Desarrollo industrial de Cuba. Antecedentes, hitos y realidades T-2 - Leonel Amador Pérez - E-Book

Desarrollo industrial de Cuba. Antecedentes, hitos y realidades T-2 E-Book

Leonel Amador Pérez

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Beschreibung

El texto se remonta a la génesis, al desarrollo y a los aspectos históricos más importantes de la industria en Cuba. Esta historia de oficios e industrias, no por tener cuerpo compuesto de metales y materiales de diversos géneros, carece de alma y sentimientos, en ella encontrará vibrantes y verídicos relatos de hondo e inspirador contenido humano. El conocimiento de los orígenes de la industria y su evolución, descubrir y dominar sus deformaciones estructurales, identificar las causas y modificar su trayectoria, posibilitará una mejor gestión en la ruta de un futuro desarrollo exitoso. Después del triunfo de la Revolución y a pesar de restricciones y obstáculos derivados del férreo bloqueo los profesionales de la industria cubana no cesaron su despliegue de creatividad e ingenio.

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Seitenzahl: 677

Veröffentlichungsjahr: 2025

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Edición: Gilma Toste Rodríguez

Diseño interior y de cubierta: Yisell Llanes Cuellar

Corrección: Miriam Raya Hernández

Emplane y conversión a ebook: Madeline Martí del Sol

© Leonel Amador Pérez, Orlando Nacer Awad y Ernesto García López del Castillo, 2024

© Sobre la presente edición:

Editorial Científico-Técnica, 2024

ISBN: 9789590513404 obra completa ISBN: 9789590513428 T-2

INSTITUTO CUBANO DEL LIBRO

Grupo Editorial Nuevo Milenio

Calle 14, no. 4104, entre 41 y 43, Playa, La Habana, Cuba

[email protected]

www.nuevomilenio.cult.cu

 

Tabla de contenido
Capítulo VI
Industria energética
Evolución a inicios siglo xx
Empresa Eléctrica y de Tranvías de Matanzas
Empresa Eléctrica y de Tranvías de Caibarién
Havana Electric Railway, Light and Power Company
Hershey Corp.
Compañía Cubana de Electricidad
“In electricity business, we trust”
Compañía Cubana de Electricidad en 1957
Otras capacidades de generación de electricidad
Termoeléctrica Cienfuegos 2.O’Bourke
Central Hidroeléctrica de Hanabanilla, Guanayara y Negro
Compañía Eléctrica de La Habana del Este
Primer proyecto de planta electronuclear
Compañía Eléctrica Nuclear Oeste de Cuba
Acontecimientos relevantes
Desarrollo energético con la Revolución
Termoeléctrica Máximo Gómez
Termoeléctrica Antonio Maceo
Termoeléctrica Antonio Guiteras
Termoeléctrica 10 de Octubre
Termoeléctrica Carlos Manuel de Céspedes
Termoeléctrica del Este de La Habana
Termoeléctrica Lidio Ramón Pérez
Central Electronuclear de Juraguá
Energás
Despacho Nacional de carga
Taller principal de la Empresa de Mantenimiento a Centrales Eléctricas
Revolución energética. La nueva matriz
Energías renovables
Industria de los combustibles: petróleo, gas, lubricantes
Petrolera Transcuba S.A.
Compañía Petrolera Caonao S.A.
Grupo Jarahueca-Motembo
Consolidated Cuban Petroleum Corporation
Cuban Land Company
Compañía Petróleo Cruz Verde S.A.
Desarrollo en prospección petrolera
Refinerías
Refinería Esso3
Refinería Shell5
Refinería Texaco6
Refinería Reca7
Refinería de Petróleo Santa María S.A.
Inversiones
Ampliación refinería Hermanos Díaz en Santiago de Cuba8
Refinería Camilo Cienfuegos
Aceites y lubricantes
Compañía Lubricantes Refinol S.A.
Compañía Lubricantes Galena S.A.
Combinado de lubricantes de Santiago de Cuba
Planta de aceites básicos de Cabaiguán
Oleoductos y gasoductos
Oleoducto Matanzas-Cienfuegos
Oleoducto de Varadero a Cárdenas
Oleoducto Jaruco-Habana
Gas manufacturado
Cupet
Capítulo VII
Industria siderúrgica
Revolución Industrial
Principios del siglo xx. Intervención norteamericana en Cuba
El crac del 1929
Metalurgia ferrosa. Preponderancia del acero
El acero y su validez
Industria siderúrgica en Cuba en el periodo prerrevolucionario
Cabillas Cubanas S.A.
Aceros Unidos S.A.
Antillana de Acero S.A.
Revolución e industria siderúrgica nacional
Reducción directa
Orígenes de la reducción directa
La reducción directa en Cuba
Estudios e investigaciones de los minerales de hierro en Cuba
Desarrollos eventuales
Aceros inoxidables
Bloque Morgan de laminación
Redireccionamiento estratégico
Creación de Aceros Caribe
Antillana de Acero. Hitos destacables
Reingeniería
Rehabilitación planta de cal
Programación para la puesta en marcha de la acería eléctrica
Remodelación
Reconversión de la acería
Diagnóstico
Planta de acero inoxidable de Las Tunas
Planta de laminación de barras para la construcción
Producción de perfiles doblados, trefilado, tubos soldados
Perfiles doblados
Taller de trefilado Gonzalo Esteban Lugo en Nuevitas
Producción de tubos soldados
Planta de refractarios en Güines
Fundiciones
J. G. Domenech y Compañía
Talleres Perret S.A.
Fundición Pablo Valdespino
Fundición Bofill S.A.
Compañía Metalúrgica Básica Nacional S.A.
Fundición de acero por arco eléctrico de Santa Clara
Fundición La Lisa
Fundición Enrique Varona González
Fundiciones de metales ferrosos
Capacidades productivas y tecnológicas de las fundiciones (2015-2016)
Inversiones industriales en los años de la década del ochenta
Reactivación y estabilización de la industria siderúrgica cubana
Producciones principales. Exportación
Desarrollo tecnológico de la industria siderúrgica cubana
Perfil de la industria siderúrgica global y su vínculo con el cambio climático
Capítulo VIII
Industria mecánica
Precursores de un desarrollo forjado con la fuerza del saber
Aristóteles y el universo mecánico
Arquímedes, creador de la mecánica teórica
Leonardo da Vinci
Galileo Galilei
Isaac Newton
Mecánica convencional, su desarrollo en diversos escenarios
Industria mecánica cubana
Industria dependiente
Industria mecánica después del triunfo de la Revolución
La industria mecánica dentro del Ministerio de Industrias
Mecanización de la cosecha cañera
Desarrollo de la industria mecánica cubana
Planta mecánica
Industria Nacional Productora de Utensilios domésticos
La industria mecánica y el Ministerio de la Industria Básica
Libertadora
Creación del Ministerio de la Industria Sideromecánica
Desarrollo de una industria mecánica propia
Transformaciones determinadas por el Periodo Especial
Inversiones. Periodo 1987-2015
Aseguramiento de los programas nacionales. Periodo 2010-2017
Industria metalmecánica cubana
Sistema empresarial de la industria mecánica
Empresa Evelio Prieto, Caisa
Empresa Narciso López Roselló
Empresa Industrial Ramón Peña
Reparación de motores automotrices
Bujías
Acumuladores
Autopartes
Producción de equipos industriales
Producción de equipos ferroviarios
Reparación de equipos
Producción de paneles y cubiertas
Estructuras metálicas
Carpintería metálica
Montaje y mantenimiento de ascensores
Producción de herrajes sanitarios
Producción de envases metálicos
Producción de cables eléctricos
Producción de elementos para fijaciones mecánicas
Actividad oleohidráulica
Unión de Industrias Militares
Periodo 1959-1964
Periodo 1965-1975
Periodo 1976-1980
Periodo 1981-1985
Periodo 1986-1990
Periodo 1981-1985
Periodo 1986-1990
Periodo Especial 1991-1995
Periodo 1995-2000
Periodo 2001-2005
Periodo 2006-2010
Periodo 2011-2015
Periodo 2016-2020
Capítulo IX
Industria química
Alquimia, aportes al desarrollo de la química
La química en sus inicios
Enseñanza de la química en Cuba
Orígenes del desarrollo de la química
Industria química
Industria química en Cuba antes de 1959
Fertilizantes
Armour y Compañía S.A.
Pérez Galán, Fernández y Compañía
Productora de Superfosfatos S.A.
American Agricultural Chemical Company
Compañía Cubana de Nitrógeno
Plaguicidas
Producción de sustancias químicas
Ácidos e Hipocloritos S.A.
Compañía Químico Comercial de Cuba S.A.
Silicatos Cubanos S.A.
Compañía de Fomento Químico S.A.
Industria del vidrio
Vidrios S.A.
Owens Illinois de Cuba S.A.
Neumáticos y cámaras
Goodrich Cubana, S.A.
Firestone Interamericana Company
Goodyear de Cuba S.A.
US Rubber Co.
Productores de papel
Antigua Papelera Cubana S.A.
Papelera Damují S.A.
Papelera Moderna S.A.
Papelera Río Verde S.A.
Papelera Pulpa Cuba S.A.
Compañía Técnica Cubana S.A.
Gases industriales
Industria química después del triunfo de la Revolución
Industria química en el Ministerio de Industrias del Che
Otros hitos de la industria química en Cuba
Fertilizantes y plaguicidas
Empresa Química Revolución de Octubre
Empresa de Gases Industriales y Medicinales
Empresa de la Goma
Empresa del Papel
Vidrios Técnicos Vitec
Combinado de Vidrios Lisa
Vidrios Tunas
Electroquímica de Sagua
Sulfometales Patricio Lumumba
Grupo Empresarial de la Industria Química
Capítulo X
Industria del reciclaje
Reciclaje en Cuba
Empresa Consolidada de Recuperación de Materias Primas
Recuperación de chatarra
Grupo Empresarial de Reciclaje
Reciclaje de residuos minerales
Futuro del reciclaje
Reciclado de diferentes desechos. Elementos interesantes
Capítulo XI
Industria electrotécnica y electrónica
Che, promotor de la industria electrónica
Hitos fundacionales de la electrotécnica y electrónica cubanas
Industria Nacional Productora de Utensilios Electrodomésticos 1o de Mayo
Empresa Industrial Electrónica
Centro de Investigaciones Digitales
Fábrica de pizarras telefónicas
Instituto Nacional de Sistemas Automatizados y de Computación
Copextel S.A.
Grupo de la Electrónica, Informática, Automatización y las Comunicaciones
Empresa Industrial para la Informática, las Comunicaciones y la Electrónica
Empresa de Componentes Electrónicos Ernesto Che Guevara
Empresa industrial electrónica ATEC
Empresa TecnoLab
Empresa Antenas
Centro de Desarrollo de la Electrónica y la Automática
Empresa Importadora y Exportadora de Productos de la Electrónica
Empresa de Servicios Asociados a la Calidad
Empresa de Automatización Integral
Empresa de Seguridad Integral S.A.
Empresa de Servicios a las Telecomunicaciones
Empresa de Refrigeración, Calderas y medios de Pesaje
Empresa de Resistencias Eléctricas
Empresa Productora de Equipamiento y Mobiliario Médico
Empresa Productora de Equipos y Utensilios Domésticos y Electrónicos
Proyección del Grupo Empresarial de la Industria Electrónica
Capítulo XII
Industria médico-farmacéutica y biotecnológica
Médicos y medicinas, remedio de males
Farmacias y farmacéuticos
La medicina en la América precolombina
Medicamentos y farmacia como partes del arte de curar
Industria farmacéutica cubana antes de 1959
Una industria farmacéutica propia
Centro Nacional de Investigaciones Científicas
Instituto Finlay de vacunas
Laboratorio Farmacéutico Oriente
Laboratorio 8 de Marzo
Planta de soluciones parenterales
Fábrica de sueros Adalberto Pesant
Ampliaciones y remodelaciones. Nuevos productos médico farmacéuticos
Equipos médicos y artificios ortopédicos
Instituto Central de Investigaciones Digitales
Centro de producción y desarrollo ortopédico
Fábrica de Equipos Médicos
Combinado de Equipos Médicos de La Habana
Frente Biológico y Polo Científico del oeste de La Habana
Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología
Planta de Hemoderivados Arístides Viera
Microplanta de antibióticos por fermentación
Centro Nacional de Biopreparados
Centro Nacional de Animales de Laboratorio y Centro de Inmunoensayo
Ampliación del Instituto Finlay
Centro de Inmunología Molecular
Neurocentro
Desarrollo de la industria biotecnológica cubana
Desarrollo biotecnológico. Principales aspectos
Industria biotecnológica cubana
Células madre. Investigación y expectativas
Alimentos transgénicos
Impacto de la industria biotecnológica cubana
Biotecnología cubana en la esfera de la colaboración internacional
Anexo
Ministerios y ministros de sectores industriales
Otras transformaciones estructurales
Glosario
Bibliografía
Otras publicaciones consultadas
Datos de los autores

