Vocación - Verónica Spilman - E-Book

Vocación E-Book

Verónica Spilman

0,0
6,49 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Vocación cuenta historias basadas en hechos reales y todas ellas relacionadas a la búsqueda constante del ser humano de un lugar en el mundo. Un lugar donde lograr Ser en el Hacer, donde encontrarle sentido a la vida. Compartiendo algunas experiencias personales Vocación nos acerca de un modo simple y cotidiano a nuestra voz interior, aquella que a veces nos cuesta tanto escuchar y prestarle atención debido al ruido externo. Vocación está dedicado a todos los jóvenes que aún no definieron su Proyecto de Vida y también a aquellos adultos que sientan la necesidad de revisarlo.

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB
MOBI

Seitenzahl: 94

Veröffentlichungsjahr: 2018

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



VERÓNICA SPILMANFotografías de Matías Sánchez

VOCACIÓN

Editorial Autores de Argentina

Spilman, Verónica

Vocación / Verónica Spilman. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2018.

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga

ISBN 978-987-761-221-9

1. Narrativa Argentina. 2. Cuentos. I. Título.

CDD A863

Editorial Autores de Argentina

www.autoresdeargentina.com

Mail: [email protected]

Diseño de portada: Justo Echeverría

Diseño de maquetado: Maximiliano Nuttini

Fotografía: Matías Sánchez @MasPortrait

Queda hecho el depósito que establece la LEY 11.723

Impreso en Argentina – Printed in Argentina

A modo de presentación

Escribir un libro. Este tema me da vueltas por la cabeza desde hace unos años, no sé por qué. Lo dejo dormir un tiempo, y siempre vuelve a surgir. Pero yo no soy escritora, solamente escribo manuales, e-mails, cartas y alguno que otro texto breve. De todos modos, quiero hacerlo.

¿Será realmente un deseo interior o será que necesito mostrar algo? Y, en ese caso, ¿qué?, ¿a quién?, ¿a mí?

No sé. Podría resultar un ejercicio reparador. Aunque admito que también está relacionado con la necesidad de demostrar cierto talento, de sentirme más querida, más importante. Y de que la gente que aprecio se sienta orgullosa de mí: una necesidad de reconocimiento. Supongo que muchas de las cosas que decidimos hacer en la vida tienen que ver con eso.

Pero este libro también tiene que ver con compartir, con agradecer, con sentir todo el tiempo que vivo una vida rica, intensa, llena de situaciones que llegan hasta mí con el fin de que pueda replicarlas y hacerlas circular.

Hay un patrón común: siempre que salgo de situaciones difíciles o dolorosas, lo hago creando algo. Una idea, un proyecto. Ahora, un libro.

Alguna vez escuché esta interpretación en una conferencia: el universo —o Dios o como lo queramos llamar— nos interpone obstáculos, situaciones difíciles, para que los atravesemos y sigamos desarrollándonos, aprendiendo lo que vinimos a aprender y pasando por lo que tenemos que pasar. Por eso, todas las situaciones y todas las personas que conocemos a lo largo de nuestro camino son un regalo. Lo único que hace falta es aprender a darnos cuenta de por qué y para qué están ahí. Y no dejar pasar la oportunidad.

Solo tenemos que estar despiertos.

Si lo pienso un poco, así nacieron varios proyectos personales, así estudié todo lo que estudié. Y lo disfruté, claro, pero ¿cuánto de deseo propio hubo en cada una de esas elecciones y cuánto de mostrarle al otro quién soy? ¿Será que mi deseo se limita a mostrarles a los demás lo que soy capaz de hacer?

El mundo moderno no ayuda. Todo invita a mostrar “selfie a selfie” lo que estás haciendo: Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter. Todo te propone mostrar y demostrar, ponerte en la vidriera.

Y ese tiempo que pasás tan preocupado por mostrarles a los otros lo que sos capaz de hacer es tiempo que te quitás a vos mismo. Tiempo que estaba disponible para conectarte con ese que querés ser.

Sin embargo, en cierto punto creo que las dos cosas deben estar vinculadas, porque cuando empiezo a realizar eso que me propuse es cuando por fin logro establecer esa conexión conmigo. Logro olvidarme de los demás y encuentro un gran placer: disfruto.

