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Este libro surge de la necesidad de desarrollar estrategias y recursos educativos, en Educación Musical Infantil, para satisfacer las necesidades de la educación actual en una sociedad cada vez más digitalizada, fomentando a su vez, el desarrollo de competencias clave y trabajando la creatividad y la improvisación. Su estructura consta de dos partes. En la primera, se expone la fundamentación teórica y se justifica el uso de la digitalización para la creación virtual en la Educación Infantil, y se recopilan recursos tecnológicos preexistentes, útiles a los docentes y al alumnado infantil. En la segunda parte se proponen actividades digitales de nueva creación para este libro secuenciadas para su aplicación progresiva en el aula de Infantil, desarrolladas por un especialista en la aplicación y la interrelación del sonido, la psicomotricidad y la plástica. Los autores son docentes con larga experiencia en la formación de maestros y maestras del Grado de Educación Infantil y Primaria. La obra está especialmente dirigida a docentes en ejercicio para facilitar su labor educativa diaria ayudándoles a construir su propia programación, a los estudiantes del Grado de Educación Infantil, así como a los demás especialistas de Música en esta etapa educativa.
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Seitenzahl: 297
Veröffentlichungsjahr: 2025
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Caminando por una nueva era
Carolina Bonastre Vallés
Laura Cuervo Calvo
Desirée García Gil (Coords.)
NARCEA, S. A. DE EDICIONES MADRID
Han participado en la elaboración de este libro:
COORDINADORAS
Bonastre Vallés, Carolina (UCM)
Cuervo Calvo, Laura (UCM)
García Gil, Desirée (UCM)
AUTORES
Álamos-Gómez, José (UCSH)
Árévalo-Galán, Azahara (UCO)
Calderón-Garrido, Diego (UB)
Carrera-Farran, Xavier (UdL)
Casanova-López, Óscar (UNIZAR)
Cisneros-Álvarez, Pablo (UNIR)
De las Heras Fernández, Rosa (UNIR)
Díaz-Lara, Gumersindo (UAM)
García-Fernández, Cristina Mª (UCO)
Gértrudix-Barrio, Felipe (UCLM)
Gustems-Carnicer, Josep (UB)
Montes-Rodríguez, Ramón (UGR)
Murillo Ribes, Adolf (UV)
Ocaña Fernández, Almudena (UGR)
Parrilla García-Pelayo, Emilio (Creativo Musical y Docente de Música)
Reyes López, María Luisa (UGR)
Riaño Galán, María Elena (UNICAN)
Sepúlveda-Durán, Carmen María (UCO)
Serrano Pastor, Rosa M. (UNIZAR)
Tejada Gimenez, Jesús (UV)
Álamos-Gómez, José (UCSH)
Zarza Alzugaray, Francisco Javier (UNIZAR)
Universitat de Barcelona (UB) • Universidad de Cantabria (UNICAN) Universidad de Córdoba (UCO) • Universidad de Granada (UGR) Universidad Complutense de Madrid (UCM) • Universitat de Lleida (UdL) Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) • Universidad Católica Silva Henríquez Chile (UCSH) Universidad de Zaragoza (UNIZAR) • Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) Instituto de Creatividad e Innovaciones Educativas, Universitat de València (UV)
PRÓLOGO.Nicolás Oriol de Alarcón
PRESENTACIÓN
PARTE I MULTIDIMENSIONALIDAD DE LA EDUCACIÓN DIGITAL
1. COMPETENCIA DIGITAL DOCENTE EN EL CURRÍCULO DE EDUCACIÓN INFANTIL
Rosa M. Serrano Pastor
Introducción
¿Qué es la Competencia Digital?
Competencia Digital Docente y Educación Infantil
A modo de coda.
2. EL AULA 3.0: HACIA UNA VIRTUALIZACIÓN DE LA ENSEÑANZA
Óscar Casanova López y Francisco Javier Zarza Alzugaray
El aula del siglo XXI
Estrategias metodológicas y tecnología en el siglo XXI
Mejoras y cambios que propicia el aula 3.0.
