9,49 €
Estimadas mujeres: Si están de bajón sentimental, la autora las invita a sacarse el pijama y tomar nota de los cinco perfiles de hombres de los cuales hay que tomar distancia. (Si Cupido no ha podido con ustedes, tomen armas en el asunto y puedan ustedes con él). En estos tiempos de conquista indefinida es necesario poner en práctica el GPS femenino que llevamos dentro para poder detectar a tiempo a los hombres que están "flojitos de papeles" porque, a corto plazo, éstos solo les indicarán que van a ser cazadas como un ratón con el solo fin de abrirles nuevamente heridas de sufrimiento. Regla número uno: Ustedes no son afectivamente responsables de los hombres que les dejan el corazón lleno de agujeros como un colador. Regla número dos: Sí serán responsables si vuelven a reincidir de manera recurrente en erráticas elecciones amorosas. NOTA MENTAL: Si el costo de una relación sentimental es un viaje sin escalas para sentir desamor, sepan mis cielas que tendrán un aterrizaje turbulento directo a dañar sus corazones que seguramente ya tiene varios parches. ¡Ajusten fuerte el cinturón, toquen el botón de emergencia con emoción y suerte con ello!
Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:
Seitenzahl: 125
Veröffentlichungsjahr: 2023
MARÍA LAURA MÉNDEZ
Méndez, María Laura Como enamorarse de cinco hombres equivocados : el don de rompernos el corazón en un solo paso / María Laura Méndez. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2023.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-4296-0
1. Narrativa. I. Título. CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
Capítulo 1 — EL HOMBRE MUJERIEGO SIN PAUSA. SIEMPRE SERÁS CALABAZA Y JAMÁS CENICIENTA
Capítulo 2 — EL HOMBRE CASADO. EL TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS. ZONA DE PELIGRO INMINENTE
Capítulo 3 — EL HOMBRE NARCISISTA CON RASGOS PSICOPÁTICOS. LA ESTAFA EMOCIONAL SIN FIN
Capítulo 4 — EL AMIGO HOMBRE. AMIGOS CON DERECHO Y NADA MÁS
Capítulo 5 — EL HOMBRE CAGÓN. “NO SOS VOS, SOY YO”
Capítulo 6 — ¿CÓMO RECONSTRUIRSE DE TODO LO ANTERIOR?
PALABRAS FINALES
BIBLIOGRAFÍA
A Luly y Nacho, porque en una noche de risas interminables resumimos mi vida amorosa y concluimos que era un desperdicio para la humanidad no escribir un libro acompañado de teoría.
A Samuel y a Florencia, por inspirarme a cumplir mi sueño y a hacer foco en la solución y no en el problema.
A toda mi carrera académica, por hacer de mí una formación constante y tener la capacidad de observar más allá de las heridas.
Nos enseñaron que en la vida, para obtener la felicidad en el terreno del amor y tener contento el cuore (corazón), debemos encontrar nuestra “media naranja”, pero lo que no nos enseñaron es que NO necesitamos de esa mitad para poder sentirnos completos. El universo infinito de los afectos debería ser más fácil de lo que cada una de nosotras piensa, sin embargo, de acuerdo a aquellas creencias y mandatos que hemos recibido en nuestra historia personal, esos afectos se buscan incansablemente en personas erróneas que nada tienen que ver con el anhelo de vivir una relación amorosa saludable sino que más bien están dirigidas a quedar en el plano de la fantasía sin concretarse. Por lo tanto, el “chip mental” siempre nos refresca que podemos volver una y otra vez a esa búsqueda de amor que, sin dudas, está plasmada en el imaginario colectivo y que, además, tiene conductas recurrentes e insiste en encontrar esa “media naranja” para ver si encaja con nuestro deseo. Muchos de los seres humanos actuamos como si fuésemos “terroristas emocionales” y nos dejamos llevar por sentimientos que solamente tienen como finalidad construir bases en relaciones tóxicas.
