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Veröffentlichungsjahr: 2024
Ricardo Aldana
© Saint John Publications (an imprint of The Community of St. John, Inc.), 2023
ISBN 978-1-63674-021-8https://doi.org/10.56154/vzEsta publicación se distribuye gratuitamente en balthasarspeyr.org y puede ser compartida libremente sin ánimo de lucroVisite balthasarspeyr.org para conocer todas nuestras publicaciones en formato digital y en papelCreación y profecía
Introducción
1. Los trabajos de Pierre Ganne
2. El hombre es criado
1. Creación y Trinidad
2. Poética de la creación: Paul Claudel
2.1. Poesía y conocimiento de Dios y del mundo
2.2. Celebración de la creación en Jesucristo como alegría primordial
2.3. Oración, elección y sufrimiento en la vocación creatural a la alegría
3. La Biblia y la fe en el Dios creador
3.1. Leer la Biblia y escuchar a Dios
3.2. La Alianza con el Creador de todas las cosas
3.3. Profetismo: la libertad de obedecer a Dios
3. «La creación es pasado, presente y futuro». El amor eterno del Creador en el tiempo
1. Memoria del Fundamento
1.1. La libertad fundacional
1.2. Libertad primordial, oración y poder
2. La fe en Cristo como presente del acto creador de Dios
2.1. Pobreza y decisión en el presente de Dios
2.2. La fe como presencia de Jesucristo en la existencia cristiana
2.3. La fe creativa como palabra propia y como comunión con todos
2.4. El sentido del presente y la evangelización del inconsciente
3. La creación es adviento
3.1. El don primordial como perdón
3.2. La sacramentalidad de la Iglesia como recreación
3.3. Esperanza en Dios
4. Crítica profética o discernimiento para hallar a Dios en el mundo
1. Fe bíblica y crítica de lo sagrado
2. Crítica de la cultura moderna
2.1. La cuestión de la creaturalidad y paternidad de Dios
2.2. Sobre la globalización y el sentido total de la creación
2.3. En defensa de la libertad en Dios
3. Crítica intraeclesial
3.1. Sobre comunidades que dificultan la comunión
3.2. Narcisismo colectivo en la vida de la Iglesia
3.3. Pérdida idealista del realismo de la gracia de Dios
5. El Fundamento antes y más allá de toda crítica
La Vierge à midi
Publicaciones de Pierre Ganne
Monografías
Publicadas póstumas:
Registro sonoro
Artículos
Textos multicopiados
Participación en obras colectivas
Introducciones y prefacios
Reseñas
Misceláneas y colecciones
Reseña biográfica
Title Page
Cover
Table of Contents
Estas páginas son una invitación a acercarse a la figura y a la obra del padre Pierre Ganne (1904-1979). Menos conocido que los grandes teólogos de su generación (fue amigo de Hans Urs von Balthasar y Henri de Lubac), este jesuita francés ha sido un «teólogo de servicio»: su trabajo, siempre alimentado por el espíritu de San Ignacio, quiso ser una ayuda para la vida espiritual de los fieles cristianos, abordando desde el centro de la Revelación también las cuestiones más candentes de la actualidad. Ricardo Aldana reconduce aquí el pensamiento de Ganne al «principio y fundamento» de los Ejercicios ignacianos: la creaturalidad del hombre y su orientación hacia la alabanza y el servicio de su Creador y Señor (Ej. 23). Sus reflexiones, que en las huellas del propio Ganne son a su vez una «teología de servicio», no quedan reservadas a los especialistas: ellas, de hecho, arrojan sobre la existencia del hombre la luz del misterio del ser creado, promoviendo la libertad y el discernimiento «profético», y animando a la alegría y al agradecimiento. El mismo agradecimiento amistoso va por nuestra parte al autor de estas páginas.
