Los Meyi - Bertha Hernández López - E-Book

Los Meyi E-Book

Bertha Hernández López

0,0

Beschreibung

Este volumen recoge algunas de las historias que han llegado hasta nuestros días, gracias a la tradición oral y a las Libretas de algunos sacerdotes de Ifá que se han conservado y que sus albaceas desinteresadamente nos autorizaron ver, que nos permite adentrarnos en nuestras raíces. Los intercambios sincréticos, su riqueza simbólica hacen que la tradición yorubá llegada hasta hoy esté impregnada de referencias culturales, principios y rituales que nos distinguen, no obstante asumir marcadamente los valores que deben regir al hombre en su accionar social, para alcanzar una equidad que nos consienta vivir en paz y respeto dentro de la diversidad social a nivel global.

Sie lesen das E-Book in den Legimi-Apps auf:

Android
iOS
von Legimi
zertifizierten E-Readern
Kindle™-E-Readern
(für ausgewählte Pakete)

Seitenzahl: 242

Veröffentlichungsjahr: 2017

Das E-Book (TTS) können Sie hören im Abo „Legimi Premium” in Legimi-Apps auf:

Android
iOS
Bewertungen
0,0
0
0
0
0
0
Mehr Informationen
Mehr Informationen
Legimi prüft nicht, ob Rezensionen von Nutzern stammen, die den betreffenden Titel tatsächlich gekauft oder gelesen/gehört haben. Wir entfernen aber gefälschte Rezensionen.



Créditos

Título original: Los Meyi. Leyendas y refranes

Edicióny corrección:Mabel Suárez Ibarra

Diseño de cubierta y de interior:Marcel Mazorra Martínez

Realización:Yuliett Marín Vidian

©Rogelio Gómez Nieves / Bertha Hernández López, 2015

© Sobre la presente edición:

EdicionesCubanas,Artex,2015

ISBN: 978-959-7230-55-7

Sin la autorización de la editorial Ediciones

Cubanas queda prohibido todo tipo de

reproducción o distribución de contenido.

Ediciones Cubanas

5ta Ave. No. 9210. Esquina a 94. Miramar. Playa

e-mail: [email protected]

Telef (53) 7204-5492, 7204-3585, 7204-4132

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público.

Distribuidores para esta edición:

EDHASA

Avda. Diagonal, 519-52 08029 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España

E-mail:[email protected] 

En nuestra página web: http://www.edhasa.es encontrará el catálogo completo de Edhasa comentado

RUTH CASA EDITORIAL

Calle 38 y ave. Cuba, Edif. Los Cristales, oficina no. 6 Apartado 2235, zona 9A, Panamá

[email protected]

www.ruthcasaeditorial.org

www.ruthtienda.com

Más libros digitales cubanos en: www.ruthtienda.com

Síganos en:https://www.facebook.com/ruthservices/

Mito y cultura popular

“La humanidad ha entrado en un nuevo milenio con una profunda crisis de valores y no es casual que en muchos lugares se vuelvan los ojos al pasado, a las sociedades tradicionales en busca de una espiritualidad perdida, en busca de una sabiduría, para volver a reconocerse y a evaluarse”.*

Es por ello que para valorar las culturas populares, percibir la identidad como un proceso progresivo, no estético, en suma alcanzar una comprensión real del otro se hace necesario conocer los mitos fundacionales de cada cultura como eje de la misma.

Los mitos se refieren a un tiempo y un lugar extraordinario, a dioses y procesos sobrenaturales, pero por su naturaleza totalizadora, pueden iluminar muchos aspectos de la vida individual y cultural de cualquier país.

Son los mitos africanos los que más han aportado a nuestra cultura y a nuestra identidad, razones ya conocidas, pero sobre todo por ese largo período de colonización y de esclavitud que vivió la Isla.

