La personalidad psicopática en niños y sus posibles implicaciones - Daniel Dias Machado - E-Book

La personalidad psicopática en niños y sus posibles implicaciones E-Book

Daniel Dias Machado

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Beschreibung

Durante mucho tiempo, la psicopatía ha sido una entidad clínica controvertida. A la luz de los nuevos hallazgos investigativos, podemos indicar que es una entidad clínica necesaria y de mucha ayuda para la sociedad en general, por su gran valor predictivo de la repetición de conductas delictivas, violentas y de abuso sexual. Pero la psicopatía infantil, además, apoyará en el diagnóstico, tratamiento, mejoría de características y rasgos que puedan presentar como muestra de una conducta psicopática incipiente en niños y jóvenes, a través de teorías o instrumentos de medición, como los expresados por Robert Hare. De allí que la presente investigación documental, a través de las técnicas de recolección de datos bibliográficos, busque como objetivo general analizar la personalidad psicopática en niños, desde la perspectiva de la teoría de Robert Hare y a través de la estructura metodológica hermenéutica, realizar un análisis, conclusiones o recomendaciones que, a futuro, logren disminuir los casos de extrema violencia que se reflejan a diario en nuestra sociedad por causa de personas psicópatas.

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Seitenzahl: 101

Veröffentlichungsjahr: 2021

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ÍNDICE GENERAL

Capa

Folha de Rosto

Créditos

INTRODUCCIÓN

CAPÍTULO I. EL PROBLEMA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Objetivo General

Objetivos Específicos

Justificación de la Investigación

CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

BASES TEÓRICAS

Psicopatía

El trastorno de conducta: una categoría heterogénea

La hiperactividad en el psicópata incipiente

Alternativas para la evaluación: el PCL-YV

Psicopatía infantil visto desde la Perspectiva de Robert Hare

Diagnóstico de la psicopatía infantil

CAPÍTULO III. MARCO METODOLÓGICO

TIPO DE INVESTIGACIÓN

Procedimiento de la Investigación Documental

Técnicas e Instrumentos de Recolección de Información

Análisis de Contenido

CAPÍTULO IV

ANÁLISIS Y PROSPECTIVA

CONCLUSIONES Y LINEAS DE TRABAJO FUTURAS

RECOMENDACIONES

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Landmarks

Tapa

Hoja de rostro

Página de créditos

resumen

Bibliografía

INTRODUCCIÓN

El estudio de los rasgos psicopáticos en la infancia adquiere gran interés si se toma en cuenta que éstos pueden ser factores de riesgo de psicopatología en la infancia, la adolescencia y luego la adultez. Algunos autores han relacionado la manifestación temprana de dichos rasgos con una peor evolución de los trastornos de conducta, encontrándose, por ejemplo, la influencia de ciertos rasgos afectivos (insensibilidad o dureza emocional, ausencia de culpa, insensibilidad al castigo) en un peor pronóstico, mayor persistencia y severidad de dichos trastornos.

La presente investigación trata de definir al niño, abordando la cuestión del síntoma en el niño de psicopatía, características y sus posibles implicaciones. Es sabido que frente a otras especies animales, el niño nace en un estado de prefacturación, sus procesos de mielinización están inacabados, su desarrollo y coordinación psicomotriz son absolutamente insuficientes, no existe un yo unificado que permita dar cuenta de esas sensaciones dispersas que se mueven en la dialéctica del placer-displacer. El bebé está en una situación de impotencia radical, es un objeto a cuidar, a alimentar por alguien que en contrapartida, está en una situación de omnipotencia. Digamos que, desde aquí, el bebé está en posición de un algo que puede acceder, o no, a un alguien. Acceso que se rige desde una correcta posición en lo simbólico; posición, que, de entrada, aún antes de que se desarrolle, está presente ya. Porque el niño es pensado, hablado, situado en una historia o en una encrucijada de historias, antes de nacer.

Este es el mundo simbólico que lo precede y en el que se inserta; justamente se convierte en sujeto por insertarse en el mundo simbólico. En él están presentes las cartas de la baraja con las que podrá jugar en la vida; habrá cartas repetidas, rotas o faltantes; en cualquier caso, un repertorio limitado para jugar la partida de la vida.

De allí que la presente investigación busca identificar las implicaciones que puede tener el comportamiento psicopático en los niños y jóvenes.

