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El texto se remonta a la génesis, al desarrollo y a los aspectos históricos más importantes de la industria en Cuba. Esta historia de oficios e industrias, no por tener cuerpo compuesto de metales y materiales de diversos géneros, carece de alma y sentimientos, en ella encontrará vibrantes y verídicos relatos de hondo e inspirador contenido humano. El conocimiento de los orígenes de la industria y su evolución, descubrir y dominar sus deformaciones estructurales, identificar las causas y modificar su trayectoria, posibilitará una mejor gestión en la ruta de un futuro desarrollo exitoso. Después del triunfo de la Revolución y a pesar de restricciones y obstáculos derivados del férreo bloqueo los profesionales de la industria cubana no cesaron su despliegue de creatividad e ingenio.
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Seitenzahl: 876
Veröffentlichungsjahr: 2025
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España. Este y otros libros puede encontrarlos en ruthtienda.com
Edición: Gilma Toste Rodríguez
Diseño interior y de cubierta: Yisell Llanes Cuellar
Corrección: Miriam Raya Hernández
Emplane y conversión a ebook: Madeline Martí del Sol
© Leonel Amador Pérez, Orlando Nacer Awad y Ernesto García López del Castillo, 2024
© Sobre la presente edición:
Editorial Científico-Técnica, 2024
ISBN OC: 9789590513404ISBN Tomo 1: 9789590513411
INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO
Grupo Editorial Nuevo Milenio
Calle 14, no. 4104, entre 41 y 43, Playa, La Habana, Cuba
www.nuevomilenio.cult.cu
En tiempos donde se imponen los recursos de la alta tecnología y la aplicación de herramientas tecnológicas sofisticadas, apenas inimaginables décadas atrás, pudiera parecer paradójico dedicarse a rescatar historias casi olvidadas, a localizar protagonistas dispuestos a compartir sus vivencias para que no desaparezcan recuerdos entrañables. Ha sido una labor que obligó a desempolvar viejos documentos y a partir de su contenido habilitar una lógica y larga cadena de hechos condicionantes del complejo desarrollo industrial cubano.
Para llevar a feliz término este empeño fue necesario cruzar la fina línea que separa el anhelo de la realidad, investigar, buscar elementos en diversas fuentes, hojear, leer y valorar lo que un día fue contado y quedó evidenciado en las páginas hoy amarillentas por el tiempo de diarios, revistas y libros y, en ese afán de penetrar en un pasado no vivido, develar inverosímiles contenidos y conocer protagonistas de importantes momentos, acceder a sus anécdotas cargadas de fervor, satisfacción y, a veces, de inconformidad, confrontar muchas lecturas y apoyados en las nuevas tecnologías de la información, enriquecer el conocimiento de lo investigado.
Poco a poco, aparecieron elementos que daban forma a la interesante trama objetivada, dotándola, progresivamente, de esa realidad histórica capaz de convencer. Desentrañar la enorme madeja de eventos que envuelven la historia de la industria cubana resultó un atractivo reto. Penetramos en su génisis conectada al primitivismo evolucionante de la especie humana, en la cultura ancestral de la población indígena que habitó esta ínsula perdida en la inexplorada mar océana y a la vez, la fuimos vinculando al desarrollo universal en disimiles escenarios y campos. Sacar a la luz la veracidad de los hechos, ilustrados muchas veces por versiones contradictorias e incluso antagónicas, producto de convicciones personales de autores o protagonistas al interpretarlas bajo lentes diferentes y extraer de ellas lo verosímil y tratar de relatarlo de forma coherente y objetiva, y no dejar de resaltar aspectos relevantes para distinguir los hitos de un desarrollo industrial que viajó en la historia, disperso, a veces, falto de evidencias y que pareciera en los inicios de este trabajo de investigación histórica, una tarea superior a nuestro saber y posibilidades.
Es así, que reconstruir el proceso histórico del surgimiento y desarrollo de la industria en Cuba, hubiera sido harto difícil o más bien imposible, de no haber contado con la desinteresada ayuda de no pocos colegas y amigos en diferentes actividades industriales que valoraron, de forma positiva, este empeño y se sumaron a la tarea de reconstruir hechos, aportar detalles con señalamientos precisos, dar sugerencias, para mejorar la estructura y contenido de la obra y lograr hacer realidad una historia convenientemente documentada, aunque no exhaustiva.
Entidades y personalidades que contribuyeron con este objetivo fueron muchas, destacándose entre las primeras las bibliotecas Nacional José Martí, Fernando Ortiz del CITMA y el Archivo Nacional de la República de Cuba, el MINEM en sus direcciones de la UNE, y el Departamento de Comunicación de CUPET, Biocubafarma, el MICONS, en su dirección de Materiales, la Oficina del Historiador de La Habana, a través de la dirección del Museo de la Real Fuerza y por supuesto, el MINDUS y sus organizaciones superiores de dirección empresarial: GESIME, GELECT, GEMPIL y GEMPIL, GEIQ y GER.
De gran utilidad fueron las obras consultadas, especialmente la de los profesores José Altshuler y Miguel González, Una luz que llegó para quedarse; 500 años de construcciones en Cuba, del Lic. Juan de las Cuevas Toraya; Las empresas de Cuba 1958 de Guillermo Jiménez Soler; La Minería y la Metalurgia en la América española durante la época colonial, del profesor Modesto Bargalló; El crack del 29, del profesor John Kenneth Galbraith, y diversos números del semanario Bohemia y otros por no hacer más extensa esta lista. Asimismo, los autores precisan destacar el apoyo ofrecido por Salvador Pardo Cruz, Alfredo López, Lenin Echevarría, Eloy Álvarez, Lissette Alonso Morales, Antonio Quevedo Herrero, Rolando Pérez Rodríguez, Marilyn Ramos Polanco, Marta Carralero, Nelson Martín Somoza, Juan P. Vázquez, Ignacio González Planas, Jorge Gallardo Fernández, Miguel A. Wilson Muñoz, Hilda Morales, Reinaldo Fernández, Mario Rodríguez Hernández, José Amador Pérez, Vivian Vázquez Córdoba, Maritza Villadomingo Sánchez, José Esquivel Delgado, Sobeida Marín Granda, Aldo Montero, Rolando Larrea Caldero, Elio Cascaret, Manuela Durán Rodríguez, Mario Nelo Martín y muy especialmente, a Jorge Luis Moreira, Alina Gómez Brizuela y Heriberto Señor. También queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento a Laura Blanchard del Área Especial de la Biblioteca de Filadelfia; a Erik Rau, director de la Biblioteca y el Museo Hagley en Wilmington, Delaware, a Oswald Heather de la Biblioteca Baker de Harvard y a la dirección de la Biblioteca Linderman de la Universidad Lehigh de Bethlehem en Pensilvania, por la ayuda prestada en la obtención de valiosas informaciones históricas sobre el empleo y destino de los minerales de hierro de Cuba en los Estados Unidos a finales del siglo xix y primera mitad del xx y a todos aquellos que involuntariamente hayan escapado a nuestra memoria: a todos, el más sincero agradecimiento.
Esta obra pretende también honrar la memoria y rendir justo homenaje a todos aquellos que quizá, de forma anónima y al margen del tiempo, dieron parte de su vida al desarrollo de la industria en Cuba.
