Visión alimentaria en la prevención del cáncer - Moisés Hernández Fernández - E-Book

Visión alimentaria en la prevención del cáncer E-Book

Moisés Hernández Fernández

0,0

Beschreibung

Las investigaciones en el campo de la nutrición demuestran que las principales causas de muerte: la enfermedad cardiovascular y el cáncer, pudieran prevenirse o retardarse con un cambio en la dieta: reducción de grasas y un aumento del consumo de frutas, cereales integrales y verduras.La prevención del cáncer con una alimentación sana es el tema fundamental de este libro, en el que usted puede encontrar, primero, toda una explicación sobre los principales factores que influyen en su aparición; segundo, todo lo relacionado con las dietas y cómo estas pueden ser decisivas en su control. El texto está escrito con un lenguaje claro y directo, y dirigido a todo tipo de lector.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 160

Veröffentlichungsjahr: 2017

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Índice de contenido
Agradecimientos
Prólogo
Introducción
SITUACIÓN DEL CÁNCER EN LAS AMÉRICAS
¿Qué causa el cáncer?
Grasa en la dieta y cáncer
Alcohol y cáncer
Fibra dietética
Estudios epidemiológicos
Mecanismos de aparición del cáncer
Factor oxidante y su participación en el desarrollo del cáncer
Compuestos de N-nitroso
Fuentes, niveles y límites
Aminas heterocíclicas
Hidrocarburos policíclicos aromáticos
Homocisteína y cáncer
¿Qué es la homocisteína?
Papel de los alimentos ácidos en la aparición del cáncer
Alimentos muy ácidos
Alimentos que alcalinizan el organismo
Diabetes mellitus-cáncer
Obesidad y cáncer
Conclusión
Dieta macrobiótica
¿Cómo puede usted prevenir la ocurrencia del cáncer?
¿Puede prevenirse el cáncer mediante cambios en la dieta?
Micronutrientes
Vitamina A y beta-carotenos
Vitamina E (alfa Tocoferol)
Vitamina C
Vitaminas del complejo B
Selenio
Otros minerales
Guía alimentaria para la prevención del cáncer
Pautas higiénico-dietéticas que podrían contribuir a prevenir el cáncer
Recomendaciones nutricionales para el paciente con cáncer
Alimentación de los pacientes con cáncer
Elementos básicos que se deben
priorizar en la alimentación
Anexo 1. Intercambio de alimentos
Anexo 2. Guías alimentarias para la población cubana,sobre la base de alimentos (GABA)
Guías Alimentarias para la población cubana mayor de 2 años
Fundamentación técnica de cada guía o mensaje
Grupos de alimentos y porciones de referencia
Anexo 3. Cómo comer las frutas
Bibliografía

Edición base: Neyda Izquierdo Ramos

Edición para e-book: Lic. Aldo Gutiérrez Rivera

Diseño de Cubierta: Otane González Martínez

Diseño interior: Yadyra Rodríguez Gómez

Corrección: Natacha Fajardo Álvarez

Emplane: Madeline Martí del Sol

©Moisés Hernández Fernández, 2014

© Sobre la presente edición:

Editorial Científico-Técnica, 2016

ISBN 978-959-05-0855-4

INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

Editorial Científico-Técnica

Calle 14, no. 4104, entre 41 y 43, Playa, La Habana, Cuba

[email protected]

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

Distribuidores para esta edición:

EDHASA

Avda. Diagonal, 519-52 08029 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España

E-mail:[email protected] 

En nuestra página web: http://www.edhasa.es;encontrará el catálogo completo de Edhasa comentado

RUTH CASA EDITORIAL

Calle 38 y ave. Cuba, Edif. Los Cristales, oficina no. 6 Apartado 2235, zona 9A, Panamá

[email protected]

www.ruthcasaeditorial.org

www.ruthtienda.com

Más libros digitales cubanos en: www.ruthtienda.com

Síganos en:https://www.facebook.com/ruthservices/

Agradecimientos

Al Dr. Sergio Sánchez Sánchez, especialista en Epidemiología, con vasta experiencia en la especialidad, especialmente en los aspectos de prevención de las enfermedades no trasmisibles, quien además me facilitó materiales que me sirvieron de base para ampliar posteriormente la búsqueda bibliográfica.

