Verdad y realidad - Jiddu Krishnamurti - E-Book

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Jiddu Krishnamurti

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Beschreibung

Verdad y realidad comienza con tres profundos diálogos entre Krishnamurti y el eminente físico teórico David Bohm. En ellos se trata del problema de la verdad, de la actualidad en la que vivimos percibida por los sentidos, la realidad tal como aparece ante nuestra conciencia, y la relación entre éstas. En la parte central del libro, Krishnamurti considera la conciencia del hombre, fabricada a partir de todo tipo de ideas falsas acerca del "yo"; también señala cuán fuertemente condicionado está el centro del ego. "Por medio de la realidad, que es todo el proceso del pensamiento", expone Krishnamurti. El libro termina con un mosaico de interesantísimos temas tales como el miedo, el sufrimiento, la muerte, lo sagrado, el egoísmo, la belleza...

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Jiddu Krishnamurti

VERDAD Y REALIDAD

Traducción del inglés de la F.K.L.

Título del original inglés:TRUTH AND ACTUALITY

© 1977 KRISHNAMURTI FOUNDATION TRUST LTD

Brockwood Park

BRAMDEAN, Hampshire SO240LQ

ENGLAND

© de la edición en castellano:

2003 by Editorial Kairós, S.A.

www.editorialkairos.com

© Traducción: F. K. L.

Revisión: Elsa Gómez

Composición: Pablo Barrio

Primera edición en papel: Marzo 2003

Primera edición digital: Marzo 2016

ISBN-10 papel: 84-7245-540-8

ISBN-13 papel: 978-84-7245-540-5

ISBN epub: 978-84-9988- 507-0

ISBN kindle: 978-84-9988-508-7

ISBN Google: 978-84-9988-050-1

Todos los derechos reservados. Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita algún fragmento de esta obra.

SUMARIO

 Parte I: DIÁLOGOS ENTRE J. KRISHNAMURTI YELPROFESOR DAVID BOHM1. LA REALIDAD, LO FACTUAL Y LA VERDAD

¿Qué es la verdad y qué es la realidad? ¿Existe alguna conexión entre ambas? La realidad como “res”, “cosa” –el contenido del pensamiento y la conciencia. Una realidad independiente del pensamiento: la naturaleza. La ilusión, lo falso como parte de la realidad. Lo factual, el hecho. Toda cosa está condicionada y determina, a su vez, al resto de las cosas: todo se halla relacionado entre sí.

El pensamiento es parte de esto. La realidad que se experimenta no puede ser independiente del hombre. La conciencia como realidad puede discurrir recta o torcida.

El hilo del hombre cuerdo, completo, fluye recto. El hombre cuerdo, completo, es la verdad misma. La verdad incluye todo lo que es; la verdad es una. La realidad es múltiple, condicionada.

El hombre verdadero comprende la realidad y su condicionamiento.

¿Qué relación hay entre el conocimiento de la realidad que tiene un estudiante erudito y la verdad? ¿Puede la conciencia humana que está adulterada y funciona de un modo falso, comprender la verdad?

El falso espejo de la conciencia.

La realidad crea su propia energía. ¿Cuál es la energía de la verdad? La verdad incluye a la realidad (no viceversa), entonces la realidad opera de un modo verdadero. La meditación no consiste en cambiar una realidad por otra.

2. LA PERCEPCIÓN DIRECTA Y LA VERDAD. EL ABISMO ENTRE LA REALIDAD Y LA VERDAD

La percepción, una acción que no es del pensamiento sino de la verdad.

El intento de comunicar una percepción implica un proceso de tiempo.

La acción del pensamiento razonado es diferente de la percepción.

¿Hay un pensar que no sea verbal?

Un pensamiento a través del cual se manifiesta la percepción, ¿tiene un orden diferente de otro pensamiento? ¿Cómo surge la percepción? Tiene que haber una percepción antes de que el pensamiento se dé cuenta de sus limitaciones.

