Todo sobre tus hormonas - Onica Armijo - E-Book

Todo sobre tus hormonas E-Book

Onica Armijo

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Beschreibung

El libro que acompañará a las mujeres a lo largo de su vida. Todas, alguna vez, nos hemos visto desbordadas por nuestras hormonas o nos da un subidón o un bajón, nos afectan al estado de ánimo y notamos cambios en el cuerpo. Nos dicen que es debido a fluctuaciones hormonales, pero no entendemos por qué. En estas páginas, dos ginecólogas de prestigio te explican de manera clara y con rigor las variaciones y la importancia de las hormonas en todas las etapas vitales de la mujer: recién nacidas, niñez, adolescencia, edad fértil, embarazo, lactancia, menopausia y senectud.

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© del texto: María de la Calle y Onica Armijo, 2023.

© de las ilustraciones: Eva Janariz González, 2023.

© de esta edición: RBA Libros y Publicaciones, S. L. U., 2023.

Avda. Diagonal, 189 - 08018 Barcelona.

rbalibros.com

Primera edición: mayo de 2023.

REF.: OBDO185

ISBN: 978-84-1132-385-7

ELTALLERDELLLIBRE•REALIZACIÓNDELAVERSIÓNDIGITAL

Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito

del editor cualquier forma de reproducción, distribución,

comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida

a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro

(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org)

si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra

(www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47).

Todos los derechos reservados.

PARA TODAS LAS MUJERES DE NUESTRA VIDA: MADRE, HIJAS, ABUELAS, COMPAÑERAS, MAESTRAS QUE NOS HAN ENSEÑADO TANTAS COSAS Y QUE NOS ENTIENDEN CUANDO LAS HORMONAS SE COMPORTAN COMO EN UN CARRUSEL.

INTRODUCCIÓN. Conviviendo con mis hormonas

ÉCHALES LA CULPA A LAS HORMONAS

Todas, alguna vez, nos hemos visto desbordadas por nuestras hormonas: o nos da un subidón o un bajón; o nos lo comemos todo justo antes de que nos baje la regla o nos ponemos a llorar sin motivo... Y sabemos que es debido a nuestros cambios hormonales, pero no entendemos por qué.

Los hombres son más estables, no tienen estas fluctuaciones tan llamativas, pero nosotras tenemos variaciones hormonales desde que nacemos y a lo largo de todas nuestras etapas vitales: recién nacidas, niñez, adolescencia, edad fértil, embarazo, lactancia, menopausia y senectud. En todos estos momentos, están presentes las hormonas. En el transcurso de todo nuestro camino vital, para bien y para mal, son nuestras compañeras. Estos cambios van evolucionando, transformándose y transformándonos, influyendo en nosotras y en nuestro cuerpo no solo a lo largo de nuestra vida;sino que, además, cuando llegamos a la pubertad, y hasta la menopausia, los cambios serán mensuales y estarán determinados por nuestro ciclo menstrual, que regula la ovulación y la menstruación, haciendo que cada día del mes los niveles hormonales sean distintos.

Si os dijésemos que, de hecho, la palabra histeria, en griego, proviene del término útero, es posible que os resulte muy llamativo en un primer momento. Sin embargo, pensándolo bien, haciendo un poco de memoria y de historia, no deja de tener su sentido. Si miramos atrás, a las mujeres, se nos veía injustamente como seres neuróticos, volubles, desequilibrados... Se aludía a nuestros cambios de humor como un trastorno, como una «histeria» que estaba estrechamente relacionada con nuestro organismo, con nuestra naturaleza. Con nuestro útero.

En realidad, ahora sabemos que lo que a veces ocasiona esta labilidad emocional no es ninguna patología: no estamos locas por nuestras hormonas; son nuestros cambios hormonales —tanto a lo largo del mes como a lo largo de la vida— los que condicionan el comportamiento de algunas de nosotras en momentos concretos de nuestras existencias.

Es por este motivo que, en este libro, hemos querido explicar cómo funcionan nuestros cuerpos y nuestras mentes a través de nuestras hormonas.

No obstante, antes de continuar: ¿qué son las hormonas?

