I met Axl Rose - Alan Nehmad - E-Book

I met Axl Rose E-Book

Alan Nehmad

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Beschreibung

A algunos les fascinaban las guitarras de Slash, a otros les atraía más la personalidad explosiva de Axl. Pero a nadie que haya crecido a fines de los 80 y principios de los 90 se le pasó por alto el fenómeno Gunner que se expandió como un virus hasta los puntos más recónditos del planeta. Todos fuimos (y somos) fanáticos de Guns N' Roses. Hoy las cosas son diferentes a como eran en ese entonces. En aquel momento, la información que llegaba de los Guns no era tanta ni tan inmediata. De hecho, hacia principios de los años 2000 era casi inexistente; cuando los Guns dejaron de estar en el centro de los medios masivos, y el misterio que rodeó siempre a Axl se hizo más hermético todavía. Es justo en ese momento cuando Alan no solo consiguió un autógrafo y una foto con el ídolo más grande de los años 90, sino que establece una breve pero sentida charla con Axl. Esta no es una biografía de la banda; para eso, existe material de sobra. Es el relato de un fan argentino que viajó a varios países para conocer a uno de los referentes musicales más importantes de varias generaciones. Anécdotas que no se conocían, datos que no cualquier fanático sabe (algunos obtenidos de primera mano, por ejemplo, en una privilegiada cena con algún que otro integrante de la banda). Sin tapujos, Alan se metió por pasillos, escaleras, y ascensores, para lograr filtrarse en los camarines y hasta pasar un rato tomando una cerveza con sus músicos favoritos. Y no solo eso, sino que logra la fantasía que acecha a cualquier fanático de los Guns desde siempre: conocer en persona a Axl Rose.

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Producción editorial: Tinta Libre Ediciones

Córdoba, Argentina

Coordinación editorial: Gastón Barrionuevo

Diseño de tapa: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Diseño de interior: Departamento de Arte Tinta Libre Ediciones.

Nehmad, Alan Isaac

I met Axl Rose / Alan Isaac Nehmad. - 1a ed. - Córdoba : Tinta Libre, 2020.

106 p. ; 22 x 15 cm.

ISBN 978-987-708-706-2

1. Rock. 2. Biografías. 3. Novelas Biográficas. I. Título.

CDD 781.66092

Prohibida su reproducción, almacenamiento, y distribución por cualquier medio,

total o parcial sin el permiso previo y por escrito de los autores y/o editor.

Está también totalmente prohibido su tratamiento informático y distribución

por internet o por cualquier otra red.

La recopilación de fotografías y los contenidos son de absoluta responsabilidad

de/l los autor/es. La Editorial no se responsabiliza por la información de este libro.

Hecho el depósito que marca la Ley 11.723

Impreso en Argentina - Printed in Argentina

© 2020. Nehmad, Alan Isaac

© 2020. Tinta Libre Ediciones

I MET AXL ROSE

PRÓLOGO

No recuerdo mucho de mi vida antes de Guns N’ Roses. A los 10 años empecé a dar mis primeros pasos en la música, escuchando bandas como Bon Jovi o Roxette. Pero un día, uno de mis mejores amigos, Jorge, me presentó a los Guns. Desde ese día no existió otra cosa más que Guns N’ Roses. Creo que desde ese momento, el año 1991, hasta por lo menos 1995, mis discos eran casi exclusivamente de ellos. No escuchaba otra cosa. Buscaba discos piratas en el Parque Rivadavia, videos, casetes. No sé bien qué fue lo que más me llamó la atención, pero claramente llenaban todos los aspectos. Eran otra cosa, eran más, eran mejores. La rebeldía, la furia, la genialidad, todo. Hacían los mejores videos, los mejores discos, los mejores recitales. Después del compilado que me armó mi amigo Jorge en aquel verano del 92, me compré todos los casetes oficiales. Appetite for Destruction, G N’ R Lies y los recientes Use Your Illusion. Recuerdo que en marzo de ese año comenzaba séptimo grado de la escuela primaria y fui con la remera de los Guns el primer día.

