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Indagar en la isla de Granada y otras más del archipiélago que conforma esa nación en la década de 1980, fue el inicio de una investigación realizada por un grupo de especialistas del Cidmuc. Sus frutos, recogidos en este libro, reflejan la riqueza y diversidad de las expresiones musicales en esa isla así como en Carriacou y Petite Martinique. La autora no solo describe algunos de los géneros típicos de la región sino que los enriquece con ejemplos grabados in situ y la transcripción musical de los mismos, material inédito hasta el momento atesorado en el Archivo Patrimonial del Cidmuc. Una valiosa selección fotográfica complementa la información, para que el lector pueda disponer en toda su magnitud del acervo objeto de la investigación.
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Seitenzahl: 95
Veröffentlichungsjahr: 2023
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Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del Copyright, bajo la sanción establecida en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo público. Si precisa obtener licencia de reproducción para algún fragmento en formato digital diríjase a CEDRO(Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org o entre la web www.conlicencia.com EDHASA C/ Diputació, 262, 2º 1ª, 08007 Barcelona. Tel. 93 494 97 20 España.
Texto original, selección musical y fotográfica: Laura Vilar Álvarez
Grabaciónin situ, digitalización de las grabaciones, restauración digital de las grabaciones, edición y masterización: Raúl Díaz Puig
Transcripción musical: Miriam Concepción / Marta Bonet / Rolando Pérez Fernández / Ana Victoria Casanova / Karina Rumayor / Ba Tapo / Zobeyda Ramos
Fotos: Argeliers León / Olavo Alén /Carlos Manuel Fernández
Edición y corrección: Ernesto Pérez Chang
Edición digital de partituras: William Sotolongo
Diseño de colección: Jorge Méndez Calas y Susana de la Cruz Rodríguez
Diseño de cubierta e interior, mecacomposición: Susana de la Cruz Rodríguez
Digitalización de imágenes: Annette Gallart Creagh / William Sotolongo
Restauración digital de imágenes: Elisa Álvarez/Susana de la Cruz Rodríguez
Mecacopia: Nurdys Serrano
Archivo sonoro y fotográfico Cidmuc.
© Laura Vilar Álvarez.
© Sobre la presente edición: Ediciones Cidmuc, 2013
ISBN: 9789597216193
Ediciones Cidmuc
Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana
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Nota a la edición
Introducción
Granada, la isla de las especias
La investigación
Principales expresiones de la música tradicional granadina
A manera de epílogo
Bibliografía
Ejemplos musicales
Contenido del CD
Tradiciones musicales en el Caribe es una serie de la colección D´Campo que nos propusimos hacer debido a la importancia de la información que devela. Sacar a la luz una parte del pasado de la labor investigativa realizada por el Cidmuc, de la cual formé parte, constituye un reto, y más aún si de este acontecer se sedimentaron los primeros conocimientos adquiridos de primera mano y que constituyeron mis primeros pasos en la vida profesional.
Me siento privilegiada por haber participado directamente en los equipos de trabajo que se crearon, porque tuve la responsabilidad de procesar toda la documentación obtenida in situ, hacer el trabajo de mesa previo a la investigación y, sobre todo, poder compartir con Argeliers León en el terreno. Esta experiencia en el ejercicio de la profesión musicológica me adentró en un nuevo mundo y, desde ese instante, mi vida se encaminó hacia un horizonte infinito.
El acervo documental gestado en aquellas jornadas permaneció en nuestros archivos durante varias décadas. Hoy, concluida la digitalización y restauración de los diferentes soportes donde se conserva, constituye un deber compartir estos documentos, fundamentalmente para que las nuevas generaciones de musicólogos e interesados en los temas que se abordan en este volumen, puedan conocer y dar continuidad a los estudios iniciales.
En la selección y ordenamiento de los datos regresé a todas las fuentes disponibles: diario de campo, anotaciones, cintas magnetofónicas, entrevistas transcritas y traducidas, fotografías, bibliografía consultada e informes de trabajo para, con el mayor rigor, poder validar lo obtenido en el terreno. Quisimos también testificar los datos con las imágenes y las grabaciones musicales, de las que utilizamos solo una parte de las que se conservan en el archivo aún inédito y que tienen inestimable valor patrimonial.
