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La ESI conforma una excelente dupla con la ternura, constituyéndose así en una herramienta central para vivir y convivir en las instituciones educativas. Ayuda a resolver desacuerdos ante las diferencias y en los conflictos de convivencia, alojando las emociones sin enfrascarlas y acerca a las familias cuando la desconfianza y las denuncias toman la escena. En este libro se comparten propuestas y experiencias innovadoras que arman lazos entre docentes y familias y al mismo tiempo, resguardan a lxs docentes cuando sufren acusaciones injustas e inverosímiles. A partir del análisis de sus distintas puertas de entrada, se propone reflexionar en sus logros y también en los temas aún pendientes para avanzar en su implementación. Los distintos desafíos viajan a través de conversaciones, cartas, anécdotas y reflexiones que la autora mantiene con la ESI, quien toma la palabra para responderle y dialogar, también, con docentes y familias. Conversaciones y cartas que pueden transformarse en valiosos recursos para compartir y recrear. Para pasar del desencuentro a entramados de ternura en las instituciones de todos los niveles. Tarea urgente si las hay.
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Seitenzahl: 342
Veröffentlichungsjahr: 2025
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Liliana Maltz
Conversaciones con la ESI
Entre desencuentros y entramados de ternura
Cartas, diálogos y reflexiones acerca del convivir en las escuelas
Maltz, Liliana
Conversaciones con la ESI : entre desencuentros y entramados de ternura : cartas, diálogos y refl exiones acerca del convivir en las escuelas / Liliana Maltz. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico, 2025.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-631-6603-71-5
1. Educación Sexual Integral. 2. Ley de Protección Integral de Los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes. 3. Abuso de Menores. I. Título.
CDD 372.372
Dirección general: Daniel Horacio Kaplan
Coordinación pedagógica: Ada Kopitowski
Corrección de estilo: Miriam Steinberg
Diseño de cubierta: Sabrina Ricci
Imagen de cubierta: Liliana Maltz. “Entramándonos en rondas alrededor de la ESI”
Imagen de contracubierta: Liliana Maltz
Imágenes del interior: Ilustraciones de Liliana Maltz y de Laura Jaite, flaticon.com, es.123rf.com y material suministrado por la autora y colaboradores.
Fotografías del Capítulo 6 (congreso de ATEN): Federico Floriano
Diseño y diagramación del interior: Pablo Gastón Taborda
Los editores adhieren al enfoque que sostiene la necesidad de revisar y ajustar el lenguaje para evitar un uso sexista que invisibiliza tanto a las mujeres como a otros géneros. No obstante, a los fi nes de hacer más amable la lectura, dejan constancia de que, hasta encontrar una forma más satisfactoria, utilizarán el masculino para los plurales y para generalizar profesiones y ocupaciones, así como en todo otro caso que el texto lo requiera.
Las referencias digitales de las citas bibliográficas se encuentran vigentes al momento de la publicación de este libro. La editorial no se responsabiliza por los eventuales cambios producidos con posterioridad por los responsables de los respectivos sitios y plataformas.
1º edición, abril de 2025
Edición en formato digital: junio de 2025
Noveduc libros
© Centro de Publicaciones Educativas y Material Didáctico S.R.L.
Av. Corrientes 4345 (C1195AAC) Buenos Aires - Argentina Tel.: (54 11) 5278-2200
E-mail: [email protected]
ISBN 978-631-6603-71-5
Conversión a formato digital: Numerikes
No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.
Cubierta
Portada
Créditos
Acerca de la autora
Agradecimientos
Epígrafe
Prólogo
Algo más de la cocina. (Confesiones)
Introducción. Conjugando verbos que nos entramen
Nota de la autora
Capítulo 1. ¿Cómo queremos vivir y con-vivir? Cuando armar lazos deviene tarea urgente
Tejiendo pensamientos. Sobre la convivencia
Acerca del convivir
El impacto de las redes o de las plataformas de la expresividad
Disolución de lo común y discurso del odio
Dificultades para armar un nosotrxs
Miedo en las instituciones
Las personas adultas, ¿dónde están?
Capítulo 2. Cuando la ESI se hace presente en cada gesto cotidiano
Anecdotario
Varela y la ESI
Capítulo 3. ESI y educación emocional. ¿Gestionar las emociones desde la educación emocional o armar tramas desde la ESI?
“Estado de WhatsApp”. Marcela Alluz
Tejiendo pensamientos
Acerca de un estado de WhatsApp que deviene en estado de escucha y de mirada
Cruzando ejes y puertas de entrada
Regulando las emociones
¿Fuimos felices y comimos perdices? ¡Pobres perdices!
Las emociones: ¿sustancias o relaciones?
Las emociones, ¿de la mano del proyecto histórico de las cosas o de los vínculos?
¿Qué pasa con la empatía?
Planificando desde la educación emocional y emojional
Planificando desde la perspectiva de la ESI
Leyes de la EE
Selección de materiales literarios y audiovisuales
Niveles inicial y primario
Otras sugerencias
Nivel medio
Series
Materiales del Ministerio de Educación de la Nación - PNESI
Capítulo 4. La ESI como contra-pedagogía de la crueldad. Entramados de ternura
Varieté de la ternura
Voces, reflexiones y sentipensares en su homenaje
Palabras del Movimiento Federal xMásESI
La ESI es una pedagogía del cuidado y de la ternura
ESI es vincularnos amorosamente
Palabras de Carlos Skliar
Palabras de Rita Segato
Palabras de Olga Tokarczuk (discurso al recibir el Premio Nobel de Literatura 2018)
Palabras de las infancias relevadas por Verónica Guerriero 6. ¿Qué es la ternura?