Capítulo VI

Industria energética

Quizá en ninguna otra industria de Cuba se refleje en forma tan, emotivamente, evidente la influencia de intereses foráneos y de los círculos de poder internos y externos como en la industria energética nacional. El desarrollo de su matriz estuvo determinado por las reglas de un mercado con intereses externos y los beneficios proporcionados a las clases dominantes a costa de intereses sociales, lo que se confirma en su desarrollo histórico.

Dos elementos fundamentales componen el tema energético:

 

1.Industria eléctrica: con su sistema de generación, trasmisión y distribución.2.Industria de los combustibles: compuesta en lo fundamental por el petróleo, sus derivados y los gases.

 

Iniciemos con la primera y uno de sus primeros y más brillantes logros: la luz eléctrica. La luz a lo largo de la historia ha sido interpretada como símbolo de lo divino, lo supremo y del bien. Es así que, en mitologías y textos de la Antigüedad como la Biblia y el Corán, la luz es contrapuesta a los maléficos designios de la oscuridad y las tinieblas.

En su época, José Martí, el más universal de los cubanos escribía al respecto:

 

Entre los sueños del hombre

Hay uno hermoso: suprimir la noche.

 

En 1827 el Ayuntamiento de La Habana contrató el alumbrado de la capital a don Cristóbal Saumel, con el compromiso de reemplazar los faroles de aceite por otros de bronce que también funcionaban con aceite. Tacón, recién iniciado su mandato, anuló esta decisión y designó a los comerciantes Narciso García de Mora y Bernardo de Echevarría, para mejorar el alumbrado, colocando mecheros fijados a las paredes exteriores de las casas con un pie de amigo de hierro. Los faroles eran del sistema inventado por el físico suizo Argou y mejorado a principios del siglo xix. En 1837 un francés que visitó La Habana escribía: “Son pocas las ciudades del mundo que pueden ser comparadas a La Habana bajo este alumbrado”.

La industria y los servicios energéticos en Cuba se iniciaron en 1844, año en el que se otorgó una concesión a los señores James Robb, de Nueva Orleans, y Miguel de Silva, de La Habana, para construir una planta para manufacturar gas de carbón, instalar tuberías en las calles y distribuir gas para el alumbrado público y para uso privado. Robb y Silva organizaron la Compañía Española de Alumbrado de Gas, y firmaron un contrato el 3 de julio de 1844 con el Ayuntamiento de La Habana para suministrar alumbrado a calles, parques y edificios públicos por un periodo de 26 años. Se les concedió un plazo de seis años para realizar las construcciones e instalaciones correspondientes, aunque comenzó mucho antes a prestar servicio. La fábrica de gas estaba situada en Tallapiedra, esta zona era llamada así porque pertenecía a don José Tallapiedra, natural de Cádiz, contratista de tabacos de la Real Hacienda entre las calles Águila y Alambique, donde después se ubicó la planta eléctrica conocida por Tallapiedra. Esta planta se cerró en 1886.

El 13 de mayo de 1857 se constituyó la Compañía de Gas de Alumbrado de Cárdenas, para suministrar el gas del alumbrado público de esa ciudad, la que fue inaugurada por su propietario, el prestigioso empresario natural de Vizcaya José Arechavala Aldama, con 87 farolas, era el 1 de febrero de 1859. También fueron inauguradas compañías para ese servicio en Matanzas, Bemba (Jovellanos), Cienfuegos y Santiago de Cuba.

En 1877 al señor Juan Domingo Stable se le concedió permiso para construir una fábrica con el objetivo de explotar y distribuir gas en La Habana. Este empresario traspasó sus derechos a Havana Gas Light Co., corporación organizada en Nueva York y legalizada en Cuba, la que construyó la planta en el área conocida como Rincón de Melones.

