También hay duelo en las damas - Pedro Calderón de la Barca - E-Book

También hay duelo en las damas E-Book

Pedro Calderón de la Barca

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Beschreibung

También hay duelo en las damas es una de las comedias de Pedro Calderón de la Barca, uno de los géneros dramáticos que más cultivó el autor, por detrás de los autos sacramentales. En ellas se suelen mezclar los enredos amorosos y familiares con los equívocos y las situaciones humorísticas.

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Seitenzahl: 114

Veröffentlichungsjahr: 2020

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Pedro Calderón de la Barca

También hay duelo en las damas

 

Saga

También hay duelo en las damasCover image: Shutterstock Copyright © 1650, 2020 Pedro Calderón de la Barca and SAGA Egmont All rights reserved ISBN: 9788726499858

 

1. e-book edition, 2020

Format: EPUB 3.0

 

All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

 

SAGA Egmont www.saga-books.com – a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAS.

Don Felix. Don Juan . Don Pedro . Don Fernando , viejo. Don Alonso , viejo. Tristan lacayos.Simon lacayos.Celio , criado.Violante , Dama. Leonor , Dama.Isabel criadas.Ines criadas.Alguaciles y gente.

___________

JORNADA I.

Sale Violante con un papel en la mano, é Isabel con dos bugías.

 

Viol. Llega, Isabel, esa luz.

Isab. ¿Otra vez á leerle vuelves?

Viol. Y no te parezcan muchas

Otra vez y otras mil veces;

Que un papel discreto es

Amigo tan elocuente,

Que siempre está deleitando,

Por mas que esté hablando siempre.

Isab. Si un papel mudara estilos,

Creyéralo fácilmente;

¿Pero cómo puede ser

Ni discreto, ni prudente,

Quien siempre una misma cosa

Diciendo está?

Viol. Necia eres.

¿Pues no sabes, que el idioma

De amor tan corto es, tan breve,

Que á cuatro voces no mas

Se reduce, porque tiene

Cosas de música amor?

Isab. Nuevo es eso. De qué suerte?

Viol. ¿Deja un templado instrumento,

Como harmonioso suene,

De sonar harmonioso,

Porque no le diferencien

Cada vez las fantasías?

¿Deja el ruiseñor alegre,

Porque no mude de letra,

De ser dulce? ¿El aura leve,

Porque el compas de las hojas

Las cláusulas no la trueque,

Deja de ser apacible?

¿El cristal, cuya corriente

Hizo trastes de esmeralda

Aquella guija, aquel césped,

Deja de correr sonoro,

Porque continuado lleve

Un mismo acento? No: luego

Bien en metáfora puede

Ser de música un papel

Suave, dulce, cuerdo y breve,

Diciendo siempre una cosa,

Si con ella agrada siempre,

Á ejemplo del instrumento,

El aura, la ave y la fuente.

Isab. Pues convénceme con él,

Ya que sin él me convences.

Viol. [lee.] „„Mi bien,……“

Isab. Ternísima cosa!

Viol. No con falsedad empieces

Ya á murmurarme; que, aunque

No te agrade, no has de hacerme

Desconfiar; que bien sé,

Que el mas entendido suele

Ser frialdad, de quien le oye,

Sin la accion de quien le siente.

[Vuelve á leer.

„„Su término á que llegar

Todas las pasiones tienen;

Y asi su término tuvo

La paciencia de un ausente;

Y pues sin verte no hay vida,

Aunque tras la vida arriesgue

El enojo de mi padre,

Mañana partiré á verte.

Porque no sepan de mí

Tantos, como lo pretenden,

Á la casa de Don Pedro

De Mendoza iré á ser huésped.

Simoncillo á prevenir

Va á los dos; mas cuando llegue

Él, ya habré llegado yo,

Con la ventaja, que adquiere

El que vuela del que corre.

Está advertida, si oyeres

La seña. El cielo te guarde

Mas que á mí.“

Isab. Aunque me motejes

De necia de primer clase,

Dime, ¿hácia qué parte tiene

Lo discreto este papel,

Si su estilo es tan corriente,

Que pudiera haberle escrito

Á Mari Hernandez Juan Peres?