Al Dr. Luis Curbelo Alfonso, director del Instituto de Oncología y Radiobiología, quien supo valorar la importancia de que las informaciones científicas plasmadas en el libro pudieran contribuir a aumentar los conocimientos de la comunidad y también de los profesionales de la salud sobre el papel de la alimentación y la nutrición del individuo, en la prevención y el tratamiento del cáncer.

Al Dr. en ciencias Antonio Fernández Mirabal, especialista de I Grado en Maxilofacial y especialista de II Grado en Oncología, Profesor Consultante, por sus sugerencias y aportes al revisar el contenido de la propuesta del libro.

Al doctor en ciencias Leandro Rodríguez Vázquez, en lo relativo a importancia de que el título del libro sirviera para despertar el interés de los lectores y además me estimulara en la realización del proyecto.

La Dr. Blanca Terry Berro, directora del Centro de Nutrición e Higiene de los Alimentos, por su aprobación a que el libro fuera una realidad.

Excepcional agradecimiento dedico a mi eterna compañera en la vida, Luisita, por su apoyo espiritual y de estímulo durante el tiempo que empleé en concretar este sueño.

Prólogo

[...] que el alimento sea tu

medicina, que tu medicina sea tu alimento.

Hipócrates

El libro que nos presenta el profesor Moisés Hernández Fernández resulta una obra de gran utilidad y suma importancia dado el tema que aborda, el cáncer, que a través de décadas ha afectado a la comunidad y en la actualidad ocupa el primer lugar entre las causas de muerte, en Cuba, desplazando a las enfermedades cardiovasculares a un segundo puesto. Más de la mitad de los fallecidos por esta causa (59 %), se encuentran en el grupo de menores de 75 años.

Por la importancia de la alimentación inadecuada como factor de riesgo, además de la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo y la ingestión excesiva de bebidas alcohólicas, todas prevenibles, en el libro se hace énfasis en el papel del binomio alimentación-nutrición y a la obesidad (trastorno de la nutrición), cuya prevalencia creciente, en 2011 representó 47,6 % de la población cubana con exceso de peso corporal (sobrepeso más obesidad) y se destaca que para frenar esta situación, solamente puede lograrse con educación nutricional en la comunidad, básicamente en la Atención Primaria de Salud.

Como elementos prácticos, útiles para profesionales y todo el personal de la salud, como para la población en general, se mencionan los alimentos y sus métodos de elaboración o preparación o ambos, adecuados y perjudiciales a la salud y en especial al cáncer.

En forma suscinta se presentan las conclusiones de las causas y los mecanismos posibles de la enfermedad, señalándose en especial los radicales libres producidos por el organismo humano y su relación con la alimentación y la importancia de ingerir alimentos que sean fuentes de antioxidantes y fibra dietética para contribuir a prevenir esta temible enfermedad.

Igualmente aparecen ejemplos de menús recomendados para enfermos con cáncer y una tabla de intercambio de alimentos, que permite sustituir, en un momento dado, unos por otros con similares características químicas.

Entre los anexos del libro se presentan la Guías alimentarias para la población cubana, vigentes en el país, como herramienta fundamental para educar a la población en el disfrute de una dieta saludable y con ello contribuir a la prevención del cáncer.

Dr. CM Antonio Fernández Mirabal

Especialista de I Grado en Maxilofacial

Especialista de I Grado en Oncología

Profesor Titular-Consultante

Introducción

Varios autores señalan y “la vida lo confirma” que nada golpea más la mente de los seres humanos que sospechar o haberse confirmado el diagnóstico de cáncer en una persona, sea conocida, familiar o paciente como tal. Esto es percibido como “incurable y de causa desconocida” (Holford, 1999; p. 25).

La ocurrencia de cáncer ha ido en aumento hasta constituir la segunda causa de muerte en el mundo occidental y se señala que ocupará el primer lugar dentro de los próximos 20 años. Está entre las tres primeras dolencias que afectan a las personas después de los 50 años de edad. Holford consideraba en 1999 que “aproximadamente en los 15 años siguientes una de cada cuatro personas en el mundo serán diagnosticadas con cáncer en algún momento de sus vidas”. En su libro Say no to cancer, considera que para el año 2020, una de cada dos personas será diagnosticada con la enfermedad. Señala que, aunque se han dado pasos importantes en el tratamiento, la prevención es aún incompleta e insuficiente, a pesar de conocerse los factores de riesgo de las más frecuentes e importantes localizaciones en el cuerpo humano.