La energía y fuerza de la percepción; el peso del hábito y del condicionamiento.

El pensamiento no puede disolver el condicionamiento. ¿Qué lo disolverá?

Ejemplo, la percepción de que “el observador es lo observado” (el pensador es el pensamiento).

La verdad es diferente de la realidad, pero los hombres están atados a la realidad.

¿Es la energía de la verdad diferente de la energía de la realidad? El abismo entre la realidad y la verdad. «Usted viene a mí con una cesta llena y yo no sé cómo recibirle.»

No hay un sendero en el campo de la realidad para llegar a la verdad. El tambor vibra porque está vacío. La realidad es “todas las cosas”; la verdad es “ninguna cosa”.

La mente debe ser una casa vacía. ¿Cuál es la acción de ese vacío en mi vida?

Necesitamos la verdad y lo factual, los hechos, pero nuestras mentes están ocupadas sólo con la realidad. Buscamos seguridad en la realidad; en la nada hay seguridad completa. Investigación de la seguridad física y psicológica. Una mente que tiene sus raíces en la nada opera en el campo de la realidad con inteligencia.

Depender de la seguridad en el campo de la realidad produce desorganización interna.

3. LA SEMILLA DE LA VERDAD

La semilla. Un misterio que el pensamiento no puede alcanzar; ese misterio está más allá del campo de la realidad.

En el campo de la realidad es posible un progreso ilimitado, pero la esencia se desvanece. La verdad de ese misterio vacía la mente. El orden en la realidad trae cierto silencio a la mente, pero éste no es el silencio total en donde la verdad de ese misterio es.

Parte II: CHARLAS Y DIÁLOGOS4. LA ACCIÓN CORRECTA

¿Cuál es la acción correcta en este mundo que se desintegra? La palabra “religioso”.

La naturaleza fragmentaria del pensamiento. Libertad “de todas las cosas que el pensamiento ha creado en nosotros”. Los trucos del pensamiento.

«Usted no puede llegar a la verdad por medio de la realidad.» El pensamiento y el contenido de la conciencia. ¿Puede haber orden en el mundo de la realidad? Darse cuenta del desorden. Realidad y verdad.

Formulación de preguntas.

Preguntas: 1) Orden y desorden; percepción total. 2) Observación sin la división producida por el “yo”. 3) ¿Debemos vivir siempre en crisis y con retos? 4) “Enfrentarse al terrible vacío”; ¿tiene la vida algún significado? 5) El pensamiento tiene miedo de no pensar.

5. EL PROBLEMA DEL MIEDO

¿Puede uno estar libre del temor? La energía de la dualidad; el pensamiento como un proceso de fricción. ¿Existe otra clase de energía? El deseo; surgimiento del deseo. ¿Por qué tenemos este sentimiento interno de carencia o necesidad?

El intento de llenar el vacío; el movimiento del deseo como pensamiento, tiempo y medida. Fracaso de enfrentarse a “lo que es”. ¿Crea temor el deseo?

La raíz del temor. ¿Es el tiempo psicológico una proyección del pensamiento?

El pensamiento que se convierte en tiempo psicológico. Divisiones fragmentarias del pensamiento.

Observar pero no analizar. Observar el temor sin nombrarlo, sin racionalizarlo.

Persecución del deseo y del placer. El sufrimiento y la conciencia del hombre.

«Amamos a Dios y matamos a los seres humanos.»

El sufrimiento; «permanecer firmemente con él.»

La otra energía.

6. DIÁLOGO I

Preguntas sobre la biografía (Los años del despertar).

La idea del Bodhisattva o Avatar; la mente descondicionada.

La percepción alerta. El problema de la elección. La percepción alerta es una sensibilidad total. En el darse cuenta no hay elección alguna. La atención y la respuesta a partir de un centro. «¿Existe una actividad que no sea mecánica?» Funcionar desde el condicionamiento y desde las experiencias del pasado.