Palabras de la docente María Dulce Garrido
La ternura dice presente
Después de tan hermosos decires, mi homenaje
Tejiendo pensamientos
Indiferencia cruel
Masculinidades y crueldad
No es todo lo mismo
Masculinidades y contra-pedagogías de la crueldad
Conversando con la ESI
Registrando privilegios
Espejito, espejito…
Capítulo 5. Encuentros y desencuentros entre familias, escuelas y la ESI
Instituciones escolares: ¿territorios de sospecha o de ternura?
Tejiendo pensamientos
“Las tramas”. Marcela Alluz
“Un monstruo en mi cuarto” (fragmento). Miguel Ángel López
Cuidar el cuerpo y la salud
Ejercer nuestros derechos
Garantizar la equidad de género
Valorar la afectividad
La escuela llora
Cuando el cuerpo duele
Conversaciones entre la ESI y María, mamá de Sol, quien piensa que fue su hija fue abusada por el docente de Música
Tejiendo pensamientos: sobre las creencias
La patética ingenuidad
“Por siempre Lucas inocente”. Olga Brunatti
Capítulo 6. ESI y relación con las familias. Experiencias innovadoras que enlazan
Tejiendo pensamientos: sobre el vínculo con las familias
Acerca del armado de espacios de cuidado. Del desencuentro al entramado
“Defi niciones Políticas y Pedagógicas en el marco de la complejidad social”. Carina García Iglesias
“Por el derecho de las infancias”. Ruth Flutsch
Una movida provincial
Acerca del acompañamiento sindical
“La ESI en disputa o la docencia bajo sospecha”. Fernanda Allende y Cristian Lermanda
Cuando la preocupación se convierte en ocupación
El acompañamiento de ATEN
Un paso más para cuidar a lxs docentes
Charla a fiscales y jueces
Un marco legal que también proteja a la docencia
Procedimiento por Alerta R-144
Ampliando la protección legal 18
Resguardo y reparación pública
Acuerdos paritarios
Proyecto Ley Facundo
Yo te acuso, vos me acusas, nosotrxs nos acusamos
“Del otro lado”. Fernanda Deluca
Epílogo
Tejiendo pensamientos: sobre las grietas
Capítulo 7. De nuestros todavía y nuestros logros
Pensar nuestros todavías desde las puertas de entrada
Porque multiplicar es la tarea, es la tarea
De nuestros logros
Cartas de festejo y agradecimiento
Palabras de familias relevadas en talleres de crianza y ESI 31
Palabras de estudiantes de distintos IFD relevadas en seminarios de ESI
Palabras de estudiantes, principales destinatarios de la ESI 32
Palabras de docentes en ejercicio relevadas en encuentros de capacitación
Un cierre que abre
Bibliografía
Marco legal de la ESI
Materiales de ESI para diferentes niveles
Materiales de ESI para Nivel Inicial
Materiales de ESI para Nivel Primario
Materiales de ESI para Nivel Secundario
Repositorio del Movimiento Federal xMásESI
Tabla de contenidos
LILIANA MALTZ. Licenciada en Ciencias de la Educación (UBA). Psicóloga social (Escuela de Psicología Social “Enrique Pichon-Rivière”). Diplomada superior y especialista en Gestión y Conducción del Sistema Educativo y sus Instituciones (FLACSO) y diplomada en Ciencias Sociales con Mención en Psicoanálisis y Prácticas Socio-Educativas (FLACSO).
Capacitadora y asesora externa en instituciones educativas del ámbito público y privado y en espacios comunitarios en temas referidos a la Educación Sexual Integral y al vínculo familias-escuelas.
Docente en diferentes ámbitos, postítulos y especializaciones, entre otras: de la Diplomatura de Educación Sexual Integral de la UNTREF; de la carrera de Especialización en Psicología Vincular de Familias con Niños y Adolescentes y de la Maestría en Vínculos, Familia y Diversidad Sociocultural en el Hospital Italiano; de la diplomatura “Problemáticas subjetivas en el campo de la educación. Intersecciones y articulaciones entre educación y salud mental” de la Universidad Nacional de Chaco Austral (UNCAUS), de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) y Punto Seguido.
Integrante del colectivo XmasESI.
Fue capacitadora en el área de Nivel Inicial y de ESI en la Escuela de Maestros perteneciente al Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2003-2022). Se desempeñó como profesora de ESI en distintos institutos superiores de formación docente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (2011-2015). Fue coordinadora del área de Educación Sexual Integral y técnica nacional en el Programa Nacional Interministerial de Desarrollo Infantil “Primeros Años” dependiente de Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (2009-2014).
Ha escrito diversas notas y artículos sobre la ESI y publicado para la colección “0a5, la educación en los primeros años” de la editorial Noveduc los libros Vaivenes de la ternura. ESI en el Nivel Inicial. Distancias y cercanías entre familias y escuelas (2021), reconocido de interés para la Promoción de los Derechos de las Mujeres, Género y Diversidades por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en 2023; y Educación Sexual Integral. Una oportunidad para la ternura (2018).
En caso de que quieras comunicarte con la autora, podés contactarla escribiendo a:
@lilimaltz
A filósofxs y autorxs que me ayudaron a entender los complejos tiempos que estamos atravesando y poder generar así, nuevas reflexiones.
