El público - Federico García Lorca - E-Book

El público E-Book

Federico García Lorca

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Beschreibung

La primera parte del tríptico teatral "Teatro Imposible" de Federico García Lorca se adscribe a la corriente del surrealismo para abordar uno de los temas clave para entender al autor: la homosexualidad, y sobre todo su represión. Protagonizada por un trasunto del propio Lorca, la obra presenta un desgarrador retrato soterrado de los sentimientos del poeta.

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Seitenzahl: 61

Veröffentlichungsjahr: 2021

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Federico García Lorca

El público

 

Saga

El público

 

Cover image: Shutterstock

Copyright © 1930, 2021 SAGA Egmont

 

All rights reserved

 

ISBN: 9788726479652

 

1st ebook edition

Format: EPUB 3.0

 

No part of this publication may be reproduced, stored in a retrievial system, or transmitted, in any form or by any means without the prior written permission of the publisher, nor, be otherwise circulated in any form of binding or cover other than in which it is published and without a similar condition being imposed on the subsequent purchaser.

This work is republished as a historical document. It contains contemporary use of language.

 

www.sagaegmont.com

Saga Egmont - a part of Egmont, www.egmont.com

PERSONAJES

DIRECTOR CRIADO CABALLO BLANCO PRIMERO CABALLO BLANCO SEGUNDO CABALLO BLANCO TERCERO CABALLO BLANCO CUARTO HOMBRE PRIMERO HOMBRE SEGUNDO HOMBRE TERCERO ARLEQUÍN DIRECTOR MUJER EN PIJAMA ELENA FIGURA DE CASCABELES FIGURA DE PÁMPANOS NIÑO EMPERADOR CENTURIÓN JULIETA CABALLO NEGRO EL TRAJE DE ARLEQUÍN EL TRAJE DE BAILARINA PASTOR BOBO DESNUDO ROJO ENFERMERO ESTUDIANTE PRIMERO ESTUDIANTE SEGUNDO ESTUDIANTE TERCERO ESTUDIANTE CUARTO ESTUDIANTE QUINTO DAMA PRIMERA DAMA SEGUNDA DAMA TERCERA DAMA CUARTA MUCHACHO LADRÓN PRIMERO LADRÓN SEGUNDO TRASPUNTE PRESTIDIGITADOR SEÑORA

CUADRO PRIMERO

Cuarto del Director.

El Director sentado. Viste de chaqué. Decorado azul. Una gran mano impresa en la pared. Las ventanas son radiografías.

CRIADO.

Señor.

DIRECTOR.

¿Qué?

CRIADO.

Ahí está el público.

DIRECTOR.

Que pase. (Entran cuatro Caballos Blancos).

DIRECTOR.

¿Qué desean? (Los Caballos tocan sus trompetas). Esto sería si yo fuese un hombre con capacidad para el suspiro. ¡Mi teatro será siempre al aire libre! Pero yo he perdido toda mi fortuna. Si no, yo envenenaría el aire libre. Con una jeringuilla que quite la costra de la herida me basta. ¡Fuera de aquí! ¡Fuera de mi casa, caballos! Ya se ha inventado la cama para dormir con los caballos. (Llorando). Caballitos míos.

LOS CABALLOS.

(Llorando). Por trescientas pesetas. Por doscientas pesetas, por un plato de sopa, por un frasco de perfume vacío. Por tu saliva, por un recorte de tus uñas.

DIRECTOR.

¡Fuera, fuera, fuera! (Toca un timbre).

LOS CABALLOS.

¡Por nada! Antes te olían los pies y nosotros teníamos tres años.

Esperábamos en el retrete, esperábamos detrás de las puertas y luego te llenábamos la cama de lágrimas. (Entra el Criado).

DIRECTOR.

¡Dame un látigo!

LOS CABALLOS.

Y tus zapatos estaban cocidos por el sudor, pero sabíamos comprender que la misma relación tenía la luna con las manzanas podridas en la hierba.

DIRECTOR.

(Al Criado). ¡Abre las puertas!

LOS CABALLOS.

No, no, no. ¡Abominable! Estás cubierto de vello y comes la cal de los muros que no es tuya.

CRIADO.

No abro la puerta. Yo no quiero salir al teatro.

DIRECTOR.

(Golpeándolo). ¡Abre!

(Los Caballos sacan largas trompetas doradas y danzan lentamente al son de su canto).

LOS CABALLOS. 1.º Y 2.º

(Furiosos). Abominable.

LOS CABALLOS. 3.º Y 4.º

Blenamiboá.

LOS CABALLOS. 1.º Y 2.º

(Furiosos). Abominable.

LOS CABALLOS.

Blenamiboá.

(El Criado abre la puerta).

DIRECTOR.

¡Teatro al aire libre! ¡Fuera! ¡Vamos! Teatro al aire libre. ¡Fuera de aquí! (Salen los Caballos. Al Criado). Continúa. (Se sienta detrás de la mesa).

