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La Revolución comienza ahora contiene un resumido recuento de acontecimientos dirigidos por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y el proceso en que forjó el Ejército Rebelde, integrado por combatientes que se destacaron por su inteligencia y valor, hasta llegar a ser jefes de frentes y columnas, que operaron en diferentes zonas del país, muchos de ellos, con el antecedente de su participación en el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo respectivamente, la cárcel y el exilio, el alzamiento del 30 de Noviembre, la expedición del yate Granma que sobrevivieron al bautizo de fuego con que fueron casi exterminados por las fuerzas aéreas y las tropas terrestres de la tiranía, cuando la expedición tocó tierra por Las Coloradas, municipio de Manzanillo. Entre los que se destacaron desde los inicios, los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz.
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Veröffentlichungsjahr: 2023
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Cuidado de la edición:Tte. cor. Ana Dayamín Montero Díaz
Edición:Elier Ramírez Cruz
Diseño y realización:Víctor M. Falcón García
Corrección:Catalina Díaz Martínez
Foto de cubierta:Centro Fidel Castro Ruz
Fotos:Cortesía de la autora
Conversión a ebook:Madeline Martí del Sol
© Georgina Leyva Pagán, 2023
© Sobre la presente edición:
Casa Editorial Verde Olivo, 2023
ISBN: 9789592245884
Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, en ningún soporte sin la autorización por escrito de la editorial.
Casa Editorial Verde Olivo
Avenida de Independencia y San Pedro
Apartado 6916. CP 10600
Plaza de la Revolución, La Habana
En las páginas de este libro, se encuentran las valiosas recomendaciones de queridos compañeros míos, a los que acudí solicitándoles opiniones y críticas necesarias para concretar el recuento de algunos acontecimientos ocurridos durante los primeros años de consolidación del Gobierno Revolucionario y las audaces transformaciones, económicas, políticas y sociales que le sirvieron de basamento a la Revolución.
Por tanta atención a mi reclamo y haberme confiado tan alta responsabilidad, deseo expresar mi gratitud al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, a los compañeros Eusebio Leal Spengler, Abel Prieto Jiménez, René González Barrios y Eduardo Torres Cuevas; al coronel de la reserva Rigoberto Santiesteban y la teniente coronel Ana Dayamín Montero Díaz; a Julio Camacho Aguilera, Alicia, Georgina, Julio Humberto y Carlos; al editor Elier Ramírez Cruz, Lydia E. Leiva Moreno, y a la Oficina para el Desarrollo Integral de Guanahacabibes (ODIG), por el apoyo ofrecido.
[…] Cuando se abra el libro de la historia de Cuba y se lea: Allá por el año 1959 había un país con un régimen latifundista, militarista, de castas y privilegios y entonces un grupo de hombres empezaron a hacer una Revolución y no se vendieron, ni claudicaron, convirtieron las fortalezas militares en escuelas, hicieron una escuela para 20 000 alumnos en la Sierra Maestra. Hicieron la Reforma Agraria, fundaron miles de cooperativas, cientos de kilómetros de carreteras, llevaron la educación a los campesinos, lucharon por la igualdad y la justicia y fue una generación que salvó a su patria, nunca mintieron al pueblo, ni robaron, ni engañaron e hicieron una obra de justicia a la que llamaron Revolución Cubana […]1
1 Antonio Núñez Jiménez: En marcha con Fidel-1959, Colección Cuba: La naturaleza y el hombre, Ediciones Mec Graphic Limited, 1998, p. 386. [Se respetó la ortografía de los documentos originales. N. E.]
Fidel Castro Ruz
El libro La Revolución comienza ahora1 contiene un resumido recuento de acontecimientos dirigidos por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, y el proceso en que forjó el Ejército Rebelde, integrado por combatientes que se destacaron por su inteligencia y valor, hasta llegar a ser jefes de frentes y columnas, que operaron en diferentes zonas del país, muchos de ellos, con el antecedente de su participación en el ataque a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en Santiago de Cuba y Bayamo respectivamente, la cárcel y el exilio, el alzamiento del 30 de Noviembre, la expedición del yate Granma que sobrevivieron al bautizo de fuego con que fueron casi exterminados por las fuerzas aéreas y las tropas terrestres de la tiranía, cuando la expedición tocó tierra por Las Coloradas, municipio de Manzanillo. Entre los que se destacaron desde los inicios, los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz.
1 Frase repetida el primero de enero de 1959, al triunfo de la Revolución, por Fidel Castro Ruz.
Fidel trabajó en la organización del Movimiento Revolucionario y su programa, contenido en el alegato de su defensa en el juicio por el asalto al Moncada de Santiago de Cuba, conocido como La historia me absolverá. Dio la misión a las moncadistas Melba Hernández y Haydée Santamaría, de traerlo a La Habana para su divulgación. Al salir del presidio el 15 de mayo de 1955 efectuó una reunión a la que se le dio carácter fundacional y donde se acordó también el nombre de Movimiento 26 de Julio.2
2 El Movimiento 26 de Julio estaría representado por un rectángulo dividido al centro con una parte roja y otra negra con el 26 escrito sobre ella en color blanco, ondearía en forma de bandera, en los brazaletes usados por los combatientes y en el rombo militar del Comandante en Jefe.
