Vivir con música - Daniel Abad Casanova - E-Book

Vivir con música E-Book

Daniel Abad Casanova

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Beschreibung

La música y la vida tienen muchas cosas en común. Al igual que en una composición musical, una vida necesita cierto equilibrio y armonía. También precisa de un ritmo, más o menos intenso en función del momento vital por el que se transite, que marque la pauta de nuestros actos y decisiones. Y una cierta melodía, que podría ser equivalente a la personalidad, que nos ayude a conducirnos de una determinada manera. Vivir con música es una originalísima reflexión de dos personas que aman la música y la sienten, desde quien vive para y por ella, a quien la concibe como una parte indispensable de la existencia. Los autores analizan de forma minuciosa los más recónditos resortes de la música y de la vida una experiencia tras la cual será imposible volver a escuchar la música como antes e incluso vivir la vida sin pararse a reflexionar sobre las cuestiones aquí expuestas.

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Título original: Vivir con música

Primera edición: Septiembre 2023

© 2023 Editorial Kolima, Madrid

www.editorialkolima.com

Autores: Daniel Abad Casanova y Fernando Botella

Dirección editorial: Marta Prieto Asirón

Maquetación de cubierta: Valeria Hernández

Maquetación: Mercedes Galán García

ISBN: 978-84-19495-67-9

Producción del ePub: booqlab

No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea este electrónico, mecánico, por fotocopia, por grabación u otros métodos, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares de propiedad intelectual.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 45).

 

«Sin música la vida sería un error».

FRIEDRICH NIETZSCHE

«La música ha acompañado toda nuestra vida, y así será hasta la nota final».

AUTORES

No siempre podemos elegir la músicaque la vida nos pone, pero sí podemos elegir cómo la bailamos...

El director mediocre,dirige la partitura.

El director promedio,siente lo que dirige.

El buen director,involucra a la orquesta.

El gran director,hace todo lo anterior, y además,es un maestro,que inspira a los músicos.

Índice

Obertura

Introducción

Para nuestro público

La música de Daniel Abad Casanova

La música de Fernando Botella

«Tips» musicales para no músicos

Vivir con música: Suite en 7 movimientos

Do. Armonía

Re. Melodía

Mi. Ritmo

Fa. Sintonía

Sol. Modo

La. Música & liderazgo

Si. Tema con variaciones

Coda

Aplausos

Ecosistema digital

Obertura

Tengo el honor de ejercer de telonero en este magnífico trabajo que el lector tiene en las manos, firmado a cuatro ídem por el director de orquesta Daniel Abad Casanova y el profesor Fernando Botella. En la obertura siempre late la emoción contenida del telón bajado, entre cuyos pliegues creemos advertir el relieve de la acción dramática que se desarrollará en unos minutos, anticipada por esa música sin imágenes que suena entonces, a modo de primera marcha metida en la orquesta.