El trabajo de grado está distribuido de la siguiente manera: En elCapítulo I, se denomina El Problema, donde se ubica el Planteamiento del Problema, formulación del problema, Objetivos de la Investigación, Justificación e importancia. ElCapítulo II, se organizó tomando en consideración los Antecedentes de la Investigación y bases teóricas. El Capítulo III,contiene la metodología utilizada, es decir, la naturaleza de la investigación, como también las Técnicas e Instrumentos para la Recolección de la Información y demás técnicas operacionales para el manejo de la información.

Una vez cumplida con esta fase de la investigación, se realizó el Capítulo IV que contiene análisis del contenido más relevante de lo estudiado, las conclusiones y recomendaciones y posteriormente se hace mención de las referencias bibliográficas que se utilizaron en el transcurso de la investigación.

CAPÍTULO I. EL PROBLEMA

PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

La psicopatía en adultos es un campo de trabajo altamente desarrollado, y en las últimas décadas se ha avanzado en el análisis del concepto, la medida y la etiología del trastorno. Sin embargo, se sabe poco sobre sus antecedentes evolutivos y no existe mucho acuerdo sobre cómo identificar a los niños en alto riesgo. En este trabajo se revisan las principales líneas de investigación sobre el constructo psicopatía en la infancia y la adolescencia. Nos detenemos especialmente en las propuestas de Lynam (que atribuye un papel especial a la conjunción entre hiperactividad y problemas de conducta) Frick (que extiende el modelo bifactorial de Hare a la infancia y la adolescencia). Y por último, no menos importante se expone la perspectiva de Rogers como humanista que presenta teorías de como a través de la terapía los niños pueden mejorar estas condiciones y cambiar su futuro.

A pesar del interés que ha despertado la psicopatía, y a pesar de que se han producido progresos notables en la evaluación y en la clarificación de su naturaleza, todavía se sabe poco sobre sus antecedentes evolutivos. El término psicopatía se reserva habitualmente para adultos, y el DSM-IV no permite el diagnóstico de TAP antes de los 18 años. Sin embargo, la mayor parte de los clínicos y los investigadores probablemente estarían de acuerdo en que las características personales y conductuales que definen la psicopatía no aparecen súbitamente en la adultez, sino que se manifiestan en etapas más tempranas de la vida (Forth y Burke, 1998).

La detección temprana de la psicopatía parece crucial. Dado que el tratamiento se ha mostrado cargado de dificultades, la actuación preventiva en edades tempranas se revela como una alternativa de gran interés (McBurnett y Pfiffner, 1998), y para él debe disponerse de herramientas que permitan la identificación de jóvenes con mayor riesgo de desarrollar una personalidad y una conducta psicopática.

A lo largo de la historia, se han dado ejemplos de aplicación del concepto psicopatía a jóvenes. Ya en 1909 se creaba en Chicago el llamado Instituto Psicopático Juvenil (Work, 1994), si bien bajo el término psicopático se englobaba una amplia variedad de alteraciones emocionales y conductuales, de forma que no se refería únicamente a trastornos antisociales. Posteriormente, diversos investigadores aplicaron directamente el concepto a adolescentes de entre 13 y 18 años (Newman, Widom y Nathan, 1985; Raine, O’Brien, Smiley, Scerbo y Chan, 1990), intentando comprobar si los hallazgos experimentales encontrados con psicópatas adultos podrían generalizarse a poblaciones jóvenes y si, por tanto, el constructor de psicopatía juvenil tenía visos de validez.

Es en los últimos años, sin embargo, cuando surgen los esfuerzos más sistemáticos por delinear el constructo psicopatía en la infancia y en la adolescencia. Nos encontramos ante un campo que está adquiriendo especial dinamismo y que, en nuestra opinión, presenta un alto interés tanto por sus implicaciones teóricas como por sus derivaciones prácticas para la intervención con menores problemáticos.

Sin embargo, a pesar de la actividad que se está generando en torno a este tema, las distintas líneas se han desarrollado de forma fragmentaria y paralela, con escasos puntos de contacto, y se echan de menos esfuerzos que permitan ordenarlas, compararlas e integrarlas, y que exploren sus aportaciones y sus limitaciones.

Los autores que trabajan en estas líneas más actuales parten de la convicción de que las características psicopáticas pueden ser identificadas fiablemente en individuos jóvenes, y que existe un pequeño subgrupo de niños que muestran indicios tempranos de psicopatía; un conocimiento exhaustivo de los mecanismos que subyacen a la conducta de estos niños servirá para desarrollar vías de intervención que prevengan alteraciones comportamentales importantes.