Las localizaciones más frecuentes de cáncer han mantenido un incremento de ocurrencia (prevalencia) desde principios del siglo xx —paralelo al desarrollo industrial en general y de la química en particular a nivel mundial—; según ha ido en aumento el ingreso económico per cápita, ha ido creciendo el número de personas que padecen la enfermedad.

Halford considera que este incremento en la prevalencia del cáncer se debe a que hemos cambiado totalmente nuestro “medio químico”: lo que comemos, bebemos y respiramos.

Se estima que entre 30 % y 40 % de las muertes ocasionadas por cáncer, el factor alimentario está presente; y que 22 % de todos los tipos de cáncer podrían evitarse si el consumo de frutas y vegetales diarios aumenta entre 250 g y 400 g diarios, respectivamente.

La investigación sobre las causas del cáncer, al igual que en la diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras no trasmisibles se ha concentrado, desde hace algunos años, en los países desarrollados, donde la obesidad, la ingestión de excesivas cantidades de grasa de alta densidad y el escaso consumo de frutas y vegetales (fuente de fibra dietética), el papel protector de ese componente.

Otra cuestión relacionada con la alimentación es la relativa a la contaminación de los alimentos con sustancias cancerígenas como las micotoxinas (toxinas procedentes de hongos en cereales y otros alimentos), a la adición industrial de determinadas sustancias preservantes, colorantes, entre otras, y a la presencia de plaguicidas y fertilizantes en mayor proporción que la establecida por las normas internacionales.

En la sociedad actual cada día sale al mercado una mayor variedad de alimentos “chatarra” y su consumo por grandes grupos de población constituye un riesgo a mediano y largo plazos de padecer cáncer.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha calculado la incidencia de los distintos tipos de cáncer en los países desarrollados y en desarrollo. Para algunos tipos la incidencia es mayor en los países en desarrollo o subdesarrollados, por ejemplo, estómago, hígado, boca, faringe, esófago y cuello de útero.

En 1990, las diez primeras causas de muerte en los países en desarrollo no incluían el cáncer. En la actualidad la situación es muy diferente, como veremos más adelante. Se considera que en 2020 el cáncer de tráquea, bronquios y pulmón ocupará la séptima causa de muerte y el de estómago la octava. Igualmente se considera que cerca de 85 % son prevenibles o evitables.

El científico británico sir Richard Doll señala que 90 % de todos los cánceres son causados por los cambios del medio ambiente, ocurridos en los últimos años. Otros expertos más conservadores consideran que alrededor de 75 % de los cánceres están asociados al medio ambiente y al estilo de vida. Igualmente, o derivado de las aseveraciones anteriores, se considera que cerca de 85 % de los cánceres son prevenibles o evitables.

Una prestigiosa revista inglesa, The New England Journal of Medicine, publicó un estudio realizado en 45 000 gemelos con cáncer, donde se encontraron causas semejantes en lo relativo a la dieta y al estilo de vida.

Es fácil asumir que lo señalado hasta aquí puede ser “cambiado” o modificado más fácil que “cambiar los genes”. El estudio referido demostró que existen factores comunes que causan la enfermedad, como son: la dieta, el tabaquismo y el sedentarismo, que están presentes entre 58 % a 82 % de los cánceres estudiados.

Entre la generación anterior y la actual, la humanidad ha creado tres millones de sustancias químicas, miles de ellas desarrolladas en el medio ambiente, que llegan al organismo humano a través del agua, el aire y los alimentos, y las de estos últimos son de una gran magnitud. De estas sustancias químicas, algunas son evitables y otras no.

La tecnología para el refinamiento de determinados alimentos incluye sustancias químicas, las cuales producen la destrucción o pérdida de diferentes nutrientes que son protectores del organismo.

