El periodismo en la radio. Elementos para potenciar el interés en las informaciones radiales - Josefa Adelaida Pérez Yánez - E-Book

El periodismo en la radio. Elementos para potenciar el interés en las informaciones radiales E-Book

Josefa Adelaida Pérez Yánez

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Beschreibung

Periodismo en la radio va dirigido a todos los radialistas con motivo del Centenario de la Radio, reflexiona sobre los temas más importantes a tener en cuenta para lograr una programación informativa que se acerque a lo que los públicos demandan.

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Seitenzahl: 158

Veröffentlichungsjahr: 2024

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PERIODISMO EN LA RADIO

ELEMENTOS PARA POTENCIAR EL INTERÉS EN LAS INFORMACIONES RADIALES

JOSEFA ADELAIDA PÉREZ YÁNEZ

LUIS PÉREZ-DELGADO FERNÁNDEZ

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.

Edición y corrección: Norma Suárez Suárez

Diseño de cubierta e interior: Joyce Hidalgo-Gato Barreiro

Ilistración de cubierta: Luis Enrique Aparicio Pérez-Delgado

© Josefa Adelaida Pérez Yánez y Luis C. Pérez-Delgado Fernández, 2023

©Sobre la presente edición:

EdicionesEn Vivo, 2023

ISBN: 9789597268482

INSTITUTO CUBANO DE RADIO Y TELEVISIÓN

Ediciones En Vivo

Edificio N, piso 6, calle N, no. 266, entre 21 y 23

Plaza de la Revolución, La Habana, Cuba

CP 10400

[email protected]

Table of Contents

Table of Contents

Landmarks

FUNCIONES Y DISFUNCIONES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

INTENSIDAD EN LAS INFORMACIONES

INFORMACIÓN DE GRAN INTENSIDAD

INFORMACIÓN DE MEDIANA INTENSIDAD

INFORMACIÓN DE ESCASA INTENSIDAD

INFORMACIÓN SOCIAL DE ESCASA INTENSIDAD

INFORMACIÓN POLÍTICA DE ESCASA INTENSIDAD

INFORMACIÓN ECONÓMICA DE ESCASA INTENSIDAD

FACTORES QUE LIMITAN LA EFICACIA COMUNICATIVA EN LAS INFORMACIONES DE ESCASA INTENSIDAD

Insuficiente desarrollo de la conciencia de dueños de los principales medios de producción y servicios del país

Tratamiento tedioso de la información

CONTRASTE ENTRE EL OPTIMISMO PERIODÍSTICO, LA DINÁMICA ECONÓMICA Y LA REALIDAD DIARIA

PREDOMINIO DE COMPONENTES COGNOSCITIVOS FRENTE A LOS EMOCIONALES

LOS GÉNEROS PERIODÍSTICOS

LA ENTREVISTA

EL REPORTAJE

EL COMENTARIO RADIOFÓNICO

EL EDITORIAL

LA CRÓNICA

EL DEBATE

El intercambio de opiniones coincidentes

La polémica

El debate o la discusión en controversia entre compañeros

LA INFORMACIÓN “VIVA”

EL LEAD RADIOFÓNICO

(Sin título)