El pensamiento es mecánico. ¿Hay una parte de la mente no contaminada por el condicionamiento? Primero ha de comprenderse lo mecánico. Heridas; el ser herido y las heridas del pasado.

La formación de imágenes. Aferrarse a lo conocido, la imagen. La búsqueda de seguridad en las palabras e imágenes. Darse cuenta sin el observador. La seguridad y el estado de ser nada.

7. DIÁLOGO II

Preguntas: 1) «no puedo ver la totalidad del observador porque sólo veo fragmentos.» 2) «La atención requiere una vitalidad extraordinaria de la que carecemos.»

La observación debe comenzar en la relación. Estar relacionado significa responder con precisión; precisión significa cuidado. Pero uno se relaciona a través de las imágenes creadas por el pensamiento; la respuesta inexacta. ¿Nos damos cuenta de las imágenes?

¿Son necesarias las imágenes? «¿Es la vida un proceso de conflictos continuos?»

El caos producido por las imágenes. La atención, la inatención y la formación de imágenes. La relación entre uno que tiene imágenes y otro que no las tiene.

Cambiar una imagen por otra (gurús). ¿Puede el pensamiento disipar las imágenes?

La carga del pasado. Primer paso: darse cuenta de que uno tiene imágenes.

«Aprender sobre uno mismo, verse uno realmente como es.» «No mirar desde el pasado.» Ninguna autoridad. «Psicológicamente el gurú es el “yo”». La falta de atención. Prestar atención a la inatención.

8. EL SUFRIMIENTO; EL SIGNIFICADO DE LA MUERTE

Tres principios activos: temor, placer, sufrimiento.

Sufrimiento físico y psicológico.

El sufrimiento distorsiona y ensombrece. Factores de sufrimiento; apego a las ideas, a las personas, al pasado. Permanecer totalmente con el sufrimiento. Mirar el sufrimiento sin el observador. La compasión genera una clase diferente de energía.

La mente creativa. La conciencia del mundo.

La muerte. ¿Puede terminar el tiempo? El tiempo psicológico. El “yo” es la esencia del tiempo. Reencarnación; resurrección, inmortalidad, eternidad. Cuando llega la muerte, ¿qué les sucede al “yo” y el “no yo” que aún no han sido resueltos? La corriente de la conciencia humana, el movimiento del tiempo en que se hallan atrapados todos los seres humanos. La mutación de la conciencia.

Preguntas: 1) Transformar la conciencia, ¿es esto un ideal? 2) El mensaje de Cristo y el mensaje de Krishnamurti; no hay tal mensaje.

9. LO SAGRADO, LA RELIGIÓN Y LA MEDITACIÓN

La verdad y el mundo de la realidad. Religión como el acto de reunir toda la energía. La realidad es el mundo de las cosas producidas por el pensamiento, que es material y mecánico. La verdad no tiene lugar en él. Es necesario poner orden en el mundo de la realidad. El pensamiento ha creado el desorden; ¿cómo surgirá el orden? La observación del desorden sin la intervención del pensamiento.

¿Puede el pensamiento, como tiempo y medida, terminar? Libertad y autoridad.

El arte del puro escuchar, ver, aprender. El control, la comparación y la atención; ¿es posible una mutación en la conciencia? «No hay cese del tiempo en el mundo de la realidad.» La quietud y lo intemporal. El significado de la meditación.

Parte III: ALGUNAS PREGUNTAS Y RESPUESTAS10. LA FORMA CORRECTA DE GANARSE LA VIDA11. LA VOLUNTAD12. LAS EMOCIONES Y EL PENSAMIENTO13. LA BELLEZA14. LA CORRIENTE DEL “EGOCENTRISMO”15. EL FACTOR QUE UNIFICA

Nota de los recopiladores de textos y selección de referencias

Los diálogos de la Primera Parte han sido tomados de una serie de conversaciones que mantuvieron J. Krishnamurti y David Bohm, profesor de Física Teórica en la Universidad de Londres. La Segunda Parte es el original de las charlas y diálogos que tuvieron lugar en Brockwood Park en el otoño de 1975. Las preguntas y respuestas contenidas en la Tercera Parte provienen de charlas ofrecidas en Saanen durante los años 1975 y 1976.

