Suites - Federico García Lorca - E-Book

Suites E-Book

Federico García Lorca

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Beschreibung

En esta obra, Lorca aplica a la poesía el concepto musical de "suite": composiciones integradas por diferentes movimientos que comparten la misma tonalidad. Así, los textos de este volumen comparten una única idea, pero llevándola al campo lírico. Se compone así una serie de poemas alrededor de un tema común. Suites estaba llamado a ser una de las obras monumentales de Lorca, pero se vio truncada por su asesinato.-

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Federico García Lorca

Suites

 

Saga

Suites

 

Copyright © 1919, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726479454

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

SUITE DE LOS ESPEJOS

SÍMBOLO

Cristo

tenía un espejo

en cada mano.

Multiplicaba

su propio espectro.

Proyectaba su corazón

en las miradas

negras.

¡Creo!

Vivimos

bajo el gran espejo.

¡El hombre es azul!

¡Hosanna!

Doña Luna.

(¿Se ha roto el azogue?)

No.

¿Qué muchacho ha encendido

su linterna?

Sólo una mariposa

basta para apagarte.

Calla... ¡pero es posible!

¡Aquella luciérnaga

es la luna!

Todo es abanico.

Hermano, abre los brazos.

Dios es el punto.

Un pájaro tan sólo

canta.

El aire multiplica.

Oímos por espejos.

Andamos

sobre un espejo

sin azogue,

sobre un cristal

sin nubes.

Si los lirios nacieran

al revés,

si las rosas nacieran

al revés,

si todas las raíces

miraran las estrellas,

y el muerto no cerrara

sus ojos,

seríamos como cisnes.

Detrás de cada espejo

hay una estrella muerta

y un arco iris niño

que duerme.

Detrás de cada espejo

hay una calma eterna

y un nido de silencios

que no han volado.

El espejo es la momia

del manantial, se cierra,

como concha de luz,

por la noche.

El espejo

es la madre-rocío,

el libro que diseca

los crepúsculos, el eco hecho carne.

Campanillas de oro.

Pagoda dragón.

Tilín, tilín,

sobre los arrozales.

Fuente primitiva.

Fuente de la verdad.

A lo lejos,

garzas de color rosa

y el volcán marchito.

En los ojos se abren

infinitos senderos.

Son dos encrucijadas

de la sombra.

La muerte llega siempre

de esos campos ocultos.

(Jardinera que troncha

las flores de las lágrimas.)

Las pupilas no tienen

horizontes.

Nos perdemos en ellas

como en la selva virgen.

Al castillo de irás

y no volverás

se vapor el camino

que comienza en el iris.

¡Muchacho sin amor,

Dios te libre de la yedra roja!

¡Guárdate del viajero,

Elenita que bordas

corbatas!

Adán y Eva.

La serpiente

partió el espejo

en mil pedazos,

y la manzana

fue la piedra.

Duerme.

No temas la mirada

errante.

Duerme.

Ni la mariposa,

ni la palabra,

ni el rayo furtivo

de la cerradura

te herirán.

Duerme.

Como mi corazón,

así tú,

espejo mío.

Jardín donde el amor

me espera.

Duérmete sin cuidado,

pero despierta,

cuando se muera el último

beso de mis labios.

El aire,

preñado de arcos iris,

rompe sus espejos

sobre la fronda.

Mi corazón

¿es tu corazón?

¿Quién me refleja pensamientos?

¿Quién me presta

esta pasión

sin raíces?

¿Por qué cambia mi traje

de colores?

¡Todo es encrucijada!

¿Por qué ves en el cielo

tanta estrella?

¿Hermano, eres tú

o soy yo?

¿Y estas manos tan frías

sonde aquél?

Me veo por los ocasos,

y un hormiguero de gente

anda por mi corazón.

El búho

deja su meditación,

limpia sus gafas

y suspira.

Una luciérnaga

rueda monte abajo,

y una estrella

se corre.

El búho bate sus alas

y sigue meditando.

EL JARDÍN DE LAS MORENAS FRAGMENTOS

PÓRTICO

El agua

toca su tambor

de plata.

Los árboles

tejen el viento

y las rosas lo tiñen

de perfume.

Una araña

inmensa

hace a la luna

estrella.

¿Quién segó el tallo

de la luna?

(Nos dejó raíces

de agua.)

¡Qué fácil nos sería cortar las flores

de la eterna acacia!

María del Reposo,

te vuelvo a encontrar

junto a la fuentefría

del limonar.

¡Viva la rosa en su rosal!

María del Reposo,

te vuelvo a encontrar,

los cabellos de niebla

y ojos de cristal.

¡Viva la rosa en su rosal!

María del Reposo,

te vuelvo a encontrar.

Aquel guante de luna que olvidé,

¿dónde está?

¡Viva la rosa en su rosal!

Limonar.

Momento

de mi sueño.

Limonar.

Nido

de senos

amarillos.

Limonar.

Senos donde maman

las brisas del mar.

Limonar.

Naranjal desfallecido,

naranjal moribundo,

naranjal sin sangre.

Limonar.

Tú viste mi amor roto

por el hacha de un gesto.

Limonar,

mi amor niño, mi amor

sin báculo y sin rosa.

Limonar.

NOCHE

SUITE PARA PIANO Y VOZ EMOCIONADA

RASGOS

Aquel camino

sin gente.

Aquel camino.

Aquel grillo

sin hogar.

Aquel grillo.

Y esta esquila

que se duerme.

Esta esquila...

El buey

cierra sus ojos

lentamente...

(Calor de establo.)

Éste es el preludio

de la noche.

La estrella

vieja

cierra sus ojos turbios.

La estrella

nueva

quiere azular

la sombra.

(En los pinos del monte

hay luciérnagas.)

La mano de la brisa

acaricia la cara del espacio

una vez

y otra vez.

Las estrellas entornan

sus párpados azules una vez

y otra vez.

Hay un lucero quieto,

un lucero sin párpados.

-¿Dónde?

-Un lucero...

En el agua dormida

del estanque.

El camino de Santiago.

(Oh noche de mi amor,

cuando estaba la pájara pinta

pinta

pinta

en la flor del limón.)

Aquella estrella romántica

(para las magnolias,

para las rosas).

Aquella estrella romántica

se ha vuelto loca.

Balalín,

balalán.

(Canta, ranita,

en tu choza

de sombra.)

La osa mayor

da teta a sus estrellas

panza arriba.

Gruñe

y gruñe.

¡Estrellas niñas, huid;

estrellitas tiernas!

Doña Luna no ha salido.

Está jugando a la rueda

y ella misma se hace burla.

Luna lunera.

Y las estrellas pobres,

las que no tienen luz,

¡qué dolor,

qué dolor,

qué pena!,

están abandonadas

sobre un azul borroso.

¡Qué dolor,

qué dolor,

qué pena!

En Sirio

hay niños.

Ábrete, sésamo

del día.

Ciérrate, sésamo

de la noche.

El espacio estrellado

se refleja en sonidos.

Lianas espectrales.

Arpa laberíntica.

No puedes contemplarte

en el mar.

Tus miradas se tronchan

como tallos de luz.

Noche de la tierra.

REMANSOS

Ciprés. (Agua estancada.)

 

Chopo. (Agua cristalina.)

 

Mimbre. (Agua profunda.)

 

Corazón. (Agua de pupila.)

MOMENTOS DE CANCIÓN

CANCIÓN CON REFLEJO

En la pradera bailaba

mi corazón.

(Era la sombra

de un ciprés

sobre el viento.)

Y un árbol destrenzaba