El 8 de agosto de 1955, Fidel Castro suscribe en México el Manifiesto No. 1 del 26 de Julio al pueblo de Cuba. La organización tendría una dirección y varios frentes de trabajo y en 15 puntos esenciales, sintetizaba el programa del Movimiento Revolucionario 26 de Julio, invitando a todo el que estuviera dispuesto a luchar por derrocar la dictadura.
Desde la Sierra Maestra, en febrero de 1957, Fidel crea el documento organizativo de la Resistencia Cívica, para incorporar a profesionales y a miembros de la sociedad rica, insertada en la mediana burguesía, y que podía participar apoyando al movimiento clandestino, ofreciendo sus casas como refugio transitorio. La Resistencia Cívica estaba diseñada para desempeñar un importante papel al triunfo de la insurrección, encargada de ocupar las instituciones y centros de trabajo del Estado, evitando el saqueo y el desorden ante el vacío de gobierno que tendría lugar entre los días del derrumbe de la dictadura y la organización de un gobierno.
En diciembre de 1958, era evidente que se contaban los días que quedaban a la tiranía en el poder y consecuente con esta seguridad, Fidel fue orientando a cada uno de los grupos del movimiento clandestino que operaban en el llano, para que actuaran según las orientaciones contenidas en la Circular No. 8, suscrita en La Rinconada, el 18 de diciembre.
También previó que Batista, antes de abandonar el poder, organizaría un golpe de Estado, encaminado a frustrar el triunfo del Ejército Rebelde. Por eso aquel primero de enero de 1959, Fidel no perdió tiempo en deliberaciones y desplegó toda su estrategia militar, para no dejar que el golpe de Estado tomara fuerza y dio por hecho la rendición de todas las unidades enemigas incondicionalmente, o seguiría la guerra.
Resulta una tarea bien difícil resumir un conjunto de hechos ocurridos en un momento de tanta importancia.
Fidel, en su discurso inicial el primero de enero de 1959 al entrar a Santiago de Cuba dijo:
[…] Ha triunfado la insurrección. La Revolución comienza ahora. La Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo en la etapa inicial […]
En el discurso del 8 de enero en Columbia, La Habana, expreso:
[…] Creo que es éste un momento decisivo de nuestra historia; la tiranía ha sido derrotada, la alegría es inmensa, y, sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañemos creyendo que en lo adelante todo será más fácil, quizás en lo adelante todo sea más difícil […]
¡Cuántas veces la Revolución se vería amenazada y en peligro real de ser víctima de oportunistas, de ambiciones, de politiqueros, de corrientes sectarias que hicieron mucho daño! ¡Cuánto tuvo que luchar contra ideas equivocadas, cuántas veces estuvo en peligro y cuántas veces saldría victoriosa y fortalecida para enfrentar nuevas etapas, incluso más difícil que la anterior! ¡Cuán grandes serían los obstáculos a vencer por nuestra Revolución y cómo tendría que explicar para convencer que esta era un proceso transformador, que debía realizar cambios económicos, políticos y sociales, para poder implantar un régimen de justicia, de igualdad y convencer a los mismos que habían sido explotados, pero estaban confundidos por la propaganda imperialista, de racismo, anticomunismo, de fatalismo geográfico, incluso de sentido de inferioridad y de machismo, porque ese es el método utilizado por los explotadores para dominar a los pueblos!
Pero la Revolución contó con hombres y mujeres forjados en el fragor de los combates y de haber sido alumnos directos del pensamiento, guía y enseñanza del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Los cubanos hicieron suyos todos los principios que emanaban de los valores patrióticos de nuestros padres y maestros que nos inculcaron los principios martianos, la unidad, dignidad, espíritu de sacrificio y amor por la independencia de nuestra Patria y nos enseñaron quienes eran los enemigos de Cuba.
La dirección de la Revolución, no se embriagó con el triunfo, ni se dedicó a festejar la tremenda euforia que despertó en el pueblo aquel ansiado acontecimiento libertario. Aquellos días luminosos profundizaron en los cubanos que no equivocaron el rumbo del deber patriótico y se dispusieron a seguir vistiendo de verde olivo.
El recuento histórico, La Revolución comienza ahora, no tiene la intención de hacer una obra original. La frase surgió como un llamado de atención, cuando muchos combatientes creíamos que nuestra participación en el derrocamiento de la tiranía había terminado, e intentábamos regresar a nuestros centros de trabajo y al entorno familiar. No era seguramente una mayoría, pero no faltaron quienes habían luchado sin darse cuenta de la grandeza de lo que habían hecho en el proceso de la lucha insurreccional. Fue necesario que el Comandante en Jefe Fidel Castro hiciera un llamado a reflexionar a los que pensábamos que habíamos terminado.