«¿Cuál es la relación entre la verdad y la realidad? Como dijimos, la realidad son todas las cosas que ha producido el pensamiento. Realidad, la raíz etimológica de esa palabra, significa “cosa” o “cosas”. Y desde el mundo de las cosas, que es la realidad en que vivimos, queremos establecer una relación con un mundo donde las cosas no existen, lo cual es imposible.»

«Lo factual significa “lo que es”… ¿Afrontan ustedes en sí mismos lo que de hecho está sucediendo? …Ustedes no miran los hechos.»

«El hombre a través de los siglos ha sentido un interés por descubrir o por vivir en la “Verdad”.»

C. y G. W. D.

Parte IDIÁLOGOS ENTRE KRISHNAMURTI Y EL PROFESOR DAVID BOHM

1. LA REALIDAD, LO FACTUAL Y LA VERDAD

KRISHNAMURTI: Estuve reflexionando sobre el tema de lo que es la verdad y lo que es la realidad; de si existe alguna relación entre ambas o si no guardan ninguna conexión. ¿Están eternamente divorciadas o son simplemente proyecciones del pensamiento? Y si el pensamiento no operara, ¿existiría la realidad? Estuve pensando que la palabra realidad proviene del latín “res”, “cosa”, y que todo aquello sobre lo que el pensamiento actúa, lo que inventa, o aquello sobre lo que razona, es la realidad. El pensamiento, al pensar de forma distorsionada, de forma condicionada, es mera ilusión, autoengaño, tergiversación. Lo dejé en este punto, porque quería que ello viniera por sí mismo en vez de perseguirlo.

Dr. BOHM: El problema del pensamiento, la realidad y la verdad, ha ocupado a los filósofos a lo largo de los siglos. Es un tema muy difícil. A mi parecer, lo que usted dice es básicamente correcto, pero hay un gran número de interrogantes que deben ser aclarados. Una de las preguntas que se suscita es si la realidad es pensamiento, si la realidad es lo que el pensamiento piensa y si la realidad es lo que se manifiesta en la conciencia, entonces, ¿va esa realidad más allá de la conciencia?

K: ¿Son los contenidos de la conciencia la realidad?

B: Ésa es la cuestión: ¿Podemos, de una forma básica, utilizar el pensamiento como equivalente de conciencia?

K: Sí.

B: Por darle un sentido de totalidad, me pregunto si no deberíamos también incluir como parte del pensamiento al sentimiento, al deseo, la voluntad y las reacciones. Siento que deberíamos hacerlo si estamos investigando la relación existente entre la conciencia, la realidad y la verdad.

K: Sí.

B: Uno de los puntos que me gustaría plantear es el siguiente: existen el pensamiento, nuestra conciencia y la cosa de la que somos conscientes. Y como usted ha señalado con frecuencia, el pensamiento no es la cosa.

K: De acuerdo.

B: Conviene aclararlo, porque en cierto sentido la cosa puede tener algún tipo de realidad independiente del pensamiento. No podemos negar esto por completo. ¿O vamos a llegar al mismo punto que algunos filósofos, como el obispo Berkeley, quien ha dicho que todo es pensamiento? Ahora quisiera sugerir una posible diferenciación, que puede resultar útil, entre esa realidad que es creada en su mayor parte por nuestro propio pensamiento, o por el pensamiento de la humanidad, y la realidad que uno puede considerar que existe con independencia de este pensamiento. Por ejemplo, ¿diría usted que la naturaleza es real?

