Biblia y Teología Hoy (Diciembre-2023) E-Book

Dulce Gutiérrez

• Herausgeber: Editorial CLIE
• Kategorie: Geisteswissenschaft
• Serie: BYTH
• Sprache: Spanisch
• Veröffentlichungsjahr: 2024

Seitenzahl: 162

Beschreibung

En el quinto número de Biblia y Teología Hoy nos encontramos con una entrega altamente provechosa para la academia. Escritos en el contexto de la realidad del subcontinente y temas bíblicos altamente ilustrativos. Artículos muy enriquecedores que sin duda será de mucha utilidad para los investigadores y profesores de habla castellana, así como de aquellos cuya lengua materna sea otra.

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Biblia y Teología Hoy.

Revista teológica Iberoamericana

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Producida por:

Editorial CLIE

Sociedad Bíblica de España

Papiro 52

Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana

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Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana Número 5; 3 / 2023. Publicada por: Editorial CLIE, Sociedad Bíblica de España y Papiro 52. Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana está amparada bajo el marco legal de Editorial CLIE, cuya sede se encuentra en C/ Ferrocarril 8, CP 08232, Viladecavalls, Barcelona, España.

Para adquirir la revista o suscribirse escriba a [email protected]; para postular artículos a publicar escriba a [email protected]

ISBN: 978-84-19779-51-9.

eISBN: 978-84-19779-52-6.

Diseño de portada: Latido Creativo

Maquetación / eBook: produccioneditorial.com

© 2023 Editorial CLIE. Las opiniones expresadas por los autores en los artículos y reseñas son de su exclusiva responsabilidad.

ÍNDICE

Presentación

1. Teología feminista: Una reflexión desde el lugar teológico de la mujer y su papel en el reino de Dios y la justicia social

2. Origen y objeto del Nuevo Testamento. Revalorización desde las teorías de la memoria social y la oralidad

3. Transgresión, tesón y ternura: Algunos aspectos del camino pedagógico de Jesús el Cristo

4. Estructura literaria en Malaquías: El uso de

inclusio

como herramienta retórica y teológica

Navegación estructural

Cubierta

Créditos

Índice

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PRESENTACIÓN

En el quinto número de la revista nos encontramos con artículos sumamente importantes para la academia. Los artículos de las teólogas vienen con el sello de la teología latinoamericana, escritos en el contexto de la realidad del subcontinente. Los artículos de los teólogos están centrados en temas bíblicos altamente ilustrativos. En suma, una entrega altamente provechosa para la academia.

El primer artículo corresponde a la joven teóloga hondureña Dulce Gutiérrez, quien está dando pasos firmes en el mundo de la academia con la promesa de convertirse en una de las teólogas más importantes del continente muy pronto. Ella aborda el tema de teología feminista, bajo el título Teología feminista: Una reflexión desde el lugar teológico de la mujer y su papel en el reino de Dios y la justicia social. Este es un interesante trabajo que reivindica a la mujer latinoamericana con especial mención a la mujer hondureña que ha sido vilipendiada por una sociedad machista que ha violado sus más elementales derechos. Su exposición pone a la mujer en el contexto de la teología cristiana e irradia una luz de esperanza a tantas mujeres sumergidas en la vorágine de la violencia.

El segundo artículo es escrito por Javier Badilla Ortega, un teólogo chileno especialista en Nuevo Testamento. Nos hace una presentación magistral sobre el Origen y objeto del Nuevo Testamento. Revalorización desde las teorías de la memoria social y la oralidad. Badilla Ortega asegura que la Biblia se ha convertido en un artefacto autónomo tanto de su origen como de su objeto inicial haciendo que los lectores actuales olviden, entre otras cosas, que los documentos de la Biblia son, en primer lugar, memoria y, en segundo lugar, que se trata de una memoria preservada en el marco de una cultura oral. Badilla Ortega está convencido de que es necesario corregir la imagen que tenemos de la Biblia y sobre eso gira su artículo precisamente.