CUERPO DE LA INFORMACIÓN RADIAL

SISTEMA DE YUXTAPOSICIÓN DIALÉCTICA DE LAS INFORMACIONES

YUXTAPOSICIÓN POR SECUENCIA LÓGICA

YUXTAPOSICIÓN DE CONFIRMACIÓN

YUXTAPOSICIÓN POR CONTRASTE

YUXTAPOSICIÓN POR INDUCCIÓN

YUXTAPOSICIÓN EN FUNCIÓN DE LA ATENCIÓN Y LA DESCARGA EMOCIONAL

YUXTAPOSICIÓN COMO HILO NARRATIVO PARA PROGRAMAS INFORMATIVOS

LA REDUNDANCIA RADIAL

LA REDUNDANCIA ES IMPRESCINDIBLE PARA ESTRUCTURAR EL MENSAJE INFORMATIVO RADIAL24

LA REDUNDANCIA ADECUADA PARA TITULARES Y RESÚMENES

LA REDUNDANCIA SISTÉMICA

LA HISTORIA

La historia como apoyo en temas secundarios

LOS ESPACIOS RADIOINFORMATIVOS

NOTICIEROS Y REVISTAS INFORMATIVAS

LOS AVANCES INFORMATIVOS O TITULARES SECUNDARIOS

LAS SECCIONES EN LAS REVISTAS INFORMATIVAS Y NOTICIEROS

Informar. Selección de informaciones

Fijar conocimientos y revelar nuevos detalles de la evolución del asunto

Interpretar los acontecimientos

Alertar acerca de acontecimientos inevitables en próximas jornadas

Incluir lo ocurrido de última hora

LA CONDUCCIÓN

RESÚMENES DIARIOS Y SEMANALES

BOLETINES

LOS VALORES PERIODÍSTICOS EN LA RADIO

EPÍLOGO

BIBLIOGRAFÍA

Landmarks

Cover

FUNCIONES Y DISFUNCIONES DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL

La teoría funcionalista de los medios de comunicación fue diseñada por el sociólogo estadounidense Harlod D. Lasswell,1 profesor de la Universidad de Yale, conocido por su famoso paradigma: “Quién [el comunicador]; dice qué [el mensaje]; en qué canal [el medio difusor]; a quién [el auditorio] y con qué efectos [el impacto sobre la audiencia]”.

1H. D. Lasswell: The structure and Function of Communication in Society. Publicado en Lyman Bryson: The Communication of Ideas, TheInstitute for Religions and Social Studies, New York, 1948.

Lasswell, considerado el padre y pionero de la investigación de la comunicación de masas, en 1948 planteó las funciones siguientes:

La supervisióno vigilancia del entorno (recopilación y distribución de informaciones, circulación de noticias).La correlación de las distintas partes de la sociedad en su respuesta al entorno (función editorial ante los acontecimientos, su interpretación, medidas y prescripción).La transmisión de la herencia social de una generación a la siguiente.Por su parte, el sociólogo Charles R. Wright,2 poco después añadió a las funciones reseñadas la del entretenimiento. Y conposterioridad, Lasswell y Merton (sociólogo egresado de la Universidad de Harvard), agregaron las siguientes funciones:

2Ch. R. Wright: “Functional Analyis and Mass Communication”, Public Opinion Quartely, No. 24, Estados Unidos, 1960.

Otorgamiento de categoría (cualquier noticia acerca de un miembro de la sociedad lo realza porque lo distingue del resto).Observancia de normas sociales (función moralizante, cuando refuerza el control social de los miembros individuales al exponer, públicamente, las desviaciones, así como la ética ejemplarizante de las actitudes humanas).

La teoría funcionalista reconoce que no todo resultado de la difusión masiva “tiene un valor positivo para el sistema social en que tiene lugar, o el grupo de individuos implicados” –según R. K. Merton3 en Teoría y estructuras sociales se distingue entre las funciones y las disfunciones.

3R. Merton: Teorías y estructuras sociales, Colección Sociología, Fondo de Cultura Económica, México, 2002.

Los teóricos consideran, cuando se habla de funciones, que estas serán siempre de signo positivo porque expresan el logro de los objetivos alcanzados con la información: pueden ser manifiestas y latentes. Manifiestas, cuando el objetivo es el esperado y latentes cuando se consiguen otros resultados también positivos, pero inesperados.

A su vez, las disfunciones se distinguen por los efectos no deseados de la comunicación para el bienestar social. Y también pueden ser manifiestas y latentes. Las disfunciones manifiestas pueden ser esperadas, y las latentes inesperadas.

Estas son las bases iniciales con las que se edificó la teoría funcionalista. Se ha “desarrollado” en su evolución, pero los primeros pasos se mantienen vigentes.

El periodismo en Cuba supone el ejercicio de difundir –unido al esfuerzo mancomunado de las organizaciones revolucionarias y de masas que soportan el peso ideológico de la nación– masivamente, y le habla al pueblo del pueblo, tanto de sus esperanzas como sus desaciertos, de reveses y éxitos, que son analizados por estos medios masivos en la construcción de una sociedad diferente en el concierto de naciones americanas.

Nuestros medios tienen la responsabilidad de completar la labor comunicativa de la Revolución en ampliar, enriquecer y generalizar el contenido de este proceso y asumir las funciones de carácter informativo, educativo, orientador, movilizador y recreativo.

