Filosofía de la composición - Edgard Allan Poe - E-Book

Filosofía de la composición E-Book

Edgard Allan Poe

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Beschreibung

En este ensayo genial, Edgar Allan Poe nos invita a la cocina de su oficio. Nos guiña un ojo para contarnos cómo escribió El Cuervo, uno de sus poemas más aclamados, y propone caminos generales para cualquier autor, pero haciendo referencia a sus propias decisiones cuando intentó lograr el efecto poético con esta obra. Poe define este efecto como la posibilidad de generar significados específicos para cada lector, sin que se agote nunca el texto original.

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Seitenzahl: 24

Veröffentlichungsjahr: 2019

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Inhalt

Filosofía de la composición*

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Filosofía de la composición*

A propósito de un análisis que hice sobre el mecanismo de Barnaby Rudge, Charles Dickens dice lo siguiente: “Dicho sea de paso, ¿saben que Godwin escribió su Caleb Williams de atrás hacia adelante? Comenzó enredando a su héroe en un sinfín de dificultades que forman parte de su segundo libro y luego, para componer el primero, pensó en los medios para justificar todo lo que había escrito antes”. Se me hace difícil creer que ese fuera precisamente el modo de trabajo de Godwin; por otra parte, lo que él mismo confiesa no está de acuerdo de ninguna manera con la idea de Dickens. Pero el autor de Caleb Williams era un autor demasiado talentoso como para no percibir las ventajas que otorga un procedimiento semejante.

Nada es tan claro como que cualquier trama que merezca denominarse como tal debe tener su desenlace antes de intentar siquiera atacar el papel. Sólo teniendo presente todo el tiempo la idea del desenlace, se puede dibujar una trama con una apariencia adecuada de lógica y causalidad, logrando que todos los incidentes y en especial el tono general lleve la intención establecida.

Hay un error de raíz, pienso, en la manera en que habitualmente se estructura un relato. O la historia aporta una tesis –o bien, ésta viene sugerida por algún incidente circunstancial–; o el autor trabaja para combinar acontecimientos sorprendentes con el único objetivo de proporcionar una base a su narración, generalmente con la esperanza de que mediante descripciones, diálogos y comentarios personales completará todos los intersticios que los hechos o la acción, página tras página, manifiestan.

Personalmente, prefiero comenzar tomando en consideración un efecto concreto. Teniendo en cuenta siempre la originalidad (se engaña quien crea que puede prescindir de una fuente de interés tan obvia y tan fácil de obtener), me digo en primer lugar: “De entre los innumerables efectos o impresiones ante los que el corazón, el intelecto, o (mejor dicho) el alma se muestran susceptibles, ¿cuál elegiré esta vez? Luego de haber escogido un efecto lo suficientemente novedoso e intenso analizaré si conviene plasmarlo mediante los incidentes o a través del tono general –ya sea a través de incidentes ordinarios y de un tono particular, o al contrario, o incluso, que ambos sean particulares, tanto el tono y como los incidentes– a continuación, mirando a mi alrededor (o mejor, en mi interior), buscaré la combinación de incidentes, o de tono, que más ayude a la construcción del efecto.