El tercer trabajo corresponde a Elizabeth Salazar, una teóloga chilena consagrada y muy reputada en la academia latinoamericana. Ella nos escribe sobre Transgresión, tesón y ternura: Algunos aspectos del camino pedagógico de Jesús el Cristo. Elizabeth asegura que la ternura no es solamente afecto y palabras de aliento, sino un compromiso pastoral, propio de la misión. En tal sentido, su reflexión gira alrededor de la teología de la ternura y los desafíos de la pedagogía de Jesús, que empujan a situaciones que sacan a las personas de la zona de confort y proponen el ser y el hacer, con cambios concretos de praxis cristiana.

Finalmente tenemos el artículo del profesor Pablo Seguel, un teólogo chileno quien escribe: Estructura literaria en Malaquías: El uso de ‘inclusio’ como herramienta retórica y teológica. Él asegura que la importancia de Malaquías, de apenas 55 versículos, es mucho mayor de lo que la gente se imagina. Afirma que la ubicación de este escrito, al final de Los Doce, lo sitúa como corolario de toda la revelación profética y por lo tanto merece cuidadosa atención. En suma, el profesor Seguel nos hace una exégesis erudita de este libro desde el idioma hebreo al castellano, mostrando las riquezas teológicas de este escrito.

En conclusión, tenemos cuatro artículos muy enriquecedores que sin duda será de mucha utilidad para los investigadores y profesores de habla castellana, así como de aquellos cuya lengua materna sea otra.

Raúl Zaldívar

Presidente del consejo editorial de Biblia y Teología Hoy

TEOLOGÍA FEMINISTA: UNA REFLEXIÓN DESDE EL LUGAR TEOLÓGICO DE LA MUJER Y SU PAPEL EN EL REINO DE DIOS Y LA JUSTICIA SOCIAL

Dulce Gutiérrez [*]

Resumen. La teología feminista se presenta como una teología de la liberación que busca hablar de Dios desde la realidad de las mujeres y criticar la imagen patriarcal de Dios y su papel en la lucha por la igualdad de género y la justicia social. Las teólogas feministas luchan por la atención sobre las condiciones de injusticia, violencia y discriminación contra la mujer, y juzgarlas conforme a la Palabra de Dios y así construir una teología desde la perspectiva de las mujeres. La Iglesia tiene la responsabilidad de traer lucidez sobre lo que implica ser hombre y mujer bajo una cultura del reino de Dios en una sociedad como la que vivimos. La realidad de la mujer está viciada de males sociales en diferentes países del mundo que la Iglesia debe tratar de erradicar.

Palabras clave: Teología femenina, lugar teológico, justicia social, mujer.

FEMINIST THEOLOGY

Abstract. Feminist theology is presented as a liberation theology that seeks to speak about God from the reality of women and criticize the patriarchal image of God and his role in the fight for gender equality and social justice. Feminist theologians fight for attention to the conditions of injustice, violence, and discrimination against women, and to judge them according to the Word of God and thus build a theology from the perspective of women. The Church has the responsibility of bringing lucidity about what it means to be a man and woman under a culture of the kingdom of God in a society like the one we live in. The reality of women is tainted by social evils in different countries of the world that the Church must try to eradicate.

Key words. Women's theology, theological place, social justice, women.

INTRODUCCIÓN

El feminismo surgido en el siglo XVIII en Inglaterra, conocido como feminismo de la Ilustración, tuvo una influencia importante en el avance de la teología feminista. Este movimiento feminista cuestionó la exclusión de las mujeres en la educación, la política y la sociedad, y propuso la igualdad de género y la libertad individual como valores fundamentales. En particular, el feminismo de la Ilustración influyó en la crítica de las teólogas feministas a la imagen patriarcal de Dios y la interpretación de la Biblia desde una perspectiva masculina. Las teólogas feministas argumentaron que la exclusión de las mujeres en la teología y la iglesia era una forma de opresión patriarcal y que era necesario construir una teología desde la perspectiva de las mujeres y la justicia de género.