CRIADO.

Señor.

DIRECTOR.

¿Qué?

CRIADO.

¡El público!

DIRECTOR.

Que pase. (El Director cambia su peluca rubia por una morena. Entran tres Hombres vestidos de frac exactamente iguales. Llevan barbas oscuras).

HOMBRE 1.º

¿El señor Director del teatro al aire libre?

DIRECTOR.

Servidor de usted.

HOMBRE 1.º

Venimos a felicitarle por su última obra.

DIRECTOR.

Gracias.

HOMBRE 3.º

Originalísima.

HOMBRE 1.º

¡Y qué bonito título! Romeo y Julieta.

DIRECTOR.

Un hombre y una mujer que se enamoran.

HOMBRE 1.º

Romeo puede ser una ave y Julieta puede ser una piedra. Romeo puede ser un grano de sal y Julieta puede ser un mapa.

DIRECTOR.

Pero nunca dejarán de ser Romeo y Julieta.

HOMBRE 1.º

Y enamorados. ¿Usted cree que estaban enamorados?

DIRECTOR.

Hombre… yo no estoy dentro…

HOMBRE 1.º

¡Basta! ¡Basta! Usted mismo se denuncia.

HOMBRE 2.º

(Al Hombre 1.º). Ve con prudencia. Tú tienes la culpa. ¿Para qué vienes a la puerta de los teatros? Puedes llamar a un bosque y es fácil que éste abra el ruido de su savia para tus oídos. ¡Pero un teatro!

HOMBRE 1.º

Es a los teatros donde hay que llamar; es a los teatros, para…

HOMBRE 3.º

Para que se sepa la verdad de las sepulturas.

HOMBRE 2.º

Sepulturas con focos de gas, y anuncios, y largas filas de butacas.

DIRECTOR.

Caballeros…

HOMBRE 1.º

Sí, sí. Director del teatro al aire libre, autor de Romeo y Julieta.

HOMBRE 2.º

¿Cómo orinaba Romeo, señor Director? ¿Es que no es bonito ver orinar a Romeo? ¿Cuántas veces fingió tirarse de la torre para ser apresado en la comedia de su sufrimiento? ¿Qué pasaba, señor Director, cuando no pasaba? ¿Y el sepulcro? ¿Por qué, en el final, no bajó usted las escaleras del sepulcro? Pudo usted haber visto un ángel que se llevaba el sexo de Romeo, mientras dejaba el otro, el suyo, el que le correspondía. Y si yo le digo que el personaje principal de todo fue una flor venenosa, ¿qué pensaría usted? Conteste.

DIRECTOR.

Señores, no es ése el problema.

HOMBRE 1.º

(Interrumpiendo). No hay otro. Tendremos necesidad de enterrar el teatro por la cobardía de todos, y tendré que darme un tiro.

HOMBRE 2.º

¡Gonzalo!

HOMBRE 1.º

(Lentamente). Tendré que darme un tiro para inaugurar el verdadero teatro, el teatro bajo la arena.

DIRECTOR.

Gonzalo…

HOMBRE 1.º

¿Cómo?… (Pausa).

DIRECTOR.

(Reaccionando). Pero no puedo. Se hundiría todo. Sería dejar ciegos a mis hijos y luego, ¿qué hago con el público? ¿Qué hago con el público si quito las barandas al puente? Vendría la máscara a devorarme. Yo vi una vez a un hombre devorado por la máscara. Los jóvenes más fuertes de la ciudad, con picas ensangrentadas, le hundían por el trasero grandes bolas de periódicos abandonados, y en América hubo una vez un muchacho a quien la máscara ahorcó colgado de sus propios intestinos.

HOMBRE 1.º

¡Magnífico!

HOMBRE 2.º

¿Por qué no lo dice usted en el teatro?

HOMBRE 3.º

¿Eso es el principio de un argumento?

DIRECTOR.

En todo caso un final.

HOMBRE 3.º

Un final ocasionado por el miedo.

DIRECTOR.

Está claro, señor. No me supondrá usted capaz de sacar la máscara a escena.

HOMBRE 1.º

¿Por qué no?

DIRECTOR.

¿Y la moral? ¿Y el estómago de los espectadores?

HOMBRE 1.º

Hay personas que vomitan cuando se vuelve un pulpo del revés y otras que se ponen pálidas si oyen pronunciar con la debida intención la palabra cáncer; pero usted sabe que contra esto existe la hojalata, y el yeso, y la adorable mica, y en último caso el cartón, que están al alcance de todas las fortunas como medios expresivos. (Se levanta). Pero usted lo que quiere es engañarnos. Engañarnos para que todo siga igual y nos sea imposible ayudar a los muertos. Usted tiene la culpa de que las moscas hayan caído en cuatro mil naranjadas que yo tenía dispuestas. Y otra vez tengo que empezar a romper las raíces.

DIRECTOR.