Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana - Tirso Suárez Núñez - E-Book

Sociología de las organizaciones - Una visión latinoamericana E-Book

Tirso Suárez Núñez

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Se trata de una descripción y revisión crítica de cómo funcionan las organizaciones de nuestro tiempo. Los dos primeros capítulos están dedicados a delimitar la sociología de las organizaciones y a precisar el contexto de su emergencia. Los siguientes se orientan al examen de diferentes modelos de organización, desde el burocrático industrial hasta nuevas formas más flexibles y menos formales. Tal examen se hace desde la óptica de la sociología pero también desde el punto de vista de la economía. Culmina la obra con la revisión del cambio organizacional.

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Sociología de las Organizaciones

Una Visión Latinoamericana

Tirso Suárez Núñez

© Tirso Suárez Núñez

© Sociología de las Organizaciones. Una Visión Latinoamericana

ISBN formato epub: 978-84-685-5882-0

Editado por Bubok Publishing S.L.

[email protected]

Tel: 912904490

C/Vizcaya, 6

28045 Madrid

Reservados todos los derechos. Salvo excepción prevista por la ley, no se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos conlleva sanciones legales y puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Enseñar es despertar dudas en los alumnos, formar para la disconformidad. 

Es educar al alumno para la marcha. Un Maestro válido debe, al final, estar solo.

George Steiner

Índice

Presentación

Cap.1. La Sociología y las Organizaciones: definiciones y delimitaciones

Esbozo de la sociología general

Una ciencia incomoda por sus contribuciones

Los dominios especializados de la sociología

La sociología de las organizaciones

Definición, diversidad y diferenciación de las organizaciones

La sociología de la empresa

Precisiones necesarias sobre las organizaciones

Conclusiones

Cap. 2. La Sociedad de Mercado, el Capitalismo y la Revolución Industrial

La emergencia de la sociedad de mercado

El capitalismo

La primera revolución industrial y la fábrica

Atraso y subdesarrollo

Revoluciones y buenas intenciones en la América Latina

Salvando al capitalismo

Conclusiones

Cap. 3 La Sociedad Moderna y el Modelo Burocrático

La ubicuidad de las organizaciones

La segunda revolución industrial

La emergencia y características de la burocracia

La burocracia maquinal o industrial.

La burocracia profesional

Los ideólogos de la burocracia maquinal

Conclusiones

Cap. 4 El Modelo Neoburocrático

Las disfunciones de la burocracia

El movimiento de las relaciones humanas

Las nuevas relaciones humanas

Japón moda o modelo de empresa neo-burocrática

La organización y su conducción

La decisión y la racionalidad limitada

¿Donde y porque triunfo la burocracia?

El sindicalismo

La ideología en el pensamiento organizativo

Conclusiones

Cap. 5 La Economía Organizacional

Teoría conductual de la firma

Teoría de los costos de la transacción (TCT)

Teoría de la agencia (TA)

Teoría del crecimiento de la firma

Desempeño superior de las empresas y estrategia

Economía de la cooperación organizacional

Teoría evolucionista del cambio económico y la empresa

Postura sociológica

Conclusiones

Cap. 6 Las Instituciones

Orígenes del institucionalismo en las ciencias sociales

Pilares de las instituciones

Diversidad Institucional

Instituciones modernas

Cambio institucional

Conclusiones

Cap. 7 El Poder y las Organizaciones

Paradigmas sociológicos y el poder

Conflicto organizacional

Poder organizacional

La política en las organizaciones

Vuelta al poder

Conclusiones

Cap. 8 Nuevos Enfoques, Nuevas Organizaciones

Nuevos enfoques

Nuevas formas de organización

Conclusiones

Cap. 9 Las Redes de Organizaciones

La idea de red

Las redes sociales

Redes organizacionales económicas

Redes organizacionales no-económicas (hospitales)

Conclusiones

Cap. 10. El Cambio Organizacional

La concepción del cambio organizacional en el tiempo

Ideas centrales del cambio organizacional

El imperativo tecnológico

El cambio organizacional desde la teoría de la complejidad

El cambio organizacional y la perspectiva histórica

La adaptación organizacional y sus trampas

Historias de cambio

Conclusiones

Referencias

Presentación

Es bien sabido que la carrera de la Administración de Empresas está entre las mas demandadas en el País y más allá, en casi todas ellas su plan de estudios incluye un curso que se propone examinar las bases sociales del comportamiento humano, pero ante la carencia de un texto de Sociología de las Organizaciones, se recurre a libros estadounidenses cuyo titulo se traduce como Comportamiento Humano Organizacional, el cual, fiel a la visión analítica que priva en ese país, toma elementos de la ciencias sociales tales como psicología, sociología, ciencia política y antropología y las yuxtapone en su búsqueda de fórmulas para elevar la productividad, el ausentismo y la motivación del trabajador; adicionalmente, omite todas las diferencias contextuales con respecto a México y la América Latina.

Hasta aquí, el problema académico esta resuelto, el profesional sale armado con formulas fáciles, pero poco efectivas en la práctica, donde las huelgas, el descontento de los empleados, las quejas del consumidor y la decepción de los directivos, es la constante; en el mundo real de las organizaciones la conducción de la gente no es tan llevadero como se había planteado en el aula. Hace falta una visión mas realista y critica de lo que sucede dentro y alrededor de ellas, para salir mejor preparado y contribuir a lograr una organización y gestión mas efectiva y humana. Incluso los directivos-propietarios de empresas, están conscientes de que una gestión socialmente responsable es aquella que incluye en su visión y atención, la participación de todos los agentes interesados y ello requiere la revisión de cómo se enseña y divulga en la actualidad la administración, y reformularla para formar directivos capaces de conducir y organizar al grupo humano, considerando la diversidad de intereses que están en juego.

Con estos antecedentes, he concebido un texto de Sociología de la Organización que ofrece una visión critica, científica, diversificada, actualizada y pertinente del fenómeno organizacional; crítica, porque revisa las versiones del “management” y las ubica en una dimensión mas justa y menos sesgada; científica, porque es objetiva, no pone el conocimiento al servicio de los propietarios y del capital, sino muestra todos los intereses que participan; diversificada, porque explora el abanico de organizaciones y marca sus diferencias ; actualizada, porque recoge los textos clásicos así como las nuevas visiones del tema surgidas, tanto de Estados Unidos como de Europa y pertinente, porque en sus reflexiones esta siempre presente la realidad y diversidad de Latinoamérica. Estos rasgos hacen que el libro sea interesante para profesores y consultores y accesible para las carreras de licenciatura en Administración, Sociología, Comunicación y todas aquellas, que quieran imprimir un carácter humanista y critico a la formación de sus egresados.

Mas de una década impartiendo el curso de Sociología de la Organización y mi formación, me permitieron identificar la aridez del lenguaje que muchos sociólogos usan es un impedimento para la asimilación y la apreciación de la disciplina, de manera que la obra se caracteriza por su lenguaje llano, incluye definiciones precisas donde es necesario, señala la articulación entre los diez capítulos de que consta la obra e inicia cada uno de ellos, con una definición de propósitos para finalizar con conclusiones, rematando con una lista de conceptos clave y temas de discusión para invitar al debate. Finalmente, es importante señalar que se ha utilizado el método de APA para reconocer y referenciar las ideas de los otros autores que han nutrido esta obra.

Mérida, Yucatán, México 12 de mayo 2021

Tirso Suárez Núñez*

* Doctor en Estudios Organizacionales (UAM, Mexico,2001)

Ha sido Profesor investigador de la Universidad Autónoma de Yucatán, en México y profesor invitado en otras del País.

Ha sido miembro del Sistema Nacional de Investigadores y ha publicado diversos libros y artículos en revistas científicas.

