Yoga Clásico - Jaime Alexis Arroyo - E-Book

Yoga Clásico E-Book

Jaime Alexis Arroyo

0,0
5,94 €

-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

"El Yoga de Patañjali es uno de los sistemas filosóficos más antiguos de la India. A lo largo de su historia ha sido enriquecido por numerosos pensadores, pero también otros con sus interpretaciones lo han oscurecido, provocando confusión. Quien quiera sinceramente obtener un conocimiento formal del Yoga, hallará en este libro una información que aclara enormemente el camino a la comprensión de esta noble doctrina."

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB

Seitenzahl: 166

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



© Alexis Arroyo

©Grupo Rodrigo Porrúa, S.A. de C.V.

Lago Mayor No. 67, Col. Anáhuac

C.P. 11450, Del. Miguel Hidalgo

México, Distrito Federal

(55) 6638 6857

5293 0170

[email protected]

1a. Edición, mayo 2017

ISBN: 978-607-8466-62-7

Impreso en México - Printed in Mexico

Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio

sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales

Características tipográficas y de edición

Todos los derechos conforme a la ley

Responsable de la edición: Rodrigo Porrúa del Villar

Corrección ortotipográfica y de estilo: Graciela de la Luz Frisbie y Rodríguez /

Rodolfo Perea Monroy

Diseño de portada: Gonzalo Gabriel Muñoz Morales

Diseño editorial: Grupo Rodrigo Porrúa

¡Om!

Aquello está pleno;

Esto está pleno.

Esta plenitud ha sido

proyectada de aquella plenitud.

Cuando esta plenitud se una

a aquella plenitud,

todo lo que reste será plenitud.

Isa Upanisad

Prefacio

A la primera edición

El Yoga de Patañjali es uno de los sistemas filosóficos más antiguos e importantes de la India contemporánea; enriquecido por una notable variedad de pensadores, filósofos y líderes religiosos. Se han hecho múltiples traducciones y comentarios de esta obra, algunos acertados pero la mayoría, lejos de aclarar su sentido real, han generado, desafortunadamente, una enorme confusión sobre la misma.

Las numerosas conversaciones sostenidas con mi maestro, el profesor Rasik Vihari Joshi, actual director del Departamento de Estudios Sánscritos e Indología de la Universidad de Nueva Delhi, me motivaron a escribir este pequeño libro, conociendo de antemano el enorme desafío que implica intentar aclarar una obra que ha sido objeto de tanta manipulación, y lograr hacerlo sin ceder a la formalidad intelectual que exige la filosofía ni tampoco a la exposición popular para el consumo masivo tan frecuente en nuestro tiempo.

Esta breve obra, concebida en India, se ha escrito con un lenguaje deliberadamente sencillo, sin estilo retórico alguno, para ser leída por un selecto grupo de personas que desean sinceramente el conocimiento formal del Yoga y que, por diferentes razones, no han tenido la oportunidad de hallar las vías adecuadas para obtenerlo.

Deseo agradecer la valiosa guía de mi maestro, Rasik Vihari Joshi, y del doctor Mucket Joshi cuyos comentarios han sido de valor igualmente incalculable, por su claridad, su precisión y por su conocimiento del sistema Yoga.

Prefacio

A la segunda edición.

Veinticinco años después de haber visto la luz la primera edición de esta pequeña obra, cuyo título fue “Yoga Tal Cual Es” se presenta una nueva edición revisada, respetando el formato y la estructura original. Se hicieron modificaciones al título y en el texto para otorgar mayor claridad, siempre apegados al sentido original de la obra de Patañjali, escrita hace mil seiscientos años.

Desde entonces, han cundido en occidente escuelas y centros de yoga facilitados por la moda, donde no faltan gurúes exportados de India, que acentúan las bondades de su enseñanza y ofrecen su producto a un amplio sector de la población ávida de hallar respuestas a las condiciones de enajenación, vacío personal y necesidades existenciales; respuestas que buscan en el mercado de consumo que ha marcado a nuestro tiempo. Muchos de estos centros de yoga orientan sus prácticas sobre todo a la conservación de la salud, un objetivo que también ha sido impuesto por las tendencias diseminadas en los medios de comunicación y las redes sociales.