ABE Acrilonitrilo butadieno estireno
ADN Ácido desoxirribonucleico
AGI Iniciativa para el Genoma de la Arabidopsis/Arabidopsis Genome initiative
AGR Aduana General de la República de Cuba
AISI American Iron and Steel Institute
AJR Asociación de Jóvenes Rebeldes
ALBA Alianza Bolivariana para las Américas
AEG Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft/Compañía General de Electricidad
AMFI American Mineral Fields International
AMEX American Stock Exchange
ARN Ácido ribonucleico
AZT Azidovudina o azidotimidina
AZUIMPORT Empresa de Importaciones del sector azucarero
AZUTECNIA Empresa Exportadora de la Agroindustria Azucarera
Bandes Banco de desarrollo
BANFAIC Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba
BET Brigadas Estudiantiles de Trabajo
BHP Broken Hill Proprietary
BID Banco Interamericano de Desarrollo
BioCen Centro Nacional de Biopreparados
BRG Bases de reparaciones generales
BRICS Brasil, Rusia, India, China y Suráfrica
BIR Buró Internacional de Reciclaje
BRG Bases de reparaciones generales
BNICHERMET Instituto de Investigaciones de la Metalurgia Ferrosa, de la URSS
CAI Centro de Automatización Industrial
CAIP Complejo Agroindustrial Provincial
CAME Consejo de Ayuda Mutua Económica
CCE Compañía Cubana de Electricidad
CDR Comités de Defensa de la Revolución
CEATM Comité Estatal de Abastecimiento Técnico Material
CECE Comité de Colaboración Económica de Cuba
CECM Comité ejecutivo del Consejo de Ministros
CEDAI Empresa de Automatización Industrial
CEDEMA Centro de Desarrollo de la Maquinaria Agrícola
CEI Comunidad de Estados Independientes
CENSAI Centro de Superación y Adiestramiento en Informática
CENIC Centro Nacional de Investigaciones Científicas
CENOT Centro de Ortopedia Técnica
Cenpalab Centro Nacional de Animales de Laboratorio
CESETA Centro de Servicios Técnicos Automotrices
CREE centros reproductores de entomófagos y entomopatogenos
CICMA Centro de Investigaciones y Construcción de Maquinaria Agrícola
CID Centro de Investigaciones Digitales
CIDEC Centro de Investigación y Desarrollo del Calzado
CIDEM Centro de Investigación y Desarrollo de Medicamentos
CIE Centro de Inmunoensayo
CIGB Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología
CILO Comités de Industrias Locales
CIME Centro de Investigaciones Metalúrgicas
CIPIMM Centro de Investigaciones y Proyectos de la Industria Minero Metalúrgica
CIS Centro de Investigaciones Siderúrgicas
Cneuro Centro de Neurociencias de Cuba
CITMA Ministerio de Ciencia, Tecnología y el Medioambiente
CNRS Centre national de la recherche scientifique/Centro Nacional para la Investigación Científica de Francia
COLFA Centro Operativo Luis Felipe Almeida
Confemetal Conferencia Española de Organizaciones Empresariales del Metal
COR Comisión de Orientación Revolucionaria
CSN Compañía Siderúrgica Nacional
CTDMC Centro Técnico de Desarrollo de Materiales
CQB Centro de Química Biomolecular
CUJAE Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría
Cupet Unión Cuba-Petróleo
DAAFAR Defensa Anti Aérea y Fuerza Aérea Revolucionaria
DAP Desarrollo Agropecuario del País
DESA Desarrollo de Edificaciones Sociales y Escolares
DEU Directorio Estudiantil Universitario
DIN Deutsches Institut für Normung (normas emitidas por el Instituto Alemán de Normalización)
DOP Dirección de Organización y Planificación
ECEA Empresa Constructora de Equipos Agrícolas
ECIAZ Empresa Contratista para la Industria Azucarera
ECRMP Empresa Consolidada de Recuperación de Materias Primas
ECSI Empresa de Construcción y Servicios de Ingeniería de la Industria Ligera
ECOA Empresa Constructora de Obras de Arquitectura
ECOIND Empresa Constructora de Obras de Ingeniería
EGF Epidermal Growth Factor /Factor decrecimientoepidérmico
EISA Empresa Integral de Servicios Automotrices
EIE Empresa de la Industria Electrónica
EIR Empresa Industrial de Riego
EMAE Empresa de Atención a Equipos
EMCO Empresa de Medios Técnicos de computación
EMCOMA Empresa Consolidada de Construcción de Maquinarias
EMI Empresa Militar Industrial
EMPROSIME Empresa de Proyectos para la Industria Mecánica
EMTA Empresa Mecánica de Transformado del Acero
ENVAMETAL Empresa de Envases yRecipientesMetálicos
EPA Agencia de Protección Ambiental.
EPEP Empresas de Perforación y Extracción de Petróleo
EPROYIV Empresa de Proyectos para Industrias Varias
ESAC Servicios Asociados a la Calidad, Empresa de
ESAE Empresa de Servicios asociados al Envase
ESAZUCAREmpresa de Servicios de la Agroindustria Azucarera
ESMIL Escuela Superior del Ministerio de laIndustriaLigera
EQRO Empresa Química Revolución de Octubre
FAR Fuerzas Armadas Revolucionarias
FAPI Fuerzas de Acción Pioneril
FIHAV Feria Internacional de la Habana
FMI Fondo Monetario Internacional
FNTA Federación Nacional de Trabajadores Azucareros
GAE Grupo de Administración de Empresas
GLP gas licuado del petróleo
GECOM Grupo Empresarial de Comercio
GER Grupo Empresarial de Reciclaje
GESIME Grupo Empresarial de la IndustriaSideromecánica
GELECT Grupo Empresarial de la Industria Electrónica
GEOMINSALGrupo Empresarial Geominero Salinero
GEIQ Grupo Empresarial de la Industria Química
GOST Gosudarstvenny Standart (Norma de rusa)
CSN Compañía Siderúrgica Nacional
Hepsa Hormigón Estructural Prefabricado S.A.
ICDM Instituto Cubano para el Desarrollo de la Maquinaria
ICID Instituto de Investigaciones Digitales
ICIDCA Instituto Cubano de Investigaciones de los Derivados de la Cana de Azúcar
ICL Instituto Cubano del Libro
ICIMM Instituto Cubano de Investigaciones de Minería y Metalurgia
ICIT Instituto Cubano de Investigaciones Tecnológicos
ICRM Instituto Cubano de Recursos Minerales
IDA Investigación de Desarrollo Automotor
IIMA Instituto de Investigaciones de Mecanización Agropecuaria
IMC Industria de Materiales de Construcción
INICA Instituto de Investigaciones de la Cana de Azúcar
INIE Instituto Nacional de Investigaciones de la Economía
INPUD Industrias Nacionales de Productos y Utensilios Domésticos
INRH Instituto Cubano de Recursos Hidráulicos
INRA Instituto Nacional de Reforma Agraria
INSAC Instituto Nacional de Sistemas Automatizados y de Computación
IPROYAZ Empresa de Ingeniería y Proyectos Azucareros
ISDI Instituto Superior de Diseño Industrial
ISG International Steel Group
ITT International Telephone and TelegraphCorporation
JUCEI Junta de Coordinación, Ejecución e Inspección
JUCEPLAN Junta Central de Planificación.