Este volumen recoge varias historias, que gracias a la tradición oral y a las Libretas de algunos sacerdotes de Ifá conservadas y que sus albaceas desinteresadamente nos autorizaron ver, nos permite adentrarnos en nuestras raíces.

Los intercambios sincréticos, su riqueza simbólica hacen que la tradición yorubá llegada hasta hoy esté impregnada de referencias culturales, principios y rituales que nos distinguen, no obstante asumir marcadamente los valores que deben regir al hombre en su accionar social, para alcanzar una equidad que nos consienta vivir en paz y respeto dentro de la diversidad social a nivel global.

En el caso que nos ocupa, los meyi, forman parte de los odus de Ifá que presentan dos categorías: la primera conocida como meyi, pareados o dobles como también se le llaman, reconocidos como los reyes de Ifá, que agrupa a dieciséis figuras o signos, que combinados entre sí dan lugar a doscientas cuarenta figuras que forman parte de los nombres de sus omolú, o hijos de las figuras pareadas, para completar las doscientas cincuenta y seis posiciones del oráculo.

Aunque en los inicios este cuerpo literario fue representado en versos, aquí asume la prosa como vehículo, aparecen primero los nombres de las deidades que hicieron la adivinación para el signo, después comienza la breve historia donde se explicita el porqué el personaje va a consulta, la situación que lo mueve a ello, si este acepta el sacrificio señalado por Ifá y finalmente las consecuencias negativas o positivas que vive el personaje en cuestión. Cada grupo de historias bajo un signo cierra con los refranes del odu, válidos para situaciones similares.

Cada odu de Ifá evoca diferentes aspectos de la vida cotidiana del hombre y señala el camino a seguir para sortear los escollos inevitables que en la misma se nos presentan, a fin de tomar la decisión justa, la más correcta o adecuada con el fin de preservar nuestros valores.

Así encontraremos los dictámenes de Babá Eyiogbe, que representa la sabiduría; Babá Oyekú Meyi, mensajero de la muerte, y de figuras que responden a la justicia divina, al binomio inteligencia y fuerza, entre otras.

Es bueno destacar que se ha mantenido, en lo posible, el tono coloquial de las historias para que no pierdan esa frescura de lo informal de la conversación en familia, pues como ya señalamos antes todas estas historias han llegado por diversas vías, ya sea oral o escritas en los cuadernos de ancestrales sacerdotes Ifá; además muchos nombres yorubá han sido transcritos a nuestro español, para lograr una mejor interpretación y acercarlos a la forma en que hoy se conocen. No obstante, aparecen figuras que no son muy conocidas en Cuba, pero como fueron tomadas literalmente de estos papeles patrimoniales no podíamos pasar por alto.

Acompaña al cuaderno un glosario a fin de facilitar la interpretación de algunos pasajes, sobre todo para los menos entendidos.

Esperamos que nuestras expectativas se cumplan y sirva el presente libro no solo para los conocedores del tema, sino también para aquellos que quieran enriquecer más nuestro acervo cultural, y que estas historias no queden en el olvido, que sus enseñanzas formen parte del quehacer diario y esa crisis de valores de la que hoy tanto se habla en los mass media no perturbe nuestro andar sorprendente.

B.H.L.

* Adrián de Souza Hernández: Ifá, santa palabra. La ética del corazón. Ediciones Unión, La Habana, 2003.

BABÁ EYIOGBE

Hablan: Igba iwa Odu, Oddudua, Orisha Nla, Eshu, Yemayá, Oshún, Shangó

La primera encarnación de Orúnmila

Oloddumare disgustado por la forma en que el hombre vivía en la tierra escogió entre los irúnmole a Babá Eyiogbe y lo mandó a la tierra encarnado en Orúnmila con las tablas de los sagrados mandamientos y el cofre hierático, pero nadie lo seguía.

Había tres extranjeros que llegaron a aquella tierra llamada de los versos y cuando Eyiogbe les predicó Ifá se mofaron con él. Como ellos llegaron con hambre al ver un perro muerto dijeron:

—Haremos cada uno un verso a ese perro y quien haga el mejor comerá sin pagar.

