Los ojos que todo lo ven - José Maria Villa - E-Book

Los ojos que todo lo ven E-Book

JOSE MARIA VILLA

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Beschreibung

José María Villa, en su libro “Los ojos que todo lo ven”, ha buceado en la historia para contarnos esas certezas que nos han sido ocultadas. Tal vez por razones económicas o factores de poder, la humanidad ha recorrido caminos insospechados.
Gracias a su curiosidad y a su necesidad por encontrar argumentos sólidos a las tantas incógnitas que su mente le planteaba, un día surgieron “Escritos Profanos” lugar donde se fueron anidando sus capítulos: caminó por la cornisa de la incredulidad y se llenó de estupor cuando halló las repuestas.
El entramado de las familias venecianas y su oscura nobleza; Lilith la primera rebelde, antesala del empoderamiento femenino; el redescubrimiento de América o el Vaticano y sus intereses, son algunos de los temas que nos sumergen en la lectura apasionada de este libro.
Y nos encontramos ante la necesidad de devorar sus páginas, queremos conocer la autenticidad de los hechos. Tenemos urgencia.
A medida que uno se interna en la lectura, se va involucrando en sus mágicas realidades. La duda empezó su trabajo, sutil y persistente. La Historia ya no es la misma, tiene otra cara: las sombras platónicas resurgen haciendo presente a la ignorancia como esa evidencia que se vuelve incómoda.
José María tiene un gran trabajo por delante, ya no nos puede dejar huérfanos de verdades
Vayamos leyendo.
Y opinemos.

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Veröffentlichungsjahr: 2023

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Prólogo

Nuestra civilización, como toda civilización, es un complot.

Muchas de nuestras creencias provienen de nuestro consentimiento en no discutirlas y desviar nuestra mirada de la realidad. Hay cosas que no queremos ver, ni siquiera que otros la nombren. El complot tiende a ocultarnos que hay otro mundo en el mundo en que vivimos, y otro hombre es el hombre que somos.

Para crecer tenemos que romper el pacto. Nacer de nuevo, mirar con otros ojos, iniciarnos en una nueva vida, pero de nada vale si no somos realistas. Es decir, partir del principio de que no conocemos la realidad. Si empleásemos libremente los conocimientos de que disponemos; si estableciésemos entre éstos relaciones inesperadas; si mirásemos los hechos sin prejuicios, veríamos una realidad diferente.

Para romper ese pacto están los otros, aquellos que tienen una mirada diferente, aquellos que nos plantean la duda de lo que nos dicen nuestros sentidos.

Los imperios y regímenes autoritarios acompañan su conquista con el lenguaje, la cultura, la religión y la ideología. Babilonia fue el primer gran imperio. Sus reyes dominaron a muchos pueblos, les cobraban tributo, les imponían su lenguaje y religión. Eran depredadores de las culturas, como lo han sido todos los imperios. Como estrategia de conquista desterraban a su capital, Babilonia, a los líderes de la resistencia para separarlos de los sectores populares y debilitar la protesta de la gente. Los imperios, como todo gobierno autoritario, han tratado siempre de establecer como eternas y universales sus verdades. Aspiran a un discurso único, el suyo, para imponer la cultura económicamente dominante. Nada ha cambiado.

Cuando se analiza la génesis de la nobleza europea, se sorprende al comprobar su origen Babilónico, donde estuvieron los comienzos de nuestra civilización. En los últimos años se popularizó la versión que el origen del hombre actual es fruto de una manipulación genética, extraterrestre de los homínidos existentes en la tierra. Según esta versión y también en la Biblia, han convivido en la región de Babilonia durante muchos años los hombres con estos seres y han formado una casta “sacerdotal” para atenderlos y aprender conocimientos que mantienen ocultos del vulgo desde hace siglos. Esos seres han desaparecido de la vista de la humanidad. Sin embargo, un pequeño grupo selecto de personas nos ha seguido controlando desde entonces. No tengo ninguna prueba que es cierto ese relato.

Sólo pude comprobar que un conjunto de pocas familias, relacionadas entre sí a lo largo de la historia, se han mantenido unidas y han logrado poseer los recursos naturales (tienen las tierras, controlan el petróleo, los minerales y la energía), son dueños de los bancos y por consiguiente del crédito. Ocultan su identidad bajo el nombre de Corporaciones. A través de las religiones y los medios de comunicación han vigilado a la humanidad y provienen de Babilonia.

El Ojo que todo lo ve o Panóptico, simboliza la vigilancia y providencia de Dios sobre la humanidad. En las culturas ancestrales estaba relacionado con el concepto del “Tercer Ojo”. Es un símbolo vinculado a la percepción de lo espiritual, mirando hacia adentro, mientras que los ojos ven hacia afuera todo lo material. El hallazgo de este símbolo en todo el planeta evidencia la existencia de una religión, en un pasado remoto, que habría transferido este saber a diversas culturas.

La creencia en un ser invisible que nos vigila para que no violemos las normas permitió la aparición de sociedades complejas, al evitar que velemos sólo por nuestro propio interés y tengamos comportamientos altruistas. A lo largo de la historia se ha utilizado el simbolismo del ojo para representar una fuerza creadora, que protege a la humanidad castigando a los que no sigan sus órdenes. Un dios “GRAN HERMANO” que ayuda a unir a las personas que no se conocen, pero que integran a un mismo grupo de pertenencia.