Según el libro de Enrique González Manet,4 el profesor estadounidense Herbert I. Schiller,5 de la Universidad de California, al analizar el proceso sociocultural cubano precisó: “El diario comportamiento del pueblo, sus relaciones de trabajo y su modo de vida constituyen un medio de difusión, en sí mismos y una forma consistente y profunda de comunicación. Del mismo modo que las motivaciones compartidas y la solución de las necesidades sociales se convierten en una expresión de solidaridad, que es la base de la verdadera comunicación; este proceso de transmisión, basado en la reciprocidad social, es más fuerte que los medios masivos, que pasan a realizar una función de apoyo en relación con los objetivos de la comunidad”.

4E. González Manet: Cultura y comunicación, Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1984.

5H. Schiller: Comunicación de masas e imperialismo yanqui.

También Schiller estableció: “Los medios masivos tienen un enorme papel en Estados Unidos […] [pero] en el caso de Cuba, donde todos los ciudadanos comparten objetivos y propósitos comunes, donde todos participan en el mismo esfuerzo social y se relacionan entre sí, existe una poderosa cohesión […] es la mejor protección de los cubanos contra el sistema de transmisión norteamericano que tiene como objetivo la penetración y el control ideológico”.

INTENSIDAD EN LAS INFORMACIONES

Toda la información que llega a una redacción se pudiera agrupar en tres grandes grupos, según su intensidad, fuerza o capacidad para estimular el interés general; esto permite presuponer las potencialidades de cada información para atraer la atención del escucha y se denominan:

Información de gran intensidad: contiene temas que resultan impactantes por su propia naturaleza.Información de mediana intensidad: tópicos menos importantes que los anteriores, pero con determinadas propiedades que resultan interesantes.Información de escasa intensidad: sin bríos, energía, ni fuerza para excitar la atención.

INFORMACIÓN DE GRAN INTENSIDAD

Los temas de gran intensidad repercuten en la emocionalidad del público como impacto de un proyectil. Son los casos de los grandes accidentes, incendios, desastres naturales, golpes de Estado, suicidios de personas prominentes, importantes descubrimientos científicos, etc. Son temas de gran intensidad por su carácter eventual, único. Es decir, la gran magnitud del acontecimiento, y lo inaceptable de que estos hechos se conviertan en cotidianos, les concede una naturaleza exclusiva y –por eso– su gran intensidad.

También existen temas cuya elevada intensidad no está relacionada con el carácter inesperado del asunto, sino con la dimensión de las expectativas que tienen. Se trata, por ejemplo, de declaraciones políticas trascendentes, determinados resultados electorales, amenazas ciclónicas, resultados de confrontaciones deportivas, etc., son tópicos cuyos antecedentes prefiguran una evolución y con esta la curiosidad, el interés público.

La información de gran intensidad excita la atención del oyente con la sola narración del acontecer, incluso expresado de la peor forma. La palabra “fuego”, gritado en la oscuridad de un cine, provocaría el desorden y la angustia de inmediato por el peligro; es decir, el término aquí tiene la fuerza máxima, con la intensidad extrema.

En general, las informaciones de gran intensidad contienen, al mismo tiempo, el suficiente valor periodístico de prominencia. El desastre aéreo es más impresionante si entre las víctimas se encuentra una personalidad célebre. Cuando se combinan la gran intensidad del tópico con la alta prominencia, la noticia adquiere titulares en los espacios de la jornada y –tal vez– durante varios días.

De cualquier modo, la información de gran intensidad obra el milagro de atraer la atención poderosamente; logra el máximo de atención, se percibe completa, se memoriza. Se convierte en un elemento “pico de interés”, de auténtica dramaturgia para conservar la audiencia en todo el espectro informativo, si se hace un uso inteligente de esta.

Sin embargo, son muy pocas las informaciones con estas características en la circulación general de noticias en una jornada. En realidad, hay días en que no se registra ninguna.

INFORMACIÓN DE MEDIANA INTENSIDAD

Son acontecimientos cuya cualidad predominante reside en su capacidad para sugerir emociones, como la simpatía, la admiración, la intriga o la satisfacción de exigencias de valor universal en el plano estético, moral o intelectual. Sus temas se inscriben en la esfera afectiva y su recepción resulta grata, amena o de interés. A este grupo también pertenecen las noticias cuyos valores periodísticos son los de originalidad y de interés humano.