En el siglo XIX surgieron algunos movimientos feministas que lucharon por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y que cuestionaron la interpretación patriarcal de la Biblia y la tradición religiosa. También se dieron algunos movimientos religiosos que cuestionaron la interpretación patriarcal de la religión y que abogaron por una mayor participación de las mujeres en la vida religiosa. En este contexto, surgieron las primeras teólogas feministas, entre las que podemos mencionar a Elizabeth Cady Stanton1 y Matilda Joslyn Gage,2 quienes cuestionaron la imagen patriarcal de Dios y la interpretación de la Biblia desde una perspectiva masculina. Las primeras teólogas académicas surgieron a finales del siglo XIX y principios del siglo XX, aunque su presencia en la academia teológica fue muy limitada y enfrentaron muchas barreras y prejuicios debido a su género su contribución fue importante.3 En este sentido, el feminismo de la Ilustración, los movimientos feministas y las reflexiones de las primeras teólogas académicas4 proporcionaron una base histórica, filosófica, política y teológica para la construcción de la teología feminista.

Es el siglo XX, donde finalmente se puede decir que la teología feminista es considerada un movimiento teológico importante por los siguientes motivos: (1) La celebración del Concilio Vaticano II5 en 1962, donde se incluye dar el salto de un feminismo cristiano a una teología feminista. (2) La vasta producción literaria del pensamiento desarrollado por las teólogas feministas académicas de la época como: Rosemary Radford Ruether,6 Elisabeth Schüssler Fiorenza7 y Letty Russell,8 y otras teólogas de la época quienes propusieron una teología desde la perspectiva de las mujeres y la justicia de género. (3) En España se reconocen por lo menos cuarenta años de teología feminista y se habla de una segunda ola de teólogas feministas. (4) La teología feminista abre un nuevo abanico de reflexiones y matices como son: La teología mujerista, teología ecofeministas, teología de la mujer negra y la teología feminista latinoamericana de la liberación, entre otras. (5) Finalmente se reconoce que la teología feminista favorece y abre nuevas y creativas vías de exploración. Tiene en cuenta la experiencia religiosa del binomio mujer y teología. Alienta un movimiento universal de reflexión y de reivindicación de la dignidad humana y la integridad de la creación, así como los derechos de las mujeres, enfocada en la diversidad cultural, religiosa y expandiéndose a nivel global.

Para profundizar en el tema es vital mencionar que, en España, durante los últimos 40 años, la teología feminista ha experimentado un importante desarrollo y ha sido impulsada por mujeres católicas que han luchado contra la discriminación y han buscado hacer visible la teología que hacen las mujeres. Estas teólogas han contribuido a la construcción de una teología desde la perspectiva de las mujeres y la justicia de género en el contexto español y han desafiado la exclusión de las mujeres en la Iglesia y la sociedad.

Algunas de las precursoras preclaras de este movimiento son las integrantes del Seminario de Estudios Sociológicos sobre la Mujer y el liderazgo nacional de Mujeres de Acción Católica. El avance ha sido tan significativo que en España ya se habla de la segunda ola de teólogas que surgió en la década de los 90, en donde se fundó la Asociación de Teólogas Españolas (ATE), la cual ha sido importante para la investigación y la publicación de textos feministas creyentes y se caracterizó por una mayor sistematización y elaboración de la teología feminista. Estas teólogas se formaron en las facultades de teología y leyeron con pasión los libros que se publicaban, contrastándolos con lo que estudiaban y detectando las contradicciones teológicas y los elementos machistas que subyacían en muchos escritos. Siendo una plataforma importante para estas teólogas, que buscaban hacer ciencia teológica propia e impulsar el pensamiento multidisciplinar. Algunas de las teólogas más destacadas de esta segunda ola son Isabel Gómez Acebo, Mercedes Navarro, Esperanza Bautista y Carmen Bernabé, así como Mª José Arana,9 Teresa Forcades10 y otras teólogas que han sido pioneras y han contribuido a la elaboración y difusión de la teología feminista en España.

