Te Cuento el Tarot - Marta Alejandra Costa Maroni - E-Book

Te Cuento el Tarot E-Book

Marta Alejandra Costa Maroni

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Beschreibung

Te cuento el Tarot es una selección de cuentos inspirados en los 22 arcanos mayores del Tarot Rider. Cada cuento representa un arquetipo –un patrón e imagen universal derivada del inconsciente colectivo–, que nos trae un mensaje oculto que se actualiza cuando entra como imagen en la consciencia. La combinación de la imagen, el relato y la simple explicación que acompaña cada cuento hacen de este libro una forma práctica y amena de acercamiento al estudio del Tarot y a su verdadero propósito: el autoconocimiento.

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Seitenzahl: 107

Veröffentlichungsjahr: 2021

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MARTA ALEJANDRA COSTA MARONI

Te Cuento el Tarot

Costa Maroni, Marta Alejandra 

   Te cuento el Tarot / Marta Alejandra Costa Maroni. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2021.

   Libro digital, EPUB

   Archivo Digital: online

   ISBN 978-987-87-1410-3

   1. Cuentos. 2. Narrativa Argentina. I. Título. 

   CDD A863 

EDITORIAL AUTORES DE ARGENTINA

www.autoresdeargentina.com

Mail: [email protected]

Las ilustraciones son adaptaciones de las cartas originales de Rider Waite

Autora:@martacostamaroniMarta Costa Maroni

Ilustradora:@lumoline

Dedicado a mis cuatro hijos Santiago, Ignacio, Nicolás y Francisco.

Agradecimientos

A mi esposo Fernando Arning, por ayudarme a concretar este sueño a través de su constante apoyo y acompañamiento.

Nada es lo que parece.Percepciones fantasiosasque me llevan a la confusión.Esperanzas que embriagan mi mentecon imágenes de éxito y candor.Nada es lo que parece.Lo blanco no es tan blanco,lo negro no es tan negro.Los rayos del sol alumbran las penumbras de mi mentey hacen danzar mis pensamientosal son de una música que no existe.Nada es lo que parece;Ni lo malo es tan malo,ni lo bueno es tan bueno.Nubes grises enturbian mis pensamientos.Caballos blancos que con su inocencia y purezame invitan a una realidad blanca,que no es tan blancaNada es lo que parece.El dolor se funde con la alegría del amor.La felicidad es efímera.Malas noticias para los que habitamos este planodonde los designios del destinoson códigos indescifrablesNada es lo que parece.La verdad se disfraza con trajes extraños.Juega a las escondidas.La busco, la llamo, la espero.Nada es lo que parece.La vida me da una nueva lección.La tomo o la dejo;la amo o la odio.Danza de opuestos;caras de una misma moneda;irrealidades reales.Nada es lo que parece.

PRÓLOGO

Decidí escribir este libro con dos propósitos: el primero desmitificar la creencia de que el Tarot es una herramienta adivinatoria y el segundo acercarlo a cualquier persona que esté interesada en conocer un poco más sobre esta magnífica herramienta proyectiva. Para tal fin elegí hacerlo a través de cuentos; ficciones que escribí sacando una carta-un arcano mayor- al azar. Me di cuenta que al conectarme con cada uno de ellos aparecían en mi pantalla mental imágenes, palabras, sensaciones, que me llevaron a escribir 22 historias inspiradas en estos maravillosos mensajeros. Sentí como si ellos mismos quisieran explicarse a través de mis palabras; como si ellos mismos se hicieran más claros y evidentes a través de los cuentos.

Mi deseo más profundo es que estas narraciones los ayuden a conectarse con ustedes mismos, que se les haga más claro y evidente el mensaje escondido en cada arcano, que estos mensajeros les hagan llegar lo que ustedes necesitan en este momento de sus vidas.

He incluido además de la narración del cuento una breve explicación de la carta y del arcano personal. La idea no es que ustedes, queridos lectores, se conviertan en expertos en Tarot, sino que la lectura de este libro les despierte el interés por el mismo y que puedan seguir profundizando en él.

Cada cuento fue inspirado en las cartas de Tarot Rider pero elegí no usar la imagen de esas cartas para ilustrar las historias. Como verán más adelante, las imágenes fueron creadas especialmente para este libro.

A continuación, les dejo unos conceptos que considero pueden ser de utilidad para comenzar con la lectura de los cuentos. 

INTRODUCCIÓN

¿Qué es el tarot?

