Reforma Íntima Sin Martirio - Wanderley Oliveira - E-Book

Reforma Íntima Sin Martirio E-Book

Wanderley Oliveira

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Beschreibung

Ermance Dufaux, con rara felicidad, puede penetrar en las complejidades de los problemas mentales, aclarándonos acerca de los mecanismos mentales crueles que nos hacen sufrir en vez de amar, autoflagelar en lugar de perdonar. Por lo tanto, este libro es un manual de cabecera para ser leído y meditado, buscando su aplicación en nuestra vida cotidiana. La autora espiritual primero aclara, después anima, instigando a una toma de actitud consciente, para que podamos rescatarnos de laberintos mentales hacia la luz del amor.

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Seitenzahl: 280

Veröffentlichungsjahr: 2007

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REFORMA ÍNTIMA SIN MARTIRIO

Copyright © 2012 by Wanderley Oliveira

DADOS INTERNACIONAIS DE CATALOGAÇÃO PÚBLICA

Dufaux, Ermance de La Jonchére (Espíritu)

Reforma Íntima sin martirio / por el espíritu de Ermance de La Jonchére Dufaux: [Psicografía de] Wanderley Soares de Oliveira – Belo Horizonte

ISBN 978-85-98080-34-5

1. Espiritísmo 2. Psicografia I. OLIVEIRA, Wanderley II. Título

CDU 139.9

Editora Dufaux

R. Oscar Trompowski, 810

Bairro Gutierrez

Belo Horizonte | MG | Brasil

CEP - 30441-123

Tel.:(31) 3347-1531

www.editoradufaux.com.br

“El producto de esta edición se destina a las actividades de la Sociedad Espírita Ermance Dufaux”

Todos los derechos de reproducción, copia, comunicación al público y explotación económica de esta obra están reservados, única y exclusivamente, para la SED (Sociedad Espírita Ermance Dufaux). Está prohibida su reproducción parcial o total a través de cualquier forma, medio o proceso electrónico, digital, fotocopias, microfilme, internet, CD-ROM, DVD, entre otros, sin la previa y expresa autorización de la editora en los términos de la ley 9610/98, que reglamentan los derechos de autor y conexos.

Angustia de la perfección

Prefacio - Una palabra inspiradora

Introducción - Conciencia de sí

1. Dolores de martirio

Quien está en la reforma interior tiene una referencia fundamental para su auto análisis a lo largo del camino educativo un termómetro de las almas que se perfeccionan; inevitablemente, quien se renueva alcanza la mayor conquista de las personas libres y felices: el placer de vivir.

2. Ética de transformación

Para llevar al hombre al perfeccionamiento, el autodescubrimiento exige una nueva ética en las relaciones consigo y con la vida; es la ética de la transformación, sin el cual la incursión en el mundo íntimo puede estacionarse en mera actitud de descubrir la subconsciencia sin propósitos de cambio para mejorar.

3. Proyecto de vida

Una semana en la tierra está compuesta por ochenta minutos. Tomando como base noventa minutos como el tiempo habitual de una actividad espiritual volviendo hacia la adquisición de nociones elevadas, teniendo en cuenta que raramente alguien ultrapasa el límite de las dos o tres reuniones semanales, encontramos un coeficiente de lo máximo, doscientos setenta minutos de preparación para la implementación de la renovación mental, o sea, por menos del tres por ciento del volumen del tiempo de una semana entera.

4. Lo que procede del corazón

Frágil modelo de evaluación de la conducta espirita se ha tomado en cuenta de las costumbres entre los idealistas. Enraizándose el axioma “espirita has esto no aquello” que intenta encuadrar el valor de las acciones en estereotipos insustentables de buen sentido.

5. Sabia providencia

La naturaleza nos lleva a olvidarnos del pasado exactamente para que aprendamos a descubrir en nuestro mundo interior las razones profundas de nuestros procedimientos, a través del análisis de las inclinaciones e impulsos, intereses y atracciones que forman el conjunto de nuestras reacciones denominadas tendencias.

6. El gran aliado

En vez de ser contra lo que fuimos, necesitamos aprender una relación pacifica de aceptación sin conformismo a fin de hacer del “hombre viejo” un gran aliado en el perfeccionamiento.

7. Sexualidad e hipnosis colectiva

(....) Un “remolino energético” promovido de vida y movimiento intercede por toda la psicosfera del orden. Como si fuese una serpiente seductora creada por las emanaciones primitivas, provenientes de les actitudes frente a la sexualidad entre todas las comunidades.