Email: [email protected]

Cap.1. La Sociología y las Organizaciones: definiciones y delimitaciones

La intención de este primer capítulo es sentar las bases fundamentales de la disciplina motivo de este texto, junto con las principales fuentes de las que se nutre. Se aborda la sociología general y la dificultad para realizar sus propósitos por los intereses que toca, luego se hace un breve repaso por sus especialidades, las motivaciones de cada una de ellas, sus logros y sus autores destacados; después de recorrerlas se señalan las convergencias entre tres de ellas: la sociología del trabajo, la de las organizaciones y la de la empresa. El espacio dedicado a la sociología de las organizaciones se concentra a repasar sus orígenes, sus principales contribuyentes, su definición y propósitos, adicionalmente se insiste en la diversidad organizacional y se remarcan las diferentes formas de estructurar y dirigir que se derivan en consecuencia. Se culmina la sección con una revisión de los intentos de regular a las organizaciones. Por último, se aborda la sociología de la empresa, sus distingos con la de las organizaciones, enfatizando que su forma de intervención con frecuencia la expone a perder su independencia y convertirse en una sociología para la empresa.

Esbozo de la sociología general

La sociología dice Giddens (1991) es el estudio de la vida y la conducta humana desplegada en grupos y colectividades buscando una comprensión de las formas sutiles, complejas y profundas, en las que nuestra vida y conducta reflejan los contextos de nuestra experiencia social. La sociología, adicional a ser una disciplina valiosa, es una tarea atractiva porque todos tenemos una posición sobre nuestra conducta humana social, aunque también es desafiante, pues está ligada a sentimientos y muchos de ellos influenciados por factores distantes no fácil de discernir; por otra parte, el ámbito de la sociología es muy amplio: va desde el análisis de los encuentros efímeros entre individuos en la calle, como el movimiento de los “indignados” en España, hasta la investigación de los procesos sociales mundiales como la globalización y sus consecuencias.

Auguste Comte fue el primer científico social en usar el término sociología, en su esfuerzo por demostrar la inseparabilidad de las ciencias naturales y las sociales y al mismo tiempo insistir en autonomía de ellas; concebía a la ciencia como un conjunto de círculos concéntricos, donde los mayores contenían a los menores. Los niveles inferiores eran los biológicos y psicológicos, donde anidaba la conducta individual, pero a su vez están bajo la influencia de los factores grupales (familia, escuela) y estos a su vez recibían la presión de las fuerzas sociales y económicas de un conjunto mayor (organización, industria, Estado-Nación-territorio) (ver figura 1-1). No obstante, este juego de interinfluencias de los niveles de análisis, cada uno de ellos es autónomo. De esa manera Comte luchaba por aislar y darle su espacio a la sociología, como el esfuerzo por lograr la explicación de la vida y la conducta grupal humana desplegada en la familia, la escuela, la industria o territorio (Elias, 1978).

Figura 1-1 Niveles de Influencia de la Conducta Social Humana Fuente: Elias, 1978

El trabajo de Compte, desarrollado entre 1830-1842, incluyó tanto la fundación de la sociología como la manera particular de abordarla que denominó “positiva” o científica; adicionalmente se esforzó por señalar las dificultades propias de un individuo (el científico social) que busca comprender la sociedad de la que forma parte y que lo envuelve, insistiendo en la importancia del método para tratar de superar dichos obstáculos. Por ello recalcaba la importancia de la observación para comprobar las proposiciones o ideas en el terreno de los hechos, señalaba que toda teoría positiva (científica) debe necesariamente estar basada en observaciones, pero para hacer tales observaciones, adicionalmente, nuestras mentes requieren una teoría de alguna clase, de lo contrario las observaciones no tendrían una dirección y su interpretación no sería posible a falta de una conexión teórica. Este interjuego teoría-hechos-teoría, es uno de los más grandes aportes de Compte (Elias, 1978).

Otro de los grandes exponentes de la sociología fue el francés Emile Durkheim quien la definió como el estudio de los hechos sociales, insistiendo en la necesidad de integrar al individuo a la sociedad, en la existencia de un orden social, en la coherencia y en la cohesión de la sociedad, que eran las preocupaciones de la época de la fundación de la sociología, allá por los años finales del siglo XIX, cuando surgían las crisis económicas y políticas ligadas a la industrialización naciente —que generaba una nueva división social del trabajo y a una creciente diferenciación— que a su vez impulsaban la transformación de los valores que dejaban ser comunitarios y unificadores, para ser individuales y poco aglutinadores. ¿como conservar a la sociedad unida, bajo esas condiciones? era la pregunta que inquietaba a los científicos sociales de la época. De entrada, Durkheim desechaba la fuerza de las creencias y prácticas religiosas para concentrarse en la conciencia colectiva de la sociedad, poniendo énfasis en aquello que somete al individuo al grupo, definiendo la sociología por el hecho social, destacando la fuerza que trasciende a cada individuo y reside en el grupo (Bernoux, 2009). Para un recuento de las principales corrientes y debates de la sociología actual, es altamente recomendable la obra de Corcuff (2013).

Una ciencia incomoda por sus contribuciones

La sociología se centra, como ya se dijo, en la vida y la conducta social en el mundo moderno, nace a partir de la revolución industrial inglesa de finales del siglo XIX, cuando ciertos pensadores intentaron entender su impacto en el Occidente; hoy que el mundo es diferente, a causa de la globalización, las nuevas tecnologías de información y comunicación, junto con migración, concentración de la riqueza, drogas, violencia y terrorismo, la tarea de la sociología es ayudarnos a entenderlo y a anticipar su futuro probable aunque difícilmente sea capaz, por si sola, de modificar su rumbo.

Adicionalmente, a la sociología se le considera una ciencia incomoda, porque revela cosas ocultas y a veces reprimidas, como por ejemplo, cuando descubre que el léxico de los estudiantes o su inteligencia se explica más por el origen social o el capital cultural heredado de la familia, que con lo aprendido en su paso por la escuela; o cuando muestra que el mundo científico es un terreno en el que se compite por intereses específicos sean estos: premios como el Nobel , la prioridad del descubrimiento, el prestigio, etc. que aun cuando no son exactamente incentivos económicos ordinarios, dejan ver que el trabajo científico no es precisamente una actividad “desinteresada” como suele decirse. Esto y otras cosas por el estilo, incomoda a los que leen y financian a la sociología. Más aún, en realidad las posibilidades que tiene de desilusionar o de contrariar al poder son tanto mayores cuanto mejor cumple su función propiamente científica. Bourdieu (1990), por su parte, se niega a responder ¿para qué sirve la sociología?, porque pedirle a la sociología que sirva para algo, es siempre una forma de pedirle que esté al servicio del poder. Sin embargo, no es socialmente neutra, porque cumple una función social, entre otras razones, porque casi toda autoridad o poder, debe buena parte de su eficacia a la existencia de mecanismos poco evidentes y la gran tarea de la sociología es justamente develarlos.

Sacerdote de la ciencia, consejero del príncipe y médico de los pobres son las tres grandes tareas que un poco en broma y con algo de verdad, se le asigna tradicionalmente al sociólogo; de las tres tareas antes citadas, la primera es la más delicada, porque implica predicar y oficiar en un templo cerrado, si acaso, se le pide arbitrar cuestiones bizantinas de interés para muy pocos (los científicos), como son la calidad o probidad de la ciencia y sus derivados. Pero, las dos últimas tareas: consejero del príncipe y médico de los pobres, son las más riesgosas pues llaman a la acción, la primera a la dominación y la segunda a la liberación. La elección de una de ellas, de manera consciente o inconsciente, lleva implícita la comprensión del mundo social, pero cuando se pretende, adicionalmente, localizar las técnicas que permitan manipularlo, lo más probable es que se ponga a la sociología al servicio de la gestión del orden establecido (Bernoux, 2009). Para evitar caer en las contradicciones y las dificultades que todo lo anterior implica, buena parte de los egresados de la carrera de sociología, se emplean como profesores, es decir, el cuerpo académico de la disciplina no tiene más funciones que su propia reproducción1.

