Turismo y religión en Cuba - Clemente Hugo Ramírez Frías - E-Book

Turismo y religión en Cuba E-Book

Clemente Hugo Ramírez Frías

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Beschreibung

El estudio realizado para lograr esta obra plantea contradicciones e impactos socioculturales en la relación del turismo con la actividad religiosa. Las investigaciones de varios años permiten al autor destacar la necesidad de ordenar y precisar ideas para el logro de un quehacer turístico respetuoso del patrimonio religioso y cultural. Contribuir a una cultura sobre religión, en todas sus manifestaciones, constituye propósito principal y eje en este libro, como tema y recurso pedagógico para los profesionales vinculados a la esfera turística, con un enfoque científico y riguroso. El lector encontrará en estas páginas fundamentos para el conocimiento de un "turismo cultural sobre religión" o de "herencia religiosa" y no solo de raíces africanas, con el fin de enriquecer el turismo cubano.

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Seitenzahl: 396

Veröffentlichungsjahr: 2019

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Edición al cuidado de Luis M. de las Traviesas Moreno

Diseño de cubierta e interior: Carlos Javier Solis Méndez

Corrección: Adyz Lien Rivero Hernández

Composición digitalizada: Yaneris Guerra Turró

Conversión a ebook: Alejandro Villar Saavedra

©Clemente Hugo Ramírez Frías, 2017

© Sobre la presente edición:

Editorial de Ciencias Sociales, 2018

ISBN 978-959-06-2036-2

Estimado lector, le estaremos muy agradecidos si nos hace llegar su opinión, por escrito, acerca de este libro y de nuestras ediciones.

INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

Editorial de Ciencias Sociales

Calle 14, no. 4104, entre 41 y 43, Playa, La Habana, Cuba

editorialmil@cubarte.cult.cu

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.
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Índice de contenido
Agradecimientos
Prólogo
Introducción
CAPÍTULO I Religión y turismo. ¿vínculo conflictual?
CAPÍTULO II Acercamiento histórico-contextual de la relación turismo y religión en cuba
CAPÍTULO III Contrapunteo cubano entre el turismo y las religiones
CAPÍTULO IV Resumen de algunas entrevistas realizadas por el autor sobre los vínculos de la actividad del turismo y la religión
CAPÍTULO V El turismo de eventos, educativo y académico con la temática religiosa como formas de turismo cultural que viabilizan la relación turismo-religión en Cuba?
CAPÍTULO VI Religión y turismo. hacia una ralación virtuosa en el contexto cubano
CAPÍTULO VII Marco socioespacial de la puesta en práctica de principios que viabilizan la realción turismo y religión
Epílogo
FUENTES CONSULTADAS
Datos del autor

A la pequeña Varelia R. O.

Agradecimientos

Al doctor José Luis Martín Romero, por encaminarme en los primeros pasos de esta investigación e ilustrarme a lo largo de estos años.

Al doctor Jesús Guanche, por el apoyo a través de su celo por la excelencia científica.

Al doctor Eros Salinas, por sus recomendaciones.

Al doctor Giraldo Llanio Martínez, por trasmitirme su extraordinaria vocación educativa.

A mis colegas de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana, muy especialmente al doctor Héctor Ayala y al doctor José Luis Perelló, por su estímulo, sus enseñanzas y apoyo constante.

A todo el colectivo del departamento de Estudios Sociorreligiosos del CIPS por las enseñanzas, sugerencias y observaciones durante su acompañamiento en la investigación, en especial al doctor Ramírez Calzadilla, quien en vida me aportó sus conocimientos.

Al profesor René Cárdenas, la doctora Vivian Sabater, el doctor Maximiliano Trujillo, la doctora Lázara Menéndez, por la dedicación con que realizaron las revisiones del texto.

Al colectivo de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos, por su paciencia y apoyo constante.

A las innumerables instituciones religiosas que me apoyaron.

A Oscar Trilla y Ernesto Hernández y el siempre recordado Saquete, por atesorar la memoria gráfica.

Incluyo también a quienes mostraron suspicacia por la investigación y la calificaron de demasiado “compleja” para abordarla. En realidad, me incentivaron y dieron nuevos argumentos para la importancia y comprensión de la indagación científica del tema.

A Luis Modesto de las Traviesas por lograr, con su esmerada edición, el mejoramiento de esta obra y a la Editorial de Ciencias Sociales, por llevarla a la luz.

A mis alumnos de toda una vida, por acompañarme en abrir caminos al conocimiento.

Prólogo

Las múltiples relaciones entre el turismo y la diversidad religiosa en Cuba son objeto de un exhaustivo análisis en el presente libro de Clemente Hugo Ramírez Frías, mediante la acertada combinación de un experimentado ejercicio docente y una detallada indagación sobre esta cuestión a nivel nacional e internacional, que propone aspectos de sumo interés para una política virtuosa entre turismo y religión.

La actividad docente le ha permitido identificar alcances y lagunas en la preparación del personal idóneo para el turismo, lo que a la vez ha sido, sin lugar a dudas, la principal motivación de este trabajo; y la investigación constituye la herramienta necesaria para sacar a la luz, tanto las problemáticas principales como proponer vías y medios de solución para una relación cualitativamente adecuada, sostenible y próspera.

Por ello, Turismo y religión en Cuba. Viabilidad y antípodas de una relación,debe convertirse en un texto de estudio y referencia para las personas que se preparan en el ámbito de la atención al turismo (nacional e internacional); sobre todo, para que los guías adquieran cultura sobre las religiones y, especialmente, para quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones sobre el desarrollo sostenible del turismo y su estrecha relación con las comunidades receptoras.

Todo lo anterior pasa por uno de los campos más atractivos del turismo, que rebasa las limitaciones del sol y la playa, donde los visitantes se interesan por el contacto intercultural y que, por necesidad, incluye las diferentes actividades religiosas; me refiero al Turismo cultural comunitario, el que en diversos países1está acompañado por la correspondiente infraestructura organizacional que poseen los Estados y contribuyen al desarrollo mutuamente beneficioso.

1 Para el caso de los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), véase III Jornadas Internacionales de Turismo Cultural. Experiencias de Turismo Cultural en Comunidades Afrodescendientes, 22-24 de junio del 2011, San Felipe-Veroes, Yaracuy, Venezuela (DVD de ponencias).