Mis queridas lectoras: Sepan ustedes que en realidad no necesitamos a ningún hombre para encontrar la felicidad, pero sí podemos encontrar a alguien para que nos acompañe a ser más felices.
Si en algún momento de la vida sintieron que a su alma gemela, hilo rojo o relación de destino debían encontrarla a cualquier costo, debo anticiparles que, de acuerdo a mi experiencia y a los testimonios que he recolectado para realizar este libro, la interpretación al respecto y la devolución a todos mis interrogantes queda alejada de esta famosa teoría de la “media naranja”. Acabemos con este mito, porque no somos parte de ninguna frutera y, si para ello debemos pasar por un recorrido infinito de sufrimiento que ello sirva como aprendizaje emocional y para revisar nuestro amor propio.
A continuación, preparen su vista para leer y quizás posiblemente recordar aquellos escenarios erráticos en los cuales no hay que reincidir y menos que menos depositar expectativas en hombres que no nos proveen la satisfacción y plenitud de disfrutar vínculos amorosos con todas las letras. Si los capítulos posteriores les resuenan recuerden: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. (Risas).
–Preparen los pochoclos… (el balde grande).
Mis reinas del desamor: A partir de este momento hagan de cuenta que se encuentran en un maravilloso cine y que allí, en esa inmensidad de salón, están sentadas frente a una pantalla grande que les va a reproducir sus propias y errantes historias de amor. Agarren los pañuelos descartables y lloren libremente hasta que la nariz les quede roja como una cereza, pero antes de que comience a proyectarse la cinta de sus mismísimas vidas me atrevo a preguntarles: ¿Cuántas veces han estado en el estreno de una cartelera de amor y han protagonizado una montaña rusa emocional de categoría junto a un villano especialista en romper corazones? ¿Han sentido ser la heroína del film o fueron derrotadas en los primeros cuarenta y cinco minutos de ese estreno? Partamos de que, en las historias de ficción, los villanos siempre son los malvados y siempre se dirigen a sus propios intereses, y, del otro lado de la historia, están los héroes que poseen todas las habilidades posibles y con grandes cualidades: son valientes, siempre piensan en los demás, rescatan a los personajes que están en peligro y tienen superpoderes, pero bueno, acá no estaríamos hablando de una historia de ficción sino de una experiencia vivida en la realidad y a pura adrenalina sentimental.
Vamos a lo nuestro. Enamorarse perdidamente de un mujeriego es un semejante culebrón de experiencia y, en las historias de desamor, estos villanos pasan a tener un rol protagónico de manera silenciosa, en el que se apoderan inmediatamente de las emociones y sentimientos de un fallido héroe que quedó obnubilado por los hechizos seductores e inigualables de estos bandidos fuera de serie. De antemano y sin escalas ellos ganaron el premio Oscar sin dar algún tipo de alerta de que estaríamos en riesgo otra vez, pero ¿cuál sería el riesgo? ¡Total, no sería tan malo equivocarse una vez más! ¿Qué tendría de malo colocar una nueva expectativa que nos acerque a ese hombre que tanto esperamos? Y de última, ¿qué tan cierta es esa frase que dice que “soldado caído sirve para una batalla más”? En tal caso, y de acuerdo a los resultados, nunca faltará esa amiga que nos diga: “¡Yo te dije que no te metieras ahí!”.
En este mismísimo momento rindo homenaje y pido aplausos de pie por esas amigas incondicionales que detestan las elecciones que hacemos de pareja, las amigas que también predicen el final de nuestras historias de desconsuelo y que no nos juzgan de todas maneras. Celebro la amistad junto a ellas porque son las contenedoras número uno de todas las románticas desgracias que cada una de nosotras ha vivido. Les damos las gracias por atender nuestros llamados de emergencia cual 911, les agradecemos ser todo oídos para escuchar una y mil veces la misma historia y empatizar con nuestro dolor.