En los Estados Unidos, el desarrollo del sistema de alumbrado eléctrico se inició al entrar en funcionamiento la primera central del sistema Edison ubicada en la calle Pearl en Nueva York, a comienzos de septiembre de 1882. Curiosamente seis meses antes se había efectuado en Cuba la primera exhibición de ese sistema, aunque en menor escala, la que tuvo lugar en el café El Louvre, frente al Parque Central (Fig. 6.1), y un mes antes se había llevado a cabo la muestra de una instalación de cuatro luces de arco de uno de los mejores sistemas de la época en un establecimiento de la calle Obrapía.

Fig. 6.1. Café El Louvre, frente al Parque Central. Nótense las lámparas del alumbrado eléctrico interior en esta estampa de 1897.

El sistema Edison, el más completo y perfeccionado a comienzos de la década de los años ochenta del sigloxixtenía el grave defecto de basarse en el uso de corriente directa, lo que restringía el área de servicio de las centrales eléctricas, cuestión que no ocurría en los sistemas de corriente alterna desarrollados en Europa, y que posibilitaban con una sola central dar servicio a toda una gran ciudad.

George Westinghouse Jr., inventor y hombre de negocios estadounidense, nacido en Nueva York y establecido en Pittsburgh, Pensilvania, aprovechó la oportunidad, y tras adquirir los derechos de algunas patentes europeas y más de 400 del genial inventor croata de ascendencia serbia Nikola Tesla, se dio a la tarea —de conjunto con algunos notables ingenieros— de desarrollar un sistema comercial de corriente alterna con todas las ventajas que este brindaba. La primera instalación de Westinghouse entró en funcionamiento en 1886, año en el que fundó la Westinghouse Electric & Manufacturing Company.

La rivalidad entre Edison y Westinghouse se hizo notable. Alcanzó visos insospechados al iniciar el primero truculentas maniobras encaminadas a desencantar al público y a las autoridades en relación con las ventajas de la corriente alterna. Esto con algunos sucesos fatales ocurridos pretendieron mellar la credibilidad del sistema de corriente alterna. Se dice que Edison en su proyectado empeño por desacreditar a Tesla financió la invención de la silla eléctrica en los Estados Unidos.

En 1888 la Spanish American Light and Power Consolidated solicitó autorización para instalar luz eléctrica de arco en las calles de Obispo y O’Reilly. El Ayuntamiento, por acuerdo del 22 de noviembre del mismo año, autorizó una prueba para comenzar en los siguientes 90 días y por un periodo de seis meses. Ya anteriormente, varias ciudades latinoamericanas habían adoptado el sistema de iluminación eléctrica, entre ellas Río de Janeiro y Santiago de Chile y se anunciaba en Buenos Aires, cuestión que permitió contar con antecedentes para tomar en consideración la selección del sistema que debía instalarse (Fig. 6.2).

Fig. 6.2. Página de un folleto de propaganda para Cuba, publicado por Edison en 1882.

La primera prueba de alumbrado con electricidad en Cuba se realizó el 22 de febrero de 1889, después del montaje del generador y los postes para líneas aéreas, y según el licenciado Juan de las Cuevas Toraya, autor de 500Años de Construcciones en Cuba, solo siete años después de haberse inaugurado en Nueva York la primera planta eléctrica de servicio público del mundo. Guillermo Jiménez Soler afirma —en su obra Las Empresas de Cuba 1958—, que tal mención corresponde a la ciudad de Cárdenas, en la provincia de Matanzas.

El suceso, anunciado días antes en la prensa, es destacado en los versos Luz Eléctrica de Cesar de Hinolia publicados el 17 de febrero de 1889 en el diario El Fígaro, editado en La Habana y que reproducimos a continuación:

 

 

He leído en un periódico

que tendremos luz eléctrica,

que es el progreso lumínico

más notable de la época.

Será una cosa magnífica

porque es una luz higiénica

y sus resplandores vividos

destruyen las sombras tétricas

que ponen las calles lúgubres

con perjuicios de la estética.

Se acabaron pues las lámparas

y mechas de luces éticas

que alimentaban los pálidos

hijos de China decrépita

y cuando muera el crepúsculo

esa transición poética

en que el sol se oculta fúlgido

veréis el petróleo fúnebre

rendirse a la luz eléctrica

deslumbrante cual los bólidos

al cruzar la esfera célica.

No más los reflejos lívidos

que con sus tintas anémicas

dan los candiles munícipes

como pálidas luciérnagas.

Yo te saludo, luz mágica

que ya delirante y férvida

mi inspiración antes tímida

por ti se torna en frenética….

Más un pensamiento escéptico

que se basa en la aritmética

en este momento inspírame

a questa duda maléfica:

¿Si no hay para gas hidrogeno

habrá para luz eléctrica?

 

La controversia sobre la primera ciudad con servicio eléctrico en Cuba fue zanjada por el doctor en ciencias José Altshuler, el que luego de minuciosas investigaciones, relata en su libro Una luz que llegó para quedarse, que fue en la noche de 22 de febrero de 1889, cuando se encendieron, por primera vez, en el Parque Central de La Habana las lámparas de arco, que se habían instalado allí poco antes sostenidas por altos postes y que se veían bastante feas en comparación con las bellas farolas de gas alrededor de la estatua de la destronada reina de España Isabel II, que por entonces se levantaba en el centro del parque, aunque era válido reconocer que las nuevas lámparas daban mucha más luz que las antiguas. Había sido solo una prueba, sin embargo, el domingo 3 de marzo, se inauguraba el alumbrado eléctrico en los parques Central e Isabel la Católica, este último frente a donde se hallaba situada entonces la estación de trenes de Villanueva y hoy, el edificio del Capitolio (Fig. 6.3).

Según lo anunciado, las nuevas luces se mantendrían, diariamente, desde el oscurecer hasta la medianoche, con la peculiaridad de que iluminarían solo la mitad del parque Isabel la Católica, mientras, continuaría utilizándose el gas en la otra mitad, para que pudieran compararse ambos alumbrados, y a pesar del entusiasmo de la novedad, no se eliminaron —¡por suerte!— las antiguas farolas, pues las interrupciones en el fluido eléctrico por fallas técnicas fueron bastante frecuentes, y de hecho, la primera se presentó a los tres días de la inauguración, al dañarse el generador eléctrico que alimentaba las lámparas, el cual se había montado en el local de la antigua fábrica de gas de Tallapiedra, la que se encontraba fuera de operaciones desde hacía unos tres años.

 

Fig. 6.3. Parque Central de La Habana hacia 1898. Farolas de gas y de arco eléctrico en torno a la estatua de Isabel II (retirada de su pedestal en 1899 al cesar la dominación española en Cuba; fue sustituida en 1902 por una estatua de La Libertad, y en 1905 por el actual monumento a Martí).

De acuerdo con el discurso sobre la luz eléctrica pronunciado en la Universidad de La Habana por el profesor Manuel Cañizares en la apertura del curso 1886-1887, en la primera mitad de la década de los años ochenta del sigloxix, los ingenios azucareros fueron las primeras entidades en utilizar el servicio eléctrico, quizá con el fin de extender la jornada laboral. En junio de 1889 el gobernador general de Cuba autorizó la instalación de alambres y lámparas eléctricas en la Plaza de Armas. Ese mismo año, el Ayuntamiento aprobó la sustitución de 377 lámparas de gas —de los parques— por alumbrado eléctrico, con la condición de que las instalaciones no se consideraran permanentes, porque el alumbrado eléctrico aún no era confiable y debía modificarse en la medida en que se lograran mejoras tecnológicas y que las lámparas de gas se mantuvieran listas para prestar servicio en caso de faltar la electricidad. A partir de ese momento se generalizó la utilización de la energía eléctrica en todas las ciudades importantes del país, por lo que se puede considerar el 1889 el año en el que nació la industria eléctrica en Cuba. No fue hasta 1925 que se dio de baja en la capital el alumbrado porgas.

La Spanish American Light and Power Consolidated instaló y puso a funcionar, entonces, en la capital el sistema Westinghouse de corriente alterna con alternadores monofásicos en Tallapiedra, lámparas de arco en calles y parques, e incandescentes para el alumbrado de interiores (Fig. 6.4). Sin embargo, la empresa de electricidad y gas decidió sustituir todas las lámparas de arco de corriente alterna por otras que funcionaban con corriente directa, lo que las hacía más eficaces. Este nuevo sistema comenzó a operar el 27 de junio de ese propio año, contando entonces La Habana con un sistema de alumbrado hibrido (Fig. 6.5). La firma Thompson and Houston International Electric Company de Boston, Estados Unidos, fue la encargada del suministro e instalación de los generadores de corriente directa para los circuitos de alumbrado por arco.