Labiofam Laboratorios Bilógicos Farmacéuticos
LOGESPRO Laboratorio de Logística y Gestión de la Producción
MAGLEV Magnetically Levitated Vehicles/transporte de levitación magnética
MEP Ministerio de Economía y Planificación
MGR Marina de Guerra Revolucionaria
MICONS Ministerio de la Construcción
MNR Milicias Nacionales Revolucionarias
MIMBAS Ministerio de la Industria Básica
MMCM Ministerio de Minería, Combustibles y Metalurgia
MINSAP Ministerio de Salud Pública
MINAL Ministerio de la Industria Alimentaria
MINFAR Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias
MINIL Ministerio de la Industria Ligera
MOP Ministerio de Obras Públicas
NYSE New York Stock Exchange
ONE Oficina Nacional de Estadísticas
ONRM Organización Nacional de Recursos de la Minería
ONU Organización de las Naciones Unidas
ONUDI Organización de Naciones Unidas para el desarrollo Industria
OPJM Organización de Pioneros José Martí
OSDE Organización Superior de DirecciónEmpresarial
PCC Partido Comunista de Cuba
PRC Partido Revolucionario Cubano
PEPSA Piezas Estructurales Precomprimidas S.A.
PNUD Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo
PROALUM Producciones de Aluminio
PSP Partido Socialista Popular
PSUAPartido Socialista Unificado de Alemania
RDA República Democrática Alemana
RFA República Federal de Alemania
RMP Recuperación de Materias Primas
RPDC República Popular Democrática de Corea
SAE Society of Automotive Engineers/Sociedad de Ingenieros de Automoción
SDPE Sistema de Dirección y Planificación de la Economía
SEISA Seguridad Integral S.A.
SEFIT Servicio Fitosanitario
SERFE Recomendación, Fertilizantes y Enmiendas
SERVAS Semillas y Variedades
Servitec Servicios Tecnológicos, Empresa de
SIME Ministerio de la Industria Sideromecánica
SMG Servicio Militar General
SNS Sistema Nacional de Salud
TAOSA Transformadora de Abonos Orgánicos S.A.
TASIA talleres al servicio de la industria azucarera
TECNOAZUCAREmpresa de Ingeniería y Servicios Técnicos Azucareros
TRANZMEC Empresa de Transportación yServiciosa la Mecanización
TSX Toronto Stock Exchange
UCI Universidad de Ciencias Informáticas
UEB Unidad Empresarial de Base
UERMP Unión de Empresas de Recuperación de Materias Primas
UIM Unión de Industrias Militares
Unesco United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization /Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
URSS Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas
VALBO Empresa de Fundición de Válvulas y Bombas Industriales
WPB War Productions Board/Junta de Producción de Guerra
ZETIEmpresa de Servicios Técnicos Industriales
ZKBS Zentral Kommission fur die Bilogiste Sicherheit/ Comisión Central Alemana para la Seguridad Biológica
a año
A amperio
atm atmósferas
@ arroba
cm centímetro
°Cgrado Celsius
d día
g gramo
gal galón
h hora
ha hectárea
hp caballo de fuerza (horsepower)
Hz hercio
kg kilogramo
km kilómetro
kW kilovatio
L litro
m metro
min minuto
mm milímetro
MLC moneda libremente convertible
MVA megavoltiamperio
MW megavatio
μmmicrones
N Newton
‘pie
“pulgada
qq quintal
rpm revoluciones por minuto
₽rublo
s segundo
$ peso
t tonelada
USD dólar estadounidense
V voltio
W vatio
yd yarda
a.n.e. antes de nuestra era
ABE Acrilonitrilo butadieno estireno
ADN Ácido desoxirribonucleico
AGI Iniciativa para el Genoma de la Arabidopsis/Arabidopsis Genome initiative
BTU British Termal Unit/unidad térmicabritánica
CC-200 Cemento Cienfueguero 200
d.n.e. de nuestra era
hab habitante
ISO International Organization for Standardization /Organización Internacional de Normalizaciónmmp millones de pesos
mt miles de toneladas
NPK en ese orden, símbolos químicos de nitrógeno, fósforo y potasio
PS Global Positioning System /Sistema de Posicionamiento Global
PAL Presurized Acid Leaching/lixiviación ácida presurizada
PBO Parafenilenobenzobisoxsol
PGH Proyecto Genoma Humano
PIB Producción Industrial Bruta
PNB Producto Nacional Bruto
PSG Producto Social Global
PTE Plan Técnico Económico
PTFE Politetrafluoroetileno
PAL Presurized Acid Leaching/lixiviación ácida presurizada
PVC Policloruro de vinilo/polyviniyl chloride
RSU residuos sólidos urbanos
S.A. Sociedad Anónima.
S. en C. Sociedad en Comandita.
Sida Síndrome de inmunodeficiencia adquirida
SPF Sistema Presupuestario de Financiamiento
Suma Sistema Ultramicroanalítico
TTA Tornillos, tuercas y arandelas
UHP Ultra High Power/ ultra alta potencia
Esta obra ha sido fruto de una ingente y ardua labor investigativa, destinada a dejar testimonio escrito de un mundo que, cada vez más, se pierde por el inexorable paso del tiempo, el olvido y el descuido y la desidia de los hombres. Es el fruto de una iniciativa que además de los autores involucró a trabajadores, especialistas, funcionarios y dirigentes que en diferentes momentos han sido protagonistas excepcionales del desarrollo industrial del país. De gran valor han sido sus testimonios y contribuciones, y también los de investigadores y periodistas que han dejado un rastro palpable en publicaciones especializadas y medios de prensa que han servido para componer un entramado histórico que, aunque alejado de la exhaustividad, muestra la trayectoria del extenso camino recorrido.
La obra se remonta a la génesis, al desarrollo y a los aspectos históricos más importantes de la industria en Cuba, interrelacionando el desarrollo alcanzado en el contexto de su época y su real marco político y social. Se caracteriza la fisonomía estructural y dependencias generadas, en ocasiones, como resultado de la influencia de intereses foráneos, principalmente norteamericanos en los siglos xix y xx, y en otros casos por la avidez de la burguesía nacional, muchas veces desdeñando beneficios en el entorno social en función de los propios.
Ya avanzada la llamada época republicana y a pesar de las grandes limitaciones propias de país subdesarrollado con un sistema político y económico que solo ofrecía oportunidades de progreso a las clases pudientes; los técnicos y profesionales cubanos revelaron su espíritu fecundo y creativo, afianzando una tradición de avanzada e incentivando a empresarios de diversa procedencia a desarrollar en Cuba actividades tecnológicas e industriales, algunas de significativa importancia, conquistando singular espacio en la industria. Los oficios eran desempeñados con esmero por los trabajadores cubanos. La industria azucarera y en particular el azúcar constituía una riqueza potencial que atraía capitales. Es así que, en la primera mitad del pasado siglo, seguros del poderío de su gobierno, capitales norteamericanos consideraron a Cuba escenario propicio para colocar su maquinaria de segunda mano o también para llevar a cabo la puesta a punto de ensayos tecnológicos, asignándole a la Isla el papel de campo o polígono de pruebas a escala industrial. En ese sentido la presente obra muestra hechos, algunos de los cuales pudieran resultar inéditos. Entre ellos se encuentra la instalación de la primera central telefónica automática del mundo, se trasmitió la primera señal televisiva a color, se construyó el primer helipuerto para servicio urbano de helitaxis (aunque no llegó a iniciar operaciones), se erigió la planta de níquel más moderna del mundo en su época por sus soluciones de ingeniería y tecnología, se llevó a cabo la primera aplicación industrial del teflón y tuvo las primeras fábricas de cemento, de papel de aluminio, de detergentes y de recubrimiento anodizado de América Latina.