Del mismo modo, pueden hallarse múltiples páginas en el Internet sobre los aforismos de Patánjali, algunas ciertamente valiosas y bastante cercanas al sentido original del texto, pero son pocas. Habrá que recordar que la obra requiere ser valorada dentro del contexto histórico y cultural de su tiempo, aunque en India siguen existiendo, de modo muy vivo y actual, sus seis sistemas filosóficos y las numerosas sectas religiosas que influyen en todos los ámbitos de su cultura. El yoga tiene extensas ramificaciones y métodos; en esa corriente, se descubren intentos de modernizar sus enseñanzas hasta la deformación de su contenido original, hallando prácticas francamente ridículas al ser comparadas con el sistema original del Sankhya Yoga.

La parte salvífica del Yoga, la devoción a Dios, las transformaciones psicofísicas atribuidas a su práctica y la persecución de la “iluminación”, es terreno fértil para miles de seres humanos que anhelan ser liberados de las miserias del mundo, manteniendo una intensa corriente de adeptos, no solo en la India sino en muchos países donde ha encontrado arraigo. En objeción a la parte místico religiosa del Yoga, han aparecido algunos individuos como U.G. Krishnamurti, (The Biology of Enlightenment) que de modo directo y devastador indica que los procesos psicofísicos, vividos por él mismo, son fenómenos puramente biológicos apartados de toda influencia divina, indicando que se trata de una verdadera mutación, hacia donde se dirige la especie humana en su futura evolución, donde esos estados existenciales de sentidos físicos transformados será la regla y no la excepción.

En suma, esta pequeña obra sigue teniendo vigencia, tal vez ahora más que antaño, para traer a la atención de los lectores interesados en la esencia original del Yoga. Algunos textos han sido modificados y otros enriquecidos, aunque son pocos, de manera que se ha conservado la intención original de explicar de manera breve una de las obras más complejas en la que Patañjali logró sistematizar y crear un modelo de práctica que se basa en los fundamentos teóricos del Sankya, que ha influido notablemente en todas las prácticas de meditación en Oriente y ahora en Occidente.

México 2015

Introducción

A la primera edición

El Yoga es un sistema filosófico y también una religión: es ambas cosas simultáneamente. Comprende un modelo mediante el cual se intenta explicar la experiencia humana, otorgando una dirección definida y un sentido coherente a la vida. El desarrollo de la filosofía en occidente ha sido independiente de la religión; en la India, en cambio, han estado íntimamente enlazadas, desde la antigüedad hasta nuestros días, porque la filosofía India sostiene la necesidad de obtener la realización práctica de la verdad, lo cual le confiere una calidad intensamente espiritual. Proclama la aprehensión de una visión interna, intuitiva, inmediata y directa de la Realidad y ofrece los medios para lograrlo. Esta percepción directa de la realidad es la base común de todas las escuelas filosóficas de India y el origen de numerosas sectas religiosas, cuya enseñanza contiene fundamentalmente los conceptos de anulación del sufrimiento, a través de escuchar la verdad, hacer un análisis crítico que lleve a la convicción intelectual y por último, a la realización práctica de la misma. Esto significa tener la buena fortuna y la capacidad para exponerse a una fuente informativa que emite un conocimiento, la elaboración crítica de la información y finalmente su integración y expresión por la experiencia individual.

Es inevitable que la filosofía y la religión sean institucionalizadas. Al llegar a ese grado, suelen perder su esencia y se convierten en un conjunto de concepciones sin sentido y prácticas rituales externas, que no sirven a ningún propósito, sino para alimentar el fanatismo y la incomprensión de la vida y de nuestros semejantes. Eso también ha ocurrido en la India, al igual que en todo el mundo donde asoma la intolerancia religiosa como elemento importante de los conflictos que se viven hoy. Sin embargo, en la forma misma de la filosofía y la religión en India, se hallan los elementos para distinguir lo genuino de lo falso, en el inicio y ejecución de la disciplina espiritual. Darshana indica práctica religiosa, pero literalmente significa visión o instrumento de la visión; mediante una voluntad firme y un esfuerzo sostenido, es posible tener la experiencia directa de la percepción del Ser. No se trata de un fenómeno colectivo ni de la participación en rituales religiosos que confieren dicha visión, sino de cierta situación absolutamente única, donde el individuo es el principio y fin de la experiencia trascendente. En este sentido, la religión como institución o secta, representa solamente un marco de referencia de donde el individuo ha de desprenderse para hallar su propia realización espiritual, aquella que le confiere un profundo sentido a la vida toda, inclusive la propia, lejos de los limitantes sentimentalismos que son confundidos con el verdadero sentimiento religioso. Rabindra Nath Tagore, en su ensayo titulado, La realidad de la Religión, expresa que la religión está relacionada con una concepción profundamente íntima de lo infinito, que descansa en la intensidad de la conciencia personal, capaz de obtenerse sólo mediante la realización del valor supremo e ideal de perfección, que trasciende los propósitos de la vida ordinaria y cede el paso a una armonía más allá de los negros abismos del espacio y el tiempo. La pureza de la experiencia religiosa descansa sobre la experiencia individual y es conservada por aquellos seres, muy pocos, a quienes se revela la verdad, validando así el método experimental usado. El Yoga es un método experimental clásico para incluir la experiencia trascendente y por eso se vincula estrechamente con la religión.