A todas las personas que colaboraron con amorosidad y están presentes con sus valiosos aportes y testimonios en las páginas de este libro: a Marta Guerrido, Fernanda Deluca, Olga Brunatti, Carina García Iglesias; a lxs colegas de ATEN: Fernanda Allende y Cristian Lermanda. A Florencia Bruno, Virginia Mora Bernuchi, Cecilia Peña y Belén Humphreys, por las potentes voces estudiantiles compartidas. A Verónica Guerriero, por sus aportes y especialmente por su lectura y mirada profesional y generosa.
A Marcela Alluz, por prestarme su pluma exquisita, a Laura Jaite, por poner voz con sus bellísimas ilustraciones y a Federico Floriano, por las fotos.
A Mariela Padula, por las sugerencias de libros infanto-juveniles tan necesarios.
Al colectivo XmasESI, refugio y resistencia imprescindible para defender y ensanchar la ESI. Para cuidarla y cuidarnos en ese camino.
A queridxs colegas, docentes, directoras y supervisoras que conocí gracias a la ESI, tanto presencialmente como en las redes y con quienes fuimos armando tramas de sostén y aprendizaje compartido.
A familias, infancias y adolescencias, cuyas voces me interpelan para seguir pensando.
A Florencia Lagos, porque transitar su taller me animó a ilustrar la tapa y a acompañar con producciones mías este libro.
A todos mis afectos, amigxs y familia, porque sus mimos y cuidados enriquecen mi vida y mi escritura.
A mis hijxs Dani y Santi Korovsky, porque casi sin proponérselo, son grandes promotores de la ESI a través de sus producciones artísticas. Y porque lxs amo.
A mi compañero de vida, Gustavo, por su “estar ahí” que hace mejores mis días. Por mostrarme que no hay límite de edad para deconstruirse y por sus enormes y valiosos aportes en la corrección de este libro.
A mi gata Varela por todas sus enseñanzas, que decidí compartir también en estas páginas.
Y finalmente, te agradezco a vos, ESI, porque me prestaste tus lentes para revisarme, revisar mi vida y actuar en consecuencia. Porque me encanta y divierte dialogar con vos. Y, especialmente, porque nuestras conversaciones fueron el mejor refugio en los tiempos que corren.
¿Cómo construir posibilidades de intercambio que reactiven la ternura, el reconocimiento y la circulación afectiva y discursiva? ¿Cómo construir espacios de trabajo creativo en los pliegues de la vida precarizada?
Franco Berardi (Bifo), 2007.
Cuantos más hilos se trenzan
más hermoso es el diseño
reflejando los colores
que pintan el universo.
La belleza de la trama
le viene de lo complejo.
Requiere mucha paciencia
hacer un tejido nuevo.
Hay que ponerle coraje,
bordar gozo y sufrimiento
con la fuerza de tus manos,
los latidos de tu pecho.
Hay que inaugurar talleres
donde viva lo diverso,
refugios de la esperanza,
lugares de nacimiento,
donde nadie quede afuera
de la fiesta y el encuentro.
(…)
Humberto Pegoraro.La belleza de la trama(2008)
Te quiero contar que después de tantos años volverse a encontrar es muy necesario.Mirarse otra vez,así, de nuevo, cara a cara saber cómo estás, decir todo lo que hace falta.
“Te veo bien”. Hugo Midón y Carlos Gianni 1
Queridx lectorx:
Haciendo mías estas bellas palabras de Midón y Gianni, quiero invitarte, también, a jugar e imaginar.
Quiero invitarte a iniciar un nuevo recorrido de la mano cálida y protectora de la Educación Sexual Integral.
Especialmente quiero invitarte a dialogar conmigo y con la ESI para reflexionar y analizar temas complejos, necesarios y urgentes que nos atraviesan y atraviesan hoy a las escuelas de todos los niveles. Y no solo a las escuelas.
Esos temas que nos sacan, las más de las veces, el sueño. ¿Algunos ejemplos?
Dificultades para vivir juntxs entre pares, entre colegas y con las familias mientras la crueldad acecha debilitando nuestros lazos. Pero no te preocupes, contamos con la ternura, acompañada por la ESI, dándole batalla.Desconfianzas, miedos y denuncias tiñendo los vínculos en las instituciones escolares.El avance de la educación emocional con el fin de autogestionar y autocontrolar las emociones, de la mano de un mandato de felicidad que patologiza algunos sentires como la tristeza.Algunos todavía de la ESI para avanzar en su implementación. Reconocerlos con el propósito de elaborar estrategias y también, visibilizar y compartir sus logros para disfrutarlos y expandirlos.Si aceptás mi invitación –y de todo corazón, espero que la aceptes–, nos seguiremos encontrando a lo largo de estas páginas.
Y si nos seguiremos encontrando, será bueno contarte algo de la cocina de este libro que vas a comenzar a recorrer.
La idea del formato de cartas o conversaciones tiene el sentido, no solo de hacer más amables contenidos espinosos, sino también porque lo entiendo como un valioso recurso para compartir, replicar o reinventar en las instituciones.
Como docente y capacitadora en las escuelas, solía y suelo registrar que el tener determinados saberes no necesariamente garantiza encontrar argumentos puntuales frente a ciertos cuestionamientos u objeciones hacia la ESI a la hora de conversar con familias, estudiantes o colegas.
Acercar reflexiones, preguntas, intervenciones que surgen del territorio escuela en un formato coloquial y dialógico tiene la intención de colaborar en la construcción de una mirada empática y cercana a diversas problemáticas de la cotidianeidad escolar.
Te vas a encontrar con cartas que la ESI me escribe y les escribe también a docentes y familias, así como con apartados en los que voy tejiendo pensamientos dirigidos hacia vos y con notas de colegas que aportan sus valiosos testimonios a diversos temas que se abordan en el libro.
