Biblia y Teología Hoy (Febrero-2023) - Israel Ortiz - E-Book

Biblia y Teología Hoy (Febrero-2023) E-Book

Israel Ortiz

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Beschreibung

Esta tercera entrega de Biblia y Teología Hoy contiene cuatro artículos variados, uno de teología pastoral, otro de teología propia, el tercero de teología bíblica y el último de teología histórica. Cuatro artículos magníficos que serán de mucha utilidad a los investigadores, un número muy variado con temas eruditos y pertinente para el tiempo de hoy.

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Biblia y Teología Hoy.

Revista teológica Iberoamericana

www.bibliayteologiahoy.com

Suscripciones:

[email protected]

Presidente:

Raúl Zaldívar

Consejo editorial:

Raúl Zaldívar

Alfonso Ropero

Miguel Álvarez

Samuel Pérez Millos

Elisabeth Salazar

Lidia Rodríguez

Coordinación y edición:

Anna Romero García

[email protected]

Producida por:

Editorial CLIE

Sociedad Bíblica de España

Papiro 52

BYTHOY Nº3 (2023)

ISBN papel: 978-84-19055-24-8

ISBN electrónico: 9788419055255

Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana

Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana es una publicación que se distribuye en formato físico internacionalmente mediante suscripción e intercambio. Para mayor información consulte nuestra página de Internet en:

https://www.bibliayteologiahoy.com/

Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana acepta artículos originales no solicitados y no publicados previamente. Las especificaciones del formato y calidad de estos están explicados en la sección Normas de publicación en nuestra página web. Ahí puede leerse también nuestro código de ética.

Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana Número 3; 1 / 2023. Publicada por: Editorial CLIE, Sociedad Bíblica de España y Papiro 52. Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana está amparada bajo el marco legal de Editorial CLIE, cuya sede se encuentra en C/ Ferrocarril 8, CP 08232, Viladecavalls, Barcelona, España.

Para adquirir la revista o suscribirse escriba a [email protected]; para postular artículos a publicar escriba a [email protected]

ISBN papel: 978-84-19055-24-8, ISBN electrónico: 9788419055255, ambos otorgados por el Departamento de Control de Revistas de la Biblioteca Nacional de España, en su sede de la Biblioteca de Cataluña.

Diseño de portada: Latido Creativo

Realización eBook: produccioneditorial.com

© 2023 Editorial CLIE. Las opiniones expresadas por los autores en los artículos y reseñas son de su exclusiva responsabilidad.

ÍNDICE

Presentación de Biblia y Teología Hoy. Revista teológica Iberoamericana.1. El dios de los huérfanos2. El Espíritu Santo, ¿hipóstasis maternal? Dios Padre, ¿hipóstasis paterno-varonil?3. Crítica de las tradiciones del libro de Rut4. El reformador y las reformas. Posición de Martín Lutero frente a la Reforma humanista de Erasmo y la Reforma radical de los anabaptistas

PRESENTACIÓN

Biblia y Teología Hoy sigue afianzándose en el mundo de la academia, esta vez con su tercera entrega y cuatro artículos magníficos que serán de mucha utilidad a los investigadores.

En esta ocasión el profesor guatemalteco Israel Ortiz nos escribe un artículo de teología pastoral. Él se centra en uno de los sectores más vulnerables de la sociedad; los huérfanos. Hace un recorrido tanto por el Antiguo Testamento como por el Nuevo dejándonos claro que estos están en el corazón mismo de Dios. Su magistral escrito es un llamado de atención a la Iglesia que ignora esta realidad y la desafía a adoptar a un huérfano siguiendo el modelo de Dios como padre.

El segundo artículo lo escribe Rubén Bernal, quien aborda un tema que puede resultar controversial para algunos, empero la forma magistral como él escribe desvanece cualquier prejuicio eclesial al respecto. El profesor Bernal escribe sobre la feminidad o masculinidad de la deidad y sostiene que conviene ver a Dios desde su legitima desnudez, desvestida de atributos sexuales o de roles de género incluyendo la perspectiva gay. Siguiendo a Benedicto XVI invita a definir a Dios fuera de la categoría de género. En esencia nos muestra la inutilidad del discurso estéril que ha provocado los acalorados debates por reivindicar géneros en la deidad sea, femenino, masculino o gay.

