Peter y Wendy rumbo a Nunca Jamás - Nando López - E-Book

Peter y Wendy rumbo a Nunca Jamás E-Book

Nando López

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Beschreibung

¿Quién no querría volar hasta Nunca Jamás? Solo hay que tomar la segunda estrella a la derecha y todo recto hasta la mañana. Una vez allí los sueños se hacen realidad: sirenas, hadas, piratas... Pero toda aventura tiene un precio: luchar con tu propia sombra. Perderte. Morir. Incluso crecer...

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A quienes seguimos buscando,

PERSONAJES(por orden de aparición)

MRS. DARLING**

NANA*

PETER

SOMBRA DE PETER

WENDY

MICHAEL

JOHN

CHICO 1

CHICO 2

CHICO 3

VOZ DE MR. DARLING

CAMPANILLA****

SMEE

HOOK**

NIÑOS PERDIDOS***

TOOTLES

SLIGHTLY

NIBS

CURLY

SIRENAS***

SIRENA 1

SIRENA 2

SIRENA 3

TIGER LILY

PIRATAS***

JUKES

MULLINS

COOKSON

MASON

CECCO

SOMBRA DE HOOK**

JANE

WENDY ADULTA**

*Personajes sin texto.

**Los personajes de MRS. DARLING, HOOK, SOMBRA DE HOOK y WENDY ADULTA son interpretados por la misma actriz.

***El texto de los NIÑOS PERDIDOS, de las SIRENAS y de los PIRATAS se puede fragmentar en más o menos intervenciones y personajes si el número de integrantes del grupo teatral así lo requiere.

****El personaje de CAMPANILLA es «interpretado» de manera simbólica por un haz de luz, de modo que se debe resolver a través de la iluminación y del espacio sonoro (sus apariciones se pueden marcar con un tintineo). Sus acciones serán subrayadas, además, por las reacciones del elenco, que se comportará ante ella como si estuviera presente de manera física en todas las escenas en que aparece. Así, por ejemplo, si CAMPANILLA toca de algún modo a un personaje, veremos cómo cae la luz sobre ese personaje a la vez que el actor o actriz que lo interpreta reacciona ante ese gesto del hada.

1LA SOMBRA

MRS. DARLING se asoma al cuarto de sus hijos. WENDY, JOHN y MICHAEL están durmiendo plácidamente, pero su madre se sobresalta al ver cómo la luz de la luna ilumina una hoja que se halla en el suelo, justo a los pies de la cama de WENDY. Entra en la habitación, seguida de NANA, que se mueve tan sigilosa como ella, coge la hoja y se acerca a la ventana abierta. Se asoma y mira en todas las direcciones, pero no encuentra nada.

MRS. DARLING (En susurros, para no despertar a sus hijos.)

¿Eres tú?

NANA descubre una luz minúscula que se mueve a través de la habitación. Trata de llamar la atención de MRS. DARLING, pero ella no le hace caso y NANA comienza a acechar esa luz.

MRS. DARLING

A veces dudo que fueras real, pero otras… Otras aún puedo oír dentro de mí el ruido del oleaje.

A sus espaldas, una silueta se desliza desde la pared en la que se ocultaba hasta acercarse a ella.

PETER

Soy real.

MRS. DARLING se gira, pero la silueta se escabulle corriendo y ella le hace una señal a NANA, que solo logra capturar su sombra. La silueta salta por la ventana acompañada por la misma luz diminuta que NANA había perseguido un momento antes.

MRS. DARLING (Mientras corre a cerrar la ventana.)

Bien hecho, Nana. La guardaremos para asegurarnos de que vuelve a por ella, y entonces…

NANA la mira interrogante y ella, con la SOMBRA DEPETER en la mano, duda. La abraza como si fuera uno de sus hijos y la sombra, nada acostumbrada a semejantes muestras de afecto, intenta zafarse, molesta.

MRS. DARLING

… entonces lo interrogaremos. Lo ataremos a la cama y le obligaremos a que nos diga si ese mar existió. Si alguna vez nadamos junto a las sirenas y si ese reloj que oigo cada día con más fuerza es el mismo que devoró su cocodrilo. O si soy yo quien se sigue mintiendo... Si soy yo quien se empeña en creer que algo de todo eso sigue siendo posible.

NANA ayuda a MRS. DARLING a meter la SOMBRA DE PETER en un cajón del armario.

MRS. DARLING

Me mentiste… (Mirando a su hija.) Y no permitiré que también le mientas a ella.

