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La expresión corporal en la danza es un lenguaje universal que va más allá de las palabras. Cada gesto, mirada y posición del cuerpo durante una coreografía revela una historia única. Los bailarines logran expresarse con precisión y gracia gracias a la interacción de músculos, articulaciones, reflejos y sentidos. Las neurociencias también desempeñan un papel crucial al comprender cómo trabajar posturas y movimientos de manera consciente para prevenir lesiones. Este libro, dirigido tanto a amantes de la danza como a formadores y alumnos, ofrece una visión integral de la danza desde una perspectiva anatómica y neurológica. Su objetivo es enriquecer la experiencia de quienes se dedican al estudio de la danza y la expresión corporal.
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Seitenzahl: 142
Veröffentlichungsjahr: 2024
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En el desarrollo de mi vida, cada actor ha desempeñado un papel fundamental para llevarme hasta este momento y a todos ellos va mi agradecimiento.
Mis hijos, son mi inspiración y mi motor. Su presencia y amor, han sido fundamentales en este camino
A mis compañeros de trabajo durante mi paso por el consultorio externo del Servicio de Kinesiología del Hospital Dr. Julio C Perrando. Cuyas experiencias y conocimientos me fueron útiles.
A los jóvenes educandos que participaron en las cátedras de Anatomía y Fisiología en la danza y Fisiopatología en la danza de las carreras de Danzas y Expresión corporal del ISPEA Danza y Teatro María A. Pellegrini. Sus preguntas fueron el punto de partida para investigar y profundizar en mi trabajo.
A mi colega Lic. Lilian Silva Altamirano, por sus aportes y revisión de este trabajo.
A mi madre, mi luz. A mi padre, cuya pasión por el conocimiento, me inspiró.
Y finalmente, a mi compañero de vida, gracias, por estar a mi lado en este viaje lleno de aprendizaje y crecimiento.
“Si Ud. sabe lo que hace, Ud. puede hacer lo que quiere”
De Moshé Feldenkrais
El cuerpo tiene infinitas posibilidades de expresión, es un lienzo en movimiento, sea éste global o parcial. Gestos y posturas que se despliegan en el escenario de la vida. Cada musculo, cada articulación, cada reflejo, contribuye a la danza que somos. La expresión corporal es nuestro lenguaje preverbal, una danza silenciosa que habla al mundo sin palabras. Por ello, conocerlo hace aplicable a las danzas y la expresión corporal en toda su dimensión.
“La expresión corporal es una conductaque existe desde siempre en todo ser humano. Es un lenguaje preverbal, extraverbal y paralingüístico, por medio del cual el ser humano se expresa a través de sí mismo, reuniendo en su cuerpo el mensaje y el canal, el contenido y la forma, pues él es cuerpo y no tiene cuerpo” P. Stokoe.
El cuerpo como envase y contenido, pero también como canal de comunicación del lenguaje no verbal. Donde hay una expresión hay un mensaje, que se da con gestos, movimientos y que serán recibidos por un espectador que comprenderá el mismo aún sin emisión de sonidos. La danza, en su esencia más pura, es la manifestación de este lenguaje no verbal. Desde los movimientos más fluidos del Ballet hasta la intensidad del Buto o el Hip Hop, el cuerpo se convierte en vehículo de nuestros pensamientos y emociones.
El cuerpo está preparado para observar, percibir y reaccionar.
El cuerpo es el elemento fundamental de la danza, sin importar el estilo que sea, una danza empieza y termina en el cuerpo del que la ejecuta.
Con esquemas de compensaciones éste siempre buscará el Equilibrio (en todos los niveles fisiológicos muscular, nervioso, vascular, etc), pero también anhela la Economía y el Confort (entendido como no dolor), para mantener el equilibrio y en la búsqueda de confort muchas veces se genera un gasto superior de energía, lo que significará un estado de fatiga más importante. ¿Cómo logramos movernos sin dolor, sin fatiga excesiva? Las compensaciones son comunes en la danza, pero ¿a qué costos? Exploraremos como el cuerpo se adapta y cómo podemos respetar sus límites.
No se observan los movimientos en globalidad sino muchas veces lo hacemos por circuitos o parcialmente, atendiendo a la laxitud o amplitud de movimiento en una articulación y no se mira que sucede con los músculos que aseguraran las funciones a traves de las cadenas musculares y ¿qué sucede con las fascias? a cuyo cargo está la buena organización general. Estructuras que se entrelazan para crear la coreografía de la vida, del hacer.
De allí la importancia de adentrarnos en el conocimiento de la fisiología del cuerpo, para abordarlo adecuadamente, para extraer su potencial y respetar sus limitaciones en la variedad de cuerpos y su propia naturaleza.