Cuando esperé yo, que habia

De haber muchísimo Fénix,

Con descréditos brillantes,

Falsedades refulgentes,

¿Se sale con allá voy,

Sin mas, ni mas?

Viol. Imprudente,

El que quiere lo que dice,

Es quien dice lo que quiere,

Sin mas retóricas frases;

Porque en amor solamente

Es quien siente como escribe,

Quien escribe como siente.

Si sabes, que la ocasion

De vivir su padre enfrente,

Hallándole á todas horas

Tan fino y tan asistente,

Hizo en mí verdad aquella

Cancion, que repetir suelen,

„„Junto á mi casa vivia,

Porque mas cerca muriese;“

Si sabes, que aunque al principio

Sintió mis iras crueles,

El amistad de su hermana,

Á quien estimo de suerte.

Que es mitad del alma mia,

Supo hacer mañosamente,

Que declarara en favores

Lo que afectaba en desdenes;

Si sabes, que el no casarnos,

Es, porque su padre quiere

Casarle con Laura, á quien

Él festejó antes de verme;

Si sabes, que en este estado

Fue fuerza ausentarse Felix,

Porque en la casa del juego

Dió á un caballero la muerte;

Que su padre retraido

En un convento le tiene

Fuera de aqui, por temor

De muchos nobles parientes

Del muerto, y por la justicia;

Y si sabes finalmente,

Que, á pesar de tantos riesgos,

Peligros é inconvenientes,

Viene por verme no mas,

¿Qué mas discreto le quieres?

Venga la fineza, y venga

En el trage que quisiere;

Que mejor ó peor vestida,

No es esencia, es accidente,

É importa poco el estilo,

Ó yérrele ó no le yerre,

Que nada yerra un amante,

Como la fineza acierte.

¿Qué dijiste á Simoncillo?

Isab. Ahí fuera está.

Viol. Dile, que entre;

Que temprano es para que

Mi padre aqui pueda verle,

Puesto que de aquestas noches

La prolijidad divierte

En conversacion de amigos.

 

SaleSimon .

 

Sim. Ya yo acosaba impaciente

La mora de la licencia;

Y bien mora, pues hacerme

Desbautizar pretendia,

Dilatándome, que bese

Ó el átomo de jazmin,

Ó la azucena de nieve.

Viol. Simon, seas bien venido.

Sim. Fuerza es serlo el que merece

Llegar á besar tu mano.

Viol. Del suelo alza. Cómo vienes?

Sim. Muy cansado; que he venido

Caballero en un arenque

Ensillado y enfrenado,

Tan flaco pecador débil,

Que en cualquiera tentacion

Caia muy fácilmente.

Viol. ¿Y cómo tu señor queda?

Sim. Finísimo impertinente;

Pues de puro enamorado,

Ni anda, ni come, ni bebe,

Como el caballo de Bamba.

Tan fijo tu nombre tiene

En su memoria, que un dia,

Como de caza viniese

Con unas perdices, dijo:

Haz, Simon, para que cene,

Que me asen esas Violantes.

Otra vez, entrando á verle

El Padre Prior: Arrastra,

(Me dijo muy impaciente)

Necio, una Violante, en que

Su Paternidad se siente.

Viol. Aunque son locuras tuyas

Las que por suyas me vendes,

No me ha pesado de oirlas.

Toma esta sortija, y vete,

Antes que venga mi padre;

Y dirásle, cuando llegue

Á la casa dese amigo,

Adonde viene á ser huésped,

Que ya yo quedo advertida,

Y á cualquiera hora que fuere,

Haga la seña en la calle.

Sim. Vivas un millon de meses,

Todos Mayos, sin que tenga

Que ver con ellos Diciembre.

Viol. Alumbra y cierra, Isabel.

Isab. ¡Ay Simon, lo que me debes

En esta ausencia!

Sim. ¿Es á mí,

Ó á la sortija?

Isab. ¿Eso entiendes

De mi fineza?

Sim. Es achaque

De todas las Isabeles,

Suspirar por alhajados.