MRS. DARLING cierra el cajón con llave y sale precedida de NANA. Antes de marcharse, echa un último vistazo a la habitación para confirmar que sus hijos siguen dormidos. Pero, nada más salir, WENDY se incorpora y corre a abrir la ventana que su madre acaba de cerrar. Asomada a ella, busca el rastro de la silueta que, hace solo un momento, estaba tocando la flauta a los pies de su cama.

2LOS PIRATAS

WENDY está junto a JOHN recogiendo ramas y flores secas del suelo –que guarda con cuidado en sus bolsillos– mientras esperan a MICHAEL, el más pequeño de los tres, para volver juntos a casa después de clase. MICHAEL sale lloroso, tratando de borrar algo de su cuaderno para que no lo vean sus hermanos.

WENDY (Preocupada.)

¿Qué ha pasado?

MICHAEL(Intentando disimular.)

Nada.

JOHN

¿Seguro que estás bien?

Un grupo de chicos de su clase, que también acaba de salir del colegio, se acerca a ellos.

CHICO 1 (Burlesco y con afectación.)

Qué bonita, Michael.

CHICO 2 (Muy sarcástico.)

Nos has hecho llorar con tu poesía.

CHICO 3

¡Una niña no la habría escrito mejor!

Los tres se ríen exagerada y grotescamente.

JOHN (Tomando el cuaderno de las manos de MICHAEL y leyendo lo que pone muy rápidamente.)

Vámonos.

WENDY

¿Han sido ellos?

MICHAEL

John tiene razón. Vámonos.

WENDY

¿Han sido los piratas, Michael?

CHICO 1

¿Cómo nos ha llamado?

CHICO 2

En esta familia están todos locos.

CHICO 3

El marica, el empollón y la rara. Los tres están locos.

Se ríen y WENDY, furiosa, toma el paraguas de JOHN y se gira decidida hacia ellos.

WENDY (Empuñando el paraguas y amenazando al CHICO 3 con él como si fuera una espada.)

Repite eso.

CHICO 1

Huy, qué miedo...

JOHN

Wendy...

CHICO 1

¿Qué quieres? ¿Que te dé un besito?

El CHICO 1 se acerca a ella y trata de pellizcarla, pero ella lo esquiva y él está a punto de perder el equilibrio y caer al suelo.

WENDY

¡Que lo repitas!

CHICO 1 (Furioso y empuñando también una regla que sobresale de su mochila.)

¡Que estáis todos locos!

CHICO 2 (Acercándose a JOHN y tirando al suelo el cuaderno.)

¿Qué pasa? ¿A ti también tiene que defenderte tu hermanita?

En ese mismo momento, sin pensárselo, WENDY ataca con su paraguas al CHICO 1. JOHN, al darse cuenta, coge el cuaderno del suelo y golpea con él al CHICO 2, que busca otro cuaderno con el que defenderse, a la vez que MICHAEL usa su mochila como arma contra el CHICO 3, que también recurre a la suya. Los tres enfrentamientos –paraguas contra regla, cuaderno contra cuaderno y mochila contra mochila– se suceden a la vez como si fueran tres duelos de esgrima en la cubierta de un barco pirata.

CHICO 1

Te vas a arrepentir, niñata.

WENDY

¿Ah, sí?

Aunque los duelos de sus hermanos están muy igualados, WENDY logra imponerse sobre el CHICO 1, al que desarma. Los demás, al darse cuenta, se detienen en seco.

CHICO 1 (Poniéndose en pie.)

Esto no acaba aquí.

WENDY

Claro que sí. Y si volvéis a desafiarnos, ya sabéis lo que os espera...

El CHICO 1 hace un gesto a los otros y los tres se marchan, sin dejar de mirar a WENDY y sus hermanos en actitud desafiante.

WENDY (Señalando el cuaderno.)

Me gustaría leerla.

JOHN (A su hermano.)

Te dije que recitarla en clase era una mala idea.

MICHAEL (Justificándose.)

Es solo una poesía.

JOHN

Los piratas odian la poesía.

WENDY

Los piratas odian todo lo que no entienden.

JOHN

Por eso es mejor no llamar su atención.

WENDY

Ni se te ocurra decir eso, John.

JOHN

¿Te parece mal que le diga que sea sensato?

WENDY

Me parece mal que le digas que sea un cobarde. (A MICHAEL.) ¿Me la leerás a mí también?

MICHAEL se encoge de hombros.

WENDY

¿De qué trata?

MICHAEL

Del cuento de anoche...

WENDY

¿La Cenicienta?

MICHAEL niega con la cabeza.

WENDY

Entonces, ¿cuál?

MICHAEL

El de mamá, no. El tuyo. El del tipo que vuela...

WENDY

Bueno... Eso no es exactamente un cuento.

