Todas las respuestas sobre el asma - Vicente Plaza Moral - E-Book

Todas las respuestas sobre el asma E-Book

Vicente Plaza Moral

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Beschreibung

¿Cómo se usa correctamente un inhalador? ¿Por qué se recomienda a los asmáticos no tomar aspirinas? ¿Puede una persona asmática practicar todo tipo de deportes con normalidad? ¿Es más común el asma en hombres o en mujeres, en niños o ancianos? El doctor Vicente Plaza Moral, uno de los mayores expertos en asma de nuestro país, responde a todas las preguntas que a menudo se plantean los pacientes aquejados de esta enfermedad, y también sus familiares, con un lenguaje claro, sencillo y destinado a todo tipo de lectores. Este libro despeja todas las dudas en torno a una dolencia tan común como desconocida, incluso para quienes la padecen. Las claves para que la persona con asma pueda llevar una vida plena.

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TODAS LAS RESPUESTAS SOBRE EL ASMA

Dr. Vicente Plaza Moral

TODAS LAS RESPUESTAS SOBRE EL ASMA

© Vicente Plaza Moral, 2019.

© de las ilustraciones: Francisco Javier Guarga Aragón, 2019.

© de esta edición: RBA Libros, S.A., 2019.

Avda. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona.

rbalibros.com

Primera edición: noviembre de 2019.

ref.: ODBO640

isbn: 978-84-9187-534-5

depósito legal: b.6.536-2019

Coordinadora de la colección: Laura González Bosquet.

Redacción: Mercedes Castro.

preimpresión • dâctilos

Impreso en España• Printed in Spain

Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito

del editor cualquier forma de reproducción, distribución,

comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida

a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro

(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org)

si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra

(www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Todos los derechos reservados.

a mis «chicas», ana cristina, paula y claudia; auténtico motor de vida

CONTENIDO

Prólogo

1. ¿Qué es el asma?

En qué consiste el asma, cómo se produce y qué lo caracteriza

Frecuencia: ¿hasta qué punto es el asma una enfermedad frecuente?

¿Por qué aparece el asma?

Prevención y estilo de vida

2. ¿Cómo se diagnostica el asma?

Algunas consideraciones previas

¿Cuáles son los síntomas más habituales del asma?

¿Qué son los fenotipos del asma?

¿Cómo se mide la función pulmonar?

¿Qué son las alergias y cómo se diagnostican?

¿Cómo se diagnostica el asma?

¿Cuántos tipos de asma existen? Clasificaciones del asma

¿Cómo se controla el asma? El control de la enfermedad

3. ¿Cómo se trata el asma?

¿Cuál es la importancia del tratamiento entre crisis?

¿Qué es y cómo funciona un inhalador?

¿Qué tipos de inhaladores existen?

¿Qué errores cometemos al usar inhaladores?

¿Cómo influyen en el tratamiento del asma los factores ambientales y el estilo de vida?

¿Qué relación existe entre el control ambiental, el asma y las vacunas?

¿Qué son los programas de educación terapéutica del asma? ¿Son útiles para los pacientes?

¿Qué son los planes de acción?

¿Cuáles son los últimos tratamientos frente al asma?

4. ¿Qué es una crisis de asma y cuáles son sus características?

¿Cómo se desencadena una crisis de asma?

¿Cuántos tipos de crisis de asma existen?

¿Cuáles son los desencadenantes de una crisis de asma?

¿Cómo prevenir una crisis de asma?

¿Cómo reconocer cuándo empeora el asma?

¿Qué hacer cuando empeora el asma?

¿Cómo afrontar un ataque asmático?

¿Cómo se tratan las crisis graves de asma?

5. El asma infantil

¿Es diferente el asma en los niños que en los adultos?

¿Cuántos tipos de asma infantil existen y cuál es su tratamiento?

¿Qué tipos de tratamiento se dan en el asma infantil?

¿Cuánto dura el tratamiento de mantenimiento en los niños?

¿Qué medicamentos de mantenimiento se prescriben habitualmente en los casos de asma infantil?

¿Cómo se administran los medicamentos para el asma a los niños?

¿Cómo saber si un niño tiene una crisis de asma y su gravedad?

¿Qué hacer cuando el niño sufre una crisis de asma?

¿Cómo se tratan las crisis de asma en los niños?