En la actualidad la humanidad está siendo controlada en todos sus movimientos por el celular y el reconocimiento facial, incluso son conocidas sus gustos de compras por sus resúmenes de tarjetas y también están monitoreadas sus opiniones en la redes sociales. Por ejemplo: Si tienes Gmail en tu celular con WIFI, puedes ver en Google Maps un mapa mundial que muestra dónde estuviste en cada momento (ver www.google.com/maps/timeline). Es una información vos les permitís reunir, al aceptar los términos de licencia, cuando instalás la aplicación.

Con los datos del celular, solamente lo que se llama metadata, o sea sin necesidad de escuchar las conversaciones, las computadoras inteligentes permiten hacer un perfil de cada uno de nosotros y se nos envía información personalizada. Desde hace algunos años, Google ya había anticipado que "va a ser muy difícil que las personas consuman algo que no haya sido de alguna forma hecho a la medida de ellos". Esto hace que en cierta forma nuestra experiencia con la tecnología moderna sea la de un espejo, que tiende al narcisismo: nos empachamos de nosotros mismos. Cada uno sólo experimenta su propia realidad y quedamos aislados en el confort de nuestra propia burbuja.

El gran cambio es que los dueños de la información y las técnicas de análisis conocen a la sociedad como nadie antes y pueden hacer predicciones con un nivel científico, mediante la Inteligencia Artificial. Ya estamos fusionados con esta tecnología, como sociedad y como especie. Nuestra distribución de recursos ocurre básicamente en la bolsa, y el 80% de las transacciones son decididas por Inteligencia Artificial al igual que el 99% de las decisiones de la red de electricidad. Si tenemos un sistema que se llama Inteligencia Artificial que distribuye el 80% de los recursos y el 99% de la energía”, yo diría: la Inteligencia Artificial es una parte inseparable de esta sociedad. Y ya no se puede deshacer, no se puede desenredar.

CAPÍTULO 1 - El Ojo que todo lo ve

El Ojo de la providencia, también llamado Ojo que todo lo ve, Panóptico o Delta luminoso, es (según Wikipedia) un símbolo interpretado como la vigilancia y providencia de Dios sobre la humanidad. Pero también tiene otros significados como vamos a ver.

Se encuentra relacionado con el «Ojo de Horus» del antiguo Egipto. Sin embargo, se diferencia de él porque se encuentra inscripto dentro de un triángulo con uno de sus tres vértices hacia arriba y con la mirada hacia abajo, como símbolo de «omnipresencia».

El símbolo ha sido usado tanto dentro de contextos religiosos, como mágicos y forma parte del simbolismo masónico donde es conocido como "Delta luminoso", por su semejanza a la letra griega Delta, el cual es representación del Gran Arquitecto del Universo. En muchas ocasiones tiene inscrito el tetragrama hebrero o solamente su primera letra hebrea "yod" que puede considerarse en este caso como una abreviatura de él. La yod es considerada como el elemento primero a partir del cual se forman todas las letras del alfabeto hebreo, es también la letra inicial del Nombre de Jehová y si bien está representado por un pequeño punto suspendido, simbólicamente alberga al infinito.

El uso del Ojo que Todo lo Ve en las culturas antiguas

India

El dios hindú Shiva tiene tres ojos. El tercer ojo o chacra de la frente se conoce como el ojo de Shiva, poseedor de todo el conocimiento, que cuando se abre destruye todo lo que ve. Por lo tanto, es un símbolo del conocimiento que destruye el mal y la ignorancia.

Representación de Shiva con su Tercer Ojo

Esto se puede comparar a un despertar de la parte más espiritual de una persona, que ve la verdad de las cosas y puede luego eliminar dentro de la psique de otra, aquello que es opuesto y se manifieste más. De esta manera se trata de una “destrucción creativa” del mal para transformarla en una conciencia superior.

Budismo: El ojo que todo lo ve de Buda

En el budismo a Buda se le conoce como el Ojo del Mundo. Es típico que los templos en Nepal muestren un gráfico de los “Ojos de Buda” como se muestra arriba – nota que incluye una marca para el “tercer ojo” también. Los ojos también son conocidos como los ojos de la sabiduría y la compasión.Estatuas de Buda suelen mostrar un punto en la mitad de la frente para representar el tercer ojo.

Antiguo Egipto: El Ojo de Osiris

El jeroglífico del Dios ‘Osiris’ contiene un ojo como se muestra arriba. Al igual que en el hinduismo y el budismo, nos encontramos con una deidad espiritual que en la antigüedad fue representada como un ojo.

Ojo de Horus

El Ojo de Horus o Udyat "el que está completo", fue un símbolo de características mágicas, protectoras, purificadoras, sanadoras, símbolo solar que encarnaba el orden, el estado perfecto. El Udyat es un símbolo de estabilidad cósmico-estatal.

(Dios del antiguo Egipto representante del bien), hijo del dios Osiris (representante del aire y de la tierra) y la diosa Isis, nacido en secreto para protegerlo y evitarle una muerte en manos de su hermano Set quien asesinó a su padre para evitar que tuviese más descendencia y poder tomar el trono real.

Horus era hijo de Osiris, el dios que fue asesinado por su propio hermano Set. Horus mantuvo una serie de encarnizados combates contra Set, para vengar a su padre. En el transcurso de estas luchas los contendientes sufrieron múltiples heridas y algunas pérdidas vitales, como la mutilación del ojo izquierdo de Horus. Pero, gracias a la intervención de Tot, el ojo de Horus fue sustituido por el Udyat, para que el dios pudiera recuperar la vista. Este ojo era especial y tenía cualidades mágicas. Se utilizó por primera vez como amuleto mágico cuando Horus lo empleó para devolver la vida a Osiris.