 

Fig. 6.4. Alternador Westinghouse con su excitatriz a la izquierda (1888).

Ahondando en el tema del alumbrado público cardenense, está debidamente demostrado que el 7 de septiembre de 1889, solo seis meses después que en La Habana comenzara a funcionar una planta eléctrica, se instaló en Cárdenas ese servicio, convirtiéndose en la segunda ciudad del país con alumbrado eléctrico. A la primera prueba del alumbrado asistieron el general español Salamanca, gobernador de la Isla, el administrador de la compañía de gas y electricidad de La Habana y varias personalidades de la capital.

La instalación del sistema Thomson-Houston en su totalidad, estaba dotado de dos generadores de corriente directa capaces de alimentar hasta 110 lámparas de arco de 1200. bujías cada una, y dos generadores de corriente alterna para una carga de 1200 lámparas incandescentes de 16 bujías cada una (Fig. 6.6). Esa planta con posterioridad fue adquirida por la firma alemana Hempel y más tarde por la Compañía Cubana de Electricidad.

 

Fig. 6.5. Principales zonas de la ciudad de La Habana con alumbrado eléctrico hacia 1890. Imagen tomada de la obra Cuando el alumbrado eléctrico se estableció en Cuba de José Altshuler.

 

Fig. 6.6. Alternador Thomson-Houston de campo compuesto con su excitatriz acoplada por correa (a la derecha).

En diciembre de 1892 comenzó a funcionar otra planta con dos generadores de corriente directa de 120 V, impulsados por calderas de 60 hp cada una. En 1908 montaron una máquina de “gas pobre” alemana y otra igual tres años más tarde, declarando en 1913 que el servicio se mantendría toda la noche y que en fecha próxima establecerían el servicio diurno, con el propósito de suministrar fuerza motriz a industrias y comercios locales.

El 22 de diciembre de 1889, según una crónica publicada en el Diario de la Marina, el ingenio San Vicente, en Jovellanos, contaba con un generador de 75 lámparas de 16 bujías, y describía: “Abriéndose la casa-ingenio queda una profusión de luz que alcanza a parte del batey. Dícesenos que el propietario en vista de este resultado, se propone alumbrar el resto del batey con luz de arco, con lo cual podrán trabajar con tanta luz como si fuese de día”.

El equipamiento de alumbrado eléctrico instalado, inicialmente, en Cárdenas, al igual que el que había entrado en servicio 10 semanas antes en La Habana y el instalado aquel mismo año en 10 ingenios del país, así como el que comenzaría a utilizarse en el servicio público de alumbrado de las ciudades de Camagüey y Matanzas a fines de 1890, tenían un mismo suministrador: Thompson and Houston International Electric Company de Boston (Fig. 6.7), la que luego de un proceso de absorción de otras empresas eléctricas, se convirtió en los Estados Unidos, en el principal rival de la organización Edison, la mayor del sector y en la que los intereses del grupo financiero Morgan eran dominantes. En 1892 las dos compañías resolvieron fusionarse, creando entonces General Electric, un supermonopolio que aún perdura como la mayor industria del orbe en equipos electrodomésticos e insertado en las más avanzadas tecnologías como la nuclear, construcción de poderosos motores de aeronaves de última generación y otras.

 

Fig. 6.7. Alumbrado en La Habana en 1890: a. Lámpara de alto voltaico Thomson-Houston capaz de mantenerse en funcionamiento continuo durante 16 h, b. Dinamo Thomson-Houston de corriente directa constante para la alimentación de lámparas de arco voltaico conectadas en serie y c. Farola de hierro fundido con lámpara de arco Thomson-Houston provista de pantalla protectora y estribos para trepar.

En 1889 José Martí, en el cuarto y último número deLa Edad de Oro, revista dedicada a los niños, se referiría a la electricidad en una prosa expresiva, dueña de la belleza que siempre destacaba su forma de escribir, en la llamada última página de esa edición apuntó:

 

[…] hay muchas cosas que parecen sueño o cosa de lo más hondo y hermoso del cielo: porque la luz eléctrica es como la de las estrellas, y hace pensar en que las cosas tienen alma, como dijo en sus versos latinos un poeta…y en que ha de parar el mundo, cuando sean buenos todos los hombres, en una vida de mucha dicha y claridad, donde no haya odio ni ruido, ni noche ni día, sino un gusto de vivir, queriéndonos todos como hermanos, y en el alma una fuerza serena, como la de la luz eléctrica.

 

El 12 de febrero de 1890, al inaugurar el teatro Terry de Cienfuegos, este contaba con electricidad suministrada por una instalación montada por el agente de la firma norteamericana Western Electric Company. Poco tiempo después se constituyó una empresa llamadaA. FontyCompañía S. en C.que instaló una planta eléctrica capaz de alimentar 3000 lámparas incandescentes de 25 bujías, la que fue inaugurada el 21 de mayo de 1892.

The Camagüey Company Ltd. de capital canadiense, suministraba la energía de alumbrado y tranvías a la ciudad de Camagüey, era la propietaria de la planta eléctrica fundada en 1891 y en 1892 el servicio eléctrico se inauguró en Cienfuegos y Sagua la Grande.

En 1892, en el poblado de Regla comenzó a prestar servicio el sistema de alumbrado eléctrico. A mediados de 1893 Pinar del Río empezó a tener alumbrado eléctrico, suministrado por una sociedad anónima local llamadaLa Industrial S.A. la que limitó el alumbrado público solo al centro de la ciudad. Además, en 1894 se inició en Santa Clara la construcción de una termoeléctrica financiada por la patriota villaclareña Marta Abreu a un costo total de 180 000 $, inaugurada el 1 de marzo de 1895. A finales del decenio fue vendida a una empresa a la que estaba asociado el general Gerardo Machado y que fue absorbida en 1924 por la American & Foreign Power Company.

En noviembre de 1895 se autorizó a los señores Gorriti y Aizcorbe la instalación de una planta eléctrica en la villa de Caibarién, la cual al parecer comenzó a funcionar ese mismo año con un servicio muy limitado. Meses antes Gorriti había importado de Francia un generador eléctrico impulsado por un motor de petróleo empleado, por primera vez, con fines publicitarios el 13 de julio de 1895 en un baile público celebrado en la localidad. En 1897 comenzó a funcionar la primera planta de generación eléctrica en Santiago de Cuba, propiedad de la firma Dubois & Boulanger.

A fines de 1912 se inauguró una central hidroeléctrica emplazada en el Salto de Pilotos, provista de generadores de 100 kW, impulsados por turbinas hidráulicas de la firma suiza Escher Wyss et Compagnie, la que en asociación con La Industrial S.A. cooperaba en algunos periodos del año cuando el caudal de agua lo permitía.

La electricidad, también desde los orígenes de su empleo en Cuba influyó en el transporte público de la ciudad. Aproximadamente, desde mediados del sigloxix, entre el Vedado y La Punta, circulaban pequeñas locomotoras de vapor que arrastraban unos vagones cuadrados a los que el pueblo bautizó comolas cucarachas; probablemente inspirados en estas experiencias en 1899 un grupo de inversionistas estadounidenses, canadienses, cubanos y españoles, fundaron en Montreal la empresa Havana Electric Railway, que rápidamente construyó una planta eléctrica en la calle Blanco esquina a Colón, en la actual Habana Vieja, y tendió una primera línea de tranvías eléctricos que circuló a partir de 22 de marzo de 1901 entre el Carmelo, en el Vedado y la plaza San Juan de Dios, en la Habana Vieja.

La energética relacionada con la prospección y extracción de petróleo, constituyó una actividad poco desarrollada en el país, quizás producto de intereses geopolíticos foráneos, liderados por las tres “S”: Standard Oil, Shell y Sinclair.

Evolución a inicios siglo xx

El desarrollo de la industria energética, especialmente la eléctrica, marca la diferencia en todas las actividades del quehacer humano de la época, generando cambios en las relaciones económicas, la técnica e incluso en el comportamiento y costumbres sociales que, en ocasiones, se debe a la aparición de nuevos inventos con dispositivos y aparatos originados gracias a la electricidad. Invenciones y progresos se suceden uno tras otro. Aparecen figuras universales indispensables, como Edison, Tesla, Westinghouse, Bell, Popov, Marconi y otros, que asombran al mundo, transportando el desarrollo social a una nueva dimensión.