8. Arrepentimiento tardío

Si no existe trabajo redentor en la vida espiritual, las almas tendrán que reencarnar a la brevedad por qué no soportarían el nivel mental de los recuerdos y perturbaciones del arrepentimiento.

9. ¿Espiritas no practicantes?

Estemos convencidos desde un punto en materia de mejoría espiritual: solo haremos y seremos aquello que conseguimos, ni más ni menos. Lo importante es que seamos lo que somos, sin esa necesidad injustificable de mirar creando rótulos para nuestros estilos o formas de ser.

10. Reflejo-matriz

Los reflejos son como “personalidades inductoras” estableciendo el automatismo de los sentimientos exteriorizados en actitudes y palabras. En ese circuito vivimos y decidimos, progresamos o nos estacionamos.

11. El arte de interrogar

Será muy simplista la actitud de responsabilizar obsesores y reencarnaciones pasadas como causa de aquello que sentimos, y que no conseguimos explicar con mayor lucidez. En algunos casos son por actos de falta de vigilancia.

12. Ser mejor

El conjunto de las enseñanzas espiritas es una descripción completa para todos los perfiles de necesidades en el perfeccionamiento de la humanidad tomar todo ese conjunto como reglas para absorber instantáneamente es demostrar una visión dogmática de crecimiento, generando aflicciones y temores, perfeccionismo y ansiedad, que son innecesarios en el perfeccionamiento de las oportunidades.

13. Meditación de la amistad con el hombre viejo

La enemistad con el hombre viejo es extremadamente perjudicial al desenvolvimiento de los valores divinos; porque gastamos toda la energía para combatirnos y no para tallar y conquistar nuestra defensa.

14. Inmunidad psíquica

Es una creación de las almas superiores en favor de la obra del bien que todos, poco a poco, estamos construyendo en la Tierra. Se llama “inmunizador psicológico”. Compuesto de material rarificado, de alta potencia irradiadora de ondas mentales de corta frecuencia, es un aparato de defensa mental que concede a los médium mejores recursos en el desempeño de su misión.

15. Dialogo sobre la ilusión

Auto-ilusión es aquello que queremos creer sobre nosotros mismos, pero que no corresponde a la realidad de lo que verdaderamente somos, es la mirada de nosotros mismos o aquello que imaginamos que somos.

16. Lecciones preciosas con el doctor Ignacio

La imagen de los espiritas sobre la vida más allá de la muerte, a pesar de ser rico en informaciones, está distante de aquello que realmente viene sucediendo a cuantos nos envuelven fuera de las claridades del Espiritismo, pero que descuidan del servicio de iluminación por dentro.

17. Porque melindreamos

¿Por qué melindreamos? Es larga la diferencia que va entre la ofensa natural y el melindre, que es la reacción neurótica a las ofensas. Melindre es el estado que afecta enfermizo de fragilidad, que dilata la proporción y naturaleza de las agresiones que sufrimos del medio.

18. Fe en las victorias

En la actualidad se acostumbra observar una “neurotisacion” de la propuesta de la renovación interior. Mucha impaciencia y severidad viene acompañando ese desafió, conduciendo al perfeccionismo por falta de entendimiento de lo que es realmente la reforma intima.

19. Angustia del mejoramiento

Los conflictos crean las tensiones en el mundo íntimo en razón de la contraposición entre esos tres factores: Lo que le gustaría a la criatura, lo que ella debe y lo que ella consigue.

20. Imprudencia en el transito

La postura ética del hombre de bien frente a las leyes civiles debe ser la de la integridad moral. La dirección de un vehículo motorizado es un arte, y como tal debe ser conducido: el arte de respetar la vida.

21. Depresiones reeducativas

Semejantes depresiones, son los resultados más torturantes de la larga trayectoria en el egoísmo, por que el núcleo de ese trastorno se llama desaprovechamiento o contrariedad, esto es, la incapacidad de vivir y convivir con la frustración de no poder ser como quiere y tener que aceptar a la vida como ella es, y no como le gustaría que fuese.

22. La vieja ilusión de las apariencias

Hipocresía es el hábito humano adquirido de aparentar lo que no somos, en razón de la necesidad de la aprobación del grupo social en que vivimos. Intencional o no, es un fenómeno profundo en sus raíces emocionales y psíquicas, que envuelven particularidades específicas a cada criatura (...)

23. Solo el bien repara al mal

Particularmente, la mayoría de nosotros, somos atraídos hacia la necesidad imperiosa de renovación frente a la vida en las líneas del bien, cuando retornamos a la escuela terrena, cargamos en la intimidad una latente aspiración de transformarnos en razón de las angustias experimentadas por las duras revelaciones ocultas por la desencarnación.