Además, pienso y digo: ¿Quién no se ha topado a lo largo de la vida, y de manera sorpresiva, con unos ojos morochos hipnóticos que la miren de diferente forma? Si digo diferente es porque, con seguridad, nunca habrán sentido que las miren así y posiblemente también se hayan quedado en modo estatua observando fijamente a esos ojos sin reacción alguna como si hubieran ingresado a un quirófano para una cirugía a corazón abierto.
Estimo, que en ese mismísimo instante, sus cabezas se llenaron de pensamientos e interrogantes como: “Tan seductor y está soltero”, pero ¡diooos! ¡Por qué ser tan dramáticas, si aún no hemos escuchado sus primeras palabras de conquista! ¿Por qué anticiparse a suponer cosas que no sabemos, si todavía no hemos conocido al candidato? ¿Y si solo nos encontráramos en una especie de delirio tipo amor narcótico, como la canción de Chichi Peralta, y nada que ver? Sin embargo, y en estos casos, las mujeres no tenemos delirio sino que tenemos intuición (risas). De todos modos pienso: ¿Y si probablemente este bandido no haya encontrado su media naranja y seamos nosotras esa mitad que logre completarlo? No, mis tesoras, justamente los ladrones de corazones no tienen su otra mitad ¡porque no quieren una! En realidad, estos hombres, a la hora de ocasionarles a ustedes un dolor agudo en el alma, con certeza les puedo afirmar que para ellos tener una naranja, una manzana, una pera, un ananá o un durazno les da lo mismo. En definitiva, cualquier cesta de frutas les viene bien.
Colocar esperanzas en que en esta oportunidad el amor ha tocado vuestras puertas, sepan, queridas mías, que otra vez se metieron de lleno en otra desdicha amorosa y el sentido común no las ha acompañado. A esta altura creo que la única esperanza que podemos tener es hacer uso de nuestra energía focalizada en nuestro amor propio para no estar destinadas a una nueva desilusión amorosa que dure menos que un suspiro. En efecto, en esta aventura sentida y llena de pasiones, pero con unos cuantos sinsabores emocionales, tirarse sin paracaídas con estos señores no sería la opción.
Según mi punto de vista, los hombres mujeriegos eligen ese modo de “relación amorosa temporal y con fecha de caducidad” porque:
1) Lo llevan prácticamente en su ADN, así lo quieren así y así lo disfrutan. Todo ese ímpetu que estos ponen inicialmente en hacerlas sentir por un rato mujeres únicas e irrepetibles, no duden que se acabará pronto. Las relaciones estables y comprometidas no son para ellos. Una mujer con buenas intenciones les durará menos que un helado al sol.
2) Su principal característica de perpetua soltería está relacionada a su libre albedrío y estimo que, ni aun pasando por su cadáver se negociará de ninguna manera. A mi criterio, no es algo de lo que podamos hacer un juicio de valor, porque cada persona decide y satisface su realidad amorosa y sexual como le plazca, pero dentro de este análisis no estaría de más recordarnos que muchas veces las mujeres hacemos oídos sordos cuando un hombre nos dice que no quiere compromiso con nosotras de forma explícita. ¿Es que tenemos un tapón en los oídos? ¿Es que sentimos que los podemos cambiar como cuando cambiamos un producto en el supermercado porque no nos gusta? ¿Es que fantaseamos quizás en que podamos ser la “favorecida en el sorteo” y marcar la diferencia corriendo mejor suerte en su inestabilidad tan apasionada y sin tapujos? En esta instancia me avalan en el mercado cuarenta y siete años de experiencia para afirmarles a sus correspondientes y sensibles espíritus que a estos bandidos ninguna mujer les será suficiente.
3) Prefieren y deciden tener alrededor una extensiva e infinita lista de mujeres porque en el fondo no son capaces de quedarse con ninguna de ellas.