Según el Fondo Mundial de Investigación del Cáncer y la Comisión Europea, el consumo de una dieta adecuada, basada en alimentos naturales, sin adición de sustancias químicas, estaría al menos evitando 40 % de los factores de riesgos más frecuentes de cáncer, lo que significa un cuarto de millón de vidas salvadas cada año, solamente por concepto de la dieta.

Según la campaña de investigación del cáncer, al menos 3 de cada 4 cánceres son potencialmente evitables si los mensajes encuentran oídos receptivos, sobre todo en los jóvenes. Las sustancias cancerígenas existen en la naturaleza; el organismo humano cuenta con mecanismos para neutralizarlas o eliminarlas, siempre que las “defensas” del individuo sean adecuadas, cuando el individuo está expuesto a esas sustancias. Por lo tanto, con un adecuado respaldo del sistema inmunológico y un buen funcionamiento hepático para la detoxificación de las sustancias cancerígenas, se reducen las probabilidades de desarrollarlo.

El riesgo de ocurrencia realmente es reducido, o puede decirse, eliminado, si se es capaz de colocar todas las piezas juntas: evitar las sustancias cancerígenas conocidas, ingiriendo una dieta adecuada de alimentos naturales, ecológicos, para lograr un balance hormonal del organismo, mejorar la función hepática para eliminar sustancias cancerígenas y lograr aumentar la eficiencia del sistema inmunológico (“elevando las defensas”).

Las primeras referencias sobre la relación entre dieta y cáncer se describieron en 1913. Desde la década del sesenta del pasado siglo, los estudios sobre este tema fueron más profundos.

Al margen de que existe una pequeña proporción de enfermos de cáncer de origen “exclusivamente” genético, hoy día la mayor importancia en el origen de esta temible enfermedad son los factores ambientales; sin embargo, puede afirmarse que los factores genéticos pueden modificar el grado de asociación entre la dieta y el cáncer, influyendo en la susceptibilidad individual a padecerlo.

Con los elementos preliminares brindados hasta aquí puede decirse que es factible decir NO al cáncer.

SITUACIÓN DEL CÁNCER EN LAS AMÉRICAS

Según el último informe de OPS, “Salud en Las Américas”, 2012, y el Anuario Estadístico del Ministerio de Salud Pública de Cuba, 2014, las principales causas de muerte por cáncer en dos países y dos áreas del Caribe fueron de manera sintética:

– Estados Unidos de Norteamérica: aproximadamente una cuarta parte del total de defunciones en el país se deben al cáncer.

Según el último informe de salud en Las Américas, de 2012, se registraron 2,8 millones de casos nuevos de cáncer y un tercio de ellos fallecieron. El cáncer de próstata representó una tercera parte de todos los casos nuevos, en el hombre; en las mujeres resultó ser el cáncer de mama, bronquios y pulmón, colon y recto.

Las proyecciones indican que en 2030, el número de fallecidos llegará a 2,1 millones; de ellos, 47 % en América Latina y el Caribe. Cada año más de 260 200 personas fallecen en Las Américas por cáncer de pulmón, fuertemente asociado al tabaquismo; le siguen el cáncer de próstata y colorrectal en el hombre, y de mama y colorrectal en la mujer.

El cáncer de los pulmones fue la principal causa de defunción en hombres y mujeres, y guarda una estrecha relación con el tabaquismo. En 2006 se estimó que 90 330 hombres y 72 130 mujeres murieron de cáncer de pulmón. El cáncer de mama (40 970 defunciones) ocupó el segundo lugar, en el caso de las mujeres y, en los hombres, correspondió al cáncer de próstata (27 350 defunciones). Se estima aproximadamente que se produjeron 564 830 defunciones por cáncer: 291 270 hombres y 273 560 mujeres.

En resumen, los cánceres de pulmón, traquea y bronquio aparecen como la tercera causa de muerte de uno y otro sexo, aunque en los hombres es el segundo lugar y en las mujeres el tercero.

La neoplasia (tumor) de colon, sigmoide y recto en noveno lugar; mama y próstata en sexto lugar; y los de tejido linfático y hematopoyético (mieloma, leucemia, linfoma y otros) en décimo.

– México: el cáncer no aparece como causa de muerte entre las diez primeras.

