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A partir de una acuciosa labor investigativa, la autora del El Centro dramático de Las Villas. Historia y Tradición ensambla el hasta ahora más complejo rastreo realizado a dicho emblema de la escena y de la cultura cienfueguera en general. La estudiosa no desdeña ninguna información previa sobre la dicha institución y el contexto escénico del territorio en el decurso de la historia; pero tiene el mérito de tomar dicho cuerpo referencial solo como preámbulo de base para articular su examen a fondo del objeto enfocado en el análisis.
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Seitenzahl: 129
Veröffentlichungsjahr: 2023
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El Centro Dramático de Las Villas. Historia y Tradición
Zenaida Rodríguez Rosa
Ediciones Mecenas
Cienfuegos, Cuba, 2021
Edición: Atilio Caballero
Corrección: Julio Martínez Molina
Diseño de cubierta: Reynaldo Duret Sotomayor
Diseño interior y diagramación: Reynaldo Duret Sotomayor
Ilustración de cubierta: Foto de la autora
© Zenaida Xiomara Rodríguez Rosa, 2021
© Sobre la presente edición,
Editorial Mecenas, 2021
ISBN 9789592203822
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SOBRE LA AUTORA
Zenaida Xiomara Rodríguez Rosa. (Placetas,1964) Licenciada en Historia y Ciencias Sociales (Moscú,1988). Máster en Estudios Históricos y Antropología Sociocultural cubana. Ha dedicado más de 20 años a la investigación histórico-cultural. Cuenta con reconocimientos y premios en dicha labor. Medalla Raúl Gómez García 2017. Ha publicado artículos en diversos medios. Profesora Asistente de la Universidad de Cienfuegos. Ha impartido conferencias en las Universidades Lobos y España, y la Escuela de la Música de Durango, México. Es miembro de la UNHIC, la ACCS y el CIERIC.
A mi familia que siempre ha confiado y me espera
A mi esposo por compartir mis logros
A los fundadores del Centro Dramático de Las Villas
donde quiera que estén, especialmente a los que
se mantienen en activo, mi admiración y respeto.
AGRADECIMIENTOS
Doctoras Isabel Pérez Cruz y Nereyda Moya Padilla; doctor Samuel Sánchez Gálvez; másteres en Ciencia David Soler Marchán y Orlando García Martínez; licenciados Generoso González Rodríguez, Marta de la Cruz del Valle, Julio Martínez Molina; Jorge Luis Hernández, Gabriel López, José Roca, Pedro Posada, Juan Antonio Marín, Alberto Durán, Jorge Luis Urra
A todas las personas que en este largo andar me brindaron el calor de sus manos y corazones
Prólogo
Cuando comencé una nueva etapa de mi vida en la ciudad de Cienfuegos, diversas circunstancias propiciaron que pudiera dedicar tiempo a la lectura, y después al estudio de la historia de una urbe que me resultaba desconocida y admirada a la vez. La sala de Fondos Raros y Valiosos de la Biblioteca Provincial fue mi refugio, y allí comencé mi labor de investigación desde el año 1995. Incursioné en varios temas relacionados con la historia y la cultura cienfueguera. El teatro, su historia y el por qué aparecía en tantas etapas me motivó por años, de forma que lo tomé como tema para el proyecto de tesis en opción al título de Máster en Estudios Históricos y Antropología Sociocultural Cubana.
Algo más de tres años dedicados a la búsqueda y análisis de todo tipo de fuente sobre el tema en el período de 1963 a 1976 —contenido que abarca el presente libro—, me demostraron la existencia de ensayos, artículos y tesis dedicados al asunto, aunque en menor cuantía. Algunos constituyen investigaciones de indiscutible valor, tratando en su gran mayoría aspectos de la historia del teatro en Cienfuegos en diferentes épocas y períodos, entre los que me gustaría destacar las tesis de grado tituladas El Centro Dramático, sus primeros 20 años de labor, de Generoso González (1983), El teatro en Cienfuegos 1923-1935, de Marta de La Cruz (1991) y El teatro cienfueguero como práctica sociocultural.1959-1980, de Yoana Piedra, entre aquellos que más ahondan en el tema.
Por otra parte artículos de investigadores nacionales y cienfuegueros como José Díaz (1986), Victoria Sueiro (1999), Doris Era (2002), Panait Díaz de Villalvilla (2003), Norge Espinosa (2003), (2004), Jorge Luís Marí (2004), Omar George (2008) etcétera., también hacen referencia al tema, aunque en menor profundidad. Otros estudiosos como Rogelio Leal, Marta Reinoso, Eduardo Vázquez, Miguel Cañellas y Julio Martínez Molina escribieron sobre diferentes aristas en relación a sucesos específicos. Asimismo, Christian Medina, Rebeca Román y Carmen Capdevila forman parte de los autores que aportaron otros encargos.
