Vivir, amar y morir - Oscar Germán Virga - E-Book

Vivir, amar y morir E-Book

Oscar Germán Virga

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Beschreibung

Cómo es uno de tus domingos?. No importa la época del año ni cómo haya sido la noche del sábado. Si está soleado, llueve, hace mucho calor, nieva, si vas a misa, si ese día hay algún partido de tu equipo de fútbol favorito que te tenga estresado o si hay alguna salida prevista para la tardecita.La pregunta sobrevuela a todas esas circunstancias. Cómo encaras a la vida los domingos?. Cuando tomas conciencia que es domingo, tu cuerpo rejuvenece minutos, horas, días…. Te sientes más liviano, respiras como dicen los libros, hasta ensayas algún pasito de algo parecido a una rutina gimnástica. Te disfrutas en el espejo, ves detalles que te detienen en tu propia observación, conversas con tu mirada, la descubres en una dimensión que no conocías…. Allí comprendes que sólo otros sabían lo que dice tu mirada. Te da cierto placer conversar con tú mismo. Conectarte con tu interior a través del espejo y ponerte en el lugar que es tuyo desde siempre. Antes que otro, eres tú el que necesita hablar contigo mismo. Y eso pasa los domingos….Vas a desayunar. Te tomas el tiempo del mundo y de alguna otra galaxia, también. Miras el cielo, distingues matices de tonos celestes según el ángulo de los rayos del sol, encuentras formas en las nubes…. Imaginas que se fundirán cuando choquen o te quedas esperando si el viento gambetea y las deja con vida unos minutos más. Escuchas un ruido cercano y llamativo que te traslada a otros momentos. Parece un pájaro recibiendo un nuevo amanecer. Es un pájaro recibiendo al amanecer. Eso dibuja una sonrisa en algún lugar del cuerpo. No te estás riendo; te sentirías un estúpido si lo hicieras solo porque un pájaro hace lo normal. Pero algo de tu ser vibra en esa misma frecuencia. Algo de tu ser se reconoce en unidad con esa sinfonía. Y como ese algo no se hace público, te sientes bien y no un estúpido naturalista.El desayuno es una extensión del canto del pájaro. Medido, tranquilo, armónico con tus sensaciones. Entre los seres vivos existe eso que conocemos como leyes de atracción natural. Que se manifiestan en los juegos de seducción. Están más allá de los cálculos y las especulaciones individuales. Generalmente, las especulaciones son inversamente proporcionales al resultado de la seducción. Cuanto más se deja fluir al instinto hay más probabilidades que las cosas lleguen al puerto que quieran llegar, aunque no sea el que una molesta voz interna nos reclame. Si el puerto referido es el naturalmente correcto, más placentera será la estadía en el mismo. Si la voz interna nos lleva para otro lado, no se aceptan quejas al orden natural.Por eso, hay magia en ese desayuno. Porque parece que todo está conectado en una misma frecuencia, hay un gran juego seductor que envuelve el momento. Es un sueño raro. Es un regalo. Es la vida que te (nos) encanta y te (nos) pone en un estadio de conciencia cercana y lejana a la vez.Los sabores, los aromas, los sonidos de alrededor, los objetos, en fin, lo que te rodea, conforma un escenario único, inmediato. No hay en ese lugar recuerdos pesados ni ansiedades. Máximo presente. Unidad ambiental casi plena. En ese momento, eres dueño de una parte de un conjunto. Te reconoces como tal y lo disfrutas.Estás cómodo. No sé si para contestar "bien" si te preguntan, porque prefieres "do not disturb". Pero sí, bien…. Vestido al paso, ligero, "de entrecasa", sin posturas, sin modas. En zapatillas. La palabra es "cómodo". Dueño de la situación y del tiempo. Delante del resto, al frente de tus cosas, centro de tu tiempo y por encima de las pequeñeces cotidianas.Te imaginas todo ese placer si estuvieras calzado con zapatos?.

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Seitenzahl: 205

Veröffentlichungsjahr: 2014

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Vivir, amar y morir

en zapatillas

Oscar Virga Digiuni

Editorial Autores de Argentina

Índice

AgradecimientosPrólogo de Mónica Monetti Prólogo de Guido Samelnik IntroducciónCapítulo 1Capítulo 2Capítulo 3Capítulo 4Capítulo 5Capítulo 6Capítulo 7

Virga, Oscar Germán Virga Vivir, amar y morir en zapatillas. - 1a ed. - Don Torcuato : Autores de Argentina, 2015.    