¿Y qué vamos a encontrar a la vuelta de las páginas que me han sido reservadas en este volumen? Una originalísima reflexión por partida doble, o dos reflexiones tan complementarias como el negro sobre el blanco de las teclas de un piano o una partitura. La visión de dos personas que aman la música y la sienten desde quien vive para y por ella a quien la concibe como una parte indispensable de la existencia. Vivir con música es un libro escrito con la concisión de una sinfonía del clasicismo y estructurado a modo de suite en siete movimientos, cada uno correspondiente a una de las notas de la escala. Si bien la música se aborda desde el aspecto que a priori puede resultar más técnico, la admirable forma de ligarlo al componente humano y a cómo incide en nuestra personalidad y define las líneas maestras de la existencia convierte esta lectura en una experiencia tras la cual es imposible volver a escuchar la música como antes e incluso vivir la vida sin pararse a reflexionar sobre las cuestiones aquí expuestas. Vivimos una época en la que abundan los libros de autoayuda; este que tienes en tus manos no lo es, aunque el momento actual sí parece ser una señal evidente de que una buena parte de la humanidad se siente necesitada de estímulos vitales y fuerza para afrontar un día a día en el que todo es sometido a un furioso escrutinio por la sociedad, y así resulta extraño que haya tan pocos que reparen en la música como fuerza motora. Vivir con música no solo lo hace, sino que analiza de forma minuciosa sus más recónditos resortes para que el lector explore todas las acepciones posibles de la palabra armonía. El telón aún sigue bajado, pero en mi condición de obertura, con algunos motivos entremezclados que se escucharán después desarrollados de forma más amplia, les adelanto que podrán descubrir el poder de la melodía y la forma en que consigue que adecuemos nuestro pensamiento y acciones a ella; la importancia de los acentos; lo indispensable del ritmo en la acción colectiva; la necesidad del silencio para que la música cobre pleno sentido; o el concepto de la pirámide de la escucha y sus distintos estadios. Pero también nos enteraremos de que Beethoven no perdonaba que se tocase sin pasión, que Bernstein situaba en plano de igualdad su pasión por la música y las personas, o que el oficio de director de orquesta, según Riccardo Muti, es el más difícil del mundo.

La original manera en que los dos autores de este libro han cohesionado sus distintas visiones se ha estructurado según la forma de una sonata, siguiendo la combinación de dos temas, A y B, que no por casualidad corresponden a las iniciales de los apellidos de Daniel y Fernando, una clara señal de que esta obra tenía que ser escrita y difundida.

No debo extenderme más... La orquesta se ha detenido y el telón se eleva con la misma ligereza con la que lo han hecho las notas de los primeros compases de esta obra. Así que concluyo diciendo que en uno de los capítulos de este libro se reflexiona sobre el hecho de que el tiempo que pasamos en este mundo es limitado y debemos asegurarnos de disfrutarlo bien, empleándolo en aquellas actividades que nos llenen de veras. La lectura de Vivir con música es, sin duda, una de ellas.

MARTÍN LLADEPeriodista, locutor ydirector de «Radio Clásica»

Introducción

La música y la vida tienen muchas cosas en común, solo que a veces no reparamos en ello. Al igual que en una composición musical, una vida necesita cierto equilibrio y armonía para poder ser vivida con plenitud. También precisa de un ritmo, más o menos intenso en función del momento vital por el que se transite, que marque la pauta de nuestros actos y decisiones. Y una cierta melodía, que podría ser equivalente a la personalidad, que nos ayude a conducirnos de una determinada manera y nos haga reconocibles ante los demás.

Además, en toda vida hay etapas, como si se tratara de los movimientos de una composición musical o los diferentes actos de una ópera. Etapas que se van relacionando unas con otras hasta conformar un todo coherente y armónico. Algunos de esos pasajes vitales serán más lentos adagios en los que parece que no sucede nada digno de mención, y otros se caracterizarán por periodos de gran agitación, crescendos en los que todo se nos vuelve del revés. En ocasiones seguiremos al pie de la letra las anotaciones consignadas en la partitura, y en otras prescindiremos de ella y daremos rienda suelta a nuestra creatividad, improvisando sobre la marcha y sin rumbo fijo.

Uno de los propósitos de este libro es precisamente poner el acento en aquellos aspectos de la música que son un reflejo de la vida y de los que podemos extraer enseñanzas que aporten valor a nuestro día a día. Y en esos fascinantes paralelismos que existen entre la música y la vida es importante apuntar que de las siete notas de las que consta el sistema de notación musical, hay tres que destacan por encima del resto: MI-LA-DO. Un acorde que resulta de gran ayuda para tomar las riendas de la propia existencia. Porque solo las cosas forman parte de uno mismo si sabemos que «caen de MI LADO».