De hecho, en la época colonial, inducidos, sobre todo, por el auge de la producción azucarera, Cuba había construido el primer ferrocarril de Latinoamérica (séptimo del mundo), La Habana fue la segunda ciudad del hemisferio en tener luz eléctrica, solo siete años después de Nueva York, por citar algunos ejemplos, sin olvidar que también durante la colonia —concretamente en 1768—, en los astilleros de La Habana se construyó el Santísima Trinidad, el mayor navío de línea del mundo desde el último cuarto del siglo xviii y hasta albores del xix. Una gran obra de ingeniería naval donde el dominio de la carpintería de ribera por el personal nativo fue decisivo. Los técnicos cubanos lideraban, además, otros sectores de ingeniería, erigiendo el primer edificio alto con sistema de elementos prefabricados del hemisferio, el puente de mayor longitud y espaciamiento entre columnas, a más de otras obras, algunas conceptuadas como “las siete maravillas de la ingeniería cubana”.
Después del triunfo de la Revolución y a pesar de restricciones y obstáculos derivados del férreo bloqueo económico, financiero y comercial, impuesto por el Gobierno estadounidense a Cuba, los profesionales de la industria cubana no han cesado su despliegue de creatividad e ingenio, logrando con su empuje e imaginación mantener y diversificar la producción y surtido en el escenario de diversos perfiles de la industria, realizando en ocasiones, verdaderas hazañas tecnológicas como la puesta a punto de la planta de sulfuro de níquel de Moa, la más moderna de su época, la construcción de la textilera Celia Sánchez, la mayor de América Latina; llegar a poseer una industria propia de perfumes y cosméticos e incrementar y diversificar la producción energética. Se erigieron nuevas fábricas de cemento, fertilizantes, níquel, refinerías de petróleo, elevando significativamente la extracción de petróleo crudo y se establecieron importantes instalaciones mecánicas y de productos químicos, incluyendo los fertilizantes y como ícono del avance tecnológico, se desarrolló una moderna e impactante industria biotecnológica, creadora de múltiples fármacos y vacunas reconocidos a nivel internacional, conquistando espacio cimero en la industria nacional, e insignia de su vanguardia tecnológica y como colofón, en época más reciente, la creación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, la que trae aparejada la promoción del desarrollo industrial sostenible.
El mundo avanza y evoluciona a ritmo acelerado en los países del primer mundo, lamentablemente, a pasos muy tímidos en los subdesarrollados, un patrón que acrecienta la brecha, cuya diferencia se ahonda con el progreso de la tecnología y sus recursos dominados por los desarrollados. Acortar esta asimetría, requiere cambios estructurales radicales, voluntad política, una arquitectura financiera de respaldo, pleno uso de todas las capacidades tecnológicas, incentivación de un fuerte proceso inversionista, y una amplia gestión del conocimiento capaz de enriquecer la ciencia y el desarrollo de una industria poderosa, moderna e inclusiva que apoye e impulse estos cambios, requerimiento ineludible en el actual escenario internacional, en el que la sostenibilidad se presenta como recurso vital de la humanidad en un mundo donde declinan los recursos naturales con marcada tendencia al agotamiento, mientras su población crece a un ritmo de tres nuevos habitantes por segundo, lo que a finales del segundo decenio del presente milenio totalizaráuna población cercana a los 7860 000 000 habitantes.1
1Reloj en vivo, wwwcountriesmeters.info/es/world.
Tal eventualidad requiere un cambio estructural en el comportamiento de los desenfrenados hábitos consumistas del Primer Mundo, ya que si los países subdesarrollados siguieran tal patrón se requerirían 2,5 planetas Tierra, de acuerdo con informes de la ONU (Organización de Naciones Unidas).2
2 Hechos públicos en file:///J:/Consumo %20y %20producción %20sostenibles %20 %20Desarrollo %20Sostenible.htmDatos destacables.
El conocimiento de los orígenes de la industria y su evolución, descubrir y dominar sus deformaciones estructurales, identificar las causas y modificar su trayectoria, posibilitará una mejor gestión en la ruta de un futuro desarrollo exitoso. Sirva el conocimiento del patrimonio industrial cubano a esa causa e inspire su continuidad en base al criterio del más universal de los cubanos, José Martí, expresado en múltiples citas de su pensamiento:
[…] la industria es el lenguaje de la fuerza.
Fuerza es ante todo alentar y premiar, aun de manera extraña y desnuda, todos los ramos de la industria nacional.
[…] es de rechazar como una rémora, como una catástrofe vecina, como un vicio de la mente, como un mal público, toda industria que sin más mercado que el reducido del país propio, se empeñe en vencer…
Antes de echar en tierra una semilla, el plantador debe haber meditado de antemano en qué países y en qué cantidades, se consumirá probablemente el fruto del árbol que siembra, para la época en que su árbol fructifique.
Las industrias crecidas necesitan salir de la protección, como de los andadores necesita salir el niño. Con el mucho auxilio sucede a las industrias lo que a la criatura a quien nunca saquen del andador: no aprenderá a andar.
Puede ser útil proteger una industria, mientras las restricciones necesarias para protegerlas, no impongan a la nación un sacrificio superior al beneficio que a toda luz haya de sacar de ella.
Quien abona bien su tierra, trabaja menos, tiene tierra para más tiempo y gana más. He aquí, pues, una ventaja para los agricultores y una industria nueva, de posible y provechoso comercio. Siémbrese química y agricultura, y se cosechará grandeza y riqueza.
Esta obra incluye una breve, aunque explícita exposición, sobre los orígenes y las características de las principales industrias que en su momento fundamentaron el desarrollo de la civilización, en la convicción de que hurgar hasta conocer con certeza los orígenes de una industria permite establecer el sentido de su aparición, evolución y desenvolvimiento, arrojando luz en la historia y en las causas de su desarrollo, facilitando —de hecho— su dirección prospectiva. Se exceptúa la industria alimentaria por su amplia gama productiva, y su cambiante configuración, lo que resultaría una agenda sumamente extensa y volátil que requeriría tratamiento diferenciado.
No obstante, a pesar de los conocimientos adquiridos y las investigaciones llevadas a cabo por numerosos estudiosos del tema, aún hoy se mantienen sin respuesta acertada múltiples misterios y acertijos de la humanidad, siendo imposible explicar algunas interrogantes de producciones industriales realizadas en épocas anteriores.
