Discursos - Simón Bolívar - E-Book

Discursos E-Book

Simón Bolívar

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Beschreibung

Simón Bolívar ( 1783-1830). Fue un militar y político venezolano, conocido como «El Libertador». Es una de las figuras más destacadas de la emancipación americana frente a la Corona española y contribuyó de manera decisiva a la independencia de los actuales países de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela. Simón Bolívar además de convertirse en el principal líder de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas, suministró al movimiento una base ideológica mediante sus propios escritos y Discursos. En este edición, el lector encontrará una selección con los siguientes Discursos de Bolívar, considerados de más relevancia en la historia de Latinoamérica y Venezuela: - Convocatoria del Congreso de Panamá - Discurso como Brigadier de la Unión, general en jefe del Ejército del norte, libertador de Venezuela - Discurso pronunciado ante el congreso de Colombia, en la Villa del Rosario de Cúcuta el 3 de octubre de 1821 - Discurso pronunciado en la Sociedad patriótica de Caracas, el 4 de julio de 1811 - Manifiesto de Carúpano - Mensaje al Congreso constituyente de la República de Colombia en 1830 - Discurso del libertador al Congreso constituyente de Bolivia - Mi delirio sobre el Chimborazo - Palabras dirigidas al Congreso de Perú, el 13 de septiembre de 1823 - Discurso como Jefe supremo de la República, capitán general de los ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada - Discurso como Brigadier de la unión, general en jefe del Ejército del norte, libertador de Venezuela

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Simón Bolívar

Discursos

Barcelona 2024

Linkgua-edición.com

Créditos

Título original: Discursos.

© 2024, Red ediciones S.L.

e-mail: [email protected]

Diseño de la colección: Michel Mallard.

ISBN rústica ilustrada: 978-84-9007-269-1.

ISBN tapa dura: 978-84-1126-713-7.

ISBN ebook: 978-84-9897-039-5.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 9

La vida 9

Discursos 11

Discurso pronunciado el 2 de enero de 1814, en el templo de San Francisco, en Caracas, ante la asamblea convocada en aquella iglesia 13

Otro discurso, improvisado en la iglesia de San Francisco, en Caracas, el 2 de enero de 1814, ante la asamblea allí reunida 17

Discurso de Bolívar contestando a otros oradores, el 2 de enero de 1814, en Caracas, ante la asamblea reunida ese día en el templo de San Francisco 21

Yanes y Mendoza, iv, 175 convocatoria del Congreso de Panamá 23

Brigadier de la Unión, general en jefe del Ejército del norte, libertador de Venezuela 27

Gaceta de Colombia, n° 9, 4 de octubre de 1821 discurso pronunciado ante el congreso de Colombia, en la Villa del Rosario de Cúcuta el 3 de octubre de 1821 31

Blanco y Azpúrua, iii, 138 discurso pronunciado en la Sociedad patriótica de Caracas, el 4 de julio de 1811 33

Manifiesto de Carúpano libertador de Venezuela y general en jefe de sus ejércitos 35

Gaceta de Colombia. N° 449, 24 de enero de 1830 mensaje al Congreso constituyente de la República de Colombia en 1830 41

Discurso del libertador al Congreso constituyente de Bolivia 49

Imprenta del venezolano mi delirio sobre el Chimborazo 63

Gaceta de Colombia. N° 110. 23 De noviembre de 1823 palabras dirigidas al Congreso de Perú, el 13 de septiembre de 1823 65

Yanes y Mendoza. I, 176 jefe supremo de la República, capitán general de los ejércitos de Venezuela y de Nueva Granada, &., &.. 67

Brigadier de la unión, general en jefe del Ejército del norte, libertador de Venezuela 69

Palabras de Bolívar a la división del general Urdaneta el 12 de noviembre de 1814, en Pamplona 73

Libros a la carta 77

Brevísima presentación

La vida

Caracas, 24 julio 1783-Santa Marta, Colombia, 17 diciembre 1830.

Simón Bolívar nació en una familia aristócrata y tuvo una excelente educación. Sus padres murieron cuando tenía nueve años. En 1799 viajó a España para estudiar, y en 1802 se casó con María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza; quien murió un año después en Venezuela.

Bolívar vivió otra vez en Europa en 1804 y en Roma hizo el célebre juramento de no descansar hasta que América fuese libre.

A raíz de los acontecimientos del 19 de abril de 1810, Bolívar fue enviado a Inglaterra con Andrés Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática para lograr el reconocimiento de la nación que habían fundado.

Tras la derrota de Miranda por las fuerzas realistas, Bolívar huyó a Cartagena desde donde regresó a Venezuela en 1813 y fue proclamado Libertador en Mérida. Allí hizo pública la «Guerra a muerte». En agosto tomó Caracas y empezó la segunda república.

En 1819 se creó el congreso de Angostura y se fundó la Gran Colombia (Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador) de la que fue nombrado presidente. En agosto de ese año ganó la Batalla de Boyacá y cruzó los Andes para liberar Perú, saliendo invicto junto a Sucre en la Batalla de Junín, el 6 de agosto de 1824.