24. Iconos

Con todo ese proceso de integración se genera un doloroso sentimiento de pérdida necesario al progreso. Se pierde lo viejo para construir lo nuevo. En verdad efectuamos una reconstrucción marcada por etapas desafiantes. Se pierde la “vieja identidad” y no se sabe como construir “lo que se debe hacer ahora” la “nueva identidad”.

25. Fe y singularidad

Fe razonada es un fenómeno psicológico y emocional construido a partir del deseo autentico y perseverante de comprender lo que nos va cercando a la conquista solamente posible a través de la renovación del entendimiento y de la forma de sentir la vida.

26. Disciplina de los deseos

Hablamos, pensamos y hasta actuamos en el bien en muchas ocasiones, aunque no siempre sentimos el bien que abogamos, estableciendo “abismos de afecto” en comprometernos con la causa, atrayendo falta de motivación, dudas, pereza, perturbación y ausencia de la identificación con las responsabilidades asumidas.

27. Presiones por testimonio

Tornándose motivo de alguna trama de los adversarios, funciona como una carnada atrayendo muy cerca de su vida mental a los desencarnados que, sin percibirlo, se envuelven en una “tela de irradiaciones poderosas” permitiéndonos una acción más concreta en comparación a muchas de las incursiones en los valles sombríos.

28. La fuerza del bien

¡Los hombres acostumbran ver a los espíritus donde ellos no están y donde ellos están no acostumbran ser vistos por los hombres!...

29. Psicosfera

Tomando como comparación a las telas de las arañas, creadas para capturar alimentación y defenderse, la mente humana, de modo similar, tiene su campo mental de absorción y defensa establecido por el tenor de su “radiación moral”: son las psicosferas.

30. Conclave de líderes

Cumpliendo una vez más nuestra programación en el Hospital Esperanza, nos reunimos influyente grupo de encarnados de más de mil formadores de opinión en el movimiento espirita. Lo traemos como una breve y oportuna advertencia.

Epilogo - ¿En qué Punto de la Evolución nos Encontramos?

A pesar que llevamos peregrinando hace milenios en el reino hominal, aun no nos hicimos legítimos propietarios de la Herencia Paternal que nos fue confiada. No será impropio decir que somos “medio humanizados”.

Programa de Bezerra de Menezes por los Valores Humanos en el Centro Espirita

Es por eso, que tenemos que promover las Casas, de puestos de socorro y alivio a núcleos de renovación social y humana, a través del incentivo al desenvolvimiento de valores éticos y nobles capaces de generar la transformación.

“¿Puede alguien, por un proceder impecable en la vida actual, transponer todos los grados de escala del perfeccionamiento y tornarse Espíritu puro, sin pasar por otros grados intermedios?” “No, pues lo que el hombre juzga perfecto lejos esta de la perfección. Existen cualidades que le son desconocidas e incomprensibles. Podrá ser tan perfecto en cuanto al comportamiento de su naturaleza terrena, pero esa no es la perfección absoluta” (...)

Libro de los espíritus pregunta 192

Alma querida en los ideales renovadores, es natural que sufras inquietudes por alimentar objetivos transformadores.

Ante la penuria de tus valores te declaras sin meritos para recibir la ayuda Divina. Frente a la extensión de tus faltas, castigas a la conciencia con lacerante sentimiento de hipocresía al repetir los mismos desvíos de los cuales te gustaría no permitirte. Esa es la entrada de la perfección, no te martirices. Todo eso es comprensible, parte integrante de cuantos aspiran a los servicios reeducativos de sí mismos, por lo tanto, no seas demasiado severo contigo.

Sin lastima y censura, perdónate y prosigue siempre. confía y trabaja cada vez más.

Por mas cáusticas que sean las relaciones intimas en los fingimientos de la conciencia, resguárdate en la oración y en la confianza y enriquece tu fe en las pequeñas victorias.

la angustia de mejorar es impulso hacia la elevación. el remedio es saludable para amenizarla y es la aceptación incondicional de ti mismo.

Aceptándote humildemente como eres y haciendo lo mejor que puedas te revitalizaras con más fuerza en el ruego interior hacia la continuidad del proyecto de la mejora y la corregirás. Por otra parte, si te castigas estarás firmando un decreto de desamor contra ti.

Adáptate con devoción y sensatez a los ejercicios que te son delegados para las tareas renovadoras del bien, perfeccionándote en régimen de vigilancia y paciencia.