Y así dijeron:

—Este perro cuando el mundo caminó nada pagó de lo que comió.

—Este perro cuando estaba vivo, comió todo crudo y nada cocido.

—Este perro cuando durmió la siesta, nunca durmió una como esta.

En eso pasó por allí un crío que no era otro que Eshu disfrazado y cuando le preguntaron dijo:

—Todos están igual de buenos, por lo que deben de invitarme a mí.

No les quedó otro remedio que invitarlo, pero planearon burlarse del crío.

Los tres embusteros se pusieron de acuerdo con los posaderos y resultó que pusieron en la mesa un salchichón partido en tres partes iguales, pero Eshu con su poder hizo caer una lámpara cerca de la mesa y mientras todos preocupados miraron hacia el lugar, tomó los tres pedazos y se marchó. Fue reprendido por Eyiogbe y fue su primer discípulo en la tierra.

El primer discípulo

Eyiogbe fue a casa de Eshu y allí comenzó a adivinar para un campesino que cansado de su vida miserable sacrificó. Un día el rey preguntó al campesino de qué vivía y este respondió que vivía de 20 monedas divididas entre sus padres ancianos y el sustento de su casa, mujer e hijos. Al rey le gustó tan noble respuesta y dijo al campesino que no contara a nadie cómo dividía sus 20 monedas sin antes ver cien veces su cara. El rey quiso probar a sus adivinos y les dijo que encontraran a un hombre en su reino que sabía mantener a su familia con 20 monedas. Ellos después de algún tiempo lo encontraron, y como no hablaba, le ofrecieron 100 monedas de oro las cuales tenían el rostro del rey.

El rey enterado mandó a buscar al campesino y este respondió que había visto su rostro en las 100 monedas, por lo que el rey quiso recompensar su inteligencia y dijo:

—Pide lo que quieras.

El campesino pidió 5 monedas por cada hombre que tema a su mujer.

El hombre comenzó a enriquecerse con el cuento de las 5 monedas y ya hasta tenía carruaje. El rey enterado lo mandó a buscar para preguntarle cómo había prosperado tanto y el campesino comenzó a contarle que en el camino había visto una princesa muy bonita preguntando por el rey, en ese momento la reina pasaba por allí, el rey le dijo:

—Habla bajito que ahí viene la reina.

Momento que aprovechó el campesino para pedirle 5 monedas por su miedo y así se hizo rico.

REFRANES DE BABÁ ÉYÌOGBÈ

1 - La cresta del gallo.

2 - Un solo Rey gobierna su pueblo.

3 - Dos amigos inseparables se separan.

4 - Rey muerto, Rey puesto.

5 - Todo lo tengo, todo me falta.

6 - Dios le da barba al que no tiene quijada.

7 - Protector de la ciudad, es el nombre de Eshu.

8 - El dinero se sienta sobre la cabeza.

9 - Las deudas cuelgan de nuestros cuellos.

10- La cabeza manda al cuerpo.

11- La felicidad en casa del pobre dura poco.

12- Este río y el otro tienen un solo Rey, el mar.

13- Todos los honores de las aguas que hay en la tierra no son tan grandes, como el honor del mar.

14- La mano alcanza más alto que la cabeza, aunque la cabeza esté sobre las manos.

15- Cao y lechuza son los nombres de Orúnmila.

16- No tan calvo que se vea el cuero.

17- No hay mal que dure cien años, médico que lo asista y cuerpo que resista.

18- Divide y vencerás.

19- El cerdo puede pasar la vida sobre la piedra, pero prefiere vivir bajo ella.

20- Aquel que oculta sus males será enterrado con ellos.

21- Siempre que se escuche música, el sonido de la campana será más alto que el de los demás instrumentos.

22- Ningún sombrero es mayor que una corona.