E-Book.
ISBN 978-987-711-129-3           1. Ensayo Sociológico. I. Título

CDD 306

2

Agradecimientos

Si yo intentara armar la lista de agradecimientos, tal vez este libro no se publicaría nunca. Es muy larga. Lo sé antes de empezarla. En estos años de vida han sido muchos los que estaban en mi camino, vibrando alto y bajo. De todos hay algo en estas páginas.

De mis padres, abuelos, tíos, parejas, amigos, compañeros de escuelas, universidades, trabajos, fútbol, tenis, básquet, noches, amaneceres, empresas, clientes, proveedores… También hay muchas lecturas, discusiones, replanteos, discursos, negociaciones, exposiciones, ganancias y pérdidas. Viajes, juegos, competencias, más viajes, mucha gente. Aventuras, locuras, desafíos, quiebres, reseteos, volver a gatear y a caminar. Muchos maestros para un solo alumno, privilegiado y atento.

Pero el libro tiene a quienes agradecerles, particularmente.

A la Licenciada Mónica Monetti, porque insistió y lo consiguió.

Al Master Coach Guido Samelnik, abridor profesional de portones, quien ayudó a que salgan muchas palabras y se acomoden por aquí.

A la Doctora Nuri Ponce, la mujer que más quiero en el mundo, y no es mi madre ni mi hermana ni mi pareja.

A Jorge Alberto Jorge, un hermano mayor en varios sentidos.

A la familia Palero, de Joaquín y María Soledad, por su apoyo.

A Fabricio Rodríguez, Giovanni Patti, Jeanette Mora Castro, Rodolfo Maggi, Julia Rodríguez Borja, Claudia Corin, Alejandro Matons, Julio Sentis, Néstor Scremin, Gustavo Larraza, Jorge Ricci, Angel Hechen, Oscar Badaloni, Sergio Rossi, Cristina Perret, Oscar Czerweny, Susana Orfano, Julio Mendoza, Sergio Salazar, Héctor Daniel Ortiz, Marina Villalonga, Alejandro Herrera y Ana Tornatore, porque en el libro también hay palabras, momentos “y más” que ellos han puesto.

A Carlitos Valenzuela, que no pudo, y a todos mis compañeros coaches, que sí pueden y mucho: Daniel Luffi, las danis Toledo y Noli, Agustín Landaburo, Juan Gobbi, Julieta Cipriani Correa, Agustina Tolosa, María Giri, Gisela Bravo, Nancy Martínez, Mariela Tellini, Claudio Challa, Mariza Sartori, Vivian Tavara Rozas, Mary Lucero, Alejandra Rigo, María Eugenia Salinas, Francisco Iglesias, Luisito Álvarez Quintana, Oscar Niemetz, María Elina Manzini, Elizabeth Carrión, Jorge Alcaraz, Olguita Hortelano, María Elena Polo Más, Alejandro Cippittelli, Alvaro Diez de Oñate, Teresa Godoy, Natalia Mercado, Paula Lombardero, María Rosa Peterle, Patricia Pérez, Patricia Leonelli, Patricia Cignoli, Fanny Cruz, Marcela Casucci, Antonio Tula, Ana Domínguez y María Emilce Masi.

Por cada momento. Gracias. Muchas gracias. Mendoza, Argentina, Noviembre de 2013. 

3

Prólogo

de Mónica Monetti 

Cuando Oscar me comunicó que había escrito estas páginas, me las hizo llegar y me pidió mi opinión sobre ellas, me embargó una profunda emoción, porque supe que esta producción era parte de muchas experiencias compartidas durante más de dos años en la formación de Coaching Ontológico, aventura provocadora y desafiante que diseñamos juntos con Guido Samelnik, María Alejandra Rigo y María Eugenia Salinas. Mendoza, que es uno de mis lugares en el mundo, nos ha unido y hermanado, y seguramente aún nos faltan muchas cosas por vivir juntos.

Más profunda fue la emoción cuando me pidió que prologue este libro porque realmente lo siento como fruto de un gran aprendizaje compartido. Todos los que participamos en él no somos hoy las mismas personas que cuando comenzamos el trayecto. Hemos cambiado, hemos crecido, y llevamos en nuestro corazón a todas las personas que han vivido esta experiencia con nosotros.