Vale recordar y glosar, entre múltiples documentos de circulación internacional, laCarta Internacional sobre Turismo Cultural,que enfatiza la gestión del turismo en los sitios con patrimonio significativo, del que Cuba posee diversas declaratorias a nivel mundial, nacional y local. EstaCartafue adoptada por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), en la XII Asamblea General en México, octubre de 1999; y aunque es relativamente conocida, no siempre se divulga y, mucho menos, se aplica.

Se reconoce que el patrimonio natural y cultural pertenece a todos los pueblos, pero cada persona —léase comunidad, institución gubernamental y no gubernamental—, tiene el derecho y la responsabilidad de comprender, valorar y conservar sus valores. Enfatiza en la amplia acepción del Patrimonio que incluye sus entornos naturales y culturales; pues abarca los paisajes, los sitios históricos, los emplazamientos y entornos construidos, así como la biodiversidad, los grupos de objetos diversos, las tradiciones pasadas y presentes, los conocimientos y experiencias vitales. Incluye largos procesos de evolución histórica, que constituyen la razón de muy diversas identidades nacionales, regionales, locales, aborígenes y parte integrante de la vida moderna. Es un punto de referencia dinámico y un instrumento favorable de crecimiento e intercambio. La memoria colectiva y el peculiar patrimonio cultural de cada comunidad o localidad son insustituibles y representan una importante base para el desarrollo actual y futuro. A esta propuesta conceptual se añaden las dos Convenciones de la UNESCO del 2003 y 2005, sobre el valor patrimonial de la sabiduría y la diversidad cultural de los pueblos, con directas implicaciones en las potencialidades del turismo.2

2 Véanse Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Intangible, UNESCO, París, 17 de octubre del 2003; y Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales, UNESCO, París, 20 de octubre del 2005.

LaCarta,valora la interacción dinámica entre el turismo y el patrimonio cultural, del que forma parte indisoluble la diversidad religiosa;elturismo nacional e internacional deviene uno de los medios más importantes para el intercambio cultural, ofrece una experiencia personal acercade lo que pervive del pasado, de la vida actual y de otras sociedades. El turismo es cada vez más apreciado como una fuerza de apoyo para la preservación de la naturaleza y de la cultura; ya que puede captar los aspectos económicos del patrimonio y aprovecharlos para su preservación, genera fondos, educa a la comunidad e influye en su política de desarrollo sustentable. De manera que, constituye un factor de desarrollo cuando se gestiona adecuadamente.

Por su propia naturaleza multidimensional, el turismo es un complejo proceso de alcances políticos, económicos, sociales, culturales, educativos, biofísicos, ecológicos y estéticos, en el cual pueden descubrirse numerosas oportunidades y posibilidades mediante el conocimiento de la interacciónentre los deseos y expectativas de los visitantes, no siempre previsibles,y las aspiraciones y deseos de las comunidades anfitrionas o locales.

El patrimonio natural y cultural, la diversidad de expresiones y las culturas vivas constituyen los máximos atractivos del turismo. Sin embargo,el turismo excesivo o mal gestionado con corto alcance, así como el turismo considerado como voraz crecimiento económico, ponen en peligro la naturaleza física del patrimonio natural y cultural, su integridad y sus características identificativas. El entorno ecológico, la cultura y los estilos de vida de las comunidades anfitrionas, pueden degradarse al mismo tiempo que las propias experiencias de los visitantes.

Se enfatiza que el turismo debe aportar beneficios a la comunidad anfitriona y proporcionar importantes medios y motivaciones, para cuidary mantener su patrimonio y sus tradiciones culturales vivas. Esta cuestión también atañe a los valores patrimoniales de la diversidad religiosa; es decir, templos, casas-templos, espacios de participación ceremonial, entre otros. Con el compromiso y la cooperación entre los representantes locales y/o de las comunidades, los ecologistas, los operadores turísticos, los propietarios, los decisores políticos, los responsables de elaborar planes nacionales de desarrollo y los gestores de los sitios, se puede llegar a una industria sostenible del turismo y aumentar la protección sobre los recursos del patrimonio en beneficio de las futuras generaciones.

En este sentido, laCartaformula cuatro objetivos claros sobre el Turismo Cultural:

•Facilitar y animar a cuantos están involucrados en la gestión y conservación del patrimonio para que transmitan su importancia, tanto a la comunidad anfitriona como a los visitantes.

•Facilitar y animar a la industria del turismo para que este se promueva y gestione con la finalidad de respetar y acrecentar el patrimonio y las culturas vivas de las comunidades anfitrionas.

•Facilitar y animar al diálogo entre los intereses de la conservacióndel patrimonio y los intereses de la industria del turismo, acercade la importancia y frágil naturaleza de los sitios con patrimonio, sus variados objetos y sus culturas vivas, incluyendo la necesidad de lograr undesarrollo sostenible para ambos.

•Animar a las partes interesadas para formular planes y políticas concretas de desarrollo, objetivos mensurables y estrategias para la presentación e interpretación de los sitios con patrimonio y sus actividades culturales para su defensa y conservación.

Esto hace posible plantear un conjunto de Principios que, de un modo u otro, se corresponde con las propuestas del presente libro:

1.Desde que el turismo nacional e internacional se ha convertido en uno de los más importantes vehículos para el intercambio cultural, su conservación debería proporcionar oportunidades responsables y bien gestionadas a los integrantes de la comunidad anfitriona, así como proporcionar a los visitantes la experimentación y comprensión inmediatas de la cultura y patrimonio de esa comunidad.

2.La relación entre los sitios con patrimonio y el turismo, es una relación dinámica y puede implicar valoraciones encontradas. Esta relacióndebería gestionarse de modo sostenible para la actual y futuras generaciones.

3. La planificación de la conservación y del turismo en los sitios con patrimonio, debería garantizar que la experiencia del visitante le merezca la pena y le sea satisfactoria y agradable.

4. Las comunidades anfitrionas deberían involucrarse en la planificación de la conservación del patrimonio y en la planificación del turismo.

5. Las actividades del turismo y de la conservación del patrimonio deberían beneficiar a la comunidad anfitriona.

6. Los programas de promoción del turismo deberían proteger y ensalzar las características delpatrimonio natural y cultural.

En una parte considerable de esta obra, el autor se refiere a las manifestaciones religiosas populares cubanas que son fruto de una rica creatividad con base en el legado africano e hispánico, con otros influjos vinculados a la práctica del espiritismo y de diversos cultos a los ancestros.