Con este pequeño guiño, solo pretendo recordar la importancia de que toda la responsabilidad de las decisiones que tomamos recae en nosotros. Cada camino escogido y cada opción descartada, cada oportunidad aprovechada o desperdiciada, son producto de nuestra manera de afrontar esa partitura en blanco que tenemos por delante esperando ser escrita y a la que llamamos vida.

Así pues, llevar esa composición hasta su movimiento final depende por entero de nosotros. Pero ningún músico que se precie se atrevería a enfrentarse a una partitura sin estar adecuadamente preparado para ello. Hay presión, miedo escénico y el fantasma del fracaso nos sobrevuela como un pájaro de mal agüero. La música puede ofrecernos valiosas enseñanzas que aplicar a lo cotidiano.

Para nuestro público

¡Muchas gracias por adquirir tu entrada a este concierto-libro sobre el mensaje de la música!

¡Ocupa tu butaca!

De la misma manera que reconocemos y percibimos que la música está presente en todas las facetas y ámbitos de nuestra vida, hemos querido que todos los capítulos y apartados de este libro estén basados en ideas y conceptos musicales.

Así, al prólogo lo hemos llamado «Obertura», a modo de introducción de este maravilloso viaje musical entre la música y la palabra, como si de una ópera se tratara, donde el texto (mensaje), la escena (contexto) y la música discurren de manera conjunta.

Nos sentimos muy honrados de haber contado para nuestra obertura con Martín Llade, a quien admiramos mucho. Periodista, locutor, amante de la música y la literatura y, sobre todo, representa la pasión por la música (así nos lo hace sentir todas las mañanas desde «Radio Clásica» y otros muchos ámbitos).

Su manera de vivir y trasmitir la música está muy relacionada con las ideas que compartimos en el libro. Podríamos decir que es la voz que nos trasmite y contagia la belleza de la música clásica.

El libro discurre a modo de Suite en 7 movimientos y a cada cual le asignamos una nota, identificándola con un concepto musical:

Do

Armonía

Re

Melodía

Mi

Ritmo

Fa

Sintonía

Sol

Modo

La

Música y liderazgo

Si

Tema con variaciones

La exposición del primer movimiento de una sonata o sinfonía por lo general siempre plantea tres ideas reconocibles: dos temas contrastantes, que en nuestro caso son complementarios, y una idea final con carácter de síntesis conclusiva.

Siguiendo esta forma, cada uno de los capítulos constará de un Tema A (Abad), un Tema B (Botella) y unos tips conjuntos a modo de reflexión, a los que llamamos «fusión».

Tras los 7 capítulos correspondientes a las 7 notas y sus respectivos conceptos musicales, como epílogo incluimos una coda1 a modo de conclusión y reflexión final conjunta.

Al apartado de agradecimientos personales lo hemos titulado «aplausos», de manera que somos nosotros los que desde este escenario de las palabras, queremos aplaudir a quienes nos han impulsado e inspirado a escribir de manera conjunta este libro que representa un maravilloso viaje compartido entre la música y la vida.

¡Un libro compuesto e interpretado a dúo!

1Adición brillante al periodo fina de una pieza de música. Fuente: RAE.

La música de Daniel Abad Casanova

Como decía Leonard Bernstein, «amo ser director de orquesta porque en esta labor se combinan mis dos grandes pasiones, la música y las personas».

La música, desde siempre, me ha regalado emociones, sensaciones y sentimientos difíciles de explicar, y también me ha llenado de aprendizajes extrapolables a cualquier ámbito de la vida. La música es un punto de encuentro, un nexo de unión entre las personas, entre todas las culturas, nos hace viajar en el tiempo y, sin duda alguna, su práctica nos hace mejores, como individuos y como sociedad.

En la práctica orquestal ponemos nuestra interpretación al servicio del grupo… Toco, dirijo en función de lo que escucho. Nos adaptamos al contexto y nos unimos en la búsqueda de un bien o resultado común. La música nos ayuda a empatizar con el otro.

Cuando dirigimos o escuchamos una sinfonía disfrutamos cada instante, no únicamente cuando llegamos al acorde o nota final.