UNA PEQUEÑA DEFINICIÓN

Las hormonas son sustancias químicas secretadas por órganos del cuerpo llamados glándulas.

La función de las hormonas no es otra que la de regular la actividad de nuestro organismo tanto a nivel físico como emocional. Sin ellas, toda la maquinaria del ser humano sería un verdadero desbarajuste. Las hormonas intervienen en nuestro desarrollo, en nuestro crecimiento y en nuestro estado de ánimo.

En este libro, vamos a centrarnos en las hormonas sexuales femeninas, que son las que van a ir fluctuando y cambiando cada mes durante la edad fértil, y también a lo largo de nuestra vida.

De no ser por las hormonas sexuales femeninas, nuestra vida, la de las mujeres, sería un caos, pero la paradoja es que, debido a ellas también, a veces nuestra vida es un desorden corporal y emocional.

Es por esto que comprender el comportamiento y la función en nuestro cuerpo de las hormonas sexuales nos ayudará a aliviar temores, angustias y malestares.

ENTIÉNDELAS, ENTIÉNDETE

Entender nuestras hormonas es también entendernos a nosotras mismas. Entender nos ayuda a aceptar cada momento vital a lo largo de nuestras vidas. La información es poder, pues nos ayuda a controlar y a conocer qué nos está ocurriendo, y a poder manejar esa información, esos estados de ánimo, esas reacciones de nuestro cuerpo con inteligencia, para que podamos vivir de forma placentera, en una sana convivencia con nuestras hormonas, sabiendo que hay soluciones para muchas de las consecuencias que los cambios hormonales producen en nosotras.

Nuestro cuerpo está gobernado por hormonas, pero nosotras también podemos gobernar nuestras hormonas.

Este libro te puede acompañar a lo largo de tu vida, y también puede acompañar y ser de utilidad para la vida de tus hijas, la de tu madre y la de tu abuela... En estas páginas, encontrarás no solo la historia de la mujer a lo largo de su vida, sino de las mujeres que te precedieron y que ayudaron, gracias a sus compañeras, las hormonas, a perpetuar la especie humana.

1

HORMONAS EN LA INFANCIA: CÓMO INFLUYEN DESDE ANTES DE NACER

ETAPA FETAL: ANTES DE NACER, TUS HORMONAS YA ESTABAN AHÍ

Empezamos a sintetizar hormonas desde que somos fetos y estamos en el útero materno.

Los fetos de las niñas tienen ovarios, y en las ecografías del embarazo, podemos reconocer no solo los ovarios, sino también los folículos primordiales que hay dentro de ellos. Incluso a veces los ginecólogos y las ginecólogas —nosotras lo somos— ya podemos distinguir quistes en los ovarios de los fetos niñas.

Ahora bien, en la vida fetal o prenatal, estos ovarios no producen estrógenos, y solamente en algunos casos (concretamente en ciertas patologías como la diabetes materna), pueden llevar a una estimulación de los ovarios del feto de manera que estos produzcan estrógenos.

Por el contrario, las glándulas suprarrenales (que están encima de los riñones) sí funcionan ya en la vida fetal y participan en la formación de esteroides.

En las últimas décadas, se ha podido comprobar la existencia de sustancias químicas exógenas —externas al organismo— que interfieren con el sistema hormonal y que alteran su funcionamiento. Son los llamados disruptores endocrinos. Se ha descubierto también que las etapas en que somos más vulnerables a su acción nociva en nuestro cuerpo son las siguientes:

El embarazo.La infancia.La adolescencia.

La dieta es la principal manera en la que los disruptores endocrinos llegan a nuestro organismo, pero no la única. Estos también pueden encontrarse en muchos productos de higiene personal y en productos del hogar, incluso en elementos de la construcción o decoración de nuestros hogares. A través de nuestro contacto con todos estos elementos (perfumes, pesticidas, etc.), los disruptores endocrinos llegan a nuestro organismo.

Hemos acudido a un experto en el tema, el doctor Ortega, coordinador del Comité de Salud Medioambiental de la Asociación Española de Pediatría, para pedirle que nos dé unas pautas.