Conclusiones
3. USO DE TECNOLOGÍA EN LA EDUCACIÓN INFANTIL. FACTORES AFECTIVO-EMOCIONALES, SOCIALES Y COGNITIVOS
Jesús Tejada Giménez y José Álamos-Gómez
Introducción: desarrollo infantil y uso de la tecnología
Factores cognitivos y motrices
Percepciones de familias y profesorado sobre el uso de TIC
Ventajas y desventajas del uso de la tecnología en Educación Infantil
Conclusiones
4. LA IDENTIDAD MUSICAL EN LA INFANCIA: LÓGICAS DE CONSUMO E HIPERMEDIACIONES ALGORÍTMICO-DIGITALES
Ramón Montes Rodríguez, Almudena Ocaña Fernández y María Luisa Reyes López
Introducción
De la identidad al consumo: cuando el algoritmo entra en juego
Reflexiones desde una pedagogía musical crítica
A modo de cierre
5. LA CREACIÓN SONORA EN EL AULA DE INFANTIL. DE LO MANIPULATIVO A LO DIGITAL
María Elena Riaño Galán y Adolf Murillo Ribes
Introducción
Fundamentos teóricos y metodológicos del uso de la tecnología en la edad infantil
Imaginary Play Box
Conclusiones
6. APRENDIZAJE DIGITAL EN MÚSICA, MOVIMIENTO Y DANZA
Rosa de las Heras-Fernández y Pablo Cisneros-Álvarez
Introducción y objetivos
Metodología
La tecnología para la escucha, las canciones, los instrumentos y la composición musical en Educación Infantil
La tecnología para la música, el movimiento y la danza en Educación Infantil
Discusión y conclusiones
Prospectiva
Propuestas prácticas
7. MODELOS PARA IMPULSAR LA COMPETENCIA DIGITAL DOCENTE EN EL AULA DE MÚSICA
Diego Calderón-Garrido, Josep Gustems-Carnicer y Xavier Carrera-Farran
Introducción
La Competencia Digital Docente (CDD)
El Conocimiento Tecnológico y Pedagógico del Contenido (TPACK)
El Modelo SAMR
Matriz de Integración de Tecnología (TIM)
Conclusiones
8. RECURSOS MUSICALES DIGITALES
Gumersindo Díaz Lara
Introducción
Las herramientas didácticas que nos ofrece la web
El software y las aplicaciones específicamente musicales para la creación de recursos
Conclusiones
9. PENSAMIENTO COMPUTACIONAL DESDE LA MÚSICA EN EDUCACIÓN INFANTIL
Carmen María Sepúlveda-Durán, Azahara Arévalo-Galán y Cristina María García-Fernández
Pensamiento Computacional en Educación Infantil
Desarrollo psicoevolutivo del pensamiento computacional desde la primera infancia
Enseñanza-aprendizaje del pensamiento computacional: alfabetización y habilidades concretas
Sugerencias metodológicas para el desarrollo del pensamiento computacional desde la enseñanza musical
Recursos musicales específicos para el desarrollo del pensamiento computacional
Conclusiones
10. GAMIFICACIÓN EN EDUCACIÓN INFANTIL
Felipe Gértrudix Barrio
Introducción.
Gamificación vs Ludificación
La gamificación a estudio
La gamificación en el aula
A modo de conclusión
PARTE II CREACIÓN DE RECURSOS MUSICALES PROPIOS PARA NIÑOS Y NIÑAS DE 3 A 6 AÑOS
11. PROPUESTA DE ACTIVIDADES: SONIDO Y SILENCIO, TIMBRE, VOLUMEN Y TEXTURA, CON NIÑOS Y NIÑAS DE 3 A 6 AÑOS
Emilio Parrilla García-Pelayo
Introducción
Vocabulario
Índice de las Actividades
Sonido y silencio
Timbre
Volumen
Textura
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
A partir del último decenio del siglo XX, una sociedad reflexiva ha concedido una extraordinaria importancia a las actividades expresivas en la escuela, considerándolas fundamentales para el desarrollo de la creatividad de los alumnos y para los procesos de socialización. Desde el año 1970, con la Ley General de Educación, la Educación Musical se ha implementado en el sistema educativo español estando presente en la educación infantil, primaria y secundaria. Las diversas leyes educativas que se han promulgado y desarrollado posteriormente han incluido la música en sus contenidos, considerándola de vital importancia por su virtualidad formativa en la infancia y la juventud como forma de expresión, al utilizar las cualidades del sonido para la manifestación de sentimientos, emociones e ideas.
Así mismo, las recomendaciones del Parlamento Europeo del año 2009 exponían que una educación general que comprenda materias como las artes y la música contribuirá al fomento de la realización personal, la confianza en sí mismo, el desarrollo de la creatividad y el pensamiento innovador.
Uno de los enunciados de la actual Ley Orgánica de Educación de 2020, expone que el garantizar una formación adecuada pasa necesariamente por proporcionar una formación integral, que se centre en el desarrollo más moderno y amplio de las competencias, y que sea por una parte equilibrada, porque incorpora en su justa medida componentes formativos asociados a la comunicación, a la formación artística, a las humanidades, a las ciencias y la tecnología, y a la actividad física; y, por otra, en la medida en que avanza la escolaridad, pueda ir proporcionando la formación básica imprescindible para seguir formándose.