Es así que, aun desechando todo tipo de misticismo, nada explica cómo en la Antigüedad se pudieron realizar algunas producciones propias de industrias dotadas de tecnologías actuales. Así por ejemplo, ¿cómo pudo alguna antigua civilización fundir y moldear piezas de platino si este metal solo comienza a fundirse a los 1800 o C? No obstante, en la altiplanicie peruana fueron halladas piezas ornamentales de platino fundido. Y, ¿cómo hicieron las antiguas generaciones de China para obtener aluminio metálico si para producirlo es necesario extraerlo de la bauxita, lo que implica dominar un laborioso y complejo proceso tecnológico? Sin embargo, partes de una cinta de aluminio fueron encontradas en tumbas en la zona de Yungjen, en China. En Delhi se puede observar una vieja columna milenaria de hierro que, increíblemente, se mantiene sin oxidación ni deterioro alguno a pesar del tiempo.
En cuanto a la industria textil, sorprende la pieza de ropa tejida encontrada en Helwan, en los suburbios de El Cairo, la capital de Egipto, tal prenda es tan fina que incluso en la actualidad solamente pudiera ser tejida en fábricas especializadas equipadas con modernas tecnologías y operarios de alto nivel de experiencia.
En la industria eléctrica, ¿cómose explica la producción en la Antigüedad de baterías eléctricas secas que trabajan bajo ese principio? Esas baterías se exhiben en el Museo Nacional de Irak.3En el propio museo se pueden ver elementos eléctricos con electrodos de cobre y un electrolito, que fueron hallados en 1936 en Kujut Rabua, una aldea al sureste de Bagdad, en Irak.
3 Inaugurado como Museo Arqueológico de Bagdad en 1926.
En Egipto e Irak se encontraron lentes de cristal, cortados y tallados con gran precisión, labor quesolo puede ser ejecutada mediante el empleo de Cs2O (óxido de cesio), en otras palabras, por un óxido quesolo puede ser logrado mediante proceso electroquímico.
Quizás, el más impactante de estos acertijos sin explicación plausible, tuvo lugar en Grecia en el año 1908, cuando buceadores de esponjas encontraron un viejo navío romano cargado con estatuas de mármol y bronce cerca de Anticitera (Antikythera), isla griega situada al sur del Peloponeso, al noroeste de Creta. Rescatadas esas obras de arte, fueron sometidas a rigurosa investigación, lo que de inmediato mostró que la embarcación debió irse a pique alrededor de los inicios de nuestra era, algunos la datan en el 87 a.n.e. Cuando todo fue despejado, incluidos fragmentos sin forma definida, se encontró un objeto, considerado mucho más importante que las propias estatuas. Sometido a un cuidadoso tratamiento, descubrieron una chapa de bronce con inscripciones circulares y ruedas dentadas y pronto se dieron cuenta que esas inscripciones debían estar conectadas con la astronomía. El extraño artefacto se mostró como una maquinaria regular con indicadores movibles y complicadas escalas o diales, y láminas o placas metálicas con escrituras,más de20 pequeñas ruedas, una especie de engranaje diferencial y una rueda corona, algo sorprendente porque los primeros casos conocidos hasta su descubrimiento datan del sigloxvi. Sin embargo, la máquina era tan complicada que probablemente no fuera la primera de su tipo.
El profesor Derek J. de Solla Price (1922-1983),físico,historiador de la ciencia, acreditado científico informático y "padre de la cienciometría",4en sus estudios iniciales interpretó ese aparato como un tipo de máquina calculadora con la ayuda de la cual podían predecir los movimientos de la Luna, el Sol y probablemente de otros planetas del zodiaco, aunque estudios posteriores sugieren que el dispositivo era bastante más “inteligente”. Se sospecha que parte del mecanismo podría haberse perdido, y que estos engranes adicionales podrían haber representado los movimientos de los otros tres planetas conocidos en la época: Marte, Júpiter y Saturno. Es decir, que habría predicho, con un grado más que respetable de certeza, las posiciones de todos los cuerpos celestes conocidos en la época.
4 Estudia la producción científica con el fin de “medirla” y analizarla. Los principales temas de investigación incluyen la medición del impacto, los conjuntos de referencia de artículos para investigar el impacto de las revistas e institutos, la comprensión de citas científicas, el mapeo de campos científicos y la producción de indicadores para su uso en contextos políticos y de gestión (Loet Leydesdorff and Staša Milojević: “Scientometrics”,arXiv:1208.4566 [cs], 2012).
Un proyecto de investigación, compuesto por un equipo internacional de científicos que utilizótécnicas desarrolladas para el estudio del mecanismo de Anticitera, desarrolló un modelo 3D basándose en tomografía computarizada de alta resolución y cuyos resultados mostraron que se trata de una calculadora astronómica que predice la posición del Sol y la Luna en el cielo, y muestra las fases de esta última en cada mes utilizando el modelo de Hiparco. Gracias a las técnicas actuales se ha podido comprender el funcionamiento del aparato. Basados en la forma de las letras griegas, se estableció que su construcción data de entre el 150 a.n.e. y el 100 a.n.e., o sea, en época anterior a la hasta entonces estimada. Quizá el desarrollo de la ciencia logre, en un futuro no muy lejano, responder algunas de estas misteriosas interrogantes.
Esta historia de oficios e industrias, no por tener cuerpo compuesto de metales y materiales de diversos géneros, carece de alma y sentimientos, en ella encontrará vibrantes y verídicos relatos de hondo e inspirador contenido humano. Sea esta modesta obra una herramienta útil para los actuales y futuros profesionales, técnicos y obreros de la industria y ojalá sirva a los intereses de quienes han apostado por el desarrollo moderno, eficiente y sostenible de la industria cubana del siglo xxi cual héroes anónimos, sin olvidar rendir tributo, a los que como soldados desconocidos la hacen posible: el pueblo trabajador.
La génesis del desarrollo industrial de la humanidad se entrelaza íntimamente con la evolución de los seres humanos desde su propia aparición sobre la Tierra. Homo sapiens sapiens, nombre científico asignado al hombre por el naturalista sueco Carlos Linneo (1707-1778), alude al rasgo biológico más característico de la especie humana: sapiens que significa “sabio” o “capaz de conocer”, y expresa la consideración del hombre como “animal racional”.
La prehistoria tradicionalmente se divide en dos grandes etapas tecnológicas, la Edad de Piedra, que abarca desde que los humanos empezaron a elaborar herramientas de piedra y la Edad de los Metales, en la cual el hombre fabricó objetos a partir de metales fundidos. Fue un proceso datado en épocas diferentes para los distintos confines del planeta, muy relacionado con el arribo del hombre y su asentamiento.
Durante este periodo el hombre primitivo desarrolló acciones de supervivencia, se reprodujo y pobló el mundo. La existencia delHomo sapiens sapiens, data de unos 250 000 años, cuando transcurría la llamadaEdad de Piedra, en el periodo Paleolítico de la prehistoria (de 2800 000 a.n.e.a10 000 a.n.e.), Paleolítico significa “piedra antigua”. En su evolución y dispersión por el mundo, desde su cuna africana, el hombre se auxilió de instrumentos de diverso tipo para apoyar acciones de supervivencia como cazar, pescar, recolectar frutos, raíces, tubérculos y restos arbóreos. Se puede afirmar que los primeros instrumentos fueron de naturaleza lítica. El cambiante devenir de la vida le permitió acumular conocimientos, encontrar y modelar nuevos materiales, dominar el fuego, descubrir metales y desarrollar técnicas para emplearlos en su beneficio, surgieron así los oficios.