Horus era un dios sol con cabeza de halcón y se podría decir que su ojo fue diseñado como el de un halcón teniendo su marca debajo.

También es muy interesante observar que el dibujo del Ojo de Horus coincide con la sección transversal del cerebro medio, donde se encuentra la glándula pineal, de la que se dice a menudo que es el “tercer ojo” y un centro de espiritualidad.

Es como si el ojo de Horus fuera una representación del tálamo. Si esto es lo que estaban dibujando. ¿Consideraban el cerebro medio como el foco de la conciencia”?.

Hay que recordar que uno de los más grandes secretos de la ciencia esotérica de la humanidad yace en una serie de técnicas que permiten “abrir” o “activar” el tercer ojo, lo que significa también ver a través del ojo de dios y encarnar la divinidad inherente en cada ser humano.

Oriente Medio/Asia – Hamsa

En el Medio Oriente el ojo que todo lo ve se ha conocido en la forma de un símbolo de una mano con un ojo llamada como Hamsa, o Hamesh.

Es el símbolo de un ojo en la palma de una mano, normalmente la mano derecha. De nuevo, es un símbolo de protección contra el mal de ojo (la mala suerte provocada por los celos de los demás) y el peligro en general y puede verse como un amuleto de la buena suerte en ese sentido.

También se conoce como la mano de Fátima en el Islam y la mano de Miriam en el judaísmo. En la India se conoce como la mano Humsa. Los Jainistas también tienen una forma de la Hamsa en su simbolismo con la palabra ahimsa (que significa no violencia) dentro una rueda en el lugar donde debería estar el ojo.

La Hamsa se ha utilizado durante miles de años y todavía está en uso hoy en día como amuletos, talismanes o adornos de pared. Parece tener sus orígenes en la antigua Mesopotamia con la mano de Ishtar siendo un símbolo de la protección divina a pesar de que no contenía el ojo en la palma.

Antiguo Ecuador

También está el sorprendente descubrimiento de 1984 en La Maná, en el centro de Ecuador, de un antiguo artefacto conocido como la Pirámide Negra, que está hecha de piedra negra con un ojo en el ápice. La piedra que tiene incrustaciones de oro la forman 13 niveles de “ladrillos” y un ojo en la parte superior. Estas incrustaciones brillan cuando están bajo la luz negra. En general se ve como una representación de la gran pirámide de Giza (a 12022 km. de distancia) y también increíblemente parecido al símbolo de la pirámide con el ojo que se utiliza en el gran sello y en el billete de 1 dólar de EE.UU.

Pirámide Negra con la Cobra Real

No se sabe cuán antiguos son estos objetos ya que datarlos no ha sido posible, pero se piensa que son anteriores a las culturas antiguas conocidas de la región.

El Cristianismo

En el Cristianismo se denomina El Ojo de la Providencia y representa “el ojo de Dios” que penetra todos los secretos y vela por la humanidad. Muestra un ojo en el cielo o en el interior de un triángulo, rodeado por rayos de luz y nubes. El triángulo se ha utilizado durante muchos siglos para representar a la trinidad cristiana. Los estallidos de luz y las nubes son de uso común para representar la santidad y divinidad de Dios. La luz también representa la iluminación espiritual, no sólo la iluminación física.

“Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos.” (Proverbios 15: 3)

La creencia en un dios moralista, omnisciente y que puede castigar a quien no siga sus mandamientos fomenta la cooperación con desconocidos de la misma religión. La creencia en un ser invisible que nos vigila para que no violemos las normas permitió la aparición de sociedades complejas, al evitar que velemos sólo por nuestro propio interés y tengamos comportamientos altruistas.

A lo largo de la historia se ha utilizado el simbolismo del ojo para representar una fuerza creadora, benevolente y vigilante, que ayuda y protege a la humanidad castigando a los que no sigan sus órdenes. Un dios 'gran hermano' ayuda unir a las personas que no se conocen.

El Ojo Turco y el Mal de Ojo

El mal de ojo es una creencia popular, según la cual, una persona tiene la capacidad de producir daño, desgracias, enfermedades a otra sólo con mirarla. A la persona afectada se dice que está ojeada o le echaron mal de ojo.Este mal puede producirse voluntaria o involuntariamente. Cuando una persona envidia y mira a otra persona, la energía protectora que envuelve a cada uno de nosotros genera una apertura por donde entra el juicio, que cae sobre la persona mirada. Como no siempre estamos atentos, hay talismanes que absorben esa energía. Dice la leyenda que el Ojo Turco se sacrifica por su dueño y se rompe cuando absorbe esa energía.

La historia de la humanidad nos demuestra, que estas miradas celosas fueron conocidas por muchas culturas. Algunos ejemplos son los griegos, que salían a las batallas con los ojos pintados en la proa de sus barcos. Los egipcios con su conocido “Ojo de Horus”. En la india se cree que la pintura para el rostro se originó con la finalidad de protegerse del “mal de ojo”. Los musulmanes y judíos también reconocen esta energía y utilizan el ojo para protegerse, hasta el día de hoy.

