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En esta historia, la protagonista se va adentrando en las profundidades de sí misma acompañada por la sabiduría de un preparado chamánico ancestral con el que se conecta a través de sueños, y lo que va descubriendo la lleva al encuentro de la Pura Verdad. Esta novela puede inspirar a quienes están en una búsqueda auténtica hacia el camino del Ser.
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Seitenzahl: 64
Veröffentlichungsjahr: 2024
SYLVIA E. MARIN
Marin, Sylvia E.Sueños de ayahuasca / Sylvia E. Marin. - 1a ed - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5003-3
1. Narrativa. I. Título.CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Naufraga el ego en un mar de ilusiones, si se da cuenta,permite que la Presencia direccione las velas de su embarcación
Agradecimientos
Charlas de ayahuasca
Sueños de ayahuasca
Comienzo de la aventura
Segundo sueño
Tercer sueño
Cuarto sueño
Quinto sueño
Sexto sueño
Séptimo sueño
Octavo sueño
Noveno sueño
Décimo sueño
Décimo primer sueño
Décimo segundo sueño
Décimo tercer sueño
Los sueños de una antropóloga
I
II
III
Quienes colaboraron con el libro
Jorge Crescente
Milton Kalbermatter
M. Soledad del Río
Agradezco a Soledad del Río, Milton Kalbermatter y Jorge Crescente por su valiosa y sabia colaboración en este libro.
A Melissa, mi hija mayor, quien leyó la historia que yo había dejado olvidada durante muchos años y me impulsó a que la asomara a la luz.
A Giuliana, mi hija menor, por escuchar con atención tantos cuentos fantaseados por la mente de mi persona.
Y a toda la comunidad de Urkumanta, cuya amorosa presencia me motiva e inspira siempre.
Soledad: Para vos, ¿qué es la ayahuasca?
Jorge: Para mí, la ayahuasca es una posibilidad de destrabar el bloqueo neurótico obsesivo que, eventualmente, uno padece. Es un producto natural, de la tierra, preparado desde la antigüedad por los originarios de Amazonía. Este preparado formaría parte de la sociedad de estos pueblos, como medicina tradicional que purga o quita males que vienen de los demonios o duendes de la tierra, pero también de brujos que hacen su trabajo oscuro.
Se da a beber dentro de un marco ceremonial en donde hay alguien —llámese chamán— que organiza la dinámica que se establece durante el proceso psicoactivo que produce el preparado. Esta persona cuenta con la habilidad de recrear determinado clima emocional en el grupo, y esto lo logra a través de los cantos o ícaros. Son inspiraciones que llegan al chamán o también son tradicionales de las tribus. Cada persona tiene su propia experiencia, o viaje; esto se debe a que la problemática es individual y los recursos comprensivos de las personas también son diferentes. En general, luego de la experiencia, la programación cultural entra otra vez en rigor. La programación, eso que ya viene de la infancia y que ha creado esta mente educada, entra otra vez en acción. A no ser que haya una catarsis muy grande, una temática muy grande que supere tus capacidades interpretativas de la experiencia, querrás interpretar, acomodando algo que es de otra instancia a la perspectiva de la cual pretendes salir o trascender. Y eventualmente podrías decir “comprendí muchas cosas”, esta afirmación solo corrobora que nuevamente has pasado de la mente simbólica, propia de la experiencia, a la mente habitual, narrativa y cargada de significados.
¿Y sabés por qué no podés comprender? Porque analizás una situación, no por analizar, sino para buscar los argumentos que te digan o que te lleven, a lo que vos querés entender.
Así, cuando te encontrás con esto, ¿viste lo que pasa, cómo se alteran tus sensaciones? Se altera todo. Obviamente se te cae todo lo que tenías. Tus argumentos se caen. Te sentís distinta, rara. Entonces los argumentos, la supuesta seguridad se te empieza a caer. Entonces ya no te sirven las conclusiones que vos sacabas antes de que se te cayeran. Se empiezan a crear otras imaginaciones. Así, yo, por ejemplo, cuando estoy en trance es como que soy otro personaje. Cuando estoy de ayahuasca soy otro ser. Soy otro. Así como cuando estás durmiendo, sos otra persona o cosa.
A veces estás haciendo catarsis de tu drama. A veces te estás imaginando que estás en la selva. A veces te está... lo que sea. Pero eso forma parte de tu realidad subjetiva que te hace bien. En realidad, toda la realidad que nosotros conocemos es subjetiva. No es objetiva porque está todo impregnado por el conocimiento previo. Está todo impregnado. Vos sos lo que ves, todo está en el medio de la proyección de tus ideas sobre las cosas del mundo. Todo es así. Entonces, ya de por sí, somos seres imaginarios (...). Tenemos un don de crear ámbitos y convertirnos en parte de esos ámbitos. Porque todo esto está imaginado, es algo imaginado por el hombre y materializado por el hombre y ese es nuestro don (...). Lo que pasa es que, si el imaginario partiera del principio del sentir, sería otro mundo el que veríamos. Pero vivimos de ideas prestadas.
Soledad: ¿Te acordás de alguna ceremonia que haya sido como la que más te marcó o la que más te impactó?
Jorge: Y siempre las primeras. La primera te controla el miedo, el pánico, el control, lo habitual de lo que querés sentir trata de organizar algo a tu criterio, así es que la madre ayahuasca se convierte en la maestra de la frustración. Tal vez abrís los ojos y no estás acá, estás en otro lado. Una realidad onírica sin estar dormido. Una realidad paralela, que se conjuga con traumas del pasado, recreando una experiencia metafórica en donde ese dolor traumático puede ser comprendido y liberado en ese nuevo contexto creado por la mente sabia, o también, simbólica.
Sylvia: ¿Cómo aprendiste a cantar?
Jorge: Por el empujón de un curandero del Perú, Don Luis Culquiton, a quien recuerdo con cariño. Me dio pautas para cantar (...). El curandero lo que me dijo es: “Vos te tomás una cucharita sopera de ayahuasca en soledad y entona vocales, el canto va a ir saliendo, creará un contexto sagrado, el clima emocional dominará ese espacio”, así fue como fui empezando a cantar. Los tonos del canto atraen al ritmo, y este a la melodía; Sobre esta las palabras se posan para entonar un canto. La clave está en manejar los tonos y el ritmo. Si vos manejás los tonos y el ritmo no te preocupes por las palabras, la melodía te inspira y, como flores de una planta brotan las letras. La ayahuasca, potencia mucho la voz. Podes crear tonos, crear melodías, crear ritmos, crear sonidos. Es la ayahuasca.
Sylvia: Igual todo lo que vos cantás es improvisado.
Jorge: Sí, por eso digo que es fácil.
Soledad: Va saliendo en el momento.
Jorge: Claro, porque lo que te va inspirando es el canto. Eso, la melodía que se va generando. Y como estas con la ayahuasca, la inspiración es intensa. Porque lo que ves lo convertís en palabras. Es como una poesía. Y las personas que están en trance, de repente conectan con comprensiones no racionales, poéticas que vienen del sentimiento. Si te ponés a razonar lo que es una poesía, no la vas a entender. Pero estás en un estado expandido, entendés sin razonar, porque el canto trata de la existencia y no de sus significados.
Soledad: ¿Qué podrías decir de las ceremonias de ayahuasca como rituales?