Constituyeron los oficios la forma en que el hombre, dotado de habilidades específicas sobre una actividad determinada, lograba destacarse en su dominio, ejerciéndola con asiduidad. Fueron el primer antecedente de la aparición de los procesos industriales.
Durante este periodo los instrumentos construidos por el hombre, en su diversidad, resultaron una adquisición importante para la evolución del Homo sapiens sapiens, al beneficiar su adaptación a nuevos ambientes y permitirle modificar la dieta alimentaria, incorporándole proteínas procedentes de grandes herbívoros.
El cerebro más desarrollado y las manos que el bipedismo liberara de la locomoción, dieron al Homo sapiens sapiens, aptitudes para acometer iniciativas, acumular conocimientos y habilidades y utilizar ese saber aprendido para dominar el medio en su provecho. Los más remotos vestigios de la humanidad revelan ese afán, esa lucha del género humano para mejorar y defender la vida e imponer la voluntad que les enfrentaba al medio indominado y le permitiría conocerle mejor y prepararse para una subsistencia más ventajosa y segura. Se desarrolla entonces la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación e instrucción, en lugar de por herencia genética, una de las bases de la cultura de las estructuras sociales que se iban creando donde el comportamiento humano moderno constituyó el cambio más importante en la evolución de la mente humana, dando lugar a que el ingenio creativo de que estaba dotada, le llevara a dominar su entorno de forma paulatina. Federico Engels, en su ensayo titulado “El papel del trabajo en la transformación del mono en hombre”, visto a la luz pública en 1876, en su parte inicial sostiene que:
El trabajo es la fuente de toda riqueza, afirman los especialistas en economía política, lo es, en efecto, a la par que la naturaleza, proveedora de los materiales que él convierte en riqueza. Pero el trabajo es muchísimo más que eso. Es la condición básica y fundamental de toda la vida humana. Y lo es en tal grado que, hasta cierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio hombre [...] ni una sola mano simiesca ha construido jamás un cuchillo de piedra, por tosco que fuese. [...] la mano no es sólo el órgano del trabajo, es también producto de él. Únicamente por el trabajo, por la adaptación a nuevas y nuevas funciones, por la transmisión hereditaria del perfeccionamiento especial así adquirido por los músculos, los ligamentos y, en un periodo más largo, también por los huesos y por la aplicación siempre renovada de estas habilidades heredadas, asume funciones nuevas y cada vez más complejas, ha sido así como la mano del hombre ha alcanzado ese grado de perfección que la ha hecho capaz de dar vida, como por arte de magia, a los cuadros de Rafael, a las estatuas de Thorwaldsen y a la música de Paganini.
Resulta evidente que el trabajo fue elemento fundamental en la evolución humana, le permitió al hombre imprimir en la naturaleza el sello de su voluntad, obligándola a servirle paulatinamente de forma más compleja y completa.
En el Paleolítico aquellos seres primitivos vivían en reducidos grupos nómadas, con una subsistencia basada en la depredación de los recursos naturales, dependían de la caza, la pesca y la recolección. Habitaban en las orillas de los ríos, en cuevas y ocasionalmente, construían chozas pequeñas con las pieles y huesos de animales que cazaban. Lograron dominar el fuego.
Durante este periodo aparecieron los primeros útiles fabricados por el hombre, para su realización tallaban la piedra teniendo en cuenta el objetivo fundamental a que se destinaba cada útil: machacar, cortar, curtir pieles para vestimentas, por citar algunos de los principales. Las innovaciones que fueron incorporando a estos enseres fueron el fruto del saber acumulado. De forma progresiva ampliaron y perfeccionaron el diapasón de instrumentos líticos de corte o percusión, sumándole otros para preparar alimentos, como raederas, piedras denticuladas, buriles confeccionados sobre hojas de sílex (SiO2 o pedernal), objetos puntiagudos (puntas) y afilados cuchillos, entre los principales. Aunque en menor medida, también en la llamada Edad de Piedra se empleaba el hueso, las astas y el marfil, para la fabricación de instrumentos variados.
El vestuario tiene una presencia también lejana en el tiempo. Se afirma que los antecesores del Homo sapiens sapiens (Homo ergaste y Homo erectus; 1,5 millones de años a.n.e.), utilizaban pieles para cubrir sus cuerpos, no las empleaban precisamente como prendas de vestir, sino que eran una forma de camuflarse para pasar desapercibidos entre sus presuntas presas durante las cacerías organizadas para garantizar el sustento alimentario de la tribu. A partir de esas experiencias fue que, probablemente, aquellos seres experimentaron los beneficios de las pieles como vestimenta, medio efectivo de protección contra el frío. En la preparación de esas pieles se valían de la boca, las masticaban y apaleaban para lograr el desvenado y suavizado que les confería un toque adecuado para lograr una mejor adaptación al cuerpo. Con el objetivo de unir las distintas partes del vestuario empleaban tiras sacadas de la propia piel empleada en la confección o hilo trenzado en forma de cordón o cuerda, obtenido a partir de fibras vegetales finas, aptas para uso textil. Recurrían a broches de hueso tallado para ceñir y retirar las prendas confeccionadas. El gusto por los elementos de adorno personal también se ha evidenciado en diversos yacimientos arqueológicos. Se trata de colmillos y dientes de animales y conchas, unidos todos por algún cordoncillo de fibra vegetal.
El empleo de hilo trenzado a partir de fibra vegetal, en la confección de vestuario desde el Paleolítico queda argumentado a partir de los resultados de la investigación realizada a finales del siglo por Olga Soffer, James Adovasio y David Hylan, todos de la Universidad de Illinois, en los Estados Unidos, sobre materiales hallados en la República Checa, fechados hacia el año 27 000 a.n.e. quienes comprobaron que se trata de cuerdas y tejidos trenzados contenidos en bloques de arcilla solidificada.
Rastros del vestuario y sus accesorios en el Paleolítico también se evidencian en las denominadas Venus paleolíticas,1 en esta especie de pequeñas esculturas se observa el uso de prendas de vestir en extremo escuetas, incluyendo también algunos accesorios como chales, gorros, cinturones, redes para sostener el cabello y piezas de adorno personal como brazaletes y collares. El primer descubrimiento fue la Venus de Brassempouy, en 1893, por Édouard Piette (1827-1906). En 1908 fue exhumada la famosísima Venus de Willendorf, en un campo del valle del Danubio, en Austria.
1 Estatuillas femeninas de hueso, asta, marfil, piedra, terracota y de madera, datadas en el Paleolítico superior, constituyen la principal categoría de arte mueble o mobiliar, superando el centenar de ejemplares, en el caso de las figuras de bulto redondo, y los dos centenares si se incluyen representaciones parentales. Estas esculturas tienen tamaños modestos, entre 4 cm y 25 cm.