Los síntomas producidos en la victima son, dolor de espalda, cansancio, agotamiento, bostezo. Afecta a adultos y niños. Algunos bebes dejan de alimentarse y vomitan. Siendo estos últimos los más afectados por este mal ya que son los más débiles. Se pueden ver dañados los negocios, el trabajo y las relaciones personales.

En conclusión sobre la importancia del “ojo que todo lo ve” en la antigüedad

Como hemos visto, a lo largo de la historia ha habido una fuerte tradición a través del tiempo, los continentes y las culturas en la utilización del simbolismo del ojo para representar generalmente una fuerza benevolente creadora vigilante, que ayuda y protege a la humanidad y también representa una parte espiritual que se encuentra dentro de uno conocido también como el Tercer Ojo de la iluminación, o el Ojo del Alma.

Se dice que Buda pudo entender las fuerzas de la existencia y su manifestación en la cadena de la causalidad, luego de despertar su Tercer Ojo. Aparece una y otra vez en los mitos, esculturas, grabados y pinturas en las culturas antiguas de todo el mundo. Se representa a menudo en todo el antiguo Egipto como un solo Ojo incorpóreo. El Tercer Ojo era comúnmente descrito por los antiguos místicos que experimentaron la luz divina.

“.. en cada hombre hay un Ojo del alma, que … es mucho más precioso que diez mil ojos corporales, por sí solo es visto la verdad … El ojo del alma … es solo adaptado naturalmente al ser resucitado y excitado por las disciplinas matemáticas. “

– Platón, República

El Ojo que nos controla

Hay un ojo que nos controla, como en la novela “1984” donde George Orwell presenta un futuro en cual una dictadura totalitaria controla todos los movimientos de sus ciudadanos, castiga incluso a aquellos que delinquen con el pensamiento e interfiere hasta tal punto en la vida privada que resulta imposible escapar a su control.

¿Estaba tan lejos de la realidad el libro de Orwell?.

Si bien es clara la analogía con el comunismo estalinista, el Nazismo y el fascismo de esa época, la novela cobra nueva vigencia en la sociedad actual, ya que el control a los ciudadanos, coercitivo o no, se halla más perfeccionado que en ningún otro momento de la historia de la Humanidad.

El simbolismo durante mucho tiempo ha sido utilizado por la humanidad para comunicar ideas que mejor se cristalizaron en una forma compacta.

Como dice el dicho muy conocido, una imagen vale más que mil palabras.

En las culturas ancestrales

El Ojo que todo lo ve está relacionado con el concepto del “Tercer Ojo”, y guardaría una correlación con el chacra ubicado en la frente. Suele estar asociado a menudo con las visiones religiosas, la clarividencia, la percepción extrasensorial, así como la capacidad de observar el aura humana, la precognición y llegar a experimentar experiencias extracorpóreas. Las personas que aducen poseer la capacidad de utilizar sus terceros ojos se les denomina normalmente videntes o adivinos. Es un símbolo de características mágicas.

El panóptico - Sociedad de vigilancia

El filósofo utilitarista Jeremy Bentham hacia fines del siglo XVIII, crea el PANOPTICO, un tipo de arquitectura cuyo objetivo es permitir a su guardián, observar a las personas recluidas en esos sitios sin que estos puedan saber si son observados.

El Panóptico era un sitio en forma de anillo dividido en pequeñas celdas que daban a un patio con una torre en el centro en la podía haber alguien controlando. En cada una de esas celdas había, según la institución, un alumno, un obrero, un prisionero, un loco, etc.

Las personas estaban expuestas a la mirada de un vigilante que podía ver todo, sin que nadie pudiera verlo.

El efecto más importante del panóptico es inducir en el detenido un estado consciente y permanente de visibilidad que garantizaría el funcionamiento automático del poder, sin que ese poder se esté ejerciendo de manera efectiva en cada momento, puesto que el prisionero no puede saber cuándo se le vigila y cuándo no.

Se inaugura así una sociedad de vigilancia que continua en nuestros días. Se trata del control social. La idea es la de “imponer una determinada conducta a cierto tipo de gente, mediante el miedo”».

En la actualidad la humanidad está siendo controlada en todos sus movimientos por el celular. Actualmente la mayoría de los principales sitios de Internet no ofrecen ya una experiencia igual para todos los usuarios, cada uno se encuentra con una plataforma personalizada y optimizada para satisfacer su experiencia.

La forma en la que están programadas las plataformas en línea hace que cada uno de nosotros experimente una versión personalizada de la realidad, la cual nos mantiene aislados de versiones que desafían nuestras propias ideas.

El peligro de esto es que al movernos en una ecología de información personalizada sólo reforzamos lo que ya somos y nos encontramos con información que pueda desafiar nuestra ideología.

El símbolo del “Ojo que todo lo ve”, a través de los años ha pasado de representar al desarrollo individual, el conocimiento y la sabiduría de los grandes iniciados de la humanidad, a simbolizar la “omnipresencia” de un Dios que todo lo veía y estaba pendiente de nuestros actos, para luego transformarse en el Panóptico representativo de una sociedad que se autocontrolaba y acomodaba, mediante personas que vigilaban sin ser vistas, y de este modo los grupos de poder imponían una determinada conducta a la humanidad.

Pero se ha dado un paso más, ya que se ha conseguido procesar y hacer pronósticos mediante la Inteligencia Artificial, con los datos obtenidos mediante los celulares, tarjetas, redes sociales y se obtenido un perfil de cada uno de nosotros. Ahora se ha comenzado a interactuar y enviarnos información personalizada, con lo que corremos el riesgo de vivir en una burbuja hecha a nuestra medida.