Tuvimos la suerte de que, ese mismo año que explotó la Gunsmanía —comparable con la Beatlemanía de mi generación—, los tuvimos en nuestro país en su mejor momento. Fue mi primer show de Guns N’ Roses y mi primer show de todos. El primer show de rock al que fui fue el de los Guns en el 92. Después de eso ¿qué más podía esperar? Ya había tocado el cielo con las manos, y solo tenía 13 años.

Axl, Slash, Duff, Matt, Gilby y Dizzy. Izzy y Steven ya no estaban en la banda. Todos y cada uno tenía su personalidad, su genialidad. Pero siempre me centré en Axl. Siempre la diferencia la marcaba, para mí, él principalmente. Por eso el camino que recorrí y que cuento fue junto a Axl. Cuando Axl desaparecía, algo se apagaba en mi vida. Cuando volvía a aparecer, mi mundo se encendía, se potenciaba. Muy poco me acuerdo de qué escuché entre los años 95 y 99, que casi no tuvimos noticias de Axl Rose. Sé que parece demasiado fanatismo, pero en algún punto Axl debe tener algo que logra que muchos, como yo, nos identifiquemos con él. Con su historia, con su vida. Seguramente no tenemos un denominador común, pero algo en esencia, muy profundamente, se arraiga en tantos de nosotros. Ese halo de misterio, de hermetismo; el Axl ermitaño, el que necesita desaparecer cada tanto. El que nada contra todos, incluso contra él mismo.

En el año 1993, los Guns volvieron a Argentina y empezó mi sueño de conocer a Axl Rose. En esa época, él estaba en su momento de mayor popularidad. Por 2 horas de diferencia no logré concretar el encuentro, y tuve que esperar muchos años hasta tener nuevamente la oportunidad. No fue fácil: pasaron 8 años de silencio hasta que Axl volvió a la escena.

Momentos, shows, videos y canciones inolvidables. Por supuesto que muchos desencantos también. Me centré en 10 años, desde 1992 a 2002, para escribir este libro, ya que fueron los que viví más eufóricamente. Después, y hasta el día de hoy, los seguí hasta donde pude. Espero un nuevo disco o canción siempre. Discuto, defiendo y ataco por igual, como cualquier fan intenso. Pero aquellos años son los que marcaron mi vida.

En este libro, trato de retratar al Axl que yo veo, el que yo sigo. El que a mí me apasiona... con sus altos y bajos. Desde la idolatría de un chico de 11 años hasta el lado más humano de un fan adulto.

Bienvenidos a mi mundo. Bienvenidos a la jungla...

EL NEW GN’R

EL SUEÑO CHINO

Axl había vuelto. Después de casi 8 años sin tener ni una foto de él, apareció. Había pasado de ser la persona más famosa de mundo, de la que más se hablaba, a desaparecer. Muchas cosas se dijeron en ese tiempo... Estaba encerrado como un ermitaño, deprimido por su separación con Stephanie Seymour, abrumado por los juicios por escándalos en shows de la gira de los Use Your Illusion, por las separaciones con exintegrantes de banda, etc. Pero estaba de vuelta, para vengarse de todos y demostrar una vez más el supertalento que siempre había sido y que iba a llevar a Guns N’ Roses a un nuevo nivel, como siempre lo había hecho. Por fin tenía a la gente correcta, y a los cinco minutos de haber salido a cantar, de alguna manera todos los presentes ya nos habíamos olvidado de la banda clásica, del mundo, de todo.