Sin alimentar fantasías de saltos evolutivos, dad un paso tras del otro.

Sin ansias por la grandeza de las estrellas, ámate en la condición de pequeña luciérnaga que se esfuerza por hacer luz en la noche oscura.

Haz las paces con tus imperfecciones. Descubre tus cualidades, cree en ellas y colócalas al servicio de tus metas de crecimiento, esa es la fórmula de la verdadera transformación.

El tiempo concederá valor y experiencia a tus esfuerzos, ajustando tus propósitos a los limites de tus posibilidades, liberándote de la angustia que proviene de los excesos. Camina un día después del otro con la certeza de que Dios te espera siempre con infinito respeto de tus

Heridas guardando el único derecho de un Padre celoso y bueno que es la esperanza de que mañana seas mejor que

Hoy, para tu propia felicidad

Ermance Dufaux

Una pregunta jamás deberá dejar de ser el centro de nuestras reflexiones en las vivencias espiritas: ¿en que estoy mejorando?

Tener noción clara sobre las conquistas interiores aunque poco expresivas, es valeroso núcleo mental de motivaciones para la continuidad de la obra de la renovación. A su vez, no dar valor a los pasos escatimados es permitir la expansión del sentimiento de impotencia y menosprecio a los esfuerzos que ya hemos comenzado.

Sería bueno, si los hermanos de la carne pudieran investigar: ¿cómo adquirir esa noción clara sobre la posición espiritual de cada uno, considerando el temperamento del cerebro físico?

La única postura que nos asegura la mínima certeza de que algo estamos realizando en favor de nuestra ascensión espiritual, en la carne o fuera de ella, es la continuidad que damos a los proyectos de renovación que idealizamos. Los obstáculos serán incesantes hasta el fin de la existencia, no nos compete alimentar expectativas con facilidades, sin el coraje y el optimismo indispensable para vencer un desafió después del otro.

Que la esperanza no desfallezca frente a esos propósitos. Nuestras conquistas pueden ser identificadas en la atmósfera. Nuestras virtudes no florecerán sin los golpes del dolor que dilacera y poda las espinas de la imperfección.

Nuestra palabra de orden es recomenzar – una palabra inspiradora.

Cuantas veces fueran necesarias, a nuestra gran y única virtud en los áridos campos del perfeccionamiento intimo es la capacidad de resistir a las apelaciones hacia la caída, no desistiendo jamás del ideal de liberación que arrullamos, trabajando aunque cansados sirviendo también a los carentes, estudiando aunque estemos sin motivaciones, aprendiendo aunque sea sin objetivos definidos.

La misma reencarnación es el mecanismo divino del comienzo, del retorno. Es justo que abrasemos amorosamente a los compromisos abandonados de otros tiempos y aplanemos nuestros tortuosos caminos.

Tenemos lo que merecemos y somos aquello que plasmamos.

En medio del lodazal del desaliento nace el lirio de la personalidad suave, que paulatinamente estamos cultivando. Bajo el peso cruel de la angustia, estamos construyendo la condición inmunizadora del poder mental. siempre que no desistamos habrá una oportunidad para la victoria.

Prosigamos sin expectativas de angelitud que por ahora no podemos alcanzar.

No ser lo que a uno le gustaría, es el más alto precio tributado a aquel que optó por los desvíos del egoísmo, esa también es la mayor tormenta para todos los que anhelan la mejoría de sí mismos. En eso reside el drama interior narrado por Pablo de Tarso: “por que no hago el bien que quiero, si no el mal que no quiero hacer”.

No queremos ser mas quienes somos pero aun no somos quienes queremos ser. ¿Entonces quienes somos? eso genera una etapa definida por profunda falta de aceptación con toda una vida. Cuerpo, profesión, relaciones, afectos y hasta los hechos del camino son dramáticamente abalados por la disminución de la alegría y del encanto de esas “pruebas de ajuste”.

Además, la ley establece la muerte del pecado y no la del pecador.

Para todos es pródiga la misericordia – ley universal de la piedad Paterna – que nos asegura: “El amor cubre multitud de pecados” (1)

A pesar de ese dictamen celeste, el dolor – evolución no ha sido soportado por muchos y agravados por otros, llevándolo a cuadros de graves enfermedades morales y de desamor de sí mismo.

Hasta la misma reforma intima, en muchos casos debido a las interpretaciones habituales, han sido un “bastón” de auto-castigo y martirio penitencial.