23- La mano alza más alto que la cabeza únicamente para protegerla.

24- Por los caminos del mundo no hay distinción, lo mismo anda el bueno que el malo.

25- El pensamiento sabio es la fuerza que mueve la tierra.

26- Ningún bosque es tan espeso que el árbol de Iroko no pueda ser visto.

27- Las palmas jóvenes crecen más altas y frondosas que las viejas.

28- La muerte y la enfermedad no libran la guerra en casa de Oloddumare.

29- Es un error no aprender de los errores.

30- Las contradicciones sacan a la luz su escondrijo.

OGBE OYEKÚ

Hablan: Oddudua, Orunla, Eshu, Oshún

La primera esposa de Orúnmila

Sucedió que Orúnmila estaba triste por no tener esposa y quería regresar al cielo. Él adivinó viendo este Ifá, que le asegu­raba la llegada de una mujer inteligente, hija de Oyekú, y dijo:

—¿Cómo la reconoceré?

Ifá respondió:

—Por su inteligente respuesta.

Él sacrificó y partió por distintas tierras. A cada sitio que llegaba mandaba a cocinar y servir una gallina a cierta joven, pero ninguna lo hacía de modo que la escogiera como apetebí.

Llegó a una taberna donde había una atractiva joven que le correspondía y para probarla dijo:

—Cocina una gallina y compártela entre tu familia y un forastero.

Ella cortó la cabeza y la sirvió a su padre, las alas a su madre, las patas al forastero y la pechuga la tomó para ella.

A Orúnmila le pareció muy extraña aquella forma de repar­tir la gallina y después del servicio llamó a la joven y le preguntó, a lo que ella respondió:

—Le di la cabeza a mi padre pues le corresponde el gobierno de la casa. Di las alas a mi madre para albergar a la familia. Di las patas al forastero para que tenga buen viaje. Me quedé con la pechuga para encontrar el amor en mi pecho.

Al día siguiente Orúnmila la pidió en casamiento.

Eshu alimenta a Orúnmila con un caldo de piedra

Enseguida que Orúnmila encontró pareja idónea ocurrió que los clientes, después de resolver sus problemas, olvidaban remunerarlo y se vio pasando hambre. Eshu fue de puerta en puerta pidiendo limosna para alimentar a Orúnmila y a su mujer pero nadie le daba nada. Eshu prometió hacer un caldo de piedra para Orúnmila y llegó a cierta casa donde despertó la curiosidad de la gente por el caldo de piedra.

Puso la piedra con agua en la olla y pidió grasa, él lo probó pero lo encontró insípido y pidió sal, después dijo que para espesarlo necesitaría col y un pedazo de chorizo para que quedara más sabroso. El caldo despedía un olor delicioso y así pudo alimentar a Orúnmila. Después de algún tiempo la gente preguntó a Eshu por la piedra y respondió:

—La llevo conmigo para la próxima vez que Orúnmila tenga hambre.

REFRANES DE OGBÈ ÒYÈKÚ

1- Desciende sobre la muerte.

2- El arcoíris solo ocupa el tramo que Dios le mande.

3- El que desee que no lo engañen, que no engañe.

4- Para hacer el mal, no hay hombre pequeño.

5- Cuando la boca no habla, las palabras no ofenden.

6- La cabeza que no ha de ir desnuda, encontrará sombrero cuando abra el mercado.

7- Una flecha también tumba una corona.

8- Tiende tu mano al afligido y ponte lejos de ojos altivos.

9- Cualquiera se pierde en noche seductora, cualquiera sesalva sacrificando a Olorun.

10- El botín mal habido tiende lazo sobre el cuello del ladrón.

OGBE WEHIN

Hablan: Eshu, Obatalá, Shangó, Olokun, Oshún, Aleyo, Eggún, Oro

La esposa testaruda

Ocurría que Orúnmila no envejecía y su esposa sí, por lo que ya no podía seguirlo en su peregrinación. Ellos llegaron a tierra de pescadores donde Orúnmila fue deslumbrado por la belleza de una joven y la tomó como segunda esposa sin consultar el oráculo. Al poco tiempo la joven comenzó a porfiar por todo, tanto que le llamaban la testaruda.

