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La transformación digital está en el centro de la agenda política actual, pero la digitalización de las sociedades lleva ya medio siglo en marcha. La cuestión, hoy, ya no es si la digitalización tendrá lugar, sino si está siendo democrática y, por lo tanto, beneficiosa para la mayoría. La retórica ideológica de los diversos bandos envuelven el ámbito digital en estereotipos que son distracciones del verdadero problema, la responsabilidad política. «Digitalización democrática» trata de nuestro uso cotidiano de las herramientas digitales, las de cada día, las de cualquiera. Desmonta mitos y propone caminos concretos y obligaciones institucionales para la soberanía digital de las personas, el derecho distribuido a emprender, la creación de infraestructuras y herramientas comunes y públicas. Para una digitalización más democrática, distribuida y no monopolística.
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Seitenzahl: 238
Veröffentlichungsjahr: 2025
Digitalización democrática
CICLOGÉNESIS 23 | RAYO VERDE
Digitalización democrática
Soberanía digital para las personas
Simona Levi
De cómo las instituciones han permitido que nuestros espacios digitales cotidianos sean transformados en latifundios extractivos privados... y de cómo revertirlo.
Primera edición: julio 2024
Esta obra está sujeta a una licencia Creative Commons.
Se permite compartir la obra en parte o totalmente bajo las siguientes condiciones:
CC Reconocimiento - No comercial - Distribuir igual
CC Simona Levi
C/o Rayo Verde Editorial SL, www.rayoverde.es
Coordinación y autoría principal: Simona Levi
Con la colaboración de: Xnet, Miriam Carles, Sergio Salgado, Claudia Delso, Cecilia Bayo, Marc Realp Campalans, Ramon Roca, Sergio Salgado, Vocdoni, Enginyeria Sense Fronteres, Alberto Larraz, Àlex Puig, Xavier Puig Soler
CC de esta edición, Rayo Verde Editorial, 2024
Diseño de la cubierta: Tono Cristòfol
Producción editorial: Sandra Balagué
Maquetación (edición papel): Noemí Giner
Corrección: Gisela Baños y Nuria Ochoa
Conversión a epub: Iglú ebooks
Publicado por Rayo Verde Editorial
Gran Via de les Corts Catalanes 514, 1r 7a, Barcelona 08015
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http://www.rayoverde.es
ISBN: 978-84-10487-90-1
THEMA: JBF, JBCT1, UBJ
La traducción de este libro se rige por el contrato tipo propuesto por ACE Traductores.
La editorial expresa el derecho del lector a la reproducción total o parcial de esta obra para su uso personal.
Se ha utilizado como fuente principal de este libro, con la misma autoría:
El reflexion paper encargado por el Servicio de Investigación del Parlamento Europeo a petición del presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli.
Levi, S., et al. (2021). Proposal for a Sovereign and Democratic Digitalisation of Europe. Publication Office of the European Union. En línea: https://op.europa.eu/en/publication-detail/-/publication/dae77969-7812-11ec-9136-01aa75ed71a1
Revisión general:
Dra. Mara Balestrini (PhD), asesora sénior en interacción humano-computadora; prof. Floren Cabello (PhD), catedrático de Tecnologías de la Comunicación de la Universidad de Málaga; Andrea G. Rodríguez, investigadora del Centro de Asuntos Internacionales de Barcelona (CIDOB), e Isaac Monclús, investigador independiente en cultura digital.
Colaboraciones:
Capítulo 2. En qué marco nos movemos en la Unión Europea, en colaboración con Miriam Carles.
El derecho a la autodeterminación informativa (autodeterminación en la identificación): contribución principal: Vocdoni.
El caso del Plan de Digitalización Democrática de la Educación, en colaboración con Cecilia Bayo.
After-email: Infraestructura para la comunicación interpersonal que garantiza la inviolabilidad de las comunicaciones desde el diseño y por defecto, en colaboración con Àlex Puig y Context Protocol, Alberto Larraz.
Acción-Prototipo 3. El navegador. Contribución principal: Sergio Salgado.
Colisión entre la contratación pública y el emprendimiento distribuido. Contribución principal: Claudia Delso, investigadora principal del grupo de trabajo sobre Tecnopolítica y Sostenibilidad del posgrado en Tecnopolítica y Derechos en la Era Digital de la Universitat de Barcelona, dirigido por Simona Levi, Cristina Ribas y David Bondia.
Riesgos para la democracia económica de las herramientas/infraestructuras digitales «gratuitas». Contribución principal: Marc Realp Campalans, en colaboración con Xavier Puig Soler.
Cómo funcionan los servicios esenciales ya existentes, en colaboración con Enginyeria sense Fronteres (ESF).
Internet de calidad como servicio público universal esencial de interés general, en colaboración con Miriam Carles.
La brecha digital geográfica. Contribución principal: Ramon Roca, presidente de la Fundación Guifi Net.