Iris Barrientos de Honduras, una de las exégetas más importantes de América Latina nos escribe sobre la Crítica de las tradiciones en el libro de Ruth. Difícilmente haya alguien que maneje mejor el tema de Ruth que ella. Ruth fue su tesis doctoral en el ISEDET. Ha estado disertando sobre este libro desde diferentes ópticas ya por más de 20 años. El artículo analiza las tradiciones más importantes de este libro, en este caso las dos tradiciones concernientes a Moab que encontramos en la trama, (las hijas de Lot y la exclusión de los moabitas de la congregación de Israel), así como las tradiciones de espigar y rebuscar en los campos segados y las leyes del rescate y del levirato.

Finalmente, Lucas Magnin, escritor de origen argentino, nos lleva al siglo XVI, específicamente a la figura de Martín Lutero a quien contrasta con reforma humanista de Erasmo de Róterdam y la reforma radical de los anabaptistas. Para lograr su objetivo efectúa una breve reseña de eventos para entender la doble relación con esas dos importantes reformas. Finaliza su artículo destacando en primer lugar la subjetividad de nuestra teología ejemplificada en la relación Lutero - Erasmo. En segundo lugar, señala el peligro de la radicalización que vemos en los anabaptistas.

Para finalizar, señalar que esta entrega contiene cuatro artículos variados, uno de teología pastoral, otro de teología propia, el tercero de teología bíblica y el último de teología histórica. En suma, un número muy variado con temas eruditos y pertinente para el tiempo de hoy.

Raúl Zaldívar

Presidente del consejo editorial de Biblia y Teología Hoy

EL DIOS DE LOS HUÉRFANOS

Israel Ortiz [*]

RESUMEN. Los huérfanos forman parte del pueblo de Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Tienen un lugar especial en el corazón de Dios, y en la Biblia se llama Padre de huérfanos quien legisla, es refugio, sustenta y aboga a favor de su causa. La realidad de los huérfanos en la actualidad muestra a millones de niños y niñas viviendo en desamparo, abandono y cuya dignidad y derechos son muchas veces violentados. Sin embargo, los cristianos no les hemos dado la importancia que merecen. Aunque existen orfanatos y albergues para acogerlos y proveerles un hogar, a estas entidades les resulta difícil criarlos, acompañarlos y promoverlos adecuadamente. Esta reflexión busca motivar a los cristianos a asumir el desafío de la adopción siguiendo el paradigma de Dios como Padre, y el hecho de haber sido adoptados hijos de Dios en Cristo Jesús.

PALABRAS CLAVE: Huérfanos, Dios como Padre, adopción, familia, comunidades del reino de Dios.

THE GOD OF THE ORPHANS

ABSTRACT. Orphans are part of God's people in both the Old and New Testaments. They have a special place in the heart of God, and in the Bible whoever legislates, shelters, sustains and advocates on their behalf is called the Father of orphans. The reality of orphans today shows millions of children living in neglect, abandonment and whose dignity and rights are often violated. However, Christians have not given them the importance they deserve. Although there are orphanages and shelters to welcome them and provide them with a home, these entities find it difficult to raise them, accompany them and promote them adequately. This reflection seeks to motivate Christians to take on the challenge of adoption following the paradigm of God as Father, and the fact that we have been adopted as children of God in Jesus Christ.

KEY WORDS. Orphans, God as Father, adoption, family, communities of the kingdom of God.

EL DESAFÍO DE SERVIR A LOS HUÉRFANOS

Mi primer acercamiento a la realidad de los huérfanos surgió del acompañamiento que dimos mi esposa Lily y yo a parejas que asumieron el desafío de la adopción. Para estas parejas ha sido una hermosa experiencia unida a fuertes luchas del camino. Su decisión no fue fácil, pero hoy celebran el fruto de su amor y entrega. Los niños de antaño hoy son jóvenes creyentes y universitarios que aman a Dios y a sus padres. Mi reflexión sobre la realidad de los huérfanos vino luego de una invitación para plantear la base bíblica del tema. Me ayudó a conocer y tomar conciencia del lugar que ocupan los huérfanos en el corazón de Dios. De manera más reciente, por iniciativa de nuestros hijos, decidimos adoptar a una madre soltera de escasos recursos con tres hijos sin padres. Juntos hemos visto el obrar de Dios en sus vidas y en su crecimiento y desarrollo integral. Puedo afirmar que pese a la crisis que vive la familia contemporánea y los desafíos que enfrenta en la coyuntura actual, la familia sigue siendo el mejor espacio para cobijar a los niños o niñas huérfanos, y para que puedan conocer a Dios como Padre.