En Cuba, en agosto de 1902, el entonces presidente Tomás Estrada Palma autorizó al empresario Narciso Gelats a construir una planta eléctrica fuera de la zona limitada por las calles Belascoaín, Cristina y el Castillo de Atarés. La obra se realizó en calle 11 esquina a 26 en el Vedado, edificio que después pasó a ser de la fábrica de aceite El Cocinero y cuya edificación todavía existe convertida hoy en un importante centro cultural: La Fábrica de Arte Cubano que es galería de arte y club.1

1 La galería y el escenario de la Fábrica se establecieron dentro de una antigua fábrica de aceite de cocina, y desde entonces ha ganado notoriedad como uno de los principales clubes nocturnos y salas de arte de La Habana.

Con cuatro generadores eléctricos alemanes de la firma Allgemeine Elektricitäts-Gesellschaft (AEG, por sus siglas en alemán) de 1000 hp cada uno, contaba además con máquinas de vapor y calderas italianas e inglesas. Los alemanes suministraron el cemento, los ladrillos refractarios y 2,5 km de tuberías para tomar el agua río arriba, con el objetivo de evitar que fueran salobres. El costo total de la instalación fue de 4000 000 marcos alemanes.

El empresario catalán Emilio Bacardí en sus famosasCrónicas de Santiago de Cuba2cuenta que el primer establecimiento en alumbrarse con energía eléctrica en esa ciudad fue la farmacia de Luis Carlos Bottino, el 28 de julio de 1887. Sin embargo, todo hace pensar que aquello fue una prueba con carácter, estrictamente publicitario. Según parece, la primera planta eléctrica que se montó en Santiago de Cuba comenzó a funcionar en 1899, era propiedad de la firma Dubois y Boulanger, con un capital de 40 000 $.

2 Emilio Bacardí: Crónicas de Santiago de Cuba, 10 tomos, Tipografía Arroyo Hermanos, Santiago de Cuba, 1923.

En 1902 el ingeniero Eduardo J. Chibás —asociado con Ricardo Porro— presentó planos y proyectos al gobierno para dotar a Santiago de Cuba de un servicio eléctrico más moderno y eficiente, basado en el empleo de los desarrollos más avanzados de la época, ya que el servicio operativo, hasta ese momento, era muy ineficiente. En julio de 1904 se constituyó la Compañía de Alumbrado Eléctrico de Santiago, de la que fue presidente el señor Marimón y el ingeniero Chibás, vicepresidente y director general. En primera instancia adquirieron la antigua planta de Dubois y Boulanger, a un precio de 40 000 $ en bonos de la nueva empresa y con un capital de 300 000 $ construyeron una nueva planta. Esta instalación fue inaugurada el 10 de octubre de 1905 con capacidad para encender 2000 lámparas incandescentes. Ese mismo año presentaron al gobierno otro proyecto para establecer el servicio de tranvía eléctrico en Santiago, para lo que solicitaron concesión, queles fue otorgada en 1906. En asociación con el Banco Español modificaron la razón social y crearon la Compañía Eléctrica de Alumbrado y Tracción de Santiago el 14 de agosto de 1906 y absorbieron la anterior empresa eléctrica, con lo que aumentaron su capital a 1000 500 $ en acciones y similar cantidad en bonos hipotecarios.

En 1906 la Spanish American Iron Co. instaló en Felton (Cajimaya), actual provincia de Holguín, una planta eléctrica para obtener energía en sus instalaciones para el procesamiento de minerales. La planta utilizaba agua de mar para enfriamiento y equipos de medición y control con licencias de finales del siglo anterior. El equipamiento de esa planta, aunque no se encontraba en funcionamiento, poseía magnifico estado de conservación a las puertas del último cuarto del pasado siglo.

El 8 de febrero de 1908 se inauguró el servicio de tranvías en Santiago de Cuba, el que en sus instalaciones contaba con una casa de máquinas y una nave con grúa para 15 t de capacidad de izaje, que recorría todo el ancho de la casa y 10 calderas norteamericanas Babcock & Wilcox de 180 hp cada una, conectadas a una chimenea de acero de 46 m de altura.

La compañía construyó su propio muelle de 213 m de largo y 5,1 m de calado, para descargar, directamente, el carbón desde los vapores hasta los carros eléctricos que lo transportaban. Los tranvías y carros de carga se construían en un taller aledaño dotado de carpintería, con todas las máquinas y herramientas necesarias para su construcción, utilizando madera dura del país, las que se cortaban mediante sierra eléctrica y en otro taller tenían instalada una fundición para producir piezas de hierro, cobre y bronce. En 1913 ya habían fabricado 16 tranvías y seis carros de carga y el servicio de tranvías constaba de 30 carros de 8,8 m de largo, movidos por dos motores eléctricos de 40 hp cada uno, con asientos para 28 personas, pero donde podían viajar hasta 45 y las líneas en explotación sumaban 21,7 km.

En la composición de esta gran empresa, además de Marimón y Chibás, figuraban algunas personalidades conocidas como el vicepresidente José Bosch, padre de Pepín Bosch, después presidente de Bacardí y Frank Steinhart, dueño de la empresa de tranvías de La Habana y excónsul de los Estados Unidos. Esta empresa fue la primera adquirida en la década de los años veinte por American & Foreign Power Co.

Empresa Eléctrica y de Tranvías de Matanzas

El 27 de abril de 1908 la firma alemana C. Hempel inauguró una planta eléctrica en Matanzas, y el 17 de diciembre de 1916 la compañía Ferrocarril Eléctrico de Matanzas fundó el servicio de tranvías, el que a la postre, en 1924, pasó a formar parte del consorcio norteamericano American & Foreing Power Company.

Empresa Eléctrica y de Tranvías de Caibarién

En 1910 el señor P. B. Anderson, sueco de origen, naturalizado en los Estados Unidos, instaló una planta eléctrica en Caibarién. Construyó un taller para montar tres máquinas y calderas alemanas de 135 hp cada una, de la firma Wolf de Magdeburgo; dinamos y cuadros de distribución de la General Electric y condensadores Wheeler, con los que suministraba corriente alterna. El alumbrado se efectuaba con lámparas de 25 W a 110 V, con una tarifa aproximada de un peso por bombillo al mes. La empresa en 1913 proyectó una línea eléctrica de tranvías entre Caibarién y Remedios.

Havana Electric Railway, Light and Power Company

En La Habana, el 17 de marzo de 1913 la Havana Electric Railway, Light and Power Co. comenzó a construir, junto a la vieja planta eléctrica de Tallapiedra, una instalación mucho mayor, a la que denominaron Planta Consolidada de Fuerza Motriz de la Havana Electric Railway, Light and Power Company. La planta se terminó en el primer trimestre de 1915, aunque sus dos primeras unidades generadoras comenzaron a funcionar con plena regularidad el 1 de diciembre de 1914 y el día 11, de ese mismo mes, la tercera. Con la puesta en marcha de esta instalación se comenzó a demoler la vieja que existía en el lugar y que había suministrado hasta ese momento el mayor porcentaje de fuerza motriz y de alumbrado de la capital. También se cerró la planta situada en Blanco y Colón, que suministraba energía a los tranvías y la vieja planta del Vedado, situada en 11 y 26. En el litoral se construyó un muelle de hormigón por donde recibían el carbón, que se trasladaba hasta las calderas por una cinta transportadora.

Hershey Corp.

No lejos de La Habana, en Santa Cruz del Norte, en 1918 Hershey Corp. construyó un central dotado de planta eléctrica para su autoconsumo energético. La planta constaba de cinco turbogeneradores, cuatro de ellos de 1500 kW y uno de 2000 kW. Tenía además, una sala de calderas y otras instalaciones generadoras que suministraban servicio eléctrico al tren eléctrico y a varios pueblos en un radio de 40 km. Fue el primer ferrocarril de tracción eléctrica en el mundo para transportación de caña de azúcar y sus derivados.

A mediados de la década del veinte la capacidad de generación de energía eléctrica instalada en las principales ciudades del país era tal y como aparece en la tabla 6.1.

Tabla 6.1

Capacidad de generación de energía eléctrica en Cuba a mediados de la década de los años veinte del siglo xx

Emplazamiento

Empresa

Capacidad MW

La Habana

Havana Electric Railway, Light & Power Co.