El teólogo jesuita Pierre Ganne (1904-1979) escribió quizá demasiado poco, según afirma su amigo Hans Urs von Balthasar, que confiesa en la misma carta haber escrito quizá demasiado.1 Balthasar agradece en esa carta el libro que Ganne ha publicado sobre Paul Claudel, el poeta que unió a los dos amigos desde su época de formación en Fourvière, en esa visión bíblica del mundo y de los hombres que ha hecho de Claudel un canon de la poesía nacida en la fe y en la lectio divina.2 Pero, si este libro de cien páginas es de los pocos estudios que escribió en modo sistemático, y si su autor dejó muy pronto la enseñanza superior de la teología para dedicarse más bien a la «teología de servicio», es decir, a iluminar con su predicación, su enseñanza y los ejercicios de San Ignacio, la vida cristiana de los muchos que se acercaban a su palabra, los que lo oyeron no han dejado de recoger sus enseñanzas en publicaciones preparadas por ellos a partir de apuntes personales y de grabaciones, publicaciones que han seguido apareciendo hasta treinta años después de su muerte.3 Una prueba que pocos teólogos podrían pasar. Tampoco los jesuitas franceses han dejado de acoger y proponer de nuevo su mensaje, como se puede ver por las actas del coloquio de 2004 del Centre Théologique de Meylan (Grenoble)4 y por las del realizado en el Centre Sèvres de París en 2009.5
Aquí se quiere presentar una panorámica de su enseñanza a partir de lo que nos parece que es el lumen quo de esta enseñanza: la luz del Principio y Fundamento de los Ejercicios de San Ignacio de Loyola [Ej 23] y su fuerza de irradiación profética para la comprensión de la fe y de la vida de fe.
«La perspectiva ignaciana inerva la obra de Pierre Ganne»,6 se ha advertido. Hay que aclarar, sin embargo, que Pierre Ganne no es un teólogo ignacianista en el sentido de un experto en historia y textos ignacianos, y que cita apenas a San Ignacio y el libro de los Ejercicios. Además, la reconducción de su pensamiento al Principio y Fundamento no tiene apoyo en afirmaciones expresas de Ganne, sino en el hecho de que él haga valer continuamente la creaturalidad del hombre y del mundo en la totalidad de la teología. Nuestro teólogo nos hace ver, como pocas veces, el alcance absoluto, universal y omnipresente del Principio y Fundamento, de Dios como «Criador y Señor» de todas las cosas, y del hombre como la criatura que responde libremente al Creador, como al Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Finalmente, la reconducción de este pensamiento teológico al Principio y Fundamento hace que la enseñanza de Pierre Ganne vuelva siempre a los mismos temas, ciertamente sin repetición cansina, sino con esa insistencia en lo esencial que vuelve a dar la luz primordial a los distintos temas que se abordan. Los subtítulos intentan orientar la selección de textos desbordantes de vitalidad cristiana y que seguramente habrían podido ser expuestos en otro orden.
1. Cf. H.U. von Balthasar, «Une lettre en guise de préface», en P. Ganne, Claudel: humour, joie et liberté, Ed. du Tricorne, Genève 2012, 8.
2. En su historia del origen, auge y decadencia de la inteligencia espiritual de la Escritura, Henri de Lubac considera también su renovación actual, en la que se podrá reconocer un papel destacado a Paul Claudel: «La Biblia será de nuevo gustada y comprendida porque, sobre el fundamento de una ciencia probada, volverá a extenderse una exégesis bíblica sanamente espiritual. Hay que estar agradecidos a aquellos que habrán sido sus precursores: ayer un Léon Bloy, un Péguy, hoy sobre todo un Claudel» (H. de Lubac, La Escritura en la Tradición, BAC/Fund. Maior, Madrid 2014, 78). Parece hacerse eco de este juicio, escrito en 1950, la edición en dos enormes volúmenes de las obras de Claudel sobre la Biblia: P. Claudel (M. Malicet, D. Millet, X. Tilliette, Eds.), Le poëte et la BibleI (1910-1946) y Le poëte et la BibleII (1945-1955), Éd. Gallimard 1999 y 2004.
3. Los libros de Ganne que aquí se toman en consideración son los siguientes: Claudel:humour, joie et liberté, Ed. du Tricorne, Genève 2012 (= Claudel); Êtes-vous libre?Éditions Anne Sigier, Québec 2008 (= EVL); Qu’avez-vous fait des prophètes?Désclée de Brouwer, Paris 2014 (= QFP); Notre raison d’espérer, Lethielleux/Desclée de Brouwer, Paris 2009 (= NRE); Le pauvre et le prophète, Éditions Anne Sigier, Québec 2003 (= PP); Le don de l’Esprit. Leçons sur l’Esprit-Saint, Éditions Le Centurion, Paris 1984 (= ES); La route vers la vie. Péché, pardon et communion des saints, Éditions Anne Sigier, Québec 2006 (= RV); L’Évangile et le mal, Éditions Anne Sigier, Québec 1999 (= EM); «Je suis ton Dieu et es mon peuple». Leçons sur l’Alliance, Éditions Le Centurion, Paris 1986 (= Alliance). Por la dificultad de obtener la versión en francés, dos libros más en traducción: La creación: una dependencia para la libertad, Sal Terrae, Santander 1980 (= Creación); Für wen haltet ihr mich?, Johannes Verlag Einsiedeln, Trier 1987 (= Jch). Traducciones de La Création, Ed. du Cerf, Paris 1977; Qui dites-vous que je suis? Leçons sur le Christ, Le Centurion, Paris 1982. Si no se indica otra cosa, la traducción de los textos citados es del autor de estas páginas.