Uso de cámaras espaciadoras y nebulizadores en las crisis de asma

6. Asma y adolescencia

¿Por qué es tan crucial el paso a la adolescencia en relación con el asma?

¿Qué es el asma por esfuerzo y qué relación tiene con la adolescencia?

¿Cuáles son las principales características del asma por esfuerzo o inducido por el ejercicio físico y cómo se desencadena?

¿Cuáles son las particularidades de los adolescentes y el tratamiento del asma?

7. Asma y embarazo

¿Qué relación existe entre el asma y el embarazo?

¿Qué efecto tiene el asma en una mujer embarazada?

¿Qué efecto tiene el embarazo en una mujer asmática?

¿Cómo podemos evitar que las embarazadas con asma abandonen el tratamiento durante la gestación?

¿Cómo evoluciona el asma durante el embarazo?

¿Cómo se trata el asma durante el embarazo?

¿Cómo evitar las falsas creencias en torno al asma durante el embarazo?

8. Asma y enfermedad pulmonar obstructiva crónica

¿Cómo se diagnostica el «solapamiento» de EPOC y asma?

¿Cuál es el tratamiento para el asma y la EPOC combinadas?

9. Asma y nariz

¿Qué relación existe entre el asma y la rinitis?

¿Qué es la rinitis?

¿Cómo sé que tengo una rinitis y no un catarro?

¿Qué tipos de rinitis hay?

Tipos de rinitis alérgica según su duración y gravedad

¿Cuál es el tratamiento para la rinitis alérgica?

¿Qué es la poliposis nasal y cómo se relaciona con el asma?

10. El asma grave

¿Qué tipos de asma grave hay? Los fenotipos

¿Cómo se diagnostica el asma grave?

¿Cuál es el tratamiento del asma grave?

11. ¿Cómo vivir con asma?

Asma y trabajo

Asma y ejercicio físico

Asma y sexualidad

Asma e intolerancia a ciertos medicamentos

El asma y la disfunción de las cuerdas vocales

Anexos

Webs de interés

Asociaciones de personas con asma

Bibliografía recomendada

Referencias de las tablas

Prólogo

Es para mí una gran satisfacción publicar este libro. No se trata de otro documento técnico y científico más sobre el asma. Se trata de un texto que no está dirigido a los profesionales de la salud, sino al público en general, y particularmente a las personas afectadas por la enfermedad, a sus padres y a sus familiares. Su objetivo es contribuir a mejorar su conocimiento sobre el problema del asma y explicarles cómo piensan y actúan los médicos y enfermeras que los atienden. Tampoco es un texto más sobre educación o divulgación del asma, y en él he intentado incorporar mi experiencia personal tras treinta años atendiendo a personas con dicha enfermedad. Desde el punto de vista humano, creo que se lo debía a todos los pacientes que durante todos esos años han compartido conmigo su problema y a quienes me gusta pensar que ayudé a mitigar su dolencia.

El asma es una de las enfermedades crónicas que con más frecuencia afecta al ser humano de cualquier edad, nivel educativo, nivel económico, raza y ámbito geográfico. Sin embargo, la buena noticia es que hoy disponemos de eficaces medicamentos para combatirla, que en muchos casos permiten que la persona pueda llevar una vida absolutamente normal. Pero ello requiere también que el paciente conozca diferentes aspectos o detalles de su enfermedad, que se implique en su tratamiento y que no abandone la medicación. Esto se consigue con su adecuada educación o información sobre el problema, para lo cual es imprescindible que se comunique mucho con sus médicos y enfermeras. Se dice que la información es poder, y es así: en el asma, la información supone un mayor control de la enfermedad y una mejora de la calidad de vida, y muchos estudios han demostrado que los pacientes informados y entrenados en los diferentes aspectos de la enfermedad experimentan una mejor evolución clínica, con menos exacerbaciones y un mayor control de su asma. En consecuencia, me gustaría que el presente libro contribuyera a mejorar la calidad de vida de sus potenciales lectores incrementando su conocimiento sobre la enfermedad.

Finalmente, quiero agradecer a Mercedes Castro su imprescindible ayuda técnica en la redacción del texto en un estilo asequible para todos, algo que no siempre es fácil para un autor acostumbrado a escribir para profesionales sanitarios. También doy las gracias a las personas de la editorial RBA por las facilidades proporcionadas para su elaboración.

dr. vicente plaza moral neumólogo

1

¿Qué es el asma?