La orfandad es parte de la realidad que han vivido muchos países asediados por guerras, la migración o desastres naturales. Por ejemplo, el conflicto armado interno en Guatemala que finalizó en 1996, enlutó especialmente a poblaciones indígenas del altiplano. Dejó alrededor de 200,000 niños huérfanos; entre 35 y 40,000 viudas, así como más de 100,000 refugiados que tuvieron que salir durante la década de los ochenta hacia otros países (Proden. 1996). Muchos de estos niños y niñas fueron adoptados por familiares, pero otros fueron lanzados al mercado laboral, no asistieron a la escuela, y otros se tornaron niños de la calle con el riesgo de ser abusados o violentados.

Por supuesto, la problemática de los huérfanos no es un asunto parroquial, es un desafío de carácter mundial. De acuerdo a estadísticas existentes, alrededor de 170 millones de niños en el mundo son huérfanos. Alrededor de 71 millones de huérfanos viven en Asia, 59 millones en África y casi 9 millones en Latinoamérica y el Caribe. [1] Según SOS CHILDREN’S VILLAGES, en África 16.5 millones de niños perdieron a su madre, padre o ambos debido al HIV/SIDA. [2] De acuerdo a The Lancet Child & Adolescent Health la pandemia de COVID 19 en el 2021, 5.2 millones de niños perdieron a uno de sus padres o su cuidador. [3] Como muestran estas estadísticas, la cantidad de huérfanos aumenta por diferentes causas en el mundo.

¿Cuál ha sido la respuesta a esta problemática? La mayoría de países en el mundo han apostado por la fundación de orfanatos o entidades de apoyo para atender a la población en orfandad. Según la UNICEF al menos 2,7 millones de niños viven en instituciones infantiles y orfanatos a nivel mundial. [4] Los orfanatos fueron un aporte importante. En la actualidad se cuestiona su real funcionamiento. Los entendidos en la materia afirman que no son la solución al problema. Eli Oswald señala: “Sabemos que los centros de atención residencial, los orfanatos y los hogares para niños son respuestas que funcionan como una venda, pero que no abordan los verdaderos retos a los que se enfrentan los niños y las familias y, de hecho, pueden causar más trauma y daño a los niños”. [5] Según la UNICEF, “en esas instituciones los niños, ya vulnerables al estar separados de su familia, corren un mayor riesgo de violencia, abuso y daños a largo plazo en su desarrollo cognitivo, social y emocional, por lo que debe ser prioritario mantener a los pequeños junto a sus padres, especialmente durante sus primeros años”. [6]

¿Somos los cristianos conscientes de la problemática? ¿Qué estamos haciendo? ¿Cómo podemos participar o mejorar? De acuerdo a David McCormick las cifras mundiales revelan que los hogares que más adoptan huérfanos son los que profesan algún credo, en su mayoría cristianos católicos y protestantes. [7] Damos gracias a Dios por las entidades de apoyo y familias que han abierto sus hogares a huérfanos alrededor del mundo. En Guatemala, la Alianza Cristiana para los Huérfanos [8] agrupa a varias entidades que sirven a favor del cuidado y desarrollo de los huérfanos. ¿Qué dice la Biblia sobre los huérfanos? Para nuestra sorpresa dice más de lo que pensamos, y cómo deben ser vistos y tratados. Herbie Newell sostiene que no existe un mandamiento para que los creyentes adopten, pero cree que el mandamiento bíblico es un llamado a cuidar y mostrar justicia por el evangelio al huérfano. [9] De acuerdo al contenido bíblico en esta reflexión, los cristianos somos llamados a imitar a Dios como Padre de huérfanos, y a tomar en serio lo que dice acerca de su cuidado. El siguiente análisis es un aporte al ministerio de esta población a partir de la Biblia, a fin de seguir estimulando a la iglesia para servir a favor de los huérfanos.

