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¿Podemos renacer cuando lo hemos perdido todo? ¿Tenemos derecho a una segunda oportunidad en la vida? Eso es lo que experimentarán Juliette, una madre desconsolada, y Hakim, un delincuente y el mejor amigo de su hijo. Dos vidas destruidas, una por la pérdida y la otra por la cárcel. Cuando se encuentran inesperadamente en las calles de Belleville, Juliette invita a Hakim a cenar sin pensarlo, aunque nunca escapa de su soledad. Su reencuentro sabe a prohibición y a libertad...¿Quién no se ha sentido atraída, e incluso excitada, por el lado oscuro de los delincuentes? En Amantes de delincuentes, todos se rendirán al enfrentarse a lo prohibido. Para bien o para mal...-
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Seitenzahl: 24
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Louise Manook
LUST
Femmes de voyous – Juliette, l’amour contre le deuil
Copyright © 2021 Louise Manook and LUST, an imprint of SAGA, Copenhagen
Translated by Estíbaliz Montero Iniesta
All rights reserved
ISBN: 9788726536935
E-book edition, 2021
Format: EPUB 2.0
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París, prisión de La Santé, 6 a.m., celda 219.
Hakim está sentado en su cama, con una bolsa de deporte frente a él. Lleva esperando desde el amanecer, fumando cigarrillos en silencio. Sus compañeros de celda siguen dormidos. Al otro lado de la puerta, la prisión se despierta. Se oyen las ruedas de un carro deslizándose por el pasillo de baldosas, es la hora del desayuno. Hay ruidos metálicos de golpes y pisadas. Se abre la mirilla de la puerta. Un ojo escanea el interior de la celda. Hakim lo mira sin pestañear. Una vuelta de llave. Una segunda vuelta. La puerta se abre y entra un guardia musculoso vestido de uniforme.
—Belhoumi —ordena—, ya es la hora
Hakim asiente, se echa su bolsa al hombro y se va sin una última mirada al lugar donde acaba de pasar cuatro años de su vida.
—No te doy ni seis meses, habrás vuelto con nosotros antes de eso —refunfuña una voz desde el fondo de la celda.
—Vete a la mierda —maldice Hakim en voz baja.
Sigue al guardia, que se dirige a la planta baja del edificio. Pasan por varias puertas de seguridad, salen al vestíbulo principal y entran en un despacho. Una radio transmite las primeras noticias del día. Un supervisor hace que Hakim firme el registro de puesta en libertad y le entrega su pasaporte, un teléfono y un manojo de llaves.
—Es usted libre.
Hakim sale del despacho sin mediar palabra, con la bolsa al hombro, y se dirige a una puerta pesada que se abre con un clic. Por fin pone un pie en el exterior. La calle está desierta. El sol apenas asoma detrás de los edificios. Huele bien, a primavera. Las flores de acacia están en pleno florecimiento, el olor a glicina flota en el aire. Hakim se queda inmóvil unos momentos en la acera, saboreando su nueva libertad. El aire fresco de la mañana le provoca un escalofrío. Un autobús de la policía se detiene cerca. Por instinto, Hakim vuelve a ponerse en movimiento y se dirige a la estación de metro de la calle Arago.