Sin embargo, el conocimiento sociológico puede tener contribuciones prácticas para la acción pública como las que señala Giddens (1991):

•Comprensión de las situaciones sociales: Haciendo más clara o comprensible una situación social, por ejemplo, la pobreza, la sociología puede mejorar la efectividad de los programas y proyectos (políticas públicas) diseñados para combatirla.

•Conciencia de las diferencias culturales: La investigación sociológica proporciona un medio de ver el mundo social desde una diversidad de perspectivas culturales, ayudando con ello a acabar con los prejuicios que los grupos tienen, los unos sobre los otros. Con este conocimiento, la elaboración y evaluación de políticas públicas en materia de vivienda, por ejemplo, dispone de información genuina de las diferencias culturales persistentes en la sociedad sobre las que busca actuar, elevando con esto las posibilidades de lograr un buen desempeño.

•La sociología puede enseñarles a los grupos sociales cosas sobre ellos mismos, es decir, aumentar su autoconocimiento. Cuanto más sepan las personas sobre las condiciones de su propia acción, y sobre el funcionamiento de la sociedad en general, tanto más probable es que puedan influir en las circunstancias de su propia vida, como ejemplos aplicables del autoconocimiento, están los grupos que luchan por equidad de género, los ambientalistas, etc.

Por otra parte, la acción pública no se ve exenta de controversias morales y políticas como las que se discuten a menudo sobre las verdaderas intenciones de los programas sociales gubernamentales o grupales, tales como: coacción al voto, manipulación ideológica, imposición de valores, etc. Por ello Giddens (1991) se pregunta ¿deben los mismos sociólogos defender de forma activa y llevar a efecto acciones a favor de programas prácticos de reforma o cambio social? Hay quienes argumentan que la sociología solo puede preservar su objetividad si quienes la practican son cuidadosamente neutrales, pero aún si esto fuera posible, quedar al margen no necesariamente es ser neutral o imparcial en el examen de las cuestiones sociológicas, pues existe un nexo insoslayable entre el estudio de la sociología y las exigencias de la conciencia social.

Nadie que tenga conocimientos sociológicos puede ser inconsciente de las desigualdades de que existen hoy en el mundo, de la falta de justicia social y de las privaciones sufridas por millones de personas. Sería extraño que los sociólogos no tomaran posición sobre estos fenómenos y sería tan ilógico como poco práctico exhortarles a que no recurrieran al conocimiento sociológico para tal efecto. Un gran ejemplo de esta congruencia entre la labor como intelectual y el hacer frente a los problemas prácticos, es el de Anthony Giddens y Pablo de González Casanova, el primero con su libro La tercera vía (1999) y el segundo con La democracia en México (1965)

Es importante en este punto, deslindar la sociología del periodismo, sobre todo el denominado “de investigación”, que, en México desafortunadamente, es aún incipiente. Ambos son incomodos para la gente con poder, sin embargo, la sociología, a diferencia del periodismo, parte de un marco teórico-metodológico que le ayuda a plantear hipótesis, a elegir métodos de recolección de datos y de análisis, para concluir develando patrones, identificando causas y señalando consecuencias, que a su vez enriquecen o cuestionan el marco inicial; el periodismo en cambio, su meta es develar la realidad o el acontecimiento oculto, no precisamente explicarlo, mucho menos cambiarlo.

Los dominios especializados de la sociología

La sociología primero dedicó su interés a los hechos sociales de carácter religioso, jurídico, económico y moral; posteriormente, en una segunda etapa de su evolución, se inclinó a temas más específicos, surgiendo un interesante crecimiento de los estudios especializados en materia sociológica que, incluso, parece desmesurado, los cuales se pueden clasificar a partir del interés de quien los impulsa, a saber (Lapassade,1987):

i)sociología de la pobreza, de la juventud, de la migración, de la violencia, etc. normalmente son especialidades patrocinadas por gobiernos o dirigentes, interesados en conocer importantes cuestiones que afectan a estas colectividades, a fin de intentar un acercamiento y atenderlas;

ii)la sociología urbana, la de la educación, la de la salud, la del cine, la de las profesiones, la de la ciencia y la tecnología etc. son estudios que casi siempre responden a un interés genuino por parte de los científicos por comprender fenómenos emergentes que impactan a grupos, colectividades y la sociedad, y

iii)la sociología industrial, la del trabajo, la de las finanzas y de las organizaciones, etc. son temas, sobre los cuales no es fácil discernir si el interés que guía a quienes pretender abordarlos, es conocer para intervenir o simplemente conocer, casi siempre ello depende si el autor es un investigador o un consultor, también el interés puede cambiar con el tiempo, por ejemplo, en ocasiones los primeros estudios tuvieron como propósito conocer y los subsiguientes intervenir.

A continuación, se abunda en los grupos de especialidades antes citadas.

i) primer grupo de especialidades:

Sociología de la pobreza

En México el CONEVAL (Consejo Nacional de Evaluación del Desarrollo Social) es un organismo público, que agrupa expertos y dispone recursos para generar información objetiva sobre la situación de la política social, sobre la medición de la pobreza y la evaluación de los programas y acciones sobre desarrollo social, con el fin de mejorar la toma de decisiones en la materia. Específicamente declara las siguientes funciones: i) normar y coordinar la evaluación de la Política Nacional de Desarrollo Social y las políticas, programas y acciones que ejecuten las dependencias públicas; y ii) establecer los lineamientos y criterios para la definición, identificación y medición de la pobreza, garantizando la transparencia, objetividad y rigor técnico en dicha actividad (Coneval, 2016).

El Informe de la pobreza en México (Coneval, 2013) es una muestra de los trabajos sobre el tema y refiere que desde 2008 se inició la medición de la pobreza desde de una perspectiva multidimensional, es decir pobreza patrimonial, alimentaria y educativa. Esta obra refleja los cambios registrados del 2010 hasta 2012, lo que permite identificar avances y retos en materia de desarrollo social, insumo fundamental para la evaluación y diseño de las políticas públicas dirigidas a la superación de la pobreza y el impulso al bienestar económico y social de la población.

ii) segundo grupo de especialidades:

Sociología urbana

Surge, a partir de la década de los setentas del siglo pasado, cuando la ciudad se empieza a revelar como un problema central para políticos y dirigentes. Es en ese tiempo cuando los medios de comunicación masiva llaman la atención de temas tales como la ordenación de territorio, del medio ambiente, de la participación de los habitantes en decisiones que los involucran, como la renovación de los barrios, la construcción de ciudades satélites, etc. Es claro que se trata de un conjunto de problemas producidos por el crecimiento demográfico y por la industrialización que aumentan y complican en el espacio urbano, sobre los cuales la sociología tiene mucho que decir.

Tiempo antes de la clara emergencia de los problemas urbanos comentados en el párrafo anterior, se publica el articulo considerado como fundacional de la sociología urbana: “La ciudad: presupuestos para el comportamiento humano del medio urbano”, publicado en 1916 por Robert E Park en la revista American Journal de Sociologia (Lapassade, 1987). En este artículo, Park propone que el estudio de las ciudades se realice recurriendo a las técnicas de la sociología: la observación directa, el estudio de los casos, el análisis estadístico, la descripción de los diferentes tipos de oficios, el estudio de las instituciones políticas y de las subculturas marginales. Posteriormente las autoridades de la Ciudad de Chicago llamaron a Park para el estudio de los problemas urbanos que padecían en ese momento como la delincuencia juvenil organizada, la desintegración familiar, los sintecho, el suicidio, los ghettos, las zonas de elevado índice de inseguridad y la distribución geográfica de las enfermedades mentales. Los estudios urbanos de Chicago y los subsiguientes, han dejado claro varios puntos acerca de la ciudad y sus problemas sociales tales como (Lapassade,1987):

•La sociedad urbana no está dominada por una cultura unificada, sino por sub-culturas variadas, por lo mismo no es un sistema social unificado, sino varias colectividades cada una con su historia propia y su particular gama de oportunidades y limitaciones.