Como hemos mencionado, en el caso particular de Latinoamérica se dieron avances significativos desde el binomio teología y mujer, para la década de 1970 surge la teología feminista latinoamericana de la liberación como una respuesta crítica a la teología de la liberación, que invisibilizaba la realidad de las mujeres y no contemplaba la cuestión de género. En 1979, se llevó a cabo el Congreso de Tepeyac en México, donde las mujeres de distintos países y afiliaciones religiosas reflexionaron sobre los esfuerzos de las mujeres por ser actoras/sujetos. En 1984, se realizó en Bogotá otra reunión impulsada por la comisión de mujeres de la Asociación ecuménica de teólogos/as del tercer mundo (ASETT), con el objetivo de planear diversos encuentros locales y continentales que impulsaran el trabajo teológico de la mujer que continuó después periódicamente con numerosas representantes de teología feminista y aportes de solución a la problemática. La teología feminista latinoamericana de la liberación ha evolucionado a lo largo de los años, incorporando nuevos enfoques y perspectivas. Entre los principios básicos de la teología feminista se encuentra la afirmación de la igualdad entre hombres y mujeres, el imperativo ético de denunciar toda situación de subordinación y la violencia vivida por las mujeres, la necesidad de reconstruir la historia de las mujeres, tanto en los textos bíblicos como en la historia de nuestros pueblos, la apropiación de las categorías críticas feministas de género como opción epistemológica en el quehacer teológico, la incorporación de estudios interdisciplinares e interculturales para articular la racionalidad afectiva, la estética y la sabiduría desde el imaginario popular. Entre las preclaras precursoras de la teología feminista latinoamericana de la liberación se encuentran: Ivone Gebara,11 Elsa Támez,12 María Pilar Aquino,13 Ofelia Ortega14 entre otras.15 Sus obras y aportes han sido fundamentales para el desarrollo de una teología feminista crítica y su consolidación como una perspectiva teológica relevante como un horizonte de auténtica liberación humana en América Latina y el mundo.

El desarrollo de este artículo se hará en tres apartados principales:(1) hablar de Dios desde la realidad de la mujer, (2) males sociales que acechan a la mujer y (3) la responsabilidad del cristiano para lograr la armonía de géneros.

Hablar de Dios desde la realidad de la mujer

El siglo XXI fue declarado por la ONU como el siglo de la mujer con el objetivo de promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en todo el mundo, sin embargo, en muchos países y al interior de las instituciones16 la mujer siendo objeto de violencia, discriminación, injusticia sistémica y otros males sociales. ¿Cómo podemos guardar silencio? Si somos cristianos ¿por qué la falta de interés? Esta realidad sufriente de las mujeres tiene sin duda características de opresión y maldad y requiere libertad.

El hablar de Dios desde la realidad de las mujeres implica referirnos a ellas como lugar teológico: “Esto indica fundamentalmente que Dios, de algún modo, continúa revelándose en la historia”.17 En este caso en la historia de las mujeres, que trae revelación del Reino de Dios y la justicia social que debe envolverlas, por lo cual es de vital importancia hablar desde la plataforma de la Iglesia de temas relacionados a ellas, como lo es la teología feminista y la realidad sufriente de la mujer, pero más aún la justicia social que está reservada para ellas ya que su realidad social, económica y espiritual debe ser un tema de interés tanto para hombres como para mujeres.

Para comprender a las mujeres como lugar teológico es fundamental que en la Iglesia haya un despertar hacia esa realidad en la cual Dios quiere seguir revelándose y provocar que esa realidad sufriente en que están sumergidas muchas mujeres cambie, para esto es crucial que los militantes del Reino de Dios en la tierra se instruyan de manera acertada sobre temas que quizás en el pasado, se mal interpretaron, no se conocían, se enseñaron mal o simplemente no eran de interés pero que hoy en día para hablar de Dios desde la realidad de las mujeres es importante comprender, qué es la teología feminista, sobre esto leemos:

La teología feminista se presenta como una teología de la liberación, con una metodología que consiste en “ver, juzgar, actuar”. Se parte de la realidad en un contexto o situación determinada, para luego juzgarla con la Palabra de Dios y tomar decisiones en cuanto a la acción que debe transformar esa realidad. En este sentido es una “teología contextual” su anhelo de liberación es el más amplio; busca eliminar la discriminación más extendida entre los seres humanos.18

Lo anterior nos indica que la teología feminista es hablar de Dios desde la realidad de las mujeres. En otras palabras, “pasaron de ser eco a ser voz”.19 Tomando en consideración esto es vital preguntarse lo siguiente: ¿Quiere decir entonces que la teología feminista se trata de un movimiento de mujeres y para mujeres? La respuesta es no. La teología feminista es una teología para hombres y mujeres que están preocupados por la problemática de las mujeres y su fundamento es traer reflexión sobre las acciones para transformar esa realidad sufriente. Como cristianos debemos preguntarnos ¿Qué problemas son los que enfrentan las mujeres? Para enumerar algunos de ellos:

La violencia, el feminicidio, la opresión, la pobreza, la brecha salarial, el desempleo, el matrimonio infantil, el acoso y hostigamiento sexual, despidos y falta de apoyo por maternidad, las leyes, prácticas, usos y costumbres discriminatorios, el fenómeno migratorio, la trata de personas, la violación sexual.20

Los problemas anteriormente mencionados son solo algunos, que sirven de obstáculos impidiendo a la mujer vivir una vida libre de violencia y disfrutar sus derechos en condiciones de igualdad y justicia social. La teología feminista basa su reflexión en toda esta problemática de injusticia y dolor, sin embargo, no es una teología que enseña enemistad entre géneros o que eleve a la mujer a un plano de superioridad. Hace un balance y hace reflexión teológica con mucha esperanza, modela el Reino de Dios.

La teología feminista como expresión de fe inteligente e informada deconstruye la teología patriarcal, propone nuevos paradigmas para su liberación y permite que la mujer experimente redención, dignificación, trayendo justicia social a su vida y erradicando los males sociales que la acechan. Por lo anterior, las condiciones de injusticia, violencia y discriminación contra la mujer requieren ser juzgadas conforme a la Palabra de Dios y tomar decisiones en cuanto a las acciones que deben transformar esa realidad en que la mayoría de mujeres están sumergidas, estas acciones son necesarias para que se produzca su liberación en gozo y alegría que se traduce en el encuentro del evangelio para las mujeres que son parte de los rostros sufrientes de este siglo, pero si quienes en primer lugar deben hacerlo, es decir los cristianos y líderes religiosos no lo hacen, entonces ellos también se vuelven parte del sistema opresor y de iniquidad que trae consigo muerte.

Es relevante mencionar que la dignidad de la persona se funda en ella misma, pero esta dignidad no aplica en muchos casos ya que las mujeres son privadas incluso de sus derechos inalienables y fundamentales; los cuales no pueden ser legítimamente negados a una persona, ya que forman parte de su esencia, me refiero al derecho a la vida, a la libertad, a igualdad de oportunidades, inter alía. De aquí nacen los otros derechos humanos y la igualdad en cuanto al ser mujer u hombre. Sobre el tema de los derechos humanos la doctrina social de la Iglesia señala:

La fuente última de los derechos humanos no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su Creador. Estos derechos son «universales e inviolables y no pueden renunciarse por ningún concepto». Universales, porque están presentes en todos los seres humanos, sin excepción alguna de tiempo, de lugar o de sujeto. Inviolables, en cuanto «inherentes a la persona humana y a su dignidad» y porque «sería vano proclamar los derechos, si al mismo tiempo no se realizase todo esfuerzo para que sea debidamente asegurado su respeto por parte de todos, en todas partes y con referencia a quien sea». Inalienables, porque «nadie puede privar legítimamente de estos derechos a uno sólo de sus semejantes, sea quien sea, porque sería ir contra su propia naturaleza».21