Resultó que en un plante en que todas las apatebí cortaban el queso con cuchillo, ella lo hacía con tijeras. Cuando Orúnmila vio aquello le dijo que era con cuchillo con lo que se cortaba el queso y ella que con tijeras.

Ellos se disponían a abandonar aquella tierra y todavía la mujer porfiando que el queso se corta con tijeras, Eshu que ya había agotado todo su ingenio en callar aquella mujer le dio un empujón al río y ella no sabía nadar, comenzó a chapotear y a tragar agua, momento que aprovechó Eshu para pregúntarle:

—¿Con qué se pica el queso?

Y ella movía los dedos fuera del agua simulando el corte de una tijera.

Eshu al ver que se ahogaría, se colocó bajo sus pies de modo que ella pudiera respirar, todos comenzaron a lanzarle soga para sacarla pero ella dijo que no se movería hasta que el río desviara su cauce y que no dejaría pasar agua de un lugar a otro, pero como a Eshu le faltaba el aire se fue y las aguas se la llevaron.

Los fañosos

Hubo un tiempo en que los hombres no tenían narices, y todos eran fañosos, por lo que sus sonidos siempre terminaban en (ñe). Ellos tenían que respirar por la boca, cosa muy incómoda para comer y respirar al mismo tiempo. Suplicaron a Olofin que los atendiera y Orúnmila fue enviado a resolver aquel dilema.

Orúnmila sacrificó para mejorar al hombre y como en todos los lugares, unos obedecieron y otros no. Los más inteligentes estuvieron alertas, pues Orúnmila les avisó el día y la hora en que Olofi le mandaría el barco con las narices. Cuando las narices llegaron a puerto, los que sacrificaron escogieron las narices más bonitas.

Cuando los renegados se enteraron, fueron al lugar y formaron desorden pues temían no alcanzar, las narices fueron regadas por el suelo y en el tumulto de gente las pisotearon, estropeándolas. Y desde ese día quedó la marca en sus rostros por no escuchar a Orúnmila.

REFRANES DE OGBÈ ÌWÒRÌ

1- Mira detrás.

2- Cuando una aguja se le cae a un leproso, se esfuerza para volver a obtenerla.

3- Los niños malcriados e intratables, serán corregidos por el extraño.

4- Cada cual vino para lo que Dios lo mandó.

5- El abikú convierte en mentiroso al médico.

6- El gran tambor Akeya dijo que demoraría mucho para emitir su sonido.

7- Eres valiente, confías en tu firmeza, mas si no moderas tus ambiciones, tendrás una vejez solo para secar lágrimas.

8- La esponja va alegremente a la cabina del baño pero sale llorando.

9- El que disimula la injuria es un cuerdo, es hipócrita consigo mismo.

10- Los oddún de Ifá son más fuertes que la brujería.

11- Un tejedor no se establece en la ciudad porque ellos se congregan en multitudes.

12- Un solo sacerdote no puede ser lo suficiente sabio para predecir los designios de Odú y el resultado de la adivinación de Ibo.

13- Nada revelado puede ser secreto.

14- Quien perdió un familiar bajo la fiereza del tigre, se arrodilla a ver un zorro.

15- Un favor nunca complace a un pariente.

16- Aunque me creas, solo no lo estoy, Olofin me acompaña.

OGBE DI

Hablan: Elegguá, Obatalá, Oggún, Oshún, Dadá, Orúnmila, Elerda, Oké

El príncipe mocoso

Orúnmila llegó a una tierra y vivió en la casa de un campesino que tenía dos hijos. Ellos poseían un sitio sembrado de maíz y todas las noches había que vigilarlo, pues una manada de caballos salvajes venía a pastar en sus campos.