Isab. Engañaste; que si atiendes

Á que yo quiero pedirte,

Que á mí á guardar me la dejes,

No es por codicia, sino

Porque á Ines no se la lleves,

La criada de Leonor

Tu ama; que sé, que la quieres

Mas que á mí.

Sim. Pues porque veas,

Cuanto tus zelos te mienten,

No te he de dar la sortija;

Que quiero satisfacerte

Con el desaire de que

La vea y no se la entregue;

Que por lo demas, ya iba

Yo á dártela.

Isab. Ay insolente!

¡Qué buena disculpa hallaste!

Sim. Buena no, mas suficiente,

La que basta por ahora. [Vanse los dos.

Viol. ¡O amor, qué poco me debes!

Dígolo, porque viniendo

Á tanto riesgo Don Felix,

Me ha alegrado su venida;

Siendo asi, que antes ponerme

Debiera en desconfianza

El peligro á que se atreve,

Que no en agradecimiento.

¿Mas quién en el mundo tiene

Hácia el cariño el afecto,

Cuando hácia el temor le tuerce?

Venga Felix, y…...

[Suena ruido de eapades.

 

Dentro Don Alonso , Don Pedro , Don Juan y Leonor .

 

Alons. Traidor!

Yo sabré darte la muerte.

Leon. Ay infelice de mí!

Viol. Qué escucho!

Pedr. Cielos, valedme!

Viol. Cuchilladas en la calle

Hay. ¡Si mi desdicha fuese,

Que hubiera llegado, donde

Le matasen ó prendiesen!

Voz [dent.] Fuera; ténganse! Qué es esto?

Juan. He de entrar.

 

Sale Isabel asustada.

 

Isab. Jesus mil veces!

Viol. Qué es eso, Isabel?

Isab. Que apenas

Salió, cuando antes que cierre

La puerta, escuché en la calle

Voces y espadas; y al verme

Con luz, matándola un hombre,

En nuestro portal se mete,

Con otro bulto en los brazos,

Que no distingo: de suerte,

Que atropellándome…... Pero

Él, señora, hasta aqui viene.

 

Salen Don Juan con Leonor desmayada en brazos, y la espada desnuda.

 

Juan. Violante, prima, señora,

Los precisos accidentes

No dan lugar al respeto.

Perdóname, si á atreverme

Llego á tu casa, cuando ella

Sola ser sagrado puede

Desta difunta hermosura;

Que el ver, que tan cerca encuentre

Abierta tu puerta, es

La disculpa, que me ofrece

Mas á mano mi desdicha,

Para que llegue á valerme

Della y de tí. Por tí misma,

Y lo que á tu sangre debes,

Mira por mi honor y vida,

Y haz, que esta beldad se albergue

Y repare aqui esta noche;

Que yo es preciso volverme

Á socorrer un amigo,

Que dejo empeñado.

[Pónela sobre unas almohadas.

Viol. Tente,

Don Juan; oye!

Juan. No es posible;

Mas, como con vida quede,

Yo te volveré á buscar. [Vase.

Viol. Tenle, Isabel.

Isab. Qué es tenerle?

Viol. Pues baja á cerrar la puerta.

Isab. Temblando iré, aunque parece,

Que ya no hay nadie en la calle.

Viol. Infeliz beldad, quién eres?

Mas, ay infeliz! que yo

Lo soy tambien, cuando á verte

Llego asi. Leonor, amiga!

¿Tú en mi casa desta suerte?

¿Tú sin aliento y sin vida?

[Vase y vuelve Isabel.

Isab. Ya por lo menos no tienes

Que temer, que otro entrará;

Que ya cerré.

Viol. Aunque consueles

Un susto, no podrás otro

Mas penoso y mas vehemente.

Isab. Como?

Viol. Leonor es la dama

Á quien mi primo previene

Mi casa para sagrado

De sus desdichas.

Isab. ¿Qué puede

Haber sucedido?

Viol. Esa

Es pregunta, que no tiene

Limite. Puede haber sido

Cuanto hay que ser. Por si siente,

Procura abrirla la mano.