Desde fines del siglo pasado, el Yoga ha sido motivo de creciente interés en occidente, donde además existe ya una gran cantidad de material escrito en torno al tema, independientemente de la instalación de numerosas sectas religiosas que proclaman sus bondades. El clímax de este fenómeno popular se dio durante la década de los años sesenta, cuando la generación de las flores (Hippies) adoptó modalidades y expresiones de culto que correspondían, no solamente al Yoga, sino a otras disciplinas orientales como el Taoísmo y el Zen. El interés demostrado por la masa abrió un verdadero mercado para el consumo de ideas, métodos y objetos de ritual religioso, cuyo contenido original se perdió, para dar lugar a pseudo cultos y conductas degradantes y distorsionadas. Simultáneamente aparecieron muchos líderes o “gurús” que se nombraron depositarios de una enseñanza desconocida y liberadora de todos los sufrimientos humanos, y por lo tanto, símbolos de una perfecta felicidad terrenal, que todos sus seguidores eran capaces de alcanzar. En consecuencia, el sentido original del pensamiento y práctica del Yoga, fue soslayado para ser sustituido por un conjunto de concepciones fragmentadas, unidas a otras formas de pensamiento que le son totalmente ajenas, pero que atraen oleadas de cándidos que se rinden hipnotizados bajo la influencia de esos pillos; prueba de lo anterior es la existencia de varias sectas que ocultan, tras una fachada de honestidad y conocimiento del Yoga, fabulosos negocios millonarios.

Darshana requiere necesariamente un Gurú o maestro, que inicie al discípulo y le otorgue los medios de realización. Observamos en este proceso tres elementos fundamentales: gurú, iniciación (diksa) y medio de realización, que con frecuencia se trata de un mantra.

En torno a ese tema, mi maestro, Rasik Vihari Joshi, publicó en 1972 en la revista Ethnos, del Museo Etnológico de Estocolmo, Suecia, una serie de notas sumamente valiosas para el entendimiento de estos conceptos vinculados de manera íntima con el Yoga y que transcribo a continuación:

“En la terminología puránica y tántrica se considera al gurú como guía indispensable del progreso espiritual por ser la personificación misma del poder divino. Tanto arraigo tuvo este pensamiento en las diversas sectas religiosas del hinduismo posterior que se llegó a considerar que nadie podía obtener la salvación sin que un gurú impartiera la iniciación espiritual o diksa. En este contexto, el perceptor espiritual, diksagurú, no debe ser confundido con el simple maestro llamado siksagurú o vidyagurú.

“Los preceptores espirituales son de dos tipos, el humano y el divino. El gurú humano debe ser erudito y muy versado en las escrituras, con una gran capacidad para explicar a sus discípulos la verdadera naturaleza de la realidad última (Brahman), la realidad individual (Atman) y la naturaleza del universo (Jagat), aun cuando no sea espiritualmente realizado. No obstante su amplísimo conocimiento relacionado a la forma y características de Dios, no se prepara a sí mismo para conducir a sus discípulos a la salvación, quienes le muestran, a pesar de esto, una profunda fe y reverencia. La otra clase de gurú humano tiene las mismas características a las descritas, y además está realizado espiritualmente y recibe el nombre de Sadgurú.