Orúnmila adivinó para el hijo menor al que todos llamaban mocoso.

Ocurrió que en el pueblo el Rey abrió un certamen donde daría la mano de su hija al que pudiera saltar a caballo hasta la azotea de su hija la princesa. Muchos lo intentaron incluyendo el hijo mayor, quien cayó al suelo y se manchó con el estiércol de su caballo, pero nadie lo había logrado.

Una noche en que el mocoso cuidaba el sitio, enlazó al caballo del Diablo el cual le dijo que pidiera lo que quisiera. Él pidió vestir un traje plateado como la luna y saltar sobre su lomo a la terraza de la princesa, de ese modo el mocoso llegó a ser príncipe.

El pitirre y el aura

Cuando Olofin creó el mundo, mandó a Orúnmila para que enseñara a cada ave a construir su nido, muchas de las aves escucharon y aprendieron, logrando confortables y seguros nidos para criar a sus hijos. Pero el aura era muy haragana, se hacía muchas ilusiones, imaginaba que encontraría un nido vacío y lo adaptaría a su manera sin tener que trabajar tanto.

En cuanto comenzó a llover, ella se escondió en los ramajes y allí vio un nido de pitirre con sus pichones, ella los mató y se quedó sobre el nido y dijo:

—Cuando escampe yo construiré el mío.

En cuanto se calmó la lluvia apareció el pitirre y al ver lo ocurrido comenzó a picar la cabeza del aura. Desde ese día el aura no tiene cabida en los árboles, pues el pitirre siempre picotea su cabeza. Es por eso que ella pone sus huevos entre las piedras y sus pichones no tienen nido.

REFRANES DE OGBÈ ÒDÍ

1- Completamente claro. Ogbe cierra.

2- Pagan justos por pecadores.

3- Nacen las bagatelas.

4- Cada quien vino al mundo para lo que Dios mandó.

5- El verdadero modo de no saber nada, es aprenderlo todo de un golpe.

6- Después de ofrecerle el beneficio me dejan colgando.

7- La flecha tiene la virtud de no sonar.

8- La sabiduría esta esparcida por muchas cabezas, pues no hay cabeza que pueda retenerla.

9- Después de la muerte de un amor, nace otro que pensamos es mejor.

10- Si el cangrejo tuviera cabeza, caminaría con destino.

11- El que persevera triunfa.

12- Quien anuncia el bien a otros, jamás alcanzará el suyo.

OGBE IROSUN

Hablan: Orúnmila, Eshu, Oggún, Osain, Egungun, Olokun

El cóndor y el gusano

Olorun prometió desplegar su gloria a la altura de las nubes sobre la colina más alta del mundo, para ver cual de los animales creados podía alcanzarla. Orúnmila adivinó para el cóndor y le aconsejó sacrificar para lograr alcanzar tan anhelado honor, pero él se jactaba de ser el animal que más alto volaba en el mundo. Orúnmila adivinó para el gusano señalándole posibilidades de alcanzar la gloria, y este le preguntó:

—¿Cómo podría ser eso posible?

Y Orúnmila le respondió:

—Nunca te rindas en tu empeño.

El gusano sacrificó y partió colina arriba sin que nadie lo supiera, así día tras día se arrastró sobre su pecho hasta llegar a la colina más alta del mundo.

Llegó el día en que Olorun mandó a todos los animales a buscar la gloria del mundo. El cóndor con sus enormes alas llegó a la cumbre y comenzó a vanagloriarse de que solo él podía llegar a la cima del mundo, cuando de pronto se escuchó una voz que decía:

—Hermano, hace tres días que estoy aquí.

A lo que el cóndor sorprendido preguntó:

—¿Cómo has llegado aquí?

Y respondió:

—Nada es imposible para quien tiene voluntad de sacrificio.

Y así el simple gusano se llevó el honor del presumido cóndor.