En este libro Oscar transmite sus experiencias personales junto con la sabiduría de autores que él generosamente nos regala, y nos introduce, desde el lenguaje cotidiano, a los pilares de la Ontología del lenguaje.

Su lectura me ha parecido realmente un viaje maravilloso. Cuando comencé a leerlo por primera vez, me sentí transportada en esta escena que tan cuidadosamente Oscar ha montado para el lector: domingo, living, decontracté, con zapatillas, vinito de por medio con brusquetas, y en un momento me di cuenta que no estaba sólo leyendo sino conversando con él, hablando juntos de las cuestiones del alma. Había aceptado su invitación, él me hablaba, me preguntaba, yo pensaba y le contestaba. Se había abierto un diálogo a la distancia. Estando él en Mendoza y yo en Buenos Aires, compartíamos el mismo espacio como por arte de magia. Me veía reflejada en muchas de sus reflexiones, atrapada por el hilo de su agudo pensamiento, y embargada por la poesía de su estilo.

Oscar es, además de amante de la fotografía, pintor de escenas y paisajes, un gran escenógrafo, que nos transporta al decorado perfecto para cada una de los temas y escenas que desarrolla. Cada tema es cuidadosamente acompañado con un escenario apropiado. Dibuja y colorea cielos, tormentas, pájaros, atardeceres y amaneceres….

Logra que la lectura se convierta en una fiesta sensorial, donde vemos, percibimos aromas, sentimos, tocamos, y somos tocados, por todos los estímulos que su imaginación diseña para nosotros.

Cada adjetivo nos lleva a un universo de profundidades. Nos hace volar con la imaginación, escudriña nuestras fantasías y deseos más profundos, y se ofrece amorosamente como espejo de nuestros juicios, emociones, sentimientos y acciones. Es provocador en el mejor sentido de la palabra, nos seduce y nos mueve, nos conecta con nuestra vibración más sutil. Cada cuerda va sonando al ritmo de sus preguntas. Es ambicioso, no quiere que salgamos igual después de haber sido atravesados por esta conversación.

Intenta mover, a través de esta invitación a conversar, nuestra fibra más íntima. Nos invita a que nos replanteemos cómo estamos viviendo, dónde reside nuestro poder interior, cómo nos conectamos con el placer, qué estamos eligiendo, con qué nos estamos comprometiendo en la vida, en definitiva, cómo estamos siendo, cómo estamos transitando hoy esta experiencia humana y quienes estamos eligiendo ser.

Para ello nos conduce primeramente a romper el automatismo en el que muchas veces estamos sumergidos en la vida cotidiana, quiebra nuestras transparencias para invitarnos a observar cómo estamos observando nuestra vida, a ver nuestra película y cuestionar nuestros relatos. Quizás el punto más importante del cambio del ser comienza allí. Para ello el cambio de ropa es fundamental. No nos podemos aflojar y sumergir en esta experiencia del viaje interno con zapatos de taco, camisa y corbata, o zapatos con cordones. Son imprescindibles las zapatillas, el sofá, la picadita y el vinito. Agrego, calzas para las mujeres.

Desde mi experiencia como psicóloga y coach ontológico y transmisora de varios saberes, he aprendido que sólo podemos observar a través de nuestros modelos mentales, o filtros, creados a lo largo de nuestra historia personal. Y sólo podemos evolucionar, como nos dice Oscar, animándonos a cuestionar esos modelos. Es necesario verlos para poder atravesarlos. El pasado empieza a diluirse cuando nos damos cuenta que éste, entre algunos hechos, es fundamentalmente una construcción lingüística.

Desde chica, en el camino de la búsqueda interior, del autoconocimiento, tuve la suerte de poder conectarme con grandes maestros espirituales que me enseñaron que la mente es una ilusión, y que los seres humanos vivimos la mayor parte de nuestro tiempo adormecidos, sin darnos cuenta que nos hemos identificado con ella, y creemos que nuestra propia creación mental es “LA VERDAD”. Y desde allí operamos en el mundo. Así, se comprende la estupidez de las peleas por tener razón, las guerras, los enconos, y el narcisismo de las pequeñas diferencias, al decir de Freud, que en vez de hermanarnos nos separan. ¡Gracias a estos maestros por haberme convocado a mi grandeza!. ¡Y también gracias a mis alumnos por haber sido tierra fértil para el desarrollo de mi liderazgo!