La inspiradora frase la Revolución comienza ahora ha quedado en el recuerdo de aquellos días, de iniciales diagnósticos de lo que le esperaba al pueblo cubano frente al imperialismo. Lo más difícil sería: transformar un sistema capitalista en un sistema económico, político y social diferente, sin trauma, sin desgarradura, sin protestas populares, sin huelgas obreras o estudiantiles, ni marchas campesinas.
Que el pueblo acogiera y apoyara los objetivos de la Revolución Cubana, durante un proceso de cambios trascendentales, de nacionalizaciones, ir cambiando la forma de pensar, reconocer el derecho ajeno a la dignidad, en toda la extensión de la palabra, luchar por la unidad, palabra clave que sería la brújula guiadora.
Escribir la historia de esta etapa revolucionaria, en la que tiene lugar el sectarismo, se hace difícil sin señalar datos que puedan demostrar el daño que causan tales tendencias divisionistas, cuando más falta hace la unidad. Las nuevas generaciones tendrán que acudir a Fidel cada vez con más insistencia para aprender de este proyecto que diseñó para Cuba: independencia, soberanía y espíritu de luchar por defender esas conquistas, sin claudicar jamás, ni hacer concesiones a los enemigos de Cuba y de los pueblos que luchan por alcanzar lo logrado por Cuba, su tenacidad y esfuerzo.
El recuento de La Revolución comienza ahora, surgió por una orientación de Fidel. Lo asumí, aunque sabía que la tarea rebasaba mis posibilidades, pero comencé a trabajar con la esperanza de que él la evaluara. Tenía bastante adelantada la obra cuando se produjo su fallecimiento.
La desestabilización que su partida nos causó, detuvo mi voluntad para seguir, pero su ejemplo de tenacidad para alcanzar los objetivos que se proponía, me dio la fuerza para seguir adelante.
Siento la tremenda tristeza de saber que no contaré con su revisión, sus críticas, sus rectificaciones y sus precisiones de tanto valor.
Las personas vivimos ajenas a las alternativas del destino y nos sorprenden sus reveses. Esta vez, hemos sufrido lo posible. Nos resistimos a la realidad de lo finito de la vida de hombres como Fidel y nos aferramos a creerlo infinito físicamente. Aunque no lo veíamos frecuentemente, sabíamos que estaba allí, escribiendo, pensando, luchando a favor del futuro de la Revolución y de la humanidad y su supervivencia. Buscando soluciones y alternativas para la alimentación de su pueblo en caso de guerra, guerra de exterminio que pretendió evitar haciendo conciencia del peligro para toda la humanidad y ese propósito fue acicate en sus últimos años estimulando su capacidad intelectual y ejecutiva. Esta Revolución comienza todos los días, renovándose y venciendo. Pobres de aquellos que no han sido capaces de encontrar en ella el gran proyecto del mundo.
Georgina Leyva Pagán
Lainsurrección es un proceso de rebeldía en el que se involucran hombres y mujeres, dispuestos a luchar contra una acumulación de atropellos, miseria económica, injusticia social, persecuciones, muertes y desapariciones de líderes sindicales, estudiantiles, dirigentes campesinos y cualquiera que alce su voz, contra un sistema desigual, injusto y dependiente de una potencia extranjera.
En Cuba, las grandes diferencias económicas, la falta de oportunidades para trabajar, estudiar, alcanzar la salud y la dignidad como seres humanos, dio lugar al surgimiento de múltiples intentos de insurrecciones, llevando al pueblo a una toma de conciencia que se arraigó en una amplia mayoría de cubanos, dispuestos a arriesgar la propia vida por cambiar el rumbo incierto en el que se debatía la Patria, desangrada por politiqueros, ladrones que se apropiaban de las riquezas de los trabajadores, malversaban y derrochaban a costa de la miseria del pueblo. Cuba era cada vez más dependiente del imperialismo norteamericano que se fue introduciendo en su historia, presentándose ante el mundo como sus genuinos salvadores cuando en realidad no eran más que simples ocupantes que se adueñaban de manera vil de su economía, desvalorizando del pueblo cubano, todos los méritos que pudieran servir de basamento como hombres y mujeres dignos, capaces de luchar por sus derechos ciudadanos y por su Patria.
Fidel profundamente conocedor de la tragedia sufrida por el pueblo cubano; sus causas, errores, aciertos y anhelos, hurgó en su historia y se propuso involucrar a todos los cubanos que estuvieran dispuestos a luchar con las armas en las manos, para derrotar toda forma de explotación, dependencia, injusticia y tiranía.