En qué consiste el asma, cómo se produce y qué lo caracteriza

Hablemos con palabras sencillas y hagámonos la pregunta fundamental: ¿qué es el asma?

Lo que todo el mundo podría responder es que se trata de una enfermedad respiratoria crónica, pero ¿por qué se produce y a qué parte de nuestro sistema respiratorio afecta?

El asma es una enfermedad inflamatoria de los bronquios, que son los tubos que llevan el aire hasta los pulmones. Cuando una persona está sana, los bronquios están muy abiertos, por lo que no nos percatamos del esfuerzo que debemos realizar para respirar, que nos resulta casi imperceptible. En cambio, en aquellas personas que lo padecen, el asma provoca que los bronquios, a través de los cuales recibimos el aire, se estrechen o se obstruyan, lo que obliga al enfermo asmático a realizar un gran esfuerzo para inspirar.

La pregunta lógica que deberíamos hacernos a continuación es: ¿por qué se estrechan u obturan los bronquios?

El motivo de la obstrucción de los bronquios no se debe a una sola causa, sino a varias, y tiene lugar en muchas circunstancias distintas: puede deberse a actos tan sencillos como respirar aire frío, correr o reír, si bien en otras ocasiones se origina a raíz de una infección o un resfriado de los bronquios. Otras veces está ocasionada por diversos tipos de alergias o una alta sensibilidad a elementos presentes en el medio ambiente, como ácaros, granos de polen, el pelo de algunos animales domésticos, etc.

Ahora bien, si el asma es causada por una inflamación de los bronquios, ¿por qué se vuelve crónica? Esto se debe a unas sustancias llamadas mediadores químicos del asma. Entre ellas se encuentran, los leucotrienos, las citoquinas o las prostaglandinas. Todas ellas son sustancias que poseemos en nuestro organismo, generadas por células como los eosinófilos y los mastocitos, y su principal función es defendernos de enfermedades e infecciones. Sin embargo, cuando su actividad es exagerada, pueden producir estos mediadores químicos que provocan la inflamación de los bronquios y convierten a una persona en asmática y, por tanto, en enferma crónica.

¿Por qué esta reacción inflamatoria originada por los mediadores químicos del asma tiene lugar solo en algunas personas? Dicho de otro modo: ¿por qué unas personas son asmáticas y otras no?

Esa es una de las grandes incógnitas de esta enfermedad, para la cual la ciencia aún no tiene una respuesta definitiva. Sí se sabe, en cambio, que es muy difícil que el asma, como enfermedad crónica, pueda llegar a desaparecer o a curarse del todo en quien la sufre, aunque, por lo general, la mayor parte de las personas que la padecen tienen un tipo de asma leve y poco grave; además, en el caso de los niños, este asma leve va perdiendo intensidad a medida que crecen.

Cómo se produce y qué causa el asma

Es preciso, antes de entrar en materia, hacer hincapié en que el asma se produce debido a dos grupos de causas o factores muy diferentes entre sí: por un lado tendríamos los factores etiológicos, es decir, los que se entienden como causas del asma propiamente dichas; por otro lado estarían los factores desencadenantes, que serían aquellos que no originan la enfermedad o, dicho de otro modo, que no son responsables de que una persona padezca asma, pero que sí pueden provocar, en un enfermo de asma, que este sufra una crisis.

Veamos ambos grupos de factores más detenidamente.

Factores etiológicos del asma

Ya se ha dicho en el epígrafe anterior que la ciencia no ha conseguido desentrañar del todo las causas primigenias del asma, esto es, qué es lo que hace que unas personas sean asmáticas y otras no. En todo caso, la medicina sí ha logrado determinar la existencia de tres factores que, ya sea de manera aislada o asociados entre sí, potencian o favorecen la aparición del asma. Se trata de los factores etiológicos, que son principalmente tres:

La herencia genética. Aunque no se conocen todavía los patrones genéticos que hacen posible la transmisión hereditaria de la enfermedad, sí se sabe que más o menos la mitad de las personas que padecen asma tienen antecedentes familiares. Dicho de otro modo: hay en sus familias, en sus padres, abuelos, etc., enfermos de asma.Alta sensibilidad a los alérgenos. Diversos estudios han demostrado que, aunque no todos los asmáticos son alérgicos, en torno a la mitad de los alérgicos también son asmáticos. Así pues, existe una estrecha relación entre el asma y la capacidad de una persona de desarrollar alergia a diversas sustancias. Estas sustancias que pueden producir alergia en ciertas personas se llaman alérgenos. Existen varios tipos de alérgenos, entre ellos, los alérgenos volátiles, que se transmiten por el aire y que se conocen también como neumoalérgenos o aeroalérgenos, los cuales tienen especial incidencia como causantes de alergias y, a su vez, desencadenantes del asma. De entre estos neumoalérgenos los más frecuentes son, como ya hemos mencionado anteriormente, los ácaros, el polen de distintas plantas, muchos tipos microscópicos de hongos y el pelo de diferentes animales, entre ellos muchos domésticos, como los gatos, los perros, etc.Factores ambientales. En determinados casos, y para cierto tipo de personas, vivir o trabajar en zonas o ambientes determinados en los que existen altas concentraciones de neumoalérgenos tiene relación directa con el hecho de poder llegar a padecer asma. Existe, sin ir más lejos, la conocida como asma profesional, que se desarrolla cuando una persona especialmente sensible está en contacto frecuente durante su jornada laboral con los llamados neumoalérgenos laborales. Esto ocurre por ejemplo en el caso de trabajadores de plantas químicas, agricultores, personal de peluquerías o carpinterías… En estas profesiones, todas caracterizadas por un elevado índice de neumoalérgenos de muy diversos tipos en el ambiente de trabajo, es posible que una persona altamente sensible pueda llegar a desarrollar, tras un periodo de exposición a estas sustancias, determinados tipos de alergias, y también de asma. Algo parecido puede ocurrir con el tabaco, que es otro tipo de factor ambiental muy destacado, hasta el punto de que se ha demostrado que los hijos de madres fumadoras o criados en un ambiente doméstico en el que se fume con asiduidad y, por tanto, exista una alta exposición al humo del tabaco tienen una mayor predisposición a ser asmáticos.

Factores desencadenantes del asma

Son, como ya se ha explicado, aquellos factores que no provocan por sí solos asma, pero que pueden provocar síntomas y crisis asmáticas a aquellas personas que padecen, en mayor o menor medida, esta enfermedad. Al contrario de lo que erróneamente se suele pensar, los factores desencadenantes del asma no tienen siempre relación con un proceso alérgico.

A la hora de enumerarlos deberíamos citar una amplia lista de factores desencadenantes que, en función de la persona, de su salud y de muchas variables más, pueden incidir en mayor o menor medida en el desencadenamiento de la crisis de asma. Aun así, y de manera resumida, algunos de estos factores más comunes podrían ser los que constan a continuación.

Factores climáticos: frío, humedad, nieve, etc.Ejercicio físico intenso.Factores ambientales: polución, humo de tabaco, etc.Factores emocionales: emociones intensas, como ansiedad, miedo, llanto, estrés e incluso risa estentórea.Factores relacionados con la salud: casos de infecciones respiratorias, bronquitis, gripe, resfriados, etc.; todos ellos pueden provocar asma en una persona tendente a padecerla.Medicamentos: algunas medicinas más o menos comunes (como la aspirina y sus derivados), los anti­inflamatorios no esteroideos, ciertos fármacos para la hipertensión u otros destinados a aliviar problemas oftalmológicos (como el glaucoma) pueden incidir en los asmáticos que los utilicen desencadenando los síntomas de la enfermedad o crisis más o menos agudas en función de la dosis utilizada.Factores alérgicos: como los neumoalérgenos antes descritos; la exposición a concentraciones altas de los mismos puede desencadenar crisis en personas sensibilizadas a estos.

Características del asma

Ya se ha explicado que una de las principales características del asma es la inflamación permanente de las vías respiratorias, que afecta principalmente a los bronquios, pero que también puede llegar a propagarse incluso a la nariz y provocar rinitis.

Tanto la inflamación de los bronquios como la irritación y el estrechamiento de sus paredes, que es lo que impide el paso del aire a los pulmones, puede atajarse mediante un tratamiento farmacológico adecuado que provoque una mejoría evidente en el paciente asmático. Incluso es posible que, de forma espontánea y en determinados casos, todos estos efectos físicos causados por el asma puedan desaparecer temporalmente de manera natural.