La letanía del pájaro

Orúnmila llegó a una tierra donde nunca salía el sol, porque un pájaro gigantesco se lo había tragado. Nunca era día, sino noche, y todo el tiempo el pájaro cantaba:

—Yo no he visto día, sino noche.

Todos temían al pájaro y nadie hablaba.

Orúnmila sacrificó y cansado de la misma letanía del pájaro no soportó más. Salió de la casa con su irofá y dijo:

—Yo he visto día y noche también.

El pájaro bajó y se lo tragó. Pero Orúnmila no era bobo, iba preparado con su irofá y le fue perforando el hígado en pedazos. El pájaro se debilitaba cada día y la voz no le salía. Ya su canto se oía con menos fuerza, hasta que un día cayó al suelo.

Entonces todos los hombres fueron llamados para hacerlo pedazos. Y Orúnmila desde el interior les advirtió que lo hicieran con cuidado, que él estaba vivo. Por fin, salió. Le dieron las gracias porque de nuevo el sol brillaría para todos.

Y desde ese día todos vivieron felices, gracias a la astucia de Orúnmila.

Orúnmila se desposa con Ikú

Orúnmila después de procrear cuatro generaciones decidió deleitarse y en sus ratos libres se adentraba en el monte para cazar. Consulta a Ifá y le fue aconsejado sacrificar para no ver la muerte antes de tiempo. Pero él era moroso al sacrificar.

Un día estuvo en medio de un tupido monte al acecho de un puerco salvaje, que debía aparecer de un momento a otro, en eso escuchó un lindo canto. Levantó los ojos hacia una peña y en su cima había una hermosa joven que impacta su corazón. Ofreció el awó a los pies de aquella dama, todo lo que tenía que no era poco.

—Guarda tus riquezas, eso no es lo que te pido para que seas mi dueño.

—¿Qué dote pues deseas?

—Quiero renuncies al legado de tu sangre y me pongas a mí por encima de tu fe.

Miró a la joven y se perdió en su tierna sonrisa.

—¡Así sea: esta dicho!

Tomó a la joven y la montó en su caballo pero cuando palpó cuidadosamente las desnudas formas de la joven pudo comprobar que sus piernas eran huesos fríos como los de la cabra. Entonces clamó a Ifá, pero ya era tarde pues Ikú lo tomó.

El viejo del zurrón

Orúnmila se estableció en aquella tierra donde se apareó a la cotorra y procreó un hijo, el cual era su predilección y nunca se apartaba de su lado. Un día el muchacho a escondidas decidió ir a bañarse al mar con unos amigos. Dejó la ropa en la orilla y mientras jugaban en el agua, pasó por allí un viejo y robó sus ropas, las metió en un zurrón.

El muchacho salió tras el viejo y este le dijo que solo le daría la ropa si entraba a buscarla al interior del zurrón, cuando entró se lo echó a la espalda y se marchó.

El viejo le dijo al muchacho:

—Cuando yo vaya por las calles y te diga: canta zurrón; si no cantas, te doy con el bastón.

El viejo viajó por muchas tierras y ganó mucho dinero. Orúnmila hizo ebbó que debía depositarlo en el zurrón de un embaucador; enterado de la fama del viejo partió tras él, ofreció dinero a la hostelera que le permitiría depositar el ebbó dentro del zurrón cuando el viejo estuviese dormido. Así encontró a su hijo triste y enfermo.

Al otro día cuando el viejo golpeó el zurrón en presencia de todos, este no cantó y el pueblo lo obligó a lamer el ebbó. Fue acusado y llevado a la cárcel por embaucador.

REFRANES DE OGBÈ ÌRÒSÙN

1- Lanza el sueño al camino. Ogbe ve el Osun, Ogbe saca el Osun a ver el mundo.

2- Es mejor morir con la verdad que vivir con la mentira.

3- Si le das un puntapié a tu perro, otros le darán palos.