Porque jugar también es cosa de grandes, te invito, entonces, a participar de este recorrido que, entre diálogos y epístolas, nos va dando pistas para pasar del desencuentro a entramados de ternura en las instituciones.
Tarea urgente si las hay.
Lili
Estuve mucho tiempo pensando en el título del libro. Días, semanas, meses, armando frases, ensayando palabras, buscando ideas en diferentes espacios. Me preguntaba: ¿cómo sintetizar todas las conversaciones, cartas y contenidos desarrollados en los diferentes capítulos? Hay una idea rectora: los aportes de la ESI para convivir en las escuelas en un contexto que debilita los lazos, pero ¿cómo incluir otras ideas que también están presentes?
En medio de mi confusión decidí, por primera vez dar un gran salto: recurrir a la IA (inteligencia artificial), y consultar con el ChatGPT.
Más allá de no haber tomado textualmente sus propuestas, en honor a su aporte, a las pertinentes fundamentaciones dadas que se vinculan muy bien con el libro y especialmente, para dar cuenta de mi esfuerzo por estar a tono con la época, quiero dejar asentado el intercambio:
Lili: Un nombre sugerido para un libro que aborde el tema de la educación sexual integral como una herramienta para reflexionar acerca de las dificultades para convivir en las escuelas.
ChatGPT: Podría ser: “Trazando puentes: Educación Sexual Integral para la convivencia escolar”.
Este título sugiere la idea de utilizar la educación sexual integral como un medio para construir conexiones y promover una convivencia más armoniosa en el entorno escolar. La expresión “trazando puentes” evoca la idea de superar las barreras y los conflictos a través del diálogo, la comprensión y el respeto, mientras que “Educación Sexual Integral para la Convivencia Escolar” enfatiza el enfoque educativo integral que busca no solo abordar temas sexuales, sino también fomentar valores de respeto, igualdad y empatía en el contexto escolar.
Lili: Un título sugerido para un libro que imagine conversaciones con la Educación Sexual Integral (ESI) sobre diversos temas relacionados con su implementación.
ChatGPT: Podría ser: “Diálogos con la ESI: explorando caminos para su implementación”.
Este título transmite la idea de que el libro se trata de una serie de diálogos imaginarios con la ESI, donde se discuten y exploran diferentes aspectos de su implementación. La palabra “Diálogos” sugiere que el libro presenta conversaciones dinámicas e interactivas, mientras que “Explorando caminos para su implementación” indica que el objetivo es reflexionar sobre cómo llevar a cabo la ESI de manera efectiva y significativa.
Sorprendente, ¿no? ¡Y hasta se refiere a la ESI desde una perspectiva integral!
Justamente este es uno de los propósitos del libro: elaborar estrategias para fortalecer la implementación de la ESI. La eficiencia no es una palabra que me encante, como propone el ChatGPT, dado que tiene cierto aire de gestión empresarial. Pero rescato la idea de significativa en tanto poder avanzar de manera integral y transversal, dos aspectos centrales de la educación sexual integral e imprescindibles también para pensar las problemáticas de la convivencia.
La invitación a jugar comienza. Como te anticipé, en el libro muchas de las reflexiones llegan en formato de cartas y conversaciones, así que ya le doy lugar a la ESI para que haga su entrada antes de que cierre el prólogo.
Querida Lili:
Quiero contarte que me resulta un hermoso desafío pensar juntas mis aportes para convivir en las escuelas en un contexto tan complejo, y me alegra saber que a lo largo de estas páginas iremos pensando estrategias para acercarnos a este objetivo.
Pero… antes de pasar al otro apartado y esperando que no te ofendas, tengo que confesarte algo: tengo ciertos prejuicios respecto de la inteligencia artificial. Creo que, como muchos dispositivos, es importante estar advertidxs de las ventajas y desventajas y, especialmente en las escuelas y como docentes, nos obliga a repensar nuestro lugar y las consignas que damos al estudiantado.
Un filósofo francés, Eric Sadin (2023) plantea que este auge de la IA se inscribe en el fenómeno de la creciente automatización de los asuntos humanos y que terminamos delegándole a estos sistemas la facultad de producir lenguaje y representación.
Nuestra lengua es una lengua hecha de vitalidad, de inventiva constante, no de algoritmos ni procesamientos semánticos hipersistematizados, como refiere este autor.
No quisiera extenderme mucho más, entiendo que es un recurso sumamente valioso para algunas cuestiones, pero creo que las personas adultas, y especialmente en las instituciones educativas, necesitamos abrir debates al respecto. Necesitamos tomar recaudos para que no afecte la creatividad, el lenguaje, el aprendizaje individual y grupal y especialmente en lo que a mí respecta, el valor del trabajo compartido.
¡Ah! Una cuestión más, es fundamental que todo el estudiantado y la docencia puedan tener el acceso a estos recursos tecnológicos para no aumentar la brecha y la desigualdad, dado que todavía hoy hasta el acceso a internet o incluso, a computadoras, es muy desigual y desparejo en las escuelas de toda la Argentina.
Igual, vuelvo a decirte, Lili, ¡bien por animarte a explorar algo nuevo!
ESI
¿Cómo ofenderme con estas palabras de la ESI? Tenemos mucho para aprender de ellas y en lo personal, me comprometo a seguir profundizando en el tema.
Y ahora sí, como un aporte más, comparto estas bellas estrofas de Daniel Russo Rendo (“Cómo hacerte saber”, 1978, fragmento):
Que quien siembra muros, no cosecha nada.
Que casi todos somos albañiles de muros.
Que sería mejor construir puentes.