A la luz de la conmemoración, en el año 2014, del XX Aniversariodel Proyecto UNESCO La Ruta del Esclavo: resistencia, libertad y patrimonio, la dirección general del Proyecto en París propuso elaborar una Red Global de Sitios de Memoria, que ha tenido como antecedente la multimediaen el año2006 sobre Sitios de Memoria de La Ruta del Esclavo enel Caribe Latino, que incluyó a Cuba, Haití, República Dominicana y Aruba.Estos sitios están propuestos, precisamente para el Turismo Cultural y son depositarios de múltiples manifestaciones religiosas.

En el caso de Cuba, como había un máximo de cinco sitios por cada país, a ello se añadieron otros cuatro con la categoría de Patrimonio de la Humanidad. Estos fueron, de Occidente a Oriente:

•Valle de Viñales (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCOen1999), Pinar del Río.

•Cafetal Angerona (Monumento Nacional), Artemisa.

•Asentamiento Poblacional de Regla-Guanabacoa (Monumento Nacional), La Habana.

•Castillo de San Severino (Monumento Nacional), Matanzas.

•Centro Histórico Urbano de Trinidad y su Valle de los Ingenios (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en 1988), Sancti Spíritus.

•Ruinas del Ingenio Demajagua (Monumento Nacional), Granma.

•Poblado y Coto Minero de El Cobre (Monumento Nacional), Santiago de Cuba.

•Tumba Francesa (Lista Representativa del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en el 2003 y ratificado en el 2008), Santiago de Cuba, Holguín y Guantánamo.

•Paisaje arqueológico de las primeras plantaciones cafetaleras del sudeste de Cuba (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en el 2000), Santiago de Cuba y Guantánamo.

En la propuesta ampliada a nivel global, debido a la jerarquía en la declaratoria de otros sitios relacionados con el legado africano y la religiosidad se consideraron los siguientes:

Centro Histórico Urbano de La Habana y su sistema de Fortificaciones (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en 1982),3LaHabana. Entre los Sitios de Memoria se destacan la Casa de Áfricade la Oficina del Historiador de la Ciudad, la Casa Natal de José Martí, la Casa Museo Juan Gualberto Gómez, la Casa Humboldt de la Oficina del Historiador de la Ciudad, el Monumento a Gabriel de la Concepción Valdés (Plácido),el Sitio de recordación a cinco jóvenes abakuá, las Ruinas de la Murallade La Habana y la Plaza Vieja.4

3 Véanse Consejo Nacional de Patrimonio Cultural:Cuba y su patrimonio mundial(Dossier), La Habana, [s. a.]; UNESCO y Plan Maestro, Oficina del Historiador:Una experiencia singular. Valoraciones sobre el modelo de gestión integral de La Habana Vieja, Patrimonio de la Humanidad,La Habana, 2006; y UNESCO yNational Geographic:Patrimonio mundial (2011-2012),40 años (plegable cartográfico), París, 2012.

4 Colaboró en la identificación de los Sitios de Memoria el director de la Casa de África de la Oficina del Historiador, MSc. Alberto Granados Duque.

Centro Histórico Urbano de Cienfuegos (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en el 2005),5Cienfuegos.

5 Véanse Consejo Nacional de Patrimonio Cultural:Cuba y su patrimoniomundial, ya citado; y UNESCO y National Geographic: Patrimonio mundial...; ya citado.

Entre los Sitios de Memoria se destacan el Monumento a Beny Moré,el Monumento al General Dionisio Gil, la Tarja a la Memoria de los esclavos 1er depósito municipal, la Tarja a la Memoria del General Antonio Maceo Grajales, la Casa-Templo La Divina Caridad, la Casa-Templo Santa Bárbara, y la Casa-Templo El Espíritu Santo.6

6 Colaboraron en la identificación de los Sitios de Memoria la directora del Centro Provincial de Patrimonio Cultural de Cienfuegos, Magdalena Chávez, y la especialista Lisandra Gómez Franco.

Centro Histórico Urbano de Camagüey (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en el 2008),7Camagüey.

7 Véanse los ya citados, Cuba y su patrimonio mundial...; y Patrimonio mundial...

Entre los Sitios de Memoria se destacan la Casa de la Diversidad Cultural, la Tarja conmemorativa del Bicentenario de la Sublevación y conspiración de José Antonio Aponte en Puerto Príncipe, la Plazoleta Nicolás Guillén, la Plazuela de Bedoya, la Casa de Candita Batista Batista, la Casa natal de Jorge Luis Betancourt Caballero, el Ilé Ocha-Ifá del babalawo Pablo Hernández Gómez, y la Tarja conmemorativa al Cabildo Carabalí del barrio del Cristo.8

8 Colaboraron en la identificación de los Sitios de Memoria la coordinadora del proyecto La Ruta del Esclavo: resistencia, libertad y patrimonio, en Camagüey, MSc. Rosa María Rodríguez, y la licenciada Kezia Henry, especialista de la Casa de la Diversidad Cultural camagüeyana.

Parque Nacional Alejandro de Humboldt (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en el 2001), Holguín y Guantánamo.9Posee una extensión total de 70 680 ha, constituye una de las áreas protegidas más importantes de Cuba en lo referente a biodiversidad; se destaca por la mayor riqueza y endemismo del país; y por ser uno de los representantes del más grande remanente de los ecosistemas montañosos conservadosde la Isla. En el orden antrópico, hay huellas arqueológicas y referenciasdocumentales de 51 palenques de cimarrones; los más estables del sigloxixen Cuba, como Bumba, Sigua, Maluala, Rincón, La Palma, Tibisial, Todos Tenemos, Vereda de San Juan, Calunga, Vuelta Pariente, Guarda Mujeres, Ajengibiar, El Frijol, entre otros.10Actualmente es el área donde se encuentra la Tumba Francesa de Bejuco.

9 Véanse, en referencia de la nota 7, los textos citados.

10 Gabino La Rosa Corzo: Los palenques del oriente de Cuba. Resistencia y acoso, La Habana, 1991, pp. 82-172.

Castillo San Pedro de la Roca en Santiago de Cuba (Patrimonio de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en 1997), Santiago de Cuba.11

11 Véanse los textos ya citados, nota 7.

La Rumba Cubana (Patrimonio Cultural de la Nación Cubana y en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad, Declarado por la UNESCO en el 2016).