75,00

La Habana

Havana Central Railroad Company

7,50

Santiago de Cuba

Compañía Eléctrica de Alumbrado y Tracción

7,00

Cienfuegos

Compañía Eléctrica de Cienfuegos

6,10

Hershey

Hershey Cuban Railway Company

6,00

Matanzas

Compañía de Servicios Públicos

de Matanzas

Energía suministrada por Hershey

Camagüey

Camagüey Electric Company

3,00

Cárdenas

Cárdenas Electric Company

2,00

Ciego de Ávila

Compañía de Servicios Públicos Madrazo

1,50

Total

 

108,10

Compañía Cubana de Electricidad

Electric Bond & Share Company Inc. —una de los dos grandes del sector de los servicios eléctricos—, organizada en 1905 como compañía tenedora de acciones de otras, íntimamente vinculada a General Electric y con el respaldo de la banca Morgan decidió extender sus operaciones fuera de los Estados Unidos. Aprovechó la maltrecha situación económica en Cuba derivada del derrumbe de los precios del azúcar y compró la mayoría de las acciones de la Compañía Eléctrica de Alumbrado y Tracción, perteneciente al Banco Español. La American and Foreign Power Company, subsidiaria de la primera, poseía plantas en 11 países de América Latina y controlaba 88 % de las acciones de la filial en Cuba, mientras 1343 accionistas cubanos poseían 4 % del capital.

Después, la Electric Bond & Share Company, se adueñó de otras acciones de la Empresa Hidroeléctrica de Guantánamo y más tarde, continuó acaparando concesiones y propiedades de empresas locales cubanas, entre las que figuraban:

 

1. Compañía de Electricidad de Cárdenas.2. Compañía Eléctrica de Alumbrado y Tracción de Santiago, sucesora de Compañía de Santiago de Cuba.3. Compañía Eléctrica de Caibarién, inaugurada en 1910 con capital cubano-norteamericano.4. The Camagüey Company Ltd., de capital canadiense.5. Compañía Eléctrica de Cienfuegos.6. Guantánamo Electric Company.7. Compañía Hidráulica, concesionaria de varios saltos de agua en el rio Caños, provincia de Matanzas.8. Compañía Eléctrica de Cuba, esta última brindaba servicio a Santa Clara y había sido propiedad de Machado en sociedad con el coronel del Ejército Libertador Orestes Ferrara, propietario además de 14 plantas en Las Villas, 2 en Camagüey y 2 en Matanzas.

 

Esta hegemonía se amplió a partir de 1924 al amparo de una ley que autorizaba las concesiones o permisos a empresas privadas para el suministro de fluido eléctrico con destino al alumbrado o cualquier otra aplicación de servicio público, adquiriendo entonces la Havana Electric Railways Light and Power Company, la Havana Central Railroad Company y Ferrocarriles Unidos de La Habana.

La principal de todas esas adquisiciones fue la Havana Electric Railways Light and Power Company. Era poseedora de la mayor planta de energía que incluía desde 1912 el suministro de electricidad al servicio de tranvías urbanos de la capital. Fue resultado de la fusión de Havana Electric Railways Company con la Compañía de Gas y Electricidad de La Habana, la que se había reorganizado en junio de 1900 bajo control del Banco Nacional de Cuba hasta 1912 en que fue absorbida por Havana Electric Railway Light and Power Company, y construyera en 1914 la planta de generación eléctrica de Tallapiedra. Esta última operaba además de la planta de gas de Tallapiedra, la de Melones, así como el sistema de alumbrado y fuerza motriz cuya construcción se había iniciado en 1902.

La Havana Electric Railways Light and Power Company fue la continuadora de Spanish American Light and Power Company Consolidated, organizada en 1890 por la unión de Hispanic American Light and Power Company, planta que operaba en Melones con carbón de piedra y, posteriormente, con carbón y petróleo y la Compañía Española de Alumbrado y Gas que desde 1844 operaba en Tallapiedra con carbón de piedra inglés y había tenido como accionista principal a la reina María Cristina, madre de Isabel ll, reina de España.

Esta concentración fue el resultado de un complejo proceso de fusiones, disoluciones y reorganizaciones de empresas de gas y electricidad que se extendió desde 1840 hasta (31 de diciembre) 1924, cuando se constituyó la Compañía Cubana de Electricidad Inc., organizada a fines de 1927 —con arreglo a la legislación del estado de la Florida— la cual era una subsidiaria de la American & Foreign Power Company Inc. creada a finales de 1923 y subsidiaria de Electric Bond & Share. El 1 de mayo de 1928 pasó a ser la Compañía Cubana de Electricidad como culminación de un proceso iniciado en 1923 para monopolizar los dos servicios, con una capacidad de generación instalada total de 135,4 MW y, aproximadamente, 4500 km de líneas de trasmisión y distribución, para lo que había adquirido 78 plantas de ámbito local, propiedad en su mayoría de residentes cubanos, que luego concentraron en 13 para el servicio de más de 165 poblaciones.

Quizá en esas transacciones desempeñara un rol destacado el alemán Frank Steinhart, nacionalizado en los Estados Unidos, y, posteriormente, cónsul de ese país en Cuba, considerado el más influyente entre los norteamericanos residentes en la Isla, tenía un gran número de propiedades e intereses, entre las que figuraba la Havana Electric Railway Light and Power Company.

Los orígenes de esas concentraciones se remontan a los últimos años del sigloxix, en los cuales la transformación en el mercado internacional de capitales y el desarrollo tecnológico del sector eléctrico, comenzaron un proceso de concentración e integración de empresas constructoras de maquinaria y equipos eléctricos que se consolidó al terminar la Primera Guerra Mundial. El mercado mundial de equipamiento eléctrico estaba liderado por cuatro grandes empresas: las norteamericanas General Electric y Westinghouse, y las alemanas AEG y Siemens & Halske.

La inversión directa norteamericana en servicios públicos en América Latina y el mundo comenzó a gestarse a finales de la Primera Guerra Mundial y se incrementó muy rápido en los años veinte, simultáneamente, con el alza de las acciones de los holdings de servicios públicos en el mercado financiero de los Estados Unidos.

“In electricity business, we trust”

En 1917, luego de evaluar las posibilidades de expansión del mercado latinoamericano para los productos eléctricos, Electric Bond and Share Company, comenzó por adquirir las compañías de teléfono, gas, electricidad y tranvías de Panamá. En 1919 compró las compañías eléctricas alemanas que operaban en Guatemala y en 1921 las de Cuba. Para 1923 se constituyó una nueva compañía en Delaware, la American & Foreign Power Co., a la cual transfirió sus propiedades y concesiones en el extranjero (Fig. 6.8).

En los primeros años, la American & Foreign Power Co. desarrolló un fuerte programa de inversiones, financiado por la emisión de títulos y acciones, y la reinversión de utilidades. La compañía adquirió concesiones gestionadas previamente por compañías británicas, alemanas o de capitales nacionales. Si bien adquirió entidades en Francia, Japón (1926-1927), China (1929) e India (1929), sus inversiones se concentraron en Latinoamérica, adquiriendo propiedades en Ecuador (1925), Colombia, Brasil, Venezuela (1927), Costa Rica, Chile y México (1928) y Argentina 1928-1929).

Le siguieron intensos procesos de expansión en cada uno de estos países, similares al ocurrido en Cuba entre 1923 y 1925, legalizando las compras de todas las propiedades eléctricas que le eran de interés en el país, mediante la creación en 1927 de la subsidiaria Compañía Cubana de Electricidad (CCE) y la aportación otorgada según la Escritura No. 75 del 19 de mayo de 1928 ante el notario Dr. Bartolomé Grau y Triana a la CCE.

Creada la base legal, el 11 de agosto de 1926 Havana Electric Railway Light and Power Company traspasó los servicios de electricidad y gas a la recién fundada Compañía Cubana de Electricidad. Los tranvías de La Habana los operaría la Havana Electric Railway Company hasta 1950 año cuando desapareció al crearse Autobuses Modernos S.A., en una operación que, con el pretexto de modernizar el transporte de La Habana —de allí el nombre de Autobuses Modernos S.A.—, constituyó un corrupto y lucrativo negocio.

 

Fig. 6.8. Bono emitido por American Foreign para accionistas.

Es notable que en solo dos años lograron monopolizar, casi totalmente, los servicios energéticos de gas, agua y electricidad en cuatro de las seis provincias del país, a pesar de contar con termoeléctricas técnicamente atrasadas, concentrando cerca de 75 % del suministro de energía en La Habana. Su control sobre el mercado le permitía imponer tarifas que eran el doble y el triple más altas que las vigentes en los Estados Unidos. Esto provocó que la industria se encaminara a la autosuficiencia energética en Minas de Matahambre, Rayonera de Matanzas, Nicaro Nickel Company, Textilera Ariguanabo, en la mayoría de los centrales y en otras industrias del país.