Libertad de elección, adaptación de un texto para el proyecto Gavius.
Quisiera dar las gracias a las siguientes personas y grupos como expertos por sus consejos para este texto: Laia Martinez d’Alos-Moner; Cory Doctorow; Rafael Martínez Portillo; Oliver Tilloy; Jelle Klaas, de PILP-NJCM; Albert Cañigueral; Maddalena Falzoni, de Maadix; IsardVDI; Bogdan Manolea, Matei-Eugen Vasile y ApTI; Rachel Knaebel, del Observatoire des Multinationales; Max Bank, de LobbyControl; Thomas Dürmeier, de Goliathwatch y la European Network Of Corporate Observatories; Helena Svatošová y IuRe; Lenka Ježková y Oživení; Dan Petrucha y Liga Lidských Práv; Davide del Monte, del Centro Hermes; Félix Tréguer y Quadrature du Net; Arnau Monterde, Elisenda Ortega, Marc Pérez, prof. Joan Subirats, Álvaro Porro y Laia Bonet, del Ayuntamiento de Barcelona; Raegan MacDonald y Udbhav Tiwari, de Mozilla; Pascal Brunet y Fabienne Trotte, de Relais Culture Europe; Nickolas Komninos; Agustín F. Marín; Christopher Millard y Xavier Farrés.
Este libro quiere ser una herramienta de acción para que cualquier persona, aunque no sea experta en la materia, pueda contrarrestar nuestras instituciones cuando consienten o promueven una digitalización no democrática, empezando por aquella más básica, del día a día.
Soy una entusiasta de lo digital, me encanta poder vivir esta nueva era y me siento absolutamente responsable del rumbo que pueda tomar. Lo digital, o internet en general, no son el problema. Lo es, en primer lugar, una categoría concreta del género humano: la que gobierna, manda y tiene el poder de decidir por todos los demás, a gran escala.
Por lo que respecta al internet que queremos, no se trata de prohibir, sino de comprender y de no repetir los errores de la historia.
Aunque la digitalización es ahora una prioridad en la agenda política de la Unión Europea, ya lleva en marcha en las sociedades medio siglo. La cuestión, entonces, obviamente, no es si la digitalización se producirá o no, sino si está siendo democrática y, por tanto, beneficiosa para la mayoría o no.
De momento, las instituciones han consentido una digitalización societal llevada a cabo por parte de grandes monopolios. Se han comportado y, en gran medida, siguen comportándose como si eso ocurriera por generación espontánea, como un fenómeno meteorológico que no depende de ellas.
A partir de mi experiencia y del análisis de acciones concretas sobre el terreno, señalo las lagunas en las bases mismas sobre las cuales Gobiernos e instituciones están digitalizando las sociedades. El hecho de que las personas utilicen software deficitario en cuanto a la protección de sus derechos, puede ser porque no tienen otra opción o no pueden adaptarse. Sin embargo, cuando las instituciones siguen utilizando a diario software lesivo para las libertades fundamentales, están violando sistemáticamente los derechos más básicos de toda la población.
Este libro analiza el contexto y propone soluciones: tres acciones o prototipos urgentes y alcanzables como correctores de una situación de grave déficit democrático.
Propongo una digitalización que respete la soberanía digital del más pequeño y más fundamental actor de una democracia real: cada persona. Este libro es, en suma, una guía práctica para la reconquista digital de Europa.
Definiciones-guía de la autora
Digitalización democrática: una transición digital basada en los derechos fundamentales y la cooperación, desde el diseño y por defecto.
Para enmarcarlo mejor, hablaremos de soberanía digital.
Digitalización soberana: una digitalización en la que cada persona o entidad pueda controlar el uso y destino de los contenidos creados y los datos generados.
Hablar de derechos digitales es algo nuevo en el ámbito institucional. Por el contrario, la sociedad civil, que ha impulsado el uso de internet y su defensa desde hace prácticamente medio siglo, ha escrito y trabajado muy intensamente sobre el tema.
El digital, en lugar de ser un espacio más de la vida donde deberían regir los mismos derechos y libertades fundamentales que en otros, a menudo es discriminado por el legislador, que le aplica una condición de estado de excepción, en nombre de los «más vulnerables», de «proteger la seguridad» de bienes y personas o de un solucionismo tecnológico que oculta incapacidades políticas y de gestión.
Institucionalmente se ha ido inculcando en la sociedad una narrativa asimétrica respecto a los riesgos de lo digital en la que las instituciones tienen el rol de salvadoras. En realidad, quienes habitamos el digital —es decir, una gran parte de la población— deberíamos poder mantener una relación adulta con Administraciones e instituciones. Y esto sobre todo porque, en ese momento, el grueso de abusos de los derechos digitales proviene de las instituciones y de otros actores sistémicos amparados por ellas. Existe una asimetría de poder entre instituciones y población. Por ejemplo, se nos puede vigilar mucho más de lo que nosotros podemos vigilar a la Administración, así como obtener una rendición de cuentas, aunque las herramientas a disposición de ambos sean las mismas. En toda política democrática, el foco debería dirigirse a corregir estas asimetrías de poder sistémicas.