El sistema educativo comienza en la Educación Infantil, etapa educativa importantísima cuya finalidad es la de contribuir al desarrollo físico, afectivo, social cognitivo y artístico, así como en valores cívicos para la convivencia. Es durante estos primeros años cuando se empieza a formar la personalidad del ser humano despertando la facultad creadora e imaginativa, que le conduce a hacer surgir nuevas formas estimulando su maravilloso don de la fantasía, desarrollando su sentido estético, que le llevará a percibir la belleza a través de las formas, los colores, las palabras y los sonidos. La estética de la creatividad se sitúa en una posición decisiva en el desarrollo de la cultura actual. La labor de esta educación corresponde al ámbito familiar y a los maestros y maestras en los centros educativos, cuya labor docente durante estos años debe contar con toda la admiración, respeto y apoyo por parte de la sociedad.
También, el preámbulo de la actual Ley de Educación se refiere a la necesidad de tener en cuenta el cambio digital que se está produciendo en nuestro entorno social —debido al uso generalizado de las tecnologías de información y comunicación en múltiples aspectos de la vida cotidiana—, y la necesidad de que el sistema educativo dé respuesta a esta realidad social e incluya un enfoque de la competencia digital, acorde con las recomendaciones europeas relativas a las competencias clave para el aprendizaje permanente. Esta competencia facilitará la comprensión y representación de ideas y sentimientos empleando el lenguaje plástico, corporal y musical, mediante el empleo de diversas técnicas, con el fin de acercar al conocimiento de obras artísticas expresadas en esos lenguajes.
Alfabetización Digital en Educación Musical Infantil: caminando por una nueva era es un libro dirigido a los docentes en ejercicio para facilitar su labor educativa diaria ayudándoles a construir su propia programación, a los estudiantes del Grado de Educación Infantil, y a los especialistas de música en esta etapa, ofreciendo una serie de recursos digitalizados para los alumnos.
El libro consta de dos partes: en la primera, se expone la fundamentación teórica que justifica el uso de la digitalización para la creación virtual en la Educación Infantil; en la segunda, se proponen una serie de actividades digitales para su aplicación progresiva en el aula, desarrolladas por un especialista en la aplicación y la interrelación del sonido, la psicomotricidad y la plástica.
El contenido de este libro ha sido elaborado por profesores y profesoras que se dedican, desde hace muchos años, a la formación de los maestros del Grado de Educación Infantil y Primaria. Han intervenido docentes de las Universidades de: Barcelona, Cantabria, Castilla-La Mancha, Córdoba, Granada, Lleida, Madrid Autónoma, Madrid Complutense, Rioja Internacional, Valencia, Zaragoza, y Católica Silva Enríquez de Chile. Todos ellos son grandes conocedores de la problemática que se plantea en los centros educativos para esta etapa. Al mismo tiempo son investigadores que cuentan con numerosas publicaciones y que, gracias a sus trabajos, se ofrece al final de esta publicación un extenso catálogo de tratados sobre las innovaciones de las nuevas tecnologías en la educación.
Sin duda, esta interesante obra sale a la luz en un momento en que la digitalización está en auge en la educación. Esperamos que contribuya y ayude a la iniciación de la enseñanza y comprensión de la música para la Educación Infantil.
NICOLÁS ORIOL DE ALARCÓN
Catedrático de Universidad del Área de Didáctica de la Expresión Musical
Universidad Complutense de Madrid
Este libro surge de la necesidad de desarrollar estrategias y recursos educativos encaminados a satisfacer las necesidades de la educación actual, la cual está cada vez más digitalizada. Al mismo tiempo, nace del propósito de solventar las barreras entre profesorado y alumnado de la etapa de Infantil en la educación a distancia. El Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) recomienda fomentar la inmersión en el espacio tecnológico 3.0. En este sentido, este libro permitirá incidir en estos aspectos desde el área de Música en la Educación Infantil.
Una de las fortalezas de esta publicación viene determinada por los recursos que incorpora. Destacan en primer lugar, las actividades de creación propia en un escenario híbrido (virtual y presencial) de aprendizaje; es decir, el libro aúna la utilización de recursos musicales digitales —originales para el presente volumen— y de recursos materiales analógicos que se encuentran en los entornos educativos y familiares de los infantes. Con ello, no solo se fomenta el desarrollo de competencias clave, sino que a la vez se trabaja la creatividad y la improvisación. Además, el texto se apoya en un contexto teórico sólido con el fin de mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje que también recopila recursos tecnológicos preexistentes útiles a los docentes y al alumnado infantil. En todos ellos, se espera que los materiales digitales aportados aumenten el banco de recursos de las Tecnologías del Aprendizaje y la Comunicación (TAC).
En cuanto a la estructura del libro, consta de dos partes. La primera parte ofrece un marco teórico actual que conceptualiza las temáticas epistemológicas que se han considerado imprescindibles en la acometida del uso de recursos musicales digitales en el contexto señalado.
