civilización humana en el antiguo Oriente Próximo (Génesis 4-11), los patriarcas y el nacimiento del pueblo hebreo (Génesis 12-50), el éxodo de los hebreos fuera de Egipto y su entrada en la tierra de Canaán (Éxodo, Números, Deuteronomio), al igual que regulaciones pertenecientes a la adoración de Israel y su forma de vivir bajo el cuidado de Dios (Levítico). Esta es una historia de las promesas de Dios, su liberación, sus pactos y sus mandamientos en relación con la nación de Israel. Puedes leer Deuteronomio 26:5-10 para una breve síntesis de la historia completa.1

Mientras que la Ley contiene una historia unificada que se enfoca en el plan de Dios de crear un pueblo para sí, hay también en ella una compleja diversidad. En ella encontramos historias de la creación provenientes del antiguo Oriente Próximo que son similares a otras narraciones acerca de la formación del mundo, narrativas históricas acerca de nómadas y reyes, diversos códigos legales, pactos nacionales e incluso poesía. El vocabulario varía a lo largo de todo el corpus, esto es algo particularmente evidente si comparamos los códigos de la ley en Deuteronomio con los de Levítico. En algunos casos, las narraciones adolecen de cohesión, como si la narrativa hubiera sido interrumpida por una inserción, como parece ser el caso del pasaje de Éxodo 20:1-17 (donde son dados los Diez Mandamientos), el cual se interpone con la narrativa de Éxodo 19:1-20, 21. También podemos encontrar duplicaciones, como si hubieran sido halladas dos versiones de una misma historia, como puede verse tanto en el caso de la historia de la creación (Génesis 1:1-2, 4a y 2:4b-24) como en los mandamientos acerca de los alimentos impuros (Levítico 11:1-47 y Deuteronomio 14:3-21). A pesar de que universalmente la Ley es considerada como el “Libro de Moisés” (ver Josué 23:6; Esdras 6:18; Nehemías 8:1; 13:1; Marcos 12:26; Hechos 13:39) y algo que Moisés mismo escribió (ver Éxodo 24:4; Deuteronomio 31:22; Marcos 12:19; Lucas 20:28; Juan 1:45), es realmente imposible que él haya sido quien escribiera toda la Ley. Para empezar, es difícil imaginar a Moisés sentándose a escribir el reporte de su muerte y su posterior entierro en Deuteronomio 34 o, en todo caso, la descripción de sí mismo como el hombre más humilde de la tierra como afirma Números 12:3. Además, existen claros indicios de que muchas de las narrativas patriarcales acerca de Abraham y de otros son contadas desde la perspectiva ventajosa de quienes vivían en la tierra de Israel en un período muy posterior. Por ejemplo, Génesis 14:14 declara que Abraham persiguió a los captores de Lot hasta Dan, aun cuando el área tribal israelita de Dan no se llamó así hasta después de que los danitas se apoderaron del territorio durante la conquista de Canaán por parte de Israel (ver Josué 19:47; Jueces 18:29).2 Todo esto significa que la Ley es producto de una tradición oral —una mezcla de memoria cultural y folklore compartido entre los hebreos— que eventualmente se puso por escrito. En primer lugar, se le atribuye a Moisés un rol formativo en la composición, luego hubo un período de transmisión, crecimiento, y de edición de las tradiciones y de los textos, que probablemente fue completado por un grupo sacerdotal asociado a Esdras justo antes del regreso del exilio.

Los Profetas

En la Biblia cristiana, los Profetas son los libros que culminan el Antiguo Testamento, es decir, los que van desde Isaías hasta Malaquías. Sin embargo, teniendo en cuenta el orden característico que tienen los libros en la Biblia hebrea, los profetas anteriores están conformados por Josué, Jueces, 1-2 Samuel y 1-2 Reyes, mientras que los profetas posteriores están conformados por Isaías, Jeremías, Ezequiel y el libro de los Doce Profetas (profetas menores). Estas dos categorías de libros proféticos son muy distintas. La primera de ellas, la de los profetas anteriores, presenta narrativas históricas acerca de figuras proféticas como Samuel y Elías, mientras que la segunda categoría, la de los profetas posteriores, presenta libros que son especialmente atribuidos a los propios autores proféticos. Los profetas anteriores brindan al lector el trasfondo de la historia temprana de Israel y dan una perspectiva profética del ciclo de pecado-rebelión-liberación que vivía Israel, de la formación y fracaso de la monarquía, y de la división que eventualmente separó a Israel de Judá. Lo que brindan los profetas posteriores es una visión general del comportamiento de Israel que lo condujo a romper el pacto, de la amenaza de juicio por parte de Dios, y de su promesa de restaurar la nación desde el exilio, en medio del ascenso de los imperios de Asiria, Babilonia y Persia.

