Ifigenia - Patrice Martinez - E-Book

Ifigenia E-Book

Patrice Martinez

0,0
0,99 €

oder
-100%
Sammeln Sie Punkte in unserem Gutscheinprogramm und kaufen Sie E-Books und Hörbücher mit bis zu 100% Rabatt.
Mehr erfahren.
Beschreibung

Ifigenia

Das E-Book können Sie in Legimi-Apps oder einer beliebigen App lesen, die das folgende Format unterstützen:

EPUB

Veröffentlichungsjahr: 2016

Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Ifigenia

Patrice Martinez

––––––––

Traducido por Carmen Regueira Redondo 

“Ifigenia”

Escrito por Patrice Martinez

Copyright © 2016 Patrice Martinez

Todos los derechos reservados

Distribuido por Babelcube, Inc.

www.babelcube.com

Traducido por Carmen Regueira Redondo

“Babelcube Books” y “Babelcube” son marcas registradas de Babelcube Inc.

Tabla de Contenidos

Página de Titulo

Página de Copyright

Ifigenia

DOCUMENTACIÓN

El furor de los combates, el ruido de las armas entrechocando y los gritos de los soldados de infantería ofreciéndose en cuerpo y alma al dios de la guerra Ares, en un baño de lodo y sangre mezclados, mientras en la cima del Olimpo las divinidades jugaban a los dados: Zeus y Ares a un lado, Hera y Poseidón al otro. ¡¿Hay algo más frustrante que ser el juguete de las deidades?!

Ifigenia se despertó con el cuerpo bañado en sudor y el corazón palpitante. Se levantó en la habitación todavía sumergida en la tinta de las tinieblas, con la cara pálida y las manos húmedas. Salió de la cabaña, febril por un despertar todavía perturbado por sueños premonitorios, imágenes que se encadenaban noche tras noche de angustias recurrentes relacionadas con la futura suerte de su marido. Sumergió las manos en el agua fresca de la vasija, situada en el umbral de la casa. La bruma extendía su mortaja sobre las tierras de Mesenia, esa península boscosa y fértil, enclavada entre el mar Jónico y Lacedemonia. El reclamo de un ave rapaz la sobresaltó; dirigió la mirada hacia las dovelas del cielo, ocultado por el velum de una llovizna otoñal. Invisible bajo la sombra de la diosa Noche, el ave reiteró su penetrante reclamo y finalmente se evaporó en el seno del éter, restituyendo al mundo del silencio la primicia de un alba apenas naciente... 

Sobre una parcela de la ladera del monte Itome, escondida por los vapores de un nuevo día, la ciudad se protegía del invasor espartano por la gracia de su fortaleza; el muro la aislaba, desde poniente hasta levante, desde septentrional hasta austral, y los desabrimientos de esta eminencia agravaban el bochorno de los Laconios por adueñarse de la plaza de armas, invulnerable ciudadela mesenia, cercada en una joya mineral.