De forma concreta y, a lo largo de diez capítulos, se profundiza en esta temática: el tratamiento de la Competencia Digital en infantes y docentes; las características del aula 3.0; el desarrollo de dimensiones afectivo-emocionales; sociales y cognitivas a través de la tecnología; la identidad digital en la infancia; la creación sonora; los recursos musicales digitales a modo de guía para los docentes; la elaboración de proyectos interdisciplinares en entornos digitales; y la gamificación. Para desarrollar los distintos temas, se ha contado con un elenco de especialistas españoles e internacionales, versados en cada una de las materias.
Cada capítulo se cierra con un epígrafe de ideas destacadas que sintetiza los puntos más importantes trabajados en el mismo. A su vez, cabe destacar la extensa lista de referencias de que consta el libro que aporta fundamentación académica a los textos y que será de interés para los docentes que quieran investigar o ampliar sus conocimientos en estas temáticas.
La segunda parte del libro, amplia y eminentemente práctica, ha sido elaborada por un especialista musical con experiencia en creación virtual. El Capítulo incluye 23 propuestas digitales susceptibles de ser implementadas en el ámbito educativo y que se han diseñado teniendo en cuenta un orden progresivo de dificultad. Las actividades inciden en elementos musicales como el sonido y el silencio, el timbre, el volumen y, la textura musical. Cabe destacar que, para uso de los docentes, se aportan tanto guías metodológicas de implementación, como enlaces a materia y videos de creación propia (alojados en el entorno www de NARCEA) que consideramos serán de gran atractivo para los niños y niñas, ya que incluyen personajes animados que ejercen de protagonistas a lo largo de todas las actividades. Dichos personajes se han insertado en espacios virtuales repletos de misteriosos objetos sonoros de distintas texturas, materiales y tamaños con los que los infantes podrán recrear los sonidos deseados con objetos sonoros e instrumentos musicales que tengan a su alcance.
Las actividades han sido diseñadas para ser utilizadas en el aula, teniendo en cuenta tanto la dimensión virtual como la dimensión real del aula Infantil. Para ello, se ha pretendido crear un vínculo especial entre materias, movimientos y sonidos digitales y reales, a la vez que desarrollar la imaginación de los pequeños. Junto a esto, también se desarrolla el lenguaje digital en el colectivo infantil de manera natural, al equiparar alguna de las cualidades del sonido con imágenes propias del ámbito informático (por ejemplo, el dispensador del volumen). Se incorpora además, un apartado de vocabulario digital de ayuda para los docentes en la comprensión e implementación de las actividades.
El presente volumen aúna así, contenido teórico y práctica educativa, para que resulte beneficioso e interesante tanto al colectivo en formación (estudiantes universitarios del Grado de Maestro en Educación Infantil) como a aquellos docentes en activo (maestros y maestras de carrera, especialistas musicales, personal de apoyo, etc.) que muestran su voluntad de actualizar, fomentar e integrar el hecho musical en todas las áreas de conocimiento y, muy especialmente, en el desarrollo integral de los más pequeños de la escuela. Esperamos que esta publicación sea de interés para los lectores.
CAROLINA BONASTRE
LAURA CUERVO
DESIRÉE GARCÍA GIL
Rosa M. Serrano Pastor
Que la tecnología ha venido para quedarse es una afirmación que en la actualidad está fuera de duda. La sociedad del siglo XXI obliga a desenvolverse en entornos digitales en muchos momentos de la vida cotidiana desde edades tempranas. En consecuencia, cualquier persona requiere alcanzar determinado grado de desarrollo de su competencia digital.
Pero ¿qué se entiende por Competencia Digital? ¿Qué significa realmente ser competente digitalmente? ¿Qué habilidades digitales se necesitan para ser competente? Con el fin de aclarar todas estas dudas que pueden surgir como docentes, a lo largo de este capítulo se profundiza en un primer apartado en el concepto de competencia digital, cuáles son las áreas que la componen y cuáles sus niveles de destreza.
Además, y dada la importancia de desarrollar una buena competencia digital en nuestros días, surgen ciertas cuestiones educativas sobre las que es imprescindible reflexionar: ¿qué rol ocupa la educación para el desarrollo de las competencias digitales? ¿Qué puede aportar la educación musical en dicho desarrollo y cómo esta puede verse beneficiada con la integración de lo tecnológico?
Estas y otras cuestiones son abordadas en este capítulo con el fin de ofrecer un marco inicial a los siguientes capítulos del libro.
Antes de abordar el término de Competencia Digital, se debe conocer qué se entiende en la actualidad por competencias. La Recomendación del Consejo de 22 de mayo de 2018 (p. 7) define las competencias como una combinación de conocimientos, capacidades y actitudes, en las que:
Los conocimientos
se componen de hechos y cifras, conceptos, ideas y teorías que ya están establecidos y apoyan la comprensión de un área o tema concreto.
Las capacidades
se definen como la habilidad para realizar procesos y utilizar los conocimientos existentes para obtener resultados.
Las actitudes
describen la mentalidad y la disposición para actuar o reaccionar ante las ideas, las personas o las situaciones.