Para muchos, el triunfo de la Revolución Cubana ocurrió el primero de enero de 1959, cuando en realidad aquel día triunfó la insurrección armada. La Revolución comenzaría a diseñarse, consolidarse y serían muchas las transformaciones en lo político, económico y social que tendrían que lograr el Gobierno y el pueblo cubanos, muchos obstáculos que vencer, muchos enemigos que enfrentar y un imperialismo todopoderoso que no retrocedería en su empeño de apropiarse de Cuba. Los revolucionarios tendrían que librar esa colosal batalla hasta lograr la consolidación de un sueño revolucionario, con un gobierno capaz de entender el concepto de revolución que soñaba Fidel, para lograr que esta alcanzara el triunfo definitivo.
Tenemos que acudir con frecuencia a la solidez del basamento que dio origen a la insurrección y que se convirtió en pilar para el sostenimiento de la Revolución. Tendremos que repasar la historia, las tradiciones de lucha, la situación de explotación económica, la miseria, la falta de oportunidades para estudiar, para recibir atención médica, la dependencia del imperialismo, para comprender la necesidad de luchar hasta ofrendar la vida de veinte mil cubanos para alcanzar, con la Revolución, toda la justicia, todos los derechos y toda la dignidad.
Atribuimos el triunfo de la Revolución al primero de enero de 1959, pero debemos partir de los antecedentes de la insurrección que la hicieron posible, porque faltarían los pilares sobre los cuales se asentó, el andamiaje monumental que hizo posible la victoria de la lucha armada.
Por el asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes de Santiago de Cuba y Bayamo respectivamente, el 26 de julio de 1953, los asaltantes que sobrevivieron a la masacre de la dictadura, cumplieron condena en el reclusorio de Isla de Pinos, hasta el 15 de mayo de 1955 cuando fueron amnistiados tras una gran demanda popular, pero los cuerpos represivos de la dictadura, no dejaron de seguirle los pasos al líder revolucionario Fidel Castro Ruz, cuya vida corría peligro y se vio obligado a viajar el 7 de julio de 1955 al exilio, un mes antes Raúl Castro Ruz, de común acuerdo, se había asilado en México por la misma inseguridad para su vida.
Los meses de prisión, los empleó Fidel Castro en crear las bases de la Organización Revolucionaria 26 de Julio, la que tendría como guía para su accionar y documento rectorLa historia me absolverá, alegato que fundamentó su defensa por el asalto al cuartel Moncada. El 8 de agosto del 55 desde México suscribe el Manifiesto No. 1. Todos estos documentos fueron exponente del grado de organización que Fidel le imprimió al proyecto de liberación a través de la lucha armada, que daría cumplimiento al llamado Programa del Moncada, Fidel, a través del 26 de Julio ofrecía un rumbo nuevo para encauzar las ansias de lucha alejado de la politiquería y con perspectivas de un futuro nunca antes imaginado. En este nuevo rumbo tenía cabida todo el pueblo sin distingo de raza, color, ni género, estaban todas las capas sociales pobres o ricos, jóvenes y adultos, letrados o analfabetos, obreros y campesinos. Por primera vez las mujeres ocuparían su lugar de igualdad en la defensa de la Patria y sellarían ese anhelo con las armas en la mano.
Durante el exilio Fidel siguió convocando a todas las organizaciones opuestas a la dictadura, a unirse en la lucha, ofreciendo espacio a la unidad revolucionaria. Mientras, en Cuba el Movimiento Revolucionario 26 de Julio crecía y preparaba las condiciones para apoyar el regreso de Fidel, entrenando combatientes, en medio de persecuciones y encarcelamientos con su costo en vidas.
En 1956 Fidel hace público el compromiso de regresar a Cuba héroe o mártir, este compromiso se convirtió en acicate de la militancia revolucionaria que redobló su preparación para esperar el regreso de los expedicionarios. Los órganos secretos de la dictadura, mantuvieron estrecha vigilancia contra Fidel y sus compañeros. Cuando ocurre el desembarco la tiranía ya tiene desplegadas sus fuerzas esperándolo. La inteligencia batistiana desde México había informado la existencia del yate blanco llamado Grama o Granma. Por otro lado, las acciones del 30 de Noviembre en Santiago de Cuba y Guantánamo para apoyar la llegada de los expedicionarios, alertaron a las fuerzas represivas de la dictadura que puso a Oriente en “Situación de Operaciones” y al resto del país en “Alarma”.
Las exploraciones aéreas, localizaron a los expedicionarios y los cruentos combates diezmaron a los extenuados héroes que fueron perseguidos día y noche con la orden del tirano de no dejar ni uno solo con vida. De esa despiadada odisea, logró sobrevivir un puñado de hombres que, a duras penas, llegó a las protectoras lomas de la Sierra Maestra. Comenzaba así la heroica lucha por la sobrevivencia y, entre ellos, los hermanos Fidel y Raúl Castro Ruz, quienes por diferentes vías lograron conservar la vida y algunas armas. El encuentro de ambos hermanos aviva la entereza de Fidel, que nunca flaqueó, su optimismo le da la fuerza que le permitió sobreponerse ante el dolor de los compañeros muertos y al reunir 12 hombres con sus fusiles, exclama premonitoriamente: “Ahora sí ganamos la guerra”.