K: Lo es, sí.

B: No es meramente un producto de nuestros pensamientos.

K: No, desde luego que no.

B: El árbol, el mundo, las estrellas.

K: Por supuesto. El cosmos. El dolor es real.

B: Lo es. El otro día estuve pensando que la ilusión es real. O sea, para la persona que se encuentra en ese estado, la ilusión es algo que realmente está sucediendo.

K: Para esa persona es real.

B: Pero es también real para nosotros, porque el cerebro de esa persona se halla en un estado particular de movimiento eléctrico y químico, y esa persona, desde su ilusión, actúa de manera real.

K: De manera real, de manera distorsionada.

B: Distorsionada pero real. En este sentido se me ocurrió que uno podría afirmar que incluso lo falso es real, pero no verdadero. Quizá esto sea importante.

K: Comprendo. Por ejemplo: ¿Cristo es real?

B: Sin duda es real en las mentes de las personas que creen en Él –siguiendo la línea de lo que estábamos diciendo.

K: Queremos descubrir la diferencia entre verdad y realidad. Hemos dicho que cualquier cosa sobre la que el pensamiento reflexiona, de manera razonable o irrazonable, es una realidad. Ya esté distorsionada, o razonada claramente, sigue siendo una realidad. Y esa realidad –digo– no tiene relación alguna con la verdad.

B: Sí, pero además debemos decir que la realidad, de alguna manera, abarca más que el mero pensamiento. También está la cuestión de lo factual. ¿Es la cosa algo factual? ¿Es su existencia un hecho? Según el diccionario, “hecho” significa lo que realmente se hace, lo que realmente sucede y lo que realmente se percibe.

K: Sí, debemos aclarar lo que entendemos por “el hecho”.

B: El hecho es la acción que está sucediendo. Por ejemplo, supongamos que usted está caminando por un sendero oscuro y cree ver algo. Puede ser algo real o puede no serlo. Por un momento usted siente que es real, y al momento siguiente cree que no es real. Pero entonces, de repente, usted lo toca y siente que el objeto ofrece una resistencia. Esta acción revela inmediatamente que existe una cosa real con la que usted ha entrado en contacto. Pero si no hay tal contacto, usted dirá que eso no es real, que se trataba posiblemente de una ilusión o, al menos, de algo interpretado erróneamente como real.

K: Desde luego, pero esa cosa sigue siendo una realidad en la que el pensamiento piensa. Y la realidad no tiene conexión alguna con la verdad.

B: Pero ahora investiguemos un poco más a fondo lo que significa “cosa”. Veamos, la raíz etimológica de la palabra inglesa “thing” [cosa] es básicamente la misma que la de la palabra alemana “bedingen”, o sea, condicionar, establecer las condiciones o determinar. Y efectivamente, debemos convenir en que cualquier cosa está inevitablemente condicionada.

K: Está condicionada. Admitamos eso.

B: Éste es un punto clave. Cualquier forma de realidad está condicionada. Por eso, una ilusión sigue siendo una forma condicionada de la realidad. Por ejemplo, la sangre de un hombre puede variar su composición si éste padece un estado de desequilibrio. Falsea las cosas, quizá esté demasiado excitado, y tal vez por ello está preso en la ilusión. Así, cada cosa está determinada por unas condiciones y, a su vez, condiciona cualquier otra cosa.

K: Sí, de acuerdo.

B: Todas las cosas están interrelacionadas en forma de mutuo condicionamiento, al que llamamos influencia. En Física eso es muy claro; los planetas se influyen todos, unos a otros, así como se influyen los átomos; y me gustaría sugerir que tal vez podríamos considerar la conciencia y el pensamiento como parte de esta gran cadena de influencias.

K: Totalmente de acuerdo.

B: De modo que cualquier cosa puede influir a la conciencia, y ésta a su vez puede actuar e influir en la forma de las cosas, como cuando fabricamos objetos. En consecuencia, podríamos afirmar que todo esto es la realidad y, por lo tanto, el pensamiento también es real.