La música, a través de su interpretación, me ha ayudado a disfrutar del camino, no solo de la consecución de objetivos.

He disfrutado siempre desde el primer momento en el que empiezo a preparar un concierto: imaginar el programa, el porqué de esa música y no otra para un determinado concierto, el ritual de abrir por vez primera una partitura y adentrarte en el maravilloso mundo que nos presenta el compositor, o volver a estudiar una obra ya dirigida en la que siempre descubres aspectos nuevos, el primer día de ensayo, ver cómo vas aproximando el sonido que recibes a la idea interpretativa que tenías pensada, la magia del directo en la que ningún concierto es igual al anterior, la comunión con el público. Todo ello evidencia y me ha hecho sentir siempre que la música se disfruta mucho más cuando es compartida y que es mucho más enriquecedor compartir que competir.

He comprobado en múltiples ocasiones cómo la música tiene la capacidad de sacar lo mejor de nosotros mismos, de hacernos mejores personas, y siempre me ha gustado la imagen o visión de una orquesta sinfónica como modelo de sociedad, en la que enseño y aprendo del compañero, en la que todos los detalles importan, en la fuerza de la actitud, en que lo diferente enriquece y que su práctica estimula el empoderamiento individual y la integración social.

El arte de interpretar música nos complementa en el maravilloso camino de la interpretación de la vida. Veremos en diferentes apartados que la música está llena de melodías, ritmos, silencios, armonías. ¡Pero también la naturaleza y la vida!

Junto con mi amigo Fernando Botella, te invito a disfrutar de este maravilloso viaje musical.

La música de Fernando Botella

La música es, probablemente, el lenguaje humano más universal que existe. Un código sonoro estructurado alrededor de siete notas que, combinadas entre sí, adquieren infinitas manifestaciones. Una forma de expresión que nos eleva por encima del resto de seres vivos con los que compartimos planeta y que tiene la capacidad de transmitir emociones con una intensidad que de ninguna otra forma se puede alcanzar. Porque, más allá de lo consignado en una partitura o del fenómeno físico del sonido de un instrumento proyectándose con una determinada tonalidad o frecuencia por el aire, la música es pura emoción. Una explosión de sensaciones que penetra por los oídos, para estallar con toda su fuerza en el corazón.

Es precisamente esa capacidad de la música para impactar en nuestros sentimientos la que ha hecho que haya acompañado al ser humano a lo largo de toda su historia. La música está presente en gran parte de nuestras andanzas por la existencia. Resuena con alegría en ocasiones especiales y celebraciones, marca el ritmo en momentos de máxima excitación, sirve de consuelo en instantes de soledad y tristeza, aporta calma en situaciones de tensión y une a individuos en torno una identidad y propósito compartidos. La música es la manifestación física, compuesta de ritmo, armonía y melodía, que actúa sobre un fenómeno químico cerebral: el estado de ánimo. Tiene la capacidad de «sintonizarnos» de una determinada manera y en una determinada frecuencia, y de modular la manera en la que nos relacionamos con el mundo, con las otras personas y con nosotros mismos. Es un diapasón que marca el tempo de nuestro paso por la vida.

El mensaje de la música es tan poderoso, hermoso y elocuente que trasciende épocas y fronteras. Un traductor de emociones que simplifica las cosas y ayuda al entendimiento entre personas muy distintas entre sí. Cualquier tipo de música, desde la más culta y refinada hasta la más popular y tosca, tiene esa capacidad para conectar a las personas. Y, además, no hace falta ser músico profesional ni poseer nociones musicales para caer bajo su influjo. Ni siquiera es imprescindible que te guste especialmente lo que en ese momento estés escuchando.