Principales disruptores endocrinos

Un grupo muy nocivo son los bisfenoles, y en concreto, el bisfenol A, que se usa para endurecer los envases plásticos y las latas.

Este tipo de disruptores endocrinos pueden actuar como estrógenos y provocan que se adelante la pubertad y que disminuya la fertilidad. También favorecen la obesidad infantil.

Otro gran grupo es el de los ftalatos, que dan flexibilidad a los plásticos y que son usados en la producción industrial de los alimentos. Estos podrían afectar al desarrollo de los genitales masculinos y, al igual que los bisfenoles, provocar la obesidad infantil.

Los perfluoroalquilos, usados en el empaquetado de papel y de cartón resistentes al aceite (puesto que se produce un traspaso de estos, ya sea por contacto directo, como en las sopas de brik, o indirecto, como en las patatas fritas envasadas que apenas tocan la bolsa), pueden también disminuir la fertilidad y afectar a la función tiroidea.

Los nitratos y nitritos se emplean para preservar los alimentos, especialmente las carnes procesadas y curadas, y pueden interferir en la producción de la hormona tiroidea.

Recomendaciones para evitar los efectos de los disruptores endocrinos

Es importante:

Consumir más frutas y verduras frescas o congeladas, y menos carnes procesadas, sobre todo durante la gestación y primera infancia.Evitar calentar alimentos o bebidas en contenedores de plástico.Priorizar el uso de los alimentos que no lleguen envasados en plástico ni en latas, sino en envases de vidrio o de acero inoxidable. Usar siempre que podamos este último tipo de recipientes en vez de los de plástico.

RECIÉN NACIDOS: LAS PRIMERAS MANIFESTACIONES DE LAS HORMONAS EN NUESTROS BEBÉS

«Doctor, ¡mi bebé menstrúa!»

Es frecuente que muchas madres asustadas acudan a su pediatra, incluso nada más dar a luz, después de haber visto gotas de sangre en el pañal de su bebé. Este sangrado o «minirregla» es bastante frecuente en niñas recién nacidas, a tal punto que afecta a un 5 % de ellas durante los primeros días de vida. Tan común es que hasta tiene un nombre: se conoce como menstruación falsa o menarquia neonatal, y fue descrita por primera vez en 1904 por Jaquet.

UNA PEQUEÑA DEFINICIÓN

La «menstruación falsa» es un sangrado que procede del útero de la recién nacida; aparece entre el tercer y quinto día de vida, y suele durar unas 24 horas. Se debe a una deprivación brusca de progesterona. Es decir, durante su vida dentro del útero materno, el feto está sometido a un ambiente rico en progesterona, que le pasa la madre a través de la placenta, especialmente al final del embarazo, donde sus niveles están muy aumentados. Al nacer, este suministro hormonal cesa de golpe (al pinzar el cordón umbilical), lo que debilita el endometrio (las paredes uterinas) y produce una descamación de este, que se expulsa por la vagina, al igual que ocurre con la regla.

¿QUÉ DEBEMOS HACER SI NUESTRA BEBÉ EXPERIMENTA UNA «MENSTRUACIÓN FALSA»?

Nada. Esta hemorragia uterina neonatal no se trata, y hasta ahora, no se le ha dado importancia.

Sin embargo, tenemos que señalar que, en los últimos años, algunas publicaciones relacionan este pequeño sangrado con cierto sufrimiento fetal, preeclampsia en el embarazo y, tal vez en el futuro, en la edad adulta, con un mayor riesgo de tener endometriosis.

La telorrea o galactorrea neonatal

La galactorrea o telorrea neonatal recibía el nombre popular de leche de brujas. Es un nombre que viene de antiguo, cuando se creía que los poderes de espíritus familiares robaban las fuentes de nutrición materna a los recién nacidos desatendidos. En realidad, no tiene ninguna causa mágica y sí una perfectamente lógica y científica.