Que sobre ellos se va a la otra orilla, y que también se vuelve.
Que volver, no implica retroceder.
Que al retroceder, también se puede avanzar.
Si bien ser albañiles de muros es más funcional a la época, construir puentes con sus vaivenes y hacer de las escuelas “refugios de la esperanza donde nadie quede afuera de la fiesta y el encuentro” es la tarea. Es nuestra tarea.
Y te propongo ir pensándola juntxs a lo largo de los capítulos que conforman el libro.
NOTA
1. Canción del álbum Vivitos y coleando 1, 1990. Música de Carlos Gianni y letra de Hugo Midón.
ESIar: verbo que significa “ensanchar la ESI”. Verbo de primera. Se conjuga solo en plural. Onomatopéyicamente, y no es casual, se confunde con “desear”. Se opone a “adoctrinar”. Otros verbos afines: acompañar, cuidar, defender, empoderar, respetar, alojar.
Querida ESI:
Acá estoy. Asumiendo el desafío de conjugar a lo largo de estas páginas el verbo ESIar, que inventé pensando en vos. Y conjugarlo no solo en plural, junto a cada lectorx, sino privilegiando el gerundio, ese tiempo a veces denostado, pero que nos invita a sostenernos en el tiempo, poniendo el acento en los movimientos, en los procesos, en los devenires. En los vaivenes.
Acá estoy. Atravesando esta sensación extraña de dar inicio a un nuevo libro, afectos que me cuestan reconocer: ¿ansiedad?, ¿alegría?, ¿susto? Y me pregunto, gracias a tus enseñanzas: ¿y si mejor no defino estas emociones? ¿Si las sostengo en mi cuerpo, así, mezcladas, ambiguas, desordenadas, sin intentar ubicarlas en algún casillero, o designarles un color determinado, como proponen algunos libros ligados a la educación emocional? Permitime aclararle al lectorx que sobre esta cuestión hay un capítulo completo en el que explico tus diferencias con la educación emocional, para que lo pueda entender mejor, que no se preocupe. Acá estoy. Analizando qué de nuevo puedo decir o profundizar teniendo muy presente todo lo que se viene escribiendo desde hace muchos años y habiendo tanto y tan buen material que habla de vos.
Me animaron a escribir estas palabras de la pedagoga Silvia Duschatzky: “no se trata de ofrecer universos del saber, sino problemas y perspectivas. De sondear obstáculos, tantear surcos, inagotar las cosas” (2023, p. 138). Posiblemente este sea el sentido de nuestras escrituras: analizar problemas y perspectivas, sondear obstáculos, abrir surcos y caminos. Abrir y no cerrar.
Por otra parte, tenés razón al explicarme que no necesariamente tenemos que “descubrir América” cada vez. Que compartir experiencias y anécdotas en diversos espacios en los que estás presente, darle lugar a la pluralidad de voces que transitan las escuelas, alojar nuevos vaivenes y profundizar en otros ya conocidos, que acercan y alejan a las familias, ofrecer reflexiones y propuestas para ser recreadas teniendo en cuenta tanto el contexto como el valor de lo situado, continúa siendo valioso y necesario.
Socializar nuestra relación epistolar y conversaciones con nuestrxs queridxs lectorxs, tiene el propósito de ser una invitación a registrar, escribir y compartir sus propias experiencias, generar ecos y resonancias y especialmente, me interesa que a partir de esta lectura se multipliquen nuevas ideas y diversos puntos de vista, reconociendo que ni vos ni yo nos ubicamos en el lugar de la verdad sino que venimos a ofrecer un punto de vista, una perspectiva, como plantea Duschatzky, entre tantas otras posibles. Por eso, te comparto estas bellas estrofas de Tabaré Cardozo 1: La verdad no es verdad / si es la hija de verdades absolutas / vuela en la oscuridad / como pájaro perdido en una gruta2.
Y así, entonces, cobra sentido esta escritura.
De todos modos, hay un gran tema que me preocupa y ocupa ya desde hace un tiempo y que en este libro quiero desarrollar junto a vos. Tiene que ver con visibilizar tus valiosos aportes para pasar del desencuentro al entramado. A entramados de ternura. Para pensar: cómo convivir hoy en las escuelas. Para ese trazado de puentes, que analizamos en el intercambio con el ChatGPT. En un contexto epocal que fragiliza los lazos, que promueve el individualismo y la desconfianza, deviene imprescindible compartir preguntas, reflexiones y estrategias para afianzar y fortalecer nuestras comunidades escolares. Y las que están fuera de las escuelas, también.
Acá estoy. Con mi mochila abierta para llenarla con nuestros recorridos, tensiones y logros. Pero también con nuestros todavía. Esos todavía que dan cuenta de aquello pendiente, no resuelto, que nos enseñaste a visibilizar y a darles tiempo. Incluso aceptar que algunos nos van a acompañar por un largo trecho. Porque, creo, de eso se trata aprender, de aceptar nuestros todavía para traccionarlos y reconocer que nadie está exentx de ellos. Acá estoy, aclarando el lenguaje que vamos a utilizar y que vos me enseñaste a cuestionar. Por eso, tomo prestadas las palabras de Norma Loto (periodista feminista y docente universitaria) cuando refiere que:
El lenguaje no sexista y el no binario posee, al menos, cuatro características que contribuyen a la pedagogía de la inclusión: aporta a la percepción de todos los matices de la humanidad; apela a la creatividad discursiva; fomenta la crítica de idearios dominantes y sobre todo apunta al reconocimiento, porque si bien la autopercepción empieza por cada unx, solo se consolida cuando otrx te reconoce como tal.