El estudio de danza o expresión corporal como arte hace necesario el conocimiento básico de los huesos, músculos y articulaciones así de como estos se enlazan en sus funciones.
Este libro no es un tratado de nuevos hallazgos, sino una síntesis de conocimientos existentes aplicados a la práctica. No solo la descripción anatómica del cuerpo que se puede hallar en innumerables trabajos, sino como se relacionan y conectan entre sí sus partes y las distintas funciones que se despliegan en la realización del movimiento teniendo como disparador siempre un Estímulo que recorre determinadas vías para generarlo y obtener como resultado una Respuesta que se intenta sea directa, única en su ejecución.
Basados en los conocimientos existentes desarrollados por otros autores, buscamos la manera de incorporar esos saberes a las prácticas corporales.
Este libro ofrece a los formadores y a los alumnos apasionados por la danza y expresión corporal herramientas para comprender lo que hacen y como lo hacen. Porque como decía Feldenkrais, el conocimiento es el camino hacia la libertad de movimiento.
Para prevenir lesiones, evitar excluir por desconocimiento, que el futuro formador pueda de manera simple aprehender estos saberes y logre resultados deseados. Para ello las neurociencias nos revelan secretos sobre como trabajar conscientemente las posturas y los movimientos.
Incorporando un enfoque pedagógico aplicable a la teoría, necesaria para cualquier persona relacionada con técnicas corporales, tanto como para la práctica.
Hannah reconocía un estado de “amnesia psicomotriz” que a su decir coincidía con los trabajos de Feldenkrais referidos a la toma de conciencia de los recorridos de un movimiento y sus estructuras involucradas.
Para Moshe Feldenkrais al tener conciencia interna se conocen los límites y potencialidades del propio movimiento, de esa manera no solo protejo el cuerpo de posibles lesiones, sino que se aumentaría y facilitaría el rango de movimiento, mejorando la flexibilidad y coordinación.
Al realizar un movimiento o un ejercicio y localizar la atención en determinadas zonas del cuerpo al momento de ejercitarlas se produce un feed back sensorial, el que daría paso a un proceso de reeducación del Sistema Nervioso Central, mejorando el estado de contracciones musculares o evitando lesiones que surjan de la ejecución de movimientos realizados inconscientemente.
Si sabe o se conoce lo que se hace, es correcto para Ud. decía el autor a lo cual se agregaría estar consciente o presente en el momento de ejecutarlo, cuestión dónde la respiración colabora cuando se quiere permanecer en el presente, y que el movimiento no sea solo un automatismo.
Evitar esa “amnesia sensorio motriz” identificando el adecuado recorrido del movimiento, generando patrones de movimientos adecuados y conscientes de los sectores involucrados. Al igual que el estado en que ellos se encuentran, eludiendo patrones poco eficientes, cuestión esta última en estrecha relación con los principios de Shuchard y Busquet de que el cuerpo busca el Confort, Menor gasto de energía y Equilibrio.
La consciencia de la que hablamos reside en la capacidad de desarrollar autoconocimiento y aprendizaje sobre nuestro propio cuerpo y movimiento, ligado al ejercicio de la voluntad. Esta consciencia ampliada requiere de información: conocer las estructuras anatómicas y comprender cómo funcionan.
Lo que dará al sujeto “mayor rango de autonomía y autorregulación” según Hannah es una “función sensomotora aprendida”. Sin embargo, debemos considerar solo lo que ayude al docente y al estudiante de danza a comprender como estas partes se conectan y funcionan. No pretendemos ejercer una ciencia de la salud, sino más bien cuidar el cuerpo y sus estructuras durante la ejecución de movimientos, evitando lesiones y comprendiendo la mecánica de estos.
En el ámbito de la danza y la expresión corporal todo se desarrolla en un espacio. Este espacio con el que interactuamos y aprendemos a relacionarnos, debe ser definido. Al iniciar una actividad corporal, elegida voluntariamente, ya existe una conexión previa con ella que despertó nuestro interés por ejecutarla. Es común cuestionarse sobre la aptitud o las condiciones para llevarla a cabo
Aunque el cuerpo consta de estructuras universales ya que somos una especie, no se debe olvidar explorar. Cada cuerpo también es singular y lleva consigo una historia que puede inhibir o facilitar.
En la actualidad, se presentan tensiones entre la práctica de ciertas danzas y las posibilidades físicas del individuo, generando una exclusión más o menos evidente.
Poseer conocimientos de anatomía puede tender un puente hacia la inclusión e integración de aquellas personas con funciones diferentes, pero con modos singulares de expresión desde su particular percepción del mundo. Esto se basa en un nuevo modelo de aprendizaje corporal.