En 1930 la expansión cesó. Las diferencias en la tasa de cambio, la crisis mundial de 1929, los controles tarifarios, las restricciones en la salida de divisas aplicada por algunos gobiernos latinoamericanos y las nacientes leyes antimonopolio en los Estados Unidos produjeron una caída de los ingresos de la compañía. Después de 1932 y hasta 1946, las ganancias no excedieron en más de 50 % las de 1930.

En tal escenario, ya en 1932 la Compañía Cubana de Electricidad ejercía casi total monopolio de la actividad en la Isla, donde solo quedaban fuera de su control muy pocas plantas, pequeñas por lo general, en algunas poblaciones aisladas.

Es en la propia década de los años treinta, cuando se generalizaron las discusiones sobre las tarifas en todos los países de Latinoamérica y fue, particularmente, álgida en México. El Gobierno mexicano decretó una reducción entre 25 % y 33 % de las tarifas de electricidad para los usuarios industriales. Las compañías apelaron, por canales administrativos primero y recurrieron luego a la instancia judicial, hasta llegar a la Corte Suprema de México.

La situación política de Cuba en esa década era muy convulsa. Con el apoyo del Directorio Estudiantil cayó la dictadura de Gerardo Machado, quien había sido importante ejecutivo de la General Electric Co., y se creó el Gobierno de los Cien Días, en el que Antonio Guiteras Holmes, el más valiente revolucionario y mayor defensor de los cubanos de su época, ocupó el cargo de secretario de Gobernación, manifestando su oposición a la Enmienda Platt y tomando medidas de marcado carácter popular, entre las cuales figuraba la reducción del precio de la energía eléctrica y la intervención de la Compañía Cubana de Electricidad. El gobierno de Guiteras mediante el Decreto No. 2964 redujo las tarifas eléctricas a 45 % y en paralelo, los obreros eléctricos, luchando por el reconocimiento de sus derechos y demandas obreras ante la compañía, prepararon su primer convenio de trabajo, el que no fue aceptado por la CCE, lo que provocó una huelga general el 14 de enero de 1934, apoyados por el gobierno. La huelga se terminó al decretar la intervención gubernamental de la CCE, entregando su control a los obreros mediante el Decreto No. 172. Este control solo duró un breve periodo, al caer el gobierno Grau-Guiteras.

De estas medidas que demostraban su sentimiento antimperialista, el mismo Guiteras expresó: “[...] tengo la satisfacción de haber llevado a la firma del presidente Grau, los decretos que atacaban más duro al imperialismo yanqui[...]”. A pesar del gran apoyo popular, las maniobras de la oposición reaccionaria y oportunista, y la negativa reacción de los Estados Unidos a su reconocimiento, el gobierno Grau-Guiteras fue derrocado el 15 de enero de 1934.

Pablo de la Torriente Brau escribió:“Ningúnhéroe es verdadero, si no es más grande en la muerte que en la vida, si no queda más vivo que nunca, después de su muerte. Si no es capaz de engendrar alientos en los que no lo conocieron sino por la leyenda, que es la única historia de los héroes verdaderos”. La definición de Pablo se ajusta a Guiteras. Engendró aliento, valor desmedido, espíritu de lucha en los que lo conocieron y en los que no lo conocieron, al punto que los hombres que pelearon por la República en España, nombraron a una de sus brigadas de combate La Centuria Guiteras de probada valentía, y para la clase obrera eléctrica cubana, el alma de Guiteras ha marcado su historia desde el Gobierno de los Cien Días.

En el contexto Latinoamericano, hacia mediados de la década de los años treinta, varios Estados del continente habían promulgado las primeras leyes dirigidas a regular la producción y distribución de la electricidad. La iniciativa estatal se profundizó en los años siguientes, impulsando la modificación de concesiones, la revisión de las estructuras tarifarias y la constitución de nuevos contratos, la constitución de dispositivos regulatorios de alcance nacional y la emergencia de las primeras propuestas de nacionalización de los servicios en la región. El congreso de Costa Rica aprobó en 1938 una ley que otorgaba al presidente el poder de expropiar las compañías eléctricas, compensándolas por el valor de las propiedades. El Gobierno mexicano aprobó su primera ley para regular la industria eléctrica y fuerza motriz en 1939.

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, el aumento de las exportaciones latinoamericanas y la revalorización de las monedas de los países donde operaban las subsidiarias contribuyeron a mejorar la situación de la compañía en la década de los años cuarenta del pasado siglo.

El control de Electric Bond and Share sobre American & Foreign Power Co. se mantuvo a lo largo de su historia. Zidney Zollicoffer Mitchell fue la cabeza de Electric Bond and Share desde su creación en 1905 hasta su retiro en 1933, presidente, además, de American & Foreign Power Co. desde su creación en 1923. Hasta 1935, el personal de la primera operaba la segunda y había un cruzamiento intensivo entre los funcionarios de las dos corporaciones. Para eludir los controles impuestos sobre las compañíasholdingsnorteamericanas por la Public Utilities Holding Act de 1935, se cambió el personaldirectivo de American & Foreign Power Co., pero Electric Bond and Share continuó controlando lasdecisiones ejecutivas por el poder de veto representado por sus acciones ordinarias en American & Foreign Power Co. Como parte de una estrategia de descentralización asociada a los requerimientos de la Public Utility Holding Act, se transfirieron los servicios de asesoramiento técnico y financiero provistos por Electric Bond and Share a American & Foreign Power Co., a una nueva compañía, la Ebasco Services Incorporated (Ebasco).

Hasta mediados de los años cuarenta, los ingresos de las compañías de American & Foreign Power Co. fueron limitados en los países donde la legislación previó el control de las tarifas por parte del gobierno central (México, Colombia, Brasil, Panamá). El incremento del precio del combustible, de los materiales y las maquinarias provocado por la Segunda Guerra Mundial, no podía en estos casos, trasladarse a las tarifas sin la aprobación del gobierno. La devaluación de las monedas por la inflación y el incremento de los costos limitaron los ingresos netos y las inversiones de las compañías, que comenzaron a reclamar la actualización de las tarifas, y aquí cabe recordar la actitud de los gobiernos cubanos de esa época y la estoica lucha de Eduardo Chibás, para que no se movieran las tarifas eléctricas logradas por Guiteras. Persona leal a sus convicciones éticas y morales, tanto como a sus afectos, Chibás mantuvo vivas sus simpatías por Antonio Guiteras desde los días del Directorio Estudiantil Universitario (DEU). Conmemoraba los aniversarios de su caída en combate el 8 de mayo de 1935 en el Morrillo, aun cuando estuviera guardando prisión (Fig. 6.9).

Fig. 6.9. Eduardo Chibás, leal luchador de convicciones éticas y morales.

Chibás promovió la presentación de un recurso ante el Tribunal Supremo de Justicia y con datos emitidos por la Comisión de Valores y Bolsa de los Estados Unidos, fundamentó que la tarifa de electricidad en Cuba era tres veces más alta que la más alta del vecino del Norte y el doble que la más alta de Hispanoamérica. Además, que, en los últimos 13 años, desde 1936 hasta 1948, los ingresos de la Compañía Cubana de Electricidad aumentaron 400 %. Cuba le reportaba a la Electric Bond and Share 25 % de sus ganancias totales en el mundo entero.

El aumento proyectado representaba en total un incremento de 70 % de las tarifas eléctricas de la Isla. La Sala de lo Contencioso y Administrativo y de Leyes Especiales del Tribunal Supremo, emitió su fallo: tres votos contra dos. Se declaró incompetente para resolver el recurso de apelación y, por tanto, a favor del aumento de las tarifas eléctricas.

Chibás, en valiente y audaz denuncia pública acusó de prevaricación y soborno a los tres magistrados del Tribunal Supremo por haber fallado injustamente, al poner sus votos al servicio de los intereses abusivos de la CCE, perjudicando al pueblo en muchos millones de pesos anuales, argumentando:

 

Yo no invento, sino hablo siempre con pruebas en la mano. El reporte oficial de la Security and Exchange Commission (5 de noviembre de 1947) dice que Cuba le da 25 % de las entradas enel mundo entero a la Electric Bond and Share. En 1946, Cuba aportó 24 millones a la empresa, el doble de Chile, México y Argentina. El documento de la Federal Power Commission (31 de diciembre de 1947) informa que la tarifa eléctrica cubana es el triple de la estadounidense.