4. I. Granstedt, É. Fouilloux, J.-M. Glé (Eds.), Pierre Ganne: La liberté d’un prophète, Cahiers de Meylan, Grenoble 2005 (= C. Meylan).
5. M. Fédou (Ed.), Pierre Ganne S.J. La théologie chrétienne, pédagogie de la liberté. Colloque Janvier 2009, Centre Sèvres-Facultés Jésuites de Paris / Médiasèvres 2009 (= Coll. Sèvres).
6. J.-M. Glé, «L’oeuvre de Pierre Ganne: Une anthropologie théologique originale, toujours actuelle», en C. Meylan, 55.
Sobre los aspectos de la vida de nuestro autor que más nos introducen en nuestra temática, seguimos sobre todo la sumaria descripción de su itinerario por Étienne Fouilloux, el «itinerario de un teólogo contrariado»,1 según este conocido historiador de la Iglesia de Francia del siglo XX y del Concilio Vaticano II.
Las contrariedades empiezan en el Seminario Mayor de Clermont-Ferrand, cuando tiene que aceptar que, por falta de tiempo, el tratado sobre la esperanza quede fuera de un programa rigurosamente escolástico.2 Más tarde es novicio jesuita con 22 años; la profesión se retrasa un poco, como la de su amigo François Varillon. «No entiendo los Ejercicios como se me predican … Estamos de lleno en lo ficticio: lo sobrenatural que se nos predica es de madera contrachapada … La educación que se nos ha dado … está al margen de la vida»,3 escribe en 1933. En filosofía prefiere Blondel y Bergson al tomismo suareciano, lo que no es bien visto. En Fourvière (1934-36) se encuentra bien, cultiva la música y la poesía de Claudel. El juicio de sus formadores (el speculum, que siempre conservó consigo) lo reconoce como buen jesuita, con sentido sobrenatural y grandes talentos intelectuales y artísticos, fraternal, apostólico. Carece de falsedad y de espíritu farisaico. Solo que debe conceder más a los formalismos necesarios y no juzgar tan rápidamente en cuestiones sociales. En fin, aquí está todo esbozado lo que será su servicio teológico: Ejercicios, proximidad al hombre común, arte y estudio, rectitud de la vida cristiana, atención a la política y escucha de las reivindicaciones sociales.
La contrariedad adquiere un tono particular a propósito de la resistencia al nazismo. Es movilizado en 1939 y en los años de la ocupación alemana se compromete intensamente con la resistencia a la ocupación alemana de Francia. Entre tanto, un proyecto de tesis sobre G. Tyrrell es rechazado. Se conserva un juicio de Ganne sobre el régimen del centro teológico de Fourvière: en materia de obediencia, «la autoridad remplaza la conciencia, está por encima de la justicia y de la verdad».4 Pero «la verdadera interrupción de su recorrido teológico durante el conflicto se debe a sus actividades como resistente … si bien no es fácil definir en qué ha consistido su resistencia».5 Sustituye a Henri de Lubac, ausente por la guerra, en la Facultad en 1942, es miembro de la red clandestina, animada por los jesuitas de Francia, Témoigne chrétien. Pero sus actividades van probablemente más allá de lo confesional. Se puede reconstruir un viaje a Argelia por razones de apoyo a la resistencia, pasando por España, donde es hecho prisionero un tiempo, hasta Gibraltar. Su oposición al régimen de Vichy le vale cierta desconfianza de algunos obispos, con ecos dentro de la Compañía de Jesús.