Es nuestra intención contribuir a una mejor comprensión de las diversas y complejas expresiones musicales en el Caribe, es también nuestro gesto de gratitud hacia Maurice Bishop y Jacqueline Creft quienes apostaron por defender su memoria, patrimonio y tradición para que fuese reconocido y divulgado por su valor raigal y no como un «producto comercial exótico», como generalmente se aprecia en revistas y otras publicaciones destinadas al turismo de esta región.
Sea, además, un agradecimiento especial a Argeliers León quien, con su magisterio y sabiduría, guió mi mirada hacia estas músicas y estas culturas de un Caribe nuestro, del Caribe del que formamos parte indisoluble y que nos identifica.
Laura Vilar Álvarez
“Hay algo, mucho más, que confiere una importancia especial y primordial al Caribe:
el Caribe ha desempeñado un papel privilegiado, único, en la historia del continente, del mundo”.
Alejo Carpentier
En la formación de los países que habitan la cuenca caribeña como espacio sociocultural, incidieron complejos procesos de transculturación y síntesis, signados por la concurrencia de múltiples componentes étnicos en los flujos migratorios continuos y desiguales, la confrontación de universos culturales heterogéneos, la variedad de lenguas, la riqueza y yuxtaposición de imaginarios sociales, artísticos y religiosos, capaces de tramar una y otra vez la identidad múltiple y fragmentada de esa región privilegiada que ahora reconocemos como el Caribe. En ese contexto, la música constituye uno de los componentes más significadores de la especificidad cultural de la región y del enorme caudal de sus expresiones tradicionales —laicas y religiosas— y quehaceres contemporáneos.
El estudio musicológico de la música del Caribe, o de cualquiera de sus manifestaciones y/o géneros musicales, constituye un reto debido a que estas conviven en diferentes niveles de desarrollo según su génesis y decurso histórico, lo que presupone cambios de su alteridad con respecto a lo local y a lo macro regional.
En este sentido, el concepto de continuidad cultural desarrollado por el musicólogo cubano Argeliers León, indica pautas fundamentales para la comprensión de las expresiones musicales en la región, especialmente relacionadas con los aportes africanos. En ese sentido señala:
Hace ya cierto tiempo, para estudiar algunos aspectos del desarrollo socio histórico de determinadas manifestaciones culturales —particularmente para áreas de movimientos poblacionales y asentamientos heterogéneos, como la América—, se presta atención a los movimientos migratorios y sus causas, las vías de esos movimientos; y, consecuentemente, como es el caso americano, se considera entonces la presencia del africano, no como desprendimientos o pedazos de sus culturas ancestrales —elementos, aportes, raíces, se ha dicho— para con tales términos tratar de configurar lo que pudiera ser tenido por restos o intrusiones dejados en el tiempo; sino para investigar la presencia americana del africano desde nociones de continuidad cultural.[…].
Se trataría, en cambio, de delinear un fenómeno de continuidad cultural del que se desprenden formas cognoscentes de comunicación dada la ancha existencia de un sistema de pensamiento discursivo, de orden retórico, que haya estado conformando nuestra identidad latinoamericana y caribeña, como una constante del venero afroide presente, históricamente, en el Nuevo Mundo. […] la concurrencia funcional de elementos sustanciales, y su permanencia cultural. Esta idea de integración funcional de elementos sustanciales de comunicación —no de sus facturas externas—, va a estar en el sustrato de lo que quiero plantear en esta charla como continuidad de elementos comunicantes del africano en una cultura latinoamericana, que se construye por esa misma comunicabilidad del hombre en nuestras sociedades —dando el Caribe, por su insularidad, como simple variable de la unicidad continental.1
1 Argeliers León: “Continuidad cultural africana en América”, en Anales del Caribe, no. 6, 1986, p. 115.
Pero al referirse al Caribe en otra de sus contribuciones, Argeliers destaca el carácter peculiar de los procesos formativos de tales expresiones:
[…] migraciones posteriores iniciaron el otro movimiento que decíamos como de arcadas, y así fueron las que se articularon, por tramos muy específicos, según los intereses de las metrópolis europeas, por entre islas del arco antillano, como fueron las de los colonos franceses y sus esclavos, por Guadalupe, Dominica, Martinica, Saint Lucie hasta Granada, con sus venidas e idas, (mas idas que venidas), según las coquetas pugnas entre las coronas de Francia e Inglaterra. Pero aquí el producto cultural […] fue el resultado de una reducción referencial, como en un simple listado, de alusiones a expresiones que en peculiares parcialidades […] dieron lugar a expresiones musicales como las del Big Drum, o las cuadrillas y los love song que se remontan hasta Guadalupe.2
2 Ídem.