UNA PEQUEÑA DEFINICIÓN

Se trata de la secreción de leche por los pezones en los recién nacidos, tanto niños como niñas. Se debe a un aumento temporal y transitorio de los estrógenos en ellos. Estos estrógenos son hormonas maternas que atraviesan la placenta en la vida del feto dentro del útero y que permanecen en el bebé hasta varias semanas después del parto, cuando estos estrógenos empiezan a descender.

La telorrea solo aparece en niños y niñas nacidos a término, no en prematuros, y suele manifestarse acompañada de hinchazón de ambas mamas. Muchas veces también coincide con la hinchazón mamaria de la madre hacia el tercer día tras el parto.

UNA RECOMENDACIÓN

Tal y como le comentamos a una madre que acudió agobiada a visitarnos, no conviene exprimir, apretar o masajear el pezón del bebé para extraer la leche, pues pueden producirse infecciones en su piel, o incluso la llamada mastitis.

Leucorrea o abultamiento de genitales

Debido al aumento de los estrógenos que la madre experimenta en las últimas semanas de su embarazo, y que han pasado a su bebé de manera intrauterina, algunas niñas recién nacidas vienen al mundo con los labios de sus vaginas abultados. No debemos preocuparnos. Esto desaparece a las pocas semanas del parto.

Además, junto al abultamiento de los labios vaginales, es posible que pueda aparecer secreción a través de la vagina. Es la llamada leucorrea fisiológica de la recién nacida, y también se debe al aumento transitorio de estrógenos maternos.

De la misma manera, tampoco debemos alarmarnos por este fenómeno.

Hiperpigmentación de genitales

Durante el embarazo, debido al aumento transitorio de una hormona materna llamada MSH (hormona estimulante de melanocitos), se puede dar el caso de que algunos recién nacidos nazcan con los labios vaginales (en las niñas) o el escroto (en los niños) muy oscuros.

A veces, este fenómeno va acompañado de hiperpigmentación —es decir, un oscurecimiento de la piel— en la línea media abdominal y en las axilas de los bebés. Esto se produce porque la hormona MSH pasa de la madre al feto en el embarazo y estimula la producción de melanocitos, que son los encargados de sintetizar la melanina. Sin embargo, como ya hemos visto en los apartados de la leucorrea o de la telorrea, no debemos alarmarnos: es un fenómeno transitorio que desaparecerá en unos pocos días o semanas.

Genitales ambiguos

Algunos bebés nacen con genitales difíciles de identificar como femeninos o masculinos. Esto se debe a que los genitales no se han desarrollado completamente o a que el bebé puede tener características de ambos sexos. Esto —queremos dejarlo muy claro— no es una enfermedad, sino una alteración del desarrollo sexual.

A veces, los genitales ambiguos se diagnostican en la etapa prenatal mediante las ecografías fetales, pero, la mayoría de las veces, es el pediatra o el sanitario que explora al bebé en el momento del nacimiento quien los diagnostica. Sus características pueden diferir según la gravedad del trastorno, o según el momento del desarrollo genital en el que ocurrió el problema y la causa de dicho trastorno.

Aquellos bebés que son genéticamente del sexo femenino —con dos cromosomas X (46XX)— pueden presentar las siguientes características:

Un clítoris agrandado que puede parecer un pene.Labios vaginales cerrados o con pliegues que parecen un escroto.Bultos en los labios vaginales fusionados que parecen testículos.

Aquellos bebés que son genéticamente del sexo masculino —con un cromosoma X y uno Y (46XY)— pueden presentar las siguientes características:

Una enfermedad en la cual la uretra (el tubo estrecho que lleva la orina y el semen) no llega hasta la punta del pene, y el orificio de salida está en mitad o en un lateral del pene. Esto se llama hipospadias.Un pene anormalmente pequeño, con la apertura uretral cerca del escroto.La ausencia de uno o ambos testículos en lo que aparenta ser el escroto.Testículos sin descender y un escroto vacío que tiene el aspecto de labios vaginales con micropene o sin este.

¿Cómo se producen los genitales ambiguos?

Esto se debe a una interrupción en los pasos que determinan el sexo:

Falta o deficiencia de hormona masculina en un bebé genéticamente masculino (46XY).Exposición a hormonas masculinas en un feto femenino (46XX).Mutaciones genéticas o anomalías cromosómicas.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de los genitales ambiguos?