•El medio urbano aumenta la distancia social. La distancia social entre los grupos es más importante en las metrópolis que en las ciudades de menor importancia. Sin embargo, la separación entre grupos y sub-culturas no excluye la movilidad individual, al contrario, la promueve.

•La ciudad desocializa. La diferenciación y la movilidad llevan a que se aprenda a vivir sin que se nos preste atención y sin prestar atención a los demás. Las personas desocializadas, anómicas, tienden a agruparse en barrios, pero no crean vínculos sociales sólidos. Son los barrios de la enfermedad, del suicidio, de los trastornos mentales.

•En la gran ciudad la tasa de criminalidad es elevada, cuando se integra por colectividades que fomentan las conductas desviadas y las formas de desviación tienden a agruparse en un número limitado de lugares asociados con la pobreza y el desempleo.

•La ciudad tiende a extenderse, a crecer siempre, a integrar a todos los suburbios de la zona, hasta lograr ser una megalópolis.

Sociología de las profesiones

Ha avanzado en la comprensión de las múltiples ocupaciones producto de la división del trabajo en una sociedad. Las ocupaciones surgen cuando ciertos individuos muestran roles y funciones comunes, movidos por el interés de hacer cosas diferentes con respecto a otras gentes, a fin de recibir dinero a cambio. Por lo anterior, los que comparten ocupación u oficio, tienen un sentido de solidaridad e identidad, profesan una conducta apropiada y modos de pensamiento comunes con respecto a los asuntos que conciernen a su actividad (McMurray, 2010).

La profesión, es una ocupación que goza de una posición privilegiada con respecto a otras, consiste en una aceptación generalizada de una esfera de exclusividad con respecto a la teoría y la práctica relacionada con su actividad. La exclusividad se refiere a la exclusión de individuos de la práctica cuando carecen de determinadas competencias, las cuales deben obtener y acreditar en las organizaciones diseñadas para tal efecto, las universidades, entre ellas. Adicionalmente, las profesiones tienen derecho de jurisdicción, que es el espacio de práctica dentro del cual, un miembro de una profesión puede reclamar un salario o cuota por la aplicación de un conocimiento esotérico, sistemáticamente formulado y aplicado a los problemas de un cliente (McMurray, 2010).

La jurisdicción es sostenida mediante la licencia y el mandato. Licencia se refiere al derecho de practicar una actividad y el mandato se refiere al derecho definir la conducta apropiada, modos de organización y entendimiento, derivados del conocimiento esotérico que se posee y profesa. Obtener una licencia y mantenerla es un proyecto activo en la que los profesionales tienen que justificar y convencer al público, a otras ocupaciones y al Estado. Los límites de la jurisdicción que concede la licencia y mandato de una profesión no son estáticos, por ejemplo, la profesión médica tiene una larga historia de extender su mandato a nuevas áreas de la vida individual y social, por ejemplo, cuando abordan con autoridad cuestiones como dieta, relaciones sexuales, población y reproducción, temas que en otros tiempos era preservados al individuo, la iglesia o el Estado (McMurray, 2010).

Es evidente que los profesionales de hoy en día, han desplazado a sus antecesores: profetas, magos y sabios quienes basaban su autoridad en un conocimiento que manejaban como de su propiedad y de acceso restringido; el profesional actual, en contraste, maneja el conocimiento con una visión de sistema abierto, facilitando con ello la competencia entre ocupaciones/profesiones y la posibilidad de su desplazamiento, resultado del progreso del conocimiento mismo que lo hace fácilmente aplicable por otras sub-profesiones o incluso por el mismo cliente a quien sirve, la auto-medicación es muy claro ejemplo (Scott, 2008).

Sociología de la ciencia y la tecnología

Uno de los primeros estudiosos fue Robert K Merton (1973), estadounidense famoso también por sus estudios sobre el fenómeno burocrático y considerado padre de la técnica Focus Group. De cómo se genera el conocimiento denominado científico y quienes son los encargados de ello, sus métodos y medios de comunicación de sus hallazgos, así como las condiciones que lo favorecen o retardan su producción, fueron los motivos del trabajo pionero de Merton en materia de sociología de la ciencia y la tecnología, empresa que no ha sido fácil pues se trata de una auto-evaluación de la comunidad científica. Le sigue en importancia sobre este tema, el francés Bruno Latour quien ha producido varios textos, muchos de ellos originalmente en inglés, siendo uno de los primeros La ciencia en acción (1987) en cuya introducción el autor aclara que la sociología de la ciencia no debe ser confundida con la sociología de los científicos, sus carreras, sus recompensas, de sus maniobras, de sus pequeñas cocinas; tampoco debe pensarse, sigue diciendo Latour (1987) que la sociología de la ciencia, es el estudio del error que la ideología o los aspectos sociales introducen en la verdad científica. El interés de la sociología de la ciencia son los objetos que usa, los contenidos y las teorías en sí.

En La ciencia en acción, Latour logra un análisis muy real y crítico de la misma, demostrando como el contexto social y los contenidos técnicos son esenciales para una comprensión plena de la actividad científica. Enfatiza que a diferencia de la filosofía que es reflexiva, la ciencia sólo puede ser entendida mediante su práctica, por eso la ciencia en acción es el examen del rol de la literatura científica, las actividades del laboratorio, el contexto institucional de la ciencia en el mundo moderno (patentes, empresas, universidades) y los medios por los cuales los descubrimientos llegan a ser aceptados, dando como resultado una fotografía muy real de la ciencia, a tal grado que cambió nuestra concepción original de la generación del conocimiento científico como algo ordenado y aséptico.

En otro libro Latour (1993) fiel a su enfoque de observar la práctica de la ciencia, presenta una serie de casos de estudio destacando entre ellos un análisis histórico de los trabajos de Pasteur, el biólogo francés que descubrió los microbios y su método de eliminación denominado en su honor: pasteurizacion; Latour, estudiando el trabajo de Pasteur y sus seguidores desde 1870 hasta 1914, muestra como la bacteriología y la sociedad francesa se transforman de manera conjunta, al mostrar la resistencia de la iglesia por aceptar el descubrimiento por su relación con el infierno, su posterior aceptación y aplicación, dio lugar a una revolución en la medicina (higiene), pero también en la industria alimenticia (producción y consumo de lácteos) y finalmente en la ciencia misma, con el reconocimiento de la microbiología como un cuarto reino de la naturaleza. Los trabajos de Latour sobre Pasteur se publicaron originalmente en francés en 1984 con el título de Pasteur: guerra y paz con los microbios y se traducen al inglés en 1993 con el título La pasteurización de Francia.

iii) tercer grupo de especialidades

Sociología de las Finanzas

Los años recientes han sido testigo de un surgimiento de trabajos acerca del funcionamiento de las instituciones y los mercados financieros desde ópticas diferentes a la economía; las recientes crisis financieras globales ciertamente han contribuido a este interés, especialmente la de 2008, muy bien evidenciada por el premiado documental dirigido por Charles Ferguson: Inside Job (Trabajo Confidencial, se tituló en español). Es evidente que hay una hipertrofia del sector financiero especulativo como fuente de grandes riquezas sin vínculo con la producción, que grandes riquezas monetarias se han generado con la intermediación de las bolsas de valores, como también grandes derrumbes de precios y cotizaciones de los papeles que circulan en ellas han esfumado los ahorros de mucha gente.