En el Caribe conviven procesos de continuidad cultural que ocurren de modo paralelo, simultaneo y relativamente independiente en cada uno de los países que conforman la región, condicionados por el modo peculiar y específico del desarrollo económico-social de cada país. Eso define la coexistencia de niveles o estadios diversos en el desarrollo de toda el área y la consecuente diversidad de sus comportamientos culturales.
Los asentamientos humanos superpuestos se sedimentan unos sobre otros, provocando, en movimientos como arcadas, la concurrencia e integración funcional y la continuidad cultural que definen un mismo proceso de asimilación y de conformación de una nueva cultura en permanente transformación y movimiento. Y es esa peculiaridad de los procesos de asimilación y cambio lo que caracteriza a la región caribeña y la identifica.
Retornar al estudio de las expresiones músico-danzarias de Granada constituye un propósito de gran interés para el Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (Cidmuc), en tanto la publicación por primera vez del conjunto de los resultados de campo obtenidos durante el período que va desde 1982 hasta enero de 1983, puede aportar información aún inédita sobre la cultura musical tradicional granadina y sentar bases para su relación, con otros estudios de la región. Será la posibilidad de revaluar, desde una perspectiva más actual y sobre todo caribeña, los procesos de interrelación-asimilación-transculturación que pudieron ser observados y registrados in situ, enmarcarlos en sus contextos, poner en relieve a sus actores, develar la historia y el imaginario social que sustentaron los comportamientos culturales observados y, por último, contribuir al reconocimiento social de aquellos patrimonios culturales que fueron compilados durante la investigación y que permanecen en los archivos documentales y fonográficos del Cidmuc.
Validar el concepto del propio Argeliers León referente a la región y a estas islas cuando expresó:
Es importante tener en cuenta estas circunstancias que ocurrieron al mediar el siglo xvii [se refiere a las migraciones en la región], pues constituyó una migración por traspasos de africanos, desde los inicios de los trabajos de las “Compañías” en la isla de San Cristóbal, en la parte septentrional del arco de barlovento que por su posición se nutrió más prontamente de una población africana, que fue como “derivando”, por los cambios económicos que se sucedían en esta parte del Caribe, hacia puntos más al sur —veremos luego que esta migración, así por derivación, se continuó después de la llegada de los ingleses a esta parte del Caribe, para desplazar a los franceses. Granada y Carriacou ilustran claramente de la presencia de un punto terminal,3 singularizable, en una franja migratoria, que decimos ahora ha sido característica de estos procesos de poblamiento caribeño […].4
3 Argeliers León: Los caminos en el círculo. Conferencia en el Evento convocado por el Consejo Internacional de la Música Popular de la Unesco y el Cidmuc en La Habana, septiembre de 1987. Material mecanografiado, archivo personal del autor.
Argeliers define como punto terminal “la coyuntura material, social, para que históricamente se desarrollaran factores objetivos y subjetivos —diferenciables e individualizables— que pueden definir áreas de expresiones culturales; éstas han creado caracteres que permiten detallarlas, describirlas y analizarlas en sus componentes. Pero, además, han generado órdenes sistémicos, tan integrados como para permitir el haber influenciado en otras expresiones culturales del área, en la que han quedado insertas aquellas expresiones culturales que en un momento arribaron tras un curso migratorio […]”.
4 Ídem.
En este estudio de la música folclórica popular de Granada resultará útil también tener en cuenta, como postura teórica, los conceptos de la antropología de la experiencia donde “el antropólogo comprende la vida social como experiencia vivida por parte de él y sus interlocutores”.5
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