Hoy día ya no sólo la Psicología nos dice que el observador modifica lo observado, sino tanto la biología molecular como la física cuántica nos ratifican esto. Han iluminado mi conocimiento varios científicos a quienes admiro profundamente, como Bruce Lipton, por su “Biología de la Creencia”, Gregg Braden, con “La Verdad Profunda”, Stephen Hawking con “El Gran Diseño” y Eckart Tolle, quien nos legó “El Poder del Ahora”. En esos libros cuestionan qué es verdaderamente la realidad y cómo la estamos diseñando todo el tiempo a partir de nuestro sistema de creencias, donde el pensamiento no es simplemente algo que se cruza por nuestras cabezas, sino es energía pura, energía creadora. En definitiva, hoy la ciencia moderna está diciendo que SOMOS CREADORES CON NUESTRO PENSAMIENTO, y que estos pensamientos influyen en nuestro cuerpo, modifican el ADN, modifican el entorno, afectan nuestras relaciones y aún más, los hechos… “La perspectiva cuántica -según Gregg Bradennos dice que seleccionamos cuál será nuestro futuro con las elecciones que hacemos en cada momento”.

En la misma dirección, Hawking, afirma que “La ciencia clásica está basada en la creencia de que existe un mundo real externo cuyas propiedades son definidas e independientes del observador que las percibe”…En cambio… “Según los principios de la física cuántica, que es una descripción muy precisa de la naturaleza, una partícula no tiene ni una posición definida ni una velocidad definida, a no ser que dichas magnitudes sean medidas por un observador”. Y Hawking continúa moviéndonos el piso afirmando: ”No hay manera de eliminar el observador -nosotrosde nuestra percepción del mundo, creada por nuestro procesamiento sensorial y por la manera en que pensamos y razonamos. Nuestra percepcióny por lo tanto las observaciones sobre las cuales se basan nuestras teoríasno es directa, sino más bien está conformada por una especie de lente, a saber, la estructura interpretativa de nuestros cerebros humanos.”

Se están cayendo todos los paradigmas y modelos epistemológicos que sostenían la separación entre el adentro y el afuera, lo creado y el creador. Ya no le podemos echar la culpa a nadie. Seguramente el lector frente a mis afirmaciones se hará muchas preguntas, pero estamos viviendo una maravillosa época de desarrollo de la ciencia, donde ya contamos con nuevas confirmaciones y en muy poco tiempo podremos gozar de las respuestas a nuestros interrogantes.

La conexión con este poder creador es lo único que nos lleva a la energía del equilibrio. Esta conversación que despliega Oscar contigo, lector, busca cuestionar a ese observador y trabajar con él la energía del centramiento, ya que las aguas turbulentas sólo pueden aquietarse recorriendo el camino hacia el ser interior, en el desarrollo de esta conversación con uno mismo, donde están acumulados todos los saberes de la historia genética de la especie y la historia personal y presentados como el relato que nos identifica, que nos brinda identidad.

En este mismo sentido, Oscar sondea nuestras conversaciones internas para desacartonar viejas creencias en las que podamos estar atrapados, y que hacen que manejemos nuestra vida en piloto automático y sigamos creando más de lo mismo, en definitiva, aquello con lo que no estamos satisfechos. Si queremos algo distinto, se trata pues, de mirarnos en el espejo para poder movilizar la inercia neuronal que nos lleva por el camino más cómodo. ¿Cómo pretender una vida más rica si no nos atrevemos a salir de nuestra cajita de comodidad?. Salir de nuestros esquemas supone el riesgo de la angustia que provoca la incertidumbre, pero sin animarnos a ese desafío posiblemente nos perderemos una vida llena de oportunidades.

Para dejar de ser víctimas y ser protagonistas es preciso hacernos cargo de nuestro poder creador, ser conscientes que voluntaria o involuntariamente estamos creando en todo momento. Parafraseando a Oscar, para atravesar tormentas, es necesario un poco de coraje y determinación, ya que sin ellos no aparece lo nuevo. Por ello el autor nos invita a trabajar nuestros miedos, a desafiar nuestras conversaciones de no posibilidad que están bloqueando nuestras mejores posibilidades y nos acompaña con su pensamiento para sacar lo mejor de nosotros, nuestra fuerza interior, movilizando el espíritu de la Creación en nosotros.