En ese torbellino de conceptos y dramas psicológicos, ermance Dufaux surge con una palabra reconfortante y de discernimiento a nuestros corazones. Su iniciativa en esa obra se reviste de valerosa inspiración que aportará estímulos, pacificación y luz a muchos corazones encarcelados en arduas pruebas de crecimiento íntimo.

Analizando sus textos objetivos y lucidos, podemos entrever la utilidad de la iniciativa de enviarla a la Tierra.

Entre tanto a causa de su ofrenda, ella misma es la primera en declinar sus méritos, solicitándonos destacar que esas páginas son fruto de un conjunto de esfuerzos de almas que trabajan por la implantación del programa de valores humanos (2) para las sociedades espiritas, cuyo responsable es nuestro benefactor Bezerra de Menezes que cumple directivas del Espíritu de Verdad.

Se resalta que, los casos aquí narrados son vividos en el Hospital Esperanza(3) donde nos esforzamos juntos en el servicio del bien, son indicativas preciosas recogidas directamente de almas que vivieron los dramas descriptos.

Así expresamos con respeto a todos ellos que permitieron de buen grado las narraciones de sus caídas o experiencias en favor del bien ajeno.

Que el mensaje aquí contenido sea una palabra de confianza y una inspiración para la continuación de la lucha intima por la victoria del hombre renovado en el Cristo de dios.

Recordando una vez más el baluarte del mensaje cristiano libre, destacamos que los beneficios no los disminuirá en dirección a las cimas. A pesar de sus conflictos Él, inevitablemente declaró: “(...) volvería a levantar las manos cansadas, y las rodillas descoyuntadas, y haría veredas derechas para vuestros pies (...)(4) y no nos cansemos de hacer el bien, porque a su tiempo cosecharemos, y no habremos desfallecido”.(5)

Seamos fieles y confiantes en los pequeños esfuerzos de ascensión que hemos conseguido realizar. abandonemos la aflicción y la ansiedad relativa a lo que nos gustaría ser, porque solamente amando lo que somos encontraremos fuerzas para proseguir. El mismo Pablo de tarso declaró en la angustia de sus luchas: (...) el mal que no quiero, eso hago; mas adelante, endurecido por los combates educativos comprendió la importancia que tenia para los oficios del bien al afirmar: (...) no soy digno de ser llamado apóstol (...) pero por la gracia de Dios soy lo que soy. (6)

Por una vez, estemos convencidos de que no somos elegidos especiales para la obra a la que nos entregamos, no obstante, nos encontramos dispuesto a olvidar el mal y a construir el bien que podamos ¿existe un mejor comienzo que ese?

Cicerón Pereira

Belo Horizonte, 09 de marzo de 2003

(1) Pedro, 4:8

(2) Siembra Bendita- capitulo “Actitud de Amor”

(3) Obra de amor erigida por Eupedes Barsanulfo en la erraticidad. Mayor información en el libro “Tormentos de la Obsesión” psicografiado por Divaldo pereira Franco, cuya autoría es de Manolo Pholimento Miranda.

(4) Hebreos, 12:12 a 13

(5) Gálata, 6:9

(6) Corintios, 15:9 a 10

Conciencia de Sí

“En principio, el hombre que se exalta a sí mismo, que erige una estatua de su propia virtud, solo con esa actitud aniquila todo el mérito real que pueda tener y ¿qué diré de aquel otro cuyo valor consiste en parecer lo que no es? Admito buenamente que el hombre que obre el bien, sienta en lo más hondo del corazón una satisfacción íntima, pero tan pronto como esa satisfacción se exterioriza, a fin de cosechar aplausos, degenera en amor propio”.

Evangelio Según El Espiritismo Cap. 17– ítem 8

Un estudioso discípulo del Espiritismo nos propuso la siguiente investigación:

¿Qué nuevas revelaciones nos traerían los amigos espirituales en favor del perfeccionamiento interior en esta hora de tantas luchas en la humanidad?

Respondiendo a su pedido sincero de aprender, delineamos aquí los textos a analizar. No constituyen novedades, y si un enfoque practico para viejas preguntas morales que absorben cuantos ansían la mejoría de si mismos.

Nuestra propuesta es presentar algunas “ideas – clave” con fines de meditación y auto – evaluación, además para estudios en grupo que ansían buscar respuestas sobre las intrigantes preguntas de la vida interior. Si no entendemos realmente la razón de nuestras actitudes, no reuniremos condiciones indispensables para el servicio de renovación de nosotros mismos.

