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"Me declaro Discapacitada… a mi lado, Mi Compañera Inseparable, La Esclerosis Múltiple. Juntas aprendimos que la Actitud es Fundamental y que Vivir es MARAVILLOSO" Emociones de todo tipo invaden nuestra paz interior al iniciar un camino sinuoso cuando una enfermedad se presenta. Lograr un diagnóstico, aceptarlo, convivir con él, y las discapacidades que se pueden dar es muy complejo. La propuesta de este libro es dar a conocer la mirada de una discapacitada ante diferentes situaciones de la vida; mientras hace una crítica constructiva a todo aquello que no colabora, para que sea un poco más fácil la vida de quienes sufren una enfermedad discapacitante u otra dolencia. Además, esta obra pretende colaborar con la eliminación de barreras que obstaculizan la participación e inserción en la sociedad de las personas con alguna discapacidad. Es un llamado a la empatía, a la solidaridad, a ese viejo amigo que se está muriendo, que es el sentido común.
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Seitenzahl: 44
Veröffentlichungsjahr: 2024
GRISELDA TEJEDA
Tejeda, Griselda Mi compañera inseparable / Griselda Tejeda. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2024.
Libro digital, EPUB
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-87-5832-9
1. Novelas. I. Título. CDD A863
EDITORIAL AUTORES DE [email protected]
Declarado de Interés Legislativo y Cultural por la Cámara de Diputados de la Provincia de La Pampa. Declarado de Interés de la Honorable Cámara de Senadores de la Nación.
INTRODUCCIÓN
QUERIDOS LECTORES
CAPÍTULO 1 - MI CUERPO ENLOQUECIÓ
CAPÍTULO 2 - INCERTIDUMBRE
CAPÍTULO 3 - ¡AL FIN!
CAPÍTULO 4 - ¡A SEGUIR!
CAPÍTULO: 5 - UN NUEVO COMIENZO
HASTA AQUÍ LLEGAMOS
AGRADEZCO
Dedicado a todas aquellas personas
que no pueden comunicar sus emociones.
“MI VOZ ES LA VOZ DE TODOS USTEDES. APRENDER A REÍRSE DE UNO MISMO ES APRENDER A VIVIR”
Mi nombre… mi nombre no importa, Gallega para todos ustedes que tienen la delicadeza de leer este libro basado en una historia real, pero con personajes ficticios.
Soy una de las tantas mujeres diagnosticada con Esclerosis Múltiple, que quiere dar a conocer un poquito las experiencias de personas que se encuentran en la misma situación.
Surge la idea de este libro por varios motivos:
- Compartir la mirada de una discapacitada.
- Informar para que aquellos que lo leen peleen por un diagnóstico temprano.
- Dar a conocer por todo lo que pasa una persona, de las tantas, que quedan sin diagnóstico.
- Evitar el maltrato psicológico.
- Hacer valer los derechos del discapacitado.
- Colaborar para que quien padece una enfermedad crónica no se sienta solo y recuerde que Vivir es hermoso.
Me Presento:
Me dicen Gallega, de profesión Profesora para la Enseñanza Primaria, jubilada.
Tengo dos hijas de sangre y un hijo del corazón. Todos con sus familias formadas.
Cinco nietos maravillosos a los que adoro.
Casada con una persona genial que está siempre presente, acompañándome.
Todos seres Magníficos que hacen que mis ganas de vivir y luchar sean siempre una prioridad.
¿Cómo soy? Compleja. A veces un poco loca y otras un poco cuerda. Optimista, con un deseo incontrolable de Vivir.
Soy una guerrera de la vida, perseverante, con gran capacidad de resiliencia.
IMPERFECTA (con una gran cantidad de defectos) pero con ideas claras.
Soy un número, muchas veces invisible.
Me caracteriza mi actitud positiva y mis ganas de luchar.
A mi lado.*Juntas y a la par* 1
MI COMPAÑERA INSEPARABLE.
La Esclerosis Múltiple.
1Juntos a la par (canción popularizada por Pappo)
MI CUERPO ENLOQUECIÓ
En alguna época, en algún lugar, yo “La Gallega” como me apodaban me encontraba ejerciendo mi profesión en un pueblo hermoso por la calidez de su gente, en una escuelita de jornada completa con un personal maravilloso.
Yo suplente aún, aprovechando que mis dos hijas estaban estudiando en otra provincia, decido titularizar a unos cuantos kilómetros de mi casa, así fue que conocí una nueva comunidad.
Grupo, que no tuvo reparo en aceptarme y ayudarme en esta nueva etapa.
Allí conozco a mi compañera de cuarto, también recientemente llegada, una personita muy agradable, con una belleza interior única, con quien compartíamos largas charlas sobre la vida.
Entre alumnos, caminatas, invitaciones a compartir la mesa con docentes que nos abrieron las puertas de sus casas sin ningún reparo, transcurrieron los dos años reglamentarios para pedir el traslado nuevamente a mi escuela.
Hoy quedan gratos recuerdos de las personas que dejé atrás al venirme, de mis alumnos, de mi compañera de ciclo, de quienes fueran los dueños de la hostería donde nos alojamos, de aquella bella familia que se transformaron en unos amigos incondicionales y de quien me ayudó y me escuchó siempre, aquella compañera de cuarto, hoy íntima amiga.
En este contexto y faltando muy poquitos días para regresar a mi escuela y dejar aquel pequeño pueblo, mi cuerpo enloqueció. Desperté una mañana con la mitad izquierda de mi cuerpo prácticamente dormido. El brazo y la pierna parecían invadidos por una multitud de hormigas, la mano pesada y sin ganas de responder a mis órdenes, mi boca parecía torcida, mi rostro pesado con pinchazos y un raro dolor de cabeza me invadía.
¿Qué me pasa? Fue mi primera pregunta. Decidí no ir a clase y esperar en aquel cuartito que alquilábamos.
Todo se complicó cuando me enteré de que no había médico en la localidad.
Surgieron dos opciones: regresar a mi casa y consultar con mi médico de cabecera o aguardar que mi cuerpo retome su cordura. Opté por la segunda.
Con el correr de las horas, mejoré lentamente, hacia la noche quedaban algunas hormigas y aún sentía mi cabeza rara. Sensación que no lograba definir. Al otro día me levanté, muy cansada, al mirarme al espejo y hacer una serie de muecas observé que todo estaba bien, aunque yo sentía como cosquillas en la mitad de mi rostro.
¡Ya me siento bien! Me dije a mí misma y bromeé con mi compañera: “La culpa es del estrés o bien mi cuerpo enloqueció”.
Transcurrió esa semana con un malestar distinto, nunca antes experimentado.
Al regresar a mi hogar me sentí bien y ese capítulo quedó en el olvido.
Transcurrieron las vacaciones sin mayores sobresaltos a excepción de unos fuertes dolores de cabeza que me dejaban de cama.