Como señala Frick (1998), existen ciertas reservas a la aplicación del término psicopatía en niños. Estas reservas se refieren, por una parte, a las connotaciones negativas del término respecto al pronóstico y a las dificultades de tratamiento. Por otra, se temen las connotaciones biológicas del término, de forma que quizás se pueda ignorar la influencia del contexto social del niño en el desarrollo de su personalidad.

La respuesta de Frick (1998) a tales reservas es que, por una parte, no debemos asumir que el pronóstico negativo que se ha encontrado en los adultos, con unas pautas conductuales más cronificadas, tenga que ser aplicado necesariamente a la etapa infantil; y, por otra parte, tampoco se debe minimizar la importancia del contexto ambiental en el desarrollo infantil de los rasgos de personalidad, incluidos los psicopáticos.

De acuerdo con Frick, la alternativa más común a una utilización explicita del concepto psicopatía a niños es considerar implícitamente que todos los niños con problemas severos de conducta muestran manifestaciones tempranas de psicopatía (Richters y Cicchetti, 1993), cuando, esta no parecer ser la realidad.

Para examinar las raíces de la psicopatía adulta debemos centrar la mirada en una categoría diagnóstica que, de un modo explícito, en el DSM se contempla como un requisito para el diagnóstico del TAP: el trastorno de conducta o trastorno disocial.

En efecto, la investigación ha constatado una cierta continuidad entre los problemas de conducta en la infancia y la conducta antisocial adulta (Robins, 1966), de modo que los adultos antisociales suelen tener una historia de alteraciones de conducta en la niñez. Sin embargo, también es cierto que la mayoría de los niños con trastorno de conducta no se convierten en adultos antisociales. La prevalencia de los trastornos de conducta, utilizando los criterios DSM, es mucho mayor que la del TAP, y la prevalencia de la psicopatía definida por el PCL parece aún menor. Por tanto, parece necesario reconocer que dentro del trastorno de conducta existe una gran heterogeneidad y que solo un subgrupo de niños con este desorden puede considerarse en riesgo de psicopatía.

Entre otro de los estudiosos de la psicopatía, se encuentra, Robert Hare quien fue uno de los mayores expertos internacionales en este campo é describió a los psicópatas como “depredadores de su propia especie”, que utilizan el encanto, la manipulación y la violencia para controlar a los demás y satisfacer sus propias necesidades. Faltos de conciencia y de sentimientos hacia los demás, toman con extraordinaria sangre fría sus acciones, violando las normas y expectativas sociales sin el menor sentimiento de culpa o remordimiento. Asimismo, estos sujetos son responsables de una gran cantidad de crímenes graves, de la violencia y del daño físico, emocional y social que se produce en cualquier sociedad. Pero quizás el dato más alarmante sea que prácticamente todo el mundo, en algún momento de su vida, se ve afectado por las conductas antisociales de los psicópatas, ya que estos se encuentran bien representados entre los criminales reincidentes, delincuentes sexuales, traficantes de drogas, estafadores, mercenarios, políticos corruptos, abogados sin ética, tiburones de las finanzas, vendedores sin escrúpulos, terroristas y líderes de sectas religiosas.

Tomando en cuenta lo anterior, es probable que se puedan también identificar si existen niños o adolescentes que luego de ser detectados con rasgos de psicopatía infantil puedan revertir esa situación y convertirse en adultos sanos a través de las terapías propuestas por Hare. Es de este planteamiento que surgen las siguientes interrogantes ¿Es posible que los niños puedan presentar síntomas de psicopatía?; ¿Que características tendrían los niños con personalidad psicopatía?; ¿Cuáles serían las implicaciones de la personalidad psicopática en niños?, ¿La teoría de Hare presenta alternativas para intervenir la posible psicopatía en niños? Las siguientes interrogantes serán respondidas en los objetivos de la investigación.

OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Objetivo General

Analizar la personalidad psicopática en niños desde la perspectiva de la teoría de Robert Hare.

Objetivos Específicos

1. Determinar la probabilidad de que los niños puedan presentar síntomas de psicopatía.

2. Caracterizar los síntomas de que tendrían los niños con personalidad psicopática.

3. Definir las implicaciones que traería en la adultez presentar rasgos de personalidad psicopática en la niñez.

Justificación de la Investigación

La psicopatía representa uno de los trastornos más devastadores presentes en cualquier sociedad, no sólo por la gravedad y violencia de las conductas que genera, sino también porque exige la utilización de un amplio rango de servicios, desde el sistema penitenciario y judicial a los sistemas de salud mental y bienestar.