Actualmente, estos Sitios están presentes, desde diciembre del 2014, en un museo digital global denominado Slavery, Slave Trade and Remembrance,de la Colonial Williamsburg Foundation, Virginia, Estados Unidos, por acuerdo del Comité Científico Internacional de La Ruta del Esclavo: resistencia, libertad y patrimonio de la UNESCO.12

12 Véase Harvei Bakary: “Slavery, Slave Trade and Remembrance: Toward a Global Museum”, en Matthiey Dussauge (Dirección). La route del´esclave.Des itninéraires pour réconcilier histoire et mémoire, Le Conseil Departamental de la Guadaloupe, L´Harmattan, 2016, pp. 265-271.

Esta propuesta permite ampliar y relacionar, de modo coherente, el turismo y la diversidad religiosa, pues junto con la red de eventos vinculados con estos estudios, se encuentran Sitios de Memoria en el espacio de máxima declaratoria a nivel mundial y nacional. Todo depende de la capacidad inteligente para gestionar el Turismo Cultural junto con el beneficio comunitario, de la posibilidad de implementar los principios propuestos por el autor del presente libro y por la referidaCarta Internacional sobre Turismo Cultural.

Las relaciones entre el turismo y la diversidad religiosa pueden y deben ser virtuosas, pero toda acción humana pasa por el nivel de conocimiento al respecto, por la voluntad política de aplicar adecuadamente procedimientos y normas internacionales ya colegiadas y experimentadas en otros contextos, por la subjetividad que implica el respeto o no a la diversidad cultural, como el valor identitario del patrimonio en su más amplia connotación, tal como lo reconoce la legislación cubana. La solución de facilitar la viabilidad y superar las antípodas está, en nuestras propias manos, pero guiadas por pensamientos y acciones certeras.

Jesús Guanche

El Cerro, abril de 2017.

Introducción

Al abordar, en un nexo, aspectos tan aparentemente independientes como la religión y el turismo se corre el riesgo de que afloren dudas y, hasta prejuicios, originados por la complejidad de esos dos conceptos. Esta apreciación comienza al observarse con frecuencia, en diferentes contextos, cómo religión y turismo son expresiones que aparecen en conflicto. De ahí, se recurra en este estudio a enfoques desde las Ciencias Sociales partiendo del ámbito del turismo y sus interconexiones socioculturales.

La investigación social sobre el turismo alude a un fenómeno, el cual se ha desarrollado con la modernidad. Facilitado por el avance técnico del transporte y las comunicaciones, el turismo ha alcanzado en el siglo xx y principios del siglo xxi un desarrollo y extensión que abarca a la mayor parte del orbe y lo convierte en una megaindustria global.

Los países que, como Cuba, han asumido el turismo para su desarrollo económico, reciben la influencia de los diversos actores que intervienen en esta actividad, de tal manera que el turismo moviliza, directa o indirectamente, a casi toda la sociedad con sus interacciones.

Estos vínculos sociales del turismo provocan influencias de signo positivo y negativo que van desde la esfera económica (generación de divisas y empleos), medioambientales (en espacios y entornos físico-naturales), hasta cambios socioculturales (en las normas sociales, costumbres y tradiciones, y en expresiones artísticas, religiosas y lingüísticas); cambios culturales estos que pueden producirse con una emergencia gradual (Santana, 1997) por lo que han sido más complejos y controversiales en su estudio y tratamiento, y han motivado aproximaciones teóricas al turismo desde la Sociología y la Antropología Social (Smith, 1989) (Cohen, 1972) (Korstanje, 2010) (Torres P., 2004) (Jafari, 2005) (MacCannell, 2007).

Dentro de la esfera sociocultural se menciona, como una de sus expresiones más sensibles en los vínculos del turismo, a las manifestaciones religiosas.

Aunque las interacciones se expresan mayormente conflictivas —se produce saqueo del patrimonio cultural religioso y erosión de sus ceremonias y valores—, otros autores (Santana, 1997) (Barreto, 2007) han mostrado aristas favorables de acuerdo con el contexto en las cuales se desarrollan, como el acercamiento humano entre diferentes formas del pensamiento religioso, así como propiciar el conocimiento y comprensión entre grupos mutuamente desconocidos en el ámbito de las religiones.1

1 La profesora uruguaya Margarita Barreto aborda el estudio de las influencias socioculturales del turismo en su obra Turismo y cultura. Relaciones, contradicciones y expectativas,con un análisis más equilibrado de sus influencias negativas y positivas. Barreto es considerada una importante figura en los estudios de la turismología, o sea, en el estudio científico del turismo como hecho social; esta autora define la turismología como “el estudio del fenómeno turístico en cuanto a hecho social —en el sentido dado a esta expresión por Durkheim—. El turismo, plantea Barreto, es el fenómeno en sí [pero] son dos cosas diferentes: el fenómeno y el estudio del fenómeno”. (Godoy, 2006).

En las interconexiones establecidas entre las diversas religiones y el turismo, inciden complejos procesos de la conciencia religiosa y sus vínculos intersubjetivos, mecanismos económicos, antecedentes históricos y contradicciones políticas; todo esto, en un movimiento que abarca, desde las disímiles experiencias personales, hasta lo que pudiéramos ubicar en una escala social, en la cual, las relaciones giran en torno a múltiples actores sociales que pueden tener diferentes grados de sujeción.

Estos procesos se desarrollan con el influjo de un ámbito internacional en que las religiones toman disímiles formas, con tendencias e influencias orientalistas, africanas y de culturas americanas ancestrales e innovaciones cristianas con señales contradictorias, las cuales van, desde fundamentalismos de extrema violencia, hasta teologías de liberación, por una parte, y neoliberales, por otra.

Las influencias e interconexiones del turismo y las religiones se procuran por las relaciones temporales de los grupos implicados que algunos especialistas los nombran anfitriones e invitados (host and guest, Smith, 1989), o sea, la comunidad residente del país receptor, muchas veces subdesarrollados, y los turistas que provienen de un país emisor, en su mayoría desarrollados.

Los turistas se trasladan de un lugar a otro —cualesquiera que sean sus motivaciones de viaje— llevando en su “equipaje” espiritual pensamientos, sentimientos y maneras muy particulares de expresar lo sobrenatural. El turismo en las regiones y naciones receptoras, incluyendo a Cuba, crea condiciones —muchas veces sin proponérselo sus actores— para que este viajero deje parte de este ajuar espiritual e incorpore otros elementos: nuevas imágenes, nuevos sentimientos que forman un sistema de interacciones, con repercusiones, desde reacciones de enojo o irritación por parte de las comunidades receptoras,2 hasta asumir prácticas religiosas ajenas a las tradicionales o incorporarle transformaciones a las ya existentes.