En este contexto definimos la salud como, el completo estado de bienestar físico, psíquico y espiritual del ser humano. La danza contribuye enormemente a este bien estar.
La voluntad es el motor, y la expresión se encuentra en todo el cuerpo, así como en la mirada hacia las infinitas posibilidades de realizar un mismo movimiento de diferentes maneras sin perder oportunidades de realización.
¿Para expresar, primero debemos percibir? ¿Cómo se da esa conexión? Intentemos describirnos desde lo más simple hasta lo más complejo.
Que esta obra sea un viaje hacia la comprensión profunda de nuestro cuerpo y su expresión.
EL PRINCIPIO
EN EL PRINCIPIO DEL MOVIMIENTO
La amígdala
La Verticalidad
Cuerpo y espacio
Planos y Ejes
Articulación
Ligamentos
Neurodesarrollo y la danza
Columna vertebral y movimiento
Músculos estáticos o tónicos
Músculos dinámicos o fásicos
La cadena recta posterior
Rol del Diafragma: Respiración y Postura
ALGO MAS QUE CUERPO Y MATERIA
Las cadenas musculares
Las cadenas miofasciales
Inhibir es opuesto a Imponer
La unidad tronco miembros inferiores en los movimientos: Rol de la Pelvis
Cadena Muscular de Flexión Miembro Inferior
Cadena Muscular de Extensión del Miembro Inferior
Cadena de Apertura o Abducion del miembro inferior
Cadena de cierre del miembro inferior
Cadena Muscular de Flexión del Miembro Superior
Cadena Muscular de Extensión del Miembro Superior
Cadena de Apertura del Miembro Superior
Cadena de Cierre del Miembro Superior
BIBLIOGRAFIA
La evolución Filogenética se refiere al conjunto de organismos que comparten un antepasado y que se distinguen de otros conjuntos similares.
Charles Darwin definió la evolución como “descendencia con modificación”, la idea de que las especies cambian a lo largo del tiempo y dan origen a nuevas especies, compartiendo un ancestro común.
Este proceso gradual e histórico de cambio biológico desde los ancestros más primitivos(Australopithecus sp.) del ser humano hasta la aparición de nuestra especie tal como la conocemos (Homo sapiens), tuvo inicio hace 5 a 7 millones de años en el continente africano. Fue cuando surgió el ancestro común entre el ser humano (las especies del linaje homínido) y los chimpancés (Pan troglodytes).
Estrictamente hablando, cuando nos referimos a los seres humanos hablamos exclusivamente de los Homo sapiens, aunque no hayamos sido los únicos integrantes del género Homo.
Por otro lado, la evolución ontogénica se refiere al desarrollo individual de un organismo, desde la fecundación, por la fusión de los gametos masculino y femenino para la conformación de las células del cigoto que se dividirán y organizaran en órganos y tejidos mientras crecen hasta su senescencia, pasando por la forma adulta.
A través de la ontogenia, se pueden analizar las modificaciones que se producen en la estructura del individuo.
Las células del cigoto comienzan a dividirse y se organizan en órganos y tejidos mientras crecen, un proceso que se lleva a cabo de acuerdo con diversas interacciones y a la dinámica interior del organismo en formación
En ocasiones, ontogenia y filogenia suelen confundirse. No obstante, aunque pueden tener un nexo en común, son diferentes. En concreto, la manera más sencilla de entender qué las separa es la siguiente máxima: mientras que la filogenia viene a encargarse del estudio de la evolución de la especie, la ontogenia se enfoca en el desarrollo del individuo, en especial en el período embrionario.
En ambos casos podemos observar una secuencia común: el pasaje de reptado a cuadrupedia y el alcance de la bipedestación.
La necesidad de orientar la vista en el horizonte, acceder a los alimentos y relacionarse con otros individuos hizo que estos patrones se mantuvieran en el tiempo y se transmitieran.
Imagen I. Evolución humana u Hominización / Desarrollo psicomotor del hombre
https://concepto.de/evolucion-del-hombre/durante
En ambos procesos durante la hominización, así como el desarrollo psicomotor del hombre se evidencian la presencia de movimientos. No somos seres estáticos; todo lo contrario. El movimiento es consecuencia de una causa, una respuesta a un estímulo.
En el principio ya no hubo estatismo si no dinamismo en las funciones. La verticalidad y el movimiento surgieron a través del ensayo y error dinámico, formando patrones de aprendizaje.