Los Economistas Consternados (Les Economistes Atterrés, 2011) un grupo de economistas europeos cuyo pensamiento diverge con respecto a la lógica económica actual, se refiere a la financierización de las empresas, cuando éstas y sus directivos son presionados a otorgar un mayor peso a los intereses de los accionistas, —los fondos de pensiones entre ellos— para así obtener mayores utilidades, pagar mayores dividendos y elevar de la cotización de las acciones en la bolsa. La financierizacion de las empresas resulta evidente cuando las bolsas o mercado de valores, en vez de ser los medios para facilitar la creación y expansión de estas, vía suministro de capital diverso y barato, se convierten prácticamente en sus controladoras, cuyos agentes consideran a las empresas como partes de un “portafolio de actividades” sin advertir los profundos cambios en su gestión que le imprimen, sobre todo en la forma en que se reparte el valor que crean.

De la Garza (2006) bosqueja el origen de esta hipertrofia o financierización de la economía y las empresas, partiendo del principio de que hay o debiera haber una relación entre el valor de una acción y el de los activos de una empresa que coloca títulos en el mercado de valores, sin embargo, llega un momento en que las acciones parecen que tiene capacidad de reproducirse por sí mismas, porque su precio se eleva o disminuye por el juego de la oferta y la demanda como si fueran mercancías, cuando en realidad son “papeles”, surge entonces una especie de “fetichizacion” porque el valor de las acciones está impregnado de subjetividad y de relaciones de poder, por lo mismo se vuelven capital (riqueza) aunque su valor es de cambio, no como el capital físico (maquinaria y equipo) que tiene valor de uso.

Según de la Garza (2006), las crisis financieras no son tanto por separación excesiva entre el valor de los activos de las empresas y el precio de las acciones, sino por pánicos subjetivos motivados por factores aleatorios, que Taleb (2005) un ex-corredor de la Bolsa de New York, busca identificar y explicar, sin que lo logre del todo. Lo que es un hecho es que, la financierizacion de las empresas, genera efectos sociales perversos como cuando las personas ganan más en una inversión financiera especulativa, que en una inversión productiva y se omite que una parte importante de la acumulación de capital o riqueza se ha desprendido del trabajo como actividad material.

Bajo esta óptica los sociólogos de las finanzas estudian las instituciones financieras modernas, los tipos de actores involucrados en las transacciones de esta naturaleza, específicamente las bolsas de valores, las casas de bolsa, las agencias calificadoras, las tecnologías que facilitan las operaciones y en general, el rol de la economía financiera en la riqueza de las empresas y naciones. Knorr-Cetina y Preda (2006 y 2012) los pioneros en el tema se proponen en su más reciente trabajo, llevar al cabo un análisis del sistema financiero actual, que data de 1980, formulando las preguntas siguientes: ¿Cuándo se plantaron las semillas del sistema financiero actual y como llegó a tener la gran influencia que tiene? ¿Facilitaron los gobiernos este desarrollo? ¿Qué teorías económicas sustentan e impulsan la expansión del sistema financiero? ¿Qué rol juegan en las transacciones financieras, variables sociales tan importantes como la confianza? ¿Emergen tipos específicos de finanzas en culturas especificas? Desde las ópticas empírica, sociológica y cultural, ¿Qué es un mercado financiero? Coordinando un grupo de autores de procedencia europea, estadounidense y asiática, Knorr-Cetina y Preda, revisan una variedad de temas relativos al rol de las finanzas en un mundo globalizado y su desarrollo histórico, buscando dar respuesta a las preguntas antes citadas. En México, Escalante (2016) ha señalado otras consecuencias de esta forma de pensar la economía que inexplicablemente se normaliza con su enseñanza en las universidades.

Sociología del trabajo

Esta especialidad adquiere una gran fuerza y legitimidad, al publicarse en Francia en 1961 el Tratado de Sociología del Trabajo de Friedmann y Naville (1963), en la cual se resalta la importancia del trabajo en la sociedad moderna. En sus dos tomos, los autores de esta obra fundacional concentran los trabajos de otros sociólogos que más tarde adquirirían brillo propio, como Michel Crozier y Alain Touraine. Posteriormente, en el año 2000, Enrique de la Garza, profesor de la Universidad Autónoma de Metropolitana de la CDMX, coordinó la publicación del Tratado de Latinoamericano de Sociología del Trabajo, que agrupa trabajos empíricos de buena parte de los especialistas de este campo en la región. El mismo autor, en 2006, complementa y actualiza el Tratado al publicar: Teorías Sociales y Estudios del Trabajo: nuevos enfoques, ofreciendo una nueva oleada de visiones teóricas y trabajos empíricos sobre el tema, realizados en la América Latina por un nutrido grupo de autores.

La sociología del trabajo se concentra en el estudio, en sus diversos aspectos, de todas las colectividades humanas que se constituyen con motivo del trabajo. La definición de trabajo es un punto fundamental: es la acción humana, pero con algún grado de obligatoriedad, sea de naturaleza externa o interna; la influencia interna puede provenir de una disciplina libremente consentida, como es la del artista que realiza una obra de gran aliento, sin ser presionado por la necesidad, como cuando Marcel Proust, escribió En busca del Tiempo Perdido, gozando de holgura económica; la influencia seria externa, como cuando Balzac presionado por sus acreedores escribió La Comedia Humana; ambos escritores, gloria de las letras francesas, fueron trabajadores de la literatura. En resumen, cualquier actividad, incluso la creativa, es trabajo en la medida que implica una obligación, se distingue de la acción libre de cualquier presión, como sería la lectura o cualquier pasatiempo. (Friedmann y Naville, 1963).

Para de la Garza (2006) el trabajo puede entenderse como la transformación de un objeto como resultado de la actividad humana. Esta actividad no es aislada, sino que implica cierta interacción con otros individuos y como resultado de esta, el individuo se transforma, porque el trabajo implica cierto nivel de conciencia, en cuanto a las metas, la manera de lograrlas y los resultados. Este nivel de conciencia es el que se erosiona con la rutina proveniente de una excesiva división técnica del trabajo, típica del trabajo asalariado; el contraste es claro entre un productor independiente y un trabajador asalariado, el primero vende su producto por un precio y conserva su personalidad; un asalariado en cambio, al no identificar el fruto de su trabajo por estar muy dividido, prácticamente se vende a sí mismo, pierde su dignidad como persona y se convierte en un esclavo del salario. Para Chomsky (2017), los trabajadores hacen huelga no solo para conseguir pan sino también rosas, es decir, por su dignidad y su independencia, por sus derechos como hombres y mujeres libres.

Pero el concepto de trabajo va más allá del asalariado, incluye el no-remunerado como el doméstico y cualquier forma de colaboración obligada como las de naturaleza espiritual, familiar y asistencial. La sociología también amplía su campo para incluir el no-trabajo, esto es actividades de ocio, diversión y de superación, en el caso de los trabajadores activos, incluyendo estudios sobre los inactivos por desempleo, incapacidad o jubilación. Recientemente se ha puesto interés en las formas precarias de trabajo como el informal, el temporal, el creativo, el subcontratado, el que realizan los migrantes indocumentados, etc.

Los mas recientes estudios empíricos de la sociología del trabajo para la América Latina (AL de aquí en adelante) se sintetizan como sigue (de la Garza, 2006):

•Implantación de nuevas tecnologías en empresas. Se constata que las nuevas tecnologías de producción, como robotización y procesos controlados por computadoras, están presentes en la industria y en sectores avanzados como la banca y las telecomunicaciones, pero se trata de un número reducido de empresas, casi siempre de tamaño grande y cuya producción se dirige al mercado externo. El hallazgo cuestiona la idea de que, en AL, se concentran los procesos que insumen mucha mano de obra, sugiriendo la idea de que los costos de transporte, de energía, los impuestos, etc. se ponderan junto con los de la mano de obra, para decidir la localización de las plantas.