En este mismo documento se recoge la definición de competencias clave como:
“(…) aquellas que todas las personas precisan para su realización y desarrollo personal, su empleabilidad, integración social, estilo de vida sostenible, éxito en la vida en sociedades pacíficas, modo de vida saludable y ciudadanía activa” (p. 7).
Las competencias deben desarrollarse desde la primera infancia hasta la vida adulta, a través de una perspectiva de formación permanente. Además, pueden obtenerse tanto en situaciones de aprendizaje formal, como no formal e informal; y en todos los contextos: familia, centro educativo, lugar de trabajo, entorno y otras comunidades.
En la actualidad, el ámbito educativo establece ocho competencias clave, una de ellas es la Competencia Digital. Podemos encontrar diferentes definiciones de esta competencia, según se parta de una visión normativa, de investigación o de una combinación de ambas. La más utilizada tiene como referencia el marco europeo de competencias digitales (DigComp) y su concreción para el ámbito educativo (DigCompEdu) (Su y Yang, 2024). Desde esta perspectiva, la competencia digital se define como aquella que::
“(…) implica el uso seguro, crítico y responsable de las tecnologías digitales para el aprendizaje, en el trabajo y para la participación en la sociedad, así como la interacción con estas” (Recomendación del Consejo de la Unión Europea, 2018, p. 9).
En la competencia digital se integra: la alfabetización en información y datos, la alfabetización mediática, la creación de contenidos digitales y la programación. Se une a ello los aspectos relacionados con la comunicación y la colaboración en entornos digitales. También, la seguridad, incluido el bienestar digital y la ciberseguridad, y asuntos relacionados con la propiedad intelectual, la resolución de problemas y el pensamiento crítico.
En cuanto a los conocimientos, capacidades y actitudes resaltados como esenciales para el completo desarrollo de la competencia digital hay que subrayar su utilidad para la comunicación, la creatividad y la innovación, teniendo en cuenta no solo las oportunidades que brinda, sino sus limitaciones y riesgos. En consecuencia, se debe desarrollar una visión crítica de la validez, la fiabilidad y el impacto de la información y los datos obtenidos por medios digitales, y se debe ser consciente de los principios legales y éticos que implica el uso de las tecnologías digitales.
Como
conocimientos
, se toma en consideración el hecho de comprender los principios generales, los mecanismos y la lógica de las tecnologías digitales y de su evolución, y conocer la función y el uso básicos de los distintos dispositivos, el software y las redes.
Entre las
capacidades
más destacadas, las personas deben saber utilizar las tecnologías digitales como apoyo a su ciudadanía activa y a su inclusión social, la colaboración con otros y la creatividad para alcanzar objetivos personales, sociales o comerciales. Se incluye también la habilidad de utilizar, acceder, filtrar, evaluar, crear, programar y compartir contenidos digitales, con el fin de gestionar y proteger la información, los contenidos, los datos y las identidades digitales, así como el reconocimiento e interacción de forma efectiva con el software, los dispositivos, la inteligencia artificial o los robots.
Como
actitudes
se recoge una posición reflexiva y crítica, a la vez que curiosa y abierta, que conlleven un uso ético, seguro y responsable de esta competencia.
El marco europeo de competencias digitales, DigComp (Comisión Europea, 2020), ofrece una descripción detallada de todas las habilidades necesarias para ser competente en entornos digitales. En dicho marco se establecen cinco áreas, con varias competencias en cada una de ellas. Asimismo, cada una de dichas competencias son categorizadas en cuatro niveles con dos subniveles en cada uno: Básico (A1 y A2), Intermedio (B1 y B2), Avanzado (C1 y C2) y Especializado (D1 y D2), correspondiendo con los niveles a alcanzar en cualquier lenguaje. Las áreas y competencias son presentadas en la Tabla 1.1.
TABLA 1.1. DISTRIBUCIÓN DE LAS ÁREAS Y DE LAS COMPETENCIAS QUE LAS INTEGRAN
Área 1: Información y alfabetización de datos
Competencia 1.1.
Navegación, búsqueda y filtrado de datos, información y contenido digital
Competencia 1.2.
Evaluar datos, información y contenido digital
Competencia 1.3.
Gestionar datos, información y contenido digital
Área 2: Comunicación y colaboración
Competencia 2.1.
Interactuar mediante tecnologías digitales
Competencia 2.2.
Compartir mediante tecnologías digitales
Competencia 2.3.
Compromiso ciudadano con tecnologías digitales
Competencia 2.4.
Colaborar mediante tecnologías digitales
Competencia 2.5.
Netiquette
Competencia 2.6.
Gestión de la identidad digital
Área 3: Crear contenidos digitales
Competencia 3.1.
Desarrollo de contenidos
Competencia 3.2.
Integrar y reelaborar contenido digital
Competencia 3.3.
Copyright y licencias
Competencia 3.4.
Programación
Área 4: Seguridad
Competencia 4.1.