LOS HUÉRFANOS EN LA BIBLIA

¿Quiénes son los huérfanos? En el AT el vocablo huérfano aparece 42 veces. [10] Este término en hebreo es yathom (, Ex 22:21,22) [11], significa ‘estar solo’ o ‘desconsolado’; y como sustantivo significa ‘huérfano’ o ‘sin padres’, y en varios textos son mencionados como personas indefensas, y expuestas a daños. [12] Como se verá adelante, el término huérfano o huérfanos se menciona en distintas circunstancias en el contexto de la Torah, los salmos y los profetas. En el NT aparece dos veces el vocablo griego orfanos (ορφανους Stg 1:27, Jn 14:18) que da la idea de una persona ‘enlutada’ o ‘privada de un ser querido’. Hace alusión aquella persona que perdió a sus padres. En sentido figurado tiene la idea de ‘abandonado’ o ‘desamparado’. En sentido figurado el término griego aporfanizomai (ἀπορφανίζομαι) en Tesalonicenses tiene el sentido ‘ser hecho huérfano’, (apo, con la connotación de ‘separación’, y orfanos, ‘huérfano’). [13] Pablo al abrir su corazón a los hermanos de esta iglesia, les dice que ellos se sienten como separados o abandonados de ellos, privados de su compañía (1 Ts 2:17 Cf.9,11).

Por otro lado, en la Biblia los huérfanos son mencionados junto a las viudas y a los extranjeros como sujetos del cuidado especial de Dios por su condición de vulnerabilidad social, económica y cultural (Dt 10:18; 14:29; 16:11; 24:17). De manera más extensa se podría afirmar que los huérfanos engrosan la red de desposeídos de la sociedad. Por ejemplo, el salmista ruega que Dios se levante a favor de los pobres y que no se olvide de ellos (Sal 10:12); y afirma que Dios hace habitar en familia a los desamparados (Sal 68:6). El profeta Amós levanta su voz en defensa de los desvalidos cuyas cabezas son pisoteadas en el polvo (Am 2:7). El término desvalido aquí hace referencia al desamparado, privado de ayuda y socorro. [14] De hecho, se podría afirmar que muchos de los niños o niñas huérfanos caen dentro de estas categorías pues muchos de ellos son pobres, indefensos y abandonados; y pueden ser objeto de maltrato, violencia y marginación. En nuestros días, muchos de los niños o niñas huérfanos viven en las calles de las metrópolis urbanas.

BASE BÍBLICA PARA SERVIR AL HUÉRFANO

La imagen de Dios. El distintivo que diferencia a los seres humanos del resto de criaturas del mundo creado es la imagen de Dios. Fuimos creados a su imagen y semejanza (Gn 1:26). Este hecho grandioso corresponde tanto a hombres como a mujeres (v.27). La Biblia acentúa este hecho esencial de la naturaleza humana. El libro de las generaciones de Adán registra que “El día que Dios creó al hombre, a semejanza de Dios lo hizo” (Gn 5:1); y Dios advierte: “El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre” (Gn 9:6). Wolff anota que “La expresión en sí misma considerada indica primaria y fundamentalmente una analogía del hombre con Dios. La manera especial de ser del hombre dentro de la creación hay que entenderla partiendo de su especial relación con Dios.” [15] Lo particular de este hecho es que la imagen de Dios no es algo agregado. Más bien, ser humano es ser la imagen de Dios. Haber sido creados a imagen de Dios representa nuestra hechura, constitución, gloria, y al mismo tiempo representa nuestro alto y santo llamado en el mundo (Spykman. 1994, p.248). El dato extraordinario es que esa imagen permanece a pesar de la caída de la raza humana (Gn 5:1, 9:6, 1 Co 11:7; Stg 3:9); y es una imagen que puede ser restaurada y renovada a través del hombre nuevo creado en Cristo (Ef 4:24; Col 3:10).