Para que emerja este poder interior él nos conduce al terreno de la escucha, se ofrece como oído atento, y nos invita a mirarnos en el espejo y escucharnos con sinceridad registrando cada uno de nuestros pensamientos. Se ofrece generosamente para que DESPERTEMOS NUESTRO MAESTRO INTERIOR, para ampliar el campo de la Conciencia, único camino para el desarrollo del Ser. Y como el profesor Keating, en “La sociedad de los poetas muertos”, nos cuestiona a lo largo del libro “¿QUIÉN ESTÁS SIENDO?” Y nos susurra “CARPE DIEM”, “ELIGE LA LIBERTAD”. Nos repite incesantemente que somos verdaderos protagonistas del guión que queremos escribir y nos invita a reinventarnos, afirmando que somos seres abiertos al diseño permanente. Como experto metafísico nos recuerda que la vida es una sucesión de causas y efectos, que nuestra vida está atravesada por la ley de correspondencia, y que somos la consecuencia de nuestras acciones.

Así, nos invita a diseñar y elegir las acciones de manera responsable y consciente, dejando ir las cenizas del pasado, soltando la proyección sobre el futuro que a veces nos angustia, y fluyendo con la vida, ya que la vida es AHORA, en cada momento. Si nos damos cuenta que donde van nuestros pensamientos va nuestra energía podremos zafar de quedarnos atrapados en el pasado y liberar todo nuestro potencial.

Vivir, Amar y Morir en zapatillas es una invitación para diseñar nuestra vida desde el foco puesto en el amor, el amor a nosotros mismos y a los demás, para lo cual necesitamos desarrollar la aceptación y el perdón, único lugar desde donde podemos sanar las relaciones y crear nuevas relaciones productivas.

Este libro nos invita a salir de las etiquetas que nos ponemos y ponemos a los otros, a cuestionar las interpretaciones, a conectarnos con el minuto a minuto, para acercarnos más profundamente al fenómeno VIDA, a lo real mismo, para comprometernos en serio con nuestra existencia, en vez de transcurrir en la anécdota cotidiana que nos impide ver quiénes somos. Nos invita, como Eladia Blazquez, a honrar la vida, recordándonos que somos creadores a través del lenguaje y por ello es necesario empezar por nuestra conversación interna.

Oscar nos ha conducido a lo largo de todo este trayecto a tomar contacto con este diálogo interno que es el lugar desde donde creamos nuestra forma de ser en el mundo, y así, nuestro sufrimiento o nuestra felicidad.

Mediante sus reflexiones ha buscado empoderarnos, que no seamos los mismos después de haber atravesado esta lectura. Ha buscado dejar huella en el alma de cada uno de los lectores. Podríamos decir que este libro es un Coaching para el alma, donde el Oscar-Coach, excelente por cierto, nos moviliza con sus preguntas poderosas.

Desde mi visión sólo crecemos cuando formamos comunidades de aprendizaje y le agradezco profundamente a Oscar el poder compartir este espacio con él y con otros.

Y como cierre de este prólogo, quiero regalarle a Oscar un párrafo extraído del libro “La Verdad Profunda”, de Gregg Braden, ya que Vivir, Amar y Morir en Zapatillas, refleja dentro de su mensaje simple pero profundo, el pensamiento de la física moderna acerca de cómo diseñamos nuestra existencia:

“Nadie sabe a ciencia cierta lo que el futuro nos tiene reservado. La perspectiva cuántica nos dice que seleccionamos continuamente cuál será nuestro futuro con las elecciones que hacemos en cada momento. Pero independientemente de cuáles sean los retos que nos esperan, de qué elecciones tendremos que hacer, hay algo absolutamente cierto: saber quiénes somos, y entender la relación que tenemos con los demás y con el mundo que está más allá de nosotros nos da la ventaja evolutiva que nuestros antepasados remotos tal vez no tuvieran cuando se enfrentaron a retos similares en su tiempo. Con esa ventaja podemos inclinar la balanza de la vida a nuestro favor.”…

Gracias Oscar por escribir este libro, que nos brinda luz en el camino del autoconocimiento y la superación personal, y que me ha llegado al alma.

Mónica Monetti

4

Prólogo

de Guido Samelnik 

“Home, Sweet Home” es la primera frase que sale de mi cuerpo en este momento, mientras leo y vibro con las sabias palabras que mi querido amigo Oscar G. Virga Digiuni nos regala en esta experiencia maravillosa. Por cierto, estoy en casa, es domingo a la tarde y estoy en zapatillas.