Ahora bien, en otros casos más graves puede ocurrir que el asma provoque una alteración de la estructura de los bronquios de forma permanente. Esta situación se conoce como remodelación bronquial y constituye una de las formas más grave de asma.

Es también característico del asma lo que se conoce como hiperrespuesta bronquial: un estado de hiperexcitación de los bronquios, que reaccionan de manera exagerada a determinados agentes, como por ejemplo humos, polución atmosférica, algunos olores característicos, a la exposición a aerosoles o lacas e incluso, como ya se ha dicho, al aire frío. Estos agentes ocasionan el estrechamiento de los bronquios que, a su vez, desencadenaría los síntomas del asma en estas personas de un modo más o menos ocasional o intermitente.

En el caso de enfermos con un asma más acentuada, o en el caso de estímulos más agresivos para su sistema respiratorio —como serían los alérgenos, la exposición a un clima de frío extremo o la toma de ciertos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos—, estos síntomas ya no serían ocasionales, sino mucho más intensos, e incluso podrían dar lugar a crisis de asma grave.

Además de las características de esta enfermedad que acabamos de ver, otra muy destacada es la variabilidad de los síntomas; debido a ella, un enfermo de asma puede experimentar en un corto periodo de tiempo, incluso a lo largo de un mismo día, cambios muy evidentes tanto en sus síntomas como en su capacidad pulmonar. Es algo muy típico de las personas asmáticas: pueden sentirse muy bien un día, sin toses, pitos ni ahogos…, y después, en pocos días (de hecho a veces en pocas horas), pueden experimentar un agravamiento evidente de su estado. Del mismo modo, pueden estar muy mal un día y, poco tiempo después, recuperarse y pasar largas temporadas en perfecto estado y sin experimentar ni un solo síntoma de la enfermedad.

Frecuencia: ¿hasta qué punto es el asma una enfermedad frecuente?

En la actualidad, los últimos estudios en la materia determinan que el asma es una enfermedad de prevalencia elevada. Dicho en términos sencillos: se considera que un elevado porcentaje de la población, estimado en adultos entre el 3 % y el 9 %, la padece.

Se sabe también que se trata de una enfermedad más común en países desarrollados, debido tal vez a su relación con la contaminación y a que los niños de países desarrollados se crían en entornos excesivamente protegidos desde un punto de vista médico. Esto les evitaría infecciones respiratorias en sus primeros años, lo cual, paradójicamente, haría su sistema inmune más inmaduro y, por tanto, menos desarrollado y más proclive a padecer posteriormente enfermedades como el asma o ciertos tipos de alergias.

Además, se ha constatado que la prevalencia del asma en la población ha aumentado en los últimos veinte años.

En España, la prevalencia del asma es media o baja, sobre todo en comparación con otros países europeos. Los porcentajes nos dicen que entre la población adulta se da una incidencia del 3 % o 4 % de enfermos de asma, y que estas cifras se doblan en el caso de la población infantil.

Si estudiamos la prevalencia por zonas geográficas, veremos que hay considerables diferencias atendiendo a las áreas que están más industrializadas, en las que, como es lógico, existen más casos de asma. De igual manera, parece demostrado que se dan más casos de asma en las zonas costeras que en las de interior, por lo que la climatología y sus factores asociados, como la humedad y otros, también tendrían que ver con el desarrollo de la enfermedad.

En cuanto a la incidencia del asma en las personas según el género, en la edad adulta esta enfermedad es más común entre las mujeres, que la sufren en una proporción que casi dobla la de los varones. Sin embargo, en la infancia ocurre al revés, ya que es más frecuente en niños que en niñas.

Ahora bien, no solo debemos tener en cuenta factores como la climatología o vivir en áreas costeras o industrializadas para explicar que ciertas personas padezcan o no asma. Como ya se ha mencionado, existen muchos otros factores que determinan su frecuencia y su mayor o menor incidencia en una zona. Entre ellos figuran los factores genéticos, e incluso los factores relacionados con la distribución social, la proporción de la población inmigrante y, también, la organización de los sistemas sanitarios y de asistencia en las diferentes zonas.

¿Por qué aparece el asma?