“En el misticismo de la India se ha expresado claramente que un aspirante puede llegar hasta un Sadgurú o maestro humano real espiritualmente realizado, sólo por la gracia divina y siempre y cuando esté resueltamente conmovido por la búsqueda la de experiencia trascendente de carácter divino. Por lo tanto, el aspirante es agitado por un genuino deseo que es propicio para el encuentro con el Sadgurú. Al deseo de este tipo se le llama sattarka o suddhavidya que significa inclinación pura. El sattarka, a su vez, es causado por diversos medios: 1) Por el estudio constante y directo de las escrituras reveladas; 2) Por el intenso impulso devocional y 3) Observando los rituales religiosos al llegar a centrarse en Dios.

“El Sadgurú puede a su vez ser de tres clases:

1) Kalpita: es un maestro formado durante su vida y que ha adquirido la inclinación pura o sattarka mediante el servicio desinteresado y la acentuada devoción hacia otro gurú, del cual ha recibido el conocimiento superior mediante la iniciación o diksa. La inclinación pura surge después de la iniciación por la gracia de Dios y su gurú humano. Este tipo de gurú llega a estar investido de facultades para impartir la iniciación espiritual a otros aspirantes después de un baño religioso llamado abhiseka. Un gurú kalpita jamás debe impartir la iniciación a cambio de beneficios materiales; lo hará únicamente movido por la compasión y amor a otros seres humanos.

2) Akalpita: es un maestro nato también conocido como gurú samsiddhika, dotado de poderes sobrenaturales y capacitado para impartir la iniciación por su perfecta inclinación amorosa y compasión natural, sin que previamente haya sido iniciado por otro gurú. Esta clase de gurú, frente a un aspirante de gran pureza mental, desprendido y desinteresado, es capaz de iniciarlo en el sendero de la realización espiritual solamente con una mirada; otros tipos de discípulos que aún conservan apetitos materiales, requieren las ceremonias rituales de iniciación.

3) Kalpita-Akalpita: es un maestro que tiene la combinación de los atributos de los dos tipos de gurúes descritos; hasta cierto punto, está formado por otro gurú, pero por medio de su propio poder inherente realiza lo divino. Sin embargo, posee más aspectos de un gurú nato akalpita, que un gurú hecho, kalpita.

“Debo añadir que a pesar de los aparentes logros espirituales similares de estos tipos de gurúes, el nato es el más elevado y, cuando aparece en escena, los gurúes kalpita quedan ensombrecidos, como la luz del sol junto a la de una vela.

“El gurú es el receptáculo de las visiones divinas en virtud de la constante relación intuitiva que mantiene con Dios. Posee el poder de activar el impulso devocional y la aspiración espiritual con su mirada, su palabra o mediante el toque corporal físico, retirando de la mente de sus discípulos las deficiencias u obstáculos para la vida espiritual, ampliando su receptividad y haciéndolos dignos y capaces de recibir la visión divina.

“Deseo añadir que parece muy fácil llenar la función de gurú, pero en la práctica, es extraordinariamente difícil. También es verdad que actualmente existe un fuerte cuestionamiento acerca de la autoridad suprema de los gurús, la cual ha sido desafiada por la India moderna a causa de la institución falseada del papel que debe desempeñar el gurú. Por consiguiente, debo afirmar con claridad que es preciso tener mucho cuidado de actuar como gurú, que es la personificación de las cualidades supernaturales o divinas. El gurú auténtico debe poseer el poder de retirar las miserias de sus discípulos pues, de no ser así, ¿cómo puede un ciego guiar a otro ciego?

“Para concluir esta breve descripción del concepto de gurú, diré que el gurú supremo es Dios mismo. Solamente Dios tiene la facultad de otorgar la liberación de todos los seres. Como tal, en el hinduismo, Dios es considerado el supremo gurú que se revela en tres formas, mediante el cuerpo de un maestro perfecto, por el estudio de las escrituras y algunas veces excepcionalmente y de manera espontánea a algunos devotos muy desarrollados.