La respuesta más habitual es que es una herramienta para predecir el futuro. Ahora bien, la verdadera pregunta que nos deberíamos hacer es si en verdad el tarot permite predecir lo que va a pasar en el futuro teniendo en cuenta que tanto el pasado como el futuro no existen como tal. En realidad nuestro concepto del tiempo lineal no nos deja ver lo que el tarot nos muestra: nuestro presente. Visto de esta manera, el tarot facilita el diálogo entre el presente transitado por nuestra conciencia y el futuro vibrante aún no reconocido por nuestra psiquis.

Así el tarot se presenta como una herramienta de autoconocimiento no ya para la predicción de acontecimientos sino para la comprensión más profunda de nosotros mismos. El tarot nos propone hacernos cargo de nuestro propio destino, nos invita a madurar y a resignificar nuestra historia. Nos invita a aceptar lo que nos sucede, como experiencia necesaria de crecimiento y a superar la tendencia a clasificar o juzgar como bueno o malo cada experiencia según sí coincidió o no con nuestros deseos.

Lo ideal será acercarse al tarot desde un profundo respeto hacia su misteriosa capacidad de comunicar nuestro inconsciente.

Lejos de ser una adivinanza, es una oportunidad de revelar aquello que desconocemos de nosotros mismos. El tarot es un instrumento proyectivo que proporciona autoconocimiento, abre nuevas perspectivas y propone caminos o vías de acceso hacia la autoconciencia reconociéndonos en nuestra finitud y limitaciones pero abriendo al mismo tiempo un mundo de esperanza y de asideros, que permiten una proyección para disfrutar de la propia vida.

El tarot se presenta como una posibilidad de diálogo entre la realidad y nosotros mismos. Es importante remarcar que el tarot no condiciona sino que orienta; no obliga. El destino baraja las cartas pero somos nosotros mismos quienes jugamos la partida.

¿Qué son los arcanos mayores?

Los arcanos mayores simbolizan un camino, un viaje iniciático, un proceso de transformación. Nos muestran a nosotros mismos en diferentes momentos o etapas de nuestra vida y cumplen la función de orientar. Estos 22 arcanos, son 22 etapas que recorrer paso a paso para encontrar a nuestro ser verdadero, para alcanzar la sabiduría interior.

Los mensajes y consejos que nos transmiten las cartas nos sirven para mejorar nuestra vida, nos ayudan a evolucionar. Ellas nos indican cuáles son las consecuencias de nuestros actos y decisiones; y marcan una tendencia. Aunque a veces hay energías favorables o desfavorables a que suceda algo determinado, siempre se puede actuar para cambiar esta tendencia.

Presentados estos conceptos elementales, los invito a recorrer el viaje de la vida de la mano del tarot.

El viaje de la vida

Había una vez un espíritu curioso que decidió dejar la comodidad de su hogar para iniciar un alocado viaje a lo desconocido. Entusiasmado con la aventura que tenía por delante, emprendió la marcha sin darle vueltas al asunto. En su camino se cruzó con un astuto mago, quien le regaló una aterciopelada bolsa roja con los cuatro elementos que necesitaría para sobrevivir en diferentes momentos de su travesía: una copa, una espada, un bastón y unas monedas de oro. El viajero le agradeció el obsequio y siguió andando.

Había caminado apenas unos metros cuando le salió al encuentro una virginal mujer.

—Veo que ya te has cruzado al mago—le dijo con una voz muy calmada—. Yo también tengo un regalo para ti. En este manuscrito está todo lo que te ayudará a sobrellevar momentos de angustia y desolación. Es un verdadero tesoro. Cuídalo. Te deseo un muy buen viaje.

El intrépido viajero guardó el obsequio en la bolsa y prosiguió su marcha. Una hermosa joven lo saludó desde un florido jardín y le deseó prosperidad y abundancia.

Llevaba unas cuantas horas de viaje cuando decidió buscar un lugar donde pasar la noche. Vio a un campesino que estaba pastando a sus cabritas y lo saludó.

—Buenas tardes, buen hombre.

—Llevo muchas horas andando y quisiera encontrar un lugar donde descansar.

El hombre lo invitó a su casa y le ofreció una rica comida y un cómodo catre donde dormir. Durante la cena, le advirtió de los peligros a los que podría enfrentarse y le enseñó todo lo que le sería de utilidad en su camino.

Muy temprano el viajero se despidió de su anfitrión y retomó su marcha.

Después de mucho andar, llegó a un pequeño poblado con unas quince casas y una rústica iglesia frente a la plaza central. Cansado, se sentó en un banco a recuperar fuerzas. Se percató de que no había tomado agua ni había comido alimento alguno por muchas horas. Sacó la copa que le había regalado el mago y se sirvió agua de una pequeña fuente.