Proteger los dispositivos
Competencia 4.2.
Proteger los datos personales y la privacidad
Competencia 4.3.
Proteger la salud y el bienestar
Competencia 4.4.
Proteger el medio ambiente
Área 5: Solución de problemas
Competencia 5.1.
Resolver problemas técnicos
Competencia 5.2.
Identificar necesidades y respuestas tecnológicas
Competencia 5.3.
Uso creativo de la tecnología digital
Competencia 5.4.
Identificar lagunas en la competencia digital
Fuente: DigComp (Comisión Europea, 2020).
Del análisis de las mismas se desprende que la categorización de áreas y competencias con ellas relacionadas cubren un amplio abanico de conocimientos, capacidades y actitudes que hasta hace unos años no se tenían en consideración. Así, no se limita a la búsqueda de información y al manejo de contenido digital, que es cubierto por la primera de las áreas definidas. Incluye también la interacción, a través de variadas tecnologías digitales y el desarrollo de una ciudadanía participativa e implicada en procesos de co-creación de conocimiento, gestionando adecuadamente la identidad digital.
Asimismo, tiene en cuenta el ámbito creativo de elaboración, edición, modificación de contenidos digitales y capacidad de programar, junto al conocimiento de los derechos de autor y las licencias de contenido digital existentes. Otro de los aspectos que afronta, altamente demandados en la actualidad, es el de la seguridad, tanto de la protección de los dispositivos y los datos personales y la privacidad en entornos digitales, como el conocimiento de tecnología digital para el bienestar y la inclusión social, evitando riesgos y amenazas físicas y psicológicas en dichos entornos. Entre las más desarrolladas está la relacionada con la solución de problemas, en la que toda persona debería saber resolver problemas técnicos, seleccionar las herramientas digitales más apropiadas a las necesidades identificadas y utilizarlas para la innovación.
Finalmente, por su importancia, debe tenerse en cuenta que, además, se debe ser capaz de poder actualizar en todo momento la propia competencia digital y ayudar a los demás en su desarrollo competencial.
Resulta innegable que la infancia se encuentra expuesta de manera cada vez más temprana al mundo tecnológico (Siraj-Blatchford y Romero, 2017). Los estudios revelan que los más pequeños suelen utilizar recursos más tradicionales como la televisión y los reproductores de DVD/Blu-ray, para pasar a diversos dispositivos digitales, entre los que destacan los teléfonos inteligentes y tabletas (Su y Yang, 2024). Su uso suele estar especialmente centrado en el contexto familiar y con fines de entretenimiento (Mon y Subaramaniam, 2020). Existen investigaciones centradas en determinar si los padres tienen los conocimientos necesarios sobre el uso de Internet para activar filtros o controles y si gozan de la adecuada competencia digital para proteger a los niños de los riesgos de Internet, así como para permitir que los niños y niñas adquieran competencias digitales en entornos en línea seguros (Su y Yang, 2024).
A la vista de esta realidad social actual, el ámbito educativo debe afrontar el reto que supone una formación en competencia digital de calidad. Aunque existen numerosas críticas a la sobreexposición de la primera infancia a lo tecnológico en detrimento del juego libre, es necesario aceptar los nuevos cambios e integrar la tecnología en la realidad escolar de manera que se aprovechen sus potencialidades educativas. Por ello, se hace necesaria una adecuada programación de la competencia digital en la etapa infantil.
Es importante planificar actividades, dirigidas y libres, tanto para ayudar al alumnado en el aprendizaje, como para lograr su participación como miembros críticos y democráticos de la sociedad (Hardesen y Björk, 2012; Livari, 2020). Solo desde una adecuada orientación educativa se conseguirá desarrollar, en la primera infancia, hábitos de uso saludables que permitan su utilización de manera ajustada y eficaz, en función de su intención comunicativa o de las exigencias del entorno.
Por todo ello es necesario el desarrollo de la competencia digital de todo el alumnado, tanto a través de contenidos específicos como de contenidos transversales, haciendo hincapié, además, en la brecha digital de género. En concreto, en la etapa de Educación Infantil la competencia digital debe plantearse tanto desde una visión específica de la tecnología como fin, como desde una visión mediadora para la facilitación de otros aprendizajes (como el musical), sirviendo estos a su vez para la asimilación del uso adecuado de la tecnología. La tecnología, en consecuencia, debe integrarse de manera adecuada en todos los ámbitos, incluido el contexto de la educación musical (Bačlija y Mičija, 2022).