“La función del gurú se relaciona íntimamente con la ceremonia de iniciación espiritual, diksa, tan importante en todas las escuelas de hinduismo. El significado de la iniciación como un nuevo nacimiento se ha discutido ampliamente; prefiero la interpretación del término diksa como un rito purificatorio, donde la impresión mental de la iniciación es tan poderosa que favorece la desaparición de las capas más profundas de la ignorancia en cuanto a la naturaleza de la acción (karma) y de lo ilusorio (maya). La impresión mental o atmasamskara se halla impregnada de la energía vital y mística de gurú, la cual queda fuertemente arraigada en el adepto por el uso de los conjuros o mantra. De este modo, la iniciación espiritual favorece un contacto más íntimo entre el discípulo y Dios. En la tradición puránica y tántrica, el gurú pone a prueba al aspirante a la iniciación espiritual durante uno a tres años antes de impartir la verdadera iniciación.

“Con respecto a la iniciación espiritual, es sorprendente que permanezcan en la indiferencia los dos principales tipos de iniciación espiritual que son comunes a todas las ramas del hinduismo. El primer tipo es la iniciación que se imparte exclusivamente a discípulos que están interesados en su salvación espiritual sin inclinaciones hacia la prosperidad material, llamada moksa diksa. Este a su vez tiene dos subdivisiones, el sabija diksa, iniciación acompañada del conjuro de la semilla o sílaba y palabras mágicas que suelen ser impartidas a personas cultas y aspirantes saludables que tienen capacidad para soportar la tensión física que requiere la disciplina espiritual. Durante la iniciación se siguen estrictamente las prácticas y mandatos rituales conforme a las escrituras reveladas y las instrucciones del gurú; el nirbija diksa, la iniciación sin concurso de sílabas o palabras mágicas no depende de rituales ni prácticas convencionales y reglas disciplinarias estrictas, por lo tanto es impartida a niños, ancianos, enfermos o iletrados que no tienen acceso al estudio de las escrituras y cuyo estado físico y psíquico no les permite conducir con formalidad la disciplina espiritual. Sin embargo, se requiere la devoción sincera a Dios y al gurú, considerada como suficiente para lograr la salvación. Hago énfasis que únicamente por la vía de sabija diksa es posible llegar en muy poco tiempo al estado de visión divina y de percepción intuitiva extra sensorial. Además, en relación al gurú, cualquier violación de las prácticas religiosas y éticas, hará que se pierdan durante algún tiempo los logros espirituales alcanzados; por lo tanto, el gurú debe ser muy cuidadoso en impartir la iniciación espiritual.

“Para concluir y no entrar en descripción de rituales, debo decirles que el aspecto más importante del sabija diksa es el baño religioso del discípulo con cinco jarras de agua mientras se invoca la intervención divina por medio de la concentración mental y el murmullo de conjuros del gurú. Por otra parte, si algún discípulo ha de funcionar como gurú para impartir la iniciación, debe ser un erudito de los puranas y tantras, ser virtuoso, con autocontrol y equilibrio, y debe seguir estrictamente los mandatos. Durante la ceremonia en que se otorga a un discípulo el poder de iniciar a otros, se indica: “Tiene usted la autoridad de impartir el diksa, pero nunca con codicia y deseo de prosperidad material, placer o beneficio personal; nunca impartirlo con parcialidad, por interés de obtener un orden social superior, fama o nombre, sino impartirlo por compasión, para elevar la vida espiritual y moral. Por orden de Dios queda usted investido de autoridad.

“El otro tipo de iniciación se llama bhoga diksa o bhuta diksa es impartido a personas que buscan no sólo la salvación espiritual, sino también los placeres y la prosperidad material. En estos casos, el maestro está obligado a saber si el discípulo está resuelto a depositar su confianza en su preceptor o bien que desee continuar por sí mismo sin el soporte del maestro. En general, el bhoga diksa está relacionado con la adoración a un Dios particular y por lo tanto, posee numerosas subdivisiones conforme a la deidad elegida, de aquí que reciba nombres como Krshnadharmi o adoración de krshna y Sivadharmi o adoración de siva, etc. Durante la ceremonia de iniciación, el discípulo recibe un mantra de acuerdo a la naturaleza de sus inclinaciones, gustos y temperamento por una parte y por la otra, de acuerdo a la deidad favorita del aspirante. El maestro explica con amplitud la importancia del mantra, su significado, todas las formas y medios relevantes que contiene, relacionados con la práctica meditativa y la repetición del mismo. El discípulo se obliga a seguir con estricta disciplina las indicaciones de su maestro para lograr su crecimiento personal.