Fidel, designó al comandante Faustino Pérez1expedicionario delGranma, como su delegado, con la misión de reorganizar el 26 de Julio y buscar la forma de llevar a un periodista de renombre internacional para anunciar al mundo la existencia del Ejército Rebelde en la Sierra Maestra. La dictadura había publicado la falsa noticia que Fidel y los expedicionarios, habían sido exterminados. Por lo que la misión de Faustino era de vital importancia para lograr el apoyo del pueblo cubano y que el mundo supiera la verdad.
1 Faustino quedó en La Habana, al frente del 26 de Julio como Coordinador Nacional, desde donde trabajó estrechamente con Frank País García, jefe de Acción Nacional, que, desde Santiago de Cuba, había sido un organizador extraordinario de la insurrección en las ciudades, preparando el apoyo necesario a la lucha armada dirigida por Fidel Castro Ruz.
La Sierra Maestra comenzó a ser escenario de combates que lograron levantar la moral guerrillera y enfrentaron a las tropas más preparadas del Ejército y el cuerpo paramilitar de Masferrer, entrenado para el exterminio y para aterrorizar a la población que pudiera oponerse a la tiranía, todos los métodos de crueldad, tortura, desapariciones y muerte eran aplicados sin contemplaciones.
La Federación Estudiantil Universitaria (FEU), hace efectiva algunas acciones de apoyo a Fidel. Una de ellas fue el asalto al Palacio Presidencial, el 13 de marzo de 1957. Los comandos integrados por estudiantes de varias provincias del país, llegaron hasta las oficinas del tirano que tuvo tiempo de escapar con la ayuda de su escolta, pero el hecho representó el apoyo de la FEU a la guerrilla de la Sierra Maestra. El acontecimiento costó la vida a un grupo de asaltantes, entre ellos al presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, José Antonio Echeverría. El asalto a Palacio Presidencial dejó un ejemplo viril a la juventud como bandera de combate.
El 5 de septiembre de 1957, el M.R. 26 de Julio de conjunto con los marinos del Distrito Naval de Cayo Loco, en Cienfuegos, convocan al pueblo y toman la ciudad, sacudiendo los cimientos de la tiranía que vio destruida la tan proclamada unidad de las fuerzas armadas de la tiranía y demostró que la Sierra no estaba sola en la lucha, que el M. R. 26 de Julio era capaz de movilizar a un pueblo ansioso por cumplir su deber patrio, ofrendando la vida en aras de lograr el sueño que le venía de un pasado heroico que había quedado inconcluso. Para el movimiento revolucionario en general y para el Ejército Rebelde que se debatía enfrentando la combatividad del ejército nacional bien armado en la Sierra Maestra, fue un gran estímulo y un gran aliento, aunque no se logró abrir el Frente en el Escambray, pero el levantamiento de Cienfuegos se insertó entre las grandes acciones combativas por el carácter popular que logró y el valor heroico de sus combatientes.
Con la intención de luchar contra la dictadura, hubo diferentes desembarcos de revolucionarios, los prisioneros fueron asesinados por las tropas batistianas, no obstante, estos episodios de extrema crueldad no dieron a la tiranía los resultados que el tirano esperaba.
Los combates librados por el Ejército Rebelde en la Sierra Maestra, fueron cada vez más exitosos, la madurez adquirida por el Movimiento Revolucionario en el llano, fue capaz de prestar el apoyo necesario a los diferentes frentes que el Comandante en Jefe creó, las comunicaciones permitieron también a Fidel tener una visión exacta de cada territorio para la toma de decisiones e impartir lasórdenes estratégicas como Comandante en Jefe.[…]en el primer año de guerra se había ido produciendo en el país un marcado incremento del clima insurrecto[…]2
2Fidel Castro Ruz:Por todos los caminos de la Sierra. La victoria estratégica, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2010, p. 1.
En 1958 el Ejército Rebelde había alcanzado disciplina, armas y fortaleza dando al Comandante en Jefe, la posibilidad de abrir nuevos frentes guerrilleros, iniciándose con la apertura de los Frentes Segundo y Tercero bajo las órdenes de los comandantes Raúl Castro y Juan Almeida, respectivamente. Con posterioridad envía dos columnas invasoras al centro del país con los comandantes Camilo Cienfuegos y Ernesto Guevara al frente.
Fidel no descuidó ninguna posibilidad de socavar la unidad dentro de las fuerzas armadas de la tiranía, con el trabajo de inteligencia y le dio un carácter oficial a la conspiración militar que se fue creando nombrando, como Delegado del M.R. 26 de Julio ante las fuerzas armadas, al comandante Julio Camacho Aguilera, con la misión de hacer contactos, cambiar impresiones y coordinar planes con los militares opuestos a la tiranía que desearan luchar por su derrocamiento. Producto de este trabajo, el 14 de noviembre de 1958, desertaban del Ejército de la tiranía, para incorporarse voluntariamente a la Columna Uno, en la zona de operaciones del Comandante en Jefe; 52 militares de la guarnición de Charco Redondo, con dos primeros tenientes todos con sus armas, 8000 balas, 30-06, y docenas de granadas. Se trataba de Rodolfo Villamil y Ubineo León.