•Nuevas formas de organización del trabajo (NFOT). Agrupando bajo este rubro a técnicas diversas de organización y gestión tales como: calidad total, equipos de trabajo, justo a tiempo, re-ingeniería, gestión por procesos, etc. resulta interesante hacer notar que las investigaciones empíricas sobre este tema en AL, reportan que, como las nuevas tecnologías de producción, las NFOT están presentes pero de manera selectiva (en empresas grandes y orientadas a la exportación) e incompleta, más aún, su adopción no va asociada a las nuevas tecnologías, como la teoría anticipaba.

•Flexibilidad del trabajo. Es un tema con varios ángulos de aplicación, todos ellos ligados a la productividad y al salario, a saber: i) flexibilidad laboral: implica contratar sin el derecho a beneficios por antigüedad y estabilidad laboral, pero asociada a un aumento salarial y compensaciones por la productividad lograda más allá de cierta meta. ii) flexibilidad en la tarea o polivalencia: los trabajadores no tienen definido un puesto o un grupo de tareas especializadas, más bien están en disponibilidad de realizar una gama extensa de ellas; y iii) flexibilidad en el horario, es decir, no se tiene horas fijas de entrada y salida en el lugar de trabajo, pero sí la obligación de acumular cierto número de horas a la semana o entregar un volumen de trabajo determinado. Los estudios empíricos sobre la adopción de la flexibilidad y sus impactos son dispersos y no concluyentes, adicionalmente, su escasa difusión se explica por las modificaciones legales aún pendientes, como es el caso de México, por la resistencia de los obreros a que una flexibilización tenga como consecuencia una precarización del trabajo.

•Encadenamientos productivos y redes de empresas. Este tema, muy influenciado por las teorías de la organización y la gestión, aun cuando consideran a diversos agentes interactuando, tienen como unidad de análisis a la empresa y ponen sus intereses como centrales. Sobre el punto, la sociología del trabajo ha realizado estudios sobre las consecuencias de la subcontratación (“out-sourcing”) y la precarización del trabajo.

Para finalizar este punto y antes de pasar al abordaje de la sociología de las organizaciones y la de la empresa, resulta interesante señalar la interrelación de la sociología del trabajo con ellas. Al concentrarse en el estudio de la conducta social que tiene su origen en el proceso productivo, la sociología del trabajo tiene una importante área de traslape con la de las organizaciones, pero va más allá cuando, como antes se comentó, al incluir aspectos vinculados al trabajo, pero ubicados más allá del espacio organizacional, como la familia obrera, las organizaciones laborales, las formas de ocio y diversión de los trabajadores, etc. así como el trabajo no remunerado y el informal. (ver figura 1-2)

Figura 1-2: Traslape de dominios sociológicos Fuente: propia

La sociología de las organizaciones por su parte se constriñe al espacio de la organización, pero su estudio no se reduce a los trabajadores y sus vínculos, incluye también a los empleados y directivos, así como a los proveedores y a los consumidores —en cuanto a sus relaciones interesadas con la organización— y los impactos sociales y ambientales de la propia organización. La sociología de la empresa, por su parte, es un tema particular de la de las organizaciones (ver Figura 1- 2) desde el momento que la empresa, especialmente la mercantil, es un tipo particular de organización, pero de mucho interés en las economías de mercado.

La sociología de las organizaciones

Desde hace varios años se acepta que todo proceso social o bien tiene su origen en la organización formal o está fuertemente mediado por ella, porque vivimos en una sociedad organizacional y nuestra conducta está asociada a colectividades, por tal motivo, el estudio de la organización está en el núcleo de las ciencias sociales. Actualmente se ven a las organizaciones como elementos importantes en la explicación en áreas claves de la sociología tales como: estratificación, procesos políticos, sicología social, movimientos sociales, cambio social, etc.

El peso de las organizaciones en la sociedad ha impuesto un tema para la sociología que es dilucidar si este gran invento de la sociedad moderna y su proliferación, que suple a la familia y al Estado en el suministro de ciertos bienes y servicios, ha valido la pena por sus beneficios sociales o, por lo contrario, se ha convertido en fuente de poder que rebasan al Estado y ponen en peligro la convivencia y el bien común. Cobra relevancia el debate, a raíz que muchos países han concedido el estatus de persona a las organizaciones, engendrando con ello a personas ficticias2 con todos los derechos de las personas físicas, pero sin toda la gama de obligaciones (Searle,2014).

La sociología de la organización, según Bernoux (2009), parte de la pregunta general ¿cómo explicar el comportamiento de los individuos y los grupos en el seno de las organizaciones? poniendo el método como algo crucial, mientras que otros autores (Mayntz,1972; Perrow,1991) le atribuyen como propósito el análisis de las organizaciones y su impacto individual y social, específicamente en cuanto a:

i)sus formas de interacción social: es decir si el ingreso, permanencia y relación de la gente con ellas es voluntaria, es de cooperación interesada, es por la fuerza, etc.

ii)su estructuración, es decir: la manera en que impone un orden en su interior para lograr la cooperación.

iii)su gobierno y sus fines, es decir, quién define y cómo maniobra para lograr los fines organizacionales.

iv)sus procesos internos, es decir, la toma de decisiones, el manejo del conflicto, etc. y

v)sus relaciones con el medio circundante, es decir ¿en qué medida la organización es económica, social y ambientalmente responsable en cuanto a la definición de sus propios fines y los métodos que usa para lograrlos?

El análisis sociológico de las organizaciones es una forma científica y crítica de describir el fenómeno y examinar sus impactos, tiene una gran diferencia con la gestión de las organizaciones o “management” que busca prescribircomo se deben conducir o estructurar3, en función al interés de quienes controlan la organización. Por el contrario, la sociología de las organizaciones tiene un gran traslape con la teoría de la organización, esta última, además de la visión sociológica, busca incorporar los aportes de la antropología, la psicología, la matemática, la teoría de sistemas, etc. en la descripción y explicación del funcionamiento y forma de las organizaciones.

A continuación, se dan a conocer los orígenes de los desarrollos y aportes fundamentales de la sociología de las organizaciones y sus autores; el tiempo y el lugar, en buena medida explican la esencia de sus contribuciones:

•Alemania: Max Weber (1864-1920) gran estudioso de la economía y la sociedad en la modernidad fue el primero en hacer notar la emergencia de la burocracia como una forma de organizar, técnicamente superior a las anteriores, la cual pronto es adoptada por las grandes empresas. Weber es considerado el fundador de la sociología de la organización mientras que su discípulo Robert Michels (1876-1936) al realizar un análisis sociológico sobre un partido político alemán y contra lo esperado, concluye que la democracia organizacional es una imposibilidad en la burocracia, sellando su hallazgo con la frase: la ley de hierro de la oligarquía, que lo inmortaliza. Actualmente, Renate Mayntz es de las pocas mujeres estudiosas de sociología de las organizaciones que tiene un texto específico sobre el tema (1972).

•Francia: de la sociología del trabajo se desprende de manera natural la de las organizaciones, su autor más notable es Michel Crozier (1922-2012) siendo El fenómeno Burocrático (1963) su primer libro sobre el tema, pero será en El actor y el sistema (1977) —escrito junto con Erhard Friedberg— en el que fundamentará su método denominado análisis estratégico centrado en el poder y en la consideración clave: de que los individuos son inteligentes y reaccionan ante cualquier restricción a su libertad. La línea de Crozier ha sido continuada y ampliada por Bernoux (2009) y su grupo (Ambalard, Bernoux, et al 2005), cuyos textos incluyen casos concretos de intervención en empresas y organismos.

•España: El sociólogo de mayor reconocimiento en la actualidad es Antonio Lucas Marín quien transita de la organización a la empresa (1994), su último trabajo es junto con Garcia-Ruiz (2002). En el mismo sentido esta el trabajo de Alonso y Fernandez-Rodriguez (2018).