El gran cambio es que se conoce a la sociedad y a cada integrante de la misma como nunca antes, y se pueden hacer predicciones con un nivel científico. Para Foucault el poder no es un patrimonio aristocrático o de la nobleza, es decir, no hay dueños del poder, es algo que pertenece a los fueros íntimos del hombre. Lo que usualmente se denomina con el nombre de poder, no es más que control. Un rey puede controlar a su pueblo como le venga en gana pero eso no quiere decir que sea el más poderoso.

Todo tiene su pro y su contra, depende como lo utilicemos.

CAPÍTULO 2 - Orígenes Babilonios de nuestra civilización

Según las leyendas, el comienzo de nuestra civilización podemos ubicarlo en la ciudad de Babilonia, junto al río Éufrates. Fue una de las primeras ciudades de la era post-diluviana, y para algunos allí fue creado el Homo Sapiens después de la supuesta manipulación genética por parte de los “dioses” anunnaki.

Fue en esta ciudad donde se crearon las primeras escuelas de misterios y sociedades secretas que iban a influir significativamente en el devenir de la Humanidad. Buena parte de nuestras creencias occidentales, surgieron de la mitología Aria, hace 6.000 años, con las leyendas y divinidades persas que llegaron a nosotros con el velo de la tradición judeocristiana y primordialmente de la Iglesia Católica Romana.

Tras el diluvio de la lejana tradición aria, quedaron en la tierra grupos humanos, los hijos de Noé, que bajaron de las montañas. Pero también los descendientes de los que subieron del interior de la tierra, y así supuestamente nació una raza híbrida emparentada con las divinidades.

Según los textos antiguos, el fundador de Babilonia fue el gigante Nimrod y su esposa Semiramis, un tirano de larga vida según relatan las tradiciones. Ambos son reconocidos como los “dioses” más importantes de la Hermandad Babilónica y han sido venerados hasta la actualidad bajo diferentes nombres y símbolos. Nimrod fue simbolizado como un pez-dragón y la Reina Semíramis como un pez y una paloma.

Nimrod y Semíramis formaban parte de lo que los antiguos Griegos denominaban la raza de Titanes o en la Biblia Nefilim. Esta raza de gigantes se decía que eran descendientes de Noé, descrito en el Libro de Enoc como fruto de las relaciones entre un “dios” y un humano y con piel sumamente blanca. El padre de Nimrod era Cush, también conocido como Hermes, que significa Hijo de Ham, y que era nieto de Noé. El padre de Ham fue Cam, hijo de Noé, quien robó las pieles que Dios había hecho para Adán y Eva antes de que los expulsara del Jardín de Edén. Nemrod se hizo conocido como "el poderoso cazador". Era considerado invencible mientras llevara puestas esas ropas, que están mencionadas en Génesis 3:21.

A Nimrod le fue dado el título de Baal (Lord, Señor) y Semíramis eran Baalti (My Lady, Mi Dama). El término latín para mi dama es Mea Domina que en su forma italiana corrompida se hizo Madonna, Notre Dame en francés. Las catedrales de Chartres y Notre Dame eran centros de adoración de la Madonna Negra o virgen negra, otra obsesión templaria. Pero el culto de la Madonna Negra no estaba relacionado con María, la madre de Jesús. Era la adoración de la Reina Semíramis / Isis.

Cuando Nimrod muere, de acuerdo a las leyendas, su cuerpo fue cortado en pedazos y quemado y los pedazos fueron enviados a varias áreas. Prácticas similares se mencionan en la Biblia (Jc.19:29; 1 Sa 11:7, su esposa, la reina Semiramis, lo proclamó como el dios-Solar. Más tarde, se hace embarazar en secreto por un sacerdote, cuando esta mujer da a luz a un hijo, Tammuz de nombre, proclama que era Nimrod renacido.

En esa época existía la profecía de la venida del Mesías, que nacería de una mujer virgen, (ver Gén. 3:15) y que él era la semilla prometida, el “salvador del mundo”. Pero no solamente era el pequeño adorado, sino que también la mujer, la madre, lo era también igual (o más) que su hijo.

Nimrod fue representado en un papel doble de Dios el Padre y Tammuz, el hijo de Semíramis, y su rama de olivo era simbólica de este vástago producido a través de un “alumbramiento virginal”, se dijo que ha sido crucificado y puesto en una cueva. Cuando una roca fue apartada rodando de la entrada de la cueva tres días después, su cuerpo había desaparecido. Es el origen de las criptas bajo los templos, como es el caso de Santiago en su catedral, en donde se venera bajo el altar la supuesta piedra (un ara romana a Júpiter) en donde los discípulos amarraron el cuerpo de Santiago en su viaje por mar.

Esta trinidad, simbolizada por La flor de lis, marido-esposa-hijo de Nimrod-Semiramis-Tammuz, se tornó la trinidad mitológica Osiris-Isis-Horus de los egipcios con su equivalente en India, Asia y China. Solo mucho después serían José, María y Jesús.

A Nimrod se le adjudica haber fundado la masonería y construido la legendaria Torre de Babel, en desafío de la voluntad de Dios. En la literatura talmúdica él es señalado como "el que puso a toda la gente contra Dios". La torre, cuyos restos fueron descubiertos a principios del Siglo XX, tenía una altura de aproximadamente 90 m y era un edificio piramidal de siete pisos. El último piso tenía instalaciones para el culto, adornadas con ladrillos esmaltados azules, imitando el color del cielo. Para su construcción se utilizaron ladrillos de barro cocido en lugar de piedras, lo que implicaba un elevado conocimiento en el arte de la construcción.

