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Reflexiones acerca de la Naturaleza humana. Son pensamientos no relacionados entre sí; pero que abordan la naturaleza humana desde distintos campos de estudio.
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Seitenzahl: 28
Veröffentlichungsjahr: 2015
Mazzella, Daniel Reflexiones acerca de la naturaleza humana - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2014. E-Book. ISBN 978-987-711-243-6 1.Ensayo. I. Título CDD 004
© 2014 Daniel Mazzella
Doy comienzo a esta obra examinando una preocupación que se supone que es propio de la Naturaleza humana: El sempiterno cuestionamiento acerca de la inevitabilidad de la propia Muerte. Primero dejar anotado que la muerte es uno de los ciclos de la naturaleza; sea morir longevo, o devorado por algún depredador, o por un accidente fatal. Todo ello se halla inserto en el programa de la naturaleza. En el inmensurable océano del Universo todo es transformación. Nada permanece estático mucho tiempo. Y nada puede escapar de él. Esto es lo que postula el “principio de conservación de la materia y la energía” formulado por Lavoisier en el siglo XVIII y modificado luego por Einstein. Esto es lo que establece: La sumatoria de los productos de la masa por la energía en los primeros términos de una reacción, es igual a la sumatoria de los productos de la masa por la energía en los segundos términos de dicha reacción.
Todo queda allí. Nuestro cuerpo y nuestra alma (que son una misma cosa) nunca se van a extinguir. Van a sumarse al flujo continuo del océano del Universo, a sus sempiternas transformaciones.
Respecto a cómo experimentaremos eso, puedo contar una experiencia personal. Una vez perdí la conciencia en un desmayo: fue un “Aquí estoy. Aquí estoy” y sin embargo duró varios minutos. Cuando el cerebro muere, lo primero que se extingue es la conciencia. Luego van necrosándose otras áreas.
Si todo lo expuesto hasta aquí no alcanza para conformarnos, pensemos lo siguiente: al mirar hacia atrás, hacia antes de nuestro nacimiento; ¿qué vemos? Nada. Lo mismo es aplicable a nuestra muerte ¿qué podemos ver? Más allá de nuestros razonamientos. Nada. Y tal como ocurre con la incertidumbre de nuestro nacimiento, en que nada nos inhibe la vida cotidiana; tampoco nuestra muerte, aún cuando la creamos cercana, debe inhibirnos absolutamente nada.
Voy a tratar aquí el tema de la alimentación humana: ¿Somos depredadores por naturaleza? Yo creo que no (por lo menos cuando se trata de especies de mamíferos) Para nosotros matar un animal que se halla filogenéticamente cercano a nosotros, es una experiencia horrible, que la vamos a llevar con nosotros por mucho tiempo. Debemos deshumanizarnos primero, lo que significa apagar la relación empática que sentimos por ellos.
Hace unos dos millones de años, los primeros humanos, los Homo habilis,