La capacidad de administrar el mundo objetivo se torna cada día más precisa y rica de tecnología para la mejor eficacia de los resultados, con todo, la inhabilidad en la dirección del mundo íntimo es comprobada, en todo instante, por las declaraciones de descontrol e insatisfacción que el hombre a demostrado en su vida personal. Hombres vencedores edifican puentes maravillosos que se tornan en tarjetas postales en el mundo entero, no siempre dominan el arte de construir un sincero hilo de atención que pueda establecer un puente entre él y su prójimo, disminuyendo la distancia que los separa. Cirujanos habilidosos trasplantan órganos sensibles con precisión y control en sus dedos, no obstante, constantemente se desequilibra cuando un pequeño bisturí se escapa de las sinceras manos de su hijo, generando perturbación y mal estar en la prole.

Si el centro de la propuesta educativa del Espiritismo es la mejoría espiritual por la reforma íntima, esa a su vez tiene, por objetivo elemental, liberar la conciencia de los grilletes del ego para que pueda brillar con exuberancia, sin las sombras que se obstinan en ofuscarlos. Nos trabamos, al iniciar la renovación de nosotros mismos, en una batalla entre el ego y la conciencia rumbo a la conquista del self definitivo y glorioso.

¡Reforma íntima! Eh ahí el tema predilecto de los adeptos del Espiritismo en el vastísimo repositorio de temas elevados que nos desafían el entendimiento bajo la óptica del espíritu inmortal. A pesar de su predilección, se constata que la asiduidad con la cual es tratado no le garantiza nociones más dilatadas que le permitan el esfuerzo consciente en la transformación de la personalidad humana.

En esa óptica, delinearemos algunos conceptos que merecen ser rescatados para su mejor comprensión.

Una

construcción gradual de valores,

a la Solidificación de cualidades eternas.

Una

propuesta de plenitud

y no de derrotismo.Hacer más luz para barrer las sombras. Porque, creemos que la luz se hace extinguiendo las sombras.....

Es la

formación del hombre de bien.

No se rata de cambiar de vicio sino colocar virtudes. Se da mucha importancia a las imperfecciones en los ambientes de la Doctrina, cuando deberíamos hablar más de las virtudes del hombre de bien.

Proceso liberador de la conciencia

. No se trata de vencer el ego, sino conquistarlo a través del dominio natural de la “voz” divina que retumba en nuestra intimidad.

Reforma intima no se debe entender solamente como contención de impulsos inferiores. Más allá de eso, es urgente analizarla como el compromiso de trabajar por el desenvolvimiento de los legítimos valores humanos en la intimidad. Circunscribiéndonos al régimen de la disciplina por la vigilancia y voluntad podrá instituir la cultura del martirio y de la tormenta como requisitos indispensables a su dinamismo.

Contención y aglutinación de fuerzas de defensa contra la rutina de los reflejos del mal en nosotros, únicamente la edificación de la personalidad cristiana, prodigará de cualidades morales nobles, y permitirán la paz interior y el servicio de liberación definitivo para más allá de los muros de la muerte corporal. Por esa razón a los seguidores del mensaje espirita les urge difundir nociones más lúcidas sobre el nivel de compromiso a que se deben dedicar todos sus aprendices. Solo evitar el mal no basta, es imperioso hacer todo el bien a nuestro alcance. La reforma de profundidad exige devoción integral a los deberes de espiritualización, donde quiera que estemos, creando condiciones para vivencias íntimas que aseguren emociones afectivas revitalizadoras hacia rumbos más vastos en la acción y en la reacción: Es la creación de nuevos condicionamientos elevados.

Así como el cuerpo no extirpa partes enfermas, pero procura armonizarlas, el alma procede a su crecimiento dentro de los principios de “reaprovechamiento” de todas las experiencias desdichadas.

Quien busca el perfeccionamiento de uno mismo tiene como primer desafió el encuentro consigo. La ausencia de ideas claras sobre nosotros mismos constituye un pesado conflicto a superar, el cual lleva a corazones sinceros y bien intencionados a dolorosos problemas mentales con mejoras individuales, instaurando un doloroso proceso de martirio a sí mismo.

No existe reforma intima sin dolores, razón por la cual será oportuno discernir cuales son los dolores del crecimiento y cuales son los dolores que transcurren de nuestra incapacidad de lidiar con las fuerzas ignoradas de la vida subjetiva de nosotros mismos. La distinción entre ambos tornará a nuestro programa de mejorías personales un tanto más eficaces y menos dolorosas.