Las grandes torres, como después las grandes iglesias, y luego los grandes estadios deportivos, eran construcciones orientadas a provocar el temor y encantamiento de la gente. Los babilonios construyeron una torre escalonada con la función de acercar a los sacerdotes o soberanos a los dioses celestiales, para reclamar en nombre de ellos sus deseos y conveniencias apelando a la culpa por los pecados cometidos. Nada ha cambiado. Hoy los políticos, como nuevos cortesanos, reclaman en nombre de los desposeídos, apelando a la culpa de los que algo tienen y tratan de imponer un "lenguaje inclusivo", a fin de dividir a la sociedad.

La leyenda relata que cuando Nimrod fue informado del nacimiento de Abraham, los astrólogos aconsejaron al Rey (Nimrod) matar al niño destinado a convertirse en un Emperador poderoso, entonces ordenó que todos los niños varones fueran muertos, y le solicito a su padre, el Príncipe Teraj, Jefe del Ejército y descendiente de Sem (hijo de Noe, lo que a sus descendientes le da el nombre de Semitas) que se lo entregara para matarlo y este lo engañó entregándole a cambio el hijo de un esclavo, por lo que Abraham pasó hasta sus 13 años escondido en una cueva y educado especialmente como casta gobernante.

Cuando murió su padre y perder la protección del ejército, debió huir de la tierra de sus mayores a Canaan ante la persecución del Rey en busca de un nuevo hogar, llevándose sus conocimientos de dirigente sumerio y su Dios Personal (como era la costumbre sumeria), pero el hambre los hizo seguir viaje hasta Egipto, donde se encontraba la otra gran civilización de la época.

Dado sus conocimientos y la belleza de Sara su hermana y esposa, engañan al Faraón quien se casa con Sara, participando así ambos de la corte y los conocimientos Egipcios. Cuando el Faraón descubre el engaño los expulsa. Viendo que no podía gobernar ninguno de los dos grandes imperios, decidió entonces fundar su propio reino entre ambos, esa tierra era prospera y estaba habitada por los cananitas (descendientes de cam que eran negros), él era semita y no tenía genealogía para dominar esa tierra. Necesitaba que alguien lo designara como dueño del lugar. Encontró entonces a su Dios personal que le promete la tierra habitada por los cananeos para su descendencia en general con la condición que se circunciden. La circuncisión será el titulo para la posesión de la tierra. Dicha promesa es renovada a su hijo Isaac y su nieto Jacob.

Esta leyenda esconde seguramente una disputa entre dos sectores importantes de la hermandad babilonia representados por Nimrod (el que puso a toda la gente contra Dios) y Abraham (temeroso de Dios). Los que creen que la humanidad fue creada por los Anunnaki dicen que Enlil era el señor de los cielos y de la tierra, intenta destruir a la humanidad en tres oportunidades, molesto por sus hábitos ruidosos. En el último de estos intentos, arrasa la Tierra con un Diluvio. La humanidad consigue salvarse gracias a la intervención de su medio hermano, Enki, que ordenará a Atrahasis (Noe), la construcción de un enorme barco en el que deberá cargar semillas y animales. Luego Enlil inunda la Tierra abriendo las compuertas del cielo y Enki (su hermanastro), finalmente creó a nuevos humanos modificados genéticamente y los instruye en las artes, oficios y medios técnicos para la agricultura. Obviamente Nimrod está con Enki (Prometeo, Iblis, Lucifer, el ángel caído que da la Luz) y Abraham con Enlil.

Nimrod era también Jano, el dios con dos caras. En el simbolismo del Águila Bicéfala indica que una de sus cabezas mira hacia lo infinito del pasado, y la otra hacia lo infinito del futuro, mostrando con ello que el presente es apenas una fina línea de contacto entre dos eternidades. En general, el Águila de dos cabezas simboliza la SABIDURIA, una de las cabezas representa al PROGRESO, la otra al ORDEN. El Símbolo del Águila de dos cabezas se conoció por primera vez en la masonería en el año de 1759, después del establecimiento en Francia del Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente, adoptado este símbolo debido a la doble jurisdicción que el mismo comprendía, así una cabeza miraba hacia el Oriente, para proteger a los peregrinos que pudieran acercarse por esa dirección, y la otra guardaba el Occidente, con los mismos propósitos.

El águila Masónica con dos cabezas que miran a la izquierda y a la derecha, el este y oeste, es simbólica de Nimrod del que se decía tenía las llaves de las puertas del cielo y era el único intermediario entre Dios y la humanidad, por lo tanto cualquier creencia no apoyada por él era falsa y debía ser condenada. Esto era una herramienta maravillosa para el clero babilónico para imponer su voluntad a sus creyentes. El mismo engaño sigue siendo realizado por sus sucesores.

La religión babilónica, como todas las similares que iban a seguir, constaba de dos niveles, las masas eran manipuladas a creer supersticiones y tomar historias simbólicas literalmente, mientras que a los iniciados elegidos se les daban los conocimientos verdaderos bajo pena de muerte si alguna vez los revelaban.