En el sexo femenino: puede tratarse de hiperplasia suprarrenal congénita o déficit de 21 hidroxilasa (es decir, cuando las glándulas suprarrenales producen exceso de hormona masculina). También puede ser por la ingesta de hormonas masculinas por parte de la madre, o por un tumor de la madre que segregue hormonas masculinas.En el sexo masculino: puede ser por síndrome de insensibilidad a los andrógenos, o por testículos que no producen testosterona; también, por déficit de alfa-5 reductasa.

NUESTRAS HORMONAS EN LA INFANCIA

En las niñas y niños, son muy frecuentes ciertos cambios a nivel genital e incluso a nivel emocional, lo que está muy relacionado con las hormonas. Es importante que los conozcamos para que no nos asustemos ni dramaticemos si es que se producen, porque son mucho más comunes de lo que podemos pensar y son, además, perfectamente naturales: no se deben a ninguna anomalía.

Sinequias vulvares

UNA PEQUEÑA DEFINICIÓN

Es la adherencia de los labios vaginales menores, lo que impide ver la entrada a la vagina y, a veces, del meato uretral. Este último es el final del conducto excretor del aparato urinario de la niña.

Queremos aclarar que esto no es una malformación congénita, sino que es un cambio en los labios vaginales que se adquiere, en la mayoría de los casos, durante los primeros meses de vida. Las causas más frecuentes son las infecciones vulvares, vaginales o urinarias. En raras ocasiones, se debe a un déficit de estrógenos (hipoestrogenismo).

UNA RECOMENDACIÓN

En una ocasión, una madre vino a visitarnos muy agobiada al descubrir en su hija de dos años la fusión de los labios menores. La causa se debía a la falta de higiene en los genitales por miedo a tocárselos. Así pues, no debemos temer el momento de la higiene de nuestros bebés al pensar que les podemos hacer daño.

Es importante que no la pasemos por alto, con las debidas precauciones, pues es mucho peor, como podemos ver, la falta de higiene.

UNA SOLUCIÓN

El 80 % de las veces, las sinequias vulvares se resuelven espontáneamente con toallitas húmedas, vaselina o emolientes con vitamina A y D.

En los casos más resistentes, se pueden aplicar corticoides locales o cremas con estrógenos en bajas dosis, como el promestrieno, durante al menos 15 días.

Liquen escleroatrófico

UNA PEQUEÑA DEFINICIÓN

Es una lesión blanquecina en los genitales externos de la niña (labios mayores y menores, y clítoris) y, a veces, también alrededor del ano. Produce mucho picor y, en ocasiones, escozor al orinar. No afecta ni a la vagina ni al himen.

Esta lesión es muy molesta: impide el sueño a las niñas por el picor continuo y las obliga a rascarse sin cesar, y llega a afectar a su calidad de vida.

Las madres acuden desesperadas a nuestras consultas porque sus niñas no paran de rascarse y de llorar por culpa del picor. La edad media de aparición son los cinco años, y a veces, se retrasa su diagnóstico hasta un año porque puede confundirse con infecciones por hongos.

Las causas son múltiples: quemaduras, traumatismos en los genitales, o alteraciones inmunológicas. También, el liquen se debe a alteraciones hormonales por falta de función en los receptores de estrógenos o de testosterona.

UNA SOLUCIÓN

La gran mayoría de las veces, el liquen escleroatrófico se resuelve espontáneamente cuando la niña llega a la pubertad. Mientras tanto, el tratamiento son los corticoides tópicos, inmunomoduladores o, incluso, pomadas de testosterona.

Acné

El acné en niñas de entre 6 y 10 años suele aparecer en la nariz, en las mejillas y en la frente. También puede aparecer en las orejas (pabellones auriculares).

Por un lado, el acné aislado suele deberse al aumento de una hormona llamada DHEA (dehidroepiandrostendiona). Este puede ser el primer signo de una pubertad precoz.

Por otro lado, el acné severo, casi con toda seguridad, se asociará con el adelantamiento de la primera regla, la llamada menarquia.