A la aguja de coser se le confirma una antigüedad por encima de los 60 000 años a partir del hallazgo en 2006 de una pequeña punta de hueso esculpido en la cueva de Sibudu, en Sudáfrica. La segunda aguja de coser en antigüedad, también de hueso, fue descubierta el pasado siglo en la cueva de Potok, al este de las montañas Karavanke, en Eslovenia, por el arqueólogo esloveno Srečko Brodar (1893-1987), está datada 41 000 años a.n.e. Agujas de coser de edades situadas entre 22 000 a.n.e., y 10 000 años a.n.e., siempre de hueso, resultan habituales en hallazgos realizados en territorio europeo.
Existen hipótesis diversas acerca del empleo de fibras vegetales para la confección de tejidos antecediendo a la hilatura. En Europa Central, en el cenagoso fondo de los lagos suizos Lehman (Ginebra) y Constanza, se han encontrado algunos manojos de lino limpio, listo para ser convertido en tela. Es la primera vez que aparece un material donde resulta evidente que algún grupo poblacional de la Edad de Piedra había aprendido a estructurar a partir de él, piezas, entretejiendo las fibras vegetales. Es de suponer que los hombres aprendieron a tejer antes de desarrollar la hilatura, ya que está comprobada la existencia de fibras vegetales conformadas a mano y resultaba bastante sencillo tejerlas. Debió ser mas tarde cuando aprendieron a hilar sus hebras y a hacer con ellas hilos entramados que conformarían un tejido apropiado para confeccionar prendas. En el Neolítico, empezaron a tejer el vellón de los animales, convirtiéndolo en paños de lana.
En esta etapa el hombre perfecciona los útiles y herramientas que emplea. Como parte de la evolución de los seres humanos durante el llamado Periodo Neolítico de la Edad de Piedra —neolítico significa “piedra nueva” y se ubica entre el 10 000 a.n.e. y 3500 a.n.e.—, el Homo sapiens sapiens alcanza el perfeccionamiento de los útiles de piedra que fabrica al dominar la técnica del pulido y surgen la agricultura y la ganadería como actividades económicas que liberan a sus colectividades de la exclusiva dependencia de los recursos que la bondadosa naturaleza les brindaba, muchas veces inseguros en su disponibilidad.
El fuego desde el Paleolítico se hizo indispensable para la vida, y el descubrimiento de cómo obtenerlo, así como el perfeccionamiento de su manejo y control, podían marcar la diferencia entre la vida y la muerte, sobre todo, durante las frías glaciaciones en las que las bajas temperaturas asolaron gran parte de la Tierra.
En culturas distantes y diversas el fuego es protagonista de metáforas, mitos, ritos religiosos y mágicos, es benefactor y destructor. La cultura griega, atesora uno de esos mitos que evidencia la importancia conferida por ellos a la posesión del fuego, se trata del conocido como La caja de Pandora, que forma parte de la historia de la primera mujer creada por Hefesto2 cumpliendo una orden de Zeus, el rey de los dioses. La leyenda relata como Zeus, deseoso de vengarse de Prometeo por haberle robado el fuego para procurárselo a los humanos, presentó una mujer llamada Pandora a Epimeteo, hermano de Prometeo, con quien este se casó. Como regalo de bodas, Pandora recibió un misterioso pithos, especie de tinaja ovalada, habitualmente citada como caja, con instrucciones de no abrirla bajo ninguna circunstancia. Zeus sabía que los dioses habían dotado a Pandora de una gran curiosidad, tanto es así que tan pronto estuvo sola decidió abrir la caja para ver su contenido. Al rasgar la tapa, escaparon de su interior todos los males del mundo. Cuando atinó a cerrarla, solo quedaba en el fondo Elpis, el espíritu de la esperanza. De esta historia surgió la expresión “la esperanza es lo último que se pierde”. Hoy, “abrir una caja de Pandora” significa que una acción en apariencia pequeña o inofensiva, puede acarrear consecuencias catastróficas y todo a partir de una disputa por la tenencia del fuego.
2 Dios del fuego y la forja, así como de los herreros, los escultores, los metales y la metalurgia.
La existencia de la agricultura en este periodo queda demostrada por el hallazgo de útiles para moler granos y aperos para cosechar cereales como hoces y hachas. La ganadería favorece el desarrollo social temprano al ser domesticado el ganado ovino, caprino, bovino, equino y porcino, reduciéndose la dependencia del hombre primitivo de la caza y la pesca, pues de esta manera podía aprovechar, según su necesidad y conveniencia, la carne, las pieles y demás recursos que estos animales le proporcionaban y también emplearlos como medios de transporte. De forma espontánea van apareciendo nuevos oficios: agricultor, pastor, carnicero, curtidor, tejedor de fibras, costurero, entre otros.
En el Neolítico surge la alfarería y con ella la rueda. Al disponerse de mayor cantidad y variedad de alimentos surge la necesidad de conservarlos, almacenarlos y cocinarlos; para cumplir con este objetivo el hombre hace uno de los principales aportes de este periodo: la invención de la alfarería. Pudiera afirmarse que fue este, uno de los antecedentes más importantes de la industria actual.
Al inicio los objetos de cerámica se modelaban a mano, con técnicas como el pellizco, el colombín o la placa. El artefacto conformado en zonas cálidas, se exponía al sol para su secado y en lugares donde la temperatura era baja se colocaban junto a las fogatas utilizadas para calentarse. La experiencia práctica y las necesidades espirituales y materiales del Homo sapiens sapiens, contribuyeron al desarrollo de técnicas más avanzadas, beneficiando la formación artesanal de objetos de cerámica con los procesos de decorado y cocción. Nace así un nuevo oficio: la alfarería.
Existen distintas teorías difusionistas sobre la elaboración de objetos cerámicos, la más generalizada sitúa su origen en China, donde, antes que, en cualquier otro lugar, emplearon hornos para cocer las piezas modeladas, desde allí se extendió a Corea y Japón por el Este y Persia por el Oeste, alcanzando África del Norte y la península Ibérica, siempre diferenciadas por la calidad de la arcilla empleada, los motivos usados en sus decoraciones y el empleo de métodos de cocción diferentes.
Uno de los primeros ejemplos de cerámica prehistórica pertenece al Neolítico, se trata de la llamada cerámica cardial. Debe su nombre por el empleo —en la decoración de objetos cerámicos— de la concha bivalva conocida como Cardium edule, o simplemente Cardium, por tener la forma de un corazón. Con el borde dentado y sinuoso de las conchas los alfareros primitivos hacían impresiones decorativas en los utensilios que elaboraban. Este tipo de ceràmica exhibía a la vez otros adornos como digitaciones, impresiones a punzón y cordones, por este motivo también se le conoce como cerámica impresa. Es propia de los primeros estadios del Neolítico en la cuenca mediterránea, durante los milenios vi a.n.e. y v a.n.e., su elaboración abarcaba asentamientos ubicados en zonas costeras desde el área de los Balcanes hasta las costas del levante español.
Fig. 1.1. Jnum: Dios alfarero en la mitología egipcia, modelaba a las personas empleando el lodo del Nilo.