El cerebro órgano que tiene la capacidad de aprender y enseñar al mismo tiempo. (Campos 2010, p6). Formado por millones de células y una red de conexiones generadas por la experiencia. En este caso la experiencia del hacer genera patrones que se aprenden y se recuerda para volver a utilizarlos en situaciones similares a las vividas.
La función del cerebro es aprender, recordar, procesar. Cada individuo ejecuta estas funciones de manera diferente, lo que marca una ruta distinta en el aprendizaje de cada persona, a su propio ritmo y de acuerdo con las posibilidades de sus estructuras anatómicas.
Por lo tanto, una clase de danza pensada desde este concepto vincula diferentes formas de enseñar y aprender, generando oportunidades de inclusión.
La amígdala es una Estructura anatómica situada debajo de la corteza cerebral, en la parte interna del lóbulo temporal medial. Conecta con el encéfalo y afecta el sistema nervioso en su conjunto. Influye en las emociones y sentimientos, tiene función mnémica, y permite la funcionalidad del organismo. Se encarga de dar respuesta fisiológica y conductual a los estímulos, integrando las emociones con las respuestas y patrones establecidos.
La amígdala genera emociones ante diversas situaciones (estímulos). Además, tiene la capacidad de inhibir conductas y se encarga de la expresión somática que se tiene ante las emociones que se presentan. Coordina entre esas emociones y sus sentimientos de manera consciente, siendo una pieza clave para el aprendizaje basado en las experiencias emocionales.
Relacionando esto con la danza, podemos fácilmente observar cómo se comportan los cuerpos ante un estímulo (música) y el movimiento del cuerpo (respuesta). Si la música es melancólica, el ritmo y la expresión variarán con respecto a una melodía alegre. Esto se debe a que el sujeto conecta al instante con la emoción generadora de respuestas, que en cada individuo será diferente según sus experiencias previas. El gran modulador de este proceso es la amígdala.
La respuesta emocional anticipada que genera la amígdala, teniendo en cuenta los estímulos, produce reacciones fisiológicas como tensión muscular, aumento de la frecuencia cardíaca y respiratoria, y modificación del lenguaje corporal.
La amígdala permite recordar emociones relacionadas con situaciones previas, revivir los detalles y la emoción, como si estuviera ocurriendo en ese momento. Esto es especialmente cierto si estuvo involucrada una emoción intensa, como el miedo, lo cual generará una reacción de defensa poniendo en acción una conducta automática.
Además, la amígdala procesa la información y recoge las experiencias previas para determinar una respuesta emocional. Interviene en el análisis social ya que determina si un sujeto es confiable o no.
Recordar lo vivido con emoción intensa, por ejemplo, la alegría o el miedo, deja una huella que hará sencillo su recuerdo. El cerebro necesita del cuerpo, y el cuerpo del cerebro. El aprendizaje es a través de la integración de ambos.
En el movimiento, el procesamiento de la información sensorial a través de los órganos de los sentidos (como la vista y la audición) y los apoyos plantares permite explorar la expresión corporal. Estimula el desarrollo de los sistemas sensorio motrices de diferentes regiones cerebrales, generando vías que construyen el conocimiento. ¿Qué hago? ¿Cómo lo hago? ¿Quién lo hace? Todo está vinculado a la percepción, la cognición emocional, el pensamiento y la respuesta motora.
Saber distinguir y tomar conciencia del estado emocional propio y de los demás nos permite la autoconciencia del momento, la situación, lo cual hará más sencillo focalizarnos en el objetivo controlando o autocontrolando las emociones redirigiendo las energías hacia ese objetivo deseado. Si percibo y soy consciente de la tensión muscular, puedo usar como recurso el control del ritmo respiratorio para salvar esa reacción y relajar. Este accionar consciente hace posible la automotivación a fin de lograr aquello propuesto, una postura, un movimiento.
Lo anterior redundará en confianza y optimismo para sortear la dificultad y lograr el objetivo. Esta situación en el docente requiere de empatía para reconocer en el otro lo que está sucediendo y orientarlo a través de recursos creativos, lo que generará también mejores lazos comunicativos.
La secuencia antes descripta no es más que la práctica de lo que Daniel Goleman llama inteligencia emocional. La gestión emocional para la consecución del bienestar y logro de objetivos deseados.
En lo anterior radica la importancia y la base que sustenta el movimiento consciente para establecer rutas de aprendizajes y desarrollar patrones de movimientos útiles, cuidando el cuerpo, herramienta de todo bailarín.
En la bipedestación o en la posición sedente existen verticalidad, siendo protagonista la Columna Vertebral. La posición demanda la verticalidad y el efecto de esta situación es la lucha permanente contra la gravedad (fuerza tendiente a la opresión) y la activación de la contracción muscular (Tono) para mantenerla.
Méziéres