JOHN

¡Wendy! No le metas más tonterías en la cabeza, por favor.

WENDY

¡No son tonterías!

JOHN

Claro que sí. Igual que esa poesía. ¿Quieres que te diga lo que le han puesto hoy en su cuaderno por tu culpa?

MICHAEL

Wendy no tiene culpa de nada. La escribí porque quise.

JOHN

Y porque ella te insistió. Pero esto es el mundo real, Wendy. Y aquí los piratas no están encerrados en un barco en medio de una isla de esas que tú te inventas.

WENDY

No: aquí se pasean por todas partes porque hay demasiada gente que no les planta cara.

JOHN y WENDY guardan un tenso silencio. MICHAEL intenta interceder.

MICHAEL

Mamá nos dijo que esta noche nos contaría el final.

JOHN

Esta noche no habrá cuento. Tienen una cena. Y ya sabéis que nunca hay cuento los días que salen.

WENDY (A MICHAEL, imitando a su madre.)

¿Me concede este baile, Mr. Darling?

MICHAEL (Imitando a su padre.)

Por supuesto que sí, Mrs. Darling.

Los dos bailan en mitad de la calle, imitando a sus padres. JOHN intenta seguir serio, pero le hacen gracia sus hermanos y no puede evitar reírse. WENDY y MICHAEL lo rodean y acaban bailando los tres hasta que, moviéndose, se enredan de tal modo que no tienen más remedio que, muertos de risa, parar para desenredarse.

MICHAEL

Entonces, ¿nos vamos a quedar sin saber el final de la Cenicienta?

WENDY

¿De verdad que no te lo imaginas?

MICHAEL

¿Vosotros sí?

JOHN (Encogiéndose de hombros.)

A mí me da lo mismo. En los cuentos es todo demasiado fácil.

NANA aparece dispuesta a llevarlos a casa. Les ladra extrañada al ver los rasguños en la ropa tras la pelea.

WENDY

No ha sido más que un pequeño abordaje, Nana.

NANA ladra poco convencida y caminan todos juntos en dirección a casa.

3EL BAILE

MRS. DARLING, en su dormitorio y vestida de noche, se prepara para salir. Su atención oscila entre el espejo, junto al que hay una flor metida en un vaso, y la ventana abierta de su cuarto, que mira de vez en cuando con melancolía. WENDY llega al dormitorio y se queda observándola un momento.

MRS. DARLING

¿No deberíais estar ya durmiendo?

WENDY

Michael dice que no quiere dormir hasta que nos cuentes el final.

MRS. DARLING

Puedes contárselo tú misma.

WENDY

No es lo mismo...

MRS. DARLING

¡Pero si lo cuentas mejor que yo! El momento en que dan las doce y ella sale corriendo del baile lo haces tan emocionante que parece que todo fuera a terminar de otra manera.

WENDY

Pero los cuentos siempre acaban bien.

MRS. DARLING (Mirando la ventana.)

Eso es lo malo, Wendy: que siempre acaban. (Señalando la pulsera que lleva su hija.) ¿Me la prestas?

WENDY (Ilusionada.)

Claro.

MRS. DARLING

Voy a ser la envidia del baile.

WENDY (Bromeando.)

¿El vuestro también acaba a las doce?

MRS. DARLING

No, pero en cuanto salgamos de allí, seguro que nuestro coche se vuelve calabaza.

VOZ DE MR. DARLING

Cariño, ¿te falta mucho?

MRS. DARLING (A MR. DARLING, sin entusiasmo.)

Ya voy. (A su hija.) Por cierto...

WENDY

¿Sí?

MRS. DARLING

Nana ha regresado preocupada esta tarde.

WENDY

Nana se preocupa por todo.

MRS. DARLING

Dice que os ha pasado algo. Y ella no suele equivocarse.

WENDY

Exagera. Como lo ve todo a cuatro patas, lo ve distinto.

MRS. DARLING

Por eso mismo lo ve mejor. Si mirase como todo el mundo, no vería nada.

WENDY

Las demás familias no tienen una perra de niñera.

MRS. DARLING

Las demás familias tampoco tienen una hija tan respondona como tú.

WENDY

Está todo bien, mamá. En serio.

MRS. DARLING

¿Seguro que no hay nada que quieras contarme?

WENDY niega con la cabeza.

WENDY

Entonces, ¿les digo a los chicos que hoy no vienes?

MRS. DARLING (Señalando hacia la puerta, aludiendo a la impaciencia de su marido.)

Termina tú la historia. Mañana empezaremos otra nueva.

WENDY

¿La de tu baile y el coche que se volvió calabaza?

MRS. DARLING (Con melancolía.)