Ya sabemos que algunas personas son más propensas a padecer asma debido a los factores etiológicos (factor hereditario, predisposición alérgica y factores ambientales), aunque existen muchos otros factores que hacen que alguien que posea una o varias de estas características sea tendente a padecer la enfermedad. Estos son los factores de riesgo:

obesidad,rinitis,circunstancias relativas al nacimiento (parto prematuro, parto por cesárea, tipo de lactancia, dieta de la madre, tabaquismo de la madre),otras enfermedades respiratorias,tabaquismo activo o pasivo.

En cuanto a los factores desencadenantes, vale la pena observar con atención la tabla 1, que se reproduce a continuación, ya que en ella se recogen con más detalle que en epígrafes anteriores los diversos tipos de factores desencadenantes del asma, divididos en:

factores ambientales,factores laborales,factores sistémicos.

Tabla 1. Factores desencadenantes del asma

Factores ambientales

Atmosféricos

Polución

SO2 (dióxido de azufre), NO2 (dióxido de nitrógeno), ozono, CO (monóxido de carbono), partículas en suspensión

Vegetales

Polen de gramíneas, polen de árboles, polen de malezas

Domésticos

Ácaros del polvo, epitelio de gato, epitelio de perro, cucarachas

Hongos

Alternaria alternata, Cladosporium herbarum, Penicillium, Aspergillus fumigatus

Factores laborales

Sustancias de bajo peso molecular

Industria implicada

Fármacos

Industria farmacéutica

Anhídridos

Industria del plástico

Diisocianatos

Industrias de poliuretano, plástico, barnices, esmaltes

Maderas

Aserraderos, carpinterías, ebanisterías

Metales

Fundiciones, industrias de niquelado, plateados, curtidos de piel, limpieza de calderas

Otros

Industrias de cosméticos, peluquerías, revelado de fotografía, refrigeración, tintes

Sustancias de origen vegetal, polvo y harinas

Granjeros, trabajadores portuarios, molinos, panaderías, industria cervecera, procesamiento de soja, industrias del cacao, café y té, industria textil

Alimentos

Industria alimentaria

Factores laborales

Enzimas vegetales

Industria alimentaria, industria farmacéutica

Gomas vegetales

Industria alimentaria, imprentas, industria del látex, sanitarios

Hongos y esporas

Panaderías, granjas, agricultura

Enzimas animales

Molinos, fabricación de carmín

Factores sistémicos

Fármacos

Antibióticos sensibilizantes, ácido acetilsalicílico, AINE (antiinflamatorios no esteroideos), beta-bloqueantes no selectivos (sistémicos y tópicos)

Alimentos

Leche de vaca, cereales, huevo, pescados frutos secos, mariscos

Alimentos con sulfitos: frutos secos, vino, zumos de limón, lima, uva, patatas desecadas, vinagre, marisco, cerveza, etc.

Fármacos

Veneno de himenópteros: Apis melífera (abeja), Vespula spp (avispa)

Prevención y estilo de vida

Los médicos solemos decir que no hay mejor modo de tratar una enfermedad que previniéndola, es decir, evitando su aparición, en lo que vendría a ser un remedo del clásico dicho: «es mejor prevenir que curar».

Ahora bien, dado que aún desconocemos, desde un punto de vista médico, diversos aspectos sobre las causas y los mecanismos que originan el asma, resulta imposible, o cuando menos una tarea incompleta, ofrecer una serie de recomendaciones destinadas a prevenir la aparición del asma que abarquen esta enfermedad en toda su extensión. Lo que sí podemos hacer, en cambio, es ofrecer algunas sugerencias dirigidas a personas con antecedentes familiares de asma o alergias, ya que estas tienen una mayor posibilidad de desarrollar la enfermedad, algo que se podría aminorar respetando las siguientes pautas.