Se habla mucho del hombre viejo y casi nada sobre como consolidar el hombre nuevo. Dominados por el mal hábito de descartar sus enfermedades espirituales, creándose un sistema neurótico de supervaloración de las imperfecciones morales que han conducido a muchos espiritistas a la condición de auténticos “hipocondríacos del alma”.

Sentir el mal es parte del proceso transformador, construir el bien es la etapa nueva que nos aguarda.

Más allá de control, educación.

Por encima de la disciplina con inclinaciones, desenvolvimiento de cualidades innatas.

La madurez puede ser definida por la capacidad individual de oír a la conciencia en detrimento de los ruegos del ego. Cuanto más hiciéramos por eso, seremos más maduros y libres. La salud es estar en contacto pleno con la conciencia y la enfermedad es la esclavitud del ego. Reformarse es tomar conciencia de “sí mismo”, de la “perfección latente” a la cual nos destinamos. En otras palabras, estamos enalteciendo el acto de la auto-educación.

Fue notable lo que Jung afirmo: “hasta donde podemos discernir, el único propósito de la existencia humana es encender una luz en la oscuridad del ser puro”.

Es imperioso encender esa luz, la luz que proviene de la autocrítica, sin la cual no nos educaremos.

¿Es como ejercer un juicio crítico y honesto sin conocimiento de las artimañas de la vieja personalidad que generamos?

La buena crítica es, uno de los pilares esenciales para la formación de la autoconciencia, la cual nos permitirá descubrir las normas en dirección a los tesoros divinos incrustados en pleno corazón de esa selva de imperfecciones, que traemos de las eternidades.

Presentamos en esta obra algunos “mapas” para devastar esa selva con seguridad. Combate para viejos temas morales ya conocidos por todos nosotros, los espiritistas, pero que no siempre conseguimos traerlo hacia la intimidad en la atención satisfactoria de los anhelos exuberantes que ensanchan nuestras almas en la construcción de la nueva personalidad.

Ciertamente, como todo mapa, los caminos para lograr el destino son variados y personales, conforme la óptica y la elección de cada uno, es por ese motivo que entregamos todos nuestros abordajes con total falta de pretensión en cuanto a los resultados. Así como la peregrinación por los “valles sombríos” de nuestra intimidad está repleta de imprevistos y “celadas” no abdicamos de la palabra clara y sincera, acrecentando algunos ejemplos de dolorosas historias de cuantos fueron iluminados por la luz de la Doctrina Espirita, sin iluminarse a sí mismos con la luz de la experiencia y de la renovación.

Jamás nos mueve la intención que nuestras consideraciones, aquí exageradas, pudiesen constituir una ruta de orientación o una tesis didáctica sobre el tema con el objetivo de trazar normas de conducta. Para nosotros no ultrapasan la condición de sugestiones para el diálogo en grupo o meditaciones individuales. Nuestros textos son un “comienzo de conversación”, un “punto de partida” para que ustedes en la Tierra emprendan la discusión libre y saludable sobre los caminos de la transformación humana, a la luz del Espíritu Inmortal. Nuestro corazón estará siempre donde existan los coloquios francos y productivos acerca de estos temas.

Sin ningún pesimismo, medimos la condición personal, sin conocimiento pleno de las historias contenidas en nuestras “fichas reencarnatorias”, es casi siempre proceder a un análisis miope de las condiciones espirituales auténticas que rodean nuestro trayecto en los milenios. Por eso, palpitan muchas ilusiones en el terreno de nuestra lucha educativa, en la carne o fiera de ella. “En principio, el hombre que se exalta, que levanta una estatua de su propia virtud, anula, por ese simple hecho, todo mérito real que pueda tener”. nuestras reflexiones se destinan a una autoevaluación. sin una incursión sincera en el mundo de nosotros mismos, a fin de aquilatar lo que somos y no somos, corriendo el severo riesgo de repetir las múltiples historias

Que hemos acompañado hasta aquí, en al vida moral, en la cual el corazón favorecido por las concepciones doctrinarias adormecidas en una ilusión de sí hacia el mas allá de sus

Reales proporciones, teniendo que mirar sin el resguardo, en el “espejo de la inmortalidad” amargando dolorosos procesos de desilusión. Buscamos nuestra inspiración en El Evangelio Según el Espiritismo repositorio ético para la felicidad

Humana e incomparable manantial de sugestiones superiores en el cual encontramos inagotable fuente de directivas y consuelo de los Bondadosos Guías de la Verdad, en favor de los derroteros de los hombres ante sus pruebas y expiaciones. Lo consideramos como un recetario moral para todas las necesidades humanas en la Tierra.