•Estados Unidos: el interés por el análisis sociológico de las organizaciones inicia con Talcott Parsons (1902-1979) quien las ubica claramente como elementos clave en el funcionamiento del Sistema Social, que era el principal propósito de su obra (1952). Parsons había estudiado en Alemania y tradujo la obra de Weber al inglés y se dice que de manera deliberada tradujo dominación como autoridad buscando eliminar la noción de conflicto que Weber concedia al termino dominación, a esta traducción se le denomina la parsonizacion de Weber (Clegg,Courpasson y Philllips, 2006). Posteriormente, la sociología de la organización se confunde con la teoría de la organización, una muestra de este traslape, son los trabajos de Merton et al (1952), Selznick (1952), Gouldner (1954) y Whyte Jr (1961), entre otros, que buscan develar los impactos de las organizaciones burocráticas —que se presume racionales y eficientes— en el individuo y la sociedad. Mención aparte merece Mayo (1945) fundador de la corriente de las relaciones humanas en las organizaciones, que se estudiara con más detalle en el capítulo 4. Textos específicos de Sociología de la Organización son los de Perrow (1991) y Etzioni (1964), este último, aunque de origen alemán, hizo la mayor parte de su carrera en los Estados Unidos.

•América Latina: como en los Estados Unidos, tampoco hay una clara frontera entre la sociología y la teoría de la organización. Con justicia podría señalarse al argentino Bernardo Kliksberg como el pionero en el tema por sus dos tomos sobre El Pensamiento Organizativo (1975). Esta revisión crítica de la corriente principal en ese tiempo, es el preámbulo para sus subsiguientes trabajos que hasta la fecha fluyen, que insisten en la necesidad de lograr una gestión social de las organizaciones latinoamericanas; vale la pena comentar un trabajo previo de Kliksberg (1973) que reúne textos propios y de Michel Crozier, Georges Friedmann y Paul Fraisse, revisando la pertinencia de la burocracia, las relaciones humanas y el marketing, cuestionando su supuesta universalidad y rechazando su exposición ahistórica, para la época era algo insólito. En México, dos profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM): Eduardo Ibarra y Luis Montaño (1984) publican Mito y poder en las organizaciones, después de vencer la férrea resistencia de las autoridades universitarias por la orientación critica de su contenido. La segunda parte de ese libro está dedicado a la Sociología de la Organización. Tiempo después (1995) en la UAM se inaugura el primer Programa de Doctorado en Estudios Organizacionales, dando con ello un impulso definitivo y sostenido al análisis sociológico de las organizaciones.

Definición, diversidad y diferenciación de las organizaciones

Las organizaciones son sistemas sociales de acción colectiva orientadas hacia el logro de fines concretos (Mayntz, 1972), esta definición se complementa con los siguientes rasgos indispensables:

1.Cuentan con reconocimiento legal que brinda permanencia y legitimidad al sistema social y con ello se distingue de la acción colectiva efímera como la protesta callejera.

2.Muestran una mínima estructuración u orden interno que divide el trabajo y asegura regularidad en las conductas, y

3.Tiene una coordinación consciente, ejercida por un grupo que tiene por responsabilidad la fijación de metas y el logro de estas.

De esta manera nuestro objeto de estudio se concentra en lo formal y legal, eliminando a la delincuencia, al mitin callejero y a otras colectividades efímeras y fluidas, como las sectas o los movimientos terroristas, no porque no posean importancia, sino porque aún no se cuenta con las teorías y métodos adecuados para abordarlos. De cualquier manera, es evidente que existe una gran diversidad y diferenciación de organizaciones las cuales se pueden distinguir en función a una tipología basada en dos ejes principales:

•Objetivos primarios: i) Realización Social, que es el caso de los Organismos) y ii) Realización económica que es el caso de las Empresas Mercantiles) y

•Propiedad: iii) publica, iv) privada y v) social,

de esta manera se distinguen seis posibles especies de organizaciones, tal como se muestra en el Cuadro 1.1.

Cuadro 1-1: La diversidad de las organizaciones y su propiedad

Objetivos primarios

Propiedad publica

Propiedad privada

Propiedad social

observaciones

Realización social:

Organismos

Fundaciones

Sindicatos

Partidos Políticos

Asociaciones Voluntarias (ONG y Clubes)

Los Hospitales, Universidades,

Museos, Empresas Creativas y Culturales y Centros de Investigación Científica, pueden ser de propiedad pública, privada, social o púbico-privado.

Las cárceles pueden ser públicas o privadas.

Las Iglesias* pueden ser de propiedad privada o social.

Realización económica:

Empresas mercantiles

(2)

(3)

cooperativas

Los bancos pueden ser de propiedad privada o pública.

Fuente: propia; (1) La mayor parte de los organismos son públicos. (2) Las empresas públicas son escasas, en México serian Pemex y CFE aun considerando su nuevo estatuto jurídico: Empresas Productivas del Estado. (3) La mayor parte de las empresas mercantiles son privadas. (*) Las Iglesias en la antigüedad, por el poder que acumulaban, se confundían con el Gobierno, pero en la modernidad tienen más rasgos de organización, aun así, su gran tamaño y poder espiritual las vuelve muy complejas y difíciles de tipificar, incluso algunas llegan a poseer empresas mercantiles.

Pocos de los seis posibles tipos de organización del Cuadro 1-1 están claramente asociados con una “especie” de organización conocida, por ejemplo, fundaciones y sindicatos son típicamente organismos de propiedad privada, mientras que las cooperativas son empresas de propiedad social; otras no tienen esa clara asociación con un tipo de propiedad, tal como se indica en la columna observaciones del cuadro antes citado. No obstante, la tipología anterior deja al descubierto las bases de la diversidad organizacional y anticipa como cada tipo de organización demanda formas diferentes de estructuración y gestión.

Por ejemplo, en cuanto a participación de la gente: la universidad es muy diferente de la empresa mercantil, esta última es autócrata es decir los propietarios mandan, mientras que la primera es más abierta a la participación de sus miembros en su gobierno y gestión. Las cooperativas son democráticas en su conducción y gobierno, cada miembro es un voto en la asamblea, su máximo órgano, mientras que, las empresas mercantiles son plutocráticas, pues los votos dependen de la propiedad, a mayor propiedad más votos. En cuanto a estructura, las empresas creativas-culturales, como se verá en el capitulo 8, tienen una parte con estructuras flexible donde los creadores trabajan con libertad y una parte rígida y burocrática donde están los administradores sujetos a reglas y normas. La orquesta sinfónica o la compañía de opera son ejemplos.

La prisión, los hospitales psiquiátricos y los campos de concentración de migrantes, contrastan con la empresa mercantil en cuanto el acceso a ella, en la en las primeras, el ingreso y permanencia es contra la voluntad de las personas, mientras que en la empresa mercantil los empleados y consumidores son más libres de interactuar con ella. A las organizaciones en las que la gente permanece contra su voluntad, se les denomina instituciones totales, término acuñado por el sociólogo canadiense Irving Goffman (Clegg, Courpasson y Philips, 2006) para referirse a ciertas organizaciones que cuentan con poder concentrado que al rodear completamente a la persona le impiden escapar, señalando que las instituciones totales son sólo un caso extremo de lo que sucede en las organizaciones normales en materia de poder e influencia.