Conozco a Oscar hace 2 años. La vida nos juntó en un espacio especial de crecimiento personal como es una Formación de Coaches. Por esas cosas de la vida, a mí me tocó ser el Formador y a Oscar, el Aprendiz. Y después de este tiempo de verlo, escucharlo y sentirlo, puedo decir con todas las letras que Oscar es un MAESTRO. Y si resumiera en una palabra mi experiencia sobre él, sería: GRACIAS.

Gracias Oscar, por enseñarme con el ejemplo el valor del amor, la compasión, la humanidad, la responsabilidad y la integridad.

Oscar es de esas pocas personas que tocan mi vida cuando hablan, que aprendo y crezco cuando lo veo actuar.

Oscar nos invita con este relato a vivir un viaje intenso, un viaje que puede resultarte largo, o corto, pero de seguro será profundo si te atreves a abrirte, escuchar y sentir lo que Oscar con tanto amor nos desafía con sus preguntas. El viaje no tiene tiempo ni espacio; cómo medirlo cuando el camino se da en tu interior?. Te atreves a recorrerlo?.

Seguro que quieres hacer el viaje?. No sé con qué te encontrarás, pero te prometo algo: Oscar va a desafiar tu certezas más arraigadas, esas en las que dices “esto es así”, y al mismo tiempo te aseguro, lo hará con la contención y el cuidado que necesitas para revisar “tus verdades”, y salir más fortalecido.

En mi experiencia me he encontrado con esta idea que sostengo y trabajo con la gente: nosotros (tú y yo), como “posibilidad”, tenemos todo para crear el mundo que queremos. Si a esa posibilidad, le restamos nuestras “interferencias” (creencias, emocionalidades y conversaciones internas de no posibilidad), nos da como resultado nuestro “rendimiento”. No digo “quiénes somos”, sino cuánto rendimos, o sea, lo que hacemos con nuestras acciones y, eventualmente, los resultados que conseguimos.

Oscar nos muestra con claridad cómo desarmar este embrollo, y pararnos con responsabilidad para diseñar y crear nuestro futuro.

La responsabilidad va mucho más allá de decir -cuando las cosas ya pasaron“yo me hago cargo”. Suena lindo, pero muchas veces no hace una diferencia cuando ya estamos fuera de tiempo. La responsabilidad es nuestra habilidad de responder. No importa lo que digan o hagan los demás, como seres humanos tenemos esa libertad interior de elegir nuestras respuestas, accionar y no re-accionar ante las circunstancias. Podemos elegir, sí, pero sabiendo que somos responsables de las acciones que tomamos o las cosas que decimos tanto como de sus consecuencias.

Muchas veces por miedo, vergüenza u otras limitaciones, decidimos ocultarnos en vez de exponernos. La forma de hacerlo es creando una imagen que mostramos a los otros para no sentirnos vulnerables. Esto nos mantiene es nuestra zona de confort, nos da comodidad. Y por supuesto, siempre están las razones y justificaciones que nos tranquilizan, contándonos historias para explicar nuestro no accionar. Así está mucha gente viviendo su vida, sobreviviendo y luchando con todos y contra todo. Claramente esta es una postura de víctima ante las circunstancias, ante los otros, ante el mundo exterior. Lo común para esta gente es que estén continuamente re-accionando, y de alguna manera, son presos de una cultura que los tiene.

Por otro lado, está la gente que elije exponerse, mostrarse. Toman el riesgo de hablar, de hacer, de salir de sus propias creencias y limitaciones. No esperan a que estén todas las condiciones para hacerlo. Crean las condiciones.

Veamos las 3 posibilidades:

1. La persona espera TENER RESULTADOS para luego SER, y desde ahí poder HACER.

Ejemplo:

“Cuando yo tenga esa casa / ese trabajo / ese resultado, entonces voy a sentirme feliz, y cuando lo esté, luego, voy a empezar a hacer…”.

No estamos juzgando en estos casos si está bien o mal, simplemente estamos observando cuantas posibilidades se nos abren o se nos cierran, al elegir una postura.

En este caso, mi sentir (mi bienestar emocional) y mi accionar, son dependientes de los resultados. El riesgo que corremos desde esta postura tiene que ver con qué pasaría si no conseguimos esos resultados que queremos…???. Somos infelices de por vida…???. Date cuenta que estás eligiendo sufrir de por vida, a no ser que consigas ese preciso resultado que quieres.