4- El ojo del hombre ve a Dios solo entre lágrimas de tristeza o regocijo.

5- El pobre cuando hace un hijo está haciendo por sí mismo.

6- El que enmienda sus defectos modifica a sus enemigos.

7- Si tu cabeza no te vende no hay quien te compre.

8- Para el que cree todo es posible.

9- El padre nunca niega la ayuda al hijo.

10- Nada prestado puede tenerse indeterminadamente.

11- El que pierde su padre pierde su protección.

12- Aquel que es enterrado por su hijo es aquel que verdaderamente tiene hijos.

13- Cuando la cabeza es buena conduce a los pies derechos.

14- Por mucho que lo anuncien no compre lo que no sirve.

OGBE OJUANI

Hablan: Orúnmila, Eshu, Eggún, Obatalá

Orúnmila rehúsa casarse con una princesa

Orúnmila llegó a tierra de leñadores donde existía un acertijo que ningún mago del mundo había podido descifrar.

Ocurrió que la princesa encontró un piojo en la cabeza de su padre el rey y cuando quiso quitárselo respondió:

—Déjalo, pues quiero que crezca.

El piojo creció tanto que llegó a ser más grande que la cabeza, entonces el rey lo mandó a matar y con su piel construyó un tambor. Creó una especie de concurso en el cual daría la mano de su hija al que fuera capaz de adivinar de qué estaba hecho el tambor. Los grandes sabios del mundo fueron al certamen y ninguno pudo descifrar. Eshu que todo lo ve, escuchó cuando la princesa dijo al oído del sirviente de un joven príncipe que nadie podría adivinar que el tambor era de piel de piojo. Orúnmila adivinó, pero la princesa amaba al joven príncipe y Orúnmila pensó que ella no sería buena esposa pues no lo amaba. Orúnmila rehusó casarse con ella pues ninguno de los dos sería feliz y el rey al ver el gesto noble de Orúnmila lo recompensó con enormes riquezas.

Orúnmila muestra la virtud de los 10 enanos

Orúnmila alcanza llegar a la tierra de las mujeres perturbadas, donde solo había discusión entre ellas y sus maridos, y todo estaba a medio hacer, cuando estaba la comida no estaba el agua caliente, y cuando la cama estaba tendida la loza estaba sucia, por lo que las palizas no cesaban. Ellas fueron a ver a Orúnmila por adivinación, quien les dijo que en el bosque había 10 enanitos que podrían ayudarlas, pero que tenían que levantarse temprano en la mañana y arreglar la cama, encender el fuego, barrer la casa, remendar la ropa y mientras cocinaran fueran enrollando sus madejas de hilo hasta que llegaran sus maridos; así les fue indicando lo que debían hacer, diciéndole que en todo esto iban a ser ayudadas por los 10 enanitos del bosque sin que ellas los sintiesen.

Las cosas comenzaron a ir bien en aquella tierra y ellas iban a agradecer a Orúnmila, pero él siempre les recordaba que era a los 10 enanitos a quien debían de agradecer, pues aquel asunto estaba fuera de su alcance. Pasó el tiempo y ellas pidieron a Orúnmila que le mostrara aquellos maravillosos enanitos y él respondió: no sean tontas si quieren verlos miren a sus manos, sus 10 dedos son los enanitos.

REFRANES DE OGBÈ ÒWÒNRÍN

1- El que mata el amor, siembra el odio.

2- El momento de la creación ha llegado.

3- Usted es candil de la calle y oscuridad en la casa para quien tiene capacidad.

4- El camino más largo se hace corto cuando se regresa a la casa.

5- Quien encuentra paz en su casa no la pierde en la calle.

6- Al este o al oeste mi casa es mejor.

7- La cabeza siempre triunfa sobre la mala fortuna.

8- La verdad y solo la verdad se pone encima de la verdad.

9- La honestidad libera al hombre del penar.

10- Todos nos servimos de maestros.