A día de hoy, son relativamente escasas las investigaciones relacionadas con la tecnología digital en la etapa infantil por lo que urge profundizar en esta línea temática (Urbina y Solano-Fernández, 2020). España y Noruega son los países con mayor número de estudios sobre esta temática en la etapa que nos ocupa (Su y Yang, 2024). Estos autores han encontrado que los estudios existentes en relación con el desarrollo competencial del alumnado en la etapa infantil muestran cierta disparidad en su enfoque. Mientras algunos parten de los niveles tecnológico, cognitivo y ético, para crear aportaciones a partir de ocho dimensiones que lleven a la transformación digital, otros establecen la evaluación en dimensiones cognitivas y socioemocionales e implican la comprensión, y el uso en las dimensiones competenciales visual, táctil y auditiva.
Los estudios ya realizados muestran que, entre los elementos de la competencia digital que la componen, los que mejor se pueden integrar en esta etapa son aquellos relacionados con el conocimiento de aplicaciones informáticas, el desarrollo de la curiosidad por la tecnología, el pensamiento computacional, la gestión de la información y el uso de recursos tecnológicos para resolver problemas y comunicarse (Sánchez-Vera, 2021). En esta misma línea, conocimientos relacionados con el inicio a la robótica, la impresión 3D o los vehículos autónomos, son algunos de los abordados frecuentemente en esta etapa (Su y Yang, 2024), implicando el inicio al pensamiento crítico y multimodal y al desarrollo de dimensiones socioemocionales, como la comunicación y las habilidades sociales.
Según Sánchez-Vera (2021), son los aspectos relacionados con la gestión de derechos y deberes, y el uso de información de manera crítica, los que se consideran más complicados a la hora de trabajar en esta etapa; ya que solo se pueden ir incorporando muy paulatinamente teniendo en cuenta el desarrollo madurativo del alumnado. La competencia digital se verá ampliada en la Etapa Primaria y Secundaria abordando el uso seguro, saludable, sostenible, crítico y responsable de las tecnologías digitales para el aprendizaje, para el trabajo y para la participación en la sociedad, así como la interacción con estas. En estas etapas se incluye la alfabetización en información y datos, la comunicación y la colaboración, la educación mediática, la creación de contenidos digitales (incluida la programación), la seguridad (incluido el bienestar digital y las competencias relacionadas con la ciberseguridad), y asuntos relacionados con la ciudadanía digital, la privacidad, la propiedad intelectual, la resolución de problemas y el pensamiento computacional y crítico.
En relación con otras competencias, algunos resultados de la aplicación de la tecnología en la etapa infantil apuntan hacia la mejora de la competencia lingüística, la competencia matemática y de la autonomía personal (Ramírez et al., 2021), así como mejoras en el campo de las necesidades educativas especiales, en áreas como la comunicación (Lee y Ho, 2018). Igualmente, esta competencia se puede presentar estrechamente relacionada con el resto de las competencias, en ámbitos tales (entre muchos otros) como la competencia emprendedora, estimulando la curiosidad, la iniciativa, la imaginación y la disposición a indagar, o la competencia en conciencia y expresión culturales, fomentando la expresión creativa de ideas, sentimientos y emociones a través de la digitalización. Asimismo, el uso de la tecnología en la educación musical durante la etapa infantil puede beneficiar el aprendizaje y rendimiento del alumnado, tanto en el ámbito específico musical como en su desarrollo cognitivo, físico, social y emocional (Cuervo et al., 2022).
En el campo específico musical, como resultado del desarrollo actual, de la tecnología, está altamente representada en la vida cotidiana en comparación con las generaciones anteriores (Bačlija y Mičija, 2022). Desde una perspectiva sociocultural, el alumnado de Educación Infantil trae consigo conocimientos tecnológico-musicales que ha obtenido a través de diferentes medios como la televisión, el DVD, los dispositivos móviles, las grabaciones, el acceso a Internet y otras aplicaciones digitales y recursos. Sin embargo, pese a esta experiencia previa, la educación musical está infrarrepresentada en ella.
Hasta la fecha, las experiencias educativas musicales que integran la tecnología en esta etapa se centran especialmente en “la exploración sonora y en la creación e interpretación musical, y menos en el desarrollo de actividades relacionadas con la música y el movimiento” (Cuervo et al., 2022, p. 11). Son varios los estudios que resaltan el diseño de aplicaciones y software específico para estas edades (Calderón-Garrido et al., 2019), si bien hay algunos estudios que apuntan ciertas desventajas con respecto al uso de instrumentos tradicionales o de mejora para el movimiento corporal (Cuervo et al., 2022). Así pues, se hace necesario desarrollar una visión profunda y reflexiva de la tecnología existente, y de la metodología más adecuada para su satisfactoria aplicación (Murillo, 2017).
Entre los principios pedagógicos más adecuados en la etapa infantil hay que destacar el fomento de situaciones de aprendizaje que sean significativas y emocionalmente positivas, con actividades y juegos aplicados en un ambiente de afecto y confianza. En esta etapa, el aprendizaje se concibe como un proceso que realizan los niños y niñas de forma activa, que implica su actuación sobre la realidad, su motivación, la elaboración de interpretaciones y la comprensión de significados, progresivamente ajustados a los aspectos de su entorno y de sí mismos, que los niños y niñas quieran explorar, descubrir y aprender.