El título Católico Romano de cardenal viene de la palabra “cardo” que significa bisagra y se relaciona con el papel de Nimrod como guardián de la puerta del cielo. Los sacerdotes babilónicos incluso establecieron un cuerpo directivo que llamaron Gran Concilio de Pontífices, un nombre después transferido a la Iglesia de Roma. El Sumo Sacerdote Babilónico, que instruía a los iniciados del círculo interno, era conocido como Pedro, significando el “Gran Intérprete”.

La Iglesia Católica Romana fue la creación de la Hermandad Babilónica y el Papa todavía usa una mitra formada como una cabeza de pez para simbolizar a Nimrod. Éste es también el significado del Anillo Del Pescador. El Trono de San Pedro en el Vaticano, del Siglo IX está decorado por doce láminas retratando las doce labores de Hércules, era otro nombre para Nimrod antes de volverse una deidad de los griegos. En 1825, El Papa León XII autorizó la producción de una medalla de jubileo y retrataba a una mujer en una pose que era evidente simbolismo de la Reina Semíramis.

La Estatua de la Libertad es otra representación de Semíramis, con un crucifijo en su mano izquierda, una taza en su derecha y sobre su cabeza había una corona de siete rayos.

El sacrificio humano era fundamental para la religión de Babilonia, y será sustituido por el sacrifico incruento. El pan y el vino. A los sacerdotes babilónicos les era exigido comer algunas de sus ofrendas de sacrificio y por tanto la palabra para sacerdote, Cahna-Bal, se volvió el término para comer carne humana, caníbal.

La Fiesta de Tammuz era el 23 de junio y celebraba su ascensión del inframundo. Cuando fue resucitado, Tammuz fue conocido como Oannes, el dios pez, y Oannes es una versión del nombre Juan. Por esta razón, Juan ha sido usado como un símbolo para Tammuz-Nimrod en personajes simbólicos como Juan el Bautista. El 23 de junio, la Fiesta de Tammuz, se hizo el día cristiano llamado Víspera de San Juan.

Además de las oraciones y devociones ofrecidas a María, los católicos romanos también dan honores y oración a varios “santos”. Estos santos, según la Iglesia Católica, son mártires o gentes notables de la “Iglesia” que han muerto y los papas los han designado como “santos”. La idea de orar a los santos no es más que una continuación de viejas devociones que los paganos daban a los dioses y diosas de su religión, desde tiempos atrás.

De acuerdo con la Biblia, todo verdadero cristiano es un santo. No hay ninguna indicación de que una persona pueda ser hecha santa después de su muerte. No es el Papa quien hace a los santos. Es asunto de Dios. En las Escrituras, los santos siempre son gentes vivientes, nunca muertos. Por ejemplo: los antiguos cristianos en la iglesia de Roma fueron llamados santos (romanos 1:7 y 16:15), como también lo fueron los cristianos que vivían en Corinto (1° Corintios 1:23 y 2° Corintios 1:1). De este modo que si queremos que un “santo” ore por nosotros, debemos encontrar a un cristiano y pedirle que se una en oración con nosotros. Pero si tratamos de comunicarnos con personas que han muerto, ¿Qué más puede ser sino una forma de espiritismo? La Biblia, repetidas veces, condena todo propósito de comunicarnos con los muertos, que es un acto satánico.

Los babilonios creían que sus dioses y diosas habían sido una vez héroes vivientes en la tierra, y después de muertos habían pasado a un plano más elevado. Desde Babilonia se diseminó el culto a estos “dioses” por las naciones. Cuando Roma conquistó el mundo este sistema de dioses y diosas fue infiltrado en la misma forma dentro de la religión pagana de Roma. Luego se trasladó a los “Santos” católicos.

Como hemos visto han sido los católicos los que han tomado muchas ideas de la religión babilónica. Esto ocurrió cuando Constantino convoca al Primer Concilio Ecuménico (es decir, universal). Este concilio no fue convocado por la iglesia o uno de sus obispos, sino por un Emperador Romano. Si bien Constantino no era cristiano, puesto que era un adorador del Solis Invictus (la religión más popular de ese entonces en el Imperio, que era el mitraismo), le gustaba la posibilidad de obtener un perdón público de sus pecados por medio del arrepentimiento, que solo el catolicismo permitía, luego de haber asesinado a su esposa y a algunos familiares.

Estaba también muy interesado en la convicción de los cristianos en una hermosa vida eterna en el paraíso, para aquellos pobres que mantuvieran su fe. Esto era muy importante porque, debido a la guerra civil de unificación del imperio, el número de pobres había aumentado. Por otra parte, el cristianismo al tener un férreo control moral, permitía un satisfactorio control de la población.

A fin de aunar las creencias, era imperioso que hubiera una sola cristiandad, uniformada al máximo posible que incorpore creencias paganas y del mitraismo. Para ello convocó a los obispos a un concilio en Nicea cerca de su residencia imperial en Constantinopla. De esta manera, las discusiones doctrinales o disciplinarias de la Iglesia se convirtieron en problema de Estado. Entonces estableció en el concilio de Nicea una nueva religión sincretizada, mezclando elementos del mitraismo, paganos y cristianos, rompiendo definitivamente con las fuentes judías de las cuales procedía el cristianismo original.

Para crecer tenemos que romper el pacto. Nacer de nuevo, mirar con otros ojos, iniciarnos en una nueva vida, pero de nada vale si no somos realistas. Es decir, partir del principio de que no conocemos la realidad. Si empleásemos libremente los conocimientos de que disponemos; si estableciésemos entre éstos relaciones inesperadas; si mirásemos los hechos sin prejuicios, veríamos una realidad diferente. Para romper ese pacto están los otros, aquellos que nos plantean la duda de lo que nos dicen nuestros sentidos y la historia que nos contaron.