Entonces, los demás, los que se cruzan por tu camino, te ayudan a encontrarte con tu verdadera vocación… ¡por eso son un regalo!

La lectura me gustó siempre. Quizás lo que quiero sea escribir el libro que me gustaría leer, uno que forme parte de mi historia, uno para hacer mi mundo y construir las situaciones que quiero ver. Por eso me decidí a comenzar.

Vocación es un libro sobre orientación vocacional, sí, pero no es un libro de test y definiciones.

Vocación cuenta algunas historias, todas basadas en hechos reales. Son solamente relatos, pero tienen un patrón común.

Vocación se refiere a la voz interior, tanto ruido externo no deja escucharla.

¿Y qué dice mi voz interior?, ¿qué es lo que me está pidiendo a gritos?, ¿quiénes son las personas que me ayudan a encontrarla, a reconocerla, a vivirla? Y esas personas ¿son todas buena gente?

No. Es muy probable que una parte de ellas me cause dolor o me haga transitar molestias, ansiedades y sentimientos más profundos, de los cuales también tengo algo que aprender. Y agradecer. Tal vez me saquen de mi zona de comodidad, y entonces me hagan sufrir. Pero es precisamente en la resolución de esas situaciones donde está el crecimiento, la clave. Y el encuentro con mi esencia.

Es por eso que agradezco haberlas conocido.

Gracias...

A mis padres, por darme la vida.

A Ariel, mi compañero, mi amor, mi amigo.

A Julián y Magalí, mis hijos, por enseñarme cada día sobre el amor incondicional.

A todas aquellas personas que marcaron mi vida, y seguro lo saben.

A los cientos de jóvenes que conocí a través de mi trabajo, y tanto me enseñaron.

Vocación está dedicado a todos los chicos y jóvenes que aún no decidieron qué seguir estudiando, de qué trabajar, cómo vivir, y están a tiempo de hacerlo. Y a todos aquellos adultos que se dieron cuenta de que quieren cambiar y también están a tiempo de hacerlo.

Aquí y Ahora

Alo largo de la vida, vamos transitando por diferentes experiencias. La mayoría de ellas, sin saber por qué. En algunas “nos lleva el viento”, las disfrutamos (unas más que otras). Las padecemos también.

Conocemos a muchísimas personas con quienes nos vinculamos por un rato. Algunas pasan rápido, otras nos acompañan por más tiempo. Muchas están de paso (o quizás seamos nosotros los que estemos de paso). Algunas nos duelen, pero seguimos adelante: nos divertimos, nos enojamos, nos preocupamos, gastamos mucha energía en resolver cuestiones que poco tienen que ver con nosotros, porque todavía no lo podemos comprender. Todavía no es el momento de verlo. Y seguimos circulando.

Hasta que un día llega esa experiencia, esa persona, ese instante en el que algo en tu interior te dice:

“Aquí y Ahora”.

Es un momento de comodidad, de fluidez, de felicidad. No tiene que ver con la plata que estás ganando, no tiene que ver con un futuro prometedor ni con nada que se le parezca. No tenés idea de cuánto va a durar, pero tampoco te hacés muchas preguntas. No te importa. Simplemente, ES.

Y no te hacés preguntas porque sabés que estás en el lugar correcto:

Aquí y Ahora.

El momento te convoca, te recibe sin apuro, es intenso y pleno, tiene todo el tiempo del mundo para vos. No hay distracciones, nadie quiere irse ni escaparse, porque el mundo externo desaparece: es…

Aquí y Ahora.

Y entonces te das cuenta de que todo lo que hiciste antes, todas las personas que conociste y todas las experiencias de vida que fuiste acumulando fueron o son parte de un “mientras tanto”.

Todo te llevó a ese Aquí y Ahora en el que tenés la sensación incomparable de estar completo.

Finalmente tus actos se encontraron con tu Vocación, con tu voz interior. Vos y lo que estás haciendo son un cuerpo único.

Una vez que lograste vivirlo, ya nada vuelve a ser como antes.

Buen Camino

Septiembre de 2016, Camino de Santiago, España.