Al descubrirse la conspiración, el 27 de noviembre de 1958, fueron apresados más de cincuenta oficiales de alta graduación y sometidos a fuertes interrogatorios, a través de los cuales descubrieron el nombre del miembro del 26 de Julio, Delegado del Ejército Rebelde.
El 8 de septiembre sale de Vegas de Jibacoa, Sierra Maestra, la Columna No. 11 Cándido González, rumbo a Camagüey. La columna cayó en una emboscada el 27 de septiembre, con la muerte de 22 combatientes y 11 heridos que fueron asesinados posteriormente resultando 33 las bajas mortales de combatientes.
La columna 13 sale de la Sierra Maestra, bajo la dirección del capitán Víctor Mora, el 18 de octubre de 1958. El Comandante en Jefe ordenó someter a juicio militar a Jaime Vega y subordinar el resto de la Columna 11 al capitán José Botello bajo el mando de la Columna 13. En la provincia camagüeyana existían 9 zonas militares dirigidas por el Ejército Rebelde que se subordinaron a la columna 13, formando en su conjunto el Frente Camagüey Ignacio Agramonte.
Para abrir el Frente guerrillero en Pinar del Río, fue enviado el comandante Derminio Escalona quien, además, debía reunir bajo su mando, los diferentes grupos guerrilleros que estaban operando en las montañas pinareñas.
El Cuarto Frente fue el último en ser oficializado, pero contó con la orden del Comandante en Jefe, cubría; Victoria de las Tunas, Puerto Padre, Gibara, Holguín y parte de Bayamo. Para dicho cargo el Comandante en Jefe designó a Delio Gómez Ochoa.
En la Columna No.1, José Martí operaba la Comandancia General, ubicada en La Plata, constituyendo el Primer Frente del Ejército Rebelde, dirigido por Fidel.
El Comandante en Jefe considera que es el momento de trasladar su comandancia que se encuentra en La Plata, para preparar la Operación Santiago que tiene prevista y el 11 de noviembre de 1958, emprende el descenso, descansa en diferentes lugares por breve tiempo y el día 17 tras una agotadora jornada llega a las Minas de Bueycito, el 18 entra en Guisa y dispone el cerco a Santa Bárbara, el 2 de diciembre acampa en Charco Redondo y el día 4 prepara su campamento en La Rinconada, durante el recorrido se libran importantes combates que Fidel enumera en el siguiente texto:
[…]Buey Arriba, Bueycito, Baire, Palma Soriano, Maffo, Contramaestre, Jiguaní, La Rinconada, El Escandel y muy especial Guisa, donde se libró una de las más significativas batallas, desde el 20 hasta el 30 de noviembre de 1958, muy cerca del Puesto de Mando de la Zona de Operaciones, ubicada en las afueras de la ciudad de Bayamo[…]3
3 Fidel Castro Ruz: De la Sierra Maestra a Santiago de Cuba. La contraofensiva estratégica, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2010, p. 583.
El mismo día 11 antes de salir de La Plata, Fidel escribió una carta a Lalo (Eduardo Sardiñas) en la que le decía: “Yo voy a salir hoy de La Plata para una operación importante. Si sale bien, mando refuerzos rápido para esa”.
El día 20 de noviembre de 1958, le escribe a Luis Crespo: …En este momento estoy en Guisa, donde se está librando un gran combate…”. Se iniciaba la Operación Santiago con la toma de Guisa. La batalla de Guisa, desencadenó un grupo de acciones de envergadura, durante los diez días de tenaz resistencia, hasta el 30 de noviembre que se produce la victoria del Ejército Rebelde.
El Comandante en Jefe Fidel resumió este hecho:
[…]Se produjo un acto de inigualable heroísmo. El teniente Hipólito Prieto[en verdad fue Leopoldo Cintra Frías]que manejaba la ametralladora del tanque la sustrajo del mismo y bajo un fuego cruzado, y a pesar de estar herido, se arrastró bajo las balas llevando consigo la pesada arma sin abandonarla un instante.
Ese mismo día, al amanecer cuatro batallones enemigos avanzaron por tres puntos diferentes (…) El camino de Bayamo a El Corojo, la carretera de Bayamo a Guisa y el camino de Santa Rita a Guisa. Todas las fuerzas enemigas de Bayamo, Manzanillo, Yara, Estrada Palma, Baire y otros puntos fueron movilizados. La columna que avanzaba por el camino de El Corojo fue rechazada después de dos horas de fuego. Los batallones que avanzaban por la carretera de Bayamo a Guisa fueron contenidos durante todo el día, acampando durante la noche a dos kilómetros de Guisa. Los que venían por el camino de Corralillo fueron igualmente rechazados, dando entonces un rodeo por el noreste del pueblo. El treinta se libraron las últimas acciones; los batallones que habían tomado posiciones a dos kilómetros del pueblo, intentaron reiteradamente avanzar durante todo el día sin conseguir forzar el paso[…]4
4 Fidel Castro Ruz: De la Sierra Maestra a Santiago de Cuba. La contraofensiva estratégica, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, 2010, p. 301.