El músico y divulgador Ramón Gener distingue cuatro niveles de aproximación a la música: emocional, argumental, simbólico y, finalmente, técnico. Un músico profesional llegaría hasta el cuarto nivel. Pero al primer nivel puede llegar cualquier persona. Todos, desde un recién nacido hasta un reputado director de orquesta, somos capaces de captar su mensaje y conmovernos con su fuerza. Por esta razón, se dice que la música es el lenguaje más universal.

«Tips» musicales para no músicos

A todos nos gusta pensar que nacemos con unos determinados talentos innatos, una especie de superpoderes que nos abrirán la puerta a nuestros sueños o que, por el contrario, simplemente nos los negarán si la naturaleza decide no regalárnoslos. Pero el talento no funciona así. Es cierto que cada cual trae de serie una serie de habilidades innatas que lo predisponen en una determinada dirección. Pero eso no es más que la baza inicial, las cartas que se reparten para empezar a jugar. A partir de ahí, la partida puede evolucionar en múltiples direcciones. Esos niveles de habilidad no son inamovibles y es responsabilidad de cada cual hacer evolucionar su propio talento, descubriéndolo, cultivándolo y completándolo con nuevos aprendizajes. Un músico no nace virtuoso; se hace virtuoso a través de años de estudio y de perfeccionar su técnica con la práctica.

Eso sí, como sucede en la vida, el camino del músico no es sencillo. Su travesía estará llena de obstáculos, sinsabores y momentos de desánimo. En múltiples ocasiones, tras pasarse horas ensayando con su instrumento se preguntará si tanto esfuerzo vale la pena y estará tentado a tirar la toalla. Y también en los instantes de triunfo sentirá una especie de sensación de invencibilidad que le puede alejar de la realidad. En todas esas circunstancias es fundamental mantener los pies en el suelo para no dejarse arrastrar por las emociones negativas. De nuevo, resulta muy importante recordar ese acorde talismán, MI-LA-DO, para no sucumbir a la tentación de echarle la culpa de nuestros actos a circunstancias o personas ajenos a nosotros.

Por último, mantener una actitud positiva ante la vida es importante, pero no suficiente para conseguir nuestros objetivos.

Queda un paso capital: convertir todo ese auto-conocimiento, todo ese aprendizaje con el que hemos modelado nuestro talento y esa actitud positiva hacia lo que pueda venir en acción. La vida no se vive encerrados permanentemente en un local de ensayo; en algún momento hay que salir a tocar en la calle, a un auditorio, a una sala de conciertos. Hay que coger el instrumento y simplemente tocar.

La vida va de eso, de tocar. De atrevernos. De dar el paso desde el saber al hacer.

En música la obertura es la parte inicial de una obra, una composición independiente que sirve para introducir el tema y el cuerpo principal de un concierto o una ópera. Un preámbulo que sitúa al público en el tono adecuado para la representación.

Hasta aquí la introducción de este libro que tienes ahora mismo entre las manos. Porque este libro no es un libro que solo se lee: es un libro que también se escucha. Por esa razón te aconsejo abordar su lectura con una buena música de fondo. La que a ti te guste más o te resulte más inspiradora.

Al fin y al cabo, el objetivo de esta aventura que iniciamos es que puedas sumergirte en el apasionante universo de la música y extraigas de él enseñanzas interesantes y valiosas para la vida.

¡Que suene la música!

Vivir con músicaSuite en 7 movimientos

7 notas de inspiración

1. Algunos esperan que salga el sol.Otros bailan bajo la lluvia.

2. De todos los caminos aprenderás algo,salvo de uno: del que nunca has cogido.

3. Si quieres que otros vean, sé luz,no sombra, ni oscuridad.

4. La vida es como un espejo;si le regalas una sonrisa te la devuelve.

5. Es más fácil invertir una vida culpando fuera que invertir un segundo mirándonos dentro.Pero no es de valientes, ni de responsables.

6. Mil días apuntado al gimnasiovalen menos que un segundo haciendo ejercicio.

7. Se consigue más con un gramo de amor que con toneladas de rabia y odio.

ARMONÍA

Tema A

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