K: El pensamiento es real.

B: Y que una parte de la realidad está influyendo en otra parte de la realidad.

K: De igual forma que una parte de la ilusión influye en otra parte de la ilusión.

B: Sí, pero ahora hemos de tener cuidado; porque podemos decir que existe otra realidad que no está hecha por el hombre, por la humanidad, pero esa realidad sigue siendo limitada. El cosmos, por ejemplo, tal como lo conocemos está influido por nuestra propia experiencia y, por consiguiente, es limitado.

K: De acuerdo.

B: Cualquier cosa que vemos, la observamos a través de nuestra propia experiencia, de nuestro propio pasado. De modo que la realidad no puede ser totalmente independiente del hombre.

K: No.

B: Puede ser relativamente independiente. El árbol es una realidad relativamente independiente, pero es nuestra conciencia la que hace una abstracción del árbol.

K: ¿Dice usted que la realidad del hombre es el producto de la influencia y el condicionamiento?

B: Sí, interacción y reacción mutua.

K: Y, también, todas las ilusiones son de creación propia.

B: Sí, está todo mezclado.

K: Entonces, ¿cuál es la relación que tiene un hombre cuerdo, racional, saludable, íntegro, con la realidad y la verdad?

B: Sí, debemos examinar eso; pero ¿podemos antes considerar esta cuestión de la verdad? Creo que, a menudo, resulta útil acudir al origen de las palabras. En latín, la palabra “verdad”, “verus”, significa “lo que es”. El mismo significado del “was” y “were” ingleses –“era” y “eran”– y del “wahr” alemán. Ahora bien, en inglés, la raíz de la palabra “verdad” –”true”– significa honrado, fiel, y muchas veces se utiliza esta palabra para referirse, por ejemplo, a una línea recta –una línea verdadera o a una máquina que está bien calibrada –una máquina fiel. Una vez leí un cuento sobre un hilo que se deslizaba con gran fidelidad, la imagen era la de una rueca en la que el hilo corría sin torcerse.

K: De acuerdo.

B: Igualmente podemos decir que nuestro pensamiento, nuestra conciencia, es verdadera, es fiel a “lo que es” cuando corre derecho, cuando ése es un hombre cuerdo, saludable; y cuando no es así, entonces es falso. Por tanto, la falsedad de la conciencia se debe no sólo a que tenga información errónea, sino al hecho que, como realidad, discurra torcida.

K: Lo que usted esta diciendo es que, mientras un hombre sea cuerdo, sano, íntegro y racional, su hilo corre siempre derecho.

B: Sí, su conciencia está sobre un hilo recto. Por lo tanto, su realidad…

K: …es diferente de la realidad de un hombre cuyo hilo corre torcido, un hombre que es irracional, neurótico.

B: Muy diferente. Tal vez este último incluso esté loco. El mundo de los enfermos mentales es muy distinto; algunas veces ni siquiera pueden ver la misma realidad.

K: Y en el caso de un hombre cuerdo, sano, íntegro, santo, ¿cuál es su relación con la verdad?

B: Si aceptamos el significado original de la palabra, si decimos que la verdad es tanto “lo que es” como el que uno sea coherente con “lo que es”, entonces podemos decir que ese hombre es todo esto.

K: Por lo tanto, ¿diría usted que ese hombre, al ser cuerdo, íntegro, total, es la verdad?

B: Él es la verdad, sí.

K: Un hombre así es la verdad misma. Puede pensar ciertas cosas pertenecientes a la realidad, pero él es básicamente la verdad. No puede pensar irracionalmente.

B: Bueno, yo no diría tanto como eso; diría que puede cometer una equivocación.

K: Por supuesto.

B: Pero no persistirá en ella. En otras palabras, el hombre ha cometido una equivocación, pero la admite y la corrige.