Corría el año 2001 y un nuevo milenio traía un nuevo Guns N’ Roses, o el “new GN’R”, como a algunos les gustaba llamarlos. Su presentación mundial fue en Rock in Rio, el 14 de enero de 2001. Antes solo habían hecho un show de preparación, en Las Vegas, el 1/1/1, como para marcar que el nuevo milenio traía un nuevo capítulo de la banda más peligrosa del mundo. Fueran quienes fueran sus integrantes, GN’R seguía manteniendo esa magia, ese misterio, los escándalos y el hermetismo que tanto caracterizó siempre a la banda, y principalmente a Axl Rose. Poco quedaba de la banda que nos había hecho sacar el alma afuera cada vez que veíamos algo en vivo o escuchábamos sus canciones. Pero el entusiasmo y la curiosidad de ver qué había estado tratando de hacer Axl estaban intactos.

En Rock in Rio, el cantante había prometido que pronto volvería con música nueva y eso traería también una gira mundial. Los rumores de que Guns N’ Roses volvería a tocar en noviembre de ese mismo año en Buenos Aires, en un festival llamado Hot Festival, se hacían fuertes. Pero la primera confirmación de que todo marchaba como soñábamos fue la gira del verano europeo.

Recuerdo que por esa época me conectaba a internet cada día para ver qué novedades había sobre la gira o el disco, ya confirmado, que se iba a llamar Chinese Democracy. Las caras nuevas pronto se fueron haciendo conocidas. Robin Finck ganó el corazón de todos los fans en Rock in Rio. Guitarrista de NIN, se la jugó desde el primer día. Por ejemplo, en el solo guitarra de “November Rain”. Al animarse a cambiar un solo tan clásico ante 200.000 personas, puso su sello desde el minuto cero. El misterioso Buckethead, al que no se le conoce la cara y trae con él, aparte de un increíble virtuosismo, un halo misterioso acerca de su niñez y gustos. Y todo el resto, que completaban una banda más que interesante. Estaba Paul Tobias, que de alguna forma unía la vieja formación con la nueva, ya que aparte de componer temas clásicos de la banda como “Back Off Bitch” había grabado con la alineación clásica, en 1994, “Sympathy for the Devil”, el cover de los Rolling Stones que hizo GN’R para la película Entrevista con un vampiro.

Se sentía una “banda”. No eran grandes estrellas juntadas en un dream team, Axl se había tomado el tiempo de armar el rompecabezas adecuado para cambiar cada ficha y que cada cosa funcionara en su lugar. Y estaba dando los primeros indicios de que el camino era el correcto. Axl Rose podía tener al músico que quisiera, sin embargo, no llamó a seis músicos consagrados, sino que buscó a personas que tuvieran el hambre que caracterizó siempre a la banda, para que GN’R siguiera manteniendo su esencia. Encontró los eslabones que ayudarían a crear lo que su mente quería lograr.

Pero las cosas se empezaron a nublar. La gira europea, poco antes de comenzar, se canceló. Todos empezamos a temblar. Nunca se sabía qué podía pasar con el impredecible Axl. Oficialmente, se dijo que fue un problema de salud de Buckethead y que la gira se reprogramaba para fin de año, lo cual sucedió… aunque se volvió a cancelar. La realidad, o al menos lo que trascendió luego, fue que la discográfica había presionado a Axl para hacer esa gira y lanzar el disco. Pero a Axl Rose no le gustan las presiones, vengan de quien vengan, y él no iba a ceder. Ni hacer algo que realmente no creyera que fuera el momento o que no estuviera preparado para eso.

Para septiembre de 2001, yo me había ido a vivir un tiempo a México. Llegué dos días antes de lo que ocurrió con las Torres Gemelas. El mundo era un caos. Y Guns N’ Roses volvía a ser un misterio. Nunca sabías si un show de GN’R iba a ser la última oportunidad de ver a Axl en vivo. Cada oportunidad se sentía como única. Cuando se canceló la gira europea a fin de año, todos los interrogantes se abrían. Así que fue un gran alivio escuchar que GN’R iba a hacer dos shows a fin de año en el Hard Rock Cafe de Las Vegas. Las fechas elegidas fueron el 29 y el 31 de diciembre de 2001. Yo me encontraba cerca, en México, y no dudé un minuto en sacar los pasajes y las entradas para los dos shows.