2. La persona espera SER (sentir) para luego HACER determinada acción, para conseguir ciertos RESULTADOS.

3.La persona que desde su compromiso HACE (se pone en acción), y en su hacer va transformando su SER, y desde ese ESTAR SIENDO, consigue los RESULTADOS que quiere.

Vemos como el HACER va transformando nuestro SER. Mientras hacemos, mientras conversamos con otros, mientras hacemos con otros, nuestro SER cambia, se desarrolla, se transforma. “Nos transformamos en la convivencia con otros”.

 

Mucha gente se relaciona con el mundo desde esta “verdad”…:

Dado quien soy (SER), es que puede hacer o no hacer tal cosa… (HACER)… “El SER genera la ACCION”.

Ojo!, también es “verdad” lo contrario. No será que soy así (SER) por lo que hago o no hago (HACER)…???. “La ACCION genera el SER”.

 

Vivimos, como Oscar nos muestra, en constante transformación, en un perfecto equilibrio de ciclos evolutivos en el cuál ya no somos “el mismo” que antes. Estamos siendo en tiempo presente, “aquí y ahora”, distintos que ayer, pero al mismo tiempo seguimos siendo nosotros mismos.

Oscar nos acompaña, mientras nos tomamos la copa de vino y disfrutamos del domingo en paz, a volvernos observadores de nosotros mismos, y no dejarnos llevar por nuestra mente, como si ella tuviera la “verdad” de quienes somos y lo que es posible para nosotros. Nos conecta con eso que hace que nos sintamos plenos y vitales, sin las interferencias que surgen de nuestros procesos mentales y creencias culturales que nos limitan más veces de las que nos potencian.

Gracias a Oscar, puedo ver la evolución en mis tormentas personales, a entenderlas y no temerlas, sabiendo que después del movimiento, la inestabilidad y el caos, viene una serena calma y las cosas se vuelven más claras. Entonces, puedo ser un observador distinto del mundo, más crecido, más grande, más consciente.

Este viaje me hace entender el equilibrio natural que hay en la vida, en la naturaleza.

En la vida vamos a pasar (quieras o no) por momentos alegres y felices, y por otros que no te agraden tanto. Si sabemos que en la vida tendremos de los dos momentos, porque pelearnos y resistirnos cuando aparecen?. Aprendí escuchando a Oscar la posibilidad de ACEPTAR y DISFRUTAR de ambos momentos, y sacar en cada situación el mayor provecho y crecimiento.

Las tormentas no tienen ninguna connotación en sí mismas, “las tormentas son tormentas”. Como las interpretas y las sientas, te abrirán o cerrarán posibilidades para tu vida.

“Cada emoción / experiencia es sentida por alguien, y el punto de observación debe estar puesto en ese alguien”, trayendo palabras del Dr. Levy.

Como dice Oscar, este no es un libro, es un espacio de relación en el cual nos encontramos con nosotros mismos, y aquí el protagonista de este maravilloso cuento que se llama VIDA eres TÚ.

TODOS NACIMOS PARA BRILLAR…

“Nuestro miedo más profundo no es estar a la altura.

Nuestro miedo más profundo es que somos muy poderosos.

Es nuestra luz, no nuestra oscuridad la que nos asusta. El disminuirse no le sirve al mundo.

No hay sabiduría en esconderse, para que otros no se sientan inseguros cerca de uno.

Todos nacimos para brillar, como todos los niños. No está en algunos de nosotros, está en todo el mundo.

Y al dejar que nuestra propia luz brille, inconscientemente permitimos que otros hagan lo mismo.

Al ser liberados de nuestro propio miedo, nuestra presencia automáticamente libera a otros”.

(Fragmento extraído de la película Coach Carter).

 

Gracias Oscar por ser catalizador para que mucha gente libere su poder interno y consiga una vida plena de sentido.

A ti amigo lector, déjate fluir en esta conversación con Oscar, y permítele ser TU ESPEJO y tu CAJA de RESONANCIA, para encontrarte contigo mismo en tu mejor versión, aunque sea este rato, esta tarde tranquila de domingo, en zapatillas…

Feliz Viaje…!!!!!

Guido Samelnik

Noviembre de 2013

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Introducción