2 Las categorías de irritación, enojo o también euforia resultan clasificaciones realizadas por Doxey en su modelo sobre reacciones ante el turismo, citado por Santana (1997) y Jiménez (1999).

El turismo, con motivaciones religiosas, deviene Turismo Religioso y gana espacio en los últimos tiempos, incidiendo en la formación de importantes núcleos receptores (Guadalupe, Lourdes, Roma, Luján y Jerusalén, entre otros), hacia donde viajan millones de personas en fechas señaladas. En titulares de artículos en Internet podemos encontrar ejemplos de promociones, en los cuales frases como “el turismo religioso nunca se agota” o “el turismo religioso sigue moviendo montañas”, nos dan idea de su auge.3 Sobre lo que se entiende como Turismo Religioso existe un agudo debate, esto lo abordaremos en el texto de este libro.4

3 Los resultados de una encuesta de la Travel Industry Association of America (TIA), indicaron que “un cuarto de los viajeros afirmaron estar interesados en vacaciones espirituales enfocándose a actividades como la fotografía religiosa o peregrinaciones a santuarios o sitios religiosos”. Publication: Business Wire: $18 Billion Religious Travel Industry Gives Birth to International Association, en http://www.allbusiness.com/services/business-services/3989942-1.html.

4 Según Ostrowsk, muchas personas están indignadas con el Turismo Religioso. Se plantea que “desde el punto de vista religioso, se trata de una invención lingüística rara que produce ambigüedad”. (Ostrowsk, 2002: 4).

Aunque esas ideas devienen importantes para motivar la investigación, la obra no se centra en el llamado Turismo Religioso; pretende, sin excluirlo, una visión más general de los vínculos socioculturales entre la religión y el turismo, en el contexto cubano a partir de los 90 del siglo pasado, período en que los elementos que influyen en la relación turismo y religión han tenido una mayor incidencia y visibilidad, favorecidos por los crecimientos paralelos de los dos fenómenos, y conjugados con algunas tendencias a nivel internacional, tales globalización, conexiones históricas con otros países, transformaciones de las religiones y flujos migratorios. Estos años son de una creciente institucionalización, tanto del turismo como de las manifestaciones religiosas, con una mayor incidencia de estas últimas en la sociedad. En ese contexto se ha observado cómo diferentes contradicciones tienen lugar en la relación turismo y religión en la sociedad cubana.

En un estudio exploratorio realizado a creyentes y jerarquías religiosas, así como en investigaciones sobre la religión en nuestro país, las referencias al turismo han tenido —en la mayoría de los casos— un carácter negativo.5 Se expresan con frecuencia críticas a actividades del turismo que han utilizado el acto religioso como una mercancía y registros que muestran, además, desagrado por la manipulación de figuras y atributos religiosos que son distorsionados por desconocimiento o irreverencia de quienes organizan estas actividades. Una parte de los trabajadores del turismo que presta servicios de manera directa al turista, muestran insuficiencias en conocimientos sobre las características del panorama religioso cubano.

5 Véase las obras de: Argüelles y del Rey (1998); Berges (1998); Departamento de Estudios Socioreligiosos (DESR), colectivo (1999).

En las condiciones de Período Especial,6 otros fenómenos asociados a la religión y su vinculación con viajes de extranjeros son, la dependencia económica foránea de un grupo de Iglesias y su manipulación política. Por otra parte, existen situaciones que reflejan confusión en los límites entre el papel del Estado y el ámbito religioso, en relación con la actividad turística y sus vínculos comerciales y culturales.7

6 El Período Especial es un espacio de tiempo en la sociedad cubana, iniciado en los primeros años de los 90 del siglo pasado, cuando se desarrollan acciones para enfrentar los impactos del derrumbe del campo socialista en Europa del Este y la URSS, los cuales tuvieron negativas consecuencias para el país en el plano psicológico, económico, político, ideológico y cultural, incluida la esfera religiosa. (PCC, 1995).

7 Constituyen parte del diagnóstico y antecedentes de esta investigación las entrevistas realizadas por el autor, con carácter dialógico, a Caridad Diego, jefa de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del CCPCC, desde el año 1999 al 2002. Estos encuentros anuales —solicitados por el autor— versaron sobre las relaciones y contradicciones entre la actividad del turismo y el ámbito religioso, registrados en notas del autor. Después de esta etapa exploratoria, otras entrevistas se realizaron entre el 2005 y el 2012, las cuales incluyeron a otros funcionarios de esta Oficina.

Estas cuestiones planteadas en la correspondencia sociocultural entre el turismo y la religión inciden sobre áreas importantes de la identidad cultural cubana como es el caso de sus tradiciones religiosas. De ahí, la importancia que tiene el encuentro científico de esa relación. Su realización posibilita crear condiciones para un diseño estratégico que permita el desarrollo sustentable del Turismo Cultural con referente religioso. Las indagaciones científicas sobre este tema, desde las Ciencias Sociales, desempeñan un importante papel en la orientación de políticas y en la identificación de principios que guíen el control social acerca del tipo de relación que abordamos en el presente libro.

En consecuencia, este trabajo plantea el conjunto de procesos que objetivan la relación entre el turismo y las religiones en Cuba, con el propósito de fundamentar lo que considero principios de viabilidad para el tratamiento de la relación entre el turismo y la religión, contentivos del carácter laico del Estado y el desarrollo de una cultura sobre la religión para el personal relacionado con la actividad turística.

De esta forma se busca, además, una mayor articulación entre el Estado y otros actores implicados en la relación turismo y religión, lo cual posibilite una responsable participación ciudadana y de sus organizaciones involucradas, y se propicien el aprovechamiento de oportunidades —tanto en el plano económico como en el de preservación de la identidad y los valores culturales— y el debilitamiento de impactos negativos que atenten contra ellas.

Los principios de viabilidad constituirían una guía para la actuación y relación de las instituciones estatales turísticas con el ámbito religioso, sin distinción de manifestaciones religiosas, aunque en la aplicación de medios y recursos para realizar los principios se tomarían en cuenta las particularidades de las distintas religiones.

De ello, este libro se orienta a lograr un primer acercamiento a estos procesos de interacción social con una visión nacional que aporte contenidos teóricos y metodológicos como base a futuros estudios sobre aspectos más específicos de la relación turismo y religión, verbigracia, la significación de esta correspondencia delimitada a una manifestación religiosa o al estudio de caso de una región turística en específico.