En junio de 1950, la contrariedad sube de tono: cae el «rayo sobre Fourvière»6 que lleva a la exclusión de la Facultad de Emile Delaye, Henri de Lubac, Henri Brouillard, Alexandre Durand y del mismo Pierre Ganne.7 No es fácil, sin embargo, explicar por qué Ganne. Preparaba entonces un curso sobre Lutero. Escribe en 1949 un juicio que nos hace conocer su posición: «Hasta hoy el pensamiento católico (“¡Contra-Reforma!”) se ha contentado con ocupar las posiciones sistemáticamente inversas, como si una serie de contra-errores pudieran ser la Verdad. Tenemos mucho que hacer para rencontrar la noción de Plenitud, la única que expresa la Verdad del Reino de Dios, que no puede ser una pura oposición, … y para volver a darnos una fe pura y libre».8 Sin embargo, hasta entonces había publicado muy poco, a diferencia de Brouillard y de Lubac. Algún artículo crítico sobre la Acción Católica no constituye una causa doctrinal. «Ningún documento accesible explica los reproches invocados contra Ganne».9 El hecho es que «en el otoño de 1950 y para el resto de sus días, devino, por decisión del Padre Janssens, Prepósito general de la Compañía, un “teólogo de servicio”: al servicio de muchos grupos que él nutre con su palabra, sin preocuparse mucho de producir una obra escrita».10
Como buen religioso, se adapta rápidamente a la nueva misión en la que permanecerá hasta el final, si bien la contrariedad le acompañará por nuevas sospechas de algunos obispos. Se le reprocha una intemperancia del lenguaje en las conferencias a sacerdotes. Se sospecha de su posición respecto de cuestiones sociales, por su proximidad a grupos de izquierda. De nuevo, nada que tenga que ver con la teología y menos aún con el dogma. Dando cuenta él mismo de su actividad, hace ver, primero, que el número impresionante de reuniones con sacerdotes tiene como objetivos remediar su aislamiento y ofrecerles un alimento doctrinal y espiritual consistente, sin olvidar las herramientas pastorales. Además, respecto de los laicos, ha querido atender a los que se encuentran en la periferia de la Iglesia: estudiantes y profesores del sector público, obreros no vinculados a ningún movimiento. Su atención en este campo se ha extendido a muchos lugares de encuentro en Francia y fuera de Francia. Por otro lado, su trato con simpatizantes del comunismo no le ha impedido una clara distancia respecto del marxismo y de los grupos católicos radicalizados en este sentido.
Con el apoyo de P. André Ravier y de su sucesor como provincial, Ganne continúa en su puesto. En 1976 el P. Arrupe le escribe reconociendo sus intenciones de ayudar a los cristianos a ser más sólidos en la fe, y su honnêteté que le ha valido la prueba de la sospecha. Tres años antes de su muerte resume el sentido combativo de su vida apostólica:
Si se me permite expresar uno de los votos que hago por la Compañía, yo espero que ella resistirá, a fuerza de humildad y de profunda obediencia al Espíritu Santo, al virus totalitario de nuestro siglo, así como a las ilusiones engañosas de los tecnócratas para los cuales los hijos de Dios ya no son sino, a lo más, piezas anónimas sobre sus tableros de ajedrez.11
1. É. Fouilloux, «Itinéraire d’un théologien contrarié (1904-1978)», en Coll. Sèvres, 13-22. Cf. también, Jésuites Europe Occidentale Francophone, «P. Pierre Ganne sj: la liberté d’un prophète», www.jesuites.com/pierre-ganne-sj-1904-1979-la-liberte-dun-prophete/ (consultado el 8.12.2022).
2. Lo cuenta él mismo muchos años después, como «mi primer recuerdo de mis estudios teológicos», en NRE, 124-125.
3. É. Fouilloux, «Itinéraire…», 14.
4. Cit. en ibid., 16.
5. Ibid.
6. Cf. É. Fouilleux, «P. Ganne et l’affaire Fourvière», en C. Meylan, 29-45.
7. Cf. Henri de Lubac, Memoria en torno a mis escritos, Ed. Encuentro, Madrid 2000, 153-158.
8. Cit. en É. Fouilleux, «P. Ganne et l’affaire Fourvière», 35.
9. É. Fouilleux, «Itinéraire…», 19. A falta de conocer el informe del P. Edouard Dahnis al P. General, hay cosas que no se pueden saber. El rector, P. Henri Rondet, no menciona a Ganne a propósito del impacto de Humani generis en Lyon.
10. Ibid., 20.
11. Cit. en ibid., en 22.