Aunque el lugar estaba desierto, la puerta de la iglesia estaba abierta. Entró sigilosamente y encontró a un sacerdote orando. Estaba tan ensimismado en sus rezos que no notó la presencia del visitante. El viajero, entonces, salió del templo con la misma prudencia y silencio con el que había ingresado.

Decidió buscar algo para comer. En el lugar había varios árboles frutales. Eligió uno cargado de naranjas al costado de una pequeña casa y se dirigió hacia allí. Al acercarse vio por la ventana una joven pareja besándose. Ellos tampoco notaron su presencia.

Se sentó en un banco de la desierta plaza y comió su frugal almuerzo.

Ya repuesto decidió seguir su camino. A lo lejos se escuchó una carreta aproximándose y le hizo señas para que parara. La gran carreta tirada por dos fornidos percherones se detuvo. Su joven conductor lo saludó con amabilidad.

—¿Lo llevo a alguna parte? —le dijo con una gran sonrisa en su rostro.

El alocado viajero aceptó de buena gana la oferta que le acababa de hacer el atlético hombre. Éste le contó que se dirigía al próximo poblado a entregar una mercadería que había fabricado con sus propias manos. Se sentía realizado: su gran esfuerzo de meses estaba a punto de dar los frutos que él tanto deseaba. Con el dinero obtenido podría mantener a su mujer e hijos por suficiente tiempo.

El viaje se hizo muy llevadero para ambos y cuando menos lo esperaban, el poblado se hizo visible delante de ellos.

El viajero se despidió del dueño del carro y se dirigió a la plaza central donde se estaba desarrollando la gran feria semanal. Había puestos de los más variados tamaños, con mercancía para todos los gustos. Los vendedores intentaban atraer la atención de los clientes vociferando sobre las bondades de los productos a la venta. Algunos ofrecían incluso degustar los manjares que habían preparado especialmente para la ocasión. Era un festival de colores, aromas y sabores; una tentación para los sentidos.

En una esquina de la plaza habían montado un pequeño escenario donde de un momento a otro comenzaría el espectáculo. El joven viajero se dirigió hacia allí. El público ya había comenzado a congregarse y, según lo que pudo oír, lo que iban a ver era algo único en el mundo. Se escuchó un redoble de tambores y apareció una frágil niña ataviada con un impoluto vestido blanco y una corona de flores. La niña miró a la multitud y sonrió tímidamente. Un nuevo redoble de tambores y apareció una jaula con un rugiente león. Ante la mirada expectante del público, la niña abrió la puerta de la jaula, entró y acarició al salvaje animal. El león volvió a rugir con toda su fuerza y la pequeña colocó sus manos sobre su hocico y su boca, como callándolo. El animal se tranquilizó de inmediato. La jovencita lo acarició una vez más y salió de la jaula. El público estalló en aplausos y comenzaron a llover monedas sobre el escenario. El viajero tomó una de las monedas que el mago le había dado y se la dio a la niña en recompensa por su sorprendente habilidad.

Cansado del bullicio y la algarabía de la feria decidió buscar un lugar tranquilo para descansar. Necesitaba pensar cómo iba a proseguir su viaje y para ello debía estar solo y en silencio. Encontró un lugar solitario en lo alto de una colina y allí se quedó un largo rato. Cerró sus ojos y recordó todo lo vivido hasta ese momento. Sintió nostalgia de su hogar y de su gente y por un instante pensó en abandonar la travesía. Recordó lo que la virginal jovencita le había dicho al entregarle el manuscrito y lo buscó dentro de la bolsa. En la primera página había un dibujo con un título que le llamó la atención "Señor de las fuerzas en la vida". Era una rueda sostenida por una figura mitológica rodeada de cuatro personajes alados, una serpiente y una esfinge. Abajo de la imagen se leía un breve texto: "Acepta que la rueda gire más allá de tus deseos y de tus poderes. Acepta sus ciclos secretos. Deja fluir las fuerzas de la vida. El cambio ocurrirá".

Se quedó mirando la imagen por un largo rato y reconoció que le quedaba mucho por aprender y conocer.

Se encaminó nuevamente hacia la feria; necesitaba comer algo y buscar un lugar donde pasar la noche. En un pequeño puesto vio a un hombre de mediana edad sentado en un sólido trono de piedra. Sostenía una balanza en una de sus manos y una espada en la otra. Delante de él se había formado una larga fila de hombres y mujeres quienes por una módica suma de dinero recibían una resolución justa e imparcial a sus variadas contiendas. Con rigor para algunos y benevolencia para otros, los conflictos iban recibiendo el dictamen correspondiente.

Al viajero le gustó la lección aprendida: dar a cada uno lo que corresponde, con equilibrio, estructura y formalidad.