Resulta prudente aclarar el alcance y los límites de esta obra; en tal sentido, debe tenerse en consideración que la investigación no se plantea, ni puede pretender fundamentaciones estadísticas, de la cantidad de turistas que vienen a Cuba con la motivación religiosa, lo cual es muy difícil de cuantificar; en cambio, hemos tratado de recorrer desde la perspectiva de las Ciencias Sociales, el espectro de posibilidades racionalmente distinguibles en que se expresa la relación del turismo y las religiones, ya que es importante hacerlo, pues constituye un primer acercamiento cualitativo a esa relación en el contexto original cubano, por lo demás hecho desde nuestro país.

El libro responde, a su vez, a una necesidad docente en la superación profesional de quienes pertenecen a diferentes sectores relacionados con la actividad del turismo; su contenido primario —recopilado en diferentes artículos— ha sido utilizado como texto en los cursos y postgrados de las escuelas de turismo, el diplomado sobre religiones del Instituto Cubano de Antropología y conferencias a estudiantes de la Facultad de Turismo de La Universidad de La Habana en el contexto de la asignatura Panorama de la Cultura Cubana.

El libro está dirigido al reconocimiento de la política social del turismo e instruir, por medio de los contenidos que sistematiza, a los actores implicados en la implementación de políticas públicas turísticas relacionadas con la cultura. En sus diferentes capítulos, se abordan las matrices teóricas vinculadas con las categorías básicas de este trabajo: la religión y el turismo, identificadas como dos fenómenos sociales interrelacionados objetivamente. Aborda el estudio de los antecedentes del objeto de investigación en el plano internacional y los basamentos teóricos que nos aportan las Ciencias Sociales —tanto desde el turismo como desde la religión—, lo cual condujo a la elaboración de un referente teórico para poder desarrollar la investigación en el contexto cubano.

Con las técnicas aplicadas se realiza un esbozo histórico de la relación turismo y religión en Cuba y un enfoque sincrónico al respecto. Sobre estas características del contexto cubano se propone el análisis de los datos obtenidos y la comprensión de las interconexiones entre estos fenómenos sociales se esclarecen las motivaciones de los turistas acerca de la religiosidad cubana, para tenerlos en cuenta en el desarrollo de una cultura sobre la religión y en objetos turísticos relacionados. Entre estos se fundamenta el turismo de eventos y educacionales, como recursos más viables de la relación turismo-religión y la necesidad de una cultura referente a la religión en los grupos sociales vinculados al turismo. Estos recursos son afluentes que tributan a la formulación y propuesta de principios sobre la relación de la religión y el turismo en el contexto cubano que, a manera de sistema, viabilizan su relación virtuosa.

En los apuntes conclusivos se subrayan determinantes en la conformación de una necesaria política que implique un tratamiento consciente —y bien alejado de una manipulación indecorosa— del tema para vislumbrar, axiológicamente, una salida emancipatoria a la relación entre la religión y el turismo en la Gran Antilla.

Consideraciones metodológicas

Dada la novedad y características del tema que nos ocupa coincidimos con el profesor Soler Grillo al plantear cómo, la relación turismo y religión en Cuba constituye “una problemática extremadamente compleja” (Soler, 2004: 332). Esta afirmación nos introduce en la trama de la problemática científica que se aborda y su influencia en el método y la variedad de técnicas utilizadas en la investigación.

La estrategia metodológica empleada es de carácter esencialmente cualitativo atendiendo a las técnicas que mejor respondieron al cumplimiento de los objetivos de la investigación y el tipo de análisis de sus resultados con múltiples factores, los cuales se influyen mutuamente. Permitió combinar la utilización de encuestas —para el caso subordinadas a una lógica cualitativa de análisis—, el estudio de documentos, entrevistas semiestructuradas a los diversos actores participantes, la observación de debates en eventos y talleres, y otras técnicas como el trabajo con grupos focales (focus group).

Para alcanzar los resultados fue conveniente utilizar estas técnicas con enfoques que fijaran la atención en sujetos como los trabajadores del turismo entre otros grupos de entrevistados (científicos sociales, especialistas de la cultura, religiosos —extranjeros y nacionales— y funcionarios políticos) con una intencionalidad centrada en el contexto histórico-social y en los vínculos socioculturales entre la religión y el turismo.

Secuencia metodológica:

1. Concertación con instituciones y organizaciones. Estas fueron seleccionadas de acuerdo con la experiencia del autor en el estudio de varios años, tanto de la religión como de la actividad del turismo y su relación con actores implicados en su conexión.8 Se contactó con las siguientes organizaciones e instituciones:

8 Desde 1990 el autor viene realizando investigaciones sobre el tema religioso y en 1999 se inicia en los estudios del turismo, su relación con la cultura y los vínculos con manifestaciones culturales de la religión.

–Instancias del PCC: Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central (OAAR) y las respectivas oficinas en las provincias de La Habana, Sancti Spíritus, Camagüey, Holguín y Santiago de Cuba. Con los funcionarios de atención a los asuntos religiosos se obtuvo información y se facilitó el contacto con actores vinculados al tema.

–Entidades turísticas: Ministerio de Turismo, casas matrices del Sistema para la Formación en el Turismo (Formatur) y Agencias de Viaje en La Habana, Agencia Artex en Trinidad, Formatur Santiago de Cuba, Formatur Trinidad, Formatur Camagüey, Cubanacán Trinidad, Cubatur Trinidad, Cubatur Santiago de Cuba, y Palmares Santiago de Cuba.

–Instituciones y organizaciones religiosas: Comunidad Judía Adath Israel, Centro Dr. Martin Luther King Jr., Seminario Bautista de Santiago de Cuba, Museo Diocesano de Santiago de Cuba, Arzobispado de La Habana, Asociación Yoruba de Cuba, Casa Templo de Oyá (La Habana), Cabildo Quisicuaba (La Habana), Casa Templo Hijos de San Lázaro (La Habana), Catedral de La Habana, Proyecto AcheDá (Pinar del Río), Casa Templo Cabildo de San Antonio (Trinidad), Casa Templo de Yemayá (Trinidad), Capilla de Santa Bárbara (Güines, Mayabeque), Catedral Metropolitana Ortodoxa Griega (La Habana), Iglesia Bautista de Camagüey y Casa Templo del Espiritismo Cruzado (El Cobre, Santiago de Cuba).