Cuando el Comandante en Jefe lanza la ofensiva final con la Operación Santiago, el comandante Raúl Castro desde el Segundo Frente Oriental Frank País, lanza la Operación Flor Crombet, el 23 de noviembre de 1958. Ya el Segundo Frente en los últimos meses del año, se destacó en los combates librados en torno a Songo y La Maya
En las batallas finales, la táctica del Comandante en Jefe, fue obligar a las tropas de la tiranía a concentrarse en los cuarteles, librando batallas largas, de resistencia, con un alto costo en recursos y en vidas. Esta forma defensiva obligaba a las tropas de la tiranía, a pedir refuerzos en armas y hombres, en los cuarteles se les agotaban las reservas de agua y municiones, les era difícil evacuar a los heridos y muertos, muchos de los cuales eran enterrados en los patios de los cuarteles. La transportación por caminos y carretera en horas del día, daba a los rebeldes la posibilidad de prepararles emboscadas, que los obligaba a llevar muchos soldados para proteger tropas, mercancías o heridos.
Ante el avance del Ejército Rebelde, Batista trata de desviar la atención convocando a un proceso electoral que tendría efecto el 3 de noviembre de 1958 y escalar al poder el 24 de febrero de 1959.
Fidel Castro Ruz rechazó la celebración de elecciones bajo el gobierno de Batista y el 10 de octubre se dictó la ley No. 2 de la Sierra Maestra, dirigida a marcar su posición. En ella se establecían las penas que serían aplicadas a quienes se prestaran a participar en aquellos comicios.
Diciembre de 1958, es un mes de definiciones y preparación para controlar el país al triunfo de la insurrección, todas las fuerzas tratan de recibir las órdenes del Comandante en Jefe. El 11 de diciembre de 1958, José María Cuesta, Gabriel Vidal y Agustín Gómez Lubián, estaban en la Comandancia del Ejército Rebelde, donde recibieron la orden de fusionar Resistencia Cívica al Movimiento 26 de Julio. En la entrevista el Comandante en Jefe orientó a dichos compañeros:
[…]1. Unirnos todos, para enfrentar las tareas difíciles que tendrá por delante la Revolución.
2. Mantener organizados los sectores cívicos en apoyo al Ejército Rebelde.
3. No desarticular la administración pública, con la confusión de los primeros días cuando se produzca el triunfo.
4. Luchar contra la delincuencia.
5. Evitar venganzas personales, porque los tribunales harán justicia.
6. Neutralizar otros factores que pudieran intentar dar un golpe de Estado o intentar frustrar el triunfo de la Revolución[…]5
5José María Cuesta Braniella:Treinta y dos días antes y después de la victoria en Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, 2010, p. 76.
También, Fidel suscribía el 27 de diciembre conjuntamente con Marcelo Fernández, la Circular No. 8 de Organización, dirigida a todos los responsables Nacionales, Provinciales y Municipales del Movimiento 26 de Julio. Por la importancia de sus acuerdos, orientaciones y el manifiesto presagio del futuro que tuvo Fidel. A continuación, algunos párrafos de esta Circular:
[…]Organización. Como se sabe la máxima autoridad del Movimiento es la Dirección Nacional. Como cuerpo permanente sesiona en Territorio Libre el Ejecutivo Nacional compuesto por 4 miembros de la Dirección (Fidel Castro, Faustino Pérez, Carlos Franqui, y Aldo Santamaría). Se ha acordado que el compañero Zoilo, (Marcelo Fernández)6que venía desempeñando la responsabilidad de Coordinación Nacional en territorio no liberado pase a desempeñar iguales funciones desde el Territorio libre como parte del Ejecutivo Nacional.
6 Los nombres propios fueron cotejados con los de guerra, por el coronel de la reserva Ángel Fernández Vila.
El compañero Plácido, (Humberto Álvarez), responsable nacional de Finanzas debe pasar a trabajar en esta Sección en la provincia de La Habana […]
[…] El compañero Alfredo, (Amador del Valle) que tenía la responsabilidad nacional de Suministros pasa a trabajar en igual Sección en La Habana.
El compañero Horacio (Ángel Fernández Vila) pasa a trabajar en Radio Rebelde quedando como segundo de Carlos Franqui.
El compañero Mateo, (Vicente Báez Mitchel) responsable de Propaganda en La Habana queda encargado de la publicación y circulación en todos los territorios posibles del Periódico “Revolución”.
El compañero Diego, (Víctor Paneque) se mantiene como responsable de Acción en las provincias de Pinar del Río, Habana y Matanzas.