Evitar desencadenantes inespecíficos del asma

Estas son las principales recomendaciones para prevenir una crisis asmática:

La persona alérgica o con antecedentes hereditarios de asma no debe fumar ni permitir que otras personas fumen en su presencia, especialmente en su domicilio. Si se trata de un niño, se deberá tener especial cuidado en mantenerlo alejado de ambientes cargados de humo de tabaco o personas que fumen ante él.Deben evitarse los ambientes contaminados. Si se trata de personas adultas, estas deberán evitar también ambientes laborales en los que pueda haber humo, sustancias químicas o alérgenos suspendidos en el aire, como en peluquerías, carpinterías, lacas, aerosoles, etc.Es de vital importancia prevenir y por tanto evitar las infecciones de las vías respiratorias, los resfriados y los procesos gripales.Evitar desencadenantes específicos del asma y los neumoalérgenos más comunes

A continuación se exponen las principales medidas para evitar el polen de las plantas:

No frecuentar áreas rurales, parques en época de floración, no realizar excursiones campestres…Durante la primavera (por lo general la estación de mayor polinización) hay que mantener las ventanas del dormitorio de la persona alérgica cerradas por la tarde y por la noche.Si se viaja en coche con una persona alérgica al polen en época de polinización hay que hacerlo con las ventanillas del vehículo cerradas.Si se padece una alergia al polen especialmente aguda y se viviera en zonas campestres o rurales, sería recomendable que la persona afectada pudiera mudarse a un entorno urbano, al menos en las épocas de mayor polinización.Para evitar que el polen afecte a los ojos (lagrimeo, picores, etc.), se recomienda igualmente usar gafas cerradas en los periodos polínicos.

Los ácaros son arañas microscópicas (los más comunes son del género Dermatophagoides) que se alimentan de las células muertas de la piel humana. Se sabe que es más frecuente su presencia en áreas costeras. Para evitar la exposición a ellos se pueden tomar las siguientes medidas:

No frecuentar zonas de costa.Proteger almohadas y colchones con fundas específicas.Lavar con regularidad la ropa de cama así como las fundas de colchones y almohadas con agua muy caliente (se recomienda una temperatura de 65 ºC).Retirar del domicilio cojines, almohadones, peluches, alfombras, cortinas y moquetas en las que los ácaros se puedan acumular.Limpiar con aspirador, no con escobas o mopas que levanten el polvo y por tanto los ácaros sin llegar a eliminarlos del todo.Limpiar con paños húmedos (no secos) para evitar, como con las escobas, levantar polvo al limpiar.Intentar reducir la humedad en el ambiente en que viva o trabaje la persona alérgica.Secar la ropa al aire y no mediante secadora.

Para evitar el pelo de animales domésticos y mascotas se pueden seguir las siguientes medidas:

Retirar las mascotas del domicilio.Si se vive en un entorno rural en el que la persona alérgica pueda estar en contacto con pelaje de animales domésticos que le provoquen alergia, valorar un cambio de domicilio.

No deben tomarse fármacos que puedan desencadenar una crisis de asma. Ya sabemos que determinados medicamentos afectan de un modo especial a los asmáticos y provocan en ellos crisis que dependerán de la dosis o del tipo de asma (más o menos grave) que padezca la persona afectada. Por ello, es preciso evitar los siguientes medicamentos:

aspirina y sus derivados,antiinflamatorios no esteroideos,beta-bloqueantes, como los medicamentos usados para tratar la hipertensión, los glaucomas o las cardiopatías.

Por otro lado, hay que evitar la exposición a productos que pueden causar asma ocupacional. Es fundamental extremar la limpieza en fábricas, talleres e industrias donde se manufacturen sobre todo plásticos, látex y pegamentos o pinturas. Dicha limpieza se debe realizar a fondo, procurando extraer todo el polvo y eliminando todo el humo para que este tipo de partículas no permanezcan en el ambiente ni afecten a ninguno de sus empleados.

Asimismo, se debe evitar la ingesta de alimentos o bebidas que ya hayan provocado reacciones en una persona alérgica.

Cada persona alérgica tiene sus particularidades, pero por lo general hay algunos alimentos más tendentes a provocar reacciones en personas que padecen alergias, entre los que se cuentan:

frutos secos,pescados,mariscos,algunas frutas (sobre todo las llamadas «frutas de pelo», como melocotones, albaricoques, kiwis, fresas, etc.).Cómo prevenir las crisis de asma

Existen una serie de recomendaciones del todo evidentes para evitar las crisis asmáticas:

La persona alérgica debe evitar todo contacto con aquella sustancia que le provoque alergia. Si esto fuera imposible, al menos debe procurar, antes de entrar en contacto con ella, tomar la dosis necesaria de su medicación de rescate para que la crisis no se llegue a producir.