Otras obras publicadas que de alguna manera tocan el tema serían: Teatro Terry, Historia, Tradición y Cultura (Román Vitlloch, 1997); Teatro Tomás Terry, símbolo identitario de la cultura Cienfueguera (Irán Millán y Teresita Chepe, 2003); El Ateneo de Cienfuegos, su labor en las artes escénicas (Generoso González, 2006), y Dos lustros fecundos. Aproximación a una cronología del Teatro Tomás Terry.1996-2006, de Rebeca Román y Carmen Capdevila, 2006. Al continuar la pesquisa encontré solo escasos estudios sistemáticos con un enfoque histórico en el período de 1963 a 1976.
Generoso González Rodríguez, quien extiende su estudio desde los años 30 del siglo XX hasta los 80, en una segunda parte identifica el punto en el cual la tradición teatral local toma un nuevo rumbo con la desintegración del grupo Ateneo de Cienfuegos y la creación del Centro Dramático de Las Villas como primera agrupación de teatro dramático profesional de la región central del país. El Centro Dramático de Cienfuegos, sus primeros 20 años de labor teatral, escrita por él en 1983, a la vez que abunda en la descripción y relación de hechos y acontecimientos, me permitió, desde otro margen, enfocar el análisis de la influencia ejercida por los cambios en la estructura de clases en los primeros años del triunfo de la Revolución.
Como es sabido y a tenor de las primeras leyes revolucionarias establecidas entre los años 1960 y 1963, se crean a partir de la Ley del Anteproyecto del plan cultural, a través de su artículo 10, los grupos de teatro profesionales en cada provincia como parte del proceso de desarrollo del teatro a nivel de región, y en plena sintonía con la Campaña de Alfabetización. Estas mismas premisas me sirvieron luego para analizar las causas del declive de la labor del Centro Dramático de Las Villas durante los primeros cinco años de la década de los 70,1 a partir de una incorrecta concepción y aplicación de la política cultural, así como profundizar en el examen del papel de la nueva estructura de clases en el poder y su posición impulsora del desarrollo, sobre todo en las masas populares antes excluidas del gusto y disfrute del teatro como manifestación artística.
Dichos matices se ampliaron consultando artículos encontrados en la prensa regional de la época, así como los documentos, discursos y artículos analizados en las fuentes digitales y durante las entrevistas realizadas a algunos fundadores del grupo, afectados por medidas de carácter separatista y exclusivo respecto a la formación académica, la procedencia social y las preferencias sexuales. Para la realización de este volumen, en busca de un enfoque histórico del tema, resultó básico el análisis de tres de las obras del autor cubano Rine Leal, El Teatro (1960), Breve Historia del Teatro en Cuba (1980) y La Selva Oscura (1982), muy útiles para comprender y organizar los antecedentes históricos del teatro en Cuba.
Estos estudios, que concatenan hechos y acontecimientos de la historia del teatro nacional con los de la región de Las Villas, me propiciaron llegar a conclusiones que intentan demostrar la tradición teatral en Cienfuegos en una línea de tiempo equivalente a más de un siglo. El objetivo central de este compendio es valorar la labor realizada por el grupo fundador del Centro Dramático de Las Villas desde el punto de vista histórico-cultural a partir del estudio de las condiciones en que se realizaron sus aportes como actores, técnicos y directores, así como la contribución del repertorio a la continuidad de la tradición teatral cubana durante el período de 1963 a 1976.
Las causas que motivaron la creación de este colectivo teatral en la ciudad de Cienfuegos y no en Santa Clara, capital de la entonces provincia de Las Villas —donde correspondía la fundación de dichos Centros según las indicaciones del Consejo Nacional de la Cultura—, constituye una singularidad en aquellas circunstancias. Para comprenderlo, fue necesario profundizar en matices de la labor que realizara esta bisoña institución teatral en las diferentes municipalidades y zonas de la antigua provincia de Las Villas y de la regional de Cienfuegos, en los aportes realizados por su colectivo fundador, en la periodización de las diferentes etapas del desarrollo de su actividad artística y en el papel que desempeñó la existencia de una tradición teatral local, teniendo en cuenta el trabajo realizado hasta entonces por el grupo Ateneo.
De igual manera, me fue posible constatar que los estudios aquí mencionados contribuyen a la definición de tres líneas fundamentales de investigación: relación y descripción de las edificaciones destinadas a la función teatral, la relación de las obras del repertorio teatral y de las principales figuras extranjeras, cubanas y cienfuegueras que desfilaron por sus escenarios, amén de los relatos de hechos y acontecimientos de la actividad teatral en Cienfuegos en diferentes etapas y períodos.
Los vacíos encontrados en varios de los estudios precedentes dirigieron mi observación, interpretación y crítica, mediante procesos heurísticos, a las fuentes primarias formadas por el registro oficial de fundadores del Centro, las cartas y certificados mostrados por los integrantes, las entrevistas a ellos realizadas, así como también cartas de personalidades de la cultura a Fidel Castro y Osvaldo Dorticós.