CAPÍTULO 3 - La nobleza negra

 

El título de nobleza “negra” se utiliza para designar, por su despiadada falta de escrúpulos, a un selecto grupo de familias multimillonarias, que están vinculadas entre si hace más de mil años y actúan mancomunadamente mediante una organización centralizada que ha perdurado en el tiempo, bajo el lema: “La unión hace la fuerza”. Todos ellos tienen una inmensa riqueza, emplearon el asesinato, el robo y todo tipo de engaños a escala mundial para lograr sus objetivos. Sus ingresos provienen de las rentas de la tierra y la actividad bancaria, controlando el comercio de drogas y armas a través de intermediarios bien distanciados. Inventaron el dinero. Y el dinero es poder.

 

Sus comienzos estuvieron en el Siglo V en Venecia, la que desde entonces es sinónimo de oligarquía, usura, esclavitud y el culto a Aristóteles, aunque sus raíces provienen de la antigua Babilonia (ver Capítulo 3). Su fundamento fue estar siempre en ambos lados de la escena, pero la esencia de su método es la corrupción: Encontrar la debilidad del adversario, y a continuación, corromperlo.

 

Esta oligarquía veneciana, se fue conformando por diversos grupos de aristócratas que encontró en esas lagunas un refugio invulnerable a las redadas de Atila el Huno, con el que comerciaban y servían de fuente de inteligencia y luego, no tuvieron otra salida que mirar al mar y expandirse. Los primeros en arribar fueron las familias patricias del imperio Romano de Occidente cuando empezó su decadencia, ya que la capital del imperio se había trasladado de Roma a Ravena, un lugar cercano a lo que hoy es Venecia. En 466 DC se instalaron los persas y babilonios en el norte de Italia, en un área que se hizo conocida como Lombardía bajo la dirección de los fenicios, y a partir del Siglo V se casaron entre sí.

 

La nobleza Europea Carolingia, se formó a partir de una gran recesión económica que generó el empobrecimiento de la población y la necesidad de la misma de buscar protección bajo la tutela de los poderosos, ya que el producto del suelo era escaso y no existían reservas de alimentos suficientes. En consecuencia, los pueblos que formaron parte del Imperio de Carlomagno estuvieron amenazados por la hambruna y las epidemias.

 

Estas condiciones cristalizaron en una nueva estructura social que se conformó alrededor de las villas que eran propiedad de los terratenientes, convertidos en verdaderas unidades de producción. Los sectores empobrecidos comenzaron a rendir sumisión a un señor terrateniente (nobles), convirtiéndose en campesinos arrendatarios de tierras, la fidelidad y el trabajo eran recompensados con bienes materiales. A su vez, los nobles mantenían un vínculo similar con el emperador, formándose así un sistema en el que todos estaban obligados a servir al estamento superior.

 

A partir del Siglo XII se unieron con los Jázaros, mezcla de Judíos Askenazi, turcos y mongoles, (Capítulo 15) que se habían fusionado con la nobleza del Imperio Romano de Oriente. De ese crisol de razas surgieron las casas reales europeas, que son y actúan como una familia. No todas las familias de la Nobleza Negras son casas reales, y muchas de las familias reales ya no tienen reinos, aunque todas son dueñas de inmensas fortunas, están emparentadas y están detrás de todo.

 

Según el investigador y autor Dr. John Coleman, se estableció un “Comité de 300” a principios del siglo XVIII, “Aunque no tomó su forma actual hasta alrededor de 1897” (cuando se legalizó el comercio de opio de China)

No hay pruebas documentales de la existencia del Comité de 300. El consejero financiero de los Rothschild, Walter Rathenau, escribiendo en Wiener Press (24 de diciembre de 1921) dijo: “Sólo 300 hombres, cada uno de los cuales conoce a todos los demás, gobiernan el destino de Europa. Seleccionan a sus sucesores de su propia comitiva. Exactamente seis meses después de la publicación, Rathenau fue asesinado.

 

En el Siglo V, cuando aún no existía Venecia, la población más importante en la región era Aquilea, una próspera ciudad portuaria romana, (con 200.000 habitantes y era la cuarta urbe de la península itálica), punto de partida de un importante tráfico comercial que viajaba de Norte a Sur, ya que era el punto de la salida del tráfico hacia el área del Danubio y donde se asentaba el patriarca de la Iglesia Cristiana, pero ésta tradición era eminentemente pagana y tapada por el ritual del antiguo culto babilónico a Semíramis (Madonna en italiano).

 

Para el año 404, Rávena, otra ciudad cercana, y no Roma, era la capital del Imperio Romano de Occidente. Después la administración se asentó en un lugar llamado Rivus Altus, nombre que con posterioridad degeneró a Rialto, que es dónde está la ubicación actual de Venecia. El nacimiento oficial se sitúa en el año 721 después de Cristo. En esa época han elegido a su primer dux o duque. Si bien el honor no era hereditario, en su elección sólo podía participar la nobleza. Por esta razón a Venecia erróneamente se le llama “república”, cuando en realidad era una Oligarquía que gobernaba con mano de hierro. El hecho más significativo de todo este periodo es la supervivencia y posterior desarrollo de Venecia, gracias a la alianza con el Emperador Justiniano de Constantinopla.