En lo personal, me gusta llamarlo lenguaje del reconocimiento, porque muchas veces las palabras llevan implícito una confirmación del ser, de la autopercepción. (Carbajal, 2022)
Y comparto, entonces, con Loto, esta expresión tan bella de lenguaje del reconocimiento. Reconocer a la otra persona y respetar el modo en que quiere ser nombrada es alojarla con nuestras palabras. Incluso ni siquiera es necesario entender conceptualmente todas las diversas maneras de vivir y expresar la sexualidad para revisar el lenguaje. Solo se trata, ni más ni menos, de hacerle lugar a todos los matices de la humanidad.
Es por ese motivo, querida ESI, que, en mis escrituras, ya desde hace unos años, elijo escribir con la X. Porque es la manera que me resulta más cómoda y amigable para este reconocimiento de la diversidad y para no hacerlo de manera binaria. Atravieso, como muchas personas, un proceso de revisión, entendiendo que este cambio no se puede imponer ni a unx ni a otras personas por decreto ni tampoco exigirlo de un momento a otro. Demanda tiempo. Pero lo que no se debería hacer es prohibir el lenguaje inclusivo. Estaríamos con la prohibición, no solo vulnerando un derecho, sino violentando a muchas personas, desde un supuesto poder que define lo normal y lo que está por fuera de esa norma. Es posible, lo sé, que genere cierta molestia en algunx lectorx. Pero bienvenida esa incomodidad. Revisar el lenguaje implica desnaturalizar un modo de hablar que lejos de ser natural, oculta relaciones dominantes y desiguales de poder.
Implica visibilizar la violencia simbólica, concepto del sociólogo Pierre Bordieu (2000), oculta en el lenguaje y que, como una forma de dominación, da sentido a la estructura social jerárquica en la que vivimos. “Se caracteriza por estar naturalizada en nuestras prácticas y discursos cotidianos y esta naturalización hace que no logremos pensar de forma crítica la manera en la que percibimos y reproducimos las desigualdades” (Universidad Nacional de Mar del Plata, 2019, p. 6). Desde el lenguaje podemos, o no, practicar una ética del cuidado, una política y una poética de cuidados. Por eso esta elección.
Acá estoy, entonces, animándome a conjugar junto a vos y en plural esos verbos que te gustan tanto: cuidar, alojar, respetar, compartir, reconocer, ternurear, docentear. Me gusta mucho este último verbo, que vos conocés tan bien. Por las dudas, le explico a nuestrxs lectorxs: docentear es abrir nuevos mundos posibles. Abrir puertas y posibilidades. Abrir preguntas. Y caminos. Y sueños. Abrir futuros.
Abrir nuevos mundos posibles, puertas y posibilidades.
Es un verbo que, además, rima muy bien con esperanzar, ¿lo conocías? ¡Ese no lo inventé yo! Es de nuestro querido maestro Pablo Freire. Me gusta porque él nos aclara que esperanzar no es esperar, muy por el contrario: esperanzar es perseguir algo, construir, juntarse con otrxs para hacer las cosas de otro modo. Freire nos invita a imaginar, crear, actuar, transgredir y, especialmente, a comprometernos con la existencia humana. No es esperar a que las cosas sucedan, esperanzar es hacer que sucedan.
Por eso está en perfecta consonancia con docentear. Todos estos verbos que vamos a conjugar son verbos de la afectividad. Verbos que entraman. Verbos que arropan y acuerpan, escapándose de retóricas que encorsetan.
Acá estoy, en síntesis: ESIando.
Lili
“Docentear” rima con abrigar, albergar, cuidar, entramar, enlazar, enseñar, jugar, disfrutar, acompañar. Todos verbos “de primera” que se conjugan desde un “nosotrxs”. Que se conjugan desde cuerpos afectivos y afectados por su contexto. Cuerpos que no disocian el sentir, el pensar, el hacer… ¡y ¡el desear!
A lo largo del proceso de escritura y de edición de este libro se fueron suscitando novedades, revisiones y modificaciones respecto de la ESI como política pública en la Argentina. Las hemos ido contemplando en la medida de lo posible, hasta la fecha de edición (principios del 2025) teniendo en cuenta la complejidad del contexto y reconociendo que este proceso y sus devenires son continuos y dinámicos.
Una de las últimas modificaciones que me interesa destacar es la decisión, a comienzos de este año de dar de baja, por parte de autoridades nacionales y del GCBA, a valiosos materiales referidos a la ESI, de alcance gratuito, que estaban subidos en diferentes plataformas virtuales.
Frente a este panorama, con el movimiento federal xMásESI al cual pertenezco y al que hacemos referencia en el libro, junto a diferentes colectivos feministas y organizaciones, hemos ido resguardando estos importantes recursos en un sitio cuyo enlace se incluye además en la bibliografía para que toda persona interesada pueda continuar teniendo acceso a los mismos y colaborar de este modo con la continuidad de la implementación de la ESI, propósito central que también tiene este libro.
Enlace del Repositorio xMásESI:https://ruge.cin.edu.ar/documentos-y-publicaciones/85-repositorio-movimiento-federal-xmasesi
NOTAS
1. Cantante, compositor y murguista uruguayo.
2. Canción “Manifiesto de la media verdad”, de Tabaré Cardozo, para su álbum 39 de Febrero (2023).
Toda sociedad se debe dar a sí misma el presagio de una esperanza.
Eric Sadin, 2020.