En ese sentido, por ejemplo, la misiva remitida por Isabel Monal a Fidel propone las pautas del nuevo teatro revolucionario, a tenor de la indicación del Consejo Nacional de la Cultura de crear los nuevos Centros Dramáticos profesionales de teatro en las capitales provinciales del país. También al consultar leyes y resoluciones, entre ellas la referida a la derogación del anterior Instituto Nacional de Teatro, cartas de dirigentes a actores del grupo, expedientes del Centro para propuestas a premios, fotografías del grupo durante sus actuaciones en diferentes años del período estudiado y artículos de los periódicos La Correspondencia, El Comercio, Revolución, Granma, Juventud Rebelde, Liberación, Vanguardia y 5 de Septiembre, así como las revistas Verde Olivo, Bohemia, Tablas, Ariel y Conjunto, enriquecieron mi labor.
El análisis riguroso, enfocado sobre todo en el aspecto histórico-cultural de la contribución aportada por la labor artística del Centro Dramático de Las Villas a la continuidad de la tradición teatral de Cienfuegos durante el período 1963-1976, constituye en este estudio el motivo fundamental de reflexión que nos permita valorar su importancia en el panorama teatral de la nación en ese período.
El marco cronológico se constituye según las fuentes escritas y orales consultadas, que establecen el 9 de Enero de 1963 como fecha de creación del Centro Dramático de Las Villas, data que marca la etapa final de trabajo del grupo teatral aficionado Ateneo y el paso de una parte de sus miembros al Centro Dramático de Las Villas hasta el año 1976, cuando la nueva división político-administrativa asigna a Cienfuegos la condición de Provincia y el Centro Dramático de Las Villas comienza entonces como Centro Dramático de Cienfuegos una nueva etapa. Los lectores podrán encontrar una exploración que relaciona los antecedentes históricos de la tradición teatral en Cienfuegos desde mediados del siglo XIX, con la labor del Centro Dramático de Las Villas como nueva expresión de esa continuidad.
En este sentido, se argumentan los principales hechos, acontecimientos y sucesos relacionados con el desarrollo de la actividad del Centro y se explican las causas que provocaron una etapa de declive en la labor del mismo. Los datos obtenidos como resultado de las entrevistas realizadas a fundadores y trabajadores del Centro, el cotejo de las fotos, las actas fundacionales, expedientes originales del archivo de la institución, de los materiales audiovisuales en formato de video VHS, DVD y multimedia, las grabaciones digitales de entrevistas personales y de programas de televisión, de conjunto con su trascripción literal, complementan la labor investigativa dada la escasez de fuentes escritas sobre el tema. Los lectores hallarán dos capítulos que recogen los antecedentes de la historia teatral previa a la aparición de este colectivo, así como un resumen de la historia del Centro Dramático de Las Villas como nueva expresión de continuidad teatral.
1González, Generoso. (1983).Centro Dramático de Cienfuegos, sus primeros 20 años de labor teatral. Santa Clara: Instituto Pedagógico Félix Varela.
Capítulo I
Antecedentes de la historia teatral del Centro Dramático de Las Villas
El teatro en Cuba. Aspectos importantes de su desarrollo histórico
Diversas fuentes sobre la historia del teatro en Cuba consideran los llamados bailes areítos de los aborígenes como nuestra prehistoria teatral.2 A ellos les siguen las citadas fiestas de Corpus Cristi que datan de 1570. En 1598 se refiere la representación del primer título del repertorio teatral de la isla.3 Las primeras manifestaciones teatrales estuvieron vinculadas a los procesos ideológicos de colonización, especialmente religiosos. En el siglo XVIII la sociedad cubana alcanza un mayor grado de organización social y económica, la clase criolla reconoce la necesidad de una formación cultural asumida en la literatura y las representaciones teatrales de la época.
La efervescencia teatral de la primera mitad del siglo XIX se caracterizó por la apertura de varios teatros en La Habana con una vida escénica activa y crítica, el incremento de compañías cómicas sobre temas de las cotidianidades habaneras, el surgimiento de grupos dramáticos profesionales, la creación de repertorios tanto escénicos como musicales, la instauración de escenografías vinculadas a los movimientos plásticos de la época, el predominio del género lírico en una contradicción constante con el dramático y un incremento de la preferencia pública por esta manifestación artística que tenía su máxima expresión en los teatros de ese tiempo como fueron el Tacón, el Jesús María y el Dionamo.
La apertura del teatro Payret el 22 de Enero de 1877 reafirmó el predominio de la ópera italiana y su imagen social, siendo este un sitio preferido de la burguesía colonial. Desde esos años, fue bastante frecuente que se vieran en las salas cienfuegueras algunas de las obras de diversas compañías europeas que llegaban a La Habana, hecho que podemos ver como expresión del creciente interés e inclinación de las clases pudientes —tanto capitalinas como de la región— por el teatro clásico y europeo, pues el pensamiento cultural se manifestaba además a través del poder económico de dichas clases, las cuales se ocupaban de colocar una parte del mismo en función del desarrollo de la infraestructura cultural y de la contratación de esos tipos de compañías que se consideraban un lujo para entonces.