El compañero Pedro, (Manuel Ray, Manolo) que venía desempeñando la secretaría general provincial del (Movimiento de Resistencia Cívica) MRC en La Habana pasa a ser coordinador provincial del Movimiento en dicha provincia.
Para orientar el trabajo obrero en todo el país se crea un “Buró Obrero” con sede en territorio libre cuyos responsables serán los compañeros Ñico Torres y José Pellón.
En los territorios no liberados quedan nombrados los siguientes responsables:
Pinar del Río, Habana y Matanzas, Jaime (Jesús Soto).
Las Villas, Carlos (Joaquín Torres), Quino.
Camagüey: Heriberto Hernández (H.T.) Oriente: Miguel E. Yero (E.Y.).
El compañero Carlos, que venía desempeñando la responsabilidad de propaganda nacional obrera mantendrá este trabajo, pero circunscrito a las provincias de Pinar del Río, La Habana y Matanzas, ya que en la práctica no podrá hacerlo en otros territorios.
Se crea la Sección Campesina del Movimiento en todos los municipios y provincias del país. Los coordinadores quedan responsabilizados con designar a los compañeros responsables de este trabajo[…]
[…] Se creará un Buró Campesino con sede en territorio libre para dirigir estos trabajos.
Se acuerda, después de oír el criterio favorable de los 6 responsables provinciales del Movimiento de Resistencia Cívica que éste se fusione en los cuadros del 26 de Julio, ya que sus proyecciones y funciones son similares y en el tiempo transcurrido se ha ido logrando una absoluta integración entre sus dirigentes y sus cuadros con aportes tan valiosos.
Los coordinadores provinciales del 26 de Julio y los secretarios generales provinciales de Resistencia de mutuo acuerdo deben llevar a cabo esta incorporación decidiendo el nombramiento de los compañeros sobre base de capacidad, trabajo e integración. (Los coordinadores provinciales deben entregar copia de esta circular a los secretarios generales provinciales de Resistencia). Se mantendrá comunicación radial periódica (diaria si es posible) entre el Ejecutivo Nacional y los coordinadores provinciales. Al efecto se han entregado a los coordinadores las claves que habrá de usarse. El compañero Zoilo, (Marcelo Fernández) queda responsable con esta labor de comunicaciones[…]7
7 José Luis Padrón y Luis Adrián Betancourt: Batista últimos días en el poder, Ediciones Unión, 2008, pp. 499-501.
Es importante destacar el grado de organización que el Comandante en Jefe diseñó, para todas las zonas que se fueran liberando y donde el Movimiento Revolucionaria 26 de Julio, asumiría su responsabilidad en cada momento y lugar. La Circular, expresaba los nombres de los compañeros que realizarían cada función. El papel que tendría que jugar el 26 de Julio, para realizar en el tiempo necesario la obra revolucionaria que llevaría al país a la normalidad constitucional y democrática. Reafirmaba que el Gobierno Provisional se constituiría bajo la presidencia de Manuel Urrutia Yeó, designado por todos los sectores representados en el Frente Cívico Revolucionario. Fidel había previsto todas las maniobras que la dictadura podía realizar para frustrar que triunfara una revolución verdadera, lograda por el Ejército Rebelde y el Movimiento 26 de Julio.
El Comandante en Jefe, había convocado una reunión nacional que tendría lugar en La Rinconada, el 18 de diciembre de 1958, estaban presente los comandantes Raúl Castro Ruz, jefe del Segundo Frente Oriental, Frank País, acompañado por Vilma Espín Guillois, el comandante Efigenio Ameijeiras, jefe de la Columna 6, de dicho Frente; el comandante Juan Almeida Bosque, jefe del Tercer Frente, Mario Muñoz, el comandante Julio Camacho Aguilera y otros miembros del Ejército Rebelde, dirigentes de la clandestinidad de todo el país, entre ellos la Organización Nacional de Resistencia Cívica. El coordinador Nacional del 26 de Julio, Marcelo Fernández y dirigentes de otras provincias. En la reunión Luis Buch se desenvolvió como secretario del Presidente provisional Manuel Urrutia, que no estuvo presente.
Fidel Castro hizo una información amplia y detallada de la situación insurreccional en el país, se refirió a la designación del presidente provisional de la República Manuel Urrutia del Frente Cívico Revolucionario. Estaba previsto el juramento del cargo en el histórico pueblo de Baire. Por razones obvias no ocurrió en Baire, sino en Santiago de Cuba.
Luis Buch informó:
[…]que en Nueva York, Urrutia había designado al doctor Roberto Agramonte Pichardo como Ministro de Estado, hoy Relaciones Exteriores y recientemente, en Charco Redondo, me había nominado Ministro de la Presidencia y Secretario del Consejo de Ministros[…]8
8Luis M. Buch y Reinaldo Suárez:Gobierno Revolucionario Cubano. Primeros pasos, Editorial de Ciencias Sociales, 2004, p. 29.