Las informaciones de temas acerca de niños, enfermedades, casas de asilo, juicios, historia, animales, curiosidades, trabajo policial, entretenimientos, espectáculos, museos, etc., tienen esa capacidad de atraer y reciben la gratitud de la mayoría del público. No tienen la excitación espectacular, sobresaliente, del grupo examinado antes, en cambio son más abundantes y además de cumplir su función de informar los temas de mediana intensidad, armonizan la densidad gnoseológica del espectro general en los espacios noticiosos que, combinados de manera acertada, humanizan el panorama general de la información.

Registrar el acontecer no significa solo reunir los aspectos densos, duros, de la realidad. La vida es rica en detalles que al común de los mortales les resulta de interés. Esta es la clave que sostiene la audiencia, también en el informativo, que al mismo tiempo de cumplir con esta obligación, pueda dar a conocer no solo lo inédito, lo prominente o lo consecuente, sino lo que también le resulta próximo, tenga interés humano y sea original. Es una combinación de todos estos factores. Cuando se emplean adecuadamente, el registro de la actualidad se parece a la vida. De eso se trata, de que todo lo significativo contemporáneo llegue al escucha de forma apropiada, dosificada con eficacia.

La información de mediana intensidad es parte del accionar diario y debe participar de manera natural. Al mismo tiempo, por regla general estos temas no son de gran prominencia y deben ser graduados, regulados cuidadosamente para que el programa no se transforme en un espacio baladí.

En la parte en la que se presenta el sistema de yuxtaposición dialéctica se comprenderá mejor el valor insustituible de la información de mediana intensidad.

INFORMACIÓN DE ESCASA INTENSIDAD

Pueden ser informes de poco interés general o, por el contrario, tópicos homogéneos que se prolongan en el tiempo, cuya frecuencia de aparición lo convierten en hechos comunes, cotidianos, del espectro noticioso, con la consecuencia disfuncional del debilitamiento de su interés potencial.

Por ejemplo, las noticias diarias de choques entren árabes e israelíes; los pormenores de la lucha contra el narcotráfico; la crisis económica mundial; los déficits fiscales y otros que aparecen hace muchos años, apenas se perciben por la gran mayoría.

Estos tópicos han perdido intensidad como excitadores de la atención y la percepción, pues al hacerse costumbre, se diluye en estos una de las cualidades esenciales de la noticia: la novedad. Solo cuando sucede algo muy espectacular, como una gran matanza, una quiebra bancaria importante, una operación combinada antinarcóticos, etc., son temas que vuelven a tener determinada fuerza o capacidad de interesar al oyente.

Con la información nacional sucede lo mismo: la roturación de tierras, el corte de caña de azúcar, la fertilización, la construcción de un hidropónico, el cumplimiento de los planes en las fábricas, una reunión del sindicato de la administración pública con los trabajadores de una empresa, son temas habituales de escasa intensidad.

Ahora bien, ¿qué hacer con estos tópicos nacionales o extranjeros que registran la vida cotidiana, pero que no hacen figura, no sobresalen y se han convertido en fondo de la percepción? ¿Sería conveniente suprimirlos del espectro informacional en aras de lograr programas más interesantes? El daño a la conciencia que se produciría sería tan grande que aislaría al hombre de su entorno natural, lo atomizaría, quedaría desconectado del mundo real y entonces, ni siquiera pudiera explicarse –mucho menos participar– en los grandes cambios que ocurren diariamente.

No obstante, toda la información nacional que clasifica en la denominación de escasa intensidad no es igual. Para estudiar estos mensajes con claridad, debemos agruparlos según la categoría temática que le corresponda.

Los temas que tratan las informaciones deberán ser agrupados por su afinidad y deben constituir familias en la expresión para obtener una visión panorámica de lo que se emitirá. Si se parte del supuesto que toda manifestación informativa observa una preponderancia política, económica o social, se tendrá la más grande síntesis en estos campos universales.

Con esa convención, tendremos los tres hilos del sistema de categorías temáticas cuya exhaustividad es total.

INFORMACIÓN SOCIAL DE ESCASA INTENSIDAD

En toda la información cotidiana, una parte significativa tiene como vehículo natural cierta emocionalidad. Los mensajes acerca de la salud, educación, transporte de pasajeros, gastronomía, comercio, comunicaciones, jurisprudencia, meteorología, deportes, ecología y otros que reportan el desarrollo social de la nación, logran sensibilizar la esfera afectiva de cierta manera. Esto se explica por el valor de proximidad de estos asuntos, en especial, por dos factores básicos: 1) una realidad verificable, palpable, evidente; 2) las experiencias que registran están directamente vinculadas a la práctica individual de la población.

