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Antonio Casero era un maestro del teatro por horas, del género chico, de ese teatro costumbrista de sainetes tan popular en el Madrid finisecular. Este sainete se ambienta en un barrio popular español. Paco decide cambiar su oficio por el de picador en las corridas de toros, a pesar de rondar ya los cincuenta años. Tecla, su mujer, y Rosa, su hija, le advierten que ya es muy tarde para que aprenda a torear, sin embargo, Paco espera cambiar así su suerte y mejorar la economía familiar.
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Seitenzahl: 42
Veröffentlichungsjahr: 2021
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Antonio Casero
SAINETE EN PROSA
ORIGINAL DE Estrenado en el TEATRO DEL PRÍNCIPE ALFONSO de Madrid, la noche del 2 de Julio de 1909
Saga
¡El miserable puchero!
Copyright © 1909, 2021 SAGA Egmont
All rights reserved
ISBN: 9788726686036
1st ebook edition
Format: EPUB 3.0
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This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.
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PERSONAJES
ACTORES
TECLA, mujer del pueblo (40 á 45 años ).
Sra. Cano.
RAIMUNDA, tipo de fiadora (íd. íd. ).
Vedia.
ROSA, hija de Tecla y Paco (20 íd. )
Srta. Sánchez.
PACO, picador de novillos (45 á 50 íd. ).
Sr. Rodrigo.
CIPRIANO, artesano
Portes.
GERINELDO, íd
Cano.
MOSQUITO, monosabio
Conto.
PEPE, artesano
Sánchez.
INSPECTOR de Policía Urbana
Puga.
GUARDIA de id. íd
Trujillo.
Apuntador
Luis Ferro.
Segundo apunte
José Mallén.
Interior de una habitación modestamente amueblada. Puerta de entrada lateral derecha del actor; puerta practicable en la lateral izquierda y en el foro ventana también practicable, que se supone da á una calle. Al foro una cómoda; sobre ésta una estampa, con marco, de la Virgen de la Paloma; una lamparilla, varios retratos, «Lidias» sobre la pared y tiestos de flores en la ventana.
tecla , rosa y raimunda
Raim. (A Tecla, mostrando un marsellés de picador. ) Miste esto; ¿á que no saca un picador de los de ahora otro igual? ...
Tecla Un poquito quebrao de color...
Raim ¡Ay, hija, diga usté á Sorolla que le dé una pinceladita!
Tecla (A Rosa que está cosiendo una calzona de picador. ) ¿Qué te parece, Rosa?
Rosa ¡Déjeme usté, madre!
Raim. Le advierto á usté que si no se tratara de su marío, que me ha echao muchas medias suelas en este mundo, lo que es este traje de picador no le alquilaba yo ni por doce mil riales al zar de Rusia, porque es una antigüedad; con este han picao el tío Pinto, el Chuchi y los Calderones, y, además, me lo puse yo pa dir á un baile de la Zarzuela.
Tecla ¡Qué mona estaría usté!
Raim ¡Ay, hija, qué tiempos aquellos! Antes podía una permitirse esos lujos, pero lo que es ahora, que si quieres; ya usté ve: ustés me dan por el alquiler cinco duros: pague usté casa, gaste usté enaguas encañonás y dele usté media docena de caprichitos á su cuerpo serrano y, ¿qué la queda á usté? los bolsillos llenos de pelusa. Y figúrese usté que luego á su marío lo revuelca un miura de los de esta tarde, ¡Dios no lo quiera!...
Tecla Rosa (Dan un suspiro muy prolongado. ) ¡Ay!
Raim. Pues me quedo sin el otro plazo y toavía tié usté que echar un guante pa vendas y árnica.
Rosa (Suspirando. ) ¡Ay!
Tecla ¡Mujer, calle usté, por Dios!
Raim. Anda, ¿pero usté abriga la loca fantesía de que su hombre va á resultar ahora una estrella taurófila? … ¡Ca, hija, ca! á los cuarenta y pico meterse á picador... á esa edad, parrafitos del Rocambole y almejas á la marinera, créame usté á mí.
Tecla ¡Ay, hija, ni que fuera usté el horóscopo!
Paco (Dentro. ) ¡Rosita!
Tecla Chica, que te llama tu padre.
Rosa (Se levanta con la calzona y se dirige hacia la ventana. ) Ya sé lo que quiere (Saca la mano para ver si llueve y se dirige lateral izquierda. ) ¡No llueve, padre, no llueve! ¡Ahí tié usté la calzona! (Tira la calzona á la habitación y se sienta mostrando gran pesadumbre. )
Tecla Ay, señá Raimunda, ni porque esta le ha dicho: «¡Padre, miste que ya no es usté nenguna creatura!», ni porque yo le he dicho: «¡Por Dios, Paco, que tú ya no sirves pa picar! ¡que has perdío la afición!» ¡Nada! me contesta lo de siempre: que á él le obliga el miserable puchero; que si el Zurito va hecho un brazo de mar, que si el Agujetas tié casa propia, que si el Melones lleva brillantes, y es lo que yo le digo: «¡Mira, Paco, que esos Melones son otra clase de melones! ¡No seas tonto, alquila otro chiribitil, porque ya sabrá usté que nos echaron hace una semana del que teníamos en la calle de Embajadores, remienda zapatos, endereza tacones, que en eso eres una gloria nacional». ¡Nada, hija, nada! ese señor Cipriano, amigo suyo, le ha buscao recomendaciones pa el empresario y hoy sale por primera vez á picar miuras, fíjese usté, ¡miuras!
Rosa (Suspirando. ) ¡Ay!
Raim. Diga usté, ¿están ustés metíos en alguna sociedá de botica y enterramiento?
Tecla ¡No, señora!
Raim. ¡Qué lástima!
Tecla