La imagen de Dios confiere a los seres humanos una dignidad asombrosa, privilegios y obligaciones morales; una profunda capacidad para conocer a Dios de forma íntima; crear como su Creador y la capacidad de establecer relaciones personales. [16] La imagen de Dios en el ser humano apunta hacia su esencia y su función. La primera hace alusión a su capacidad de relacionarse, y la segunda, tiene que ver con el rol como representante ante toda la creación. [17] En este sentido, hombre y mujer fueron creados como seres de relación para relacionarse con su Creador, el prójimo, consigo mismos y con la creación; y por haber sido creados a imagen de Dios les corresponde una dignidad y unos derechos que son intrínsecos a toda persona –independientemente de su raza, color de piel, edad, género o condición social: Ese imago Dei, “Abarca a todo lo que somos y tenemos y hacemos” (Spykman. 1991, p. 249). De acuerdo a Moltman, puesto que la dignidad del ser humano es una e indivisible, representa una totalidad. Y, subraya que, porque Dios creó a hombre y mujer a su imagen, el hombre que corresponde a Dios es el hombre social. Es decir, seres humanos tanto en el sentido individual como colectivo que se corresponden mutuamente reflejando así al Dios Trino quien es el arquetipo de la socialidad (1983, pp. 18,22,23).

Porque los huérfanos fueron hechos a imagen de Dios tienen una dignidad y derechos que deben ser reconocidos, respetados, promovidos y resguardados. Demandan ser atendidos y tomados en cuenta en el ser y quehacer social. La orfandad no es parte del plan original de Dios, es una anomalía que introdujo el pecado que desfigura todas las relaciones del ser humano. Pese a este hecho es importante recordar que la imagen de Dios – aunque afectada por el pecado –, es parte esencial de todos los seres humanos, y es razón suficiente para procurar su bienestar y desarrollo integral. El hecho más significativo a partir del NT es que los huérfanos, como todas las personas, tienen la posibilidad de ser recreados a imagen de Cristo. En la cruz se abre la posibilidad de la reconciliación de todas sus relaciones quebrantadas (2 Co 5:17; Gl 3:28); y en la consumación del Reino de Dios la humanidad será liberada de todos sus males, incluida la orfandad. Dios Padre enjugará las lágrimas de sus hijos (Ap 21:4). El haber sido creados a imagen de Dios es entonces razón fundamental para cuidar, proteger, servir y defender la dignidad, derechos y desarrollo espiritual y social de los huérfanos.

El Reino de Dios. [18] El reino de Dios como marco teológico de la misión de Jesús introdujo la vida en plenitud del nuevo eon (siglo). Es la propuesta de cómo Dios busca la restauración y trasformación integral de sus criaturas y entre ellas a los más vulnerables, los huérfanos. Es un reino que no se reduce a la vida personal del creyente, a la dimensión espiritual del evangelio, ni tampoco es un reino relegado al futuro. De acuerdo a las Escrituras, tiene que ver con el reinado de Dios y su actuar en el aquí y ahora del mundo; y en la consumación de todas las cosas al final de la historia. Es decir, “El reino no apunta al lugar donde está Dios, sino a las actividades gobernantes de Dios. El reino está presente en cualquier tiempo y lugar donde los hombres y mujeres sometan sus vidas a la autoridad de Dios” (Kraybill, 1995. p, 14). Esto significa que el reino de Dios no es ni un concepto espacial ni un concepto estático, sino un concepto dinámico, en la predicación de Jesús es la proclamación de la soberanía real de Dios (Jeremías. 1977, pp.119,121). Los evangelios sinópticos muestran de manera copiosa que el reino fue el foco central del ministerio de Jesús desde su inicio hasta el final de su partida (Mc 1:14-15; Mt 12:28; Hch 1:3).

En la proclamación del reino de Dios (της βασιλειας του θεου) Jesús llamó a todos al arrepentimiento y a creer en el evangelio; y mostró con hechos portentosos su presencia en el mundo. Ante la pregunta si el reino había llegado, Jesús no dio un discurso, sino lo evidenció: Lucas afirma que “En esa misma hora sanó a muchos de enfermedades y plagas, y de espíritus malos, y a muchos ciegos dio la vista”; luego Jesús dijo a los mensajeros: “Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído […], los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio” (Lc 7:18-23). Esas sanidades y milagros fueron una demostración de la irrupción del poder, dominio y soberanía de Dios por medio de Jesucristo quien, ungido con el Espíritu Santo y con poder, “anduvo haciendo muchos bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo” (Hch 10:38). Estos hechos son una demostración del “Ya del reino presente” de Dios. Respondió a las expectativas del remanente fiel en Israel que esperaba su llegada. Por ejemplo, en su magníficat María afirma que Dios “Quitó de los tronos a los poderosos, y exaltó a los humildes” (Lc 1:46-55).