Querida ESI:
Te confieso que tenía dudas si comenzar o no por temas espinosos, que nos incomodan, pero pensé que era importante ubicar algunas coordenadas espacio-temporales en las que estamos insertxs y obviamente, en las que están las escuelas para entender algo de lo que pasa y nos pasa.
Y, especialmente, decidí empezar por acá porque estoy cada vez más convencida que si bien son tiempos difíciles, sos una gran ayuda para transitarlos mejor. Sos, también, una valiosa herramienta con la que contamos para fortalecer nuestros lazos, armar redes, entramarnos, construir puentes y cuidarnos en un contexto más que complejo.
Por otro lado, nuestrxs lectorxs están invitadxs a recorrer este libro en el orden que prefieran, no es necesario hacerlo por el que marcan los capítulos.
¿Comenzamos?
Para ir entrando en tema, inicio con estas bellas palabras de nuestro querido escritor Eduardo Galeano, en “Ventana sobre el miedo” (Galeano, 2015).
Miedo a la puerta sin cerradura, al tiempo sin relojes, al niño sin televisión, miedo a la noche sin pastillas para dormir y miedo al día sin pastillas para despertar. Miedo a la multitud, miedo a la soledad, miedo a lo que fue y a lo que puede ser, miedo de morir, miedo de vivir. (…)
Te propongo ahora, continuar con algunas escenas escolares y frases que se escuchan en las escuelas.
“En la escuela armamos toda una movida para modificar los baños de manera no binaria, pero ni bien se enteraron, un grupo de familias vinieron a protestar y por temor a que se genere más lío, dejamos ese proyecto para más adelante”. (Testimonio de una directora de escuela media)
“Desde que filmaron a una colega con el celular, alterando lo que dijo y haciéndolo circular, empecé a sentir miedo cuando entro al aula”. (Testimonio de una profesora de escuela media)
“Me animé a denunciar a una familia por maltrato a mi alumna junto a otras colegas, pero cada vez que salgo de la escuela, tengo miedo a una represalia por parte de su papá”. (Testimonio de un docente de escuela primaria)
“Tengo una directora que, a pesar de que la ESI es ley, no me deja abordar algunos temas, porque dice que mejor lo charlen con las familias, que el contexto es muy complicado y no quiere problemas”. (Testimonio de un docente de Nivel Primario)
“No enseño más el rol en el Nivel Inicial, después de las denuncias que sufrieron varios compañeros, me da miedo tocar a los chicos”. (Testimonio de un docente de Educación Física de Nivel Inicial)
“No tengo ningún problema en que en la sala cada nene o nena se disfrace con lo que quiera, por fuera de estereotipos, pero a la salida del jardín o en los actos escolares, me da mucho miedo la reacción de algunas familias y vuelvo a ser ‘tradicional’”. (Testimonio de una docente de Nivel Inicial)
Seguramente te suenen conocidas y similares a otras tantas que vos podrías enumerar ¿no, ESI?
Por eso, me gustaría pensar junto a vos sobre este afecto que hoy está tan presente en nuestras vidas: el miedo.
Necesitamos hablar del miedo, darle lugar, ponerlo en palabras, pensarlo, atravesarlo, transformarlo en “medio”, en una bisagra para que otras cosas sucedan.
Cuando la época que vivimos nos propone privatizar el sufrimiento, quedarnos a solas con nuestro dolor y nuestra fragilidad; cuando nos propone avergonzarnos y responsabilizarnos en soledad por estos afectos; cuando nos propone ser, de este modo, albañiles de muros, es cuando más necesitamos socializarlo y pensarlo en comunidad.
Si no se habla, lo actuamos, creando cada vez más mecanismos de defensa y nos vamos transformando en instituciones puercoespín, abriendo así las puertas a la judicialización de las relaciones, buscando seguridad en actas y protocolos, creyendo que nos van a proteger de todos los peligros.
Resalto lo que nos recuerda la periodista María Pía López: “Pensar el miedo para que la vivencia de la fragilidad no nos arroje al sinsentido de la seguridad” (López, 2021).
Y esta es la propuesta a la que te invito. Pensar el miedo.
Acá vamos:
El miedo. Sentimiento que nos invade cotidianamente y se expresa en la rigidez de un gesto, en un estado permanente de tensión corporal que se acrecienta y no solo dentro de las escuelas. También si alguien se nos acerca en la calle. No sabemos bien de quién o por qué, pero nos tenemos que proteger. La sospecha se apodera del paisaje cotidiano.
Necesitamos permanentemente buscar mecanismos de seguridad.
¿De dónde surge esta sensación? De la percepción de que el/lx otrx ya no es mi semejante, ya no somos sujetxs marcadxs por las mismas leyes, como en la modernidad, y podemos esperar cualquier sorpresa de esa persona que devino en desconocida. Ya no hay códigos. Frase que resuena en nuestros oídos para poner palabras a esta sensación de imprevisibilidad y desconfianza.
Marcela Martínez, en su libro Cómo vivir juntos. La pregunta por la escuela contemporánea (2015), refiere a que esa desconfianza no depende del gesto real y concreto del otrx, sino que es una forma prefigurada de los vínculos colectivos.
Es decir, investimos a la otra persona con un ropaje amenazador e intenciones negativas, aún sin conocerla. El mercado, hoy el gran organizador de la vida, promueve el individualismo, la competencia, el “sálvese quien pueda” y convierte al otrx en un peligro, en un contrincante, especialmente en una limitación para la concreción de nuestros deseos individuales y la posibilidad de gozar y consumir libremente.
Se vuelve entonces necesaria y urgente, especialmente en las instituciones y de tu mano, la pregunta que Marcela nos propone: ¿Cómo vivir juntxs? Es decir, ¿cómo convivir y construir con esxs otrxs “peligrosxs” comunidades educativas?
