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En las páginas de Yato Na vin, encontrarás vivencias como estas y otras, muy amenas y hasta salpicadas con humor, de un hombre de bata blanca que prestó su ayuda solidaria en el hermano país africano de Guinea Bissau. Una nave entre nubes y mares, la travesía interminable, el rumbo desconocido; al fin la llegada, personas envueltas en atuendos típicos, idioma diferente, un calor desesperante, aunque el nuestro era más fuerte: el de la solidaridad humana.
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Seitenzahl: 57
Veröffentlichungsjahr: 2025
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Edición: Malena Sánchez Reyna
Diseño de cubierta: Liatmara Santiesteban García
Diseño interior y realización: Liatmara Santiesteban García
Corrección: Maricel Pérez Aguilera
Fotos: Autor y Archivo de la Casa Editorial Verde Olivo
Conversión a ebook:Grupo Creativo RUTH Casa Editorial
© Rafael V. Paseiro Ariosa, 2014
© Sobre la presente edición:
Casa Editorial Verde Olivo, 2025
ISBN: 9789592247901
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en arte, en ningún soporte sin la autorización por escrito de la editorial.
Casa Editorial Verde Olivo
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A la Revolución, pan nuestro de cada día; al general de brigada Raúl Díaz Argüelles, paradigma de internacionalista cuya sangre regó la tierra africana; a mi profesor, el doctor Mario González-Quevedo Rodríguez, ejemplo de perseverancia científica; a mi madre Inés María, forjadora de hombres; mis hijos Rafael, Pablo y Gretter, mis nietos Jan Pao, Lorena, Samira y Jorge Rafael, mis grandes amores.
A mis compañeros Milton Hechevarría Puig, Pedro Abréu, Kikito Betancourt, José Luis Viamonte Iturria, por enseñarme el camino.
A los que han caído por la liberación de otros pueblos.
Mis agradecimientos a los doctores OsvaldoAlejo Concepción, Oriol Alfonso Moyay Miguel Armengol Mondejas.
A la Máster en Ciencias Nelsa AguilarSánchez, al licenciado Javier Dueñas Oquendoy al soldado del Servicio Militar Activo (SMA) Alejandro Galloso Machín.
El hombre a lo largo del tiempo va dejando huellas que lo distingue como ser social. La cultura legada por civilizaciones que nos han antecedido, permiteque las definamos en las que aman, construyen y ponen el desarrollo de la Ciencia al servicio de la humanidad y las que odian, destruyen, invaden y se apropian con intenciones malsanas de las riquezas producto del sudor ajeno, por las que son capaces de matar y aniquilar.El presente testimonio corresponde al primer grupo de sociedades descritas. Es la vivencia de un cubano criollo devenido de la mezcla de españoles y africanos, de origen humilde, inteligencia natural, activo, jocoso cuando hay que serlo,serio y combativo en el momento que se precisa, enamorado de la vida, de su familia, su patria y amigo incondicional de quienes así lo merezcan.
Rafael Paseiro Ariosa, nacido en 1946 en elmunicipio de Placetas, de la actual provincia de Villa Clara, encuentra la oportunidad de su vida al triunfo de la Revolución en 1959 y comprende de inmediato que ha sido hecha para personas como él o lo que es lo mismo, para los desposeídos.
Se incorpora a todas las tareas convocadas alinicio, participa en la Campaña de Alfabetización y luego ingresa a las becas, fundadas para que los jóvenes alfabetizadores pudieran continuar sus estudios, cursando así el bachillerato en Ciudad Escolar Libertad.
Se gradúa como médico en el año 1970, devenidodespués en hábil cirujano, ha dado muchos pasos al frente ante cada reclamo de la Revolución; integra las gloriosas Fuerzas Armadas Revolucionarias,aún siendo alumno universitario y al graduarse marcha a cumplir misiones internacionalistas, muy difíciles, todas a países en guerra.
Su primera misión en la guerrilla de Guinea Bissau en los años 1973-1974, lo motivó a escribir sus vivencias como parte de la historia de la solidaridad incondicional que ha caracterizado a nuestro pueblo revolucionario que no vive bajo el concepto egoísta de la supervivencia, sino de la práctica cotidiana de compartir lo que se tiene con quien lo necesite, elevado principio aprendido de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.
Luego otras tareas fueron encomendadas al compañero Paseiro: Nicaragua y Angola, dejando en cada una de ellas lo mejor de su esfuerzo y sacrificio.
No quiso pasar por alto tan interesantes momentos ni mucho menos que se escapasen de la memoriapor el efecto de los años transcurridos y aprovechar la magnífica nitidez de sus recuerdos para que quedaran a las nuevas generaciones lo que un buen cubano fue capaz de realizar con dignidad, orgullo, valentía y total desinterés a favor de sus semejantes.
En este libro podrán encontrar todo lo que define el carácter de un cubano revolucionario, lo serio unido a lo jocoso, lo simple a lo complejo, lo fácil a lo difícil y lo cortés a lo valiente.
Aprovecho la oportunidad que me ha conferido el autor para motivar a otros compañeros, quienes como él protagonizaron hermosos pasajesde la historia del internacionalismo, a que narrensus vivencias las cuales deben ser conocidas, para así enriquecer esta época que nos tocó vivir.
Pedro García Rosique
Doctor en Ciencias Médicas
Profesor consultante
del Hospital Militar de Matanzas
Me he decidido a escribir, motivado por la exhortación del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, general de ejército Raúl Castro Ruz, quien en un discurso sentenció: “Fuimos capaces de hacer la historia; pero no de escribirla”.
África caló hondamente en mí desde que viajé, en los años setenta del pasado siglo, para entregar parte de mi juventud y profesión. A pesar de haber transcurrido más de tres décadas, desde que cumplí misión internacionalista en ese lugar, los recuerdos de las jornadas difíciles y bellas vividas junto a los revolucionarios de Guinea Bissau, abrieron en mi corazón un sitial permanente de emociones y añoranzas ligadas a ese continente.
Después de múltiples tareas cumplidas por los jóvenes cubanos en los primeros años del triunfo revolucionario, como la Campaña de Alfabetización —integré las Brigadas Piloto de Alfabetización, capítulo poco conocido de esa etapa histórica—, comenzamos a estudiar luego de que Fidel nos encomendara ese nuevo deber.
Aquellos años fundacionales resultaron ricos en cantos y consignas que siempr