Isab. Una llave en ella tiene.

Viol. Cogeriala con ella

En la mano el accidente,

Y es natural apretar

Cualquier cosa, que se encuentre. —

Leonor! amiga! señora!

Isab. Si ahora su hermano viniese,

Buena hacienda habíamos hecho.

Viol. Ha Leonor!

Leon. Cielos, valedme!

Isab. Albricias, que ya respira.

Leon. Tente, señor! Padre, tente!

No me mates! Pero, cielos,

Dónde estoy?

Viol. Cóbrate, y vuelve

En tí, Leonor; que estás donde,

Mas que tú, tus penas sienten.

Leon. Violante mia, ¿pues quién

Fue conmigo tan clemente,

Que en un instante me trajo

De los brazos de la muerte

Á los brazos de la vida?

Viol. ¿Pues no sabes tú quien fuese?

Leon. No; que soy tan desdichada,

Que, llegando, ay de mí! á verme

Sin sentido, y entre dos

Afectos, que uno me ofende,

Y otro me obliga, no sé

Á cual de los dos le debe

Esta fineza mi vida.

Viol. Ni yo sabré responderte;

Que mas turbada que tú

Estoy. Y asi, hasta que llegues

Á informarme tú primero,

Que es lo que á ti te sucede,

Fuera empezar por el fin

La relacion.

Leon. Pues atiende:

Un amigo de mi hermano,

(Déjame, dolor, que aliente)

Con la ocasion de buscarle,

La tuvo, ay de mí! de verme;

En cuyo primero instante,

Segun él dice, de suerte

Rendido queda á mi vista,

Que, sin que repare ó piense

Amor en la obligacion

De la amistad, que le debe,

Ciego amante, y necio amante,

Mas que me obliga, me ofende;

Porque no sé, qué rencor,

Qué saña en mi pecho enciende

La vanidad de mi duelo,

(Si es que hay duelo en las mugeres,

Que gustan ver los galanes

Airosos y honrados siempre)

Que al verle ó traidor amigo,

Ó mal seguro, ó aleve,

Antes que darle la mano,

Me diera, ay de mí! la muerte.

Él, valido de la usada

Disculpa, que inconvenientes

No vé amor, pues antes dellos

Monstruo alimentado crece,

Porfió…… Pero ya desto

Hemos hablado otras veces

En este mismo sentido,

Bien que no tan claramente;

Y asi iré á otra cosa, pues

No hay para qué detenerme

En decirte, que es Don Pedro

De Mendoza el que pretende,

Que hoy le aborrezca mas, que

Le aborrecí; pues aleve,

Loco, atrevido, tirano,

Ciego, arrojado, imprudente,

Me ha puesto en obligacion

De que…...

Alons. Hola!

 

Dentro Don Alonso .

 

Viol. Mi padre es este.

Alons. Baja, Isabel, una luz.

Isab. Qué haré?

Viol. Bajar brevemente;

Que no importa, que á Leonor

Halle aqui.

Leon. Si te parece, [Vase Isabel.

Mejor es que no me vea;

Porque á decir no me fuerce

La ocasion, que aqui me trajo.

Viol. Pues retírate, antes que entre,

Á mi cuarto, donde nunca

Él entrar, ni salir suele. [Vase Leonor.

 

Salen Don Alonso é Isabel .

 

Alons. Violante!

Viol. ¿Era hora, señor,

Para que á casa vinieses?

Alona. ¿Quién las noches de un invierno

No las gasta y las divierte

En buena conversacion?

Viol. Asi es. ¿Mas quién no lo siente,

Siendo á costa de la ausencia

De quien mas te estima y quiere?

Alone. Pídeme zelos: bien haces;

Que yo me huelgo de verte

Fina conmigo; que al fin

Hoy hija y esposa eres.

No ha habido rifa esta noche,

Que pueda mi amor traerte,

Sino solos estos guantes.

Toma.

Viol. Aquesto mas parece,

Que es tratarme como á dama;

Pues, para que no me queje,

Me acallas con interes.

Alons. Isabel!