Durante su estancia fuera de Venezuela lo apartaron del poder en medio de las rivalidades entre los caudillos. Murió en Colombia, en la ciudad de Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830.

DiscursosDiscurso pronunciado el 2 de enero de 1814, en el templo de San Francisco, en Caracas, ante la asamblea convocada en aquella iglesia

Ciudadanos:

EL ODIO a la tiranía me alejó de Venezuela cuando vi a mi patria segunda vez encadenada; y desde los confines lejanos del Magdalena, el amor de la libertad me ha conducido a ella, venciendo cuantos obstáculos se oponían a la marcha que me encaminaba a redimir a mi país de los horrores y vejaciones de los españoles. Mis huestes, seguidas por el triunfo, lo han ocupado todo, y han destruido el coloso enemigo. Vuestras cadenas han pasado a vuestros opresores; y la sangre española que tiñe el campo de batalla ha vengado a vuestros compatriotas sacrificados.

Yo no os he dado la libertad. Vosotros la debéis a mis compañeros de armas. Contemplad sus nobles heridas, que aún vierten sangre; y llamad a vuestra memoria a los que han perecido en los combates. Yo he tenido la gloria de dirigir su virtud militar. No ha sido el orgullo ni la ambición del poder los que me han inspirado esta empresa. La libertad encendió en mi seno este fuego sagrado; y el cuadro de mis conciudadanos expirando en la afrenta de los suplicios, o gimiendo en las cadenas, me hizo empuñar la espada contra los enemigos. La justicia de la causa reunió bajo mis banderas los más valerosos soldados y la providencia, justa, nos condujo a la victoria.

Para salvaros de la anarquía y destruir a los enemigos que intentaron sostener el partido de la opresión, fue que admití y conservé el Poder Soberano. Os he dado leyes; os he organizado una administración de justicia y de rentas, y, en fin, os he dado un gobierno.

¡Ciudadanos! Yo no soy el soberano. Vuestros representantes deben hacer vuestras leyes; la hacienda nacional no es de quien os gobierne. Todos los depositarios de vuestros intereses deben mostraros el uso que han hecho de ellos. Juzgad con imparcialidad si he dirigido los elementos del poder a mi propia elevación, o si he hecho el sacrificio de mi vida, de mis sentimientos, de todos mis instantes por constituiros en nación, por aumentar vuestros recursos, o más bien por crearlos.

Anhelo por el momento de trasmitir este poder a los representantes que debéis nombrar; y espero, ciudadanos, que me eximiréis de un destino que alguno de vosotros podrá llenar dignamente, permitiéndome el honor a que únicamente aspiro, que es el de continuar combatiendo a vuestros enemigos, pues no envainaré jamás la espada mientras la libertad de mi patria no esté completamente asegurada.

Vuestras glorias adquiridas con la expulsión de vuestros opresores se veían eclipsadas; vuestro honor se hallaba comprometido: vosotros lo habíais perdido, sucumbiendo bajo el yugo de los tiranos.

Erais víctimas de una venganza cruel. Los intereses del Estado estaban en manos de bandidos. Decidid si vuestro honor se ha repuesto; si vuestras cadenas han sido despedazadas; si hemos exterminado a vuestros enemigos; si os he administrado justicia, y si he organizado el erario de la República.

Os presento tres informes justificados de aquellos que han sido mis órganos para ejercer el Poder supremo. Los tres secretarios de Estado os harán ver si volvéis a aparecer en la escena del mundo y si las naciones todas, que ya os consideraban anonadados, vuelven a fijar su vista sobre vosotros y a contemplar con admiración los esfuerzos que hacéis por conservar vuestra existencia; si éstas mismas naciones podrán oponerse a proteger y reconocer vuestro pabellón nacional; si vuestros enemigos han sido destruidos tantas cuántas veces se han presentado contra los ejércitos de la república; si puesto a la cabeza de ellos he defendido vuestros derechos sagrados; si he empleado vuestro erario en vuestra defensa; si he expedido reglamentos para economizarlo y aumentarlo, y si aun en medio de los campos de batalla y del calor de los combates he pensado en vosotros, y en echar los cimientos del edificio que os constituya una nación libre, feliz y respetable. Pronunciad, en fin, si los planes adoptados podrán hacer que se eleve la república a la gloria y a la felicidad.

Otro discurso, improvisado en la iglesia de San Francisco, en Caracas, el 2 de enero de 1814, ante la asamblea allí reunida

No he podido oír sin rubor, sin confusión, llamarme héroe y tributarme tantas alabanzas. Exponer la vida por la patria es un deber que han llenado nuestros hermanos en el campo de batalla: sacrificar todo a la libertad, lo habéis hecho vosotros mismos, compatriotas generosos. Los sentimientos que elevan mi alma exaltan también la vuestra. La providencia, y no mi heroísmo, ha operado los prodigios que admiráis.