Pubertad precoz

UNA PEQUEÑA DEFINICIÓN

Se habla de pubertad precoz en las niñas cuando el cuerpo se empieza a transformar en el de una mujer antes de los 8 años. En los niños, cuando su cuerpo empieza a transformarse en el de un hombre antes de los 9 años.

La pubertad precoz se define como la aparición de los caracteres sexuales secundarios antes de las edades en que deberían aparecer. Estos caracteres sexuales secundarios son el vello púbico y axilar, y el desarrollo de las mamas en las niñas.

Las causas son múltiples, pero, en la mayoría de los casos, no se identifican.

No obstante, no podemos pasar por alto que, según muchos estudios, la obesidad y algunos suplementos dietéticos predisponen a la pubertad precoz.

UNA SOLUCIÓN

El tratamiento consiste en tratar la causa o la enfermedad subyacente cuando esta se encuentra.

En caso contrario, si no logramos dar con esta causa, se debe administrar una medicación para frenar la producción de estrógenos y detener el desarrollo sexual.

Unos padres nos preguntaban cuáles eran las consecuencias de no tratar la pubertad precoz, y les respondimos que la más importante era la baja estatura.

Nos explicaremos: si bien, en un principio, las niñas y los niños con pubertad precoz son los más altos de su clase, luego dejan de crecer al detenerse antes la maduración de sus huesos, y esto es un problema.

Además, el verse más desarrollados que el resto de niños de su clase puede provocarles complejos, timidez, afectarles en su autoestima y aumentar las probabilidades de trastornos como la depresión.

Masturbación: «Doctora, ¡mi niño se toca!»

La masturbación infantil fue descrita por primera vez por Still en 1909. Se caracteriza por la autoestimulación de los genitales (casi siempre sin manipulación manual), y es asociada con frecuencia con posturas y movimientos inusuales, sudoración, sofocos y respiración agitada.

Como decíamos al inicio de este apartado, es perfectamente normal. No se trata de ninguna anomalía.

A veces, estas posturas y movimientos inusuales pueden conducir a errores diagnósticos, como convulsiones, alteraciones del movimiento, dolor abdominal u otros problemas neurológicos.

De manera típica, la masturbación comienza en la infancia temprana. En un estudio realizado en trece niños con masturbaciones frecuentes que fueron remitidos a neurología pediátrica, encontraron que los niveles de estrógenos (estradiol) eran más bajos en los niños que se masturbaban con frecuencia en comparación con los de los niños que no lo hacían.

En dicho estudio, el resto de las hormonas sexuales estudiadas (testosterona, androstendiona, 17 hidroxiprogesterona, etc.) no estaban alteradas.

2

ADOLESCENCIA: LA LOCURA DE LAS HORMONAS SE HA PUESTO EN MARCHA

¿ES LO MISMO «PUBERTAD» Y «ADOLESCENCIA»?

No. La pubertad marca el inicio de la adolescencia, y es cuando se producen los cambios físicos más relevantes, que luego describiremos.

La pubertad, por tanto, suele comenzar entre los 10 y 13 años.

La adolescencia, por su parte, comienza con la pubertad y concluye cuando los cambios físicos han finalizado o se han estabilizado, que suele ser en torno a los 19 años.

¿QUÉ ES EXACTAMENTE LA PUBERTAD?

La pubertad es un proceso natural de maduración sexual del cuerpo con cambios físicos y emocionales. Se produce por unos cambios hormonales que se inician en el cerebro, en una zona llamada hipotálamo, que es una glándula secretora de hormonas —entre ellas, la hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH).

¿Qué cambios hormonales se producen en la pubertad?

Lo primero que debemos saber es que durante la niñez predominan dos hormonas: la hormona tiroidea y la hormona del crecimiento.

En la pubertad, y durante la adolescencia, entran en juego otras hormonas: las hormonas sexuales (estrógenos, andrógenos y progesterona).

En la parte baja del cerebro, se encuentran dos órganos estrechamente relacionados: el hipotálamo, que es el centro de regulación y de control, y la hipófisis, que dirige todo el sistema hormonal.