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Las plataformas de financiación colectiva proponen postular ideas, compartirlas y comprobar su viabilidad. Si todo sale bien, una comunidad interesada aportará dinero para que el sueño de un emprendedor se haga realidad. Publicar libros, montar conciertos, dirigir cortometrajes, salvar animales o crear videojuegos, todo es posible gracias al micro mecenazgo en Internet.
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Seitenzahl: 33
Veröffentlichungsjahr: 2014
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Inhalt
Introducción
Crowdsourcing, el poder de la colaboración colectiva
La era de la multitud y el dinero de todos
La potencia de la comunidad
Modelos de micro mecenazgo
Principales plataformas
Los grandes sitios
Kickstarter
Indiegogo
Ulule.com
Verkami
Lánzanos
Goteo
Los generales
Ideame
Lemon Fruits
Emprendelandia
Safari Crowdfunding
Injoinet
The Crowd Angel
Socios Inversores
Seed & Click
Fandyu
Seed Quick
Bestaker
Fondeadora
Joinmyproject
Inversore
Projeggt
Mynbest
Crowdfunder
My Major Company
La Chèvre
Nestarter
Bihoop
Los de ciencia e investigación
Vórticex
Taracea
Donar Online-Wingu
I love Science
Los de arte y cultura
La Tahona Cultural
Libros.com
Panal de Ideas
Gambitious
Filmutea
Monta tu concierto
Bandeed
Igamudi
Todos a una
Rock&Dream
Artist Share
Los de ayuda social
Flipover
Sport2Help
Crowdthinking
Mi aportación
Helping to Help
Donacción
Inpact.Me
Nobleza Obliga
Introducción
Hubo un tiempo en que comunicarse requería una participación presencial y activa. Las conversaciones a la distancia dependían del correo y las cercanas de la buena voluntad.
Está claro que con la aparición del teléfono primero y luego de internet, el paradigma cambió con una celeridad sorprendente. La nueva era de la comunicación produjo efectos inmediatos en el curso de la economía, multiplicó las posibilidades financieras de los emprendedores y de los diferentes modelos de negocio. Quien no entiende el nuevo canon corre el riesgo de quedar fuera del juego. Como ejemplo basta con una pequeña historia ocurrida en el año 2004.
Claudia estaba preparando una exposición para el Museo Nacional de la Salud en Washington DC. Una serie de computadoras públicas interactivas permitirían a los visitantes informarse sobre posibles pandemias como la gripe aviar, por lo tanto, había que usar imágenes específicas para explicar diferentes procesos.
Si bien el diseñador de la exposición había incluido el contenido visual de los puestos interactivos, Claudia quería imágenes elocuentes sobre la enfermedad. En lugar de contratar a un fotógrafo para tomar fotos de personas con la gripe decidió utilizar imágenes existentes y buscó fotografías en archivos profesionales.
En octubre de 2004, se interesó por la colección de un fotógrafo llamado Mark, especializado en imágenes relacionadas con la salud. “Claudia quería gente estornudando, recibiendo la inmunización y ese tipo de cosas”, recuerda Mark.
El Museo Nacional de la Salud era una institución incipiente y contaba con un presupuesto acotado para esta iniciativa. Así que, el fotógrafo ofreció un descuento del 50%, lo que equivaldría a unos 100 o 150 dólares por fotografía.
Después de varias idas y vueltas, Claudia rechazó la oferta de Mark. Había descubierto iStockphoto y adquirido 56 imágenes por cerca de un dólar cada una. El pobre Mark terminó por declarar “siempre estoy dispuesto a negociar mi precio, pero ¿cómo podría competir contra esto?”
Al fotógrafo le tomó un tiempo reconocer lo que estaba sucediendo. “Cuando sucedió lo del museo yo no había oído hablar de iStockphoto. Ahora, lo veo como el primer agujero en el dique.”
En el año 2000, Mark facturaba aproximadamente 20 mil dólares con 100 fotografías. Ocho años después, obtenía 5 mil dólares por más de mil fotos. Más trabajo, menos dinero.
Mark no fue el único fotógrafo en recibir el impacto. Poco tiempo después hubo un aluvión de quejas en los foros fotográficos en línea. “La gente estaba notando una disminución significativa en el rendimiento de sus ingresos. No puedo señalar a iStockphoto y decir que es el culpable, pero sin duda ha ejercido una presión importante para bajar los precios.”
El mercado simplemente había cambiado, debía transformarse también el modelo de negocios. Lo que ocurrió toda la vida ahora sucedía de manera vertiginosa.
Crowdsourcing, el poder de la colaboración colectiva
Surgida de un intercambio libre de imágenes pertenecientes a un grupo de diseñadores gráficos, iStockphoto creó un mercado para proporcionar trabajo a los fotógrafos aficionados, muchas amas de casa, muchos estudiantes, muchos desocupados. Dos años después, ya había más de 22 mil colaboradores en el sitio, con un stock de más de 10 millones de imágenes.
En un primer momento, la industria fotográfica y las agencias de imágenes se alinearon contra iStockphoto y otros emprendimientos similares como ShutterStock y Dreamstime.
Luego, en febrero de 2006, Getty Images, la agencia más grande de imágenes en el mercado mundial, compró iStockphoto