–Instituciones académicas y culturales que estudian la religión: Departamento de Estudios Sociorreligiosos del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS), Departamento de Filosofía de la Universidad de La Habana, Fundación Fernando Ortiz, Instituto Cubano de Antropología, Casa de África de la Oficina del Historiador —todas de la capital—; Museo Municipal de Güines, Museo de La Ruta del Esclavo en el Castillo de San Severino (Matanzas), Museo de Regla (La Habana), Oficina del Conservador de la Ciudad de Trinidad y el Valle de los Ingenios, y Casa del Caribe (Santiago de Cuba).

En el contacto con estas instituciones se realizó una explicación y fundamentación de los objetivos de la investigación.

2. Paralelamente a esta cadena de relaciones se obtuvo información con la participación en eventos científicos y culturales relacionados con el tema religioso; así, lograr el objetivo de realizar observaciones y constatar con los sujetos a entrevistar.

El espacio del turismo de eventos y el turismo educacional-académico resultaron los más propicios para entrevistas y encuestas a visitantes extranjeros. Los esfuerzos por realizar entrevistas y encuestas a turistas en grupos e individuales, en las demás formas de turismo, no progresaron lo suficiente como para sistematizar información. Por otra parte, el tipo de sondeo que realiza el MINTUR se basa en procedimientos y estándares, los cuales no incluyen el enfoque cualitativo de los objetivos de la investigación; además este organismo no estimula la indagación —mediante encuestas— de temas tan complejos como la religión. No obstante, se realizaron algunas entrevistas abiertas a turistas asistentes a actividades religiosas.

3. Aplicación de las técnicas e instrumentos para el análisis de la relación sociocultural entre el turismo y las religiones, en espacios religiosos, espacios del ámbito laboral de los trabajadores del turismo, espacios de debate académico, puntualizando los aspectos siguientes:

−Análisis y valoración de las contradicciones, impactos (negativos o no) y las oportunidades en el contexto cubano de la relación sociocultural del turismo y la religión.

−Análisis de la existencia o no de relaciones entre actores (religiosos, del turismo, culturales y académicos [nacionales o locales]) en estos espacios: relaciones de coordinación, relaciones conflictivas, relaciones espontáneas, ausencia de relaciones.

−Análisis del nivel de conocimiento sobre la religión y el Estado laico en los trabajadores del turismo y su preparación para responder, en este sentido, a exigencias profesionales, aspectos de estos conexos con la categoría cultura sobre la religión.

4. Los datos obtenidos se confrontaron en talleres para la búsqueda de un conocimiento consensuado con el personal relacionado a la actividad turística, tanto del sector del turismo como de instituciones culturales. Las entrevistas grupales se realizaron en los momentos finales de los postgrados impartidos por el autor sobre religión y turismo.

Los grupos de trabajadores del turismo seleccionados para la aplicación de encuestas y realizar talleres de discusión fueron identificados como informantes claves, pues muchos acumulan años de servicio y valiosas experiencias en las relaciones con los turistas, requisitos para esta investigación que no tienen otros sujetos. En algunas de sus actividades estas experiencias de trabajo se obtienen de forma individual o por dúos —por ejemplo, el guía y el chofer del ómnibus—, sin que medien, por lo general, observaciones intencionadas de otras personas, lo cual sucede en la mayor parte de las relaciones comunicacionales entre los turistas y estos trabajadores, solo conocido por ellos. Esta cotidianidad laboral crea una singularidad especial en estos trabajadores, reveladora de importantes informaciones exploradas por el investigador en ciertas circunstancias de comunicación informal (dialógicas), las cuales permitieron tener acceso a particularidades del restringido espacio laboral de estas personas.

El trabajo de investigación se desarrolló, principalmente, en las ciudades de La Habana, Camagüey, Santiago de Cuba y Trinidad. Se eligieron estas urbes tomando en cuenta a todas las zonas y regiones turísticas de Cuba; de esta forma se realizaron exploraciones para la selección que incluyeron, además, a Guantánamo y Baracoa, Cienfuegos, Ciego de Ávila, Matanzas y Pinar del Río. Con otras informaciones se seleccionaron las que cubrieron los criterios de inclusión referentes a la coincidencia y conjugación de la actividad turística con la actividad religiosa.

De esta forma se distinguió a La Habana como mayor centro turístico urbano, y de gran diversidad y densidad de actividades religiosas; la ciudad de Camagüey, también conocida como la Ciudad de las Iglesias que le da una llamativa particularidad; Santiago de Cuba como ciudad mediana en cuanto a actividad turística y un centro religioso muy importante como es el poblado y santuario de El Cobre; y Trinidad, como ciudad pequeña, pero con gran afluencia de turismo y una apreciable densidad de actores religiosos.

Se aplicó la técnica de observación participante en los eventos científicos y culturales relacionados con la religión y en reuniones de la comisión cultura-turismo de La Habana y el Grupo Nacional del Proyecto UNESCO: La Ruta del Esclavo: resistencia, libertad y patrimonio; y observación no participante, en actividades religiosas y durante recorridos realizados por las distintas provincias. Estas observaciones posibilitaron captar los discursos de los diferentes sujetos participantes y conocer las diferentes percepciones, ideas y posiciones respecto a la relación turismo y religión, y la ubicación en su contexto.

El análisis de documentos se realizó en la etapa inicial de la investigación con el objetivo de encontrar antecedentes históricos (se recurrió también a fuentes primarias mediante entrevistas con sujetos y estudiosos que narraron vivencias de la etapa prerrevolucionaria) y enfoques políticos respecto a la religión y al turismo; en una etapa posterior se concentró el análisis en documentos más actuales, los cuales mostraran contradicciones, oportunidades o impactos negativos: actas de reuniones, documentos partidistas, del Ministerio del Turismo (MINTUR) y la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, entre otros.

Aunque el procedimiento planteado se muestre como una empresa abrumadora, los resultados devinieron estimulantes y de real utilidad, como el aportar resultados dirigidos a una:

•Determinación del marco teórico y conceptual, para precisar las características esenciales de la relación turismo y religión en el contexto internacional.

•Identificación de las bases teóricas fundamentales para interpretar el contexto en que se desarrolla el proceso de la relación turismo y religión en Cuba.

•Relación de conocimientos y contenidos esenciales para una cultura sobre la religión, a desarrollar en el personal vinculado al turismo.

•Identificación de los aspectos y situaciones que impliquen contradicciones e impactos por la relación sociocultural del turismo y la religión en la Isla.

•Sistematización de las condiciones que favorecen formas del Turismo Cultural con referentes en la religión,como oportunidades para la defensa y preservación de sus valores. Los resultados subrayaron la modalidad de turismo de eventos, académicos y educacionales.