Entregamos nuestros apuntes con alegría a los lectores y amigos, esperanzados de que la celeste misericordia multiplique nuestras migajas de amor, saciando el hambre del alma con bendiciones de paz y estimulo en la adquisición de la conciencia de sí.

Afectuosamente

Ermance Dufaux

Belo Horizonte 16 de febrero de 2003

En el capítulo del crecimiento espiritual es necesario distinguir qué son los dolores del crecimiento y los dolores del martirio. No existe reforma intima sin sufrir, pero el martirio es una forma de auto-castigo, son “penitencias psicológicas” que nos imponemos como si con eso estuviésemos mejorando.

En razón del complejo de inferioridad que asola expresiva parte de las almas en la Tierra, y conocedores de que semejante vivencia psicológica se debe a nuestro voluntario “apartarnos de Dios”, a lo largo de las etapas evolutivas, haciéndonos sentir inseguros e impotentes, hoy creamos las “etapas mentales” para sentirnos mínimamente bien y llevar adelante el deseo de existir y vivir. Esas etapas son las estructuras del “yo ideal” que nos lleva a creer que somos más de lo que realmente somos, una defensa contra las yagas que no queremos aceptar en nosotros mismos.

La auténtica mejoría íntima ocurre por el proceso de concientización y no por los dolores recurrentes de cobranzas y conflictos interiores, que instalan “circuitos cerrados” y defectos en la vida mental.

Sin dudas, todos sufrimos martirios para crecer, no obstante es el exceso que nace de la incapacidad de regular con el equilibrio el mundo emotivo asumiendo proporciones y facetas diversificadas conformes el temperamento y las necesidades de cada uno. No lo confundamos con sacrificio- acto que ocasiona dolores intensos con el objetivo de alcanzar alguna meta o superar alguna dificultad. Lo que define la condición psíquica de

Martirizarse es el hecho de creer en el desenvolvimiento de cualidades que de hecho, no están siendo trabajadas en la intimidad. Son los dolores impuestos a nosotros mismos por las actitudes que deseamos, cuando creemos en el “yo ideal” y negamos los que huimos del “yo ideal”.

Casi siempre los dolores de martirio transcurren por no querer experimentar los dolores de crecimiento. Un ejemplo típico es cuando somos convocados a examinar cierta imperfección señalada por alguien y entre el dolor de la auto evaluación y el dolor de la negación, preferimos la segunda, la cual integra la lista de los “dolores-exceso”.

Entre las formas auto-punitivas más comunes, destacamos la manera por la cual resistimos nuestros errores que han sido un canal de acceso a infinitas dimensiones expiatorias. Muchos corazones transforman el error y la insatisfacción con sus experiencias en caídas lamentables e irrecuperables, mientras que la escuela de la vida en un gesto de sabiduría y complacencia nos invita siempre a levantarnos y recomenzar, frente a todos los fracasos del camino.

Cuando digo: “No puedo fallar más” será más difícil la conquista de sí. De esa forma comenzamos a conocer los grandes enemigos del auto-amor en nuestro íntimo. Uno de ellos es el perfeccionismo-una de las fuentes de martirio que acostumbra diezmar la energía de muchos aprendices de la espiritualización. Queriéndose transformar, parte hacia el proceso de la auto-inaceptación y de al auto-reprobación más cruel, inclinándose hacia la condenación.

La cuestión no es luchar contra nosotros, es conquistar esa parte enferma, recuperarla y eso jamás lo conseguiremos si no aprendemos a amar ese nuestro “lado enfermo”.

Esa forma inadecuada de ejercer nuestros errores abre puertas a consecuencias graves, y a veces mayores que el propio error en sí, tales como: Estado íntimo de disconformidad y desasosiego casi permanente, torturante sensación de pérdida de control sobre la existencia, poca tolerancia a las frustraciones, ansiedad de origen ignorada, miedo incontrolable de situaciones irreales, irritación sin motivos claros, angustia frente al porvenir con aflicciones y sufrimientos por anticipado, exceso de imaginación ante hechos vulgares de la vida, falta de creencia en el esfuerzo de cambiar y en las tareas doctrinarias, mal humor, decisiones desdichadas en el clima emotivo de confusiones mentales, intenso desgaste energético consecuente de conflictos, desanimo - son algunos dolores del martirio.

Cuando permanecen prolongadamente, esos estados psicológicos configuran una auto-obsesión que puede alcanzar el campo del vampirismo y de ilimitadas enfermedades físicas.