Con el fin de favorecer la inclusión de todo el alumnado, se debe prestar especial atención a la accesibilidad del material manipulativo en el aula. Igualmente se plantean diferentes formas de expresión de una manera libre y creativa a partir de su conocimiento e interpretación de la realidad y la conceptualización y dominio de los sistemas de simbolización y de las técnicas requeridas en cada caso (verbales, no verbales, plásticas, musicales, digitales...). De esta manera, el alumnado irá descubriendo, mediante la experimentación y el uso, las posibilidades expresivas de cada uno de dichos lenguajes, en función del momento concreto de su proceso madurativo y de aprendizaje.
En la actualidad, el ser humano desde el momento en que nace se encuentra inmerso en un mundo tecnológico en continua evolución que le obliga a ser competente digitalmente, y ser permeable a los permanentes cambios; a la vez que le ofrece un elevado número de oportunidades, junto a riesgos digitales a los que debe hacer frente de manera crítica y autónoma. Esta realidad hace que el sistema educativo se muestre sensible e interesado en integrar todas las posibilidades educativas que el mundo digital ofrece y en favorecer un desarrollo digital de calidad en el alumnado de todos los niveles y contextos educativos.
Existen algunos estudios que pretenden mejorar el diseño curricular y la formación inicial docente para conseguir un óptimo desarrollo de la competencia digital tanto del profesorado como del alumnado de la etapa infantil (Su y Yang, 2024); sin embargo, todavía hay mucho camino por recorrer. Todo profesional docente cuenta con la gran responsabilidad —y complejo desafío— de desarrollar la competencia digital de manera integral en su alumnado desde las primeras edades. Crear unas bases de calidad en la primera infancia es uno de los retos a los que deben hacer frente desde un enfoque globalizador. Con la proliferación y desarrollo de diferentes recursos y aplicaciones para ordenadores, móviles y tabletas como ayudas didácticas, existe una necesidad crítica de que los maestros y maestras de esta etapa desarrollen una competencia de calidad que permita y potencie el desarrollo de su alumnado.
El lenguaje digital y el musical cuentan con multitud de canales, saberes y situaciones de aprendizaje compartidas. Está en las manos docentes aprovechar el potencial tecnológico para el aprendizaje musical en las primeras edades que a su vez revertirá en un aprendizaje digital significativo e integrado (Bačlija y Mičija, 2022). De esta manera se conseguirán elevados niveles de desarrollo tanto de la competencia digital como de la competencia en conciencia y expresión culturales.
IDEAS DESTACADAS
Entre las aplicaciones más desarrolladas está la relacionada con la solución de problemas, en la que toda persona debería saber resolver problemas técnicos, seleccionar las herramientas digitales más apropiadas a las necesidades identificadas y saber utilizarlas para la innovación.Importancia del desarrollo de la competencia digital de todo el alumnado, tanto a través de contenidos específicos como en una perspectiva transversal, y haciendo hincapié en la brecha digital de género.La competencia digital se puede presentar estrechamente relacionada con el resto de las competencias, en ámbitos tales (entre muchos otros) como la competencia emprendedora, estimulando la curiosidad, la iniciativa, la imaginación y la disposición a indagar, o la competencia en conciencia y expresión culturales, fomentando la expresión creativa de ideas, sentimientos y emociones a través de la digitalización.Óscar Casanova López Francisco Javier Zarza Alzugaray
En cualquier sociedad que persiga un sistema educativo fuerte y resistente, el profesorado es un elemento imprescindible. Es un pilar fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje; mucho más si se pretende no solo intentar ser emprendedor, sino, incluso dando un paso más, ser resiliente (Day y Gu, 2015). Este colectivo, actualmente, debe responder a los retos y necesidades de cada momento, es decir, debe atender a todas aquellas demandas que nuestra sociedad requiere.
Precisamente, en los últimos años, nuestra sociedad se ha enfrentado a exigencias que, gracias a un profesorado empoderado y resolutivo, ha podido afrontar satisfactoriamente. Entre otros, posiblemente uno de los grandes retos ha sido amoldarse a los continuos avances tecnológicos. La tecnología educativa ha experimentado una gran evolución, en paralelo, entre otros, a los ámbitos personales, del ocio o la comunicación, y conectando los contextos formales, no formales e informales (Sánchez et al., 2016). El aula del siglo XXI no es el aula que hace unos años se conocía y, en gran medida, esto se debe a la presencia y uso de la tecnología educativa. Evidentemente, incluso muchas veces, ni siquiera un aula es pensada como un espacio físico con paredes, puertas y ventanas.
Está demostrado que el uso de la tecnología en el ámbito educativo proporciona numerosos beneficios (Barroso y Lorente, 2006; Herrera et al., 2021; Valverde, 2002).