4) Porque defienden de modo convincente la tendencia a satisfacer sus propios deseos y dedicarle mayor tiempo a sus progresos en el área laboral. Por consecuencia, la responsabilidad de una relación les alteraría la concreción de sus objetivos (eso es lo que ellos dicen, pero no lo que podría suceder). La expresión comúnmente utilizada que dice: “Detrás de un gran hombre existe una gran mujer” no sería válida para estos hombres con estas características.
5) Porque el evitar el compromiso con una única mujer también es un modo de evadir sus propios conflictos, que han mantenido en su íntima historia personal como, por ejemplo, una posible ausencia materna (por supuesto que esta interpretación analítica corre exclusivamente por mi cuenta y por algunos libros que han pasado por mi vista). Por lo tanto, se conducen de una mujer hacia la otra con un patrón repetitivo porque hay algo que no han conocido y que por ende no encontrarán. En otras palabras, ninguna persona puede dar lo que no tiene. Por mi conocimiento adquirido, no me detengo a hacer un juicio de valor al respecto ya que esa conducta, si tiene un origen deficitario (donde se incurre en una viable falta afectiva en el orden de lo individual), creo conveniente que estos hombres, de acuerdo a este perfil, no la reconocen o no la han identificado, por tal motivo, ello quedará bajo su absoluta privacidad y no es nuestra labor invadir fibras íntimas de su historia. De todas maneras, en lo que a mi profesión respecta y ante lo escrito anteriormente, me es inevitable analizar algunos factores psicológicos de mi disciplina. Retomando lo dicho hasta aquí, considero que estos hombres buscan y eligen mujeres sustitutas por aquello que no tuvieron y, además, así las eligen porque es una manera de mitigar o amortiguar el dolor que se encuentra en el inconsciente, utilizándolo como un mecanismo de defensa. Muy escuetamente explico que los mecanismos de defensa actúan como un modo totalmente incorrecto de resolver los conflictos psicológicos. Por tal motivo es que este tipo de perfil se conduce en su realidad en una búsqueda recurrente de sustitutos imposibles de satisfacer ya que es un conflicto psíquico infantil en la vida anímica, como lo especifiqué anteriormente. En este caso, no quiero que nos demos una justificación tranquilizadora hacia nosotras mismas y que pensemos que no somos opción para ellos porque han carecido de amor tempranamente, sino más bien la reflexión estaría destinada a que ninguna de nosotras tiene que ocupar o ejercer un rol que no nos corresponde. ¿Quién no ha querido “apapachar” a estos desamparados como si fuésemos una fundación de pobres y ausentes? ¿Han escuchado la palabra apapachar? Su significado está relacionado a acariciar con el alma, contener, abrazar. Continuando y haciendo referencia a este punto número cinco digo: la historia de vida de estos hombres las flasheó y las conmovió hasta las lágrimas por su estremecedor relato, pero contemplen que nada podrán hacer con ellos si es que estos no concurren a un profundo trabajo psicoterapéutico donde puedan resolver y elaborar sus carencias y privaciones afectivas de base. No será nuestro trabajo reeducar ni insistir emocionalmente a un hombre que posee una resistencia a abrirse en sus afectos como una puerta blindada. Me es oportuno recomendarles el libro maravilloso y eterno de Robert Fischer El caballero de la armadura oxidada, allí tendrán un pensativo recorrido para dar cuenta de que las personas en muchas oportunidades se ponen barreras a sí mismas para que nadie pueda hacerles daño. Saquen ustedes sus conclusiones.
6) Son hombres con una resaltada fobia amorosa y carecen de responsabilidad emocional para comprometerse, y a la mínima demostración de cariño huyen en la carretera como el dibujo animado de Speedy González, porque su objetivo y en su realidad (que es diferente a la de ustedes) solo buscan el sentimiento de placer propio o, en tal caso, buscan momentos fugaces para ofrecer y recibir afecto. De esta manera, este tipo de conductas tienen un fin que es el de no exponerse a la posibilidad de abrir el freezer