Esto no significa que por sí mismos –por la simple narración del hecho– logren excitar la atención del escucha. Continúan siendo temas homogéneos, cotidianos, en los que el profesional debe aportar con creatividad, tanto en su discurso como en los detalles del relato, transformarlo en piezas únicas y que el oyente los reconozca por sus valores y funciones, es decir, como noticias.

INFORMACIÓN POLÍTICA DE ESCASA INTENSIDAD

En menor medida que la anterior, puede conseguir atraer el interés del público, como los asuntos del movimiento obrero, en un país como Cuba, en que la mayoría de los trabajadores están organizados en sindicatos.

Lo mismo se puede decir de los movimientos cederista, juvenil, estudiantil, femenino, campesino. Son informaciones que pueden interesar a grandes sectores del público, pero por la recurrencia de sus temas y su uniformidad, carecen de impacto, pierden intensidad.

La mayoría de los temas acerca de política exterior, defensa, orden interior, etc., tienen cierta intensidad y no están incluidos en este acápite.

INFORMACIÓN ECONÓMICA DE ESCASA INTENSIDAD

Los asuntos de la agricultura, industria azucarera, transporte de carga, actividad de los puertos, construcción, minería, pesca, industria básica, ligera; o sea, los que reflejan la actividad económica del país, son tópicos de escasa intensidad. Devienen temas de poco interés público, aun cuando reflejan el estado en que están nuestros intereses, de acuerdo a nuestro modo de producción socialista. Tendrían que ser de máxima demanda, sin embargo, algunas veces dan la impresión de ser mayoritarios, densos, aburridos. Este es uno de los problemas esenciales del periodismo cubano contemporáneo.

FACTORES QUE LIMITAN LA EFICACIA COMUNICATIVA EN LAS INFORMACIONES DE ESCASA INTENSIDAD

Existen, por lo menos, 4 razones que limitan la eficacia comunicativa de estas informaciones: 1) insuficiente desarrollo de la conciencia de dueños de los principales medios de producción y servicios del país; 2) tratamiento tedioso de las informaciones; 3) contraste entre el optimismo periodístico de la dinámica económica y la realidad diaria; 4) predominio abrumador de componentes cognoscitivos y virtual ausencia de los emocionales.

Estos no son los únicos factores, evidentemente, que reducen la capacidad de un mensaje para llegar como figura a la percepción del escucha. Pero la comprensión cabal de su importancia, y la aplicación profesional para contrarrestarlos, mejoraría notablemente nuestro espectro y situaría a la prensa radial cubana a ocupar un alto desarrollo que le permitiría nuevos vuelos de mayor complejidad. Por eso es conveniente hacer un análisis de cada uno de estos factores.

Insuficiente desarrollo de la conciencia de dueños de los principales medios de producción y servicios del país

Nuestra cultura social actual es elevada y es aún insuficiente. Aun a antigua lógica del refrán medieval español “Lo que es de todos no es de nadie”, lastra la acción en el entorno de algunos sectores de la población. Es un fenómeno tan complejo como paradójico, y aunque no está en los objetivos de estas reflexiones, no deja de llamarnos la atención las actitudes ante la rápida apropiación y consumo de las conquistas sociales, y el retraimiento de una parte de la población para identificarse como dueños de la mayoría de los medios de producción.

Este factor objetivo, real, crea un distanciamiento con la información de la actividad económica y el tema pierde proximidad.

Tratamiento tedioso de la información

La descontextualización de los hechos, la desconexión con sus antecedentes y la monotonía del discurso se combinan, por lo general, para construir las informaciones que registran la actividad diaria aburridas, densas, y por su falta de atractivos parecen repetitivas e incluso mayoritarias en el conjunto de las notas emitidas. En realidad, los estudios sistemáticos demuestran que la información acerca de la agricultura, zafra, pesca, puerto, industria, etc., no alcanza la quinta parte del total de las informaciones radiadas, pero dan la impresión de predominar. Estudios aislados en los primeros años del nuevo milenio destacan que la cantidad de mensajes de esos tópicos está muy por debajo de ese porcentaje.