•Identificación de principios que viabilicen el tratamiento del vínculo turismo-religión en el contexto cubano.

•Elaborar un ámbito socioespacial de la puesta en práctica de estos principios que valorizan la relación turismo y religión.

•Otras reflexiones para un tratamiento virtuoso de la relación turismo y religión en Cuba.

La investigación se apoyó en fuentes documentales diversas. Estos fundamentos fueron escritos, de carácter teórico, sobre el turismo, la religión y la relación entre ambos fenómenos. La limitada bibliografía con relación a los vínculos del turismo y la religión en Cuba, constituyó una dificultad para establecer antecedentes y bases teóricas en el contexto cubano; por otro lado, la vía de Internet nos proporcionó artículos extranjeros para los referentes teóricos con diversos enfoques sobre nuestro país, muchos de ellos de dudosa contextualización. De esos artículos algunos han sido más objetivos; un ejemplo es el de la santería en La Habana y la acusación de mercantilismo, de la investigadora francesa Kali Argyriadis (2005), quien muestra elementos de cómo se establece la relación de estas religiones en el plano del mercado.

Este plano se expone de forma general en la obra de Francois Hourtart Mercado (2007), la cual permitió situarnos en el camino que condujo al marco teórico de la relación turismo y religión a través de las investigaciones de Dean MacCannell9 (basadas inicialmente en la teoría de Earving Goffman), Valene Smith,10 Jafar Jafari11 y Erik Cohen entre los más utilizados por sus enfoques sociológicos o cercanos a esta disciplina. Este último investigador ha sido uno de los científicos sociales que ha contribuido con tipologías turísticas vigentes en el estudio del turismo; Cohen —de la Universidad de Tel Aviv— plantea la necesidad de utilizar referentes teóricos de la Sociología para explicar los fenómenos del turismo, aunque ha especificado la no existencia de una sociología del turismo.12

9 MacCannell (California, Estados Unidos), se considera por Cohen como el primer representante teórico de los estudios sociológicos del turismo.

10 Esta investigadora de la Universidad de Pensilvania, escribió la importante obra Invitados y anfitriones, que aporta uno de los primeros modelos para el estudio del turismo.

11 El profesor de la Universidad de Wisconsin, coordina una de las revistas más importantes acerca de los estudios sociológicos y antropológicos del turismo, Annals of Tourism Research.

12 Según palabras de Cohen (1979: 31): “El problema metodológico en el campo del turismo es similar al encontrado en otros campos de la sociología aplicada. Estrictamente hablando, no existe una sociología del turismo como campo separado de la teorización sociológica, así como no hay una sociología del deporte. Lo que tenemos es la aplicación de teorías sociológicas generales al campo específico del turismo”.

Un importante estudio relacionado directamente con el tema es “Turismo religioso internacional en Cuba: La santería”, de la investigadora española Olatz Goiri (2004), tesis de maestría en turismo de la Universidad Politécnica de Valencia. Sus valoraciones y entrevistas aportaron nuevas referencias bibliográficas e informaciones sobre la presencia de estas religiones cubanas en España. El trabajo propone, con honestidad y abogando por la sostenibilidad, la comercialización de este turismo, a nuestro criterio, sin tener en cuenta suficientemente el contexto sociopolítico de la Gran Antilla.

Otros autores extranjeros han tratado, en sus artículos, la práctica de las religiones cubanas de origen africano en sus respectivos países, mencionando la actividad del turismo; son los casos de Lioba Rossbach, en Alemania,13 Yolotl González, en México,14 y Jesús Fernández Cano, en Estados Unidos.15 Su consulta aportó elementos que pudieron ser triangulados con datos obtenidos sobre la procedencia de los turistas más interesados en la religión en Cuba.

13 “De Cuba al Caribe y al mundo. La santería afrocubana como religión entre patrimonio nacional(ista) y transnacionalización” (2007).

14 “Las religiones afrocubanas en México” (2008).

15 “Propagación del culto a los orishas en Estados Unidos ¿Venganza de las divinidades africanas?” (2005).

Solo se encontraron referencias académicas cubanas de utilidad para el tratamiento directo del tema en dos obras:16

16 Existe, además, la tesis de grado de Dayron Sánchez, de la Universidad de Oriente, sobre el Turismo Cultural religioso en Santiago de Cuba.

El Turismo en Cuba. Economía y Estrategia Sociopolítica (2004), de Ortelio Soler Grillo, quien tributó con su atención priorizada al enfoque sociopolítico del turismo y una breve alusión a la relación turismo-religión, al analizar algunas aristas causales de sus impactos negativos; y los escritos de Rogelio Martínez Furé, recopilados en Briznas de la Memoria (2004), centrados en un tratamiento crítico del tema y los efectos negativos de la mercantilización de la religión mediante el turismo. Sus críticas, expuestas en entrevistas, se extienden a la manipulación de la religión por falsos exponentes de la cultura artística en función de un mercado “exótico”, a lo que llama los “Ochatur” y “Diplobabalaos”. Estas referencias resultaron importantes para el conocimiento de las primeras contradicciones, entre la actividad del turismo y la religión en Cuba a principio de los 90 del pasado siglo.17

17 Desde finales de los 80, Martínez Furé denunció en un escrito de la revista Revolución y Cultura, formas de mercantilización de tradiciones religiosas mediante el turismo, aunque esta referencia no se ha podido localizar. (Comunicación personal de Martínez Furé al autor, abril del 2011).

También fue de referencia el artículo del investigador Andrés Rodríguez “Religiones de origen africano y turismo en Matanzas, Cuba”, sobre el turismo religioso en esta provincia, con una descripción de lugares religiosos como recursos turísticos.

Otro de los trabajos puntuales consultados fueron los escritos del doctor Jesús Guanche, aunque aborda indirectamente el tema, alude al turismo desde un análisis de la cultura que aporta otros elementos de oportunidades en la relación cultura-turismo y contradicciones en ella.

Fuentes investigativas fueron utilizadas para el análisis teórico sobre la religión. Se examinaron, en lo fundamental, investigaciones del Departamento de Estudios Sociorreligiosos del CIPS, específicamente PRECAS I y II;18 las de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana y las realizadas por el autor;19 así como las de la Facultad de Turismo de la Universidad de La Habana determinantes para el análisis del fenómeno turismo en Cuba.

18 Proyecto Religión y Cambio Social (PRECAS) perteneciente al Programa Sociedad Cubana, del Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas (CIPS).

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