Con estas preguntas resonando, me despido con un abrazo.
Lili
Querida Lili:
Comparto que la pregunta por el convivir es LA pregunta que hoy ocupa y preocupa a gran parte de las personas que habitan las escuelas. Es cierto y preocupante que el miedo esté tan presente en las instituciones y tenga un fuerte impacto para avanzar en mi implementación.
Recuerdo un concepto de Gilles Deleuze, filósofo francés, que refiere a que cada problema tiene la solución que se merece en función de la forma en que se plantea.
En ese sentido, necesitamos pensar la problemática del convivir en toda su complejidad, como un verdadero problema, en el sentido deleuziano: pensar en los bordes, por fuera de lo que se venía pensando e implicarnos en la búsqueda de alternativas. Comprender la época que atravesamos, pero a la vez, asumir nuestra responsabilidad respecto de lo que sí podemos hacer y de este modo, como refiere Franco Berardi, construir posibilidades de intercambio que reactiven la ternura.
Quería compartir estas bellas palabras del docente e investigador Carlos Skliar: “Cuando alguien con voz rendida piensa que ‘así son las cosas’, toda redondez se vuelve terco cuadrado, la lluvia fina se hace torrencial, los senderos se tornan fronteras y la ternura demora demasiado en regresar” (Skliar, 2024, p. 36).
Estoy convencida, igual que vos, que a pesar de los duros tiempos que estamos atravesando, algo podemos y vamos a inventar para que la ternura con sus tramas, se haga presente. Para que no demore en regresar.
Es por ahí, seguro.
Un abrazo.
ESI
Convivir: del latín convivĕre. “Vivir en compañía de otro u otros. / Coexistir en armonía” (Real Academia Española, 2014)1. Ilustración de una nena en una sala de cinco años (jardín de la Ciudad de Buenos Aires).
¿Cómo convivir? Cuando se instala la idea de que las diferencias se dirimen expulsando lo distinto para habitar el escenario del uno, tal como nos lo recuerda el filósofo surcoreano Byung-Chul Han (2017a), es decir, nos juntamos entre quienes pensamos igual y si es para estigmatizar, discriminar y diferenciarnos de esxs otrxs peligrosxs, mejor. Se nos hace muy difícil aceptar a quien piensa o siente distinto. Esto lo vemos cotidianamente en las escuelas y se ve reforzado por las redes sociales, como plantea Roberto Samar, especialista en Comunicación, en el siguiente párrafo:
Las lógicas de estas redes también condicionan nuestras miradas. A partir de nuestros comentarios, me gusta, retuits y gustos, el algoritmo nos propone contenidos. (…) Mientras algunos contenidos se nos presentan a partir de nuestros gustos, otros se nos volverán ajenos. Así tendemos a perder la posibilidad de comprender y conocer la mirada del otro y la otra. Las plataformas realizan una selección de hechos y encuadres basada en nuestras opiniones, placeres y entretenimiento. Por eso nos impacta tanto cuando vemos los comentarios autoritarios de los lectores en algún artículo, o nos encontramos con un amigo conservador que no veíamos hace mucho: nos repele y sorprende porque salimos de nuestra burbuja. (Samar, 2022)
En este sentido, las redes impactan en esta dificultad para convivir al crearnos una realidad hecha a nuestra medida. Vamos eliminando a quien se atreve a asomarse a nuestros muros y pensar distinto con solo apretar “delete”, así de sencillo.
¿Cómo hacemos entonces en las escuelas, lugar privilegiado de la presencia para resolver los desacuerdos sin el dedito mágico que elimina al supuesto obstáculo? ¿Cómo le decimos a otra persona lo que nos incomoda mirándola a los ojos? ¿Cómo nos comunicamos sin pantallas de por medio?
¿Cómo convivir? Cuando nos desacostumbramos a argumentar, disentir, analizar y especialmente a escuchar una opinión diferente a la nuestra.
En realidad, nos desacostumbramos a escuchar. Nos advierte Byung-Chul Han:
La voz del otro rebota del todo contra el ego que se acrecienta. La sobrecarga narcisista que caracteriza el centrarse en uno mismo nos vuelve sordos y ciegos para el otro. En el ruido digital de lo igual hemos dejado de percibir la voz del otro. Es decir, nos hemos vuelto resistentes a la voz y a la mirada. (2017a, p. 84)
Para este autor, la escucha es un don, un dar, un prestar. Es un acto político que implica dar la bienvenida al otrx y alojarlx en su alteridad. Es por esa razón que al pensar en la pregunta por el convivir, necesitamos poner la escucha en el centro de la escena escolar.
Por otro lado, la posibilidad de dialogar se complejiza aún más en las escuelas por los efectos de la comunicación por WhatsApp. Dejamos de habituarnos a hablar sincrónicamente, voz y mirada mediante.
Los mensajes de voz se aceleran, se ensayan, se modifican, se borran o eliminan. Incluso nos fuimos acostumbrando a pedir permiso antes de llamar a alguien para hablar en simultáneo. Pero todo esto no es posible cuando conversamos en presencia de otras personas.
Y para complicar aún más la comunicación presencial, vale preguntarnos: ¿cómo enriquecemos una conversación y creamos matices cuando las plataformas virtuales nos imponen una lógica binaria, donde se está a favor o en contra de algo como únicas opciones?
¿Cómo la enriquecemos cuando desde edades muy tempranas, lxs niñxs repiten más el vocabulario aprendido de los diferentes aparatos tecnológicos que las palabras de quienes los rodean?