Otra forma de vislumbrar la diversidad es la indicada por Scott y Davis (2007) y sus tres modelos alternativos para concebir, armar y conducir a las organizaciones, a saber: i) sistemas racionales, ii) sistemas naturales, o iii) sistemas abiertos:

i)Sistemas racionales: la conducta de la organización y sus participantes es vista como acciones coordinadas y ejecutadas por agentes conscientes de los objetivos de la organización y dotados de normas y políticas de actuación fruto de un proceso de formalización constante. El lenguaje empleado está cargado con términos tales como información, conocimiento, eficiencia, optimización, etc. proyectando la idea del cálculo racional como base de las decisiones y acciones dirigidas al logro de objetivos claros, que una vez tomadas son implementadas bajo la guía de una jerarquía y procedimientos establecidos. La metáfora que subyace a este modelo es la máquina.

ii)Sistemas naturales: en este modelo se acepta que las organizaciones poseen múltiples objetivos, porque no solo son medios para cumplir un fin externo, algunos de sus integrantes tienen los suyos propios, por ejemplo, la supervivencia de la organización llega a ser un fin en sí mismo. Es el caso de las empresas familiares que declaran formalmente que su fin es servir a un mercado y a sus consumidores con bienes de calidad, pero de manera implícita pretenden de manera prioritaria aumentar el patrimonio familiar para legar una buena herencia a sus descendientes. Bajo esta visión, resulta natural que, al momento de tomar decisiones, los objetivos entren en conflicto y este sea manejado usando el poder, al margen de las estructuras formales. Las estructuras informales llegan a ser cruciales pues brindan capacidad de reacción y ajuste a la organización y a quienes la controlan. Los partidarios del sistema natural argumentan que, ante las múltiples contingencias, es poco probable que los planeadores anticipen una estructura organizacional y reglas formales capaces de encauzar todas las posibles opciones de conducta de los integrantes, llevando a estos últimos, a improvisar, algunas veces incluso, para bien de la organización. En suma, el modelo natural, complementa al racional al incluir en su visión la posibilidad de múltiples objetivos, operando con apoyo de una mezcla de estructuras formales e informales. La metáfora que subyace en este modelo es el organismo biológico.

iii)Sistemas abiertos, este modelo incluye a los anteriores agregando la complejidad propia de los sistemas sociales, es decir, asume que las organizaciones cuentan con unidades de inteligencia y con la capacidad de aprender para interactuar con su medio ambiente y no solo para adaptarse como en el modelo natural, sino mutar o transformar sus estructuras para aprovechar el intercambio, romper la dependencia e incluso dominar a su entorno haciendo borrosa la frontera. Las unidades componentes o subsistemas de la organización, pueden estar “flojamente acopladas” es decir trabajar con cuasi-autonomía y cambiar y combinarse en la medida que la complejidad del ambiente lo demande. Las universidades y sus facultades, las divisiones de una gran empresa y las agencias de publicidad que realizan trabajos creativos, son algunos ejemplos de este modelo. Aquí no hay metáfora, pues es un reflejo muy próximo de la realidad de las organizaciones como sistemas sociales.

Sin contar con los casos extremos de prisiones o maquiladoras que presuponen el uso modelo sistema racional, todo parece indicar que no hay prescripciones para aplicar a un tipo de modelo de los antes mencionados. Una elección razonable puede ser función: i) de la naturaleza del bien o servicio que se esté manejando; ii) del mercado en el que se compita, iii) del tiempo, iv) de la tecnología; v) del tamaño de la organización, etc. Incluso la elección puede responder de la voluntad de los directivos o propietarios de optar por un modelo por considerarlo más humano. También es posible que más de un modelo estén en funciones en una organización compleja como una universidad, donde el modelo racional este aplicado en las licenciaturas con grandes volúmenes de alumnos, el modelo natural en el posgrado y un modelo de sistemas abiertos en las áreas de investigación.

La sociología de la empresa

Aun cuando parece un simple sub-conjunto de la sociología de las organizaciones, la sociología de la empresa, al concentrarse en este poderoso grupo de entidades, la lleva a poner en riesgo su independencia y convertirse en una sociologíaparala empresa, es decir, estar al servicio de la dirección; en gran medida esa es la crítica hecha a los trabajos de Elton Mayo en la Western Electric de Chicago, Estados Unidos en la década de los 20s del siglo pasado (Fraisse,1973; Ibarra y Montaño, 1984; Perrow,1991), considerado como el pionero de la sociología de la empresa, en el capítulo 4 se abundara sobre este tema. Dalton (1959), por el contrario, es el ejemplo de un trabajo independiente de un sociólogo que buscaba describir que es lo que en realidad hacía un director o gerente: decidir, mandar, calcular o negociar y descubre y describe como se mueve entre lo formal y lo informal, entre lo racional y lo social, etc.

Sainsaulieu (1997), por su parte, en su obra cumbre sobre la sociología de la empresa, pugna por un desarrollo social de la misma que a la postre sea su ventaja competitiva, argumentando que la calidad de una sociedad de producción como la empresa, que genere coordinación, solidaridad y creatividad entre sus actores, constituye una riqueza propia, que no se roba, ni se copia, ni se exporta. El desarrollo social de la empresa implica hacer frente a cuatro problemas que surgen en su interior y en relación con su entorno: i) la autonomía de los grupos de trabajo, ii) la cultura de empresa, iii) el cambio organizacional, y iv) la relación entre el trabajo y la sociedad. El desarrollo social de la empresa plantea el imperativo de poner al trabajo en el centro mismo del desarrollo económico y ello requiere contar con una gestión con capacidades sociológicas, se trata, remata Sainsaulieu, de reconstituir la sociedad global y la local, en el corazón de las actividades del trabajo.

En la misma óptica de una sociología de empresa colaboracionista, Alter y Dubonnet (1994) el primero sociólogo y colaborador de Sainsaulieu, y el segundo, directivo de una gran empresa pública francesa, publican un libro conteniendo la correspondencia entre ambos en sus intentos de implantar la sociología de la empresa en el organismo, que atravesaba en un momento de cambio muy importante de su historia; el organismo acepta la intervención de la sociología y sus aportaciones como elemento de reflexión incluso de decisión, sobre las opciones a seguir. Recientemente, Dupuy (2011) desde una postura más independiente, observa desde fuera a las empresas, mediante encuestas y entrevistas a trabajadores, empleados y directivos, demostrando como las estrategias de expansión, diversificación y descentralización, de las grandes empresas, ha llevado a sus directivos a perder el control de las mismas y cuando intentan recobrarlo con reportes y tableros de mando, el resultado es poco efectivo, lo cual no deja de ser preocupante por todo lo que está en juego y porque no se trata de errores sino de despiste.

Lucas y García (2002) demandan que la perspectiva sociológica de las organizaciones en general y de la empresa en particular, no busquen de forma inmediata la mejora de la productividad y la rentabilidad de la inversión, su interés debe radicar en los procesos sociales que ocurren en su interior y así alcanzar una comprensión más completa de la vida organizativa. Ello no significa que no tenga interés en la práctica empresarial, prueba de ello está en que los principales avances de la gestión derivan de estudios sociológicos y no es raro que suceda así porque en la práctica de cualquier oficio, las variables en juego tienden a reducirse, porque desencadenar la acción es lo importante no tanto como la explicación; en cambio la sociología busca dar una explicación amplia de los problemas y las posibilidades de acción en el seno de las organizaciones. En síntesis, dicen los autores mencionados, la intención de la sociología de la organización y de la empresa, debe ser fundamentalmente la comprensión y solo de manera secundaria, la intervención en busca de fines específicos de carácter económico.

Finalmente, Alonso y Fernandez-Rodriguez (2018) conciben a la empresa como paradigma inequívoco de la organización y se proponen en su obra revisar de manera critica los discursos gerenciales y organizacionales incorporando nuevas dimensiones como son la financierazación, la opresión de la economía de mercado, la innovación social, entre otros tópicos.

Precisiones necesarias sobre las organizaciones

Las organizaciones están sujetas a regulaciones y controles por parte del gobierno, sus agencias y las instituciones, las cuales delimitan su actuar, pero antes de precisar sobre este punto, conviene aclarar que, para las ciencias sociales, es muy importante tener claro que:

•el gobierno no es una organización