– Caribe no latino: el cáncer de próstata aparece en quinto lugar, el de mama en noveno y el de útero en décimo lugar, como causa de muerte.

– Caribe latino: los cánceres de pulmón, tráquea y bronquio aparecen en quinto lugar y próstata en noveno.

Istmo centroamericano: el cáncer de útero aparece en décimo lugar, como causa de muerte.

Cuba: los tumores malignos constituyen la primera causa de muerte y la primera causa de años de vida potencial perdidos hasta 2010. En 2012 con 200, 3 x 1 000 000 habitantes, más alta que en 2000 (166,8) y que en 2011 (194,2). En 2013, la tasa de fallecidos fue de 205,9 por 100 000 habitantes y en 2014 de 212,6, lo que expresa el incremento por año transcurrido (tablas 1 y 2).

Como puede apreciarse en la información estadística brindada en párrafos anteriores, la tendencia de la morbilidad por cáncer en los países señalados, incluyendo a Cuba, es a continuar aumentando y de no tomarse en consideración los factores de riesgo a los que la población está expuesta, tanto generales como a los de lo que “comemos y bebemos, y cómo lo hacemos” , y que serán mencionados más adelante, así como las medidas para evitar la aparición del cáncer y las recidivas a pesar del tratamiento son verdaderamente alarmantes, lo que es una realidad futura de esta enfermedad.

¿Qué causa el cáncer?

Dar respuesta a esta pregunta es complejo, pues son múltiples los factores que de una u otra forma participan en la etiopatogenia (mecanismos de producción) del cáncer.

El eslabón inicial de la estructura de los órganos y sistemas del organismo humano es la célula, unidad viva básica del organismo; cada órgano es un agregado de células muy diferentes, reunidas entre ellas por estructuras (intercelulares) que sirven de sostén; cada tipo de célula está especialmente adaptado para llevar a cabo una función determinada; por ejemplo, los glóbulos rojos de la sangre (unos 25 billones) transportan oxígeno desde los pulmones hasta todos los tejidos del organismo; el resto tiene funciones específicas.

Aunque muchas células difieren entre sí, sus características básicas son similares. Por ejemplo, utilizan en forma casi idéntica todos los elementos nutritivos y también el oxígeno para obtener energía. Este se combina con los hidratos de carbono, grasas y proteína, y los mecanismos para producir la energía necesaria son básicamente los mismos en todas las células; estas envían los productos terminales de sus reacciones químicas a los líquidos que las rodean. En la actualidad se acepta el poder reproductivo de todas las células. Siempre que las células de un tipo particular sean destruidas por una u otra causa, las restantes del mismo tipo suelen dividirse una y otra vez hasta recuperar aproximadamente el número inicial de ellas.

Diferentes alteraciones en la estructura y el número de las células de un tejido u órgano determinado se producen en diversas enfermedades o afecciones, siendo la causa primaria de las manifestaciones que presenta el paciente. El cáncer es el proceso donde se producen las mayores alteraciones celulares, tanto en estructura como en el aumento del número de células, así como en su funcionamiento.

Una exhaustiva revisión de las evidencias epidemiológicas, clínicas y experimentales señala la relación entre la alimentación y la mortalidad y morbilidad de diferentes enfermedades. Esta relación es estrecha para la aterosclerosis, las enfermedades cardiovasculares y la hipertensión arterial y altamente sugestiva para ciertos tipos de cáncer: esófago, estómago, colon, mama, pulmón y próstata. La alimentación también puede predisponer a caries dentales, hepatopatía crónica (enfermedad crónica del hígado), obesidad y diabetes mellitus Tipo II (que generalmente no requiere tratamiento con insulina) y puede influenciar en la osteoporosis y la progresión de la insuficiencia renal crónica.

Los epidemiólogos sugieren que la mayoría de los cánceres, entre 65 % y 70 %, se producen por factores asociados con el estilo de vida, en particular con el uso del tabaco y el alcohol, y la dieta; hasta 30 % de los cánceres parecen estar directamente relacionados con la nutrición y otro 30 % con el tabaco. Por tanto, dejar de fumar y modificar la alimentación desempeñan un papel clave en la prevención primaria del cáncer.