K: Sí, totalmente de acuerdo.

B: Y luego está el hombre que ha cometido una equivocación pero cuya mente no es recta y, por lo tanto, continúa con la equivocación. De todos modos, debemos regresar a la pregunta, ¿va la verdad más allá de cualquier hombre en particular? ¿Incluye a otros hombres, así como a la naturaleza?

K: Incluye a todo lo que es.

B: Sí, por lo tanto la verdad es una. Pero hay muchas cosas diferentes en el campo de la realidad. Cada cosa está condicionada, todo el campo de la realidad está condicionado, pero, evidentemente, la verdad en sí misma no puede estar condicionada, ni puede depender de las cosas.

K: Entonces, ¿cómo se relaciona con la realidad ese hombre que es la verdad?

B: Un hombre así ve todas las cosas, y al verlas comprende la realidad. La palabra “comprender” significa abarcarlo todo a la vez.

K: Él no separa la realidad. Simplemente dice: « lo comprendo, lo abarco todo, lo veo».

B: Sí, todo es un solo campo de la realidad, él mismo y todas las cosas. Aunque el contenido de esa realidad esté condicionado, él comprende el condicionamiento.

K: Y porque comprende el condicionamiento, está libre del condicionamiento.

B: Entonces es evidente que todo nuestro conocimiento, al basarse en el pensar, es efectivamente una parte de este único y condicionado campo de la realidad.

K: Veamos ahora otra cuestión. Supongamos que soy un erudito, que estoy lleno de ese conocimiento condicionado y condicionante. ¿Cómo puedo comprender la verdad, en el sentido de aprehenderla toda al mismo tiempo?

B: No creo que pueda hacerlo.

K: Digamos que he dedicado toda mi vida al estudio, que la he consagrado al conocimiento, el cual es una realidad.

B: Sí, y que versa sobre una realidad aún mayor.

K: Y supongamos que viene usted y me dice: «la verdad no es eso, es algo más». Yo lo acepto, porque usted me lo muestra, y entonces le digo: «por favor, ayúdeme a ir desde donde me encuentro ahora hasta aquello otro”.

B: Sí.

K: Porque una vez que he captado eso, lo comprendo. Pero si permanezco viviendo aquí, mi comprensión seguirá siendo fragmentada.

B: Sí.

K: Por consiguiente, mi conocimiento me dice: «esta es la realidad, pero no es la verdad». Y supongamos que usted lo confirma: «no, no lo es». Entonces yo le pido: «por favor, dígame cómo debo ir desde aquí hacia esa verdad».

B: Bueno, acabamos de decir que no podemos movernos…

K: Lo estoy expresando de forma simple. ¿Qué he de hacer?

B: Creo que primeramente debo ver que toda la estructura del conocimiento es inevitablemente falsa, porque mi realidad está deformada.

K: ¿Diría usted que el contenido de la conciencia es conocimiento?

B: Sí.

K: ¿Cómo he de hacer para vaciar esa conciencia, reteniendo, sin embargo el conocimiento que no ha sido corrompido –pues de otro modo no puedo funcionar– y acceder a un estado, o lo que quiera que sea, capaz de comprender la realidad? No sé si me estoy expresando claramente.

B: Sí.

K: Lo que estoy preguntando es: mi conciencia humana es su contenido, el cual es conocimiento, una desordenada conglomeración de información irracional, con algunas partes correctas. ¿Puede esa conciencia comprender o englobar en sí misma a la verdad?

B: No, no puede.

K: Por lo tanto, ¿es posible para esta conciencia caminar hacia la verdad? Si tampoco puede hacer eso, entonces, ¿qué?

B: Puede haber una percepción de la falsedad de esta conciencia. Esta conciencia es falsa en el sentido de que no funciona correctamente. Y no funciona correctamente porque su contenido es desordenado.

K: Es contradictorio.

B: Embrolla las cosas.