Dos hermanas, un encuentro en el Camino. Las dos son argentinas, si bien una de ellas vive en Francia. Deciden encontrarse en la estación de trenes de Atocha, en Madrid, para ir juntas a la ciudad de Lugo y desde allí caminar los últimos 100 km del Camino de Santiago de Compostela.

Día y hora pactados. Todo listo. Las familias las acompañan para que ellas cumplan este sueño. ¿Razón? Ninguna en especial, simplemente compartir la experiencia, pasar tiempo juntas. Quizás nos acostumbramos a que todo tiene que tener un fin específico o pretender lograr algo o ser parte de un proyecto importante. Cuesta pensar en solo disfrutar del Camino…

Todas las personas que comienzan a hacer el Camino se transforman en “peregrinos”. Y el Camino tiene sus códigos. Cada peregrino que se cruza, a pie o en bicicleta, saluda con un “Buen Camino”. Hay trayectos donde se junta mucha gente y otros en los que se camina en absoluta soledad y silencio. Un silencio que aturde, como en la vida misma.

Los ves pasar muy preparados: deportistas exigentes y estructurados, bohemios, empresarios (que no pueden olvidarse de su puesto ni de su rol y siguen, con porte ejecutivo, tratando de dirigir… ¡a la naturaleza!). Solos, en grupos o en parejas, jóvenes y viejos, hombres y mujeres. Cada uno a su ritmo y a su tiempo, los peregrinos se cruzan varias veces en el Camino. Se atrasan, se adelantan. No es una carrera. Aunque algunos no puedan evitar tomarla como tal, cada uno tiene su tiempo para hacersu Camino.

Y tomarse el tiempo para hacer esta experiencia no tiene precio. Alejarse de casa, de los amigos de siempre, del trabajo. Cambiar de contexto. Tomarse el tiempo… Y acercarse de otra forma a todos ellos, y a uno mismo.

Sin embargo, vaya donde vaya, uno sigue siendo uno. La mochila que carga sigue siendo la misma, solo cambia el paisaje. Las mismas riquezas y las mismas miserias salen a la luz, quizás con mayor libertad. Se trata de tomarse el tiempo para pensar, pero fundamentalmente para sentir cómo cada uno quiere vivir su vida. Sin marearse con lo que ve alrededor.

Las hermanas comienzan su camino, avanzan, y entre ellas también se distribuyen naturalmente los roles. Las dos casadas, las dos con hijos, con trabajo y responsabilidades. Pero ahora, y por unos días, es hora de pensar en ellas. Sus mochilas pesan, no son nada prácticas, son incómodas. Pareciera que hay que cargar mucho peso y que el viaje tiene que ser casi un sacrificio.

A medida que avanzan, se van internando en el Camino. Pasan por bosques, arroyos, rutas y senderos. Y el equipaje comienza a sentirse más liviano, o se acostumbran a cargarlo.

Muchos carteles las guían y les dan mensajes. Después de los primeros, que pasan desapercibidos, sienten que por alguna razón las señales y grafitis les están avisando cosas. Difícil de explicar, pero los carteles están relacionados con sus pensamientos más profundos. Resuenan.

Una de esas mañanas, las despierta un enorme símbolo del infinito formado por nubes en el cielo. Maravilloso.

Varias veces se cruzan con un grupo de altos ejecutivos franceses que trabajan en la empresa Bosch, y comparten el trayecto con ellos. Les divierte ver desde afuera cómo transitan la experiencia los integrantes de ese grupo. Hablan pero no se escuchan, solamente se callan para que el otro diga lo que quiere porque son muy respetuosos y diplomáticos. Pero a ninguno le interesa la vida del otro. Compiten con la vestimenta, compiten con la mochila, con los accesorios y con lo que cada uno sabe sobre el Camino. Compiten. Siguen con inercia la misma dinámica que seguramente tengan en la empresa, solo que disfrazados de peregrinos. Porque todavía no pueden comprender. Aprovechan los almuerzos compartidos para contar lo perfectas que son sus familias, sus matrimonios y sus vidas. Para hablar de sus autos, de sus casas y de otras adquisiciones materiales. ¡Compiten con sus mascotas!