La rueda, esa pieza mecánica circular que gira alrededor de un eje, fue capaz de revolucionar en la Antigüedad, no solo los medios de transporte, sino que también benefició la alfarería. La fabricación de tornos alfareros imprimió un importante auge a la producción de artículos cerámicos. Esta herramienta fue inventada en Egipto, 3000 años a.n.e., queda avalado por la existencia de un papiro con la imagen del dios Jnum (Fig. 1.1) modelando el cuerpo humano y su alma en uno de estos tornos. Según la mitología egipcia, Jnum modelaba a las personas con lodo procedente del Nilo, al nacer las dotaba de la energía vital, el ka. Era considerado Dios de la fertilidad, guardián de las aguas del inframundo y custodio de las fuentes del Nilo en Elefantina.3 Según la leyenda, Jnum creaba a los hombres con su torno de alfarero, pero un día, cansado de hacerlo girar, lo rompió de un tirón y colocó en cada mujer una parte de la rueda. Desde entonces, la reproducción humana no requiere de su intervención. Se le representa como hombre con cabeza de carnero y cuernos horizontales.
3 Isla egipcia situada en el >río Nilo, contigua a la primera catarata, frente a la moderna ciudad de Asuán, mide 1350 m de longitud por 780 m de anchura. En ella se levantaba una ciudad de igual nombre, cuyas ruinas forman parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1979, bajo la denominación de Monumentos de Nubia.
La más antigua evidencia del uso de la rueda se encuentra en un pictograma de Sumeria, territorio del actual Irak, datado en el año 3500 a.n.e. En febrero de 2003, en unos pantanos situados a 22 km al sur de Liubliana, capital de Eslovenia, se halló una rueda y su eje cuya antigüedad se ubica entre 3350 a.n.e.-3000 a.n.e. Está hecha de madera de fresno, mientras que el eje es de roble, más duro. Por otro lado, en el llamado Estandarte de Ur, proveniente de la ciudad de Ur, al sur de Bagdad, en la Mesopotamia meridional, hoy exhibido en el Museo Británico de Londres, se representan carros de guerra de cuatro ruedas tirados por onagros, se trata de la evidencia más antigua conservada de la rueda como elemento propulsor, está datado en el 2500 a.n.e.
Nuevas y más complejas formas de vida, progresivamente, llevaron a los seres humanos a la sedentarización obligada y necesaria, creando asentamientos de modesta extensión, organizándose en clanes o tribus que en su evolución constante interactuaron con sus congéneres en distintos territorios y épocas, constituyendo la simiente indiscutible del mundo actual, dueño de saberes acumulados y conquistados a fuerza de tesón e inteligencia, aunque también lleno de contradicciones, ambiciones y conflictos.
La evolución del vestuario fue otra característica destacable que marcó al Neolítico. La necesidad de cubrir partes del cuerpo con pieles y tejidos artesanales se había desarrollado desde el Paleolítico; ya en el Neolítico, distintas especies de animales fueron domesticadas, favoreciéndose de esta manera, la disponibilidad de pieles y lana para la confección de vestimenta. Entre las fibras de procedencia animal más empleadas estuvieron en primer lugar, la lana de oveja, seguida por el pelo de cabras y el de camélidos Por otra parte, la agricultura puso a disposición de la especie humana fibras como el lino (Linum usitatissimum) y el algodón (Gossypium hirsutum) que al hilarse resultaban muy adecuadas para la protección contra las inclemencias climatológicas. Para hacer más atractivo el vestuario, preparaban tinturas a partir de la maceración de la corteza del roble y el sauce, ricos en taninos que le proporcionaban un colorido diferente al natural. Habían surgido los oficios de ganadero y agricultor.
En el periodo Neolítico se inventó el arte de hilar, naciendo así el oficio de hilandera, se trataba de una labor predominantemente ejercida por mujeres. Desde luego, cuando se inventó el arte de hilar, la lana se convirtió en material de extrema demanda. Con paños de lana se hacía ropa abrigada, apropiada, sobre todo, para climas fríos; pero donde el sol era intenso y ardiente, se prefería el limpio y fresco lino.
Las primeras evidencias del empleo de husos para la fabricación de hilo datan del año 7000 a.n.e. Son hallazgos pertenecientes a la civilización egipcia, ubicados en el inmenso oasis de El Fayum y también en Jarmo, en territorio mesopotámico, actual Kurdistán iraquí. Existen hallazgos en Shinghuar, Irak y también en Irán e Israel, datados en elvimilenio a.n.e. En Europa se han encontrado evidencias datadas en los siglosvia.n.e. yva.n.e., y en la península Itálica, en este caso delvyivmilenios a.n.e.
La disponibilidad de hilos más finos y regulares permitió, a partir de un saber hacer acumulado, desarrollar un sistema de tejeduría que escapaba del trabajo artesanal puro, sin dejar de serlo. Fueron los egipcios, con su llamado telar de suelo, los primeros en dar este importante paso. El uso de este telar se extendió hasta Irán, desde el Neolítico hasta la Edad de Bronce. En los murales de la tumba Jnumhotep II de la dinastía XII del Imperio Medio, en Beni Hasan, Egipto (Fig. 1.2) o en la maqueta de madera de la tumba de Meketre,4 en Tebas, en la que se representan en grandes murales las partes que constituían este telar y su funcionamiento. Estaba operado por dos tejedoras que realizaban distintas tareas, como el cambio del lizo, pasado de tramas, apretado del tejido con una espátula, entre otras operaciones. Aparece el oficio de tejedora textil. En el Antiguo Egipto los tejidos de lino eran extremadamente finos; cuando los faraones morían los envolvían en estos tejidos de suavidad extrema, casi transparentes, así los colocaban en el sarcófago real.
4 Oficial del Antiguo Egipto, desempeñó altos cargos incluido en los reinados de Mentuhotep II, Mentuhotep III y quizá en el de Amenemhat I, durante el Imperio Medio.
En Europa Central se evidencia también, desde el Neolítico, la existencia de una incipiente industria textil. Se trata del desarrollo de los primeros telares de pesas. Su invención se ubica en los territorios donde hoy se encuentra Hungría, en asentamientos pertenecientes a la cultura de Körös,5 cronológicamente datados entre el vii y vimilenios a.n.e. Se trata de un telar para elaborar el tejido de forma vertical, aunque algo inclinado. Tenía la urdimbre colocada en una sola barra, llamada viga de urdimbre, estaba en la posición superior y se empleaban una serie de pesas para crear la tensión de los hilos de urdimbre. Las pesas solían ser de barro o piedra, presentando una o varias perforaciones y se agrupaban atándose a grupos de hilos de urdimbre. El tejido se comenzaba por la parte superior, donde se iniciaban las filas de trama que al realizarse se empujaban hacia arriba con una espátula.
5Cultura arqueológica perteneciente al Neolítico de Europa Central. Tiene el mismo nombre de un río de Hungría oriental.
Fig. 1.2. Telar de suelo, imagen del mural de la tumba de Jnumhotep II.
La seda es una fibra de proteína natural, algunas formas de las cuales pueden ser hiladas y tejidas obteniéndose telas muy finas de increíble brillo natural (Fig. 1.3). La fibra de la proteína de seda se compone principalmente de fibroína, producida por ciertas larvas de insectos para formar capullos. El tipo más conocido de seda se obtiene de los capullos de las larvas del llamado gusano de seda (