Es una monstruosidad. Semejante explotación no se permite en ningún país de Hispanoamérica ni del mundo. ¿Es que los grandes magnates extranjeros de la Electric Bond and Share se han figurado que los cubanos somos indios con levita? ¡Hasta cuando, señores, hasta cuándo van a abusar de la paciencia del pueblo cubano! ¡Basta ya! ¿Soy un loco?, lo que ocurre es que soy un caso anormal en un ambiente donde lo normal es robar y matar, donde los grandes magnates de los monopolios extranjeros sobornan magistrados y tienen el concepto de que cualquier problema cubano se arregla con dinero. Porque no me vendo, afirman los vendepatrias que soy un loco, como antes calificaron a Tony Guiteras, el primer loco en conocer bien a la Compañía Anticubana de Electricidad.

 

El 16 de agosto de 1951 murió Eduardo Chibás. Su velorio de 34 h en el Aula Magna de la Universidad de La Habana y su apoteósico entierro, en el que participaron alrededor de 200 000 personas, constituyeron una popular muestra de dolor. Fue trasmitido por radio y televisión. El lema “Vergüenza contra dinero” y el símbolo de la escoba para barrer la podredumbre que ahogaba la nación, estremecieron el país, en especial, a las capas más jóvenes.

—Ha muerto nuestro líder… ¡Sobre el cadáver de Chibás juramos amor infinito a la Patria!... ¡Sobre el cadáver de Chibás juramos llevar adelante sus grandes ideas!— exclamó Fidel Castro ante el cadáver de Chibás.

Un recuerdo a su memoria son los emotivos versos de Carlos Irigoyen Sierra que se transcriben a continuación:

 

Con banderas y bayonetas

lo llevaron a enterrar.

Iba un pedazo de pueblo

sobre un armón de metal.

Coronel muerto en campaña

alguien lo quiso nombrar.

Marchaba vivo a la tumba,

la muerte quedaba atrás!

Atrás, donde se quedaron

los que no saben sembrar.

Donde tiemblan los cobardes

donde el oro manda más.

Cantando un silencio triste

vi pasar su funeral:

Coronel vivo en campaña

con su ejército detrás!

Voces calladas, eternas

me gritaban su verdad:

las ideas no se entierran

en un armón militar!

El Coronel no está muerto,

está empezando a mandar

desde un féretro con flores

su gran batalla final!

La muerte recibe órdenes,

ya está en la calle.

¡Ya está!

Está empezando una guerra

que el pueblo quiere ganar.

 

Años más tarde, en su histórico alegato La Historia de Absolverá, Fidel honró el legado, al acusar, públicamente, al pulpo eléctrico, por sus desmanes tarifarios y ausencia de servicio eléctrico a la mayor parte del campesinado y zonas rurales.

Durante esos años, en un aparente despertar, los países latinoamericanos comenzaron a modificar su posición frente a las empresas eléctricas extranjeras: el Gobierno brasileño lanzó un plan estatal de inversiones en 1948, en 1953 México también lo hizo mediante un programa de electrificación, Chile siguió el mismo camino en 1955. En noviembre de 1958, el Gobierno argentino y American & Foreign Power Co. firmaron un contrato según el cual, todas las propiedades de sus compañías en la República Argentina eran transferidas al Gobierno por un precio definido por la Suprema Corte.

En Cuba, la CCE ejercía un monopolio absoluto en la economía eléctrica cubana; carecía de adversarios en el mercado, y no tenía motivos para pensar que su posición dominante pudiera sufrir debilitamiento de importancia en el futuro; eran extraordinariamente buenas las relaciones entre el gobierno de Batista y la compañía. Por esta razón, la American & Foreign Power Co. se sentía protegida contra una nacionalización, máxime cuando no existía en Cuba ley alguna que previera la nacionalización de las empresas de servicios públicos. Además, la cercanía de la principal potencia imperialista, Estados Unidos, y la dependencia, en todos los aspectos de Cuba en relación al capital monopolista estadounidense, parecían garantizar una protección efectiva.

Compañía Cubana de Electricidad en 1957

La generación de energía eléctrica se realizaba en Cuba por cerca de 60 sistemas que abarcaban la generación, trasmisión y distribución, en diferentes zonas de la Isla, generada en dos sistemas:

 

1.El de Occidente: abarcaba desde San Cristóbal hasta Nuevitas. Incluía algunos pequeños sistemas como el de Hernández y Hnos.2.El sistema de Oriente: comprendía desde Guantánamo hasta Manzanillo, e incluía la generación de electricidad de algunos centrales como Chaparra y Delicias.

La mayor proporción de electricidad generada, correspondía a la CCE, que la realizaba mediante las plantas de generación de electricidad que aparecen en la tabla 6.2.

Tabla 6.2

Capacidad de generación de las plantas eléctricas de la Compañía Cubana de Electricidad en 1957

Nombre

Tipo generación

Capacidad en MW

Situación actual

Tallapiedra

Termoeléctrica

96

Operativa. Única en el continente americano y, posiblemente, en el mundo con más de 125 años de servicio activo. En periodo prerrevolucionario contaba con una unidad AEG de 64 MW

Melones

Termoeléctrica

36

Desactivada

Regla

Termoeléctrica

82

Desactivada. Se nombró Antonio Maceo por la Revolución

Matanzas

Termoeléctrica

42,25

Recibió el nombre José Martí por maniobra politiquera del entonces presidente Prío Socarrás. En la actualidad se encuentraoperativa una unidad

Ciego de Ávila

Termoeléctrica

3,70

Desactivada

Vicente

Termoeléctrica

11

Desactivada

Camagüey

Termoeléctrica

16,60

Desactivada posterior al triunfo de la Revolución

Guaso

Hidroeléctrica

0,30

Operativa

Santiago de Cuba

Termoeléctrica

33,90

Nombrada Héctor Pavón por la Revolución. Desactivada

San Blas, Sancti Spiritus

Hidroeléctrica

0,80

Operativa luego de rehabilitación

Cienfuegos 1

Termoeléctrica

6

Nombrada Tomas Toledo por la Revolución. Desactivada

 

Otras capacidades de generación de electricidad

Termoeléctrica Cienfuegos 2.O’Bourke

Esta termoeléctrica se pone en marcha el 23 de abril de 1950 en Cienfuegos, en el barrio del cual tomó su nombre, y cuya construcción estuvo a cargo de la empresa norteamericana Frederick Snare Co. La inversión de la planta ascendió a, aproximadamente, 2900 000 $. Poseía dos unidades generadoras de5,5 MW cada una y 13 333 hp dos calderas de 32 000 kg de vapor por hora, que trabajaban a una presión de 30 kg/cm2y a una temperatura de 400 °C. La alimentación de fueloil y del agua se realizaba de manera automática. Posterior al triunfo de la Revolución recibió el nombre Dionisio San Román.

Central Hidroeléctrica de Hanabanilla, Guanayara y Negro

Con el propósito de aprovechar las fuentes de agua de los ríos Hanabanilla, Guanayara y Negro, cercanos a la ciudad de Cienfuegos, en la entonces provincia de Las Villas, el Banco de Fomento Agrícola e Industrial de Cuba (BANFAIC) encargó a Knappen-Tippets-Abbet-MacCarthy —prestigiosa firma norteamericana de ingeniería—, la realización de un estudio de factibilidad para la instalación de una planta hidroeléctrica. El informe dictaminó, en septiembre de 1953, una positiva evaluación del proyecto que contaría con dos presas fundamentales en Jibacoa y Hanabanilla, además de otras dos más pequeñas. En realidad, la construcción de la planta había sido una idea que la Palmira and Cruces Electric Railway and Power Company que no había podido llevar a cabo en 1915. Más tarde, en la década de los años veinte, en el rio Cañas, en la provincia de Matanzas, era operada una planta hidroeléctrica para aprovechar sus saltos de agua.

Para materializar el proyecto concebido con tres máquinas para una capacidad de generación de 45 000 kW, el 26 de noviembre de 1953, se constituyó una institución autónoma por el Decreto Presidencial No. 1212 que le concedió derechos para recibir beneficios económicos del BANFAIC, de la Comisión de Fomento Nacional y de Financiera Nacional de Cuba, lo que no era de extrañar pues su presidente era a la vez el presidente del BANFAIC.

Fue inaugurada por la Revolución, nombrándose entonces Robustiano León. Se encuentra actualmente operativa.

Compañía Eléctrica de La Habana del Este

El auge en el desarrollo de repartos residenciales relacionados con la zona de influencia del t