Como sucedió con la Ley, los mensajes proféticos a menudo pasaron por una compleja cadena de custodia antes de tomar finalmente la forma literaria con la cual los conocemos en la actualidad. Por un lado, la profetisa Hulda entregó su palabra profética de forma oral, pero parece que nunca llegó a cerrar un contrato para su libro (2 Reyes 22:14). Jeremías, en cambio, entregó algunos de sus mensajes de forma escrita desde el principio (Jeremías 30:2). Pareciera que desde el siglo VIII a. C., las personas comenzaron a reunir y editar el trabajo de ciertos profetas para el beneficio de las posteriores generaciones agregando, frecuentemente, material histórico para situar el contexto (ej. Jeremías 1:1). Así que, cuando pienses acerca de quién escribió la literatura profética, deberías imaginarte un equipo completo —profetas, escribas, historiadores y editores en las diferentes etapas de la historia de Israel.3

Los Escritos

El subconjunto de libros del Antiguo Testamento denominado Escritos constituye una colección miscelánea y algo diversa de documentos. En primer lugar, contiene literatura sapiencial, escritos que afirman discernir la providencia y los propósitos de Dios para la vida humana, entre ellos se incluyen Job, los Salmos y los Proverbios. En segundo lugar, se encuentran los rollos (llamados Megillot en hebreo), compuestos por Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester. En tercer lugar, están las historias (dispuestas en forma de Crónicas), las cuales revisitan la historia de la monarquía israelita desde una perspectiva posterior al exilio. Esdras-Nehemías también se encuentra en este conjunto de historias, y se interesan en la reconstrucción del templo y en distintas pruebas que atravesó el pueblo durante el período postexílico. En cuarto lugar, se encuentra Daniel, cuyo contenido es una mezcla de historias de la corte, profecía y visiones simbólicas relacionadas con el pueblo de Dios durante el exilio Babilónico. Este libro explica, además, el regreso del pueblo de Dios a su tierra bajo el dominio persa, y predice la conquista griega del antiguo Oriente Próximo.

El canon del Antiguo Testamento

Cuando se trata del canon del Antiguo Testamento, lo primero que necesitamos hacer es definir a qué nos referimos con “canon”. La palabra griega kanōn y la palabra latina canna se traducen como “vara de medir”, lo cual significa señalar lo que es exacto o lo que es recto. En lo que respecta a textos sagrados, el “canon” señala y define aquellos textos que son considerados como inspirados divinamente y que están autorizados para ser utilizados en la comunidad creyente. Mientras que la Escritura es un libro sagrado y autoritativo, un canon es una lista sagrada y autoritativa de libros.4 Déjame agregar que es importante recordar que un canon no convierte a los libros en autoritativos; en cambio, reconoce formalmente lo que era intuido informalmente en la comunidad creyente: un libro determinado es autoritativo debido a que es percibido como dado por Dios y entregado a través de un agente humano. Así, por ejemplo, el mensaje de Jeremías es palabra de Dios, ya sea que escojamos encuadernarlo en un libro con tapa de cuero premium que lleve en su portada la frase impresa “Santa Biblia”, o que hagamos como Joacim y quememos el rollo de Jeremías columna por columna porque no nos gusta lo que dice (Jeremías 36:23).

En cierto sentido, el movimiento cristiano tuvo un canon de la Escritura desde sus inicios, incluso antes de los escritos de cualquier texto apostólico. Jesús y sus seguidores terrenales ya tenían una colección de escritos sagrados. Todos ellos eran judíos, y todos aceptaban completamente la autoridad de los libros que llegaron a estar incluidos en lo que cristianos posteriores llamarían el “Antiguo Testamento”.

—Bart D. Ehrman, Lost Christianities: The Battle for Scripture and the Faiths That We Never Knew (Oxford: Oxford University Press, 2005), 231–32.

El proceso de canonización es complicado pues, en ningún lado, ningún libro de la Biblia nos dice qué libros deberían estar en ella. No existe algo así como “Tendréis como canon desde Génesis hasta Apocalipsis y rechazaréis los libros llamados 1 Enoc, el Evangelio de Pedro y Hechos de Andrés”, o algo que se le parezca. Debido a esto, diferentes cánones bíblicos, que fueron desarrollados a lo largo de siglos, continúan siendo usados por diferentes comunidades religiosas de todo el mundo.

Por ejemplo, los samaritanos —aún hoy hay un pequeño grupo de ellos en Palestina— solo reconocen la Ley como autoritativa. Los judíos tienen el Tanak, el cual corresponde al Antiguo Testamento cristiano. Sin embargo, cuando se trata de la interpretación del Tanak, la tradición judía sigue de cerca el cuerpo de enseñanzas contenidos en la Mishná y el Talmud, una colección de tradiciones orales basadas en las enseñanzas de líderes rabínicos reconocidos que eventualmente fueron escritas. Los cristianos reconocen como canon al Tanak judío, pero lo dividen de forma distinta y lo llaman “Antiguo Testamento”. Ellos admiten además que los veintisiete libros del Nuevo Testamento son el cumplimiento del Antiguo Testamento.

Cuando se trata de la canonización del Tanak/Antiguo Testamento, no tenemos en nuestro poder todos los detalles, sin embargo, parecería que sucedió algo como esto.