Al referirse a la digitalización, a menudo se hace referencia a grandes proyectos de infraestructura que se le ofrecen a la opinión pública como saltos al futuro, como el IA, las supercomputadoras, las computadoras cuánticas, etc., o a discusiones sobre el uso de lo digital en las sociedades en términos de alfabetización mediática y participación digital o democracia electrónica. Sin embargo, ante todo ello hay una capa ineludible que hace posible la vida digital cotidiana en todas las actividades de la sociedad, desde los servicios esenciales hasta el uso individual: la creación de contenidos y su almacenamiento, la comunicación interpersonal en línea, la navegación o el acceso a internet. Esta capa a menudo se da por sentada —consolidada en la vida cotidiana principalmente por grandes corporaciones privadas de tecnología casi siempre de EE. UU.—, cuando en realidad necesita una consideración seria para garantizar que el futuro digital no se construya sobre cimientos tóxicos y salvaguardas difícilmente verificables para los derechos fundamentales, la soberanía de datos y contenidos, la justicia o las posibilidades de emprender para todas las personas.
El objetivo de este libro es acercar a las personas expertas o no en el mundo digital al ámbito desde el cual nos hablan las instituciones, especialmente cuando el deseo de estas es que no nos inmiscuyamos y creamos que es un ámbito que no podemos entender. En realidad, es un ámbito más que humano que, si lo entienden o pueden fingir entenderlo nuestros políticos, seguramente nosotros también. Y en todo caso, qué remedio: vivimos en la era digital y solo si la población comprende este contexto podremos hablar de democracia en la era en la que estamos viviendo. Así que manos a la obra: dejemos de lado la tecnofobia censora y el tecnosolucionismo atontado y pongamos los grandes logros de esta era al servicio de una democracia justa y real.
Se hablará, sobre todo, de la Unión Europea porque es el contexto que mejor conozco y donde llevo a cabo mi acción activista, pero muchos de los problemas y soluciones propuestos pueden extrapolarse a otras latitudes.
La cuestión a resolver es cómo (re)construir las condiciones previas necesarias para una digitalización de Europa desde una perspectiva de soberanía desintermediada, que alcance también al menor actor o unidad corresponsable de la arquitectura democrática: cada persona.
Por eso, la definición de soberanía que guía este libro incluye elementos que no suelen tenerse en cuenta cuando se habla de soberanía digital.
El punto de partida empírico de este texto es la experiencia del Plan de Digitalización Democrática de Xnet y los pilotos que se han generado en educación para analizar los obstáculos que presenta una digitalización democrática, lo que sucede sobre el terreno cuando se pone a prueba la legislación y los pasos que podrían tomarse hacia la digitalización soberana y democrática tanto para el individuo como para la sociedad.
Las conclusiones son que los planes para la transición digital europea dan por sentada la arquitectura de algunas de las herramientas/infraestructuras más básicas que necesita la población en su vida digital cotidiana. Desde el punto de vista de los derechos democráticos, la soberanía y su funcionalidad en la época que vivimos, algunos de ellos presentan, o están desarrollando, graves déficits. Esto implica una deriva hacia marcos no democráticos o, en el mejor de los casos, una demasiado compleja armonización ex post.
En resumen, las herramientas/infraestructuras digitales cotidianas actuales no garantizan los estándares mínimos de soberanía de contenido y datos ni para el individuo ni para las empresas, las organizaciones y los Estados. Esto se debe, principalmente, a que dichos estándares no son verificables de forma distribuida y ágil, es decir, democrática. Esto afecta la plena garantía de diversos derechos fundamentales de muy diversa naturaleza como el derecho a la intimidad o el derecho a realizar negocios, así como a la gobernanza democrática en su conjunto. Las soluciones que permiten tecnología auditable de forma distribuida existen, pero se ven obstaculizadas por desventajas comparativas debido a una situación de posiciones dominantes y fallos de mercado consentidos por las instituciones.
Como caminos a emprender para resolver estos problemas, propondremos tres acciones/prototipos en los campos del almacenamiento y herramientas operativas cotidianas (Acción/Prototipo 1), el correo electrónico y la comunicación interpersonal (Acción/Prototipo 2) y la navegación por internet (Acción/Prototipo 3).
Además, como conditio sine qua non para los objetivos de estas acciones/prototipos en particular, y para una digitalización democrática en general, este trabajo analiza, con capítulos dedicados, otras cuestiones relacionadas, por un lado, con el emprendimiento en ámbito digital y, por otro, con el acceso a internet.